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OBJETO: NOTA DE CONOCIMIENTO.

CAMARA DE SENADORES DE LA PROVINCIA DE ENTRE RIOS

Comisión de Asuntos Constitucionales y Acuerdos

Sr. Presidente

Dr. AMAVET Horacio Cesar

BONOMI, Micaela Josefina D.N.I. Nº 36.558.189, con el

patrocinio letrado de VELAZQUEZ, José Raúl (Mat. ER nº

7544), que a los efectos del presente, constituyo domicilio ad

litem en calle Victoria nº 3 de la ciudad de Paraná, domicilio

electrónico sito en joseraulvelazquez@otulook.com y numero de

celular 0343-154050132, por lo que, me presento ante ustedes, y

respetuosamente digo:

Vengo por el presente, conforme a la Constitución de Entre Ríos y

al Reglamento Interno de la Honorable Cámara de Senadores de

Entre Ríos, a poner en conocimiento a vosotros, acerca de la

problemática de la aplicación de la ley procesal de familia nº

10.668 y el paradigma integral de protección de niñas y niños por


parte de la Jueza de Familia Dra. María Soledad VILLALONGA con

asiento en la ciudad de Federal.

ANTECEDENTES.-

El año pasado, la Jueza de Familia María Soledad VILLALONGA me

denunció penalmente y el 26 de octubre de ese corriente año, la

Agente Fiscal Susana IRURZUM conforme al art. 212 CPPER hace

apertura de la investigación y que al respecto decía: “ Que BONOMI,

MICAELA JOSEFINA, quien es Coordinadora del Consejo Provincial del Niño,

Adolescente y Familia de la ciudad de Federal, en fecha 13 de Agosto del 2020

incumplió con la resolución Judicial dispuesta por la Dra Maria Soledad

Villalonga Jueza de familia de Federal, dictada en fecha 13 de Agosto del 2020,

medida fue notificada a Bonomi Micaela, mediante el Sistema de Notificaciones

Electrónicas (SNE) en igual fecha, en dicha resolución la Sra Jueza ordenó al

COPNAF de Federal que garantice la permanencia del niño Benjamín Herrera y,

efectivice la medida adoptada, en la Residencia "Mi Lugar", habiendo dispuesto

Bonomi el traslado del menor en contra de dicha orden, y fuera de la

Jurisdicción de Federal”.

Dicha causa se caratuló "BONOMI JOSEFINA MICAELA s/

DESOBEDIENCIA JUDICIAL”, Legajo de Investigación Nº 9.563.

La calificación del hecho enrostrado, prima face, se encuadraba en

el art. 239 CP, como autora material del delito de desobediencia

judicial.
El Dr. Maximiliano O. Larocca Rees Juez de Garantías de la ciudad

de Federal, a partir del pedido de sobreseimiento de la defensa

acompañada por la Agente Fiscal Susana Irurzum, el 8 de febrero

del 2021 resolvió: 1°.-DISPONER EL SOBRESEIMIENTO de la imputada de

este caso JOSEFINA MICAELA BONOMI por el delito que se le atribuía y por la

causal prevista en el artículo 397 inc. 1 del C.P.P., haciendo saber que el

presente proceso no ha afectado su buen nombre y honor del que gozaba con

anterioridad a este proceso.

En nuestro sistema normativo, luego de la reforma constitucional,

se dejó atrás el paradigma del patronato y se pasó definitivamente

a un sistema integral de protección de los niños y niñas.

Ahora bien, en razón del nuevo paradigma, el actor principal ya no

es el poder judicial, sino que son llamados todos los actores

gubernamentales y no gubernamentales (los primeros desde el

ámbito de sus competencias específicas y los segundos en base al

principio de participación comunitaria, en virtud del principio de la

Corresponsabilidad)- complejidad DESCONOCIDA por el sistema

tutelar, en donde se daba la intervención a pocos; y el Juez, es

quien actuaba en forma coactiva y discrecional, sin las limitaciones

que impone una perspectiva de derecho, sumado a la falta de

recursos, capacidades técnicas y materiales necesarias, con las que

sí cuenta otro poder del estado, o debería al menos.


Vale decir, se deja atrás la idea de un súper Juez a una nueva

vinculación de los poderes del Estado, en donde los mismos deben

actuar desde las esferas propias de competencias que a cada uno

corresponde.

En consecuencia, ahora la competencia propia y exclusiva del

Órgano Administrativo (COPNAF) es el diseño, implementación,

aplicación de programas y acciones de políticas de niñez; como

también la creación de servicios de protección que tiendan a

satisfacer las demandas presentadas desde la comunidad.

Es por ello, que ahora el fin del Órgano judicial es que observe y

aplique fielmente las normas del debido proceso. Vale decir, ahora

el Juez controla la legalidad de los actos administrativos del

COPNAF.

