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éExiste un método feminista?* Sandra Harding** Traduccién de Gloria Elena Bemal Durante las dos ultimas décadas las investigadoras feministas han planteado desafios radicales a los andlisis que la ciencia social hace de Jas mujeres, de los hombres y de la vida social en su conjunto. Sin embargo, desde el principio del proceso las discusiones orientadas a descubrir la manera de eliminar la parcialidad y las distorsiones de los estudios sociales tradicionales han mezclado y confundido problemas de método, de metodologia y de epistemologia. cExiste un método distintivo de investigacién feminista? ¢Como es que la metodologia feminista desafia-o complementa—las metodolo- gias tradicionales? ¢Sobre qué bases se sostienen los supuestos y pro- cedimientos de las investigadoras feministas? Este tipo de preguntas ha dado lugaral surgimiento de importantes controversias en el campo de la teoria y de la politica feministas, y ha provocado cutiosidad y ex- pectativa en los discursos tradicionales. La pregunta que con mis frecuencia se formula es: zexiste un mé- todo distintivo de investigacién feminista? No obstante, ha sido dificil * “Ts There a Feminist Method?” en Sandra Harding (ed.). Feminism and Methodology, Bloomington/ Indianapolis, Indiana University Press, 1987. ** Filésofa, profesora de la Universidad de California en los Angeles, E. U. identificar con precision el tipo de respuesta que deberia darse. En este texto me propongo argumentar contra la idea de que existe un método distintivo de inves tigacin feminista. Parto de la proposicién de que las preguntas en rorno al método suclen confundir los aspectos mas interesantes de la investigacién feminista, Creo incluso que la pre- ocupacidn que subyace en la mayoria de las formulaciones del proble- ma del método, y que se expresa por medio de ellas, es de orden di- ferente. Lo que interesa saber ¢s, mis bien, qué es lo que hace ran pro- fundas ¢ incisivas algunas de las mis rocientes ¢ influyentes investiga- ciones de inspiracién feminista en los ambitos de la biologia y de las ciencias sociales En primer lugar, teataré de desentraiiar algunos problemas de método, metodologia y epistemologia implicitos en el planteamiento del problema. Posteriormente, haré una breve revision (0 introduccién, dependiendo de quién lea el texto) de los problemas relacionados con la creencia de que basta con “sumar 0 agregar a las mujeres” a los es- tudios sociales para enfrentar toda la gama de criticas feministas. Por Ultimo, sefialaré tres caracteristicas especificas de aquellos estudios fe- ministas que han logrado teascender los enfoques “sumatorios”. Tra- tacé de demostrar por qué no debemos considerar que esas caracteris~ ticas son en si mismas métodos de investigacida aunque, sin duda, tengan implicaciones importantes para nuestra evaluacién de los métodos de investigacion. Método, metodologia, epistemologia Una de las razoncs porla que es dificil responder satis factoriamente a Jas preguntas sobre !a especificidad del método feminista es la siguien- te: las discusiones sobre métodes (€s decir, sobre las técnicas de recopilacién de informacién) y sobre metodologias (sto es, sobre teoria y andlisis de los procedimientos de investigacin) han estado mezcladas y han incorporado, ademis, problemas epistemolgicos (es decir, cuestiones relacionadas con la teoria del conocimiento adecuado © con estrategias de justificaci6n del conocimiento}. La confusion ocutre tanto en los discursos tradicionales como en los feministas. 10 Lacuestién es muy compleja. Por eso tendremos que distinguir sus componentes. Sin embargo, en este caso el problema reside, sim- plemente, en que el término “método” suele emplearse para hacer re- ferencia simul tinea alos tres aspectos dela investigacion. En consecuen- cia, no se esclarece qué es lo que se desea descubrir cuando se pregun- ta si existe o no un “método feminista de investigacién” especifico. Esta ausencia de claridad permite alos criticos eludir los aspectos ver- daderamente distintivos de las mejores investigaciones sociales ferni- nistas. También dificulta la identificacién de las tareas necesarias para impulsar la investigaci6n feminista. Un