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See) DESPUES DEL aaa eye 2. Espontaneidad y mesianismo militar ros, es el contexto de Ia época el que idad seman| positiva que impli época de enfrenta- el adversario era percibico como enemigo y la al fascismo en Europa, es d rra- habian combatido como “resistentes" democs strense se ins- ratégicos que Geran en el pai mandos Coronel Pe PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO rae preci al esignara los comands de exiiados al Co wanna Atelamado en Chil, etc, hablo de Comando Titi Fane ferzas aetuantes ne palsy Se esr Ia d= eminacién de Comandotsrateica para st ism y para Cooke Navas de toda discus a palabra expres Ta forma unitara en ila espertencia peri en la memoria de os peronisas,aum= i hayepe tener en eenta ques senso no er ni¥ocoy que Th putea contnué extendiendose, aa puto quese rial arses larelnerpreacion de qe hi objeto en los aos se soviaysetenta, cuando devno en mito fundacional de wn miro ve Tem concepts, en fin, nen una génesis yn uso, To que pre cient lou hace histricos. En lo medio se habl6 de resi tencms peronista para desigar una vriedad de actividades de sshotign al égonen defacto que abr coma tan diversas como Pinaurrceciones cicomiltare ls conatos golpisas, el sbo- waco y raced Tega de una nea camada de drigen- vc. a propaganda clades one prescrito ane fascias tes sindicales, el terrorismo p hhasta las tomas de posicién del electorales, Aunque frecuentemente esta expresion haya sido re- ferida a la experiencia de los trabajadores peronistas en la lucha por la recuperacién de los sindicatos, remite a fenémenos de ins- tintos, por lo que sera conveniente piracién, alcances y fines analizar estos fenémenos por separado. Resulta sugerente pensar las respuestas pop ronista que sucedieron a las materializadas en la hora de la defini- ‘cién del conflicto ~de tono espontaneista y callejero, segtin ap taramos- en relacién con algunas de las formas que asumido la participacién politica durante el gobierno peronista, Una de las dimensiones de esta participacién apareeia casi regu larmente como especticulo de masas ritualizado. La proscrips icos de tuna democracia plebiscitaria, en Ia jportaban no slo en sus funcio- lares de signo pe- bia lausur6 vituales que el voto y la concentracion nes consensuales sino también exeluyentes, El sentido identitario se reforzaba entonces, precisamente, con el sentimiento que invo- lenguaje que presidia estas mani dilogo) proye 1eraba a los presentes, y ciones (en ocasiones considerat ESPONTANEIDAD Y MESIANISMO MELITAR 55, otorgado, hacia el cumplimiento de una "n suma, a ocupar lo que cada peronista 0 st “puesto en Ia lucha”. Dicha presen- cescena piblica, apenas si se habia visto inte- rrumpida durante la “tregua” democratica de fines del gobierno constitucional. Reingresada inorganicamente en pleno golpe, no tuvo en verdad chances de defender en las calles lo que se habia costumbre obtener pacificamente en las urnas y en “la ja de las masas en marasmo subsiguiente revel6 que esos ambitos le estarfan ve- daclos, peto la proscripcién prolongaria de dist eras un modo de participacién en los espacios pablicos de la politica Avanzado el periodo consicerado fue caracteristica la presencia peronista ~ponderada a partir del mimero~ en las asambleas y conferencias organizadas por la Unién Civica Radical Intransi- gente (UCRI), sectores del nacionalismo y aun del conservado- rismo, Los mas decididos encontraron alli la ocasi6n de inter pir la “fiesta democratica” al provocar a los oradores que apoyaban a la Revolucién Libertadora y generar en consecuencia frecuentes disturbios, Esta priictica, que comenz6 como respuesta a los festejos del golpe de estado setembrino, tendria destacadas manifestaciones a comienzos de 1956. En rigor de verdad, estaba bastante alejada de la experiencia de los concurrentes 2 los actos oficialistas del pero- rnismo, y como algunas fuentes inducen a pensar en su planifica- ci6n (como en la de otros disturbios callejeros) pueden haber ju- gado un papel importante militantes de la disuelta Alianza Libertadora Nacionalista, que ocasionalmente habian cumplido fanciones de “grupos de choque” en los actos opositores durante l gobierno peronista. No costar presuponer la participacién de aquellos activistas sindicales y de otras procedencias que en mo- mentos de tensién del pasado inmediato habfan cumplido la fun- cién de velar por la seguridad de los actos peronistas, Otras acciones tipicas de estos primeros tiempos fueron, en ta Capital Federal, las escaramuzas frente a las vidrieras de La Prensa y La Nacion (que registraban fr la colocacién, de simbotos peronistas en la difusion de volan- nies atent es paiblico: 56 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO ‘Todas se desarrollaban con medios primitivos. Los vol 1 ser confeccionados con sellos de goma sobre papel ris- tico y frecuentemente no inclufan mas consigna que el nombre de Perén. Se trataba de responder a las provocaciones de una po- litica que gozaba del consenso activo de los sectores altos y me- dios. Se trataba, mas concretamente, de “enfrentar al gor calles", a tal punto que con el cedazo y a Iente del tiempo no va- cilan en adjudicarse la “ertadicacién de los comandos civiles de las calles portefias”.® ‘Los miembros de estos grupos suelen negar antecedentes en el Partido Peronista. Tampoco habrian tenido relaci6n con la inter~ vencién capitalina de Cooke, ni siquiera con su adjuta rama juve- i, ya que el comiin de los activistas era mas bien suspicaz hacia lo politizado” del sector en el que se destac6 un joven llamado Max inuel Buceta. Acompafiante de Cooke en la intervencién del Par- tido Peronista en la Capital Federal, el “gallego” - Buceta era un convencido peronista que, como César Marcos, tenfa una forma- exilio muy pronto, seguramente con posterioridad a junio de 1956, y muy poco es lo que se sabe dea (sobre todo cuando esti sntos identitarios muy. desentonen con la cuota recuerdo de quienes evoc: por tantos afios y atin encierra s tes), €s significative que, en esencia, ni de espontaneidad que, como veremos, se impone adjudicar a la resistencia. Mas que la fiabilidad de Io escrito y de lo oral, pucs, conviene considerar su verosimilitud, En este sentido resulta inte resante la coincidencia en cuanto a que el mévil de aquellas con- lamente, la necesidad de “hacer algo” ductas no era sino, set frente a la omnipotencia “gorila” y sus simbolos, y que por norma no se reconozca mis ideologia inspiradora que el sentimiento pe- ronista ofendido y la necesidad de expresar la lealtad incondicio- nal al jefe exiliado, No deberfan llamar la atencién algunas de sus ‘caracteristicas si tenemos en cuenta que se cortesponden con un. movimiento que distaba de haberse conformado en oposicién al estado y que por lo tanto carecia de tradici6n y experiencia al res. ecto. hhallarse una de las claves de] importante papel qu litantes de la disuelta Alianza Libertadora Naciona- sta. La formacién intelectual de estos activistas era por demas ‘azarosa, y estaba alejada de los escasos referentes que podfa ofre- cer el peronismo. La orfandad politica tenia, pues, correlate ideotgico, a tal punto que quienes buscaban superarla se sintie~ fade Ia Revolucién Nacional, y, més consecuentemente, hacia las interpelaciones de los grupos nacionalistas. La prédica de César Marcos, una especie de mito en las referencias de los resistentes, no parece haber tras- cendido el ambito del autodenominado Comando Nacional, una suerte de versién clandestina de la intervencién partida ae lain ion partid, MESIANISMO MILITAR ¥ ORGANIZAGION CLANDESTINA ‘Tenfa razén el gobierno cuando priorizaba otros peligros por so- bre los des6rdenes callejeros, Desde el Aramburu fracas6 en el intento de sublevar C donde una tropa acaudillada por el suboficial Manuel protagonizé