Si el Juez, entiende que hay cuestiones ajenas a la legalidad que

son necesarias de revisar, solo puede rechazar las medidas

excepcionales.

Por ello destaco, el órgano judicial tiene vedado aplicar nuevas

medidas, sustituir o modificar las adoptadas, sino que su

ACCIONAR se limita a ser una garantía de legalidad y jurisdiccidad

de las medidas de protección adoptadas por el órgano

administrativo.

Es todo un bloque normativo que sustenta el paradigma de

protección integral de niños y niñas a decir: ley nacional 26.061,


ley provincial 9.861 y el nuevo código procesal de familia ley

10.668.

OBJETO: PONER EN CONOCIMIENTO.-

Como se observa, la Jueza de Familia María Soledad Villalonga de

la ciudad de Federal con sus resoluciones instala escollos

insalvables a la aplicación de la normativa vigente y además,

dificulta el cumplimiento del rol del COPNAF.

Las medidas de excepción planteada por el organismo ante

situaciones de vulnerabilidad para la restitución de derechos son la

principal tensión al momento de hacer eficiente la aplicación de la

ley 10.668.

Pero no solamente hay una tensión acerca de la jurisprudencia de

criterios para el abordaje de situaciones de excepción con el

COPNAF, sino que también, con el resto de los distintos actores

sociales de nuestra comunidad.

Como dije anteriormente, en razón del nuevo paradigma, el actor

principal ya no es el Juez de Familia, sino que son llamados todos

los actores gubernamentales y no gubernamentales que forman

parte de la sociedad.

La normativa vigente determina claramente el rol del Juez como el

del COPNAF.
En la misma línea y como se mencionaba ut supra, dicha tensión se

presenta también en procesos de distinta naturaleza -trátese de

procesos judiciales en el ámbito de las violencias familiares o de

género- con otros actores de la comunidad, así el caso de los

municipios locales del Departamento Federal, quienes a diario son

oficiados a fin de que garanticen, mediante la proporción de

recursos económicos, con distintas acciones que le son impuestas,

que lejos están de ser especificadas en el detalle de los medios y

formas para llevarlas a cabo, desconociendo asimismo los recursos

existentes en cada jurisdicción local, dejando lugar a la

improvisación, o lo peor, de todo el fracaso de la protección

intentada.

Mandas judiciales que dan lugar en lo cotidiano al agotamiento

exhaustivo, incluso, de los recursos humanos con los que cuentan

los diferentes organismos de la comunidad, atento que en una

misma orden judicial se llega a la superposición de intervenciones

de distintas Áreas, quienes en la realidad abordan la situación dada

en razón del marco legal que se presenta en el caso particular y en

razón de diferentes estamentos de intervención, sin llegar a una

distinción clara de los niveles de intervención.

Encontrándonos así, lejos de la concreción y vigencia del principio

de transversalidad, a través de la articulación interinstitucional y

coordinación de recursos humanos y presupuestarios que debe


primar en todos y cada una de las situaciones, sin dejar de

reconocer la obligación con la que cuentan los distintos organismos

del Estado de coordinar en procura de brindar protección y la

restitución de derechos, obligación que cae en una desidia frente

al gran volumen de órdenes judiciales uniformes que no se

distinguen en la particularidad de cada caso.

Es en este contexto, indispensable poner en vuestro conocimiento

situaciones que este Organismo de Protección ha debido abarcar.

Se trata de un sinfín de trabajos e informes ante la recepción de

órdenes judiciales que solicitaban dicha intervención en procesos

de distintas naturaleza, pero que no es competencia del COPNAF,

como es el caso de régimen de comunicación, cuota alimentaria,

filiación, actuación de intermediario y/ mediador ante conflictiva

reinante entre los progenitores; intervenciones en las cuales se

remarcó la normativa legal aplicable, así como el marco legal de

actuación del COPNAF.

En la misma línea se ha expedido el Ministerio Público de la

Defensa Local, órgano que emitía gran cantidad de demandas,

trátese de oficios, a fin de que se abarcara regímenes de

comunicación y situaciones de cuotas alimentarias que surgían

entre los progenitores, así como también la disposición de que

determinadas vinculaciones se llevaran en sede del Organismo ante

la falta de acuerdo reinante de los progenitores, sin que ello


implicara otros derechos vulnerados en los niños, niñas o

adolescentes.

Situaciones en las cuales las Coordinaciones Departamentales del

Organismo de Protección resultaban incompetentes, sin dejar de

aludir la solicitud de “proporción de mayores datos”, ante causas

de abuso sexual infanto-juvenil, como así también solicitud de

informes actualizados pasado un tiempo considerable (háblese de

prácticamente un año) de la primera intervención realizada, sin que

se dé la existencia de la denuncia de nuevos hechos que ameriten

nuevamente la intervención del Organismo en el marco del

Protocolo de actuación propia de este.