método de investigacion es una técnica para recabar informa- cidn (o una manera de proceder para recabarla). Es valido afirmar que todas las técnicas de recopilacién de informacién pueden clasificarse en cualquiera de las siguientes categorias: escuchar a los informantes (0 interrogarlos), observar el comportamiento, y examinar vestigios y registros histricos. En ese sentido, sdlo existen tres métodos de in- vestigacién social. Como se evidencia en muchos de sus estudios, las investigadoras feministas emplean cualquiera o los tres métodos en este sentido preciso del término-, tal y como ocurre en cualquier in- vestigacién androcéntrica tradicional. Existen, desde luego, notables diferencias en la manera como se aplican los métodos de recoleccién de informacién. Por ejemplo, las investigadoras feministas escuchan muy atentamente lo que las muje- res informantes piensan acerca de sus propias vidas y de las de los hombres, y mantienen posiciones criticas frente a las concepciones de los cientificos sociales tradicionales sobre las vidas de hombres y mu- jeres. Observan también algunos comportamientos de mujeres y hombres que, desde la perspectiva de los cientificos sociales tradicio- nales, no son relevantes. En el caso de la historia, buscan patrones de organizacion de los datos histéricos no reconocidos con anterioridad. En todos estos casos existe algo que puede considerarse, simulta- nearnente, come mucho menos y mucho mis que nuevos métodos de investigaci6n. Por un lado, las tareas particulares que las investigadoras feministas realizan empleando los métodos convencionales de inves- tigacidn no presentan entre si una coherencia tal que permita calificarlas 11 como “nuevos métodos feministas de investigacion”. Pero, pot otto, es indudable que las nuevas metodologias y epistemologias exi-gen usos renovados de Jas técnicas convencionales de investigaci6n. Cuando se habla de “método de investigacian” haciendo referencia exclusiva al sentido mis especifico del término, se subestima la pro- fundidad de las transformaciones que requieren los anilisis feministas y se les reduce al simple descubrimiento de métodos distintivos de investigacion. Fl hecho de que los cientificos sociales tiendan a veducir los pro- blemas metodologicos a simples cuestiones de método (al diseiiar, por cjemplo, “cursos de métodos” en psicologia, sociologia y disciplinas afines), constituye un problema. Cuando hablan de técnicas especificas de recopilacién de informaciéa, en realidad plantean problemas meto- doldgicos. Sin duda, es el habito de confundir los aiveles lo que inclina alos cientificos sociales a atribuir la novedad de los estudios femunistas ala aplicacién de un método de investigacién unico, Por otro lado, el hecho de que los fildsofos empleen términos tales como “método cientifico” o “el métado de la ciencia”, cuando en realidad se refieren a problemas de metodologia y epistemologia, es también fuente de confusiones. También ellos caen en la tentacién de cquiparar los rasgos novedosos de la investigaciéa feminista con un nuevo “método de investigacién”. Una metodologiaes una teoria sobre los procedimientos que sigue o deberia seguir la mvestigacion y una manera de analizarlos. La me- todologia clabora proposiciones respecto de la aplicacién de “la estructura general de la teoria a disciplinas cicntificas particulares”.? Asi, por poner un ejemplo, las discusiones acerca de como deberia aplicarse 0 se aplica cl funcionatismo (0 la economia politica marxista ola fenomenologya) en areas particulares de investigacion, son de or- den metodolagico2 1 Peter Caws. “Scientific Method”en Paul Edwards (ed.). The Bae: Philosophy, Nueva York, Macmillan, 1967, p. 339 2 Algunas metoddlogas feministas han Hegado al extremo heroico de demostrar que puede anmentar nuestra comprension de las mujeres v de los fenomenos de 12 Las investigadoras feministas vienen sosteniendo que las teorias tradicionales han sido aplicadas de manera tal que hacen dificil com- prender la participacién de las mujeres en la vida social, asi como entender que las actividades masculinas estan determinadas por el género (¥ que no son, como suele considerarseles, cepresentaciones de “Jo humano”). Por eso han elaborado