cl significative hecho de desarmar a los jefe del pais. Desde entonces, la suspicacia ante subalternos identi- ficados con el peronismo no dejé de preacupar a los nuevos mandos, sobre todo desde que el relevo forzado de Lonardi y la ibsiguiente aumentaran el malestar en la olicialidad de sraas Armadas. todo diciembre de cesta atravesado por versiones n en diversos puntos del pais, Final detencién de conspiradores civiles y mi res retirados en La Plata, Cérdoba y Mendoza. Trascendlid que el {grupo platense habria estado dirigido por el coronel (R) F. Gen- Ihuomo, signado de peronista," y que el ntimero de detenidos 58 F1, PERONISMO DESPUES DEL. PERONISMO ascendia a quinientos," antes de que el 22 de diciembre se cono- jes, destruccién y atentadlos personales”. ra s6 To que se constituiria en la constante de la primera mitad del afio. los nombres de generales nacionalistas como Ben- goa y Uranga, entre otros, serfan frecuentemente citadlos como posibles cabezas del descontento. Mientras, en las zonas de mayor concentracién industrial co- menzaba a practicarse el sabotaje en los lugares de trabajo, fené- ‘meno que Daniel James ha interpretado como una manifestacién ‘én de nuevos mecanismos de control “cultura del trabajo” del periodo pero- de resistencia a la implan patronal que afectaron k nista. Poco podrfa decirse del grado de compromiso de las antiguas jerarquias sindicales en esta actividad cuando, precisamente, las ‘organizaciones habian sido desmanteladas y muchos dirigentes habfan sido encarcelados. Mas dificil resulta establecer la pat pacién de estratos intermedios en ellas, aun cuando sabemos que Ja mayorfa no habia recuperado todavia la oportunidad de com- petir por la conduccién de sus gremios. No dejaban de ser, sobre todo, manifestaciones espontineas de descontento 0 protesta la- oral Fstas acciones, que no necesitaban reivindicar filiaci6n alguna para que la sociedad les atribuyera una identidad de origen, cconstitufan respuestas demasiado primarias ¢ inorgénicas para que pudieran ser efectivas de acuerdo con algtin fin que trascen- icra el de una eventual fancién intimidatoria en un conflict lo- calizado. Sin embargo, en Ia medida en que ~de generalizarse~ podfan afectar directamente a la produccién, causaron mas alarma que un acto de provocacién callejera o de actividades de propaganda cuyo golpe de efecto podia agotarse en el sefiala- miento de la presencia de irreductibles de! peronismo. Por la misma circunstancia de estar relacionadas con el trabajo de las personas, no obstante, eran mucho menos sustentables a largo plazo si pensamos que se originaban en un ambito tan poco pro- cio alas pricticas de resonancias “hudistas” 0 al eercicio del te jsmo como tna clase trabajadora cuya tradici6n era la de un G partir de abril de 1956 entré en un agotamiento progresivo en favor de formas de Violencia a las que debe atribuirse mas directamente un si tivo que en mayo apenas Contabiizarse tres actos de sabotae al wansponte pubiey aon ont a helen yt tabajo fueron cada vez mas ocasi = : que por cieto no cr arbiaroralaparane ton era probablementeexageraday, en un sentido may conceos decitdamente as, iron lv propio contenporcey a, botje al gue vino asumarse una pms pena sionante stad trons, ocup desde lon prmeron mene te 1956 un destacado har en las preocupaciones sets opa pili sare todo dee que comeazions Inerosexplsivosestallaron ocho artefacts en febrero cove tee niocon Pasir de octubre. La predcupacion lev6 a que, en febrero, la ireccién Nacional de Seguridad advirtiera a la poblacién qu x jera ala poblaci6n que cabia la prisién de por vida a quienes fueran hallados culpables de tales actos. El semanario px vel la emerged rgedira dl pro. sa percepcin, revlaora del sent pleases alsahoaje en os gars de uabao, no dc hes pre omandos sndial, a ox que fecuentemente se lute par referirge a la vines fuer de ln conduction ofa on los distnon | suedinen de una organi ica del peronismo 0 los mucho mas “anénimos” que 60 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO también protagonizaron manifestaciones y atentados. Aqui se imponen una consideracién y una pregunta. La primera es que por diversas razones, entre las que cabe contar la ulterior y rel res de tra: tiva distensién del componente represivo en bajo junto a margenes acotados de actividad sindic dad de intereses de unos y otros “resistentes”, si efectivamente existi6, tendié a diluirse. La segunda es si, como por entonces se afirmaba, estos actos respondian efectivamente a un “plan” pe- ronista de alteracién del orden publico. Para quienes se consideraban bien informados, no cabian du- das sobre su fuente inspiradora: un misterioso comando que te- nia su cuartel general en Panama y cuyo titular no era otro que el presidente depuesto. FI 11 de enero habia sido detenido el “correo del zar”, un ignoto personaje llamado Victor Radeglia, perteneciente al entorno reciente de Perén. La sociedad se en- teraba de sus actividades en Chile, Uruguay y Paraguay, donde habria comenzado a coordinar la subversi6n al frente de una di- reccién que egé a ser denominada COPERA (Comando Pero- nista Racional [sic]). La portada de Qué... ilustraba, asimismo, la percepcién de muchos argentinos: Ia foto de Radeglia aparecia sobre un mapa de América, desde cuyo istmo central surgian aviones, discos con la vor de Perén y délares para fomentar la subversién de los comandos.”3 Hoy sabemos que, en verdad, el “correo” ya no contaba con la efimera confianza d cemisario fue el primero de una larga serie de los muchos perso najes de azaroso destino que accedian répidamente al entorno ‘También sabemos que las primeras Iineas del peror destino desconocieron Ia existencia de las célebres drdenes hasta fecha més tardia, lo cual era més cierto ain para quienes se desempefiaban en la “amateur” actividad subversiva sin mas ito que la dedicacion personal. ‘Aunque la prensa exagerara la magnitud de la “campatia deses- tabilizadora peronista” yla vinculacion a su presunta fuent radora no se correspondiera con la realidad, existfan motivos para {que los contemporineos las interpretaran como hemos dicho. De ESPONTANEIDAD V MESIANISMO MILITAR 61 0, os del Comando Nacional corres. fan en lineas generales a las directivas del exitio. Para media dos de febrero tascendi la detencion de mas de un centenar de Personas en el Gran Buenos Aires, en cuyo poder se hallaron ‘panfletos y discos de propaganda peronista que incitaban abier- tamente al sabotaje en fabricas y depésitos de diversas mercan- aaa En realidad, las primeras recomendaciones se montaban sobre actividades que de hecho ya se venian realizando. Mejor ain, po- demos sostener que el tipo de noticias que llegaban al exilio era la construccién y la enunciacién de un discurso ia que el maximo liderazgo peronista no dejé de re- ir durante todo el periodo considerado. Contrariamente ‘alo que se ha supuesto, la utilizacién de discos grabados por Pe- 16n ¢s, para esta fecha, todavia muy limitada y, en rigor dle verdad, incerta, Radeglia habria portado, pues, si no discos y délares, como se anunciara en aquella tapa, las famosas “Directivas generales para to- dos fos peronistas”, del 1" de enero de fe, entre otras cosas, se culpa por su proceder “humanitar 1955 y Hega a apelar al semtimiento de la venganza.” Tal cual es de- finida en dicho documento, la “mi la situacion de fuerza mediante la fuerza 0, en su defecto, por la ace cidn politica”. Postua la resistencia pasivae invita a prepararse para 4a “revoluci6n social”. Aunque remite divectivas particulares a los partidos peronistas masculino y f h 8 dirigentes deben surgir espontane: sas" y afirmar su autoridad en los hechos, al tiempo que desalienta liderazgos 0 “referentes” alt acercamiento a caudillos militares de moda y I de con- sejos amistosos al actual equipo de I posicion del partido debe