PARTIDOS POLITICOS Y SISTEMAS DE
PARTIDOS EN CENTROAMERICA
RREFLEXIONES EN TORNO AL ALCANCE DE LA TERMINOLOGIA Y
LA METODOLOGIA DE INVESTIGACION EUROPEAS EN APLICA-
CION AL CONTEXTO CENTRGAMERICANO
Petra Bendel!
1. Introduccién
Al igual que en todo el contexto Latinoamericano, los partidos y siste-
mas de partidos en Centroamérica han recibido muy escasa atencién en las
investigaciones cientificas en el pasado. Hasta en los estudios sobre el
tema en los que se tratan diversos pafses latinoamericanos (Angell, 1966;
McDonald, 1971), se ha prescindido, en gran parte, de los casos centro-
americanos. Recién con el inicio de los procesos democratizadores de los
afios ochenta, los partidos politicos y su funcién dentro y para el contexto
de transicién se han convertido en objeto de andlisis sociolégicos y polito-
\dgicos, la mayoria de las veces en forma de estudios monograficos (ver
Asociacion de Investigacién y Estudios Sociales, 1986 y 1988: McDonald/
Ruhl 1989), siendo cl nico andlisis comparado el de Vega Carballo
(1989).
1 Laautora agradece las comecciones estilisticas en castellano a Fernando Tuesta y Juan
Jaramillo.316 ELECCIONES Y SISTEMAS D PartiDOs EN AMERICA LatINA
Esta falta de interés cientifico radica, probablemente, en la reducida
importancia que tuvicron los partidos dentro de los procesos politicos
centroamericanos bajo los regimenes autoritarios dominantes en el pasa-
do. Costa Rica constituye la inicaexcepcién, dada la mayor influencia que
han ejercido los partidos politicos gracias al desarrollo de una democracia
tepresentativa estable en este pafs. En los dems paises, debido a la im-
portancia de las fuerzas extra— e incluso antipartidistas, en especial lade
Jos militares, la formacion de la voluntad y expresién populares a través de
los partidos politicos ha sido puesta en duda durante largas temporadas; la
exclusi6n sistemAlica de ciertos partidos politicos fue m4s bien laregla que
la excepcién. La estructura interna de los partidos y su orientacién ideol6-
gico-programdtica generalmente fue poco desarrollada (Anderson, 1962)
—un efecto reciproco con su reducida influencia durante los regimenes
autoritarios.
No obstante, seria equivocado concluir que los partidos politicos fue-
ron instituciones completamente insignificantes. Incluso bajo los regime-
nes autoritarios cumplieron ciertas funciones, las cuales, evidentemente,
no siempre coincidieron con aquellas atribuidas a los partidos en los
sistemas democraticos, como son: la busqueda de metas concretas, la
articulacién y agregacion de los intereses sociales, la movilizacién y la so-
cializaci6n de los ciudadanos, el reclutamiento de elites y la formacién de
gobiermos (von Beyme* 1984). Sin embargo, los militares centroamerica-
hos, en parte, sintieron la necesidad de tolerar la existencia y la par-
ticipacién electoral de los partidos politicos —aunque en reducido gra-
do— para mantener una fachada democratica (Solérzano Martinez, 1986).
Tales el caso de Guatemala, de El Salvador y también de Nicaragua en los
afios 50, 60 y 70. Ademés de esto, los partidos han asumido la funcién de
representar diferentes grupos dentro de las heterogéneas clites politicas y
econémicas en el poder, y hasta los militares mismos han fundado sus
propios partidos. Difiere en este sentido el caso hondurefio, en el que el
régimen militar suspendié las clecciones, sustituyéndolas por otros meca-
nismos de participacidn politica de tipo corporativo. Aun asi, es precisa-
mente en Honduras donde los partidos han perdurado durante este periodo
como practicameme “congelados” (Vega Carballo, 1989). Aligual que en
los demas paises, contribuyeron finalmente a la apertura politica de los
afios ochenta. Recientemente, la toma de decisiones politicas ha sido
transferida, al menos formalmente, de los militares a los representantes de
partidos politicos civiles. No hace falta realzar la gran wascendencia que
adquiere Ja construccién de unos sistemas de partidos pluralistas para los
procesos democratizadores centroamcricanos hoy en dia.UDH 317
No existe un tipo de sistema de partidos determinado que sea de es-
pecial eficacia para la democratizacién. FE] efecto itil o perjudiciat que
pucde producir un sistema de partidos no depende de la existencia de dos,
de tres 6 de mAs partidos politicos. Un sistema pluripartidista no Neva en
si,autométicamente, aunacompetencia pluralista, niun sistema bipartidista
necesariamente tiene efectos mediatizadores para Ja competencia politica.
Para poder jugar el efecto de un determinado sistema de partidos, hay que
tomar en consideraci6n no solo ka estructura social particular de cada pais,
sino también el contexte politico-institucional y efectivo en el que se desa-
rrolla: {Cul es el margen de accién del que disponen los partidos polf-
ticos? {Qué posibilidades tienen los partidos de abrirse hacia nuevos sec-
tores sociales y electorales, hacia nuevos issues 0 clivajes, y que oportu-
nidad tienen de agregar y articular las reivindicaciones existentes? {Qué
tipo de relacion se establece entre los pantidos politicos y las otras fuerzas
del sistema politico, en especial, los grupos de interés y los militares?
{Cudn flexible se muestra la estructura interna de cada uno de los partidos
en el sistema?
Para describir los partidos y los sistemas de partidos, disponemos de
una variedad de términos e instrumentos, la mayoria de ellos desarrollados
con base en cl estudio empirico de 1a realidad politica de los pafses demo-
craticos occidentales. Aquellos, sin embargo, no siempre han resultado
convenientes ni suficientes al aplicarlos al complejo contexto de los paises
en desarrollo, en general, y a la realidad latinoamericana, enespecial. Ante
esta dificultad, la mejor soluci6n no es, a nuestro juicio, elaborar cada vez
nuevos términos ni disefiar nuevas tipologfas. Conviene, ms bien, poner
aprucba con base en estudios empiricos, hasta qué punto nos pueden servir
los instrumentos disponibies, con el fin de corroborarios, enriquecerlos 0
modificarlos. Si bien algunas de las consideraciones hechas a continua-
ci6n pueden tener valor para todo el contexto latinoamericano, debidoaal-
gunas caracteristicas comunes de estos paises, aqui nos referiremos
principalmente a los paises centroamericanos: Honduras, Guatemala,
Costa Rica, El Salvador y Nicaragua. Queda exeluido, por ahora, el caso
panameiio debido a las peculiaridades de su desarrollo.
2. Una definicién en debate: el “partido politico”
Yael mismo ténnino “partido politico” ha dado lugar a un debate
sobre su aplicabilidad o no al contexte de los pafses en desarrollo en gene-
ral, y, de América [atina, en especial, Sartori (1976, 244 y ss.) propone
operar con téminos “provisionales” respecto a los partidos y sistemas de318 ELECCIONES Y SisTEMAS DE ParTiDOs EN AMERICA LATINA
partidos considerados como poco estables. [La necesidad de desarroltar un
(érmino especifico para reterirse a los partidos politicos latinoamericanos,
posibilidad desarrollada por Lindenberg (1973, 132) ha sido puesta en
duda, con raz6n, por Cifuentes (1983) y Werz (1987). De hecho, resulta
dificil aplicar en su totalidad Ja definicién propuesta por estudiosos como
LaPalombara y Weiner (1966, 6) para definir los partidos politicos en el
contexto latinoamericano, cuanto més, si se incluye la perspectiva hist6-
Tica desde la formaci6n de los mismos. Segiin estos estudiosos, un partido
politico debe constar de: (1) una organizacidén permanente, que sea inde-
pendiente de Ja vida de su Ifder; (2) organizaciones locales estables con
mecanismos de comunicaci6n entre las diferentes entidades locales y na-
cionales; (3) la determinacién de influir en el proceso de toma de decisio-
nes, bien seasoloo en coalicién con otros partidos politicos, de manera que
su interés no se reduzca inicamente al ejercicio del poder; (4) el esfuerzo
por conseguir nuevos afiliados.