versiones feministas de las teo- tias tradicionales. Hoy contamos con ejemplos de metodologias femi- nistas en discusiones acerca de la capacidad de los enfoques feno- menolégicos para esclarecer los mundos de las mujeres, o dela manera como la economia politica marxista puede explicar las causas de la permanente explotacién de las mujeres en la unidad doméstica o por medio el trabajo asalariado.? Estos esfuerzos, a menudo heroicos, plantean sin embargo problemas respecto de la capacidad del feminis- mo pata aplicar esas teorias y realizar anilisis completos y sin distorsio- nes sobre el género y las actividades de las mujeres. Y, desde luego, también plantean problemas epistemoldgicos. Una epistemologta es una teoria del conocimiento. Responde ala pregunta de quién puede ser “sujeto de conocimiento” (:pueden serlo las raujeres?). Trata también sobre las pruebas a las que deben so- meterse las creencias para set legitimadas como conocimiento (¢pero acaso se refiere sdlo alas pruebas que deben aplicarse alas experiencias y observaciones masculinas?). Aborda el asunto del tipo de cosas que pueden conocerse (pueden considerarse como conocimiento las “verdades subjetivas”?), y muchos otros problemas similares. Los socidlogos del conocimiento consideran que las epistemolo- gias son estrategias disefiadas para justificar creencias. Ejemplos muy comunes de estrategias de justificacién serian Ja apelacién a Ja autori- dad divina, a la costumbre y a la tradicion, al “sentido comin”, a la género si aplicamos creativamente teorias que han sido consideradas como irveme- diablemente sexistas ~tales como la sociobiologia, por ejemplo. Véase la discusion de Donna Haraway en toro a este tema en “Animal Sociology and a Natural Economy of the Body Politic” en Signs: Journal of Women in Culture and Society, vol 4, nm. 1, apartado 2, 1978. > Dorothy Smith, Heidi Hartmann y Nancy Hattsock nos ofrecen este tipo de discusiones metodolégicas en el libro Feminism and Methodology, editado por mi 13 observacidn, a la raz6n y a la autoridad masculina. Las ferninistas argumentan que las epistemologias tradicionales excluyen sistematica- mente, con o sin intenciOn, la posibilidad de que las mujeres sean su- jetos 0 agentes del conocimiento, sostienen que la voz de la ciencia es masculina y que la historia se ha escrito desde el punto de vista de los hombres (de los que pertenecen a la clase 0 a la raza dominantes); adu- cen que siempre se presupone que el sujeto de una oracién socioldgica tradicional es hombre. Fs por eso que han propuesto teorias epistemo- ldgicas alternativas que legitiman a las mujeres como sujetos de co- nocimiento,* Sin embargo, también estas dificultades suelen ser consideradas como problemas de método. Indudablemente, los problemas episte- moldgicos tienen implicaciones decisivas para la aplicacién de las es- tructuras tedricas penerales alas disciplinas particulares y para la elec- cién de los métodos de investigacién. Pero creo que referirse a esas cuestiones como problemas de método, es también una fuente de confusion.$ En resumen, existen importantes vinculos entre epistemologias, metodologias y métodos de investigacién. Pero la reflexién acerca de los métodos de investigacién no es precisamente lo que nos permite identificar los rasgos caracteristicos de las mejores investigaciones fe- ministas. Y, come veremos enseguida, tampoco puede encontrarse esta especificidad cn los esfuerzos por “sumar o agregar alas mujeres” alos estudios tradicionales. Tl problema de la “suma o agregacidn de las mujeres” Si deseamos comprender cabalmente la profundidad y extensién de la transformacién que requieren las ciencias sociales para entender el gé- nero y las actividades femeninas, necesitamos reconocer las limitaciones 4 Para una discusion mas amplia de las criticas feministas a Ja ciencia y la epistemologia véase mi trabajo The Science Question in Feminism, Nueva York/ Tehaca, Cornell University Press, 1986, asi como Jean O'Bart y Sandra Harding (eds.). Sex and Scientific Inguity, Chicago, University of Chicago Press, 1987. 5 Sugiero que las lectoras intenten distinguir estos tres diferentes aspectos de Ia investigacién en tos estudios feministas. 