HLago Vieito
Centro de Investigacion y Desare
de la Cultura Cubana Juan Marinellos,A mi abuela Yeya,
hasta esa dimension espacial
en la que habita,
llena del amor que la acompafié
en su paso por esta vida.indice
Introduccién/ 7
Espiritismo y animismo. Surgimiento
del espiritismo moderno, su llegada a Cuba
y su influencia social
El animismo: caracter universal y permanente/ 19
El animismo en Cuba/ 20
Surgimiento del espiritismo moderno/ 23
Llegada del espiritismo moderno a Cuba/ 27
Papel del espiritismo en la historia de Cuba/ 32
Polémicas acerca del surgimiento del espiritismo
de cordén y su esencia/ 40
Primeros trabajos de Fernando Ortiz
sobre el espiritismo. Su época
El positivismo evolucionista en Cuba y su critica
al espiritismo de finales del siglo xrx/ 45
Ortiz y la escuela de antropologia criminal de
Lombroso/ 58
Los primeros trabajos de Fernando Ortiz sobre el
espiritismo/ 69
Maduracion del conocimiento orticiano
sobre el espiritismo en Cuba
Evolucién y cambio de sus posiciones tedricas/ 81
Nuevos estudios sobre el espiritismo en Cuba/ 86Importancia del estudio de Ortiz sobre
el espiritismo de cord6n/ 117
Recuento y datos adicionales acerca de la labor
de divulgacién y vinculos de Ortiz
con el espiritismo/ 131
Conclusiones/ 141
Anexos
1. Fragmentos del informe del jete de Policia
de la provincia de Oriente/ 151
2. Glosario de términos utilizados por Ortiz
en el estudio del espiritismo de cordén/ 153
Bibliografia general consultada/ 163Introduccién
La polifacética obra de Fernando Ortiz es una fuente
insoslayable para penetrar en el universo de la socie-
dad cubana; sus aportes en el campo gnoseoldgico y
metodoldgico trascienden los limites de la cultura na-
cional y alcanzan el plano internacional.
En la magnitud de ese quehacer, sus estudios acer-
ca del espiritismo son de los menos conocidos y divul-
gados, aunque ocupan una parte no despreciable de su
obra. Al respecto, s6lo se conocen algunas de sus obras
clasicas sobre el tema, publicadas en las primeras dé-
cadas del siglo xx, que no han sido reeditadas, y que
se refieren al denominado espiritismo kardeciano. Sus
escritos acerca del Ilamado espiritismo de cordén se
recogieron en publicaciones periddicas, a mediados de
la citada centuria, y de ellos sélo han recibido mayor
divulgacion algunos fragmentos recogidos en obras
posteriores; el resto permanece practicamente desco-
nocido.
En la gama de sus intereses investigativos, en los
campos juridico, antropoldgico, religioso y étnico, los
aspectos referidos al espiritismo ocuparon un lugar des-
tacado; su base cientifica le permitié ser el primero en
describir y analizar la variante de espiritismo ritualista
que denominé cordoneros del orilé, surgido en la parteoriental de la isla y extendida con posterioridad a otros
lugares del pais.
Esta circunstancia me motivo a escoger el referido
tema para una Tesis en la Maestria en Estudios
Interdisciplinarios sobre América Latina, el Caribe y
Cuba, que defendi en la Facultad de Filosofia e Historia
de la Universidad de La Habana, en el curso 1999-2000.
Por considerarlo de importancia, a continuacion’
comento lo relacionado con las fuentes bibliograficas
que utilicé en esta investigacion.
En cuanto al llamado espiritismo cientifico o
kardeciano, son de particular importancia las obras
publicadas por Ortiz en las dos primeras décadas del
siglo xx: La filosofia penal de los espiritistas (1915)
y Las fases de la evolucion religiosa (1919). Tam-
bién sirvieron otras fuentes, tanto activas como pasi-
vas, trabajos publicisticos y documentales.
Con respecto a la variante o tendencia de espiri-
tismo ritualista, que Ortiz denomindo cordoneros del
orilé, parto sobre todo de diez articulos que publicé en
la revista Bohemria, entre los meses de febrero de 1949
y julio de 1950. En ellos se recogen, de manera prolija,
descripciones y analisis de esa forma sincrética de re-
ligién popular, que son un necesario punto de partida
para posteriores estudios. Es de destacar su énfasis
en desentrafiar los origenes y precisar las caracteristi-
cas de esta variante, tipicamente cubana.
La informacién recogida en las fuentes documen-
tales de Fernando Ortiz, de la Colecci6n Cubana de la
Biblioteca Nacional “José Marti” y del Archivo del
Instituto de Literatura y Lingiiistica, en los que existencorrespondencia y fichas manuscritas del poligrafo
cubano, me brindaron una valiosa informacidén inédita.
Es importante, desde el punto de vista
metodoldgico, el articulo “Los factores humanos de la
cubanidad”, y también su definicién conceptual del tér-
mino transculturacién —aporte del sabio cubano a la
cultura universal—, que realiza en la obra Contra-
punteo cubano del tabaco y el azticar. También re-
sulté muy valioso el libro Historia de una pelea cu-
bana contra los demonios, en el que aparecen
elementos sobre los procesos sincréticos de la religion
en Cuba.
En la bibliografia pasiva son importantes los prolo-
gos escritos por el doctor Julio Le Riverend en la Or-
bita de Fernando Ortiz (1973), y en el Contrapunteo
cubano del tabaco y el azticar (1983). En ambos,
Le Riverend analiza la posici6n positivista y las influen-
cias tedricas y metodoldgicas que recibio el sabio cu-
bano. El estudio de Diana Iznaga: Transculturacion
en Fernando Ortiz (1989), en el que aborda la utiliza-
cidn de ese concepto en la obra del sabio cubano, fue
de gran utilidad.
Existen numerosos textos —fundamentalmente
articulos— que tratan del espiritismo en Cuba y sus
variantes o tendencias, lo que permite tener una vision
mas integral.
