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| LA COMPLENDAD HUMANA: . APORTACIONES DESDE LA SOCIOLOGIA ee A Budgar Morin 9 Alfredo Gutiérrez, a quienes srucbo deba, ENRIQUE LUENGO G. Universidad Iberoamericana ) RESUMEN { nie la-pregunta zqué aporta la disciplina sociolégica a la compren sién de lo humano?, surgen otras més: ¢qué entendemos por lo humano?, qué entendemos por sociologia, y qué entendemos por desarrollo o proceso humano? Los aportes del pensamiento complejo de Edgar Motia nos permiten proponer una serie de respuestas que invitan a a interdisciplina y a le articnlacion de saberes en torno a la comprensin del conocimiento de los humano. El trabajo se divide en tres apartados: el prime- 10, explicita una serie de supmestos en torno al conocimiento, lo humano y la sociologia; el segundo, sefiala algunas aportaciones de lo social al conoci- miento de lo humano y lo articula a la triada individuo-sociedad-especie. Y Ja tercera parte, presenta una propuesta de didlogo y articulacidn interdisciplinar en totno a la complejidad humana. Palabras clave; complejidad, sociologia, ciencias sociales, interdisciplina, so- ciedad. ) ABSTRACT ( Before the question, what does sociological discipline contribute to the understanding of what is human?, other questions emerge: what do we understand by human?, what do we understand by sociology?, and, what do we undetstand by human deyelopment or process? ‘The contributions of Edgar Motin’s complex thiaking allow us to propose a series of answers that call for interdiscipline and the articulation of facts that surround the understanding of human knowledge. This workis divided into three sections: first, it sets out a scries of suppositions surrounding knowledge, what is human, and sociology; second, it puts forward a number of social contributions to human knowledge and articulates it to the triad individual-society-species. The thied section. presents a proposal for dialogue and an interdisciplinary articulation surrounding human complexity. Key words: Complexity, Sociology, Social Sciences, Interdiscipline, Society. Preguntarnos sobse la contribuci6n de la socioldgia a la compreasion y explicas ciéa del ser humano en su complejidad es un desafio reflexivo estinulaate y de no ficil resolucién dadas las miiltiples implicaciones, facetas y entradas que conlleva a cuestién. Al menos existen tres interrogantes que acompaiian la pregunta ini- cial: gqué entendemos por fo humano?, geval es la concepcién de la sociologia desde donde intentaremos responder la pregunta?, y 8 z unidad & Soy. desintegracion © Morn, ge, Secieeg .€2. AR ceccicmnenars | ae @ [BJ SECOION DEBATE: ple soci is x fend la ac proc sus t tera. sociz prob hech estad los h duos Slote una § trans pued a fav estar rales mani nos | tier Eeare La so Lac biéa ica prem capit Uno de los supuestos desde la perspectiva del pensamiento complejo es com- _plementar los dos puntos de vista antetiores, el orden y su transformnacién. La sociedad es, por tanto, “la unin de la unin y la desunién’’, es una snitas complex. La complejidad busca también vincular, como veremos més adelante, el andli- ‘sis microsocial con el macro, las regulatidades sociales con las singularidades del fendmeno histérico en cnestidn, lo explicativo con lo heuristico, la estructura con Jnaccidn social, entre otras cosas. Flentender la sociedad como multiplicidad en unidad implica dar cuenta en el ‘proceso de conocimiento de la singularidad cle cada sociedad y de la diversidad de [sus tipos grupos, clases, categorias, estratos, etnias, generaciones, culturas, etcé- | ie Implica, ademas, oponetse a la sola especializacidn'® del conocimiento de lo social -que impide observar tanto io global como jo esencial— y que al tratar los problemas particulates los desvincula de su contexto. Por ultimo, un problema de la unidad en la dispersion se relaciona con el hecho de que desde que las sociedades humanas