ser de abso Superior no puede actuar "sin acuerdo de! movimiento”, y “el mo. vimiento tiene un jefe", se afirma, Cada casa peronista debe ser una Unidad Basica”, cada peronista, Gz EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO tara, Ellas re gente, y dese: si se habia tismo de los ditig indicaban en esencia su jefatura y la linea intransi- aban las actitudes neoperonistas (cuando apenas juado tales), las expectativas golpistas y el pragma- tes sindicales. REPRESENTAR LA CLANDESTINIDAD Estas directivas, que prologan las distintas érdenes que Pern re- mitiera desde el exilio, nos introducen en otro tema que, desde su formulacién, implica una contradiccién aparente, El hecho de que la disputa en torno de estos documentos constituya el modo iis frecuente mediante el que intentan dirimirse las expectativas de los distintos grupos y dirigentes aporta algunos datos sobre las, unque dice bastante s6lo en segundo término (oa partir de aquél) en relaci6n con un movimiento sobre el que no cjercian, en verdad, casi ningiin tipo de control El grupo que “hered6” la conduccién de Cooke en la capital fue el primero en difandir aquellas directivas y, al parecer, en to- mar contacto con el ignoto enviado, Una carta de Perén a Jorge ‘Antonio, fechada a comienzos de enero en la ciudad de Col6n, re- tacto con Lagomarsino,"® uno de los comendaba ponerse en lideres del Gomando Capital. El 24 de febrero (aniversario de tismos dirigentes firmaban un comunicado en nombre del ya denominado Comando Nacional. Haciendo hincapié en que las uevas condiciones de la lucha no podian ser abarcadas con la a estructura orginica”, ni por los “antiguos cuadros par- (César Marcos y Ratil Lagomarsino se presentaban como “comando nico y superior [...] destinado a dar a todas las agrue paciones y formaciones populares del pais, la organizacion (.-], asi como la correspondiente representacién en el seno del Co- mando Nacional {...]".” Al postularse, Marcos y Lagomarsino no ESPONTANEIDAD Y MESIANISMO SLITAR 63, ues de la estructura formal de aquellas “Directivas ge- nerales” que abrian la puerta conduccién gestada al calor de la emergencia. Los mensajes del exilio, en efecto (y particularmente la correspondencia que Pe- r6n comenz6 a dirigir a numerosas personas) parecian expresar uuna conviccién estratégica a la ver que wna actitud animica: la necesidad de que “el movimiento” pasase la ordalia de la Rev ion Libertadora sin sucumbir a las tentaciones de la polit donde éstas apareciesen. También daban la pauta de una soledad lamiento pol ‘0 que explican tanto la mult la aparicién de un fenémeno recu- rrente, caracterizado por el sibito, efimero pero renovado ascenso de verdaderos advenedizos a la tesemisariosdelegados.®? Era s6lo el comienzo. Los documentos de puto y letra del jefe el Movimiento, a veces simples cartas y aun la foto autografiada, sin que pudiera hablarse todavia de delegacién de representativi- dad en beneficio de dirigente alguno, se utilizaron profusamente la interna de la clandestinidad. El mentor de los Comandos Coronel Perén se vanagloria en sus memorias de que en junio de 1956 estuvieran por remitir el tercero de sus informes a Panama, mientras que sus competidores lel Comando Nacional iban por ¢l primero.*" No eran los ‘inicos que escribfan al hotel de Colén, donde a la sazén residfa el ex presi or supuesto. Las res- puestas presuntamente servian para aumentar el predicamento ante las bases, y la precariedad de las comunicaciones facilitaba ue cada grupo se considcrara el elegido. La desorganizacién de laresistencia (sobre la que se superponéan confusamente antiguas soberanias formales del partido) tornaba atin més relevante la re- cepci6n de una carta por lo general redactada sin retacear elogios para sus destinatarios. Constituisia un error, sin embargo, avibuir las disputas en esta tapa al maquiavelismo de una remota direccidn, aunque Pern ~fiel a un estilo propio de su conduccién politica no dejara de tmar la atenciGn de sus seguidores sobre el papel que estaban convocados a desemperiar en el futuro, Por ejemplo, Jorge Anto: nio se persuadia de su probable uncién en enero de 1956, aun idad de representan- 3. Resistencia, terrorismo, sindicalismo ied de soluciones golpistas y cej6 zas Armadlas no existian te el ascendiente de los dn de los nuevos jefes y los mandos modi en claro que dentro de las Fi ae oficiales peronistas, ufa ante la firme de mente una desaven el reves aleanz6 también a los grupos ves al golpismo. Desde la perspectiva de lado, el gobierno dad antiperonista y clamaba la envergadura de la represion, ‘Glavin publicé en primera pagina detalles del plan que de- se hallado en manos de los perturbadores, cuyo resumen ‘TERRO ‘empleo de ele itares desplazados, aliancistas, peron stas, La consigna figuraba en nrdenes 1 los com: 80 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO los cuerpos de seguridad y de informacion cerios de las FF. AA. y de la P nir el comunismo se pretendfa extend rica (..-] RMA DE OPERAR: actuaban dos rama: bezada por los generales Juan José Valle y Lagomarsi yma de rehenes, incendio de iglesia upcién de servicios e ibn de los érganos de of taciones, el asesin: casas particulares y el terror sin discri elemento de dominacién,!2 \graciarse con la espo tar de pariuelos blancos y el despliegue de banderas, i le los es argentinas, y se hizo eco d tiperonista celebré la represion d 1es, ota fiesta democritica que express el abismo que se- conacién del himno nacional y los clamo de que los méximos re} aparecieran en el balc6n de Ia casa de gobiern inesperada reafirmacion de patrio- decisi6n civica, adhesién a los principios sustentados por la "que tuvo lugar durante la “densa y vi- brante concentracién que como reaccién por los acontec sidente y el vice en los balcones, nacional volviera a ent firmes "0 juremos c RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDICALISMO. 81 caidos por la causa de la libertad” rrieva en los albores jera la sorpresa e incomodidad de la poblacién ani acostumbrada pr De todos modos, agitar el espec- 6 la confianza necesaria para inten- na peronista por cauces clectorales, Ge informar sobre ta fracasada asonada atsibuida a peronist naci * (aunque no faltaron alusiones a los“: cn la Casa de Gobierno, Rojas a ciones generales lo ant mejores razones par: teresarse en preservar accediendo en los ni les y para a los que progresivamente fueron basicos de la representacién. LAS NUEVAS PRACTICAS CLANDESTINAS 156, en simultineo con el recrudeci: aiento de los confictos gremiales, eaparecia~con una magn pero sobre todo con una repercusién enteramente ntteva una prictica destinada a per sas localidades del Gran Buenos Aires, por las noches, esallaban primitivas bombas que en la apocalf rismo peronista”, fragmentada sobre las paginas policiales y cuando editorializaba al respecto lo hacfa explicindolos como remanentes de la “dict. estos hechos 82 EL PERONISMO DESPUES DEL FERONISMO dura depuesta”, os hablaban de fa necesidad de loge un cam bio de orientacin en los sectores sindicales del peronismo, br dando, por ejemplo, mayores gars elec fal en las gremion como eficaz remedio ala descariada préetica de la acci6n directa. Tas eircunstancias no solo habfan cambiado para quienes se postulaban como observadores imparcales de ese tempo y entre Toe que mis decididamente comenzaban a perflar el discurso de ie antegracion”, Mas expeditivo que antes, e gobierno procedié a detener *preventivamente” a dirigentes sindicales peronistas e cautery, sobre todo, ausnent6 la viglancia nocturna, con lo jae ede momento~logré reducir la actividad terorista ‘Se cataba sin embargo, entendemios ~y ls apariencias denden @ confrmarlo~ ante un fenémeno distinto de aquel que habia ins pirado la veistenca en a rics” en la primera mital de 1956. Por lo pronto, no siempre estos atentadostenfan que ver com el Tagan de trabajo y sus autores parecianselccionat lo objetivos ‘de acverdo con un evterio de “propaganda por los hechos” que in que hiclera demasiada falta subrayaba inequivoramente st Fnctbn, La sociedad two una nueva medida de aquella amenaza can as redades de eiudadanos acusados de participar en activi: des subversivas, A comienzos de 1957, por empl setnta de la existencia de “instrucciones enviadas desde el exte ‘joe que propieiaban el sabotaje yl erimen, y de dstintos proce: “Tmiemtoe que a vealzaban en zonasimitrofes. BLS de enero, en peventivament, varios pe- San Juan, se comenz6 por arrestar, onistas sospechosos; el 18 del mismo mes se detwo en Jujuy @ jpantes en un plan subversivo.