Para delimitar los partidos politicos de los grupos de interés o de los
militares, bien puede servirnos la “definicién minima” de Sartori (1976,
63): “A party is any political group identified by an official label that
presents at elections, and is capable of placing through elections (free or
nonfree), candidates for public office.” Esta definicién, sin embargo, no
logra captar a aquellos partidos que se encuentran excluidos de la compe-
tencia electoral, ya seaa través de su prohibicién expresao a través de cier-
tas limitaciones en el nivel de Ja candidatura (p. ¢j., requisitos de afiliaci6n
y organizaci6n para su reconocimiento legal), caso frecuente en la historia
polftica de América Central.
Para efectos de la exposicién siguiente, entenderemos como partido
politico en el Ambito latinoamericano a todas aquellas organizaciones que
—al contario de los meros clubes electorales— disponen de una base pro-
gramAtico-ideoldgica y de una organizacién permanente, y que —delimi-
tandolos asf de los grupos de interés— tienen por lo menos la intencién de
participar en procesos electorales y de cubrir cargos politicos,
3, El sistema de partidos
Como sistema de partidos se entiende el conjunto de las relaciones in-
terpartidistas. Este se manifiesta no solo en el némero de los partidos exis-
tentes en un sistema politico, sino también en su respectiva fuerza elec-
toral, en la distancia 0 cercania de su base ideoldgica (es decir, en cl grado
de polarizacién), asi como en fa forma de la competencia electoral (centri-MDH 319
peta o centrifuga). Enel andlisis del sistemade partidos no se incluyen, por
lo general, las relaciones intrapartidistas. Sin embargo, hay que tomar en
consideraci6n que, en ocasiones, las relaciones al interior de uno 0 varios
partidos polfticos también pueden afectar en alto grado la competencia
interpartidista, por ejemplo cuando se produce un fuerte fraccionamiento
interno. Tal és el caso de Uruguay, pais en el cual la aparente competencia
bipartidista oculta la real competencia entre las diferentes fracciones en su
interior, y también el de Honduras, donde, amediados de los afios ochenta,
parecfan producirse realineaciones en el esquema bipartidista tradicional
alo largo de las fracciones internas de cada uno de los partidos.
Varios estudiosos han lamentado la insuficiencia de Jos instrumentos
cientificos para describir y explicar las estructuras de los sistemas de
partidos en los paises en desarrollo (McDonald, 1971; Randall, 1988). Al-
gunos han destacado la dificultad de transferir las tipologfas existentes (tal
como la de Giovanni Sartori para nombrar sélo lamas conocida y mas apli-
cada en el contexto internacional) al contexto latinoamericano en general
ycentroamericano en especial (Scot, 1966; Ramos Jiménez, 1986; Nohlen,
1989; Vega Carballo, s.f.). Sin embargo, falta hasta ahora una discusién
sistematica al respecto.
La tipologizacién de Sartori, que se basa en criterios tanto cuantitati-
vos como cualitativos, distingue entre:
(1) Sistemas de partido tinico, en los cuales Jiteralmente solo existe
un partido permilido.
2
Sistemas con un partido hegeménico. A pesar de que existan
otros partidos politicos, el partido calificade como hegeménico
nO permite que se produzcan cambios en el poder politico.
(3) Sistemas con un partido predominante, definido este por su per-
manencia en el poder (es decir que adquiere, segiin el criterio de
Sartori, mas de un 50% de los escafios parlamentarios) durante
por lo menos tres procesos electorales seguidos.
c
Sistemas bipartidistas, en los cuales dos grandes partidos compi-
ten por el ejercicio del poder gubernamental, manteniéndose
abierta la posibilidad de alternancia en el gobiemo. Para la califi-
cacién de un sistema de partidos como bipartidista, es impres-
cindible, ademés, que uno de los dos partidos tenga la voluntad320 Etecctonss y SisTeMAS DF Partivos EN AMEgrica Latina
de gobernar sélo y que un partido adquiera la mayoria absoluta
en el parlamento.
Por Ultimo, el pluripartidismo es dividido por Sartori en:
(5) El pluralismo moderado, el cual se define por laexistencia de re-
lativamente pocos partidos —el limite, para Sartori, est4 entre
cinco y seis partidos— y se caracteriza por la relativa cercania
ideolégica, por una competencia politica centripeta asf como por
la formaci6n de coaliciones bipolares.
(6) El pluralismo polarizado. Este tipo se distingue por el nimero
relativamente alto de los partidos, por la polarizacién ideoldgica
entre ellos y por la existencia de partidos anti-sistema.
El primer obst4culo para aplicar de lleno la tipologia sartoriana al con-
texto latinoamericanoen general, consiste en un rasgo comin de los actua-
les sistemas politicos del area: el presidencialismo. Entre los sistemas
politicos estudiados por Sartori, prevalecen los sistemas democraticos
occidentales, es decir, los sistemas parlamentarios. El sistema presidencial
norteamericano representa un caso excepcional en este marco, puesto que
hasta los sistemas europeos, muchas veces calificados como “semi-presi-
denciales” (Francia, Portugal, a veces también Austria y Suiza) en realidad
funcionan como sistemas de fases altemantes, presidenciales o parlamen-
tarias, segtin como cambien las condiciones partidistas (ver Jesse/Nohlen,
1991, 558). Sartori incluye Gnicamente dos casos latinoamericanos en su
estudio: Chile y México. Con respecto a la aplicabilidad de los criterios
tipologizantes a los sistemas de partidos en estos paises, su objecién con-
siste principalmente en la forma “poco estructurada” de estos sistemas. La
cuestién del presidencialismo, en cambio, no parece causarle mayor preo-
cupacién. Veamos a continuacidn hasta qué punto es adecuado modificar
los criterios sartorianos para poder aplicarlos a la realidad latinoamerica-
na,
3.1 Criterios cuantitativos
Las tipologfas corrientes de los sistemas de partidos se orientan,
aunque ya no exclusivamente, por el criterio cuantitativo, el cual indica
inmediatamente hasta qué grado el poder politico est4 fragmentado 0 no-
fragmentado, disperso o concentrado (Sartori 1976, 120). Pero, ,cudles
partidos hemos de contar? Seguin Sartori, podemos prescindir de todosTIDH 321
aquellos que no consiguen escafios parlamentarios, criterio este que
McDonald —con raz6n-— considera también ctil para los sistemas presi-
denciales latinoamericanos. Desde luego, los partidos politicos no sélo se
encuentran en competencia por el poder ejecutivo —el cual, en los sis-
temas presidenciales, se decide a través de las elecciones presidenciales
con un sdlo candidato ganador ~-- sino también por la representaci6n en el
parlamento, en el cual pueden adquirir una funcion importante, incluso
Jograr que el parlamento bloquee las iniciativas del presidente.
También puede incluirse, como propone Nohlen (1996), el namero.
de partidos en el nivel de la candidatura, distinguiendo asf entre los par-
tidos participantes en los procesoselectorales y aquellos que logran ocupar
escafios parlamentarios.
