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Primer ensayo sobre la poblacién La seleceion de testos que hemos prepa- rado pretende dar wna imagen sumaria de las dos facetas principales de Malthus: su labor convo tedrico de la poblacién, por ta que adguirié fama wniversal, y su pensa- ‘miento econcmico, por el que también es co- nrocido. aunque solo entre los miembros de ‘esta profesisn En lo relative a cuestiones demogréficas ineluimos a continuacin el prefacio y tos dos prineres capitulos del Ensayo sobre el principio de la poblacidn. que Malehus publi- 6 andnimamente en 1798, Camo se ha ex plicado antes, fue tal el cambio que repre- senté ta segunda edicién det fibro. de 1803. con respecto a la primera, que a ésta es h bitual denominaria Primer ensayo sobre Ia poblacisn, La primera versiGn del libro es muy aude: y hasta la lectura de las capitutos I» 2 para ‘comprender el impacto que ocasioné en et ‘momento de sw aparicién. En pocas paginas de estilo paderoso ¥ directo Malthus expone ef conazén de su argumento: ta divergencia entre el erecimiento geamétrico de la pobla- cide y ef crecimiento aritmético de los ale imentos v las formas mis 0 menos tervibles en que la necesidad impone tarde o tempprano el cierre de la brecha, Matthus cree haber des- cubierto ef mayor obstdcuto concebible para el progreso futuro de ta hunamnidad: sus pa- siones y los recursos limitados de la tierra PREFACIO Este ensayo debe su origen a una con- versacisn con un amigo. en torne al ensayo del sefior Godwin sobre Ta avaricia y la proe digalidad, publicado en su Enguirer. En la discusi6n se abords el tema general del pro- 0 futuro de la sociedad: e! proposito ini- ial del autor fue simplemente explicar por escrito sus opiniones a su amigo. pensando poderlo hacer asf con més claridad que en tna simple conversacién, Pero a medida que el tema se abria ante él, se le ocurtieron Giertas ideas con las que no recordaba haber Iropezaco anteriormente, ¥ pensando que sobre un tema de tanto interés general cual- uier destello de luz. por muy insignificante que fuese, se acogerta con buena voluniad. ecidis preparar sus ideas en forma que per- mitera su publicacin, Sin cuca este ensayo podria haber sido completado con un mayor nuimero de datos ilustativos de su argument general. Pero una larga y casi total intcrrupcicn debida a deer minados asuntos particulares, unida, por otra parte. al deseo (quizé imprudente) de no re- inwsar la publicacién mucho mis de lo inicil- mente previsto, impidieron que el autor pres- tara al ema una atencin exclusiva, Piensa. sin embargo. que los hechos que presenta eviden- cian suficientemente la verdad de sus opinio- nes respeeto al progres de a humana. © EsicionesPismide Cuando el autor cont ign, le parece que pe una declaracién gener mera visiGn de conjunt La necesidad de qu dduzea al nivel de fos m era una verdad eviden muchos autores: pero 1 cho (que recuerde el a particular sobre 1os 1 cuales la nivelacidn se iar los medios de cons «ce, en su opinisn, el pri camino de todo progres ciedad, Espera el autor tan interesante probler de que obra exclusiva verdad. sin prejuicio 3 categorfa determinada nivaes. El autor contie de las especulaciones s 10 de la soviedad. sin quiméricas, pero no ha Sobre su entendimient lo que desea sin demo Los grandes © im mientos de los ultimo natural: Ia creciente di neral gracias ala exten mir: el espiritu invest aque prevalece en el mu ‘al mundo inculo: la claridad que ha sida pr politica, deslumbrand mas entendidos y. esp mendo fendmeno surg Hitico, Ja Revolucisn f jisiones Pisimise > sobre la vy aud is 2 para nd en el : paginas 1s expone ergencia 2 pobla dos ale ribles en prano et ser des- “ible para -> sas pa oluntad, que pers paber sido se datos Pero una a a deter- . por otra ge no re Jo inicial- tor pres- Piensa, sin ca eviden- us opinio- iad. es reside Cuande el autor contempla abora esta