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FORMULA DENUNCIA PENAL

Señor Juez Federal

MARIA EUGENIA LACHALDE, CUIT: 27-35720928-0, en mi carácter


de apoderada de la Dirección Nacional de Migraciones, constituyendo
domicilio procesal en Av. Antártida Argentina N° 1355 edificio UNO (1) de
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Teléfono de contacto: 4317-
0209/0309, celular: 221- 656-7747, correo electrónico
melachalde@migraciones.gov.ar, organismo adherido al Sistema DEOX
con Código Único de Identificación de Organismo (CUIO) - Identificación
Electrónica Judicial –, CUIT 30-68725662-6 (con perfil de visualización de
causas en que resulta parte en Portal de Gestión de Causas PJN), ante
V.S. me presento y respetuosamente digo:

-I-
OBJETO
Ante el imperativo legal que me impone el artículo 177 inc. 1 del
C.P.P.N. y el artículo 71 del Código Penal, y siguiendo expresas
instrucciones impartidas por la Superioridad del Organismo – conf.
NO2020-69952476-APN-DNM#MI -, vengo a poner en conocimiento de
V.S., los hechos que se detallan a continuación, constitutivos de presuntos
delitos de acción pública, a fin de que se impulse la acción penal y se
realicen las investigaciones correspondientes, vinculadas a tales hechos.

-II-
PERSONERIA
Conforme surge de la Disposición DNM N° DI-2019-5370-APN-
DNM-MI, la cual se adjunta, me encuentro autorizada para actuar en
representación de la Dirección Nacional de Migraciones (en adelante DNM)
y en consecuencia a formular la presente denuncia penal.

-III-

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HECHOS
El 14 de enero de 2005, por Resolución N°8 del Ministerio del Interior
se estableció el SISTEMA INTEGRADO DE CAPTURA MIGRATORIA
(SICaM) a fin de efectuar el control y el registro informático de los tránsitos
migratorios suscitados en el Territorio Nacional, siendo la Dirección
Nacional de Migraciones la autoridad competente para aplicarlo, en su rol
de autoridad de aplicación de la Ley 25.871.
Posteriormente, el 27 de abril de 2005, por Disposición N°15.442 de
la Dirección Nacional de Migraciones se creó el Registro Nacional de
Ingreso y Egreso de Personas al Territorio Nacional, que contiene la base
de datos generales de almacenamiento electrónico y automatizado o
manual respecto del ingreso y egreso de personas al Territorio Nacional,
con la finalidad de ordenar y posibilitar un conveniente desempeño de la
Administración Pública Nacional.
Todo ello en el marco del artículo 112 de la ley 25.871 que
encomendó a la Dirección Nacional de Migraciones, en su carácter de
autoridad de aplicación, la creación de aquellos registros que resulten
necesarios para el cumplimiento de esa ley. Cabe resaltar en esta
instancia que el Decreto N° 616 de fecha 3 de mayo de 2010, reglamentó
el artículo señalado precedentemente, estableciendo, entre otras cosas,
que la Dirección Nacional de Migraciones registrará el ingreso y egreso de
toda persona del territorio argentino, y que dichas registraciones se podrán
efectuar mediante sistemas informáticos, revistiendo dicha información el
carácter de reservado, de uso exclusivo de la Dirección Nacional de
Migraciones.
Ahora bien, en el marco de lo expuesto, se implementó en la órbita
de la Dirección Nacional de Migraciones el módulo “SICaM HALCON”, que
posibilita la obtención de información del Registro Nacional de Ingresos y
Egresos en tiempo real y mediante alertas específicas, tal como surge
del informe realizado por la Dirección General de Información, Análisis y
Control Migratorio que se adjunta, en donde se detalla acabadamente tanto
la funcionalidad del referido módulo, el uso que se ha hecho del mismo y
las medidas adoptadas recientemente.
Allí se destaca, que, de consuno con la normativa general vigente en

