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MIERRA ADENTRO NUMERO 159 AGOSTO - SEPTIEMBRE 2009 $50.00 - ISSN 0185-0938 Ciudades visibles Ciudades invisibles Siete cronicas urbanas Del lado de la luz La fancién del oido Conversacién 70 afios de Jesus Gardea Rock femenino actual con Daniel Sada (Gola foM leona R ON LCD ACEP Ate) Fondo Editorial Tierra Adentro Novedades editoriales 2009 Galimatias El complejo Libelo de varia La méquina de vivir necrologia ve El origen & mi voz tokonoma _e gusta el Iter, cielo? / Nadia Vilafuerte / cuesro © Deniz a mansalva/ Varios / sao El origen del kiwi enltado / Luis Santillan / vexsto £1 complejo Fitzgerald / José Mariano Leyva / eso Galimaios / Vidal Medina / veka {9 mi voz tokonoma / Efrain Velasco Sosa / poesia Rhyme & Reason / Crseida Santos Guevara / noveia a méquina de vvi / Carenen Avila / eoesn belo de vara necrologia / Balam Rodrigo / roesia eet, ES 80 Emergencia del aici: 3Presentacién : lasustitucion deloqueno |, Peta: Diego Aguire (Guadaijr, ‘nico, 980) Andis Pala Do- mene (Guadalajara, nico, 966) Dagoreaad eds de denote aalenelo,yactuamerte taba tm proyecto para Rachoglba orgy Flu Andrs seen en me dos audovisuaes pore cn Hah 4 El camino editorial de Jestis Gardea #1 Guanajuato: puntes para turistas ‘varie Woe rence tipo, produc y sso mis de 1 projets es cues desiaea Lainteligencia { 48Cuandoaptita el fro ee a reser cin uae i + Goom ene fea ead de : a 84 Lecciones defisiognomia | Cre“ untae a7 Retéricay méien {3 cQuigncoy yoparadecit revista con Daniel Sada Aran rime Gardea dij ‘Héctor vin Gonatler 85Poema Fan Rivera lores Derantes Amira Aranda (Cueva, Marsos, 1983), Egresada dela Facuiad de Ar 1 tesdeaaverdad Adon le 16 Laconsistencia de la luz 2 Munepas P tado de Morelos. En 2005 estat en la. Sobre Pedro Requena ‘eaderne yearich Une raga ¥ los poetas muertos FRAGUAS LIBROS ve Grarados 17Noz viva, Jess Gardea Bernardo XAuegut 87 Piginade diavo Ae Rares Gu, 80. Nitros tec onc Seesera tensa } eonauater ssa 57 Tengo unacica creci6 el chamaco, que ni cuenta me di? ‘Manuel Guadarama {Toreén, Cox hla, 1967). Desde 1296 se deserpe= ‘coma flog de deportes pal patio Lt Opin. Maura alates (Chetumal, Quin tana oo, 1986) Sutabao has ex eesioen Miso, Franca Gea on la muerte : 87 Sutiles descastados 19lestisGardea AlanSeeger Romeo Teo A Herter start 5 Beccary ; | dDiarioNovedades com caralita aettscress 5 88 :Qué edad cumple | 59 Los puentes { lahizesta manana? i nade 21 Ciudades visible, de Kénigsberg | se uisbebadila fieccearstnanae canteen ciudades invisibles David Toscana : a "7" enrevistasde éreacén nacional Presentacn g i : cere ecseeensenen | Lapoctica | iio mere ates ad 1978). | dela provocacidn | Sittin eosin enn pa tue bikin qué mareasae Engue Pia | eninCasdeleCutrade Grau. {91 Lacomez6n de! pj Vial edine 68 Escrituraal nore, Entrevistacon Sail Rosales | uo César : 26 Tras la huella de la Golden Pauldedeano 93 Lavan delespejo aura Salvador 731La fortuna de la belleza ‘AnaPauaSariara 94 O6mo resefiara Handel? Edgar Sinchez (Culacin, Sinaloa, Pablo Martner Lozada = 192) Desde 2005 hatabad coro {otszrao y epotero en el periodico 31 Chetumal, ciudad sin. Cabo 7Poema Danie Makonado : Noroestey Pamera Hora Cbacin 33 Lacantina mis grande | FRAGUAS de Torreén. 