opi- nign, Je parece que para demostraria basta tuna declaracién general. junto con una so era visicn de conjunto de la sociedad La nevesidad de que la poblacisn se re= dduzca al nivel de los medios de subsistencia era una verdad evidente, reconocida ya por muchos autores: pero lo gue ninguno ha he- cho (que recuerde el autor) es imestigar en particular sobre Tos medios a través de los cuales la nivelacicn se produce: y es al estu- diar los medios de conseguirla cuando apace ce, en su opinidn, el principal obstéculo en el camino de todo progreso importante de la s0- ciedad, Espera el autor que en la discusign de tan interesante problems nadie pod duct de que obra exclusivamente por amor a 1s verdad. sin prejuicio alguno contra ninguna categoria determinad de hombres ni de opi- niones. El autor confiesa haber lefdo algunas de las especulaciones sobre el progreso fut ro de la sociedad, sin nimo de encontrarlss quiméricas. pero no ha adquirido tal dominio sobre su entendimignto que le permita creer To que desea sin demostracién alguna ni re- Thomas Robert Malthus | 105 chazar lo que pudiera serle desagradable cuando va acompatiado de pruebas. El cuadro de la vide humana que aparece fen este ensayo est impregnado de melanco- lia: pero el autor tiene coneiencia de que es- tos sombrfos tintes estén en la realidad ¥ no provienen de un estado de espiritu decaido 0 de un carfeter mas 0 menos amargado. La teorfa del espitity wazada a grandes rasgos en Los dos ttimas capitulos explica de forma satisfactoria, a su modo de ver, la existencia dle la mayoria de los males de la vida: ls lec- tores dirdn si es igualmente aceptable para los demas, Si consiguiese lamar la atencién de los hombres mnés eapaces sobre lo que considera ser el principal obsiseulo en el camino del perfeccionamiento de la sociedad y contribu yese asi a su eliminacién, aunque sélo fuese fn el plano tedrico, se retractarfa con sumo agrado de sus actuales opiniones. hallando motivos de profunda alegria en el reconoei- mento de su error. 7 de junio de 1798, CaptrvLo 1 Los grandes ¢ imprevisibles. deseubri- riantos de los dltimos aBos en la filasofia natural: luerecientedifusién de lacultura ge- neral gracias a laextensisn del arte de imapri- rir; el espfritu investigador. ardiente libre que prevalece en el mundo cultoe incluso ea el mundo inculto: la nueva y extraoedinaria claridad que ha sido proyectada sobre la vida politica, deslumbrardo y asombrando a Tos rs entendides y. especialmente. aguel ue- rmendo fendmeno surgido en el horizonte po- Iitco, la Revoluciéa francesa, que. como un © Eoiviones Pirie cometa en llamas. parece destinado sea ains+ Pirar con una vida nueva y vigorosa sea a abrasar y destruir la mermad poblacidn de la tierra, todo ello hat contrituido a suscitar cen la mente de muchos hombres de talento la idea de que la humanidad ha legado al horde de un perfodo en el que han de producitse importantisimos cambios, los cuales, en ciet- ta medida, serin decisivos para el destino fu- turo de la sociedad urnana, Se ha dicho gue el hombre se halla frente una alternativa: o matehar adelante con 106 1 Granstes economistas reciente velocidad hacia mejoras ilimitadas yy hasta ahora inconcehibles 0 ser condenaco ‘una perpetua oscilacidn entre la felicidad y elinfortunio, permaneciendo siempre, pese a todos los esfuerzos. a distancias inconmen- suables del objetivo somado. Sin embargo. a pesar del ansia con la que todo amigo de la humanidad debe anbelar et fin de esta dotorosa espera y el ardor gon que un espiritu abierto saludaria cualquier ray. de luz susceptible de aclarar su visi6n del porvenir. no puede uno sino Iamentarse al ver eusin alejados unos de otros se mantienen Jos escrtores al abordar esta tascendentali- sima cuestidn, Sus argumentos no son objeto de un examen mutuo y sincero, Incluso en el plano tedrico, el problema es planteado des- de dngulos tan distintos