{De qué manera entra, entonces, el ntimero de partidos no-legaliza-
dos? Esios también pueden tener graves efectos en la competencia inter-
partidista, por ejemplo, en el caso de que los partidos legales se orienten
sus programas por las propuestas de los partidos extralegales. Sin embar-
go, no parece del todo convincente distinguir entre un sistema de partidos
“de jure” y otro “de facto”, ya que estos términos son dificiles de ope-
racionalizar, pues ,c6mo podemos medir la fuerza e importancia de un
partido politico existente, pero no participante en las elecciones? Incluso
en aquellos casos, en los que los partidos fuera del sistema legal hacen un
ilamamiento a boicotear las elecciones o a votar en blanco, las conclusio-
Ties que podemos sacar acerca de la aceptaci6n de estos partidos por parte
del electorado son limitadas, dado que son miiltiples los factores que
pueden llevar a la abstencion electoral de alguna forma u otra (como, por
ejemplo, obstéculos de tipo infraestructural, falta de confianza en la reali-
zaci6n correcta de las elecciones, falta de informacién 0 movilizacién del
electorado, etc.). Por estas razones, nos vemos obligados a concentrarnos
Ynicamente en los partidos que participan en las elecciones presidenciales
y parlamentarias, aun cuando sin dejar de mencionar a aquellos que se
mantienen fuera del espectro politico legal siempre que se trata de descri-
birel desarrollo de un sistema partidista especifico, Para cllo, reunimos los
resultados electorales oficiales, los cuales, aunque en el pasado fueron mu-
chas veces fraudulentos, representaron la base sobre la cual se repartié
realmente el poder politico (véase las tablas en el apéndice).
De acuerdo con Sartori, los partidos politicos “relevantes” son aque-
llos que poseen un potencial para coaligar o gobernar junto con otros par-
tidos. Los que, por motivos ideolégicos, no son capaces (“compatibles”)322 ELECCIONES Y SISTEMAS DE ParTIDOS EN AMERICA Latina
de formar coaliciones con ningén otro grupo, pueden ser considerados
también como relevantes si adquieren un potencial “amenazador” en el
parlamento.
El criterio del potencial coaligador no se adecua para el caso de los
sistemas presidencialistas por las siguientes razones: En primer lugar, el
potencial de coalicién que puede obtener un partido politico, se define por
su importancia para poder formar coaliciones en el nivel gubernamental,
yaseaa través de su participaciénen el gobicrnoo a través de suapoyo para
la eleccién del mismo. Estos criterios tienen valor para los sistemas par-
lamentarios, en los cuales el gobierno surge del seno del parlamento. En
los sistemas presidenciales, en cambio, la formacién de coaliciones 0
alianzas en el nivel parlamentario tiene mucho menor importancia, dado
el hecho de que no decide sobre la composiciGn del gobierno. Hoy en dia,
son excepcionales los casos en los que le incumbe al parlamento la com-
petencia de elegir al presidente cuando no se produce la mayoria exigida
en la eleccién directa. Modificando el criterio de Sartori, se podria decir,
acaso, que un partido politico adquiere potencial de coalici6n, cuando por
su fuerza en escafios es imprescindible para formar mayorias parlamenta-
tias y si, por su orientacién ideolégica, alos dem4s partidos parlamentarios
les puede resultar atractivo para formar coaliciones. Con esto, sin embar-
go, supondriamos que el comportamiento de votacidn en el parlamento se
mantuviera fiel a las alianzas una vez establecidas, suposici6n que en la
practica no necesariamente se cumple. Las Hamadas “coaliciones” se nos
presentan, empiricamente, como alianzas preelectorales. Teéricamente, la
necesidad de establecer tales alianzas, puede ser indicador del grado de
fragmentaci6n en un sistema de partidos, ya que en el nivel presidencial
indica, por ejemplo, si un partido es capaz de imponera un candidato presi-
dencial por sf solo o si, para estos efectos, necesita cl apoyo de otros
(gcudntos?) partidos m4s. Sin embargo, la mayoria de las veces, los datos
electorales no nos permiten deducir qué fuerza electoral obtiene cada par-
tido integrante de la alianza, de manera que resulta poco util el criterio del
potencial coaligador.
Al potencial amenazador, al contrario, le podriamos atribuir cierta
utilidad. Ha de sefialarse, no obstante, que, como en los sistemas parlamen-
tarios, en los sistemas presidenciales un partido polftico puede adquiris po-
tencial amenazador tinicamente cuando el partido en el gobierno no posee
ala vez la mayoria parlamentaria.
En contra de esta manera de contar los partidos politicos “relevantes”,
se ha alegado que esta no toma en consideracién la fuerza parlamentariaIDH 323
de los respectivos partidos politicos (Lijphart, 1984, 117 y ss.). Los par-
tidos “grandes” y “pequefios”, en tiltima instancia, se cuentan como igual-
mente relevantes. Para remediar esta desventaja que resulta al prestar aten-
cién Gnicamente.a los némeros absolutos, Lijphart propone usar un indice
desarrollado por Laakso/Taagepera (1979), el cual permite determinar,
con bastante exactitud, el ntimero de partidos, incluyendo su fuerzaelecto-
ralo parlamentaria. De estamanera, en una serie de elecciones, se reconoce
facilmente las tendencias de concentraci6n o de fragmentacién en un sis-
tema de partidos. En comparacién a la pauta que nos ofrece Sartori, queda
més evidente si se trata, por ejemplo, de un sistema bipartidistacon tenden-
ciaal pluripartidismo o con tendenciaal unipartidismo. Ademés, sirve para
descubrir el efecto que tiene un determinado sistemaelectoral enel sistema
de partidos, ya que permite comparar la fuerza electoral con la fuerza par-
Jamentaria del mismo. E] indice se calcula de la manera siguiente:
N=—
B
i=l
P,corresponde a Ja porcién electoral o parlamentaria que haya adquirido el
Partido p,. En un sistema de partidos en el que el partido A obtuviere el 50%
(de los votos o de los escaiios), e! partido B el 30%, y el partido C el 20%,
el indice seria de:
0,57 + 0,324 0,22
En los sistemas presidenciales es necesario ademas, agregar a la base
de los porcentajes adquiridos por los diferentes partidos en el nivel par-
lamentario, los porcentajesen el nivel electoral. De este modo, se incluyen
las elecciones presidenciales, pero también, se dispone de una buena base
para determinar el efecto del sistema electoral. En consecuencia, un
partido predominante no se caracteriza tinicamente por adquirir el 50% de
los escafios parlamentarios, sino que habria que exigir que consiga
también la mayorfa exigida (en la mayoria de los casos, absoluta) en las
elecciones presidenciales, ctc.
3.2 Criterios cuulitativos
La investigacién de los sistemas de partidos también debe tomar en
consideracion las pautas de interaccién gue se producen entre ios diferen-324 ELECCIONES Y SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA
tes partidos, vale decir, su distancia o cercanfa ideoldgica y el grado y la
manera de la competencia (centrifuga o centripeta) entre ellos, asi como su
forma de ejercer el poder (ideolSgica o pragmatica, LaPalombara/Weiner,
1966; Sartori, 1976). El grado de la polarizacién ideolégica se puede
determinar al analizar la percepcién de las elites politicas y/o de los elec-
tores, al estudiar los programas partidistas gubernamentales o las policies
realmente seguidos por los partidos politicos en el ejercicio del gobiemo.
Debido ala falta de encuestas, el estudioso de los paises centroamericanos
se habré de servir, en la mayoria de los casos, de los programas guberna-
mentales de los propios partidos. El término competencia entre partidos
habr4 de entenderse, entonces, en el sentido restringido de 1a competencia
preelectoral, puesto que el comportamiento parlamentario no siempre
corresponde a las divisiones interpartidistas.