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la materia, y tal como se recogió luego en la Disposición DI-2020-2686-
APN-DNI#MI, mediante la cual se aprobó el “PROTOCOLO PARA EL
INGRESO DE ALTAS Y BAJAS DE ALERTAS EN EL MÓDULO Y EN EL
SISTEMA DE INFORMACIÓN ANTICIPADA DE PASAJEROS”, al módulo
“SICaM HALCÓN” únicamente podrán ingresarse alertas a requerimiento
del Poder Judicial, del Ministerio Público, o autoridad administrativa
competente, en el marco de sus investigaciones, o en ejercicio de sus
competencias debidamente justificadas; y a requerimiento de parte
legitimada, en el marco de acuerdos internacionales de cooperación,
adecuados a la legislación vigente.
Sin embargo, tras realizar un relevamiento del registro histórico del
sistema, surge que se habrían cargado “alertas” en el módulo “SICaM
HALCON” relativas a diferentes personalidades del ámbito artístico,
periodístico, político y gremial, que podrían haber implicado una
desviación del fin público perseguido por la normativa habilitante sin
motivo que lo justifique.
Es decir, diversas cargas históricas efectuadas no contarían
con respaldo judicial o administrativo alguno, en tanto otras no se
correspondían a una instrucción específica por parte de la autoridad
administrativa o judicial interviniente.
Concretamente, surgieron 58.169 registros dados de baja en
distintos períodos entre los cuales se detectaron los casos señalados en el
párrafo anterior.
Tal como surge del referido informe, las alertas tenían cargadas una
directiva específica, que era avisar el tránsito a determinados funcionarios,
circunstancia que constituiría un serio indicio de la puesta en
funcionamiento de un esquema para la realización de inteligencia prohibida,
tras recolectar información de manera indebida en base a los registros
migratorios.
En ese sentido, la maniobra de eliminación de las alertas antes de
que asuma la actual gestión (ver fechas que surgen del informe adjunto),
podría considerarse un intento de ocultamiento de los rastros de la
mencionada actividad ilícita, que configuraría delitos previstos tanto en el
Código Penal, como en la Ley Nacional de Inteligencia N°25.520.

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Asimismo, dependiendo de quien haya accedido a la mencionada
información y de haberse difundido, se habría producido una grave
afectación a la privacidad de las personas cargadas en las “alertas”
mencionadas y a la información que administra la Dirección Nacional de
Migraciones, que, pese a ser un bien intangible, posee un importante valor
en nuestra sociedad y se encuentran protegidos por la Ley N°25.326 de
Protección de Datos Personales.
Finalmente, a título de aclaración, se hace saber que si bien en
varios supuestos se contaba con orden judicial de restricción, la Disposición
DNM N° 1151 del 22 de junio de 2010, establece la obligatoriedad de
utilización como única base de datos habilitada para la carga, consulta
y baja de impedimentos y restricciones migratorias, a la del Registro
Nacional de Aptitud Migratoria; por lo tanto, resultaba improcedente la
carga simultánea en el sistema Halcon, cuya finalidad difiere de lo requerido
en las órdenes judiciales de restricción.
Así, esta parte considera que las conductas llevadas a cabo
mediante la creación indebida de “alertas” en el módulo “SICaM HALCÓN”
y su eventual difusión, podrían encuadrar en múltiples delitos, los cuales se
desarrollarán a continuación.

-IV-
CALIFICACIÓN LEGAL
Los hechos que aquí se denuncian encuadrarían “prima facie” en el
delito de abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario
público (art. 248 CPN) y espionaje ilegal, previsto en el artículo 43 ter de
la Ley de Inteligencia Nacional N° 25.520, ambos en concurso ideal (art. 54
CPN), y eventualmente, revelación ilegítima de información (artículo 157
bis CPN), en concurso real (art. 55 CPN). Todo ello, sin perjuicio de otras
calificaciones que pudieran surgir con el curso de la investigación.