se constitayen en ciudades y ~ estados —no sucede tanto en las hordas y tribus-, resulta dificil mantener unidos a = Jos hombres para una vida buena en comuin. Las fuerzas centrifugas de indivi- * duos, grupos, categorias sociales, etcétera, empujan 2 ia dispersion. Por ello, Peter ‘Sloterdijic se hace las siguientes preguntas: zcmo puede un grupo humano —o ‘una sociedad~ crecer en el niimero de sus miembros y su diversificacién, y, sin ‘embargo, no feacasar en el intento de mantener unidos a sus miembros o de ttansmitit la pertenencia social mayor a las generaciones siguientes?; ecémo se = pueden conjuntar miles de individuos, de modo que se les pueda exigir esfuerzos favor de una tarea colectiva? Este mismo autor se responde: “Nos corresponde estar junto a aquellos a los que nos pertenecemos”. Ello implica elementos culta- “les de identidad social y, desafortunadamente, del excluir a los “otros” que no ‘manifiestan esas caracteristicas.”’ Sin embargo, ef concebitnos como seres huma- tos formando parte de una sociedad mayor, de una sociedad planetaria, de una -tieera-patria, de un mismo origen y destino, la posibilidad de inclusion y de “fiaternizacién humana se presenta. E La sociedad es polinuclear ‘La complejidad de Ja sociedad, al dar cuenta de su heterogeneidad, supone tam- bien que nuestras sociedades no son definibles por un simple rasgo 0 catacteris- F ica dominante. Las sociedades no son sélo modernas, postmodernas 0 " premodernas, son las tres cosas a la vez; y no sélo eso, también no son sélo capitalistas, neoliberales, industriales, de consume, etcétera, sino todo a su vez. Ln cspecilzactn“ endian sl misma dh porréirsulniogracén en una problema lbal ona concopion de conjunto dl blo ‘el eo consider sine un aapeste 0 Ura gare’, Mer, Edgar (1990), Loe shite eabovespeccaase para a exacesion del tro. (weseo: Pats,» 17 Ses, Petar 1658), Eo al miGmo bare, Biotec de Ensayo Sivels Medi, np. i, 18, 36.57. En una palabra, en la definicién de una sociedad no deberia de haber definiciones to m unidimensionales, definiciones s6lo apegadas a uno de sus rasgos. reali Es necesario definir cada sociedad polinuclearmente o policéntticamente. No A sélo analizar su centro y periferia modernizadora, premodetnizadora 0 ho posimodernizadota sino atender sus diversos centros y periferias yla forma como mien éstas se entretejen. Tal como lo afitmaba Nicolés de Cusa, en el siglo xv, “la trama am del mundo tended un centro en todas partes y su circunferencia en ninguno.”® Esta concepcién de la sociedad implica el oponerse a considetar a la determi- nacién econémica o al determinismo geografico como su tinico centro, o bien, rechazar como nticleo de su configuracién ambitos como: el estado y sus leyes, sus mitos e ideologia. Intentos de desarrollar una teoria social a partir de algunas de estas determinaciones o visiones uniditeccionales abundan en el pensamiento sociolégico. La misma consideracién podemos aplicar al ser humano individual, pues, como ya dijimos, no existe un solo punto de vista para definirlo: homo sapiens, homo faber u homo oeconomicus. Por ejemplo: si definimos al ser humano sélo por ia raz6n, cl entendimiento, la sabidusla, como homo sapiens, cdénde podemos in- cluir sus locuras, sus fallas, sus delitios, sus pasiones?, cémo explicar sus fanta- sias, su recursencia ala magia, al mito? De esta manera, en el proceso de conocimiento, la sociedad y el individuo son conceptos que se van construyendo, desarrollando y tosnandose més complejos. La sociedad es fo que el sujeto concibe Ei concepto de sociedad, por otra parte, “debe consideratse en relacién con el sujeto que lo concibe.