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30 Mano Antonio Zisxy de que se trate, Ast, tanto en Tos actos Hiitos (donde el derecho aprucba Ia funcién socialmente “itil que el acto cumple) como en Jos ilicitos (donde esa funcidn, socialmente nociva, merece su dis. favor). Asf, también, en los actos privados (donde la causa consiste en la circulaciin de los bienes, la prestacién de servicios, ete.) y en Jos actos piblicos (donde la causa consiste en el conereto interés general que con el acto se satisface)*®, unci6s ces constante_e invariable de ca : c nientos, Ja. i tmiento_o grupo de comportamicntos, Ja causa se constituye cp u_clemento teleolégico, Y_no_debe_ser_confundida_con_los_mo- ivos individuales (esencialmente_subjetivos, y por ello multiples, contingentes y variables); ni con el objeto, la contraprestacién o los ;_ni_menos todavia con la fuente de esos efectos (que_es el propio acto, claro esté, bien entendido que el equivaco surge cuando se alude a él como “causa” de la obligacién) 22, La causa de Ia dacién de fe. soguridad y justicia, — Le funcién que el derecho asigna_aTa-dacion de Te es la de dotar teza_al jiento, fendmer is ‘objeto. Este cometido, por otra parte, es cumplido por la dacién Soe ardlante la fe piiblica, que es el efecto que el derecho le fija y conforme al cual se nos sujeta a todos, incluido en su easo el juez, a creer en la veracidad del notario (ver luego, ps. 67 y ss.)- Y asi, valiéndose de la dacién de fe, elimina el derecho Ia incer- antes del ¢ independientemente de que éste sur bien entendido que para lograrlo re 1 ® El concepto de causa en la teoria zene ler wrnollac por Carmelutti, ob. cit, ps. 310 y ss, Pc coe 7, Vets en relacin a Ia causa del acto administrative, Manuel Maria Dies 7h acto administratieo, 2° d., Buenos Aires, 1961, ps 211 y as, cx cage tn tn al ec i, dian To ear aee tulen ser fecuete, we Oevpan agate Bt ab pe iM? y s6: y Carola Ferra, ob. el pa 488 y se ne eth Ob te 1 a moto algun tbe wa 28 mado signe tab erature ane l cts de quo ln gree fae eves a enc, scum econ, a I pr fone 2 Tete ogc dea, Bee eye sein al, Se la Cli de Nes Nes ace ne nae Aes, eh, Mes ~~ Ex acto Norantat, (DAGION DE FE) BL ‘Adviértase, por otra parte, que Ia prucba de que se trata es una do hs lamadas pruebas “legales”, en el sentido de que es el legislador, y no cl juez, quien decide su eficacia. Y por ello es que la causa Ye la dacién de fe coincide con la razén de ser de aquéllas, que no es otra que la de brindar certeza fuera del proceso, bien sea para reducir sus probabilidades, bien para climinar la fase de cognicién, © bien, sobre todo, para garantizar al orden juridico una base extra- procesal de estabilidad y equilibrio’®. ‘Es asi, por fin, como esa certeza que mediante la dacién de fe i idk ‘iva, justicia. Y que Ja seguridad desemboca en Ja justicia, incluso cuando se la logra por medio de una presuncién (en nuestro caso, la presuncién de que el notario es veraz), es cuestién que a primera vista no siempre se detecta, En efecto, pareciera ser que aqui las cosas ocurren a la inversa (recordemos que a veces el notario miente y no resulta po- sible probarlo); pero claro esté que ello no es asi, porque si bien es cierto que un algo de justicia es sacrificado en estos casos en aras de la seguridad, también lo es que ese sacrificio es un sacrificio necesario (en tanto evita la mayor dosis de injusticia que sin Ia presuncién sobrevendria, y en nuestro caso seria provocada por el ‘aumento de los litigios y las dificultades probatorias que la ausencia de fe publica origina)* Resta aqui apuntar que en los notariados de tipo latino la segu- ridad_aue se ogra con Ja dacién de fe se ve complementads por le que_se_alcanza_mediante el _asesoramiento profesional, En efecto, analizando y controlando el notario Ja_situacién juridica en que Jos xequirentes_se_hallan, ilustrandolos sobre Ja que pretenden, deter minando co isi mportamiento is 3 nz: ‘caso de los negocios, configurandol a £8 Carlo Fumo, Teoria de la prueba legal, trducciéa de Sergio Gonzilex Collado, Madrid, 1954, p. 91. 9 Meditese para confirmarlo en el caso extremo de las presunciones “iuris et de iure’, donde el sacrificio es todavia mayor. Asi, cuando se presume, sin fdmitir prucba en contrario, que la sentencia es justa o el menor de edad es inepto, evitando de tal suerte la mayor dosis de injusticia que tiene lugar sin fos juzgada ni incapacidad legal. Asi, también, cuando se recurte a la ficcién 4. que todos conocemos las leyes, para evitar la mayor dosis de injusticia que fobreviene sin inexcusabilidad del error de derecho, Conf.: Luis Leguz y Lar cunbra, Introducciin a la ciencia del derecho, Barcelona, 1943, ps. 437 y ss. ” 52 Manto Antonio ZinNy ridad que el trafico reclama y en estos casos se | tanto tidad que el trafico reclama y en estos casos se logra, tanto por medig do-una_bien fundada y meditada decisién de las partes, como de ja Tegalidad, claridad Ace oth 100, tia ermgegamlento coincide a su vex con I consiste en asegurar coatra erantizando ou seriedad v aivireinvln » nae

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