79 {Literatura para qué? | ESTANTERIA fee ier ee oe ae tere esas ae eat 1 95-96 ‘Canal 7 del estado de Jalisco. Fosianamnn ain ata goREO CACONACULTA vonrcmsene voce | Leena peopel oa earernnee, | Reread reece = irre | a et eae eae Deity | edamame, | cise pees cme hat ea eSsly mnmmuacurgeayusaares |" ommohaaitoestein | T3206 ct sca: tn nia Ney Rs See” | ec emiay’ Seemamenemsenm ence Sorcresesanacny ie ran ace a a scateteat SECRETARO CULTURAL iol Belén, Atshuspa Espinose, Seppo Loo, sir Calfcadora de y Revislastskadas dela Secetaria de Gaberracn, 55M fe "ai Felpe Sree bau 9185-0938. mpresion impesora y Encuaceradora Progreso, $.. de CN, San Lorenzo Ur drainer dees meant sationana a CV, Gc ca Ca Sana wen Ms, DF, HOD on, SA ECM | Gaal aka Mba OF, 02600 1 Presentaci6n ste afio se cumplieron setenta afios del nacimiento del narrador Jestis Gardea (Delicias, Chihuahua, 1939-ciudad de México, 2000), quien allo largo de su vida resisti6 trasladarse fuera de su estado natal y construy6 una obra narrativa sin (comparacién desde una distancia pertinente y voluntaria al aparato cultural mexi- ‘ano, En las paginas de esta edici6n, recordamos al autor de Septiembre y los otros dias, a tra- Ivin Gardea, ‘ytestimonios de lectura y reflexiGn sobre su obraa cargo de cuatro autores j6venes. ‘vés de un articulo desu editor, José Maria Espinasa, una entrevista con su. Preparamos también un recorrido por diversas ciudades del pafs para recorrersus Zonas visibles, al alcance de cualquier lector o visitante, y una zona invisible detectada por la ‘experiencia personal e intima de quien la habita. Guiados por novisimos escritores, viaja- mos por‘Torreén, Hermosillo, Guanajuato, Guadalajara, Acapulco, Campeche y Che- ‘tumal, en compaiifa de fotdgrafos ¢ ilustradores. Se suma a este itinerario la misteriosa ciudac sible de Omar Gémez; las panordmicas de Puebla en la lente de Alejandra Osiriozola y la doble vision de Mérida por Kanek Gutiérrez, Elinterés de Tierra Adentro por conscruirse como un espacio de encuentro entre gene- raciones es continuo y, en consecuencia, ofrecemos a nuestros lectores una conversacién con Daniel Sada, narradory ganador del Premio Herralde de Novela, un poema de Pura Lopez, Colomé y un adelanto de novela del regiomontano David Toscana. Ana Paula Santana nos presenta un panorama actual del rock mexicano hecho por mujeres ¢ inclui- mos los textos de Gabriela ‘Torres, Miguel Tapia, Paola Velasco y Yuri Herrera, quienes responden alla pregunta planteada por Tierra Adentro: {Literatura para qué? En realidad este nimero pretende ser una contestacién a esa misma interrogante. Procuramos que sus alcances vayan més alld del terreno literario para generar un didlogo propositivo entre los distintos quehaceres culturales del pai 3 Articulo José Maria Espinasa EL CAMINO EDITORIAL DE JESUS GARDEA Jestis Gardea (Delicias, Chihuahua, 1939-ciudad de México, 2000) es uno de los narradores mexicanas mds singulares. El lenguaje que refleié en sus obras contribuyé a lacreacién de una exploracién literaria que aitos mds tarde serta nombrada “narra- tiva del norte” a pesar de que al mismo Gardea le disgustaba el término. Su conocida desconfiansay reserva ante el ambiente cultural yu resistencia a dejar Ciudad Judres fueron das rasgos que lo definieron como escritor: Uno de sus editores, José Maria Espinasa construye un perfil de Gardea y comparteel proceso para editar la narrati- va completa del autor de Los viernes de Lautaro. estis Gardea fue un escritor que se dio.a conocer ya maduro, cuando rondaba los cua- renta afios, lejos de los nifios genio promovidos por la visi6n romintica —todos quere- mosser Rimbaud—y de la demagogia que hace de lajuventud un valormanipulable, rentable politicamente. Aparecié ante los lectores con un pleno dominio del oficio Yon dos libros de relatos excepcionales casi simulténeos, Las viernes de Lautaro (1979) y Septiembre y los otros dias (1980), que le valieron el reconocimiento de la critica y de sus pares. Fueron varias las resefias elogiosas que aparecieron y se le ororgé el premio Xavier Villaurrutia porel segundo libro. ¥, muy importante para el motivo de estas notas, publica- dos por Siglo xxt y Joaquin Mortiz