™ Nuestro concepto de sociedad es producto de la cultura en Ja que habitamos y, ademas, pensamos sobre la sociedad, estando dentro de la sociedad. De hecho, las sociedades son sociedades mientras que sus miembros imaginan con éxito que son sociedades” Lo anterior quiere decir que la realidad social es, por sf misma, sociocéntrica, Quien intenta conocer la sociedad no ocapa un lugar fuera del tiempo y del espa- cio sino un lugat en una sociedad dada, y a partir de ahi crea su propia represen- tacién, Esta tepresentacién de lo social, que se nos presenta como “verdadera imagen de la realidad”, no puede set climinada; sin embargo si podemos tomar conciencia de que su representacidn lo que percibimos instanténeamente como Ja “tealidad misma”— puede no ser tan real o verdadera como creeros."! Existe, por tanto, un proceso inevitable de creacién en el acto de conocer: realidacles que creamos con nuestro acercamiento y realidades que alejamos cuan- "8 Cao go bez Jess (1989), Da atprtro a set: porpectvas ea ivetigacon soe Silo XX! Masi p27. 1 Nore, Eagar, Socio, p. 8. Sloe, Patt op 8, p20. % Bote, Daud (1897). Sob dogo Kelés Borsona, 17, ‘to mis'nos acercamos; realidades que generamos cnando se crefan ya agotadas, y -_reilidades que nos exceden ante nuestras pretensiones de dominio. Ademds, la sociedad est4 siendo constantemente transformada. La sociedad flo 'es una por siempre, no es estitica, sino que es una configuracién en movi- __tlento, desplazindose y recomponigndose. En esta transformacidn, la acompa- flamos; a nivel personal nuestro sociocentrismo va ocupando otros lugares —por gjemplo, al cambiar nuestra edad, condiciones familiares y laborales, al modificatse auestros traumas o al tener otros conocimientos—, Por tanto, las visiones de la realidad social se diversifican y transforman, nunca permanecen. Sien muchas ocasiones estas realidades coinciden o se aproximan, eso se debe «los esquemas culturales y conceptuales que compartimos y que forman patte de _ éstra impronta cultural, as{ como de auesttos paradiginas de conocimiento _ Gracias a ello, la dispersion nunca es taata que impida lo comin o las visiones ‘compartidas. _ Conocet, por tanto, es construir realidades, que a su vez construyen al sujeto que conoce.™ “lasociedad es autocreacién Auto-eco-organizacién, autocreacién autoproduccién con su entorno, auotpoiesis - p autoinstituyente™ son attibutos de cualquier sociedad y de cualquier historia. “Thda sociedad, como todo set vivo, se instaura y crea su propio mundo, a partir deelementos que logta extraer de su entorno, generando asi experiencias y futu- tos abiertos. En esta autocreacién nosotros hacemos las leyes, fijamos las normas, las mo- cas que nos distinguen, las diferencias entre estratos sociales, nuestras revolucio- ties y otras muchas cosas. Somos tesponsables, por tanto, de lo que hemos creado. En ocasiones llega un momento en el que nos preguntamos: zpor qué esta ley, ‘sia norma, estas diferencias sociales y no otras? En la medida en que individuos J ptupos sociales consideran esta pregunta, se pone en discusion las pautas que | tigen a la sociedad y la posibilidad de Ja accién social © politica, en busca de estabiecer una nueva institucién de la sociedad. Estos momentos hicidos en la bistoria de la humanidad, nos recuerda insistentemente Cornelio Castoradis, los [tenemos ejemplificados en la Grecia Antigua y en la Buropa Occidental a partir del ptimer renacimiento (siglos x1 y xm). Por ejemplo, la gestaci6n de una revuelta o revoluci6n es la sociedad misma, y enelia participan tanto los que la seivindican como los que se oponen a ella. E abuso del poder y la riqueza asi como el optobio de las injusticias y violencias, en ‘ates, Nt, Dots, 16-87 vs er (102) Bt Ms ves. Coda: Mae p27 yu ‘attr Aton, Petnicon, pn 200210 2. Aes eamlded cogent dee eoecan, vets ane edn vss nsinaoex Edgar Mtn (ausen aan), Hurnbaro Marana y Francisco Virol fautopeles), Carole Cased (uowsltuyent) Cestalas, Canalo (199) ascenso oe nsigoan, Feévesk: Mol, Cstecra de Urivrst de Valencia, p59, miiltiples ocasiones despierta al exttemo menos fevorecido de Is desigualdad, a los pobres de siempre, que se levantan exigiendo terminat con esa situacién. Ge- neralmente