™ Una ver que se ieron a conocer, pues, Jas directivas del propio Per6n, era bas tante sencillo suponer la sombra del “tirano profugo” en cada gato y, aunque esto timo resultara menos verdadero que verost qnil, todos atribufan tna identidad de origen a los distintos ipos ide atentados (ya sea los perpetrados en los lugares de trabajo 0 bien, como la naciente cultura del explosivo parecia suger! dirigidos hacia objetivos inequivocamente politicos), ‘Seguramente estos diagnésticos también fallaban cebjan dichas manifestaciones como parte de una actividad coor- presuntos partici RESISTENGIA, TERRORISMO, SINDIC Mo 83 dinada, toda vez que cada grupo iat a atc aia de mod a somo, pc con eens, po lo ger e tab de asa es iregulares de personas agrapaas con un fn eapecticn tado, cuando no de individuos que decidian poner en Ietca — ‘empresas reivindicativas. a] Sostenemos qua afirmacidn dea resis on el progresivo abandono de las practicas subrep E taban la proc y el wabo eng jstamentela imagen de una seg sno po cas que fee oro que mpone Imagen de ua senda peas pore ee sboue yl parpacon de igen igentesstahc os dea tas conspiraciones a. ilitares. Por la misma i fnconpiracones militares. Pr circunstancia, estamos oe los de ns carateriticas que uelen adjdicirscle rimer periodo que de aquellas que se le atribuyen al sey Los ejetos pos eaueron presents desioel pine we mento, aunque en muchos casos se planteari ces s se plantearian dificultades para dens de os conics sores conteporincos ea arte, partir del golpe de estado de 1955 y durante todo el pe- do, se scedieroncontinuosatentados de evidentecaricter ex Bontineo, Antes del rellujo que igus a junio de 1956 yen pleno auge de la resistencia en las fabricas,!® en un periédico podia le- erse, en apenas cuatro dias, acerea de tres hechos ocuridos en stints hgares del pats De primero, a través de la publicaign dk una denunciaefectuada por el Centro Socilsa dela primera clon electoral, vitima de la colocacion de un petardo: “eat atentado, como los otros cometidos en is yu ca en forma de sbotae con bombas denractras con edinaeeinaeee riosen alimentos, ran, on eacacén de ths en menos, et, e ara exc de cima ado teonpiacions ie mearonalanpar del segnen aero 1a omen er eas Sein eer estar el medio refed, que sostenta una nea eon an partido socialista y que permanecia particularmente atento _ : spo de manifesaciones, “en ningin momento hechonde eve na talet pen er atuidona aeajr quel ep i inensmente por ser contariosasu conden desea he nos que buscan, por medio de la fraterni aoe movimientos e ideas que los eee beven de la opresién del engatio y la 84 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO miseria’.!"! De todos modos 6, mejor dicho, precisamente, debe- mos advertir que la seleccién de un objetivo politico ~una sede stidaria- podria no ser ajena a la presencia de dirigentes socia- listas en las intervenciones sindicales decretadas por el gobierno. Dos dias después el mismo medio daba cuenta de que en Tucu- ind permanecfan detenidos nada menos que sesenta “autores de ifestaciones”, presuntamente implicados “en et Jan elaborado por ex jerarcas del gobierno depuesto”, a paro en demanda de la libertad de los obreros detenidos,"™ y, al iguiente, de los destrozos cometidos en una iglesia de Carlos atentados y los altares, for26 el sagratio y extrajo los copones las hostias desparramando su contenido por el suelo [..-], arrancé de su lugar la bandera argentina (...], arroj6 al suelo can- delabros, sacras, Vinagreras y cam] destroz6 partes de los confesionarios y volcé el dleo y la sal del bautisterio”. Fl autor sacrilego atentado, un joven de 20 aftos llamado Miguel Angel actué solo y dejé un mensaje en uno de los altares donde “La venganza de Peron"! \ibilidad de la opinién pitblica fue tanto més acusada de explosivos que ante otras manifestaciones. ante la coloca ‘Antes de que esta préctica se generalizase hasta preponderar cla- ramente en el conjunto de actividades dela resistencia, los obser- vadores tomaban sus precauciones, remisos a convalidar los obje- tivos de sus autores, Baste sefialar que cuando 1a restauracion eral volvié a uilizar bombas de estruendo frente a las comiste vias durante las fiestas mayas (una costumbre abandonada du 0), se crey necesatio advertir al respecto “para {erpretaciones que no sean las correspondientes".!™ tel registro de la prensa de la 6poca, la primera recupers- actividad subversiva se produjo, en realidad, en octubre para reaparecer con mayor fuerza a fines de ese aio. ese a que, salvo casos puntales, los grandes medios manifest ron mucha prudencia al informar sobre estas actividades y gene- jas los comunicados de prensa se convirtieron en la nota comén rante el per te reproducian como not del gobierno, durante 1957 ell case, | RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDICALISMO 85, ‘en un momento en que ya nadie se con- bre sus propdsitos politicos (como no fuera para exage- rurlos). Pero zse tataba realmente, como esas paginas inducian a pensar, de los frutos de las directivas del ex presidente? ¢Eran en verdad estos hechos parte de una nueva consp nista 0 \cibn propero- ‘acionalista? ¢Significaban en cualquier caso una tabilidad del gobierno? Aunque todo conducfa a reafirmar las convicciones de un go- bierno demasiado proclive a leer, en cualquier hecho, la manifes- tacion de una estrategia subversiva orquestada desde Caracas, no puede pensarse en Perén a la hora de buscar la principal fuente inspiradora de la violencia. Tampoco puede menos que dudarse de la envergadura de los “corny amenaza para is" que eran descubiertos pricti= ne as ore denis aparece menosen ts he dh que ene pistoara Cansiatan esta tinas, por el contato, una protongacén de os actos de saboraje que hablan abundado en lox praens tempos de a resitencia?-Podian tener lor nuevos hechoe ene bien una inspracin ors sindal? En tode inom de pond mento de fos conficts abrales se perdicron msde cnce ones de jomadas por huelga en 198, conta no mucho nds de cen mil en el sho precedente, Por oua part, In selaion en principio antes entre actividad sndealy selon dvecta no debe conducira suponer que laparteipaion en lo bios alge menos resuingilos ~pero-no mis graciosmiene concedidng, Av a egalidad es eservab los sndeainasperntn aya So totalmente incompaule cone jerciio dea woencia, be hecho, resulta my fl end de lo confetoslaboses om temporineos tanto ccurido durante elim gra acto de we bot! incendo de a planta Sian Tell como el primes hecho espectacular dela era del "cao" vs wlada “ena puenteferrovaro en Wilde~ En diciembre de 1996s reyes Ton cinco inceniofabrilesatbuidos al sabe, dele uaa nismportae fue, precsatene ede la plana metaligiea 86. PL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO Siam: ‘1 18 de ese mes. El mismo dia explotaron ocho bombas en el Gran Buenos Aires, lo que fue considerado parte de un plan revolucionario dirigido por Perén.!"" El semanario mmalisia Azul y Blanco, que consagraba regularmente una pé ‘gina a Ia actividad en los gremios en franca hostilidad con el go- bierno, repudié el hecho, y reflexioné sobre el sentido de la des- truccidn y