Acerca de la entrada y difusion del llamado espiri-
tismo moderno, en la sociedad colonial cubana —en la
segunda mitad del siglo xix—, y la polémica cientifica
originada al respecto, utilicé el texto de Pedro M. Pruna
y Rosa Maria Gonzalez: Antonio Mestre en la cultu-ra cientifica cubana del siglo xix (1987). También,
en este sentido, el articulo de Armando Andrés
Bermidez: “Notas para la historia del espiritismo en
Cuba”, en Etnologia y Folklore, de 1967, no. 4, fue
de gran utilidad. Del mismo autor es el articulo “La
expansion del espiritismo de cordén”, publicado tam-
bien en la misma revista, en el no. 5, de 1968, que
ofrece datos de la evolucin de la doctrina espiritista
en Cuba, especialmente def llamado espiritismo de
cord6n, originario de la zona oriental de la isla.
En ese mismo sentido, se orienta el libro de Anibal
Argitielles e Ileana Hodge: Los Hamados cultos
sincréticos y el espiritismo, en el cual se realiza un
andlisis sociohistorico de su introduccién.
De Ileana Hodge y Minerva Rodriguez es el texto
El espiritismo en Cuba (1997), en el que las autoras
proponen una nueva clasificacién de las formas de es-
piritismo practicadas en Cuba, sobre la base de dos
tendencias fundamentales.
Acerca de sus caracteristicas, en la region orien-
tal de Cuba, ofrece también informacién Amadeo Senti,
en su Diario de viaje, informe mecanografiado de un
estudio del espiritismo de cord6n en los centros de la
antigua provincia de Oriente, en 1964.
Valiosa informacion brinda el trabajo de diploma
de José Tadeo Tapanes titulado: El espiritismo en
Cuba: aproximaciones a su estudio, realizado en el
curso 1995-1996 en la Universidad de La Habana.
Ofrece elementos de la evolucién historica del espiri-
tismo en Cuba, y es un intento de caracterizar sus va-
riantes.De ese alto centro de estudios es el trabajo de
diploma de Susana Martinez titulado: E/ espiritismo
de cordon en la ciudad de Bayamo (estudio de sus
caracteristicas rituales), del curso 1994-1995, en el que
se hace un anlisis historico y socioldgico del espiritis-
mo cordonero en esa ciudad oriental, lugar de vital
importancia en el surgimiento y desarrollo de esta ex-
presion religiosa sincrética.
De particular importancia es el libro de un colecti-
vo —encabezado por el investigador de la Biblioteca
Nacional “José Marti”, José Antonio Garcia Molina—,
titulado Huellas vivas del indocubano, que es un
estudio multidisciplinario, en el que se aborda el polé-
mico asunto de la posible presencia de supervivencias
de la religion aborigen en el espiritismo de cord6n.
El articulo de Joel James: “La vida y muerte en el
espiritismo de cordén”, que aparece en el libro Muerte
y religion (1994), ha sido de gran utilidad, asi como !a
obra de José Millet: Glosario magico religioso cuba-
no (1994), en la definicién conceptual de términos rela-
tivos al cord6n espiritista. De este Ultimo es también el
libro: El espiritismo. Variantes cubanas (1996), que
se refiere a las formas concretas que adopta el espiri-
tismo en Cuba y sus caracteristicas especificas.
De esos autores y otros estudiosos, aparecen nu-
merosos articulos acerca del espiritismo de cord6n en
la revista De/ Caribe, editada por la Casa del Caribe,
de Santiago de Cuba, que aportan valiosos elementos
al tema.
Con el objetivo de incursionar en los presupuestos
tedricos y doctrinales del llamado espiritismo moder-
VWno, son de obligatoria consulta los textos clasicos del
francés Allan Kardec, quien en las décadas del 50 y
del 60 del siglo x1x codificé los principios basicos de
esa creencia religiosa. Entre esos textos podemos ci-
tar: El libro de los espiritus, El libro de los médiums,
El Evangelio segin el espiritismo, Cielo e Infier-
no, y El espiritismo en su mas simple expresion.
También me apoyé en textos clasicos de la histo-
ria de Cuba, en publicaciones recientes que ofrecen
nuevos datos y enfoques, asi como en libros de histo-
ria regional, en el caso de los lugares donde se desa-
trolld el espiritismo de cordén. Ademas, consulté fuen-
tes documentales de los fondos del Archivo Nacional
de Cuba y el provincial de Santiago de Cuba.
Utilicé el trabajo de campo, como la observacion
de ceremonias de espiritismo de cord6n en la zona de
Bayamo, en los mismos centros que visits Fernando
Ortizen 1948, durante su labor investigativa. Ademas.
realicé entrevistas, tanto en Bayamo como en
Manzanillo, a dirigentes de centros espiritistas y prac-
ticantes de esa ceremonia.
Expreso mi agradecimiento al doctor Enrique Sosa
Rodriguez, quien me sefialé el rumbo y guid mis pasos.
Es necesario definir algunos de los conceptos mas im-
portantes que seran utilizados a lo largo de este trabajo.
Espiritismo moderno: es \a doctrina espiritis-
ta, codificada y elaborada conceptualmente por el
francés Allan Kardec, a partir de los aftios 50 del
siglo xix. El sostuvo que el espiritu adquiere envol-tura terrenal y perecedera, que es destruida por la
muerte, aunque esta no destruye el periespiritu
(vinculo del alma con el cuerpo), que configura un
cuerpo fluido e invisible que puede hacerse visible
en las manifestaciones espiritistas. El espiritu es
§nmortal y sigue un camino de progreso y de ele-
vacion a través de sucesivas reencarnaciones. La
comunicaci6n con los espiritus es posible a través
de personas con facultades especiales, conocidas
como médiums. Dios es concebido como la fuente
y origen de todo Jo existente, omnipresente y
omnisapiente, y de bondad infinita. Kardec afir-
maba que las manifestaciones espiritistas y la co-
municacién con los espiritus habian existido desde.
la mas remota antigiiedad. El espiritismo moderno
constituia la tercera revelacion divina —las ante-
riores eran las de Moisés y Jesucristo—, y era
considerado como una doctrina de caracter cienti-
fico, filoséfico y moral, y no como una religion. En
el caso de Cuba, se le conoce como espiritismo
cientifico, y también se le llama espiritismo
kardeciano o de mesa. Al igual que en otros pai-
ses, sus practicantes siguen al pie de la setra los
preceptos de la doctrina de Allan Kardec, y no eje-
cutan rituales. La comunicacion con los espiritus
se logra mediante oraciones y concentracién men-
tal. Esta extendido por toda la isla.