son los mismos quienes se preguntan: gcdmo es que se desaté la rebe- i6n?, equién es el lider externo que la provocé y quignes son los culpables?” Segiin este supuesto, el investigador que pone su acento en una teorfa con ideas generales fijas y omite el proceso de autocteacién social o el movimiento histético como creaci6n, piensa que puede conocer lo social y Jo histérico eon su propia teoria, no en “el movimiento efectivo de la historia misma y en la actividad misina de los seres humanos,”*® La capacidad de autocteacién, tanto a nivel de lo humano individual como de Jo social, tiene también otras implicaciones metodolgicas. Algunas de ellas son: a) Elinvitarnos a entender las acciones humanas como fuetzas cteativas 0 inno- vadoras, y no solo como repeticiones o generalizaciones de las conductas 0 comportamientos, como lo han intentado hacer miltiples esquemas tedricos y metodolégicos en las ciencias sociales. Es precisamente la riqueza de lo huma- no lo que produce la singularidad, la particulatidad, la heterogeneidad, la nove- dad, y asf se opone a la estandarizaciéa, pues la historia de la sociedad no fabtica mec4nicamente y en serie las mismas realidades. b) Esta visién de lo social invita también a considerat la incettidumbre como parte de la vida misma, El proceso de lo humano no es respuesta inmediata o mecinica a la uniformidad tecno-butoctatica de los factores que invitan a la homogenizacién” ©) En esta concepci6n, por tanto, ias leyes de lo social, entendidas como leyes dictadas por la naturaleza (por ejemplo, Augusto Comte} o por la historia (por ejemplo, Herbert Spencer, Katl Marx) no pueden ser aceptadas, Pot el contra- tio, las leyes de io social, entendidas como regularidad 0 notma del comporta- miento colectivo —por ejemplo, el incesto como probibicién generalizada en todas las sociedades son resultado de la creaci6n de formas de la vida hama- na, En este proceso de rectear la sociedad, cada sociedad particular e historica es una creacion tinica ¢ itrepetible, a pesar de la semejanza de alguno de sus rasgos. Por eso se afirma que cada cultura o sociedad que desaparece es un paso mas hacia Ja desaparicién de una posibilidad de seres humanos pues no sdlo se elimina un pasado y un presente sino también un futuro. a) En esta perspectiva, el comprender no significa explicar los fenémenos por medio de generalizaciones o analogjas sino més bien examinar el campo patti- cular en que se crea emerge el sentido, Esto es asi porque la historia social es creaci6n de sentido. ©) Finalmente, a manera de sintesis sobre este punto, habria que decir que en la sociedad encontramos el sufijo “re” -reproduccién econémica, social y cultu- (Gener, Arado, Dasinfacon p & Cesta, Comal 1994), Ls dominos de mires encrjadas do bona, Gees: arelona p84 ior, Rayne (196) "Edgar Worn|a cicada cure y is tenets de empha’, en Solos» Polio, Mic, nor ‘a tercareara, Nueva Epeca, Ato W, Nin, 8 Fal cecciom neners SECCION DEBATE x 3 a 8 La socie De lo ar se trans! condici¢ és unan camient tiempo, adelants expesim La si microtic pode la mente € celebrac Jos rite des sect trial se « natutal-; ¢ indivic cidn del mundial estos tie unisono Hees donde k y repetic trariedac sentido Gutiérr se repite ‘© Mori, € ints de neu Vier, Be ilk, as{como también encontiamos la produccién de lo nuevo, cteacién, ttans- formacida. Esto es asf porque, para sobrevivir, la sociedad se conserva y trans- forma aia ver. Por ello Morin invita a atender “el orden repetitive /teproductor yel movimiento transformador/innovador, donde lo que evoluciona es el pro- © pio sistema de reproduccién”.” Los clentificos sociales, por tanto, tienen que observar a fa vez: la invarianza —temporal~ de las reproducciones, como las ‘vatiaciones o cambios de esas supuestas invarianzas. ‘sociedad es movimiento “condiciones y acontecimientos de su contexto. Este movimiento de lo social no | svina marcha progtesiva hacia delante, sino