Para dar una idea de Ja distancia ideoldgica entre los partidos integran-
tesdel sistema, corrientemente se usa la escalaclasificadora de los partidos.
que va de la izquierda a Ja derecha. A pesar de sus inconvenientes (por el
hecho de que se reducen unas posiciones ideolégicas realmente multidi-
mensionales a una escala unidimensional y por la dificultad de clasificar
nitidamente a un determinado partido), la escala nos ofrece un importante
punto de arranque, ya sea que se base en la clasificacion segun un criterio
econdmico, socioeconGmico o constitucional. Se considera que en el caso.
de los paises centroamericanos, un criterio id6neo para Clasificar alos par-
tidos polfticos es su orientacién econémica y social; a saber: {Favorecen
un rol estatal en la economfa fuerte 0 débil? ;Proponen que la propiedad
de los medios productivos sea publica o privada? ; Abogan poro rechazan
jaintroduccién o ampliacién de medidas distributivas (de la tierra, de la ga-
nanciaetc.)? ;Quieren extender o restringir la prestaci6n de servicios so-
ciales (Harmel /Janda, 1976, 33-35)? A este criterio se suma, particular-
mente en el caso salvadorefio, el de la actitud de los partidos politicos
frente ala problematica del gobierno civil o militar (véase Baloyra, 1982).
Otro indicador de la competencia politica puede ser el comportamien-
to de los partidos con respecto a la formacién de coaliciones 0 alianzas
electorales. Ciertamente, ha de anotarse que la cercania idcoldgica no ne-
cesariamente estimula la formaci6n de coaliciones. Porel contrario, es pre-
cisamente entre partidos politicos ideol6gicamente semejantes y con una
base electoral parecida, donde se produce una fuerte competencia (por
ejemplo, en Chile durante el gobierno de la Unidad Popular), mientras que
encambio, se pueden producir coaliciones entre partidos ideolégicamente
distantes o hasta opuestos. ya sea para “sobrevivir” en cl sistema deUDH 325
partidos, ya sea con el fin de resolver situaciones de crisis politicas (tal es
el caso de Costa Rica antes de la Guerra Civil de 1948).
Otro factor que hay que considerar es el de los posibles clivajes (0 li-
neas de conflicto) de tipo religioso, étnico o regional (Lipse/Rokkan,
1967) que influyen en la competencia interpartidista, Estos, sin embargo,
no siempre encajan en el esquema izquierda-derecha. Para hacer justicia
aestas lineas de conflicto, en realidad multidimensionales, Ramos Jiménez
(1986) ha propuesto sustituir la escala corriente por una tipologizacion que
incluya las familias politicas desarrolladas por Sciler (1980), la cual habria
entonces que ser combinada con los criterios cuantitativos y cualitativos
de Sartori. Sin embargo, la tipologia resultante cortesponde en gran parte
alade Sartori, y hasta su nota mAs original, una subdivisi6n de tos sistemas
bipartidistas en polarizados y no polarizados, se basa, en ultima instancia,
enel grado de la distancia ideoldgica y en ¢l modo de competencia, clasi-
ficado en categorias de izquierda-derecha.
En los paises centroamericanos todavia no han adquirido mayor im-
portancia para la formacidn de los partidos politicos los clivajes antes men-
cionados, Queda por comprobar si a largo plazo, por ejemplo, el conflicto
interreligioso que se est4 produciendo actualmente en Guatemala, y que
forma parte de la base programatica de varios partidos politicos, llegara a
desarrollarse como clivaje verdadero y permanente, independientemente
de la personalidad de los Ifderes de cada partido. Igualmente, cabe men-
cionar gue las lineas de conflicto interétnicas atin no se han traducide en
partidos politicos permanentes. Por lo tanto, consideramos que atin se pue-
de operar con la escala existente, siendo, sin embargo, conscientes de su
funcién principalmente orientadora,
Ahora bien, al aplicarse la tipologia de Sartori en el marco centroame-
ricano segun los indicadores antes sefialados, y en parte modificados, nos
damos cuenta de que los sistemas de partidos alii existentes, no se ajustan
claramente a la tipologia. Por ejemplo, el caso costarricense entre 1953 y
1986 ha sido calificado como “sistema predominante” (Vega Carballo,
1989, 378), como “bipartidismo imperfecto” (Gutiérrez Diermissen, 1985,
40) 0 bien come “sudlti-party dominant system” (McDonald, 1971, 51). La
categorizacién depende, pues, del peso que Jos diferentes estudiosos Ic
atribuyan a los respectivos criterios. Asi, mienwas algunos aplican el cri-
terio cuantitativo, otros usan el criterio cualitativo, y mientras que unos se
basan principalmente en cl nive! parlamentario, otros enfocan el nivel pre-
sidencial. Thibaut (1990, 114-117) ha destacado la necesidad de separar326 ELECCIONES Y SISTEMAS DE ParTIDos EN AMERICA LaTINA
los dos niveles, Hegando a la conclusion de que, en conjunto, el sistemade
partidos costarricense es de “partido de ala alternante con coalicién per-
manente”, un subtipo del pluralismo moderado desarrollado por von
Beyme (1984, 321), Enel nivel presidencial, sinembargo, se ubicarfaentre
el sistema predominante (dado que tinicamente los partidos burgueses se
ven forzados a formar coaliciones) y el sistema bipartidista (dado el hecho
de que se producen cambios de gobierno con bastante regularidad).
Mientras que en et caso costarricense estamos, pues, ante la dificultad
de tener que distinguir entre los niveles presidencial y parlamentario, enel
caso guatemalteco se da el problema de la falta de “estructuracién” del
sistema partidista. Guatemala tiene actualmente un espectro partidista con
numerosos partidos politicos, el cual, segiin un criterio meramente cuan-
tilativo, perteneceria al grupo del pluralismo polarizado. Sin embargo, ni
Ja distancia ideol6gica se muestra polarizada ni el comportamiento parti-
dista corresponde a aquel que Sartori considera propio de este tipo de
sistema partidista. Para estos casos, Sartori nos guardalacategoriaresidual
de los fluid party polities (véase figuras 1 y 2), en la cual se hallan todos
aquellos sistemas de partidos, que se consideran como (atin) no-estruc-
turados.
Figura 1: Party polities; 1a tipologia de Sartori
Party-State-Systems Party Systems
(noncompetitive) {competitive}
One-party —— Hegemonic Predom ——» Two- ——» Moderate Polar.
—
<—partism Pluralism == Multipart.
Totalitar. Authorit. Pragm.
Hdeolog. Pragmt. Atomized
fun Mulipart.
Party polities
Monocentrism Pluralism
—\———_
Maximum Repression Minimum Minimun Expression Maximum
Maximum of Maximum of
mass manipula- mass pressure
tion
Fuente: Sartori, 1976, 283.DH 327
Figura 2: De los sistemas de partidos no-estructurados (fluid) a
los sistemas de partidos estructurados
Monona Pam
Initial bein Dominant — Not SS.
stage authoritarian non-authoritarian dominant yerized
Byforce By merger
(Exclusionary)Amagamative)
Simic) One-party Hegemonie Predominant Twopartism- Atom
tured — dictatorship patty panty system mulipartism ized
stage
Fuente: Sartori. 1976, 260.
Segtin este esquema, el actual sistema de partidos de Guatemala
estaria en camino de un polipartidismo no-dominante hacia la formacién.
bien sea de un bipartidismo, o de un multipartidismo, ya sea moderado
polarizado. Por su parte, el caso salvadorefio perteneceria a los sistemas
pluripartidistas no-dominantes (Tabla 4), al igual que el sistema nicara-
giiense al comienzo de los afios 90.