Espiritismo de cordon: variante ritualista del es-
piritismo en Cuba, surgida en la parte oriental de la
isla, como resultado de la evolucion de practicas reli-
giosas populares durante el periodo colonial, en la que
13probablemente se mantuvieron elementos de la reli-
gion aborigen, con algunas influencias catdlicas y
afroides. Esta variante del espiritismo se conoce en
Cuba desde la segunda mitad del siglo xix, aunque su
consolidacién data de los primeros afios del xx. Posee
gran riqueza de cantos y movimientos danzarios, que
ejecutan los médiums en un cordén o cadena, al rit-
mo de canciones, himnos e invocaciones, que propi-
cian el estado de trance 0 posesion de los ejecutantes
por parte de los espiritus.
Espiritismo cruzado: variante del espiritismo en
Cuba, en la que se mezclan, en alto grado, elementos
del catolicismo popular con expresiones de las religio-
nes de origen africano, particularmente bantu. Tiene
también elementos de la santeria y del cordon. Predo-
minan los rasgos afroides. Esta extendido fundamen-
talmente en el area urbana y rural de la provincia de
Santiago de Cuba.
Cordoneros del orilé: denominacion que utilizd
Ortiz para designar a los practicantes del espiritismo
de cordon. El nombre de orilé surge de una expresion
de los cantos que utilizan los practicantes, en los que
se repite esa palabra.
Son diversas las clasificaciones que aplican los
estudiosos cuando establecen los elementos definitorios
de las manifestaciones religiosas practicadas en Cuba,
que puedan considerarse como espiritistas.
Entre las mas recientes —referidas a las varian-
tes cubanas del espiritismo—, se incluyen: el espiri-
tismo de mesa 0 cientifico, el espiritismo de cari-dad, e\ espiritismo de cordon, el espiritismo cruza-
do y el bembé de sao.'
El espiritismo de caridad es similar al de mesa o
cientifico, en lo que respecta a las creencias, pero se
puede considerar como ritualista, pues en sus practi-
cas se realiza el \lamado “despojo”™ o “santiguacién”,
acto con el que se busca conceder Ia caridad al ne-
cesitado. El bembé de sao es considerado una expre-
sién que precede al espiritismo cruzado, en la que se
pueden encontrar componentes de la mayor parte de
las religiones tradicionales cubanas, con especial én-
fasis en las que tienen un origen bantu.
Otros autores prefieren hablar de dos tendencias
fundamentales en la manifestacion del espiritismo en
Cuba: la tendencia clasica y la tendencia contex-
tualizada.*
La tendencia clasica se presenta de modo similar
a las practicas realizadas en los paises donde el espiri-
tismo tuvo sus inicios. La doctrina es considerada como
una ciencia que brinda explicacion a fendmenos de
naturaleza paranormal.
La tendencia contextualizada es mas afin con la
idiosincracia del cubano y tiene diversas expresiones
concretas e influencias de otras expresiones religio-
sas. Esta orientada, principalmente, a buscar solucion
a problemas especificos de la vida cotidiana, y son
menos esenciales los aspectos doctrinales del espiri-
tismo como cuerpo tedrico. Es una tendencia
' José Millet: E/ espiritismo. lariantes cubanas, Editorial Orien-
te. Santiago de Cuba, 1996. pp. 9-11.
* liana Hodge y Minerva Rodriguez: E?/ espiritismo en Cuba,
Editorial Academia, La Habana, 1997. pp. 5, 23-25, 28.cubanizada y sincrética, y en ella se agrupan los espi-
ritistas de cord6n, los cruzados y los Ilamados curan-
deros, que ejecutan practicas individuales.
Los limites entre las dos tendencias se establecen
solo metodoldégicamente: el andlisis del espiritismo se
enfoca a partir de su estrecha vinculacién con la de-
nominada religiosidad popular’ y la forma en que se
expresa en Cuba, tanto en el orden psicolégico como
en el socioldgico; el analisis debe concluir con la refe-
rencia a la forma mas clasica y sistematizada de prac-
tica de la doctrina que le da nombre a esta manifesta-
cidn religiosa.*
Ante las diferentes clasificaciones y definiciones
utilizadas al respecto por etndlogos, antropélogos, so-
cidlogos, historiadores, investigadores y estudiosos en
general, es preciso aclarar conceptualmente que, con
el nombre de espiritismo, de forma amplia, nos referi-
mos al denominado espiritismo moderno, codificado,
estructurado y fundamentado filoséfica y
metodolégicamente por Allan Kardec, y en el caso
especifico de Cuba, a aquellas sociedades, sectas y
practicantes, que aceptan, mas o menos explicitamen-
te, esos presupuestos tedricos como su basamento
+ Lareligiosidad popular se caracteriza por su asociacién a la vida
cotidiana y a los problemas y cultura de los pueblos. En ella se
encuentran sincretizaciones del catolicismo con religiones
indoamericanas 0 africanas: la presencia de elementos festivos:
del mito y la supersticién; las peregrinaciones. imagenes, exvo-
tos y promesas. ademas de un cierto caracter utilitario. (Véase:
Jorge Ramirez Calzadilla: “La religiosidad popular en Cuba™. La
religion. Estudios de investigadores cubanos sobre la temdtica
religiosa, Editora Politica. La Habana. 1993. p. 2.)
+ Iliana Hodge y Minerva Rodriguez: ob. cit., t. 28.doctrinal; o sea, el llamado espiritismo cientifico, de
mesa o kardeciano, y el espiritismo de cordon.
Otro criterio definitorio crearia ambigiiedad, pues
los restantes sistemas religiosos cubanos también pre-
sentan fuertes dosis de animismo y de comunicacion
con entidades sobrenaturales, por lo que no puede ser
esa la clave para su identificacion.