espectivamente, dos editoriales can6nicas de la litera- ‘ura mexicana, No es poca cosa para un escritor que se presenta ante el pablico y en un género poco apreciado por el mercado como es el cuento. Suele suceder que los caminos de la critica y elreconocimiento ptiblico no necesariamente van paralelos con el éxito de ventas. No re~ cuerdo, aunque quiza me equivoco, siestos dos libros llegaron a tener una segunda edicién, En todo caso Siglo xxi no publicé ningzin libro ms del narradorchihuahuense y s6lo pode- mos suponer que esto se debi6 a la poca venta que Septiembre y las obras dias haya tenido. Joaquin Montz, en cambio, ‘cn publicarlo, por fidelidad a una idea de lalteracura, dio ala luz publica varios libros mis Pero no nos adekantemos. Bl éxito de eritica, que, sin embargo, bused de inmediato etiquetarlo més que entenderlo —el heredero de Rulfo, el narrador del desierto, ete —, hizo que algunas editoriales buscaran originales de este “des- cubrimiento” de las letras mexicanas. 4 | Estaba empezando la déeada de los ochen- tay el gusto colectivo no iba por esos cami- nos, Gardea resultaba dificil, su sintaxis era extrafia, su Iéxico complejo, su anéedora casi intangible. Sin embargo su prestigiole permi- 1i6 entrar en catilogos consagratorios, como el del Fondo de Cultura Econémica, con E/ sol que estés mirando (1981), que —ademés, para beneplicito de sus editores— era una novela. En breve tiempo Gardea mostré su capacidad con varias novelas que calificarfa de perfectas, como La cancién de las mulas ‘muertas (1981), y mancuvo un ritmo constante de publicaciones, lo que hace suponer que muchas de esas obras estaban ya terminadas antes de que Gardea se convirtiera en una re= velacién. Pero el fulgor piiblico se apag6 pron toy se volvié un escritor secreto, frecuentado poralgunos fieles, y confinado si acasoa estu- dios académicos. Las resefias sobre sus libros seguian apareciendo, pero con una conven- cional rutin en los elogios, sin hacer ver que Ja monotonfa que algunos le reprochaban era fruto de una mirada sin voluntad de profun- dizar en textos de cada vez mayor capacidad de matiz y de singularidad extrema. Pensar que se repetfa, es como decir que el paisaje del desierto—inevitable referencia cuando sehabla deél—es siempre igual. Hay que reconocer, sin embargo, que c1 ticos como Ignacio Trejo Fuentes, Héctor Perea o Vicente Francisco Torres, lo sigui ron con constancia y reflexionaron sobre su narrativa, cumpliendo ademis una labor de informacién ante el piblico, pues Gardea empez6 a publicar en editoriales con menos proyeccién que las antes mencionadas y tam- bién con distribucién menor, lo que difi- cultaba atin mis el acceso del piiblico a sus libros. El reconocimiento no ces6, y al menos Joaquin Mortiz-y el Fondo de Cultura Bi némica siguieron editando algunos de sus li- bros, Si bien su prestigio iba en aumento, € incluso se le tradujo y publicé en inglés, sus nuevos libros resultaban dificiles de encon- trat. Es probable que su lejania de la capital, pues vivia en Ciudad Juarez, contribuyera es también a la disminucién de lectores de una literatura ya de por sfexigente. Las dificulta- des generales que aquejan al mundo hispini- co enlla circulaci6n de las obras y el desinterés por lo que se hace fuera de las regiones geo _gtficas han hecho que, fuera de México, s pricticamente desconocido. Poco antes de sui muerte, sorpresiva, pues era un hombre joven, saludable y de fuerte complexién fisica, el Fondo de Cultura Bev némica habfa publicado Rewnidm de cuentos (1999) en su coleccién Letras mexicanas, una manera de incluirlo en la coleecidn candnica de la literatura nacional, junto a autores cl sicos, como los poetas de Contemporancos, Efrain Huerta, Octavio