Mientras que el esquema podria valer hasta cierto punto para clasifi-
car los actuales sistemas de partidos centroamericanos con la excepcién
del de Honduras, el cual se muestra claramente estucturado, como bipar-
tidista—, noencontramos en éi ningtin tipo que correspondaa los sistemas
de partidos bajo los regimenes militares en el pasado. Esta dificultad re-
sulta del hecho de que los sistemas de partidos de aquella época muestran
ub “pluralismo” partidista meramente numérico, y de que, debido a la ex-
clusidn sistemAtica de ciertos partidos, la distancia ideolégica del espectro
partidista legalizado es minima. Igualmente no coincidié el comporta-
miento de los partidos en el sistema, con aquel presupuesto de Sartori para
poderlos calificar de pluralismo moderado o polarizado. Por ultimo, tam-
poco sc trata de fluid party polities, dado que nos sugieren un sistema de
partidos en un proceso de transicidn, proceso que no se produjo durante los
afios 60 y 70 en ios paises considerados en este trabajo. Aquf vale la pena
anotlar que esta categoria fue desarrollada con base cn los sistemas parti-
distas africanos durante la transicién de la época colonial a la independen-
cia.328 ELeccionss ¥ SisTeMas oF PaRTipos EN AMERICA LATINA
El esquema de Sartori no prevé el caso de un régimen autoritario con
un pluralismo restringido en el nivel de la candidatura, como to encontra-
mos en Guatemala a partir de mediados de los afios 50. Tras la contrarre-
volucién del 54, encontramos alii un sistema de partidos asimétrico,
inclinado a la derecha y con una clara y sistematica exclusion de los
partidos reformistas y revolucionarios de 1a época anterior. El grado de
fragmentacion del sistema de partidos fue variable (ver Tabla 3). En El
Salvador y en Nicaragua, en cambio, observamos durante ¢l mismo
periodo el establecimiento de sistemas con partidos oficialistas claramente
hegemOnicos. FI sistema sal vadorefio fue dominado por el partido oficialista
PRUD y su sucesor PCN (aunque este Ultimo no se esforz6 més por
mantener una fachada democratica). En Nicaragua, el PLN somocista, en
competencia real o fingida con su rival conservador, mantuvo el poder
politico sin que existiera la posibilidad de un cambio en el gobierno. Adin
asi, en los dos paises encontramos cierto grado de competencia entre
partidos, el cual fue minado por acuerdos preclectorales en Nicaragua y fue
mucho ids bajo que en Fl Salvador (véase también el articulo de Michael
Krennerich en este tomo). Por lo tanto, ni en El Salvador ni en Nicaragua
se puede hablar de “Party-State-Systems”, sistema al cual corresponden
los sistemas hegeménicos de la tipologia de Sartori.
En Ionduras, finalmente, presenciamos en esta €poca un sistema de
partidos excluyente, siendo las Gnicas elecciones tras el golpe de estado de
1963 las de 1965 y 1970 (ver Tabla 2), Alli predominaron tos dos partidos
wadicionales, el Partido Liberal y su rival, el Partido Nacional. Con la
formacién del pacto de Unidad Nacional, en 1970, se mantuvo un
bipartidismo “artificial”, pero también cierto grado de competencia por el
cargo presidencial.
De esta manera, pensamos que podria enriquecerse ta tipologia de
Sartori, la cual distingue Gnicamente entre los Iamados party-state-
systems no-competitivos y los party systems, caracterizados por su
competitividad, Para incluir las democracias de fachada que, en mayor 0
menor grado, hallamos en toda la Centroamérica de los afios 50 hasta los
70 (con excepcidn siempre del caso costarricense), proponemos insertar la
categoria de la semi-competitividad (Iermet/Rose/Rouquie, 1978). A la
semi-competilividad de ios regimenes autoritarios centroamericanys Co-
rresponderian, entonces, el tipo del sistema con partido hegeménico como
lo encontramos en Nicaragua y !:1 Salvador hasta 1979, y también cn1IDH 329
México hasta hoy en dia,’ asi como el tipo de pluralismo restringide que
nos ofrece el caso guatemalteco,
| Figura 3: Propuesta para modificar la tipologia de Sartori
Tipo det totalitarios autoritario democrético
sistema autoritarie
politico
|
Grado de no-competitive semi- competitive
la compe- competitive;
titividad en ocasiones
no-competitive
Sistemna de partido tnico! sistema hegemé- sistema pre-
partidos nico’; sistema dominamte';
de pluralismo bipanidismo’;
| restringido® pluralismo mo-
| derado",
pluralismo
polarizado
Anteriormente, Jos sistemas en Europa Oriental; algunos casos africanos
México, desde 1929; El Salvador, 1950-1979; Nicaragua, 1936-1979
Guatemala, 1963-1982; Honduras, 1965-1971 (bipartidismo “artificial”).
3, 1978, en el nivel presidencial
Honduras, 1982-1989 (sistema de transicién); Costa Rica, 1982-1990.
Costa Rica, 1953-1978, en el nivel parlamenmtario.
Data
Sin embargo, no es conveniente desechar totalmente la categoria
residual de los fluid party polities. De hecho, tampoco hoy en dia coinciden
las pautas de interaccién partidaria observadas por Sartori en los sistemas
“estructurados” con aquellas que encontramos en Guatemala y EI Salva-
dor, [gualmente, seria muy precipitado entrar a calificar el sistema de par-
tidos nicaragiiense, el cual seguramente sera objeto de profundas reali-
neaciones en los préximos afios. [a linea divisoria entre los sistemas es-
tructurados y no-estructurados depende en alto grado de lo que se entienda
por “partidos de masas”, rasgo imprescindible pero hasta ahora poco con-
cretizade (Sartori, 1976, 52), para caracterizar como estructurado un
2 Por supuesto. tanto la estructura interna del respective partido hegeménico y su base
social, como ef tipo de régimen politico se distinguen mucho en los tres paises. Ni en
Nivaragua ni en Et Salvador se consiguis establecer un partido movilizador de grandes
masas de Ja poblacton, comp enel caso inexicano. En Guatemala, el proyecto de instalar
un partido oftcialista a través del PID. fracaso.330 E.eccionts y Sistemas DE Partipos EN América Latina
sistema de partidos. Si quisiéramos considerar los actuales sistemas de
partidos guatemalteco y salvadorefio como sistemas estructurados —dado
el hecho de que los partidos politicos disponen de programas gubernamen-
tales y, con esto, en cierta medida, de institucionalizacién més alld de sus
estructuras personalistas—, habria que reconocer que el nimero de parti-
dos no necesariamente coincide con el grado de la distancia ideoldgicaen-
te ellos (ver tablas 3 y 4). En el caso hondureiio, en cambio, dado el pre-
dominio de estructuras clientelistas en los partidos, apenas si se podria ha~
blar de “modemos partidos de masas”. No obstante, su sistema de partidos
se muestra claramente estructurado, como bipartidista. El caso costarricen-
se, finalmente, ha puesto de relieve la gran importancia que adquiere la dis-
tincién entre el nivel presidencial y el parlamentario, diferencia hasta aho-
ra no considerada.
4. Enfoques para explicar el desarrollo de los sistemas
de partidos
El hecho de que en una misma 4rea con unas variables de contexto
(geograficas, historicas, socio-econémicas, politicas y culturales) relati-
vamente homogéneas (exceptuando, hasta cierto punto, el caso de Costa
Rica el cual destaca por algunas variables distintas, tales como su desarro-
Ilo politico y la distribucién relativamente igualitaria del ingreso), encon-
tremos sistemas de partidos tan divergentes, exige una investigacién de los
factores explicativos de este fenémeno. Los sistemas de partidos, en este
sentido, constituyen la variable dependiente, sabiendo que ala vez pueden
actuar como variable independiente, puesto que ellos mismos repercuten
en el sistema politico y social.