14 de las estrategias que suclen emplearse para asi rectificar el andro- centrismo de los estudios tradicionales. Las investigadoras feministas intentaron primero “sumar o agregar alas mujeres” a esos anilisis. Tres clases de mujeres parecian candidatas obvias a ser incorporadas al ana- lisis: las cientificas, las mujeres que participaban en la vida publica -a las que las cientificas sociales ya estaban estudiando—y las mujeres que habian sido victimas de las formas ms brutales de dominacién mas- culina. En el primer caso, la academia ha comenzado a rescatar y a valo- rar el trabajo de las investigadoras y pensadoras de géneto femenino. Generalmente, el trabajo académico y de investigacién de las mujeres ha sido ignorado, minimizado 0 apropiado, sin otorgarle el crédito que si se hubiera dado al trabajo masculino. Un ejemplo notorio de esta forma de devaluacién sexista en las ciencias naturales es el teatamiento que los colegas de Rosalind Franklin, ganadores del premio Nobel, dieron al trabajo de ésta sobre el DNA.6 ¢Cudntas otras cientificas, so- ciales o naturales, habran pasado desapercibidas porque, a diferencia de Franklin, no tuvieron un amigo capaz de corcegir el registro de los hechos? Sin embargo, la idea de que ésta es la Gnica manera de eliminar el sexismo y el androcentrismo de la ciencia social, plantea serios pro- blemas. Es evidente que no se puede comprender el género ni el papel de las mujeres en la vida social mediante el simple conocimiento del trabajo de las éstas en el campo de las ciencias sociales. A pesar de su agudeza, el trabajo de esas “mujeres perdidas” no alcanz6 a incorporar los avances teéricos realizados por el feminismo durante las dos ul- timas décadas. Mas atin, ellas podian considerarse afortunadas por el simple hecho de haber ingresado en un mundo que impedia a la ma- yoria de las mujeres el acceso a la educacidn y a los créditos necesarios para convertirse en cientificas sociales. Su trabajo estuvo sometido a * Véanse al respecto los trabajos de James Watson. The Double Helix, Nueva York, New American Library, 1969, y de Anne Sayre. Rosalind Franklin and DNA, Nueva York, Norton, 1975. Carolyn Wood Sherif discute este tipo de pricticas en el campo de la psicologia en el ensayo incluido en el libro del que el presente texto constituye la introducciéa. 15 enormes presiones, destinadas a forzadas a ajustar sus investigaciones alo que los hombres de su tiempo pensaban sobre vida social. Esas presiones son todavia hoy muy fuertes. Con frecuencia, por fortuna muchas de ellas resistieron exitosamente. Sin embargo, sus proyectos de investigacién no podian haber producido el tipo de andlisis profun- do que es posible hacer cuando el pensamiento de hombres y mujeres forma parte de una amplia revohucién social de la magnitud de la que ha provocado el movimiento de las mujeres. Lo que hoy sigue siendo asombroso es la walentia intelectual los feecucates destellos de genio de esas intelectuales, a pesar de los constrefimientos sociales, profesio- nales y politicos que tuvieron que enfrentar? Una preocupacién distinta de la investigacién feminista ha sido el examen delas contribuciones de las mujeres ala es fera publica, mismas que ya estaban siendo estudiadas desde antes por la ciencia social. Hoy podemos constatar que las mujeres también han sido creadoras de cultura distintiva, descarriadas, votantes y clectoras, revolucionatias, reformadoras sociales, individuos con éxito, trabajadoras asalariadas y muchas otras cosas mas. Importantes estudios han contribuido a de- sarrollarnuestra comprensi6n de las funciones femeninas en la vida pu- blica, ranto en Ja historia como en diferentes culturas contemporaneas. Sin embargo, cste enfoque deja indemnes algunos criterios indu- dablemente androcéntricos y, en consecuencia, nos oftece andlisis par- ciales y distorsionados del género y de las actividades sociales de las mujeres. Sugiere, falsamente, que las Gnicas actividades que constitu- yen y moldean la vida social son aquéllas que los hombres han con- siderado importantes y dignas de estudio. Esto oculta temas de im- portancia tan crucial como, por ejemplo, la mancra como los cambios habidos en Jas practicas sociales, reproductivas y sexuales y en el ejercicio de la maternidad, han dado forma al Fstado, ala economia y alas demas instituciones publicas * Hin el trabajo de Margaret Rossiter, Women Seicntists in America: Struggles and Strategies (0 1940, Baltimore, Johns Hopkins University Press, 1982, puede encontrazse informacion sobre los esfnerzos rea zados por las cientificas naturales y sociales durante el siglo diecinueve y principios del veinte. 