La asuncién o no del espiritismo, de una forma
distinta en diversas partes de la isla, se explica por el
hecho de que existian diferencias en las manifestacio-
nes religiosas populares en las regiones histéricas con-
formadas a lo largo del periodo colonial.
Elespiritismo de cordon surgié y se disemin6, pri-
mero, en la regin histérica del Valle del Cauto, que
abarcaba la antigua jurisdiccion de la villa de San Sal-
vador de Bayamo, y corresponde hoy, aproximada-
mente, al territorio de las actuales provincias de
Granma, Las Tunas, gran parte de Holguin y una por-
cidn de Santiago de Cuba.
La evolucion historica de esa region presenté pe-
culiaridades que se reflejan en la identidad cultural.
Alli existieron importantes remanentes de la cultura
aborigen; el sistema de plantacion no llegé a estable-
cerse; el contrabando —y, por tanto, el contacto con
tratantes extranjeros, que profesaban religiones pro-
testantes— fue una constante a lo largo de su historia.
La influencia negra, aunque presente, no fue tan fuer-
te como en otras zonas del pais, incluso aledafias, como
Santiago de Cuba y Guantanamo. Los elementos negros
no entraron de golpe en grandes proporciones, al no de-
sarrollarse en grado considerable la plantacion esclavista,
sino que se fueron integrando paulatinamente, en un pro-ceso de transculturacién, con los ibéricos y los remanen-
tes indigenas —en poca medida pero no inexistentes—
dentro de una sociedad criolla tradicional.
La existencia de una considerable cantidad de ne-
gros y pardos libres permitid la difusién social de sus
creencias, pero, a la vez, fueron permeados en mayor
grado por los elementos catdlicos. Como resultado,
surgié una religiosidad popular muy caracteristica de
esa zona.
Es de notar que la expansién del cord6n hacia otras
zonas esta determinada, tanto por la cercania geogra-
fica, como por la similitud de la conformacion histérica
de las regiones. Asi, pudo penetrar en Camagiiey, pero
no lo hizo con la misma efectividad en Santiago de
Cuba y Guantanamo.
La forma ritual del cordén, al menos en su forma
primigenia, debe de haber sido anterior a la Ilegada de
la doctrina espiritista a Cuba, en la década del 50 del
siglo xix. Los practicantes asimilaron la teoria, que se
avenia a sus creencias ancestrales y les proporciona-
ba un basamento doctrinal. En las zonas donde la in-
fluencia de las religiones africanas era muy fuerte, la
doctrina tuvo dificultades para integrarse con los sis-
temas religiosos existentes.
En regiones que pudiéramos denominar fronteri-
zas: las estribaciones de los macizos montajfiosos, en
la antigua provincia de Oriente —como en Palma So-
riano—, la fusion de elementos fue distinta y es donde
se encuentra, fundamentalmente, el llamado espiritis-
mo cruzado.Espiritismo y animismo. Surgimiento
del espiritismo moderno, su llegada
a Cuba y su influencia social
El animismo: caracter universal y permanente
La creencia en los espiritus se remonta a los primeros
tiempos de existencia de la sociedad humana, y se
encuentra en el culto a los antepasados y en la idea de
la prolongacién de la vida después de la muerte.
El animismo es una creencia de caracter politeista,
que aparece en las etapas primitivas de la evolucién
del hombre. Se le da ese nombre a la atribucién de un
alma viva a los objetos inanimados, y también sirve
para designar la creencia en la existencia de seres
espirituales, distintos del ser humano. Comprende, ade-
mas, la fe en la existencia de almas individuales, capa-
ces de sobrevivir a la desaparicion del cuerpo, y en la
de otros espiritus mas elevados, hasta las deidades mas
poderosas.
Esa idea es universal, pues aparece en diversas
partes del mundo, en diferentes épocas y en pueblos
de distinto origen y desarrollo cultural. Tanto la pose-
sion demoniaca, como la brujeria y la magia, se basan
enel animismo.
El animismo y la magia son las formas primarias
de la religion. El espiritualismo primitivo tiene la mis-ma esencia que el espiritualismo moderno, aunque |6-
gicamente sin el nivel de abstraccién de este ultimo.
En la religion primitiva, conjuntamente con el animismo,
se encuentra la magia, mediante la cual el hombre in-
tenta influir sobre la naturaleza y su destino.
A partir de la fe en la existencia del alma, se desa-
rrollaron otras ideas mas complejas acerca de las al-
mas de los animales, las plantas y los objetos inanima-
dos; también sobre las almas de los muertos, el destino
después de la muerte, la transmigracién de las almas-y
el mundo del mas alla, donde habitan las almas de los
muertos. E] animismo primitivo evolucioné hasta con-
vertirse en diversas formas de religion.
La creencia en la posibilidad del hombre de comu-
nicarse con las entidades espirituales —propia del
animismo— se mantiene en la base de las diversas
religiones.
El animismo en Cuba
El proceso evangelizador en Europa no elimin6 total-
mente las antiguas creencias paganas y practicas
animistas, algunas de las cuales, con nuevo ropaje, fue-
ron asimiladas al catolicismo.
En la sociedad colonial cubana existié el catolicis-
mo como religi6n oficial, y por otra parte, una religiosi-
dad popular con fuertes dosis de animismo, supersti-
ciones y creencias magicas, en las que se mezclaban
elementos catdlicos, africanos y supervivencias de la
religion aborigen.Los elementos animistas en Cuba provenian tanto
de los primitivos habitantes, como de los esclavos
que procedian de diversas regiones de la costa oc-
cidental del continente africano, fundamentalmen-
-te, y de los propios espafioles, entre los cuales atin
existian elementos paganos y animistas. Todas esas
manifestaciones se interrelacionaron y mezclaron
entre si, y se reajustaron a las condiciones especifi-
cas del pais.
El sincretismo de las creencias africanas entre si
y con el catolicismo, dio lugar a la aparicién de las
religiones sincréticas de origen africano, de las cua-
les las principales y mas extendidas son la Regla de
Ocha o santeria, de raiz yoruba, y la Regla de Palo
Monte, del tronco bantu. Otras expresiones
sincréticas menos extendidas son la Regla Arar, la
Sociedad Secreta Abakua y el vodt, este ultimo pro-
cedente de Haiti.