Paz, Alf Chumacero, Eduardo Lizalde, Rubén Bonifaz Nufio, Martin Luis Guzmén, Juan Rulfo, Juan Garcfa Ponce, Salvador Elizondo, Fernando del Paso, El volumen retine cinco libros de relatos anteriores, permitiendo ver el extraor dinario nivel de cuentista que Gardea tenfa, y reeupera libros que eran El propio Fondo publicarfa de manera pést malanovela Tropa de sombras (2003). Ahora, ese volumen habria que agregar dos libros de relatos que quedaron fuera de Ia primera edi- cin, para tener ya sus cuentos completos. Unos meses después de la aparicién del libro Gardea falleci6, cuando acababa de cumplir los sesenta aos. yencontrables. Gardea no le interes6 gran cosa la critica y soli estaren desacuerdo con lo que se decia de su obra, incluso cuando resultaba muy elogioso. 5 Ge estaba escribiendo de una manera cada vez mas extrema, Pocos narradores han llevado en castellano a tal extremo sus exigencias estilisticas, sintacticas y anecdoticas. Cuando Gardea fallecié su obra estaba en marcha, incluso habja libros en proceso de edicién y algunos inéditos. Desde unos afios antes las editoriales independientes le pedan textos, Lega le habia publicado E/agua de las | esferas en 1992, Oasis Sovtar la guerra (1984) y Lacanciin delas mulas muertas (1981). Océano, por su lado, Los muisicas y ef fuego en 1985. Aldus a finales de los noventa lo habfa toma- do ya como autor de la casa: Juegan los comen: sales en. 1998 y en 1999 Donde el gimnasta, y péstumamente ya, en 2001, B/ hiombo y las ‘rates, Rditoriales universitarias lo acogieron: Canciones para una sola cuerda (1982, su nico libro de poesfa) en la Universidad Auténoma del Estado de México, Las laces del mundo en a Universidad Veracruzana (1986) y en 1997 1 Consejo Nacional para la Cultura y las Ar- tes publics E/drbol cuando se apague. Gardea estaba eseribiendo de una manera cada vez mas extrema. Pocos narradores han evado en castellanoa tal extremo sus exigen- cias estilfsticas, sintdcticas y aneedéticas. Pien- soen Juan Beneten Espafia, en Juan José Saer cen Argentina, en José Balza en Venezuela. Sus textos son pricticamente composiciones mu sicales ms que narrativas, Si se mira retros- pectivamente su biografia editorial se verd que en todas las editoriales que publicé Gardea, habfa una raz6n para que ellas lo hicieran, re- presentaron o representan atin una manera de concebir el hecho literario, particularmente valioso. No creo necesarioinsistiren laimpor- tancia del Fondo, Joaquin Mortiz.o Siglo xx para nuestras letras, pero editoriales como Lega, Oasis y Aldus en condiciones mucho ‘menos establecidas también corricron el rics- go de publicar @ un autor asi. También es Cierto que la dispersién de sus trabajosen tan- tas editoriale: Asu muerte, Ediciones Sin Nombre, la torial que dijo junto con Ana Marfa Jara- illo desde hace quince afios, propuso Ivén Gardea, hijo de Jestis, espléndido artista plis- tivo, iniciar la publicacién de su novelistica completa, empezando por los titulos que se encontraban desde hacia tiempo agotados. Se buscé el apoyo del Consejo Nacional para laulturayy las Artes, y gracias a la accién con- junta actualmente, a diezafios desu muerte, se han publicado diez de sus novelas. La aventura ha sido un reto para un sello edito- rial de las caracteristicas de Ediciones Sin Nombre. Para empezar no se contaba con la ayuda del autor, pues en textos tan complejos csinestimable; no se contaba tampoconni con original mecanografiado ni con archivos elec- tr6nicos de los textos. Se partié de las edicio- nes anteriores astimiendo con ello el hecho de que sus errores ¥ extatas pasarian casi ine- vitablementea latnuevaediciin. Nosetenfan los recursos para hacer una edicién critica o minimamente anotada, se trataba