que tiene avances, retrocesos, estan- ientos parciales y asincrénicos, Ademis, no toda la sociedad marcha al mismo empo, siempre hay una parte de la sociedad probando el futuro, atriesgando y 4gdelantindose al maiiana, con nuevas ideas, propuestas, formas organizativas y rimentos. La sociedad es el entrecruzamiento de diversas temporalidades, de miiltiples jctotiempos y macrotiempos. Durante milenios de afios, por ejemplo, el tiem- Lo de las sociedades ageicolas fue un tiempo unitario, natural y circular. General- F niente esta percepcién del tiempo se actualizaba cfclicamente cada aéio mediante Jpraciones sagradas o tituales. A pattir del siglo xvut, en Europa y Norteamésica, “os titmos temporales tuvieron su tansformacida, ajustindose gradualmeate gran- sectores de la poblacién a los tiempos industciales. El tiempo-trabajo indus- ttl se convirtié en mecinico, lineal y cronométrico, lo que se oponia al tiempo “gutural-agricola més orginico, ciclico ¢ impreciso.* Actualmente, ¢l tiempo social cindividual est’ cambiando de nuevo debido 2 las nuevas tecnologias, la reduc- ‘tidn del tiempo dedicado al trabajo, las intercomunicaciones relacionadas con Ja | mandializaci6n, la disposicion del tiempo libre, entre otzas tmiltiples cosas. Todos ‘sios tiempos, y otros muchos titmos temporales que se entrectuzan, viven al “unisono entte los diversos sectores sociales e individuos de una misma sociedad. Heticlito tenia raz6m: “Todo fluye”, Este fuir se da en un campo de libertad “donde la vida humana cobra sentido pues la sociedad no es solo quehacer titmico repeticidn, tambien es creatividad, invencién, locura, voluntad, resistencia, axbi- “tretiedad, etcétera, donde los individuos y las colectividades deciden y busean dar ‘ceatido a sus vidas. La sociedad, por tanto, como dice mi quetido amigo Alfredo _Gatiérrez, “no es estipida, menos repetitiva y aburtida, por lo que la sociedad no serepite més que en las estadisticas, no en la realidad.” Ma ap, Soo, 8087. ‘Vigor oa woisceryo, ae ace ria de cgund que res plcacn nsyteng miler dees descegues “eretulsascfsmicns Mon, Edgar (1973). Dio uo Caer. Etiovial Funcamertes Mase, pp, 150121, ‘ar Sr (1987) L3 nuova raconalac: compronder i real con msadosrandspinars, Kai: Baresion,p. 15. Por supuesto, esta concepcidn de lo social como movimiento lleva implicite econ sus propias exigencias metodolégicas. Pot ejemplo, la dificultad de pensar histéti-_plante camente, es decis, de ao concebir el movimiento de la sociedad, se taduce en una = Bt toxpe aplicacién de una misma abstraccién —ya sean teorias, conceptos 0 leyes | antroy sociales~ a realidades que cambian permanentemente y que incumben a socieda- | la cult des diferentes. La consecuencia de este pensar es que las abstracciones se hacen cada dia mis abstractas y Ia realidad social cada vez se hace més inaprensible y Iejana. Sin embargo, asi como no deben existir observadores obsesionados s6lo por el orden social -autoreproduciendose sin evolucionar-, tampoco pueden existir fendmenos observables absolutamente inorganizados, cadticos, concebidos tini- histor anil an este. a "por la epita -ydek camente en su movimiento desestructurante, Esto es asi porque en la sociedad, = evolu como afirmaba Alfredo Gutiérrez, la revolucién y el conservadurismo son siameses, | eaden Una premise que se detiva del movimiento de toda sociedad es que eliavesti- pote! gador, como parte de la misnma, se reve con ella. Pos tanto, elinagotable movi | pteh miento de la sociedad exige, a quienes intentan conocetla, igual movilidad: un gener continuo seguimiento de la sociedad en el proceso de conocimiento, una capaci- | anttoy dad abierta, dindmica y flexible que permita dar cuenta de rupturas y continuida- > "To des, de desgastes y emergencias. Es por esta razén que es fundamental que el antrof investigador seflesione sobre su propio proceso de conocimiento, haciendo un esta er autoanilisis y un socioanilisis