La llegada de esclavos de origen yoruba se pro-
dujo, en lo fundamental a inicios del siglo xix, vincu-
lada al auge plantacionista; se extendieron principal-
mente por el occidente del pais (La Habana y
Matanzas). En el oriente, la influencia bantu fue ma-
yor que la yoruba. Estas circunstancias influyeron en
las caracteristicas del sincretismo religioso en las di-
versas regiones del pais.
Los paralelismos entre los elementos religiosos
aborigenes, hispanos y africanos, fueron la base del
proceso de transculturacion y los que hicieron posible
el intercambio, del cual se fue formando una nueva
religiosidad. Esas similitudes permitieron la pérdida dealgunos rasgos, la adquisicion de otros y el surgimiento
de nuevos componentes.'
Por estar mas cercanos en su desarrollo economi-
co-social, los paralelismos religiosos fueron mas facti-
bles entre aborigenes y africanos; estos tiltimos toma-
ron de los primeros algunos simbolos religiosos, lugares
de culto y determinados rituales.
Los aruacos transmitieron, por tradicién oral, un
sistema mitoldgico de caracter coherente, mediante el
cual daban respuesta a sus principales inquietudes,
reflejaban sus condiciones de vida y las reglas de con-
ducta social; comunicaron a sus descendientes su cul-
tura, a través de una sistematica practica religiosa,
orientada a propdsitos especificos y de un indiscutible
sentido magico.
Sus behiques —especie de sacerdotes 0 hechice-
ros— eran considerados como mediadores para la co-
municacién con sus dioses (cemies); esto lo efectuaban
principalmente a través del rito de la cohoba, el cual
consistia en la absorcién del humo del tabaco mezcla-
do con algunas plantas alucindégenas, que provocaban
un estado de seminconciencia.*
A los behiques se les atribuia la capacidad de cu-
rar las enfermedades mediante el uso de algunas yer-
bas y ciertos ritos de caracter magico, con los cuales
expulsaban los males que los aquejaban.
Los grupos aruacos existentes en Cuba, a comien-
zos de la conquista, practicaban dos tipos principales
' Daisy Fariftas: Religidn en las Antillas. Paralelismos y transcultu-
racion, Editorial Academia. La Habana. 1955, pp. 23-24. 68. 87.
* Daisy Fariias: Religion y transculturacion, Editorial Academia.
La Habana. 1997, pp. 17-18.de culto: a los espiritus de los antepasados, de forma
individual, familiar 0 clanica y el dedicado a los cemies.
que presentaba una forma colectiva. El areito era la
maxima expresion ceremonial de los aborigenes, y
consistia en una especie de danza colectiva circular.
acompaiiada de cantos. Para realizarlo, los participan-
tes formaban un corro o cord6n, y danzaban sueltos o
cogidos de las manos o los brazos, mientras entonaban
los cantos, que eran antifonales y dialogados. El ritual
tenia un director, llamado tequina, quien entonaba el
canto principal, que era respondido por el coro. La
ceremonia terminaba cuando se manifestaba el trance
0 posesién por parte de los espiritus.
Al valorar el aporte de las creencias aborigenes
en la conformacion de la religiosidad popular en Cuba,
se debe tener presente que los componentes étnicos
indocubanos desempejfiaron un papel esencial en las
primeras relaciones socioculturales establecidas con
los inmigrantes hispanicos y afroides, durante el tem-
prano proceso de transmision de valores y acciones.°
Surgimiento del espiritismo moderno
A partir de mediados el siglo x1x, circulos intelectuales
de Europa y de Estados Unidos fueron penetrados con
la doctrina y las practicas espiritistas. Estas se basa-
ban en la posibilidad de comunicacién con las almas 0
espiritus de personas fallecidas; por lo general, esta-
* Jess Guanche: Componentes étnicos de la nacién cubana, Fun-
dacién Fernando Ortiz. La Habana, 1966. p. 132.ban acompafiadas de manifestaciones sensibles y de
posesiones del cuerpo de un médium o persona dotada
con facultades para establecer esa comunicacién. Esas
practicas eran conocidas desde la Antigtiedad y se
conservan en algunas religiones.
El espiritismo se revistié de una terminologia simi-
lar a la cientifica, e introdujo conceptos como el de
periespiritu 0 cobertura semimaterial, con los que se
buscaba la factibilidad de la comprobacién sensorial
de la presencia de los seres inmateriales.
Las primeras manifestaciones del denominado
espiritismo moderno comenzaron, en 1847, en Estados
Unidos, con las hermanas Fox. A partir de 1852, esas
creencias se difundieron por el continente europeo; el
francés Leén Hipdlito Denizard Rivail (mas conocido
por el nombre de Allan Kardec) estructurd y sistematizd
la doctrina, la cual expuso en varias obras, a partir de
la publicacién de £/ libro de los espiritus, en 1857.
El espiritismo moderno surge en un periodo de auge
del capitalismo, que da lugar al nacimiento del impe-
rialismo—a finales del siglo xix—, conjuntamente con
un gran progreso de las ciencias. En esa época, la
teoria evolucionista causé un considerable impacto en
los conocimientos cientificos de la humanidad.
La aparicion de la teoria evolucionista propiné un
fuerte golpe a las concepciones idealistas y religiosas:
un grupo de cientificos, con creencias religiosas, en-
contro en el espiritismo una concepcion supuestamen-
te adecuada, al presentarlo como una ciencia moder-
na y empirica. En sus inicios, la doctrina alcanz6 una
mayor difusion en los paises que tenian un alto desa-rrollo capitalista, como Estados Unidos, Francia, In-
glaterra y Alemania.*
Los trabajos de Kardec se apoyaron en concep-
ciones de la filosofia religiosa de los pueblos de la
Antigiiedad, asi como en doctrinas de pensadores de
esa época; también utilizo elementos de las religiones
de caracter universal, y de las escuelas psicolégicas y
sociolégicas de la Francia de su tiempo.
La doctrina espirita kardeciana fue considerada,
por su codificador, como una rama de la filosofia espi-
ritualista, que comprendia aspectos y fenomenos de la
vida espiritual, como una ciencia basada en hechos
experimentales que demostraba la existencia e inmor-
talidad del alma; como la moral a la cual debia aspirar
el hombre para progresar en el mundo espiritual, con-
siderado como el verdadero.