de poner nuevamente al alcance del lector libros prescindibles. La historia fue un poco la mis- ma de las primeras ediciones, buena critica, elogios al proyecto y poca venta. Sin embargo. los editores sabemos que Gardea es un escri- tor insignia como se dice en el lenguaje naval del bareo que gufa la flot—y que, ade- més de un acto de justicia, son en buena me- dida libros como esos los que dan un rostro reconocible alo que se hace. Cuando la revista Zienna Adentro me so- licité un texto sobre el destino editorial de Gardea para conmemorar diezafios de su falle- cimiento, aunque me asusté el que pudiera sero bien una simple sarta de reproches y la- mentos, o bien un comercial de lo que yo habfa hecho, me parecié interesante plan- tearme la pregunta siguiente :Puede un des- tino editorial iluminar la obra o es un asunto meramente-citcunstancial? E'so que se seftala tantas veces con relaciéna Pedro Paéramo—su primera edici6n tardé diez anos en agotar- se— parece hoy el destino de todos los libros importantes, pero a diferencia del clisico del cescritor jalisciense, ahora muchos de ellos no alcanzan los millones de lectores que sfalean- 26.esa novela. :Se debié esto a que la densi- dad critica de la cultura mexicana era mayor enlosafios cincuenta? E's probable, Fambi Joes que han cambiado los intereses de los lectores y escritores y los entretejidos de mediacién entre unosyy otros. No son estos el lugar y el momento para extenderse sobre este asunto. Pero propongo en cambio ensa- yar la ficcién de que ese destino en el caso de Gardea, es en realidad un destino construido y buscado, es decir, to contrario de un desti- no, una voluntad. Aclaro que no se trata de pensar que Gardea no queria ser leidoo que sus editores no querfan que sus libros se ven- dieran, ambas cosas absurda La narrativa de Gardea tiene sus raices muy evidentes, por un lado en la eficiencia narrativa, con una velocidad descriptiva y una capacidad de sintesis proveniente de los na- rradores de la Revolucién, especialmente Martin Luis Guzmén, y por otro del universo marcado por el realismo fantasmal de Juan Rulfo. El progresivo adelgazamiento del sus- trato aneedético, tanto en sus cuentos como enssus novelas, se debe a que lo que sucede fuera de laanécdota, en parte en el lenguaje, pero también, tal vez en mayor medida, en la condensacién de una experien soledad, El eampo mexicano de Rulfo esta ha- bitado por fantasmas, pero en Gardea es ya el eco de esos fantasmas, la soledad se ha acen- tuado. Por eso sus dilogos son entre telegré- ficos y fruto de un eédigo que nose tiene, una palabra puede resumir horas de conversaci6n, una expresin extrafia afios de convivencia. a ade la Por eso su barroquismo es reconcentrado, no expansivo, y se siente a sus anchas en ka no- vela corta, Poreso la tan recurrente mencién del desierto con relacién asus obras, un de- sierto que cs mas que una referencia paisa- jistica 0 geogrifica. Lo que ocurre en sus eespacios (esa Placeres, llamada asf no sin iro- nfa) no esté siquiera encarmado por los muer- tos, como sucede en Rulfo, sino por lasombra de los muertos, eriaturas de la noche que, por tanto, tienen una sombra muy peculiar, Recuérdese el extraordinario relato “La gui- tarra” incluido por Christopher Dominguez Michael en su Antologia de la narratica moder- na mexicana, Se puede hablar incluso de una sintaxis cascada, no tanto por el uso sino por desuso, o mejoratin porla espera desu uso. El calificativo cascada atafie sobre todo a la vor, yal calificar a una sintaxis se sugiere el decir entrecortado, el tartamudeo. Y no, lo que se califica es la pérdida de humedad en el habla, en la lengua, una lengua sin quemada. Al leer repeticas veces sus textos se tiene la sensaciéin de escuchar el polvo, noantes sino después de haber sido barro. liva, reseca, ‘diciones Sin Nombre propuso iniciar la publicacién dela novelistica completa de Gardea Se buseé el apoyo, y gracias ala accion conjunta, se han publicado diez de sus novelas. 