56 waurexmngioan Jaci alguna. Lo que guia la primera tenica oso de un ‘ver por todas” (yen ll ve juegs o bien un error iremediable © bien un sactfcio susituive eteramente vido). Lo que igvinala segunda es, en cambio, el"una ver noes ninguna” (y flene que ver con el experiment y su incansable expacidad de vara los dats de ws tents) HI origen de la segunda teenica hay que buscarla allt donde, por primera vez ¥ con ‘una astuciainconicente, el se humano empezb a tomar di- tanciafente ala naturalers. En otras palabrat, hay que bus cao enc juego. Sercdad y juego, sig y desentendimiento sparecen en leclazados entre si en toda obra de are, aunque en propor cones sumamente cazabiantes. Con ello est dicho que et fare se conecta lo mismo con la segunda tenica que com la primera. De todes modos es preeso observar aqui que es ‘muy discutible earacterizar la Galidad de In segunda tbenkea tome el dominio sobre ln nara” slo Ia earacteriza st ‘ela considera desde el punto de vst de I primera téenies [La intencin de Is primera era realmente el dominio de ka nafuraleza; Ia intencén de Ia segunda es mis bien a inter acciin concetada entre la naturaleza yl humanidad. La fan ‘im socal doceva del arte actual es el ejretamiento en esta {nteracin concertads. Esto vale en especial para el ine. EI cine sive pr fercar al ser humane en aquells pereepciones [presecones que estin condiconadss pore tat con un sse= tm de aparats cays importancia ens via rece dia di ‘Al mimo tempo, el trato con este sistema de aparaios le tne muses enc a in tno drergate: Cina aque lame iar tio J panos de ma pe, qe prs ede a weges tales se ones en ‘upora natal pat late tre tien dl ‘ensetia que la servidumbre al servicio del mismo s6lo tert swituida por a iberaién mediante el mismo cuando la cons tiuelén de lo hurnano se haya adaplado alas nuevas fueraas productivasinauguradas por la segunds tenia