Los fundamentos doctrinales del espiritismo son
resumidos asi por sus adeptos:
1. Existencia de Dios.
2. Demostracion experimental de la superviven-
cia y la inmortalidad del alma.
+ En su escrito “Las ciencias naturales en el mundo de los espec-
tros™. Federico Engels analiz6 las circunstancias que permitieron
que. en esos afios. “el empirismo inglés en algunos de sus repre-
sentantes —y no los peores—- haya eaido al parecer sin esperan-
za en Ja invocacién y vision de espiritus, importada de
Norteamérica’™. Engels se reteria a la imposibilidad de refutar las
creencias espiritistas mediante métodos empiricos: “Por lo tanto.
el desprecio empirico por la dialéctica recibe su castigo al conducir
a algunos de los mas cerrados empiristas a la mas estiipida de
todas las supersticiones. el espiritismo moderno™. (Véase: Carlos
Mars y Federido Engels: Sobre fa religion, DOR. Comité Central
del Partido Comunista de Cuba. La Habana. 1976. pp. 16-17.)3. El principio de la reencarnacion, es decir, un
determinado numero de existencias, a través de dife-
rentes cuerpos humanos, pero siempre el mismo espi-
ritu, como unico medio de alcanzar la evolucién y el
perfeccionamiento.
4. Cada ser humano es el autor de su propio
destino.
5. Todos los hombres son hermanos, por espiritu y
origen, pero se encuentran en distintos grados de evo-
lucion y conocimiento, de acuerdo con la edad espiri-
tual de cada uno.
6. Pluralidad de mundos habitados, innumerables
en cantidad y grados de progreso, que en un futuro
seran también morada de los habitantes de la Tierra,
cuando hayan avanzado en el camino del progreso
moral.
7. Promocidén de la caridad, la fraternidad y la so-
lidaridad, como medios seguros de alcanzar la real fe-
licidad.
8. Al verdadero espirita se le conoce por su trans-
formacion moral.
9. Elespiritismo es la filosofia, la religién univer-
sal, que promueve, a través de reconocidas experien-
cias, sus fundamentos; es decir, el verdadero objetivo
de la vida, pero es atin mas: el Evangelio mismo, en su
mas absoluta pureza.>
Allan Kardec describié de esta manera sus ideas
acerca de los espiritus: “Hay en el hombre tres cosas
* Estos fundamentos fueron resumidos de una hoja impresa de pro-
paganda espirita. del afio 1998. titulada: ¢ Que es ef espiritismo?esenciales: |) el alma o espiritu, principio inteligente
en el cual residen el pensamiento, la voluntad y el
sentido moral; 2) el cuerpo, envoltorio material pesa-
do y grosero, que coloca a los espiritus en relacion
con el mundo exterior, el periespiritu, envoltorio
fluidico, leve, que sirve de lazo y de intermediario
entre el espiritu y el cuerpo. Cuando el envoltorio
exterior esta usado y no puede funcionar, cae, y el
espiritu se despoja de él, como el fruto de su casca-
ra, el Arbol de su corteza: en una palabra, como se
desecha una vieja ropa fuera de su uso. Esto es lo
que se !lama la muerte”.°
Para Kardec, la muerte es la destruccion del en-
voltorio grosero del espiritu, que recobra su libertad:
deja solo el cuerpo material y conserva el periespiritu,
una especie de cuerpo etéreo, vaporoso, impondera-
ble y de forma humana. En su estado normal, el
periespiritu es invisible, pero el espiritu puede hacer-
le sufrir determinadas modificaciones que lo trans-
forma momentaneamente en visible. Con la ayuda
del periespiritu, el espiritu puede actuar sobre la ma-
teria inerte.
Llegada del espiritismo moderno a Cuba
Aunque algunos estudiosos ponen en duda el sefiala-
miento de una fecha tan precisa, Juan Luis Martin fija
® Allan Kardec: E/ espiritismo en su mds simple expresién, Men-
saje Fraternal, Caracas. 1991. p. 12.1856 como el afio de la introduccién del espiritismo en
Cuba, procedente de los Estados Unidos.”
Lo cierto es que desde Estados Unidos, pais con
el cual Ja intelectualidad criolla mantenia fuertes
vinculos, y desde la propia metropoli espafiola, adonde
habia llegado en la década del 50 del siglo xix, pudie-
ron penetrar en la isla las ideas del espiritismo moder-
no, apenas pocos afios después de su aparicion.
En Cuba, la nueva doctrina encontré un campo
bastante propicio para su difusién. La Iglesia Catélica
nunca habia alcanzado un poder y una influencia so-
cial similares a los que disfrutaba en otras colonias del
continente americano.
Al parecer, la practica del espiritismo en Cuba al-
canzo en esa época una considerable difusién, pues es
significativo el hecho de que al Primer Congreso In-
ternacional de Espiritistas —celebrado en Barcelona
en 1888— asistieran tres delegados cubanos.
Los voceros de la Iglesia Catdlica en Cuba arre-
metieron contra la nueva doctrina® que, desde 1856,
habia sido anatematizada oficialmente por el Vaticano,
pues la consideraba una practica herética y diabdlica.”
Eduardo Llanas, director de la Revista Catdélica,
publicaba en 1874 un articulo titulado “El espiritismo
en Cuba”, en el que ofrecia interesantes valoracio-
nes sobre las caracteristicas de la difusién de la doc-
” Juan Luis Martin: Ecué, Changéd y Yemayd. Cultural S. A. La
Habana. 1930. p. 55.
* Véase Eduardo Llanas: “E] espiritismo en Cuba”. en Revista
Catética, 7 de noviembre de 1874, Afio I, no. 38, pp. 542-545.
“ fastruccion Pastoral, Imp. Militar de la Viuda de Soler y Com-
paniia. La Habana. 1875. p. 543.