Los enfoques existentes, la mayoria de ellos también desarrollados
con base en el estudio de los pafses occidentales industrializados, se pue-
den dividir, a grosso ntodo, en teorias sociolégicas (socio-culturales, so-
cio-econdmicas) y en teorias de orientacin institucional (Nohlen, 71990,
54). Mientras que las primeras destacan la importancia del desarrollo de
ciertos clivajes o lineas de conflicto, de crisis de legitimacién 0 de parti-
cipacién o incluso de ciertas variables modernizadoras (del sistema edu-
cativo, de la urbanizacién) como factores decisivos para la aparicién y evo-
luci6n de los partidos y de los sistemas de partidos, las dltimas se concen-
tran en los efectos de los sistemas parlamentarios y de los sistemas electo-
rales en los que estos se basan. Implfcitamente, las descripciones mono-
grficas de los sistemas partidistas centroamericanos existentes, se sirven
de estos enfoques explicativos, enriqueciéndolos con algunas variablesDH 331
especificas, como lo son el cauditlismo, el personalismo 0 el clientelismo
del sistema politico en general 0 de ciertos partidos politicos en particular.
Hay que resaltar que de todas estas variables, ninguna sirve como factor
explicativo monocausal. Por el contrario, son muchos los factores que en
su conjunto influyen en un determinado sistema de partidos.
El estudio comparado de los paises centroamericanos demuestra que
el tipo de régimen politico (democratico o autoritario, y de las diferentes
subclasificaciones de este ultimo, véase Linz, 1975 y 1985) representa un
importante condicionante hasta ahora poco analizado del marco de accién
para los partidos polfticos y, consecuentemente, para los sistemas de par-
tidos. El tipo de régimen determina, en gran medida, la institucionalizacion
femprana o tardia de los partidos politicos en el sistema (por ejemplo, la
telativa apertura politica en la Honduras de los afivs veinte y, consecuen-
temente, Ja creciente importancia de las elecciones, hizo posible que los
clivajes existentes se tradujeran tan tempranamente en partidos politicos
institucionalizados, mientras que en la misma época, los grupos politicos
en Guatemala no se pudieron consolidar come tales, debido al predominio
de largas dictaduras caudillistas).
El derecho y ed sistema electorales han sido puestos muchas veces en
funcién del respectivo tipo de sistema politico, ya sea a través de la tes-
triccién del derecho electoral’ o mediante el principio de la elegibilidad,*
oa través de un sistema clectoral con una fuerte distorsién en [a relacién
entre volos y escafios.*
Ha recibido escasa atenci6n el tipo de financiamiento de los partidos
polfticos y sus posibilidades de realizar propaganda electoral, factores que
también contribuyen aestablecer el grado de Ja iguaidad de condiciones de
Jos partidos politicos en el sistema (comparese el articulo de Xiomara Na-
vas en este tomo). El tipo del régimen politico también condiciona, en
3 Recuérdese que en Guatemala no es sino hasta 1956 que se introduce el sufragio para
los analfabetos, mientras que en El Salvador el principio del suftagio secreto fue
contrarrestado por la prescripcién de urnas electorales trasnparentes hasta fines de los
aiios ochenta (Krennerich, 1992).
4 Comoloson la prohibicign expresa de los partidos o la imposiciGn de barreras altas para
excluir ciertos partidos politicos de la candidatura electoral.
$ Por ejemplo, el sistema de representacién por mayoria en El Salvador hasta 1963 0 la
gran cantidad de circunscripciones electorales pequeilas en Guatemala.332 ELECCIONES Y SISTEMAS DE ParTIDOS EN AMERICA Latina
parte, el comportamiento de los partidos politicos del sistema, es decir, las.
oportunidades que tienen para poder agregar y articular las reivindicacio-
nes de los diferentes sectores de la poblaci6n: ,Se desarrolla o no un par-
tido capaz de integrar amplios sectores de la poblacién, independiente-
mente de su clase social? ; Se establece ono un partido oficialista (proyecto
llevado a cabo en El Salvador, pero fracasado en Guatemala)?
Asimismo, son las fuerzas no-partidistas las que, muchas veces en
coincidencia con su importancia dentro del sistema politico general, in-
fluyen en la evoluci6n del espectro partidista. Es evidente la importancia
de las Fuerzas Armadas y surol en el sistema politico como condicionantes
del sistema partidista. En este sentido, merece la pena ver de cerca el tipo
de régimen militar en cada uno de los paises. En Honduras, por ejemplo,
los partidos polfticos fueron excluidos del sistema pol{tico durante los afios
setenta, mientras que al mismo tiempo se favorecia una mayor inchusién
de los grupos de interés. En Guatemala, en cambio, los partidos funciona-
ron no sélo para mantener una fachada democratica, sino también para re-
presentar los diferentes grupos de la elite militar-civil en el poder. De esta
manera, en Guatemala, los procesos diversificadores en el nivel socio-
econémico tuvieron como consecuencia un fraccionamiento continuo del
espectro de partidos, sin que se produjera a la vez un fraccionamiento
ideolégico. También hay que tomar en cuenta la funcién de los grupos gue-
trilleros, de las organizaciones de masas (en especial, en El Salvador y
Nicaragua después de la revolucion) y de los grupos de interés (por ejem-
plo, la funcién eminentemente politica que han adquirido los sindicatos en
Honduras) asf como la relaciGn de todos estos grupos con los partidos po-
liticos —como factores inftuyentes en el sistema de partidos. Ello, por
cuanto en ocasiones los referidos grupos Ilegaron a sustituira los partidos
en ciertas funciones politicas.
A veces, también han sido actores extemos los que influyeron con-
siderablemente la evolucién de las relaciones interpartidarias; asf, por
ejemplo, las compaiiias bananeras en la Honduras de Los afios veinte favo-
recieron en gran medida la institucionalizacién de un sistema bipartidista.
También es notoria la influencia reciente, directa o indirecta, de los Es-
tados Unidos en los sistemas de partidos de Nicaragua y El Salvador.
Diferentes estudiosos han resaltado ta importancia de los personajes
carismaticos, los cuales han desempefiado una funcién integradora de los
diversos sectores de la poblacidn, Por otro lado, las estructuras personalistas
de algunos partidos politicos, han contribuido, en ocasiones, a producirMDH 333
escisiones partidarias y un mayor fraccionamiento de los sistemas de par-
tidos.
Aunque faltan encuestas y andlisis sistematicos respecto al compor-
tamiento electoral de los paises considerados, se puede suponer que fac-
tores como la estable identificaci6n partidista (enfoque socio-psicolégico
desarrolladoen la Michigan School de la sociologiaelectoral, verCampbell,
1960, 1966; Converse, 1975), especialmente en Honduras, pero también
en Costa Rica, han favorecido el mantenimiento de la estrucuura del siste-
Ma partidista especifico, apoyados por mecanismos clientelistas (véase
Caciagli, 1987).
Los factores explicativos de tipo socioeconémico han captado en ma-
yor grado el interés de los estudiosos centroamericanos. Entre estos fac-
tores destacan aquellos que recurren a la gran influencia de crisis polfticas,
como la observaron, en los paises industrializados, LaPalombara y Weiner
(1966). Las grandes rupturas en la evoluci6n hist6rica de los sistemas de
partidos se relacionan asf con crisis de legitimacién de los regimenes auto-
ritarios (en la mayoria de los paises, con la caida de las dictaduras después
de la Segunda Guerra Mundial), con crisis de participaci6n (causadas por
ladiversificaci6n de la economia, y, en consecuencia, por la ampliacién de
las clases medias y bajas urbanas) o de modernizacién (surgimiento de los
partidos “modernos”, debido al desarrollo econémico-social). La existen-
cia de clivajes parece haber tenido menos trascendencia para los sistemas
partidarios en el 4rea latinoamericana en general (Dix 1989), y centroame-
ticana en especial, que la que tuvo en los pafses industrializados.