la pérdida de fuentes de trabajo. Dos meses después, la uutilizacién de explosives en la voladura de un puente y el incen- dio de un naftoducto a la altura de Villa Dominico (Wilde) logra- ron que por primera vex desde junio de 1956 wn hecho subversivo vot- vieva a ocupar los tiulos de primera plana de los periédicos.” ‘Tampoco se retaceaba este recurso 2 la violencia intimidatoria en pleitos mis localizados, como por ejemplo la detonacién de un explosivo en una panaderia rosarina que no habia pagado los nuevos sueldos y la retroactividad convenidos. "58 Bl citado caso de Siam-Di Tella marco sin embargo el comienzo de una separacién mis nitida entre ambas esferas de actividad, Corolario de un contflicto importante en el que participaba el que cera el paradigma del sindicato industrial peronista, merece ser ferirle un sentido preciso. En julio de 1956 las principales organizaciones metakingicas se reunieron en paritaria con el propésito de actualizar el convenio colectivo del sector. La presencia de los delegados en el plenario nacional que designs a la Comision Paritaria significaba un doble éxito para quienes habian conseguido asi el derecho a una especie de cogo- bierno con la intervencién militar y demostrado ademas, dado ‘que estaban alli después de elecciones incuestionables y pese a su conocida identidad politica, el fracaso gubernamental en la “des peronizacién” de uno de los gremios més importantes. La falta de acuerdo entre el sindicato ~que demandaba una actualizacién salarial~ y la patronal ~que consideraba a la paritaria una ocasi6n para climinar del convenio colectivo todo obstaculo al incre- mento de la productividad~ motiv6 que los delegados convocaran ‘aun paro para el 4 de septiembre. El éxito de la medida y a inflexibilidad de la patronal levaron a que el plenario sindical convocara a una huelga que dur6 cin- cuenta das, la cual desembocd en despidos de activistas yen la re- Es interesante tener presente que wn lado, se consumé en un momento de declive y division de los huelguis lg Ye, por ato, consis el pretent para tna repeson gus ah, catx6 alos comités de hucgay que desu la fedes deol, Fidad que habian permitido sostenr la protongeion dele mn dida de fuerza. De modo que fueran quienes Imeren os see acion de la volenciay el nentado coe do de as elacioneslboralesenconfto, parece eave que dichos medios eran crecientemente inet A oa resultados dela lucha. Muy proben Cas ce comes paraelos aces para optimizar los se tratara en estos w actuaban tras la fachada legal de los sndiatos, yaun debe tenerse en cuenta que ala maya de los drigentes intermedios que habian participado en la actividad, sindical durante el peronismo les seguia vedado el derecho a par= ticipar legalmente.!" La antigua jerarqu al peronista, en- se habia embarcado a principios de diciembre de 1956 en la organizacién de una huelga general que terminé en desis ituy6 el tiltimo intento de sumarse a una revolucién dad de que se haya involu- cas Lerroristas desde fuera de los conflictos la borales -pero frecuentemente en relaci6n con ellos- Segtin el re- de un 3 #60 de junio de 1956 se pusieron en Prictica “métodos combinados de legalidad y violencia”! En la Perspectiva de un reconocido historiador, las bombasy los incen- dios solan ser concomitantes com las disputas laborales mas Sas, pero “quiienes en la prictica ten cabs consierar que el heh d de que a reconqusa del legal dad haya endo men diferencados al ver convoy cap le perpetiacion de ess preteen alga ninguna manera expl caso, si la historia del per k cronismo y la del movi lento obrero después de 1955 se superponen, también se exce- 88 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO tener para sce, a progres afrnacion de extos mos om indcpendencia de sx inspiractn gre. - atta. origen espontanco y extasingical en ads palieoidenttaras mutuamentereconocias a partir de tenes comin? Por qu no suponer par excapara ee corse que totemon imponernos como premisa ia bsqueda de wna inspire Sion exigen enmedintae, que la emerencia de ets grupos se io Bvoreida por su consitucin a parr del barvo y aun de a familia alg que también con tevin? Como vere, los informes pias dela dct ead confrman, pew asus eayeracione, buena parte de Ios teafmoios de ls protagonists en eantoasucomposcin y ftascaractersens le sus atvidaes, Bran recentemente eos arcioes aun cuando 5uformacion no se hublera prod vido porto general en un garde taj, lox que interven en tes contictslaborsesy quienes mis nsitéan ena neceidad de tnvduci notas de espectaelriad a eka" Trvenigulones fteriorsalatertado ferrovario de Wilde era rom slscetearo de Servicio de Iteligencia det ado informa ‘Sore un plan para permarbar el orden piblico con a participa “Gonde lementosgfemiles en una conspraion nacionaltpe sont Ta pens informaba diaramente tambien de procea Inienos realizado en el Gran Buenos Aires “conta elementas Comune y deaplazados que preparaban un plan de pertarba- Sion confines poles” del secuesro de propaganda ¥ explos- Sov del ev de bomibas en divesos pons de pay, en gene Taide una perpeta ‘conspiacon desde aver” que redndabs i fcewents requerimientos del gobierno argentino a pares Tanosmereanos para qu imptieran activa de os exis nmutenorie Ellengusje eufemisco wslzado para refers ligencia RESISTENGIA, TERRORISMO, SINDICALISMO 89 4os peronistas (“desplazados”) sotfa proyectarse mucho més los presuntos conspiradores y aplicarse a toda realidad asociada a los partidarios y dirigentes del régimen depuesto."* El 17 de fe. brero de 1957 el general Quaranta, jefe de la SIDE y activo parti resi6n a los involucrados en el movimiento del 9 de nformé oficialmente sobre la dete volucrados en el atentado de Villa Dominico. A comienzos d marzo, tras el descubrimiento de la AENPA (“Agrupacién de Exi- lads NaionaliasyPeronist Argentinos) en Bola teense @ muchos “comunistas y falangistas” in os en uno de los tantos complots.!#6 ‘én en La Plata de i Un segundo “hecho espectacular” revestiria caract escndato para una sociedad que con los referidos cul tentaba conjurar la por el momento irredu partidarios del “tirano préfugo”. A mediados dle marzo se fugaron del penal de Rfo Gallegos John William Cooke, Jorge Antonio, José Espejo, Pedro Gomis, Héctor J. Campora y Guillermo Patri on lo que el poder de una malética logi mistas” se confundian con los execra bles representantes del régimen depuesto para atentar con democraci argentina pass obsesonar aa prensa alos infor tes gubernamentales. Los medios grficos argentinos seh eco dela fgn produce e odio de mage poco comin [,..} por la jerarquta que ocuparon en el régimen si Perado por la revolucién (...], John Williain Cooke, ex interven, tor y ex presidente del partido que tespondia al nombre del a M7 Los profugos se 17, un : : mn en auto a Punta Arenas, le, y permanecieron detenidos en Rio Gallegos, es decir, no participaron en la fuga, Sebastién Borro, Mateo Hernindey, José Benigno Alfonso, Juan Pala, Francisco Manzo y Ho : Chaves, Todo induce a pensar qu bornos en \cio Irineo la fuga estuvo mediada por so- presario Jorge Antonio desempeiié un rol 1955, pero apenas habfan sido alg natural de e (90 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO .bia podido ofrecer tades- a los grupos clan- jencia desde el extranjero ios, Con el repre- .encia podia contar, Jer coto a las divergen- jos y con una base de operaciones clave embargo, fracas6 en toda la aquica diéspora peronista y toridad fuese respetada en el puede seguirse a través de la correspondencia pul medida de la distancia que mediaba entre la percep 1d organizativa del peronismo. Cooke no a ala vieja estruc- tiguos compafieros de ‘Comando Nacional, Marcos y Lagomarsino."