2 fe stoy seguro que el narcotrafico, si Gardea hubiera vivido mas afios, no le habria interesado como tematica. Hay mucha diferencia entre los narrado- res bartocos de su generacién, casi todos ellos tropicales, en donde el telurismo latinoame- ricano se ha transferido a un estilo literario tratado como follaje, selvatico, mientras que ‘en México, por razones bastante visibles, se crea una narrativa pétrea (Severino Salazar, Ricardo Elizondo Elizondo) 0 rocosa (Daniel Sada) y, en el extremo, polvosa, como la de Garda. Esas cualidades explican en buena ‘medial llamativos que fueron sus primeros libros, pero también la dificultad de aleanzar tun piblico extenso, El “polvo eres y en polvo tehas deconvertir”, mas que unaadvertencia sobre la necesidad de humildad ance lafinitud de la vida se transforma en sus novelas en des- tino. Los hombres son seres de polvo apenas unido en un organismo vivo porinstantes. La arena atin ¢s unelemento de la forma, cl pol- voces la desaparicién de la extensién, el punto virtual en que se ha perdido toda nocién de lo social, a sombra de los muertos no es si- quiera rtualizable. Ya no hay liturgia posible, Inclusoen la muerte hay comunidad, en este desierto no. El paisaje mas que desolado esti ‘quemado, comoaquella res de Guimarnes Ro- staleanzada por un rayo, acuyostestos, avin de pie en medio de la planicie y conservando su forma, no podemos llamar cadaver. Gardea pertenece a una generacién de es- critores y artistas chihuahuenses de talento (Ignacio Solares, Joaquin Armando Ghacén, Victor Hugo Rascén Banda, el escultor Se- bastin), que ensu mayorfa emigré alacapital del pats. Gardea no, nunca quiso nile gust6 la urbe, su contexto narrativo tampoco podia ser urbano, El contexto de Juarez, ciudad donde vivié muchos ios, tampoco Ie influyé dema- siado, salvo por la condicién de ciudad fantas- ‘ma, no tanto provisional sino abandonada, pretérita. Estoy seguro que el narcotrfico, si Gardea hubiera vivido mAs afios, no le habia interesado como temitica. Pero consideraba que una realidad como esa, lade Juarer, s6lo podfa ser referida literariamente con una na- rrativa como la suya, Por eso era tan conscien- tedesuestilo y de sus dificultades. No conozeo el intringulis (nunca lo hablé con é! las veces que lo vi) pero supongo que no le era facil encontrar editor y que debié sufrir bastantes rechazos, mas atin cuando su produccién fue constante alo largo de las dé- ‘cadas de los ochenta y noventa. Sin embargo parece haber publicado todo,asu ritmoyasu manera, ‘Tampoco le gustaba la vida literaria Cuando venia a la ciudad de México realiza- ba las tareas que lo habfan traido y regresaba, pronto dejé de frecuentar los coloquios y en- ccuentros de escritores @ los que era invitado. Nole interesé gran cosa la critica y solfa estar endesacuerdo con lo que se decfa desu obra, incluso cuando resultaba muy elogioso. Su narrativa tiene una construecién muy inteli- gente y consciente, pero ha sido excluida toda tentacién reflexiva o meta iscursiva. Al fin yal cabo el escritor del desierto vasolo in- cluso cuando viaja en grupo. Jost Mari Espinasa (ciudad de Méco, 1957), Autor de ls bres Cuerpos (1990), Hacs el oto (1950), Pelago (1952), £I gest dspeso (1984), E tempo esto (1998), Apuntes sobre Cine de Marguerite Duras (1996) y Crtgrafias (1998) dec- ‘tor de cones Sn Nombre, coordinador de produccén etal de Colepo de ésico y presidente de a Aatnza de Eres Mesicanas independents (AEM. Entrevista JESUS