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I. EL CONTEXTO DECISORIO DE LA ADMINISTRACION PUBLICA La “teorfa de las organizaciones”, comc la entendemos en este libro, es el conjunto de conocimientos e informacion que explica cémo y por qué los individuos actin como lo hacen enlos medios organizacionales, es decir, como miembros de organizaciones, como receptores de los bienes y-servicios que proveen y como emprendedores de acciones que influyen' 7. Son infiuidos por otras organizaciones. Por definicién los administra- dores péblicos actian en un contexto organizacional. A fin de compren- der Ia relaciOn que la teor‘a de Jas ongenizaciones guarda con la admi- nistracién piblica, es necesario trazar en primer término un marco que defina el campo, lo que hacemos en los tres capitulos de la priniera par- te, Eneste capitulo examinamos las decisiones que constituyen el grue- s0 de las actividades de administracién pablica. Los dos restantes esbo- zan los campos organizacionales en los cue los administradores piblicos toman decisiones, asf como los vectore; normatives que ayudan a con formarlas. Por “administradores puiblicos” nos referimos principal pero no exclu- sivamente a aquellos —conocidos en ura época més delicada como ser- vidores civiles— que tienen la responsabilidad de realizar las tareas del gobierno. En este grupo estén los que en el transcurso de su trabajo Cotidiano, aplican ias leyes de una local'dad y evan a cabo los diceados civiles de la sociedad. Esto comprende «l director de la cz, al secretario de Recursos Humanos de Maryland y sus términos. Estas defiaiciones son a veces legales. Por ejemplo, un administrador publico en funciones de director tiene tareas especificas que fo vinculan con sus subordina- dos, como contratar, despedir y supervisar. También hay expectativas culturales, a menudo incorporadas en las leyes. Por ejemplo, el adminis- trador piblico como director tendria cue ser por lo general rbitro de disputas entre subordinados. Algunas de las expectativas atafien al po- der, se supone que el administrador pablico como director tiene maé poder —es decir, es més probable que tenga influencia sobre fuerzas y ‘sucesos intemos y externos— que los stbordinados. Pero las funciones no estén preestatlecidas; también las definen los individuos que las desempetian y los cue responden. Las expectativas que fincamos en quien desempetia una ‘uncién se ven modificadas tanto ‘por las acciones del individuo como por las de aquellos con quienes la fancién impone una relaciOn. A medida que aumenta la gama de ocupa- clones del adininistiador pablico —conforme ate pasa de wna funcién & otra— se requieren cambios significativos en las capacidades, los cono- cimientos y las destrezas que necesita, Asimismo, hay un cambio en el grado en que ese desempero, sin importar cudn hébilmente se cumpla, garantiza soluciones o resultados deseables. AcciON PERSONAL ¥ ACCIEN ORGANIZACTONAL Las accicnes —y omisiones— de los Funcionarios competentes en el caso de Alan Madden retratan algunas de las patologias de las organiza- ciones pablicas en términos mas bien auudos y tragicos, Sin embargo, el caso plantea cuestiones que son genéricamente similares a los proble- mas perversos con los que se enfrentan incontables administradores piblicos rara vez, y sus respuestas, siacaso, son concluyentes. Por ejem- plo, gdénde esté la inea divisoria entre las responsabilidades del gobier-

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