Como se observa en estas líneas, es de suma importancia que la

Comisión tome conocimiento de esta situación, acerca de su

incumplimiento o indiferencia a la normativa vigente por parte de

los actores judiciales, cuyo principal rol, es garantizar la aplicación

de la ley.

Es difícil pensar en el mejoramiento de las instituciones

entrerrianas que son perfeccionadas a través de leyes aprobadas

por la Legislatura, cuando hay actores judiciales que son

indiferentes a la normativa vigente.

Más aún, cuando la ley tratada es el nuevo Código Procesal de

Familia Ley nº 10.668, publicada en el Boletín Oficial, 8 de Abril de

2019, que dicho sea, ha sido largamente discutida, analizada,


criticada y consensuada entre los distintos referentes de la

disciplina y actores sociales.

No olvidemos, que estos incumplimientos exponen a la provincia y

a nuestro país, a responsabilidades internacionales, y al respecto

ya tenemos antecedentes, como es el caso FORNERON 1 E HIJA VS.

ARGENTINA SENTENCIA DE 27 DE ABRIL DE 2012, Corte

Interamericana de Derechos Humanos.

Es de destacar, que en este contexto, todos los actores tanto

gubernamentales como no gubernamentales, estamos expuestos a

desobediencias judiciales de resoluciones de imposible

cumplimiento o bien, que no corresponden a la competencia de

cada sujeto interviniente.

1
HECHOS.
Los hechos del presente caso se inician el 16 de junio de 2000, cuando nace M, hija de Diana
Elizabeth Enríquez y de Leonardo Aníbal Javier Fornerón. Al día siguiente la señora Enríquez entregó
su hija en guarda provisoria con fines de adopción al matrimonio B-Z, en presencia del Defensor de
Pobres y Menores Suplente de la ciudad de Victoria, quien dejó constancia de ello en un acta formal..

Leonardo Aníbal Javier Fornerón no tuvo conocimiento del embarazo sino hasta avanzado el mismo
y, una vez enterado de ello, preguntó varias veces a la señora Enríquez si él era el padre, lo cual fue
negado por la madre en toda ocasión. Tras el nacimiento de M, y ante las dudas sobre el paradero de
la niña y sobre su paternidad, Leonardo Aníbal Javier Fornerón acudió ante la Defensoría de Pobres y
Menores, manifestando que deseaba, si correspondía, hacerse cargo de la niña. Un mes después del
nacimiento de M. el señor Fornerón reconoció legalmente a su hija.

El 1 de agosto de 2000 el matrimonio B-Z solicitó la guarda judicial de M. En el procedimiento judicial


sobre la guarda, Leonardo Aníbal Javier Fornerón fue llamado a comparecer ante el juez, y
manifestó en todo momento su oposición a la guarda y requirió que la niña le fuera entregada.
Asimismo, se practicó una prueba de ADN que confirmó su paternidad.

El 17 de mayo de 2001 el Juez de Primera Instancia otorgó la guarda judicial de la niña al


matrimonio B-Z e indicó que se podría instrumentar en un futuro un régimen de visitas para que el
padre pudiera mantener contacto con la niña. El señor Fornerón recurrió la sentencia, y ésta fue
revocada en apelación dos años después de la interposición del recurso. El matrimonio B-Z interpuso
un recurso de inaplicabilidad de ley contra esta decisión. El 20 de noviembre de 2003 el Superior
Tribunal de Justicia de Entre Ríos, declaró procedente el recurso, revocó la decisión de la Cámara y,
en consecuencia, confirmó la sentencia de primera instancia. Finalmente, el 23 de diciembre de 2005
se otorgó la adopción simple de M. al matrimonio B-Z.
A modo de cierre y ante lo expuesto, solicito que la Comisión tome

conocimiento de esta realidad conforme al art. 46 del Reglamento

de la Cámara de Senadores ya que se trata de “conflictos de leyes

y atribuciones de los poderes públicos constituidos”, por lo que se

vuelve esencial su intervención para garantizar la primacía de la ley

por sobre la voluntad.

Asimismo, evalúe la necesidad de realizar entrevistas a los distintos

intervinientes y actores sean privados o públicos, conforme al art.

74 del Reglamento Interno de la Cámara de Senadores.

Como también comunicar al Superior Tribunal de Entre Ríos a los

efectos que tomen conocimiento, solicitándole estadísticas referidas

y una auditoría a los efectos de hacer realidad la aplicación de la

normativa vigente.

Solicito la toma de razón.

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