16 Mas atin, este énfasis de la investigacién no impulsa a preguntar cuiles han sido los significados que para /as mujereshan tenido las con- tcibuciones a la vida publica. Por ejemplo, el movimiento a favor del control de la natalidad, encabezado por Margaret Sanger, desempefid un papel importante, y desafortunado ala vez, en la politica eugenésica. Pero, desde la perspectiva de las mujeres, también significé la posibili- dad de planear su vida reproductiva y, en ese sentido, de controlar sistematica y efectivamente las consecuencias de sus actividades sexua- les. Dificilmente podra percibirse este ultimo significado si el énfasis se pone solamente en las contribuciones femeninas al “mundo de los hombres”. Para poner otro ejemplo recordemos que muchas mujeres blancas y negras trabajaron valientemente en los movimientos antiesclavistas norteamericanos, a favor del sufragio de los negros y contra los lin- chamientas. Pero, equé significé para la vida de esas mujeres, ca tanto mujeres, su patticipacion en esos movimientos? (Entre otras cosas jque aptendieron a hablar en piblico y a organizarse politicamente, y que experimentaron Ja virulencia de la hostilidad de los hombres blancos hacia las mujeres que aprendian a hablar y a organizarsel).8 Una tercera orientacién de la investigacién sobre mujeres corres- ponde a su estudio en tanto victimas de la dominacién masculina. La dominacién masculina asume formas diversas. Muchas investigadoras nos han proporcionado estudios innovadores sobre los crimenes que se cometen “contra las mujeres” —particularmente sobre la violacién, el incesto, la pornografia y la violencia fisica en el hogar. Han exa- minado los patcones mas extendidos e institucionalizados de explota- cién econémica y discriminacién politica de las mujeres. Y también han analizado las formas de dominacién de los hombres blancos, mismas que han tenido como victimas especiales a las mujeres de color -a través de la esclavitud, de Jas politicas estatales sobre reproduccién y ® Bettina Aptheker, Women’s Legacy: Essays on Race, Sex and Css in American History, Amherst, University of Massachusetts Press, 1982; y Angela Davis. Women, Race and Class, Nueva York, Random House, 1983. 17 seguridad social, dela legislacion “proteccionista”, de las practicas sin- dicales y de otros mecanismos.? EI surgimiento a la luz publica de este feo lado oculto de la con- dicién de las mujeres, ha impedido que los pensadores honestos pue- dan seguir creyendo en un supuesto progreso social generalizado, tanto en nuestra cultura como en Ja mayoria de las demas. Si se toman en cuenta las estadisticas sobre violencia contra las mujetes, resulta razo- nable situar a la mayoria de las culturas contempordneas entre las mas salvajes de todos los tiempos. Pero los estudios sobre la violencia y sus victimas también tienen limitaciones. Tienden a ctear la falsa impresién de que las mujeres se han limitado a ser victimas, de que nunca han protestado con éxito, de que no pueden ser agentes sociales eficaces a favor de si mismas 0 de otros. Y, sin embargo, el teabajo de otras académicas e investigadoras feministas nos dice !o contratio, Las mujeres han opuesto resistencia permanente a la dominacién masculina. Hasta aqui he sefialado los problemas inherentes a tres enfoques basicos de! estudio de las mujeres y del género que patecian ser muy prometedores. Y aunque por si mismos sean valiosos, la nueva inves- tigacion feminista incluye estudios de esos “tipos de mujeres”, peto logra trascender las pretensiones de los enfoques mencionados.!® Examinemos ahora lo que caracteriza a los mejores ejemplos de este nuevo tipo de investigacién, puesto que esas caracteristicas pueden ofrecemos criterios mas adecuados que el de los métodos de investi- gacién para identificar lo que confiere especificidad a los estudios feministas. 