donde descubra su egocentrismo y su sociocentrismo. | que se Es decis, el investigador debe buscar hacer una explicitacion psico-histérico- | clolég contextual, que le permita ubicarse en el lugar y tiempo desde el que habla. Una y. com estrategia, por ejemplo, seria la movilidad temporal y geografica de quien intenta —_ausenc conocer; asi como el desplazarse por varios terrenos tedricos, lo que facilitaria el descentrarse, el volverse a centrar, y evitar encerrarse en una o dos obscevaciones mW, fragmentatias y parciales® La sociedad no es estrictamente humana Los seres humanos no han inventado la sociedad, lo tinico que han inventado es Ja sociedad humana, La otganizacién social es macho més otiginal, antigua y més generalizada de lo que se creia, Somos herederos de miltiples sociedades biologicas que nos precedieron, de las sociedades de mamniferos y primates. Ein estas itimas ya estén presentes las esttatificaciones y oposiciones de clases biosociales (edad, sexo) 7 modos de inte. sacci6a antagonismo/fraternidad (contsa el enemigo exterior, competencia/riva lidad por las hembsas, alimentos, prestigio, prioridad).* : Al igual que los seres humanos descendemos de nuestros ancestsos primiti- £4 vos, la sociedad humana deseiende de sociedades primitivas, de las que se pueden ger E él tf ua ce le vse. 27; todo as tase, yp, 18-23: Moin, la, Dir Calo, p. 180. Moc, Edger Soniogh, po 8, a, _pluntea retos para desafiar a la historia de la evolucién, En su estilo provocador, Peter Sloterdijk escribe en torno 2 nuestra bio- ‘ste adoctrinamiento, y en Jo fanestamente que sigue actuando hoy. La obsesién pot Ins culturas superiores es el proton pseudos, la mentisa esencial y el error “tapital no sdlo de la historia y de las humanities, sino también de la ciencia politica -y dela psicologia, Destruye, al menos como consecuencia tiltima, la unidad de la -evolucién humana y hace que la conciencia contemporénea salga despedida de la ‘cadena de las innumerables generaciones humanas que han elaborado nuestros “potenciales” genéticos y culturales””* Esta omisin de la organizaci6n social aniropogenctico de la relacién entre la sociedad animal y la sociedad humana. ‘Todo fendmeno social es animal y humano, es decir, hay una unidad bio- ropo-social basada en su fundamento organizative comin, organicidad que Sociedad en movimiento + : Necesatio Sujeto social que conoce en movimiento autoanalisis y (Exelicacion psico-histérico-contextual) socioandlisis det i : proceso de : ‘sonosimiento Movimiento (no linea!) Evidentemente, la sociedad humana no es sdlo continuidad de las sociedades. tealids primitivas o prchominidas sino que desarrolla su originalidad propia con la exis- compl tencla del lenguaje y la cultura, la cual es insepatable del desarrollo del cerebro y social. de la individvalidad. A partir de éstos elementos es que “se desarrolla una esfera, —_soport no innata, sino adquirida y transmitida a los individuos”.” Pero esta originalidad debilit cultural, y lo que ello conileva, no implica que la esencia del hombre pueda definiese puerra solo a través de la vieja afirmacién de que el hombre es un animal racional, pues y-desti de hacerlo asi se deja de lado muestra propias demencias, algunas de ellas relacio- detteza nadas con nuestros instintos y muestros origenes como especie.* Jos soc La cultura constituye un dispositivo generativo propiamente socioldgico, que Los no anula el dispositive generative biolégico innato, univers En el fondo de nuestra sociedad, afirma Morin, no s6lo subsiste una “heren- ylaime cia” de las sociedades arcaicas ¥, mds alld, de las sociedades hominidas, primaticas para pc y mamiferas, sino que persisten también actividades y virulencias organizativas tempor propias de unas sociedades que se conjugan en formas nuevas, con los fenéme- conio k nos otganizativos de las sociedades histéricas, incluyendo aqui a las naciones jg vivo modernas,”* obligac La