5. Consideraciones finales
Hasta ahora no se ha conseguido desarrollar, claro est4, una amplia
teorfa que habria de contribuir a explicar cudles son las causas que influyen
el desarrollo de los partidas politicos y de los sistemas de partidos y cuales
son las repercusiones que estos tienen en el sistema politico.
Con todo, laaplicacién de los enfoques tedricos existentes a diferentes
contextos, permitira modificarlos y enriquecerlos, acercdandonos a una
mayor comprensidn de este tema tan complejo. El estudio comparado
constituye un método adecuado, pero hasta ahora poce aprovechado, para
indagar cudles son los factores de mayor o menor influencia, cudles los
comunes y divergentes, y cudles ios necesarios y decisivos al tratar de ex-
plicar el desarrollo del sistema de partidos en cada uno de los pafses consi-334 ELecciones y Sistemas DE Partibos kN AMERICA LATINA
derados. Por ello proponemos una mayor reflexién sobre las variables de
contexto de cadacaso, tanto las referidas al desarrotlo politico-institucional
como a la evolucién hist6rica, las cuales, debido a la concentracién inves-
tigativa en las democracias occidentales, han sido desatendidas hasta aho-
1a. Si las tipologias y los enfoques explicativos pretenden adquirir validez
més alld del contextode los paises occidentales industrializados, habré que
incluir todas estas variables en nuestras futuras investigaciones.
6. Apéndice
Tabla 1: Indicadores del sistema de partidos en Costa Rica '
1913 1919 1923 1928
Pres. Pres. Pres. Parl. Pres.
niimero de los
partidos/alianzas
en el nivel de ta
candidatura 3 2 3 nd. 2
porcentaje
acumulado de
los dos 2B 100 19,7 nd. 100
partidos mas
fuertes (votos)
porcentaje
acumulado de
los dos
partidos més
fuertes (escaiios) - - - 88,4 :
effective
number of
parties
{escafios) 29 1.2 3.1 nd. 19
effective
number of
parties
(escafios) - - - 25 -
gobiemo de
PR/PRN si ho si nofIDH 335
Continuacién Tabla 1
1932 1936 1940 1944
Pres. Parl? Pres. Pres. Pres.
nimero de los
partidos/alianzas
en el nivel dela
candidatura 4 4 3 3 2
porcentaje
acumulado de
los dos
partidos més
fuertes (votos) 75,5 74,4 94,8 93.6 100,0
effective
number of
parties 44 29 21 L4 18
gobierno del
PLN? si si si si si
' Se prescinde de las elecciones no-competitivas de 1917, asi como de las
elecciones fraudulentas de 1948.
2 No se dispone de los resultados de la reparticién de escafios.336 ELECCIONES y SisTEMas DE Partipos EN AMERICA LATINA
Continuacién Tabla }
1953 1958 1962
(Pres.) (Parl) — (Pres.) (Parl) (Pres.) | (Parl.)
niimero de
partidos
enel nivel de la
candidatura 2 4 3 8 4 8
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
mas fuertes
(votos) 100 85,9 89,2 641 85,6 82,4
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(escafios) - 91,0 - 68,8 - 82.4
effective
number of
parties
(votos) Ls 21 24 3,6 2,5 2,7
effective
number of
Parties
(escaiios) - 20 - 32 - 2.6
gobierno de
PLN si no si
mayoria absolu-
ta del partido
en el gobierno? si no siDH 337
Continuacién Tabla i
1966 1970 1974 1978
(Pr.) (PL) (Pr) (PL) (Pr) (PL) (Pr) (PL)
niimero de los
partidos en el
nivel de la
candidatura 2 5 5 9 8 12 8 15
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(votos) 100 92,1 960 86,6 73,9 65,6 94,3 82,3
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
mis fuertes
(escafios) - 96,4 - 94,7 - 75,5 - 91,2
effective
number of
parties
(votos) 20°23 21 26 33 40 22 29
effective
number of
parties
{escafios) - 21 - 21 : 31 - 24
gobierno del
PLN no si si no
mayoria abso-
juta del par-
tido en el
gobierno? no! si no no
‘| gayoria absoluta del PLN en la oposicién338 ELECCIONES Y SISTEMAS DE ParTIDOs EN AMERICA Latina
Continuacion Tabla f
1982
(Pres.}
(Parl.)
1986
(Pres.)
{Parl.)
1990
{Pres.) (Parl)
miimero de los
partidos en el
nivel dela
candidatura 6
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(votos) 90,6
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
{escafios) -
effective
number of
parties
(votos) 23
effective
number of
parties
(escafios) -
gobierno del
PLN si
mayoria abso-
uta del par-
tido en el
gobierno? sf
89,5
25
23
Fuentes: Thibaut 1990; 1992
98,1
2,0
no
3
89.2
94,8
25
2,2
98,7 88,2
- 94,5
2,0 34
noIIDH 339
Tabla 2: Indicadores del sistema de partidos en Honduras
1954 (Pres.} 1956 (AC) 1957 (AC)
numero de los
partidos en el
nivel de la
candidatura 3 3 3
porcentaje
acumulado de
los dos partides
mas fuertes
(votos) 78,9 99,5! OLS
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(escaiios) nd. 100 93
effective
number of
parties
(votos) 2,7 1,2 21
effective
aumber of
parties
{escatios) nd. 1 21
‘AC= Asamblea Constituyente
‘El porcentaje resulta de los 89,4% det PUN (por frattde electoral).340 ELEBCCIONES Y SISTEMAS DE ParTID0s EN AMERICA Latina
Continuactén Tabla 2
1965 (Asamb. 1971 (Pres
Const.) Parl.)
niimero de los
partidos en el
nivel de la
candidatura 2 2
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(votos) 100 100
effective
number of
parties
(votos) 2 2
1980 1981 1985" 1989
(ac) (Pres/ (Pres/ (Pres/
Parl.) Part.) Parl.)
numero de los
partidos en el
nivel de la
candidatura 3 4 4 4
porcentaje
acumulado de
los dos partidos
més fuertes
(votos) 95.9 95.9 96.5 96,6
porcentaje
acumulado de
Jos dos partidos
mas fuertes
(escaiios) 95.8 95,2 97,0 99,3
effective
number of
parties
(votos) 22 2.2 21 21
effective
number of
parties
{escafios) 22 22 a 20
' Calculos con base en los partidos politicos sin tomar en cuenta las corrientes internas.
Fuentes: Bendel 1991; 1992DH 341
Tabla 3: Indicadores del sistema de partidos en Guatemala
1944 (Pres.) 1950 (Pres.} 1953 (Parl.)
niimero de los
partidos/alianzas
en el nivel de la
candidatura 7 1702) nd.
effective
number of
parties
(votos) 13 a1 nd.
effective
number of
Parties
(escafos) - - 3,6
grado de la
polarizacién
ideolbgica bajo alto alto
tipo de
competencia
politica centripeta centrifuga centrifuga342 Etrccionss y Sistemas pe Partinos EN América Latina
Continuacién Tabla 3
1958 (Pres. ) 1958 (Pari.) 1959 (Parl. )
1961
numero de los
partidos/alianzas
en el nivel de la
candidatura 13/4 9 I Ws
effective
number of
parties
(votos)! 3,0 3.2 5,4 29
grado de la
polarizacion
ideolégica bajo bajo bajo bajo
tipo?
de competencia
restringida restringida _restringida restr.
lo se dispoue de resultados de la reparticion de escailos.
Resultados por formaciéu de alianzas electorates.
