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MA IGA TONS 1. Pov juzgar Ia obra interesante y digna de ser contocida de tode traducidlo hoy el primer capitulo, y seguiremos dando uno cn caida niimero de'los siguientes, SULA MEDISG R TEESEO LOC onde CAPITULO Todos lox hombres deben estudiar la Me: dicina, 6 eGlebro Mipserates, porgnc es wie oeupacion honesta y titil en la vida: y sobre todo para los que son eruditos y clacuentes, | Ami juicio, la Medicina es hermana y conipa: Tera de la subiduria, Tu efecto, Leunst wes libra de las enfermedades del cuerpo, laotia | de las tribulaciones del alma. La inteligen- cin ereve con Ja salud, la que ai su vez se re- gula por ke sabidhuria, porque Gio higeo como el cuerpo lnnguidece, el espiritu no tiene el misine 0 por fa virtud, En fin, tode at (que morboxo, por. simpatia, oscureee el ina y obstruye In inteligencia,” + Asi deein hace 2,850 afos, en una carta ATipdcrates, tocante a la naturaleza del hom- Inve; Demberito, ino de los jefes de la Esene- Ia de Heo, y el mas erudito quiz de los sit- hios de su cpocu, Ciertamente que nuestros modernos reformadores de la edueacion pit Dliea no podrian pedir mas ni hablar mejor, Y nose crea que el eélebre reider de Abde- rt expresn aqui un simple deseo: asienta un hecho que se verificaba ya en su tiempo eu la Grecia, Los tlosofos griegos estudiaban In Medicina y la ensefaban d sus diseipulos. Lag esentelas de la Grecia, ain cumdo no se intitulasen pomposamente Cndecrsidadles, abrazaban realmente en su ensefianzn la end versalidied de los, conocimientos humanos, nl Un jovon salia de alll un mismo tiempo fe sivo, metal ‘ico, naturalists, miaitennilico, as+ irénomo, mnisico, legista, orndor, eseritor, imédieo, hombre de Estado, Tos mismos hiv “Wlexieo, Mayzo 10 de ABTS. NUM, jos de Jos reyes estahan inieiados en Jn tera péutien. Aléjandro, Namado el grande, que habia aprendido la medicina de su preceptor Aristotcley, era el nico médico de susamigo: En Ja misma Roma, no obstante que lo yomanos permanecieron 500 afios extrafios ala priictica médica, sin que por esto se re- sintiese la salud piiblica, en la misma Roma, en tiempo de a literaria, el estudio de la Medicina fué clcomplemento obligado de una Duene edueacion, Varrou, Cieeron, Ca- ton, TWoracio, Tucrecio, Ovidio estaban muy versudoson este estudio. Augusto se enor- illzci:t en el Lrono de haber cneontrado Un remedio contra Ja oftalmia; el empers dor Adriano habia estudiado metédieamen- te el arte de curar, Plinio, en sus libros, tra- ix largamente de la Medicina “no como mé- dico, dice, sino por interés hiicia In salud de los hombres.” En Francia. jyud cose aprendemos ¢ nr parte de los establecimicntos de ins- truccion piblien? ;Para qué servimos al salir Aecllos? Qué carrera podlomosadoptarsin ha- cer nuevos estudios especiales? ;Ah, pobres Dachilleres Henos de importaneia y vanidad, no sabemos, al volver al hoyar doméstico, ni atin siquiera hablar correctamente cl fran: wés 6 hacer una simple regla de proporeion! Es cierto que, en cambio de los 20 6 30,000 frameos que cuesti a nuestros padres nuestra eduvacion jncompleta, en eambio de los trabajos forzades en que consumimos los 10 afios mus hellos a anestra ¢ encin, SC nos ensefin, como a los pericos, algunas no- menelaturas exraiias & incomprensibles: es cierto que nuestra memoria se ha enriqueci- do con as del gud suprimido 6 con La conjugacion te lox yerbos en més es cierto tambien que cada uno de nosotros ha Nov: do con regularidad su casa, cada afio, 4 th Unlo de estinulo 6 recompensa, st rxcion de hojas de laurel; pero si pesar de tuilo esto, confexad, 6 eara Universidad, «ue esto no es mas que empalagarnos 6 amnentar nuestin

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