1) Incumplimiento de los deberes de funcionario


público – Artículo 248 del CPN.
En esos términos, el artículo 248 del CPN, establece que “Será
reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación especial por

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doble tiempo, el funcionario público que dictare resoluciones u órdenes
contrarias a las constituciones o leyes nacionales o provinciales o ejecutare
las órdenes o resoluciones de esta clase existentes o no ejecutare las leyes
cuyo cumplimiento le incumbiere.”
La maniobra denunciada encuadraría principal y genéricamente en
este tipo penal - Abuso de autoridad y violación de los deberes de
funcionario público-, en concurso con el resto de los delitos señalados
anteriormente, en atención a que los funcionarios públicos involucrados
habrían hecho uso abusivo y arbitrario de su función, en contravención a la
normativa vigente.
Esto, asimismo, atentaría contra el derecho a la privacidad y libertad
de las personas previsto en el artículo 18 y 19 de la Constitución Nacional,
y sus complementarios previstos en los Tratados y Convenios
Internacionales de los que la República Argentina forma parte.

2) Inteligencia prohibida – Artículos 43 ter, 4 y 11 de la


Ley N° 25.520.-
Eventualmente – dependiendo de los intervinientes -, se habría
violado el artículo 4 inc. 2 de la Ley N° 25.520 de Inteligencia Nacional, que
expresamente prevé que ningún organismo de inteligencia podrá obtener
información, producir inteligencia o almacenar datos sobre personas, por el
solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u opinión política, o
de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias, sociales,
sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o laborales,
así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier esfera de
acción.
La voluntad de cometer este delito se configura al instruir y/o dar de
alta las “alertas” sobre determinadas personalidades sin que se cumplan
los requisitos para ello.
Asimismo, la acción de borrar distintas cargas, previo al cambio de
gestión en el organismo, sería un indicio más que demostraría el dolo en la
comisión de las conductas descriptas.
Es decir, habrían sido conscientes de estar realizando conductas
legalmente prohibidas. De lo contrario, y si hubieran considerado legítimas

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las “alertas” cargadas, y los funcionarios hubiesen creído que actuaban
conforme a derecho, las mismas hubiesen continuado cargadas en el
módulo SICaM HALCON.
Por otro lado, el artículo 43 ter de la Ley N° 25.520 establece que
“(S)erá reprimido con prisión de tres (3) a diez (10) años e inhabilitación
especial por doble tiempo, todo funcionario o empleado público que realice
acciones de inteligencia prohibidas por las leyes 23.554, 24.059 y 25.520.
Incurrirán en el mismo delito quienes hubieran sido miembros de alguno de
los organismos integrantes del Sistema de Inteligencia Nacional que reali-
cen acciones de inteligencia prohibidas por las leyes 23.554, 24.059 y
25.520.”
Es decir, este artículo se relaciona, a su vez, con los artículos 4 y 11
de la misma Ley 25.520.
Concretamente, el artículo 4 prevé que “(N)ingún organismo de
inteligencia podrá:1. Realizar tareas represivas, poseer facultades
compulsivas, ni cumplir funciones policiales o de investigación criminal. 2.
Obtener información, producir inteligencia o almacenar datos sobre
personas, por el solo hecho de su raza, fe religiosa, acciones privadas, u
opinión política, o de adhesión o pertenencia a organizaciones partidarias,
sociales, sindicales, comunitarias, cooperativas, asistenciales, culturales o
laborales, así como por la actividad lícita que desarrollen en cualquier
esfera de acción. 3. Influir de cualquier modo en la situación institucional,
política, militar, policial, social y económica del país, en su política exterior,
en la vida interna de los partidos políticos legalmente constituidos, en la
opinión pública, en personas, en medios de difusión o en asociaciones o
agrupaciones legales de cualquier tipo. 4. Revelar o divulgar cualquier tipo
de información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier
habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que
mediare orden o dispensa judicial.”
Por su parte, el artículo 11 establece que “(Q)ueda prohibida la
creación conformación y funcionamiento de asociaciones, instituciones,
redes y grupos de personas físicas o jurídicas que planifiquen y/o ejecuten
funciones y actividades de inteligencia en cualquiera de sus etapas
asignadas por la presente ley a los organismos integrantes del Sistema de