28trina espirita en la sociedad cubana: “Que el espiri-
tismo ha invadido las regiones mas altas de la socie-
dad cubana es por desgracia una verdad incontesta-
ble [...] Fendémeno es este digno de nuestro estudio,
pues no hay duda de que en otros paises, la propa-
ganda espiritista ha conseguido hacer su proselitismo
principalmente entre las clases mas numerosas, al
abrigo siempre de la ignorancia y del fanatismo [...]
{Por qué en Cuba el espiritismo se ha inoculado en
preferencia en las venas principales del organismo
social? A nuestro modo de ver, esa particularidad esta
en laarmonia con Jas condiciones especiales de nues-
tras clases acomodadas. Porque digase lo que se
quiera, la verdad es que el espiritismo en Cuba se
presenta con un caracter inocente y en si es cando-
roso. Mas bien que un sistema es un ameno pasa-
tiempo. No tiene ese caracter exclusivista, avasalla-
dor, intransigente, y sobre todo anticatdlico con que
se distingue en otros paises [...] Y no necesita mas
para ser bien recibido en una sociedad como la nues-
tra, vida de fuertes sensaciones, y condenada por
su misma constitucién a vivir en un penoso retrai-
miento”.!°
Llanas achacaba la gran acogida del espiritismo a
la necesidad de buscar entretenimiento y distraccién
ante la aridez de la vida ptiblica de la sociedad criolla.
También se referia al “abatimiento del espiritu religio-
so” como otra de las causas de ese fendmeno: “Una
gran parte de los habitantes de Cuba vive olvidada de
sus creencias tradicionales, y vive sobre todo alejada
' Eduardo Llanas: ob. cit.. pp. 542-544.
29de sus practicas religiosas: y por eso ha recibido con
gran agrado al nuevo huésped, mas que mas presen-
tandose con traje amigo [...] Como entre nosotros ape-
nas siha encontrado ni dogmas, ni tradiciones, ni creen-
cias, ni practicas que le disputaran sus pretensiones
invasoras, ha sido admitido sin contestacion como un
ameno e inocente entretenimiento por las clases me-
nos atareadas de nuestra sociedad”.
Es importante la peculiaridad de que. en Cuba, el
espiritismo no se presentaba con un caracter de abier-
to enfrentamiento a la fe catdlica, circunstancia que
explica como a través del tiempo, y atin hoy, en la
mentalidad de algunos creyentes —alejada de los dog-
mas y preceptos tedricos y doctrinales— no se pre-
sente una contradiccién insalvable entre la profesién
de una creencia y otra.
Llanas explicaba también lo que consideraba una
forma erronea de combatir el espiritismo por parte
de los catélicos cubanos. y aunque su lenguaje cra
terminante en los argumentos que utilizaba para de-
mostrar la falsedad y perversidad de esa doctrina, es
curioso el hecho de que no llegara hasta el punto de
considerar que todo fuera completamente negativo:
“Pero hay mas: hasta los mismos catélicos han con-
tribuido inconscientemente a la facil propagacién del
espiritismo en Cuba. Sobre esa circunstancia llama-
mos particularmente la atencion a nuestros lectores,
a fin de que, por falta de conocimiento en las mate-
rias espiritas, no se conviertan en involuntarios apés-
toles de las mismas. Muchos catdlicos y entre ellos
personas muy ilustradas juzgan al espiritismo con un
30criterio que dista mucho de ser el criterio de la Igle-
sia. Sabiendo en globo que la Iglesia condena como
falso al espiritismo se creen autorizados para negar
todo lo que los espiritistas aseveran, proporcionando-
les ocasion de afianzarse mas en sus practicas su-
persticiosas, que a la verdad tienen algo de positivo,
aunque todo en ellas sea censurable. La Iglesia no
condena las practicas espiritistas. en el concepto de
que sean ilusorias supercherias, sino que reconociendo
el hecho de ciertas manifestaciones espiritistas, las
anatematiza por su significacion impia, sacrilega y
escandalosa”.
A partir de la llegada del espiritismo moderno a
Cuba se produjo una rapida difusion de su doctrina; se
fundaron numerosos centros en toda la isla y apare-
cieron varias publicaciones en las que se divulgaban
sus principios tedricos.
La influencia del espiritismo no fue igual en todos
los sectores de la sociedad cubana. En las ciudades,
los adeptos a esta expresidn religiosa, que poseian cierto
nivel cultural, practicaban la lectura de publicaciones
espiritas editadas en el extranjero. Sus sesiones se
efectuaban tomando como guia esos escritos; se de-
nominaban a si mismos cientificos, y dieron lugar al
llamado espiritismo cientifico 0 de mesa. Mientras,
en las zonas rurales, donde los creyentes generalmen-
te tenian muy baja instruccion y se inclinaban al uso de
objetos materiales en sus practicas rituales, se fue con-
formando un complejo de creencias de diferente ca-
racter, a partir de las cuales se derivaron determina-
das formas de religiosidad popular.
31Papel del espiritismo en la historia de Cuba
Después de la independencia de sus colonias conti-
nentales, en las primeras décadas del siglo xix, la me-
trdépoli espafiola aplicd en Cuba una serie de medidas:
aumento sus efectivos militares, incrementd el clero
de origen espaiiol, y sustituy6 al criollo, que hasta en-
tonces habia predominado,
Durante las guerras por la independencia de Cuba,
la oposicidn de la Iglesia Catélica —sometida al Pa-
tronato Regio— al movimiento nacional liberador, con-
tribuy6 a la disminucién de la credibilidad en el clero y
a que el catolicismo ortodoxo no lograse un
enraizamiento popular. A pesar de su posicién oficial
como institucién, hubo casos aislados de sacerdotes
que apoyaron la causa independentista, como es el del
longevo criollo Diego José Baptista, parroco de la Igle-
sia de San Salvador de Bayamo, quien bendijo la ban-
dera de Carlos Manuel de Céspedes, después de la
toma de la ciudad por las tropas insurrectas, en 1868.
En el transcurso de la Guerra de los Diez Afiios (1868-
1878) se hizo mas evidente su colaboracién con el ré-
gimen colonial; personas con ideas independentistas
identificaron al espiritismo como una doctrina religiosa
con tendencias liberales, partidaria de conceptos pro-
gresistas y avanzados.