que no parece cerca no un acuerdo. Quienes defienden el presente orden de ‘casas tienden a considerar la secta de Ti16s0- fos especulatives ora como a un grupo de in- sidiosos y asturos picaros que predican la be nevolencia y trazan seductores cuadros de una sociedad més dichosa. tan solo para po- der destruir mejor las instituciones eNisientes ¥¥ dejar campo libre a sus sagaces ¥ ambicio- Sos proyectos. ora como a irresponsables ¥ alocados entusiastas cuyas necias especula- iones y absurdas paradojas no merecen la atencidn de ningin hombre razonable Quienes sostienen la perfectibiidad del hombre y de la sociedad sienten. a st vez por el defensor de las instituciones presentes un desprecio no menos acusado, Le tian de ser esclavo de los prejuicios més miserables, {yestrechos: le acusan de defender Las abusos 4 la sociedad actual inicamente para conti- ruar beneficiindase de ellos, Le deseriben bien como un indivicuo que prosttuye su in- teligenciaa sus intereses. bien como un hom. bre desgraciado cuya capacidad mental no le permite alcunvar nada grande y noble ni ver mis alld de sus narices y para quien estén. evidentemente. vedadas Jas luminosas ideas de los benefactores de la humanidad. En este ambiente de enemistad. la causa de Ia verdad no puede menos que suirie. Los arguments de peso, por una parte y por otra. no tienen la posibilidad de ejercer ia influen- cia que merecen, Cada uno prosigue con su propia teorfa sin preocuparse de enmendaria (o mejorarla atendiendo a lo expuesto por sus contradictores E| amigo del presente estado de cosas condena todas las especulaciones politicas en conjunto. Ni siquiera se digna evaminar las bases sobre las cuales se postula la per- fectibilidad de Ia sociedad. Y menos adn have el esfuerzo de exponer. honrada y ca balmente. lo que considera errneo en dichas wor. El il6soti especulativo también ofende la causa de la verdad, Con la mirada fijaen una sociedad mis feliz, cuyas dichas describe con los mas atractivos colores, se entrega sin Yacilar alos vituperios mas mordaces contra toda instituci6n vigente sin aplicar su talento 1 considerar los medios mejores y mis segu- ros de suprimir los abusos. en aparente in consciencia de los tremendos obstdculos que amenazan, incluso en teorfa. el progreso del hombre hacia la perleesisn, Es una verdad establecida en filosofia que toda teorfa correcta acaba siempre por hallar su confirmaciéin experimental. Se producen, no obstante, en la précticatantos roves y tan- tas nimias citcunstancias, casi imprevisibles Jncluso para las mentes mds comprensivas y penetrantes. que son escasos los temas res- pecto alos cules se puedan decretar correc tas teorias que no hayan suftido la prucba de Ja experiencia, Pero antes de ser probada, luna toria no puede ser honradamente pre © Ealicones Pirsmise semtada como probab correcta, mientras tod traella no hayan sido dos y clara y contunde He lefdo. con sumo cespeculaciones sobre hombre ¥ la sociedad. fondo ¥ deleitado po que nos presentan, An felices perfeccionamic ‘mino hacia ellos eriza Jjuicio. insuperables di tw no €s otro sino sen afirmando al mismo fi sijarme en ellas com bre Jos amigos de la in preducirme mayor agr cultades totalmente su EI principal argum« mir a0 es clertamente 1 bre el que se asiemta fu te, por Hume. y mis doctor Adam Smith. ace lo ha utilizado ap nos preccupa. pero sit debidos. y probablems tores que hayan abund: ‘yo descono7co, Por e¢ pensado siquiera en py argumento, aunque en carlo desde un dngul desde los cuales lo ha s biese sido genuina y sd lado, E] motivo de esta ne los defensores de la p no ¢s fitil de explica cduda el talento de hon Condorces. No quiero sinceridad. A mi mod mente al de la may ora cultades para llegar a © EiconesPirmide aoble ni ver guien estin. inosas ideas iad. “stad, la causa sue sultie, Los ste ¥ por otra. Jainfluen- ‘osigue con st < camendarla atece au .existencia 