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Inteligencia Nacional.”
De lo expuesto se desprende que las conductas antes descriptas,
encuadrarían en las acciones prohibidas que establece la Ley de
Inteligencia Nacional.
Así, la carga de “alertas” ilegítimas en el módulo SICaM HALCON de
personas que no contarían con el requerimiento de autoridad judicial y/o
administrativa competente para ello, a los fines de inmiscuirse en su vida
privada con la única finalidad de recabar esa información para luego hacer
uso personal o de inteligencia prohibida y por tanto indebido de la misma,
abusando del rol de funcionario público y por tanto de un sistema puesto
en funcionamiento con finalidades específicas, llevaría a la conclusión que
se configurarían los tipos descriptos.
Asimismo, las posibles tareas de inteligencia que aquí se denuncian,
no habrían sido ordenadas ni autorizadas por ninguna autoridad
administrativa ni judicial competente, sino que se habrían desarrollado en
el seno de la Dirección Nacional de Migraciones, en su carácter de ente
descentralizado con personería y facultades propias de administración.

3) Revelar información a un tercero – artículo 157 bis


del CPN.
Por último, el artículo 157 bis del CPN, prevé que “(S)erá reprimido con la
pena de prisión de un (1) mes a dos (2) años el que: 2. Ilegítimamente
proporcionare o revelare a otro, información registrada en un archivo o en un
banco de datos personales cuyo secreto estuviere obligado a preservar por
disposición de la ley. (…) Cuando el autor sea funcionario público sufrirá, además,
pena de inhabilitación especial de un (1) a cuatro (4) años.”
En el caso concreto, conforme el informe adjunto y las demás prue-
bas que puedan surgir de la investigación, los datos contenidos en estos
registros que se encuentran protegidos por la Ley 25.326, no solo habrían
sido obtenidos ilegítimamente, sino que podrían haber sido revelados y pro-
porcionados ilegítimamente a terceros por parte de quienes tenían la obli-
gación de guardarlos en secreto protegiendo el derecho a la intimidad de
los administrados.
Por todo lo expuesto, solicito a V.S. proceda a impulsar la acción
penal e investigar los hechos expuestos y llevados a su conocimiento,
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realizados en desmedro del accionar de la Dirección Nacional de
Migraciones.

-V-
COMPETENCIA
Resulta competente la justicia federal, toda vez que los hechos
expuestos en esta denuncia se cometieron en la órbita de la Dirección
Nacional de Migraciones, generando un daño o perjuicio a los intereses del
Estado nacional, así como a sus administrados (Artículo 33 del CPPN).

-VI-
PRUEBA
A los fines de acreditar lo denunciado se acompaña en formato digital
el informe (6 fojas útiles) realizado por la Dirección de Información
Migratoria y su anexo que consta de tres PDF, los cuales se titulan OIT (23
fojas útiles), OMC (10 fojas útiles) y Registros Individuales (70 fojas útiles),
quedando a disposición de V.S. las copias autenticadas en formato papel
en caso de que eventualmente sean requeridas.

-VII-
SE HACE RESERVA DE AMPLIAR
Se hace expresa reserva del derecho de ampliar la presente
denuncia como también las pruebas que resulten necesarias para la
investigación de la causa.

-VIII-
PETITORIO
Se tenga por presentada formal denuncia y por denunciado el
domicilio.
Se impulse la acción penal y se realicen las tareas investigativas que
resulten necesarias a fin de determinar la existencia de los delitos
denunciados.
Oportunamente, y en caso de considerarlo, se me cite a ratificar la
presente denuncia.

8
Proveer de conformidad, que
SERA JUSTICIA.

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