GARDEA La inteligencia como una herida Ivan Gardea El artista plastica ludn Gardea comparteen esta entrevista una imagen inédita desu padre. St infancia en Chihuahua, los aitos de formacién como lector, su personalidad Solitaria, asi como su eterna reticencia a trasladarse a la ciudad de México, contribu- ‘yeron a formar una especie de mito alrededor de Jestts Gardea, cuya obra narrativa quedé reunida en mds de veinticinco titulos. UN ESCRITOR SIN GENERACION esis Gardea decia que ti eras uno deus mejores ortticas, al paso de losaitas, qué significado tiene para tiesta afirmaciin? En efecto, mi padre decfa eso, que yo era su mejor critico, el mejor intérprete de su trabajo. Sin embargo no lo creo, no lo acepto. Soy —eso si puedo decirlo— un Tector y un escucha atento de lo que escribfa y decia porque estuve muy cerca suyo. Por ccjemplo, mi padre siempre me contaba de qué trataban sus novelas, incluso las ms difici- les. Comprendi que era un hombre muy solitario, un hombre que, literariamente hablando, ‘recié sin generacién. Su formacién fue muy distinta en comparacién con la de otros: tores que se llevaban con intelectuales y artistas. £1 nunca asistié a talleres literarios ni le interes6 hacerlo. Creo que ese rasgo de caricter tiene que vercon sus vivencias de infancia nel pueblo de Delicias, en Chihuahua, a una hora de la capital del estado. Mi abuela Francisca Rocha y mi abuelo Vicente Gardea fundaron ese lugar junto con otras familias. Mi padre creci6 en un ambiente dificil e inestable debido a la muerte de mi abuelo, esto ‘ocurrié cuando tenfa once afios y su hermana trece. Mi abuela pudo solventarlos gastos para los estudios de sus dos hijos gracias a un negocio de ferreteria. Cabe decir que mi padre era muy vago de nifio, recorrié todas las escuelas del pueblo y de todas lo corticron. ‘Asf que mi abuela, para meterlo en cintura y corregislo, lo envié a un colegio militar en Querétaro, donde, asf decia él mismo, “lograron diseiplinarlo”. Después ingresé en una preparatoria en la ciudad de México, pero concluy6 sus estudios en Chihuahua. Y mas tarde se mudé a la ciudad de Guadalajara para iniciar sus estudios de odontologia. cri uct esl formacin literaria de Jests Gardea. ¢Sabes si pertenecié a algin grupo literario? Durante su juventud mi padre jam4s se planted o se hizo a la idea de ser escritor, for- malmente hablando. Fue mientras hacia sus estudios en la Universidad Autonoma de Guadalajara cuando se inicié como lector voraz. Era asiduo visitante de la biblioteca ° Pome a, antes que escritor, quiso ser artista plastico, pintor, Tenia un excelente sentido del trazo y de la linea, pero no tuvo estimulos. del Consulado Americano y fue ahi donde | Jey6.a William Faulkner, Carson McCullers | ya'Tiuman Capote, es deci, principalmente aescritores norteamericanos. Sus lecturas no fueron solo de orden literario sino también filosdfico y algunos otros temas. Contaba que en las vacaciones, a falta de dinero para regresara Delicias, opté encemarse a leer de diez a doce horas diarias. ‘También en esta época comenz6 a volverse melémano; de hecho, un amigo suyo lo invitaba a escuchar iiisica clésica a un lugar donde se colocaban aquellos audifonos gigantes. También fue ‘en Guadalajara donde comenz6 a construir | su gusto por la pintura, Porque él, antes que | escritor, quiso ser artista plistico, pintor. ‘Tenfa un excelente sentido del trazo y de la linea, pero no tuvo estimulos. De igual ma- nera su carrera de odont6logo nunca fue un verdadero aliciente, Aunque sobre eso solfa decir: “Yo no le podia decita mi mamé, con todo el sacrificio que estaba haciendo, que | queria estudiar letras”. En Sepriembre y las otros dias, precisamente en el cuento que le da titulo al libro, el