2 convert sxcepeia de argu- rostulados. sento de Ta > gue la ea alimentos esi arit- - element Sef apreciar Ja primera stra nate indispen- 5s dos fucr- renidos al se la subsis- crecimiento rstante pre= endri que sentir en .snaturaleza is con enor Ha sido, en suanto al e sa conserva dosen este snes Pinide trozo de tierra, dada una slimentacién abun- dante y espacio donde extenderse. legarian a cubrir millones de mundos al eabo de unos pocos miles de afies. La nevesidad, esa impe- rosa Tey de la naturaleza que todo Io abarea, se encarga de restringitlos manteniéndclos dentro de Ios limites preseritos. Tanto el rina dl las plantas come el de los animales se con- traen bajo esta gran ley sestrictiva. » el hom bre, por mucho que ponga a contribucicn su razén, tampoco puede escapar a ella, Entre las plantas y Tos animales. sus efectos son el de- roche de simiemtes, Ia enfermedad y la muer- te prematura, Enire los hombres, es la miseria y el vicio. La primera, la miseria, es una con- Secuencia absclutamente necesaria de esta ley El vicio es una consecuencia sumamente pro able y que. por lo tanto, abunda por todas partes. pero quizd no deberiamos considerarlo coma consecuencia absolutamente inevitable. La verdadera prueba de la virtad esti en la re sistencia a todas las tentaciones del mal Esta natural desigualdad entre las dos fuerzas de la poblacisn y de la produccién en la tierra y aquella gran ley de nuestra naturae leza en sirud de la cual los efectos de estas Tuerzas se mantienen constantemente nive- Thomas Robeet Malt lados constituyen la gran dificultad. a mi en- tender. insuperable. en el camino de la per- fectibilidad de la sociedad. Todos les demis argumentos. comparados con éste. son de escasay sevundaria significacidn, No veo ma nefa por la que el hombre pueda eludir el peso de esta ley. que abarea y penetra toda Ja natutaleza animada, Ninguna pretendida jaldad, ninguna reglamentacién agraria. or muy radical que sea. podré eliminar, du rane un siglo siquiera, Ia presidn de esta ley. que aparece. pues. come decididamente ‘puesta a Ta posible existencia de una socie~ dad cuyos miembros puedan todes tener una vida de reposo. felicidad y relativa holganza ¥ no sientan ansiedad ante la dificultad de proveerse de los medios de subsistencia que necesitan ellos y sus Familias. or consiguiente, si las premisas son jus tas. el argumenio contra la perfectibilidad de la masa de la humanidad es terminante. No he hecho més que esbozar en lineas generales el argumento: lo examinaré ahora con ms detale y podrd observarse que la eX periencia, verdadera fuente » fundamento de todo conocimiento. confirma iavariablemen- te su veracidad Capiteio 2 ‘Ya dije que la poblacién, si no se ponen obsticulos asu crecimiento, aumenta en pro aresiGn geométrica en tanto que los alimen= tos necesarios para el hombre lo hacen en progresidn aritmética Examinemos siesta afirmacién es correcta. Creo gue se me concederi que hasta el presente no ha existido ningin estado (por Jo menos que nosotros conozcamos) en el gue las costumbres fuesen tan puras y los + isones Pirie medios de subsistencia tan abundantes que los matrimonios tempranos pudiesen efec- tuarse sin obstéculo alguno por no existir el temor, en las clases inferiores. ano poder asegurar una vida decente a sus familias y en las clases altas a ver rebajarse su nivel de ‘ida. Por tanto, no sabemos de ningsin esta do en el que la fuerza de crecimiento de la poblacién haya podido ejercerse con abso- uta libertad, 110 / Grandes economistas Tnsituido 0 no el matrimonio legal. 