™ Para el go- Jbservadores antiperonistas en general sobre el que se dibujaba la sombra formes adquirieron un tono defi Guillermo Patricio Kelly -sobre quien pesaban cargos de lencia comtin que tornaban inminente su extradicién— tuna vez més a la justicia al protagonizar una fuga espectacular le, De todos modos, sea cual fuere la relacion que entre .ce haber marcado un pun las actividades de la resistencia. ‘Como sefialamos, el afio habia comenzado con el est cuestros de propaganda y “matei vo tipo de violencia pol reflexiones de la opini6n pttblica, prensa, y el gobierno, abordaron ‘acién de atentados en como tema obligado en ya partir de la forma en que el tema resulté obvio integrar la prol TERRORISM, SINDICALISMO gu tas zonas del pais con vastas Pe co nes de ale: 0s datos hubiera redun- y la Capital Fe- jentras que en constituy6, al menos, una practica ret ee! ractica recurrent, Hay cuenta, ademas, que en ocasiones los aten raran en lugares que simbs Fo que ~a veces significaran i cestatal a 10S HECHOS ¥ LAS cosas [eHo de gue el gobiemo lograra red as de catorce en diciembre de 1956 a se pasé a muev cuando se hall 92 £1 PERONISMO DESPUES DEI. PERONISMO \érmino: los activistas elabor de més facil acceso, vertian troz0 de cafio soldado en tapa a rosca y una mecha. los explosivos con los materiales cia incaut6 un depdsito de vanizado, detonantes con getal, azufre, botellas co r mejorado, de artefactos que estallaban a partir de tivaba cuando se los cambiaba de post ISTENCIA, THRKORISMO, SINDICALISMO. 93 idad, Pese a la gran ci tiperonista a manos de uno de es Marios vgara dd, vara pensar no slo en leno losarteato sno en una linitacgn vl vrharse impopulares en la medida en que arrojas imas, LOS PROTAGONISTAS (94 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO aria en los primeros intents de reconstvcin formal del pero- hismo “desde el Comando Tactic y ta Delegucién Nacional d Consejo Sperior hasta el mas institut Partido Jomiilita~ precimente en representacin de aquellos grupos dela este: fa. Su narracién, publicada a comienzos de los nfs telent, Prins imeresanes els sobre el fancionarieno de as ag paciones clandestinas, esa sobre aspects que hubieen esc pado a todo observaor no parame ol inchiremos gy tna referencia que confirma ee aso de qien fuera elective mente un destacad militante—To que puede deduces de tsizno nis mis indivectos: Mi ofio, pntor En et ao 38 yo tena ina pequeta empren de pintura..Vessbamos pintado, 16 de nio.en. una cooperata metalingiea. Yo tenia 88 aos polfea n fn, era peri, como michow 0 ea mente no hacia ni om afiliado pero iba a algunos actos peronistas [...] ea elt ae atid ees on rio ener conn que hasta aqui hemos script, y pes al inevitable colo ceminiscenca no agpre a magnifica as dimensiones apitider fx, lugares comunes de otros ce peronisasy deta tae Retr, testmonion como i dessincuacin con los p Ite dea atlers ot ovine, let ia Vigo habla deja truco en rolongae esto que Juan Mara Vigo fsacnteimient dei de 15" expel cay elope ej, emperane nnaron ex. a cae ucién gno? En San Fernando. formamos el comand Zona Norte, que daria mucho que hablar mie tarde. Tenfamos aa organiza nae Inet Modes dr, Epon deo pia Dar por A nol paeiageeradeasmancra.t d buen Esperimentamos, as noma aque te crste™ a cn conta ga en i pepe ox robles adnan nec denne og enon lel movimiento candesin: “Hasta ee momento presentatidad del mo oat crecientemente desvinculado de las luchas sindicales.""* RESISTENCIA, TERKORISMO, SINDICALISMO 95 EL15 de mayo de 1957 el teniente coronel Desiderio F, Suarez Yel capitan de fragata Salvador Ambroggio, respectivamente jefe ysubjefe de la Policia de la Provincia de Buenos Aires ~cuya situa- ién estaba comprom la por su responsabilidad en el fu miento sumario de civiles en los basurales de José Leén Suarez, pusieron a disposicion de la prensa el siguiente informe, que puede dar una idea sobre la naturaleza y la capacidad de muchas de estas asociaciones. La investigacién habia sido iniciada -una ‘vex mas~ a rafz del estallido de un explosivo en manos de un acti. vista. Se habia descubierto en San Justo una banda cuyo jefe era ¢1 propietario de un vivero de ores y estaba integrada por indi- luos de 22 a 40 afios, en general trabajadores de di mos. A pi nido re: 0S Fae de reuniones periédicas en el vivero, “quedé conve- iar una serie de atentados junto a'una campana panfletaria”. A uno de los miembros se le encomend6 "Ta adqui- sicion de un cafio de 4 pulgadas para cortario luego en trozos de 35 centimetros y soldarles una tapa en uno de sus extremos", Fi nalmente, se comprometié a dos empleados de la oficina de co- eos para que guardaran alli las bombas. Uno de los miembros fabric6 una prensa ristica para la impresién de panfletos, para lo wal se valié de una plancha de mérmol sujeta a una tabla con bulones. La tarea se realizaba “aplicando el papel en blanco so- bre un clisé pintado y prensindolo con un rodillo de 60 kilos” Seqlin el informe, esta céhula exist desde hacia bastante tiempo, Yaus integrantes contaban con el antecedente de haber partich pado en los preparativos del movimiento del 9 de junio de 1956.1 Un allo antes, cuando preocupaba todavia el sabotaje en los lugares de trabajo, se habia detenido a grupos de caracterit «as similares al refericlo, preferentemente dedicados a cometer atentaddos en los servicios pi tampoco puede ded Ise que obedecicran al mero propésito de ‘iar con métodos violentos las actividades reivindicativas de las comisiones paralelas de determinados sindicatos. En marzo de 1956, por ejemplo, se hizo conocer el resultado de una investigacién que habia conducido al descubrimiento de un Srupo “constituide por varios hombres jévenes y decididos” y cuyo propésito era “alterar la tranquilidad piblica”, En esa opor- 96 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO ycaut bombas sin explotar junto a sus com- ponentes y aecesorios de man wechas, detonadores usados normalmente por los mineros, paquetes de gelinita, et.) Se explic6 entonces que éstas eran “fabricadas por Angel Teétilo 1 ymnero mecdnico”, quien obtenia el material de “Diego Rio Ceballos”, El era “Anibal Machado, foria “obreros y emplea- comerciante”. Los implicados, en su may des de mao ecuroo’, compara Joe gatos del aca y habian formado una especie de banco cuya organizacién habia estado a cargo de “Carlos Robins, vendedor de lotes de terrenos hombre de accié: : panante parcidos por su heterogénea conformactén y por los recursos que utilizaban, estos grupos segufan lo s . desconectados entre si como para suponerse que en términos or gallo ae hubiera reauado un aprendzae desde que a cp tura de algunos dirigentes acarreara los primeros desastres para el incipiente movimiento clandestino, tunidad la pol Rami 1LO$ INSPIRADORES Duefios de una cultura material muy pobre, sus integrantes dificil mente reconocian mas inspiracién que el sentimiento peronista fend n mds referente que Pern, Los contemporieos sei Jaron frecuentemente el rol de los activists provenientes de I Afanza Libertadora Nacionalsta. En mayo de 1987, por ejemplo, los periddicos anunciaron la caida de “otra banda de terroristas en Mendon In captra del peligososboteador” ye alanis Kart Winkle, procedimiento en el. que a ine : 1gas, material fonogrifico y libros e impresos’ in. Smee setae ipaban en calidad de ia hacia la provincia de Bue- formaciones sobre ex correos procedentes de Chile y Bo Bo nos Aires rayaban en la demonizacién del peronismo. Cada v con mayor frecuencia el descubrimiento de células que se detiea- ban al terrorismo aparecia acompaitado de documentos politicos RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDIGALISMO 97 firmados por Perén o sus Iugart ntes en cl exilio, pero no debe exagerarse el peso de unas directivas que hasta el momento de ocupar la primera plana de los perisdicos habjan encontrado. demasiadas dificultades para llegar a sus destinatarios En este sentido, el gobierno mismo y su prensa adicta colabora: rom en la recomposicin mitica de