mas autobiogrifico de sus ‘cuentos, narra esa sensaciGn de asfixia, el tipo de sensibilidades naturales que se van abriendo paso a costa del suftimiento y la so- ledad, de ir siguiendo s6lo su voz pero una vyoz-que no tenfa antecedentes que le lleva- ran poralgtn lado, en ese periodo de su vida en Guadalajara. Al terminar sus estudios en odontologia, mi padre tuvo dos opciones para hacer su ser Vicio social: en Los Altos de Jalisco, que pron- to descart6 y Ciudad Juérez, que estaba en pleno crecimiento. Asf, mi padre regres6 a Chihuahua einauguré uno de los poquisimos consultorios dentales en ese entonces, Ense- | guida conocié.a mi madre y poco tiempo des- | puésnacimos nosotros. Fueen Ciudad Jusrez donde mi padre vivirfa el resto de sus dias. Por su parte, Delicias qued6 atris, s6lo mi abuela siguié con la ferreterfa por algunos afios, después la vendi6, Mi padre tenia muy | malos recuerdos de Delicias. Ingnicamente fue ese lugar el que se transformarfa en el pueblo llamado Placeres de una de sus pri- meras novelas. EL OFICIO DE ESCRITOR En qué momento te diste cuenta que ta padre era escritor? Quizé a los once o doce afios. Recuerdo que escribfaa méquina, en completo silencio. Se encerraba en su habitacién durante dos horas diarias y no existia fuerza humana que Jo sacara de alli, La disciplina que mi padre profes6 en su vida se diversificaba en todas kas actividades: desde la hora de la comida hasta Ja hora de la escritura, era sumamente dis- ciplinado. A mi padre no le gustaba hablar de literatura con otras personas; en el momen- to en que sentfa que comenzaban a inmis- cuirse en la conversacién asuntos literarios, Jo que haefa era dar por terminada la charla y adi6s, Afios después descubri que el oficiotardio de mi padre como escritor fue un impulso vital, un hélito por dejar salir Jo que tantos ‘afios tuvo atrapado en su interior, una necesi- dad urgente. Esto lo comprendi cuando é1 muri6a los sesenta aitos: Jestis Gardea nece- sitaba cumplir con su vocacién. Es como tener una premonicién y con ella la obliga- cin de cumplir con ese sentimiento urgente de realizar la obra, porque ya no habfa més tiempo que perder, Tu padre escrbié toda su obracaleiado geogréfica- ‘mente de los circulos lierarios. Sin embargo, éeimo fueentonces que sedi a conocer esteescritersolita- rioenel mundo dela literatura? El principal descubridor de mi padre fue el puertorriquefio José Luis Gonzalez. El leyé Los viernes de Lautaro, un libro de cuentos que ‘no quisieron publicar otras editoriales yes una historia muy peculiar: el intermediario entre ellos fue un primo de mi papé, Humberto, El Giiero Gardea, élera amigo de José Luis y Ie Mevé el original. Mi padre me contaba que José Luis Gonzilez dej6 el libro entre un ‘montén de cosas. Lo recibié porcompromiso, y parece que pas6 cerca de medio afio, hasta queun dia en su oficina, en medio de muchos papeles, toms cl libro por curiosidad dicien- do: “A ver, vamosa revisaral primo de Hum- berto”. Ei libro le entusiasmé muchis De inmediato le habl6 a El Giiero para de: Ie: “Su primo es un cuentista de primera, d- gale por favor, que cuando venga a la ciudad de México me hable”. Humberto se comuni- 66 con mi padre, quien de inmediato viaj6.a México para entrevistarse con José Luis Gon- zilez. El fue en una especie de padrino para Jestis Gardea, por eso mi padre le dedie6 dos libros. Después gané el concurso de Cuento San Luis Potost alli fue cuando entré Jaime Labastida, el primer editor del trabajo de mi padre, y lo publics con gran entusiasmo en la editorial Siglo xx. UN CLASICO MARGINAL, Cuando en l presente se habla de Jesis Gardea, un adjetivo que aparece constante es “marginal”.

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