1a na- turaleza y [a virtud preseriben al hombre unitse siendo adn joven a una sola mujer. Su- pponiendo que existora la libertad de cambiar de mujer en el caso de una eleceidin desator= tunada, esta libertad no afeetara al volumen de poblacidn mientras estos cambios no ad Guitiesen por su frecuencia un cardcte real- mente vicioso: pero esiamos ahora supomien- do la existencia de una sociedad en la que al vicio es casi desconocide En un estado, por tanto, de gran igualdad y virud, donde prevaleciesen costumbres Simples y puras y en el que los medios de Subsisteeia fueran tan abundantes que nin- guin sector de la soviedad tuviese dificultades on proveerse con holgura. la fuerza de creck. rmiente de la poblacida se ejercesfa sin rabas ¥yel aumento de la especie humana seria. 2vi- eniemente, mucho mas rapido que en ain- gun perfodo conocido del pasado Enos Estados Unidos de America. donde los medios de subsistencia han sido més tbundantes, lus eostumbres més puras y. por cconsiguiente. los matrimonios mis fieiles y precoces que en cualquiera de los paises mo= dernos de Europa. la poblacisn resulta haber oblado en el curso de veinicineo aos. Este ritmo de aumento ha sido aleanzado sin gu la fuerza de la poblacion se haya ejer- cida en su plenitud. Tiene el méfito, sin em- argo. de corresponder a una experiencia real y pot tanto Lo adoptaremos como regla senturemos. pues. el principio de gue Ia po~ blacicn, cuando nolo impide ningin obsticu- Jo, va doblando cada veinticineo aftos. er ciendo asf en progresién geométrica Consigeremos ahora cualquier terior por ejemplo. est sla. y veamos cual podria ser el ritmo de aumento de su produccidn de Viveres, Empezaremos considerando el a tual eégimen de eultives. i admitimos que con 1a mejor adminis- tracidn posible. parcelando la tierra y dando el masimo impulso a la agricultura se puede conseguir doblar la produecisin al término de los primeros veinticineo afios. creo que nadie pod acusarnos de excesiva parquedad. Pero lo que ¥a es imposible suponer es {que en los veinticinco aos siguientes la pro- duccidn vaya a cuadruplicarse, Serfa contra rio todas nuestras nociones sobre la fecun- didad de la tierra, Lo mis que podrfamos concebir es que eT aumento en esos segundos veinticinco aflos Hegase a igualar nuestra produecidn actual. Adoptémosio como nues- la. aunque ciertamente esté bien lejos de Ta realidad. y admitamos que. merced a enormes estuerzos. la produccién total de la isla pueda registrar eada veinticine 60 ios aumentos equivalentes a la produ cin acta, El mids entusiasia de los sofiado- res no puede, creo yo. imiaginar un ritmo de ‘aumento mayor. Al cabo de unos evantos si- sglos, cada acre de nuestro suelo se habria convertido en un huert. Pero esta progresin es evidentemente aritmética, Podemos, pues. alinmar que los medios de subsistencia aumentan en progresisidad ait- mética, Comparemos ahora los etzetos de es- tas dos leyes de aumento. Lapoblacisn de nuestra isla ey actualmen- te de unos siete millones: supongamos que Ia produceién actual baste para mantener esta poblacidn. Al cabo de los primeros veinticin- 0 afios Ia poblacidn serfa de eatorce millo- nes. y como el alimento habsia también do- blade, bastaria a su manutencién. En los veinticineo afios siguientes, la poblacidin se- ria ya de veintioeho millones y el alimento disponible corresponderfa a una poblacién de tan sélo seintiGn millones. En el perfodo, siguiente la poblacién serfa de cincuenta y © Esiciones Pstmide seis millones y Tas ran sulicientes p: blacidn, Yaltérmin ign habria aleanza mientras que Los v ponderian al suste Tongs. quedando s seres totalmente pr Una gran emigr te implicita alguna pais desertado. PU {que abandonen st suis amigos y su tie un pais desconoci que lo justifique malestar en el liga Ja esperanza de ha cen el lugar de dest Pero para gene mentacin y ev ciales de la emigi ella, consideremo supongamos que t cimiento de la ‘mente suprimidos tierra, en su con) aumentasen cada ccantidad igual a la capacidad pred solutamente iim ‘mento muy super bir como suscept esfuerzo de la hui Estimando Ia ejemplo, en mil 1 humana ereceria 3.16.32. 64, 128 lag subsistencias 6.7, 8.9, 10. et

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