la figura de Pern en el escena, 0 politico argentino. La ininterrumpida serie de noticias -reales © supuestas- sobre las actividades conspir yel manido descubrimiento de “complots larlo en el poder no pueden sino haber alent dela resistencia. Aunque la posibilidad de coon nes fue, en todo momento, practicamente nu de Ios atentados en determinadas fechas sugie ss, la comtin pretensién de lo nin pablica, 1a conmemoracién del primer aniversario de los fusilamientos {te junio, por otra parte, relatviz6 atin mas la importancia de la spiracion directa de Perén, Las acostumbradas explosiones es. tuvieron entonces acompatiadas por disturbios que se produje- ton en distintos puntos del pats y en el ext sobre todo, la realizacion de Aires colocé a la ivas del ex presidente tendientes a reinsta- ido a los peronistas inar las operacio- la concentracién centre otzas co- "grar un fuerte impacto en la ica ante un hecho politico sin pre. Debemos hacer notar que Pern, al cabo de un an segufa oponiéndose a reivindicar a los cafdos. En visperas del an, \ersario de los faslamientos, ef tinico civil que habia integrado el Comité Revolucionario insists ante Perén: “Aun cuando usted fstuviera persuadido de que los mirties del 9 de junio respon. dian a una inspiracion ajena a nuestros principios, es de tod ne, Cesidad rescatar est memoria de los sacrificados, porque ademas espondian a las mas pristinas bancleras de la doc. ta" Alejandro Olmos, por su pa sgu16 su aval para la Marcha del Silencio a la que eonvors desde el semanario Palabra Argentina, y solo huego de que dicha convoes: ‘oria devivara en un hecho politico insoslayable dejo de hablar de taicién, aunque no de “iresponsa «qe favorecis Ia integracién de estos hechos a la nueva {el peronismo, Las elecciones para eonvencional lad”, lo historia S constituyen- (98 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO tes realizadas finalmente en julio de 1957, por su parte, a cuyo boicot el ex presidente habfa apostado, no parecen haber consti- tuido un objetivo fundamental de los activistas, como lo pone de manifiesto el hecho de que los comicios se hayan llevado a cabo sin sobresaltos.'© Mas importante fue, desde este punto de vista la vista del vicepresidente Rojas a Cordoba et 22 de junio, opor- tunidad que una célula local aprovech6 para colocar numerosos explosives y distribuir panfletos subversivos y en Ia que se pro- dujo la detencién de un joven de 21 afios cuya mano izquierda quedé destrozada al pretender hacer estallar un petardo en el lu- gar donde Rojas se aprestaba a irradiar un mensaje al pais. Muy significativa fue también la celebracién de tun nuevo aniver- sario de la Independencia. Una bomba de gran poder en Florida, cuatro en Avellaneda y otras tantas en Lands, numerosas explo- siones registradas al paso de tranvias y trenes en distintos ramales y los enfrentamientos de los asistentes con presuntos “petardis: tas” en Plaza de Mayo, ademas del hallazgo cle muchos artefactos sin estallar, constituyeron la nota caracteristica de aquel 9 de ju- lio de 1957.19 1LO$ ORJETIVOS ¥ LOS ALCANCES {Cuiles eran en definitiva los objetivos de estas formas de resisten- cia? En la voluntad de los militantes cualquier acto de hostiga- miento al gobierno militar contribuiria a hacer realidad Ia con- signa del retorno de Perén. Esta expectativa, que por otra parte se prolongaria en los afios sucesivos, tomé definitivamente el lugar que en una primera etapa habia ocupado la esperanza en un golpe militar peronista.!*” La dificultad misma para concebir la via de consumacién de tal atavismo, en este sentido, podria dar ‘una pista interesante sobre la forma miftica que asumi6. En todo ‘caso, a partir de a divulgacién de las directivas y de las noticias so bre Ia actividad det ex presidente en el exilio, los peronistas po- dian contar con que, hicieran lo que hicieran, habia coincidencia con la voluntad de Perén de “resists” RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDICALISMO 99) Las esperanzas que éste puso en la generalizacién de la resisten- cin por su pare, no parecen haber ido mds all de la cerdumbre le que cuanto mayor fuera el “caos", meno! I eae "menores eran las posibilida- des del gobierno militar de lograr una salida politico-electoral. El mayor peligro, en este caso, 6 » provenia no de la exchusién lisa y na del peroni ino de la emergencia -o promocién- de a- guna figura con el suficiente predicamento como para apelar al clectorado proscripto con independencia de su persona. Sila re- sixenca no podia tora ingobermabl l pas (y seguramente a irrecci6n que colocaba como meta final distaba de ser algo ins que un epee fnconal ala uch), pola ene cultar estas alternativas. eae Ba rigor deverda _En rigor de ni Perén ni Cooke preferian la metodoto- ga del “caiio” a formas menos espectaculares pero a st juci cfectivas de resistencia civil. Aun cuando ~en lo que consti un error manifiesto~ considerramos al pie de cn pie de la letra los pronun- camientos de ambos al respecto, Ia elaboracién aparece como menos ristca que los resultados, A mediados dle 1956 Perén con- cibié la resistencia como “una lucha intensa diluida en el espacio yen [el] tiempo, Ella exige que todos, en todo lugar y momenta, se conviertan en combatientes contra la eanalla dictatorial [...]. La resistencia no depende en sus resultados de realizar grandes a= ciones de sabotaje, sino miles de acciones de todo tipo”. Un ato después, Cooke, quien seguia proclaméndose mentor de la resistencia aunque se encontraba en plena lucha para partieipar en una sida politica en condicion de operador privilege cribi6 un extenso documento q ea eee a rad, eratamente us wat reapeco ce las posbidadsy los limites que oo deurolo dels clandesinidad pron 1 sefalado no sigifea qu hayandesconeid fa fanconal- dad poltca de a generlacén’ De hecho, a eaten que ambos predicaban,y que as manera llevan cabo heterooe seseonglmern de oni, sound gaa bloga as pobildaes de que tigunade is eionce 100 EL PERONISMO DESPUES DEL PERONISMO Auilio Brat ‘venfa promocionando su imagen desde los tiem- pos de Lonardi, acababa de fundar un nuevo partido, la Unién Popular, y estaba en plena labor proselitista, y que otras figuras, como el ex presidente del Consejo Si fel Peronismo Ale- Jjandro Leloir (todavia preso), y aun viejos disidentes que conser- vaban su prestigio entre los peronistas, como el ex gobernador Domingo Mercante, eran cortejadas desde el frondizismo y otros sectores pol terrorismo politico que proyect6 la figura del “caio” al nivel de una imagen paradigmatica de la resistencia aparece como una primitiva manifestacién de descontento es tructurada sobre una base material muy pobre, levada adel por grupos inorginicos de peronistas alos que slo con puede reconocérseles una direccién heterénoma. Las células parecen haberse mantenido bastante aisladas, aunque hayan obe- decido a una inspiracién comin y coincidido ~de hecho y parcial mente con los objetivos de la “guerra de desgaste” que se plan- teaba desde el exilio. SINDICATOS ¥ RESISTENTES Si los coniflictos laborales frecuentemente estuvieron acompaita- dos por la puesta en prictica de manifestaciones de la resistencia considerada en sentido estricto, los objetivos privilegiados por el sindicalismo peronista consistieron en adquirir y consolidar espa- lad en el marco de una incipiente primero, y acele- reorganizacién del movimiento obrero. La historia esta 6poca constituye un le profundizar fan_un tratamiento indepen- cios de legal jcas que demand: pierde y recupera posiciones en la politica nacional a la vez que dirime rivalidades internas que decantan a favor de la preeminen- cia de las 62 Organizaciones peronistas. Debe ponerse de relieve que el componente identitario de los trabajadores desempeiio | PERRORISMO, SINDICALISMO de su independencia respecto del conjunto del movimiento. No ‘es nuestro propésito principal contar la historia del movimiento obrero organizado y el modo en que, luego de protagonizar gran- des conflictos, tienden a imponerse en su seno los moderados so- bre los duros, sino sobre todo demostrar que durante este pro- ceso las redes de la resistencia se independizaron atin mas de dicha referen yque no parecen haber ganado en den- sidad orgay , aunque en coyunturas determinadas fueran capaces de protagonizar hechos mas impactantes, de acrecentar la gar y pretexto, as vez, para la aparicién de formulas vepresivas que tuvieron impor- tantes repercusiones sobre la actividad politica y sindlcal. EL MOVIMIENTO OBRERO Y LA RESISTENCIA CIVIL EN LAS POSTRIMERIAS DE LA REVOLUCION LIRERTADORA En 1957 Ia reorganizaci6n det cativamente. A comienzos de ese aio algunas de las agrupaciones normalizadas habfan creado la Comisién Intersindical por ini iva de gremios de orientacién comunista. Los principales ob vos del nucleamiento se centraron en la realizacién de elecciones libres en los sindicatos, la devolucién de la CGT a los trabajado- res, la superaci6n de las restricciones legales que limitaban la acti- id sindical y la liberacion de los que permanecian encarcela- Jos a rafz de acusaciones det de su actividad gremial, A os de abril la entidad informé sobre el programa de lo que por su envergadura aparece (a la par de la constitucién de las 62 Organizaciones seis meses después) como la innovacién oxganiza- jva mas original del 10 argentino de la época.!™ Por ices la Intersindical afirmaba que le respondian treinta y cinco sindicatos y cinco federaciones, y su influencia se acrecent6 cuando en los meses que siguieron grandes gremios industriales ‘como los textiles, metalirgicos y obreros de la carne fueron gana dos por los peronistas. 17! EI 1 de mayo de 1957 la Intersindical lo- {t6 realizar el primer acto obrero piblico y legal desde 1955, y poco mas de dos meses después onganiz6 una huelga general para presionar a favor de la liberacion de todos los presos sindicales y Ia normalizacién completa de los gremios.'7° La creciente influencia de la Intersindical aviv6 el antagonism leres gremiales peronistas, que en julio de 1957 habian intentado reagruparse formando la CGT Auténtica. Los dirigentes de esta CGT se defintan a partir de su lealtad a Peron, yen funcién de esta actitud ocuparon un lugar menos representa as que tuvieron lu- tivo que simbélico en las nego gar durante el fitimo tramo del gobierno de la Revolucion Li tadora. Segtin Vicente Armando Cabo, la CGT Auténtica habia establecido en su acta de fundacién que se mantendria activa “hasta tanto se concretara el regreso de Perén y la central obrera retornara a manos peronistas" y su principal funcién era cubrir dos aspectos, “el gremial yel de la ‘resistencia’, Definié su active dad a partir de la combinacién de “las demandas inmediatas de los trabajadon \dicaciones de la lucha pe preocupé en destacar que “en es0s afios no existian diferencias centre nosotros, y la tinica puja era por ver quién trabajaba mas por el gran objetivo (...]- Esto convendria que quedara bien claro ahora [que] hay quienes parecen confundir a la GGT Auténtica con la llamada CGT Negra, que habfan intentado organizar algu- nos funcionarios de la Revolucién Libertadora en contra del pero- nismo”.178 Su lider desde julio de 1957, Andrés Framini, fue el {inico de los viejos dirigentes que volvié a ocupar la posicién de secretario general, en este caso de la Asociacién Obrera Tex tas elecciones celebradas en el marco de la normalizacién sind cal.) James ha sefialado que “la legalidad misma en que actuaba confirmaba la legitimidad del nuevo clenco dirigente”.!”" Torre ha encontrado en el hecho de que Perén se hubiera manifestado ‘ontario a la realizacién de elecciones y en favor del acatamiento a las viejas autoridades sindicales un “premonitorio conflicto” en ive el lider politico y una nueva generacién de dirigentes sindica- RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDICALISMO. 103, De hecho, Cooke considers exo atentamente, yen exten carta digi a Pern el 5 de junio segta precoranint iacén en trminon de eskeni, pero ewan poco ope roxpotian entine tant elo come buena pate eles Sgenciasincal proms ant el ance de nc malescse Bema. 1a primers parte del informe aba dada sco, rs protien de oordimctn qu sa “os mn éncaninaos a eer ana Cental Perot aaa los comandos clandestine aaa : vineulados a una autocenominada CGT Unica ¢ Intansigente que, mis alli de Tos elgios, ein forme conechia como carentes de referentes concretos en mundo del trabajo,!77 .]] Mientras tanto, la Intersindical progresaba, sumando organiza: jones en las que preponderaban los peronistas sobre los comu fas, aunque ~como advertia el vicario a su jefe t tampoco se tra- taba de peronistas “quimicamente puros".! La consulta que al respect formulara Cooke partia, pues, de reconocer la importan- «ia que habia adquitido la organizacin y la necesidad de definir una forma de actuar frente a ella. Asi, como era ya su costumbre, demandaba una respuesta a la ver que informaba a su jefe Quienes opinan qe hay que combata [.] dan las guientesrazone I) los gremios “peronat” om en aan parte, dios, ycon mucha mezca de nacional frondiias 2) toe drgents se elgcron en comren aque la masa reps con sv ausentisme, por lo que en gran porcentaje son oportunisay, 3) fos comonan pese a su inferiovidad numérica, denen mucha grata Si6n: 4) el planteamiento de las reinicaconss dea Intersincica no alter el plan stare del gobierne aque ei gradvando a normalizcin de scuerdo co oe conventencias 8) los comunistasfespondenm exe plan del gobierno ys imitans plantear problemas exits mente snicals[.}. Oto son pardon de cop la Intrsindeal bass en que: 1) le Interne ato mado macho weloy ser fl formar ous central pc Tale: 2) permite acter en la legalidad, reunite y ele 104. EL PERONISMO DESPUES DEL PERONTSMO RESISTENCIA, TERRORISMO, SINDICALISMO 105, dir la persecucién que sufven las tentativas clandes 8) cuando existen comisiones directivas design: «rn Laplacetie, convocé a de la central obrera apostando a forzar ia de delegados afines, Contaba p: los socialistas y otros antipero- trabajadores 8 pliblicos y graficos, asi como en varias sec Ferroviaria, uno de los gremios del imos sindicatos, se po yobtener el centro de la Inte! ) cuando se con- ‘quista a un sindicato, se puede disponer de fondos, en- Porte mis numerosos. Con gran parte de ls organizaciones sind cales de obtener la CGT ~cuando se entregue a los obreros~ pavticipacion de m Gieceea a teat ang coun deca cin de la CGT se basaba en la sobrerrepresentacion de los gre- res no peronistas (sc). ios afines. Se asignaron, de este modo, trescientos cine tay -nto fracas6, los antiperonistas se encontraron en de poderes encargada de verificar las cre- uando éstos abanconaron el con- st6 sobre la materia en nin- 2. No podia solidarizarse con propia corte del exil ino de los mensaje: los primer cuotas de poder mucho ms signi tanciales acomp sas porque no parecian disponer de vas que las de sus circuns e avalara a los segundos, comenzaron a actuar y bajo esa poder organizativo de los trabajadores de sibito par ‘ar. El mismo 27 de septiembre las 62 declararon u ticuatro horas en apoyo de fos trabajadores intos con red de poder capaz de expresiones del Comé cal y las disputas que se originaron a raiz del n: os en la Intersind- imiento de las 62 crados en ci Junto con la combatividad del movimiento obrero, volvié a aumentar la represin, y el gobier Sastron6mico de Capi ;postura piblica en relacién con el peronismo. vez, mediante el decreto 10.596/57, estableci6 En septiembre de ar un acontecimiento que, en 10 sglamentacién del derecho de huelga, Sucesivamente, el gobierno a la organizacién de los trabajadores, puede reconocer

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