En un articulo de Ramon Maria de Araiztegui
—secretario del Gobierno y quien fungia ademas como
vicepresidente de la Asociacion Catélica de La Haba-
na— publicado en 1875, se saludaba el establecimien-
to de Alfonso XII en el trono espafiol, se atacaba la
32Revolucion de 1868 en Espafia, y se aseguraba que
esta habia sido concebida en las logias masénicas, al
igual que los alzamientos independentistas en Cuba y
en Filipinas. Se consideraba la proclamacién de Ia li-
bertad de cultos como fuente de discordias y aposta-
sias. Sobre Cuba expresaba: “‘[...] y como el eco en
Las Antillas habia de repetir los clamores de su ma-
dre, aqui los insurrectos Maximo Gémez y Donato
Marmol, titulados generales, expidieron y publicaron
en El Cubano Libre de primero de enero de 1869 una
proclama dirigida a los hacendados de Santiago de
Cuba, ofreciendo en nombre de la insurreccién todas
las libertades, sin faltar la de conciencia, a cuya som-
bra habian de venir a cobijarse millares de brazos para
la agricultura y las industrias[...]."'
Eran frecuentes Los ataques en la prensa. En un
articulo editorial de la Revista Catélica —de 1874—
se identificaba la masoneria con el espiritismo: “Este
es el gran objeto a que Satanas dirige su odio contra
Dios. Quiere del mundo un culto, quiere una Iglesia,
quiere una adoracion. Esta Iglesia ha empezado a cons-
tituirse ya, y nada falta en ella al culto del demonio: se
'' Ramon M. de Araiztegui: “1874 y 1875 (1). en Revista Caté-
lica, 23 de enero de 1875, Ano I. no. 49, p. 716. El secretario
del Gobierno, Araiztegui. fue el autor de la Reforma Universi-
taria de 1871, decretada por el Conde de Valmaseda. Goberna-
dor de fa Isla. Esa reforma era esencialmente una accién politi-
ca, encaminada a asfixiar la enseflanza superior en Cuba, pues la
Universidad era considerada como un foco de insurreccion.
(Véase Ramon de Armas, Eduardo Torres-Cuevas y Ana Cairo:
Historia de la Universidad de La Habana. 1728-1929, Edito-
rial de Ciencias Sociales, La Habana, 1984. vol. |. pp. 172-176.
33llama Francmasoneria. Los apéstoles que tienen el
encargo de preparar entre las gentes este culto y esta
Iglesia se Ilaman espiritistas”.'
Ademas de los criterios propiamente confesionales,
detras de esa pugna se manifestaban intereses de ca-
racter politico. Si bien es cierto que en el seno de las
logias masonicas del Gran Oriente de Cuba y las An-
tillas —fundado por Vicente Antonio de Castro—, se
efectué la preparacion ideoldgica de muchos de los
futuros préceres independentistas, su actuacién no
demuestra un radicalismo anticlerical per se; el en-
frentamiento provenia mas bien de las diferentes posi-
ciones asumidas en torno a la lucha independentista.
En cuanto al atractivo que presentaba el espiritis-
mo para los sectores politicamente avanzados de la
sociedad cubana, es preciso recordar que, ademas
——como sefialara Don Fernando Ortiz—'’ este llega-
ba “con la pretension de ser la fe del porvenir, basada
en la ciencia”.
Un hecho sangriento —ocurrido a finales de mayo
de 1886 en el barrio de Tacajé, municipio de Holguin,
en la provincia de Oriente— tuvo honda repercusién
nacional e internacional, y Ilevé al primer plano de ac-
tualidad el debate acerca del espiritismo y las conse-
cuencias de su practica en la sociedad cubana.
De los acontecimientos resulté muerta una perso-
na, y varias fueron lesionadas. Los elementos
desencadenantes de la situacién respondian a renci-
"* Revista Catolica, 20 de junio de 1874, Aftio 1. no. 18. p. 230
'* Las fases de la evolucidn religiosa, Vipogratia Moderna. La
Habana. 1919, p. 15.
34\las dentro de una misma familia; sin embargo, la cir-
cunstancia de que los involucrados eran practicantes
del espiritismo, permitid que se estableciera una rela-
cién de causalidad entre ambos fendmenos.
Ademias de ser tratado como delito comun por la
jurisdiccién ordinaria, también se siguid un expediente
por la via gubernativa, pues al referido hecho se le
atribuyeron connotaciones que rebasaban las de una
simple accién criminal.
Con fecha 9 de junio de ese afio 1886, el Goberna-
dor Civil de Santiago de Cuba le informaba al gober-
nador general de la isla: “{...] sin temor a equivocarme
abrigo la conviccién moral de que el movil encubierto
de la propaganda espiritista no es otro que el politico
[...] ¥ prueba de ello es que segin se expresé a ese
centro superior en comunicacion del 8 de agosto del
afio pasado [...] de dar cuenta de la nueva secta que
aparecio en Guantanamo cuyo jefe patrocinador fue
el pardo Lucilo Joy titulado Dios, y de la morena Dolo-
res Aranquez titulada la Virgen, de reconocer a Maceo
como el Dios o Mesias [...]”."*
El Gobernador continuaba recordando que enton-
ces adopto medidas enérgicas: prohibié las reuniones
ilicitas que se celebraban en los campos de la provin-
cia, y establecié multas de cien pesos a los promoto-
res, y cincuenta para los concurrentes. Reconocid que,
a pesar de ello, los sucesos posteriores evidenciaban
que las reuniones se habian acentuado en proporcio-
"4 Archivo Histérico Provincial de Santiago de Cuba (en adelante
AHPSC). Fondo: Gobierno Provincial. Materia: Espiritismo.
Legajo 576. no. 20.
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La Iniciación de Ifa Conocido Como Itefa Simplemente Significa La Ceremonia de Los Siete Días de Rituales Espirituales y Fortificaciones en El Que El Iniciado Recibió El IFA Ikin Sagrado
La Iniciación de Ifa Conocido Como Itefa Simplemente Significa La Ceremonia de Los Siete Días de Rituales Espirituales y Fortificaciones en El Que El Iniciado Recibió El IFA Ikin Sagrado
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