9 La competencia, que acaso se podria calificar de centripeta, es extremadamente
restringida por la exelusién sistemética de diferentes partidos politicos,
196 (Pres.) 1966 (Parl) 1970 (Pres.} 1970 (Par!
nlimero de los
partidos/alianzas
en el nivel de ]a
candidatura 3 3 3/3 5/3
effective
number of
parties
(votos) 28 28 28 28
effective
number of
parties
(escafios) - 23 - 2,2
grado de la
polarizacion
ideologica bajo bajo bajo bajo
tipo
de competencia
politica restringida restringidarestringida_restringidaDH 343,
Continuacion Tabla 3
1978 (Pres.) 1978 (Parl.) 1982 (Pres.) 1982 (Parl.
ndimero de los
partidosfalianzas
ene] nivel de la
candidatura Us nd 1A ca. 15/11
effective
umber of
parties
{votos) 2,9 nd. 3A nd.
effective
number of
parties
{escafios) - 39 - 27
grado de la
polarizacion
ideolégica bajo bajo bajo bajo
tipo
de competencia
politica restringida restringida_restringida_—_restringida
‘Se prescinde de los resultados extremadameme contradictorios de las elecciones en
1974,344 ELECCIONEs y SISTEMAS DE PaRTIDOs EN America Latina
Continuacion Tabla 3
1984 (AC) 1985 (Pr.) 1985(Pa.) 1990 (Pr.) 1990 (Pa.)
numero de los
Ppartidos/alianzas
en el nivel de la
candidatura IAS 12/8 12/8 14/12 18/
effective
number of
parties
{votos) 71 43 4,314.8" 23 23!
effective
number of
Parties
(escafios) 51 : 30 : 33
grado de la
Ppolarizacién
ideologica bajo elevado-—elevado—elevado_—elevado
tipo de la
competencia
politica centrip. centrip. centrip. —centrip._—_centrip.
) Solo lista nacional.
2 Lista distrital
Fuente: Bendel/Krennerich 1992, Bendel 1991.Tabla
1950
(PresJAC)
nimera de los
partidos
ert el nivel de la
candidatura 2
effective
number of
parties
(votos) 2,0
effective
number of
parties
(escafios) -
gobierno del
PRUD? si
mayorfa absolu-
tadel PRUD? si
grado dela
polarizacién
ideol6gica minimo
tipo de
competencia
politica restringida
DH
indicadores del sistema de partidos en Ei Salvador
1952
(Parl.}
1954 1956
(Parl.) (Pres.)
13)
st si si
345,
(Parl.)
si
minimo
restring.346 ELcciones ¥ SisteMaS DE ParTipos EN America Latina
Continuacién Tabla 4
1958 1960 1961
(Parl.} (Parl.)
1962
(AC) (Parl)
pa
nivel de la
candidatura I 2 4 1
effective
number of
parties
(votos) 10 1.0 24 1.0
effective
number of
parties
(escafios) 10 1.0 10 -
gobierno del PRUD/
PCN? si si si si
mayoria absoluta
de] PRUD/PCN? sf sf si si
grado de la
polarizacion
ideolégica - minimo minimo -
lipo de
competencia - restringida —_restringida -numero de
partidos en el
nivel de fa
candidatura
effective
number of
parties
(vatos}
effective
number of
parties
(eseafios)
gobiermo
de PCN?
mayoria absoluta
del partido en
el gobiemo?
grado de la
polarizacién
ideolégica
lipo de
competencia
Continuacian Tabla 4
1964 1966,
(Parl.) (Parl)
3 5
2.4 25
2,2 2,2
sf si
elevado elevado
centrip. centrip.
1967
(Pres.)
2.6
alto
centrifuga
347
24
2,2
si (sdlo en
el Parl.)
elevado
centripeta348 ELECCIONES ¥ SISTEMAS DE Partinos EN America Latina
Continuacion Tabla 4
1970 1972" 1974 1976
(Parl.) (Pres.) — (Parl.) {Parl.) (Parl.
numero de
partidos en el
nivel de la
candidatura 5 4 nd. nd.
effective
number of
parties
(votos) 23 2,6 18 nd nd.
effective
number of
parties
(escafios) nd. : 7 18 LO
gobierno del
PCN? si
mayoria absolota
det partido en
el gobierno si si si si
grado de la
polarizacion
ideolbgica elevado alto alto -
ipo de
competencia centripeta centrifuga centrifuga
' Elecciones sumamente fraudulentas.ODH 349
Continuacién Tabla 4
19771978 1982 1984
(Pres,) (Parl) (AC) (Pres.)
niimere de
partidos en el
nivel de la
candidatura 2 2 6 8
effective
number of
parties
(votos) 18 11 3,2 3.L
effective
number of
parties
{escaiios) - LL 28 -
gobierno del
PCN? sf no no.
mayorfa absoluta
del partido en
el gobierno si si no no
grado de la
polarizacién
ideolgica alto bajo elevado elevado
tipo de
competencia centrifuga restringida _—centripeta centripeta350 E.ecciones y Sis7emas DE Partipos en America Latina
Continuacion Tabla 4
1985, 1988 1989 1991
(Parl.) (Parl) (Pres.) {Parl.)
numero de
partidos en el
nivel de la
candidatura 10 3 7 7
effective
number of
parties
(votes) 27 28 24 3
effective
number of
parties
(escafios) 26 25 - nd
grado de la
polarizacién
ideologica elevado — elevado alto alto
tipo de
competencia centripeta centripeta centrifuga —_ centrifuga
Fuente: Calcutos con base en los datos de: Krennerich 1992, Eguizabal,IIDH, 351
Tabla 5: Indicadores del sistema de partidos en Nicaragua
1924 1928 1932 1936
(Pres/Parl.) (Pres/Parl,) (Pres/Parl.) (Pres./Parl.)
mimero de
partidos en el
nivel de la
candidatura 3 2 2 2
effective
number of
parties
(votes)! 2.2 20 20 1s
gobierno
del PLN si si si si
mayoria absoluta
del partido en
el gobierno st si si si
1947 1950 1957 1963
(PresJParl.) (Pres/Parl.) (Pres/Parl.) — (Pres/Parl.)
niimero de
partidos en el
nivel de la
candidatura 2 2 2 2
effective
number of
parties
(votos)! 19 16 12 LL
gobierno
del PLN?
mayoria absoluta
del partido en
al gobierno?352 ELECCIONES Y SISTEMAS DE PARTIDOS EN AMERICA LATINA
Continuacién Tabla $
1967 ~ 1972 1974 7 1984
(Pres/Parl.) (Asam. Const.) (Pres/Parl) (PresJAC)
mimero de
partidos/
alianzas en el
nivel de la
candidatura 6/3 2 2 7
effective
number of
Parties
(votos) 18 16 12 2d
effective
number
of parties
{escaiios) 19 nd. 2,2
gobiemo
del PLN? si si si no
mayoria absoluta
del partido en
el gobierno si si si si (FSLN)uDH 353
Continuacién Tabla $
1990
(Pres/Parl.)
niimero de los
partidos
enel nivel de ta
candidatura 21/10
effective
number of
parties
(votos) 21
effective
number of
patties
(escaiios) 20
porcentaje
acumulado
de los dos
partidos mas
grandes (votos) 95.6
porcentaje
acumulado de
los dos
parlidos mas
grandes (escafios) 978
grado de la
polarizacion
ideoldgica alta
tipo de
competencia centrifuga
+ Composieién del parlamento no dispomble
Fuente: edleulos con base en: Kreanetich 1991
Oliver Garrigue - Sociología Del Valor Económico y Análisis Socio-Económico. Construcción de Un Concepto Sociológico de Valor Económico y Su Utilización en Sociología Económica