9 Es preciso decir que las mujeres blancas, también, han participado de mil- tiples maneras en la opresin de las mujeres de color 10 Peggy Melntosh hace un juicio muy interesante y mucho mas sevexo que el mio sobre los enfoques “sumatorios” en la investigacion feminista en su ensayo “Interactive Phases of Curricular Revision: A Feminist Perspective”, documento de trabajo numero 124, Wellesley, Mass., Wellesley College Center for Research on ‘Women, 1983. 18 éQué hay de nuevo en !a investigacién feminista? Lancemos ala historia de la investigacién feminista la clase de pregunta que Thomas Kuhn formul6 a la historia de la ciencia.1! Este autor se Ppreguntaba qué sentido podia tener una filosofia de la ciencia que no se sustentara en las evidencias provenientes de la historia de la ciencia misma. Nosotras podemos preguntar a nuestra vez qué sentido tendria una teoria de Ja especificidad de la investigacién feminista que no tomara en cuenta los criterios que aportan los mejores ejemplos de esa investigacion. Algunas propuestas para la elaboracién de un método feminista han tenido esta desafortunada limitacién. Pero si, en cambio, hacemos la pregunta, podremos identificar los rasgos que distinguen a los mejores estudios feministas. Sostengo que existen tres caracteristicas distintivas fundamenta- Jes, pero en modo alguno afirmo que estalista seaexhaustiva. Podemos reconocerestos rasgos sélo después que se han producido estudios que los contienen y que han demostrado su pertinencia. A medida que se siga haciendo investigacion, seguramente iremos identificando otras caracteristicas que nos permitan acrecentar nuestra comprensién de lo que hace que los estudios feministas sean tan influyentes. Sin duda, también podremos examina nuestra percepcidn de la importancia que tienen las tres caracteristicas que sefialo aqui. No pretendo ofrecer una respuesta definitiva ala pregunta que encabeza esta seccién, sino de- mostrar que el enfoque histérico es la mejor estrategia para dar cuenta de la especificidad y peso dela investigacion feminista. Y, aunque estas caracteristicas tienen consecuencias parala seleccién de los métodos de investigacién, no existe razén alguna para llamarlas “métodos”. Nuevos recursos emptticos y tedsicos: las experiencias de las mujeres Las criticas a la ciencia social tradicional sefialan que ésta, para su ana- lisis, parte de las experiencias de los hombres. Es decir, formula tni- camente preguntas sobre la vida social que plantean problemas desde 1 Thomas $, Kuhn, The Structure of Scientific Revolutions, 2a. edicién, Chicago, University of Chicago Press, 1970. Existe traduccién al espaiiol La eseructura de les revoluciones cientificas, México, Breviarios del Fondo de Culeura Econémica, nim. 213, s/f. 19 la perspectiva de las experiencias sociales de los hombres (por supu- esto, de los blancos, occidentales y burgueses). Inconscientemente, la ciencia social tradicional ha seguido una “ldgica del descubrimiento” que podriamos resumir asi: haganse solamente aquellas preguntas aceeca de lanaturaleza y de la vida social que los hombres (blancos, oc- cidentales, burgueses) desean que se respondan, Desde esta perspecti- va, son validas preguntas como las siguientes: ¢Cémo podemos “no- sotros, los humanos”, conseguir mayor autonomia? Qué politica legal debe seguirse frente alos violadores y alas mujeres violadas, dejando al mismo tiempo intactas las normas establecidas del comportamiento sexual masculino?!? Por un lado, muchos de los fendmenos que resultan problematicos desde la perspectiva masculina no lo son en absoluto desde la perspec- tiva de las experiencias de las mujercs (asi tenemos, por ejemplo, que las dos cuestiones planteadas mas arriba no surgen necesariamente de las experiencias femeninas). Por el otro lado, las mujeres experimentan muchos fendmenos que desde su perspectiva requieren sin duda de explicacion. ¢Por qué les desagrada tanto a los hombres el cuidado de los nifios y ef trabajo doméstico? ¢Por qué la ampliacién de las opor- tunidades de vida para las mujeres tiende a restringirse precisamente a Jos momentos que Ja historia wadicional sefiala como los de mayor progreso?

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