sociedad es physis-bio-antropo-psico-sociedad La realidad humana (anttopo-psico-social) lleva implicita wna tealidad biolégica, que a su vez comprende una ealidad fisico-quimica (piysii). Estas realidades se sostienen en wn proceso de recursividad infinita, que se opone a subsumitunaa = 46 pena otra, y tambign son realidades que se siegan a ser investigadas en una sola discipli- na por mas amplia que esta sea. Mas bien, estas realidades permiten descubrir las singulatidades de cada una de ellas y permiten hacer reflexionar a cada una sobre | cada una de las otras." Physis_ ————> biologia

En cuanto al futuro, el conocimiento de lo social, mas que conducitnos a certezas; hos sefiala s6lo expresiones de posibilidad pues, como dice Morin, “el futuro sé llama incertidumbre”. La prediccién social, la planeacién prospectiva 0 a, la teotia de los escenarios, por ejemplo, deberfan considerar la incerti- Como’consecuencia de lo anterior podemos afirmar que, si el azar interviene proceso de conocimiento, la realidad social no es una verdad a descubrir o eyelet sino mas bien a construir, lo que conduce a un proceso de elaboracién de lades cada vez mas complejas que n0 puede nunca tener fia, Es decis, si hubie~ cosmos, Los humanos no podemos sino asumir la incertidumbre y el inacabamiento de auestro propio conocimiento, Como afitma Morin, “el hecho de que no pueda sondear su propio misterio es un misterio.”® ll. Conclusiones inconclusas Las aportaciones de lo social al conocimiento de la complejidad humana no se agotan en las caracteristicas o atributos considerados en este escrito. Los rasgos de los social aqui sefialados, que permiten configura io humano, son sélo una posibilidad conjetural que puede alimentar el didlogo entre los cientistas sociales, y entre éstos con colegas de otras formaciones disciplinares. A pastir de este didlogo se podrian redefinir algunas aportaciones de lo social a la compreasién de Jo humano, con Ia posibilidad de incluir otros atributos Es importante destacar que estas catacteristicas retroactiian entre si para dar cuenta de la complejided. El concebir, por ejemplo, que la sociedad es producto y productora de lo humano, implica movimiento o dindmica de la historia, e implica también definir a la sociedad como autocreacién o auto-eco-organizacién, Elavan- | zat en el conocimiento de estas articulaciones nos pudiera ayudar a acercarnos a una comprensién més cercana a la realidad de los setes bumanos en la sociedad contemporinea y en su incierto devenis, ‘Las aportaciones aqui desctitas, como lo indicamos en su oportunidad, no son exclusivamente sociolégicas o de las ciencias sociales sino que pertenecen tam- bign al individuo y la especie. Lo humano, segiin Morin, se define en primer lugar como trinidad individuo-sociedad-especie, donde cada uno de estos términos contiene a los otros y donde ninguno de estos tres componentes es expulsado por os otros dos, a pesar de los antagonismos que pudieran existir.“! Esto significa, que los atributos o caracterfsticas de lo social pueden serlo también del individuo o de la especie humana, Por ejemplo: podemos afirmar que la sociedad es produc- to y productora, pero también el individuo y la especie lo es; podemos afirmar que Iz sociedad son relaciones o ¢s movimiento, pero asi mismo el individuo y la especie.” De lo anterior se desprende un potencial didlogo interdisciplinar, con mili- > ples entradas 0 inicios. Sefialar que la sociedad humana es inciesta, como el indivi- # duo y la especie, podrfa despertar el interés de aclarar entre los diversos saberes' discipliaares lo que estamos entendiendo por ello y la manera como estas conce; twalizaciones se pueden telacionar. Individuo, sociedad y especie, sin ser sind ‘mos, son términos que se interconstituyen, y de ahi la necesidad de un método 5 Morn, gr, tod Yuan oo humane, p. 24, 1 Morn, Ege, mstocs ¥ fehamaniad ee duran po 97-8, j 5 Ast wmbin, par elmpo, se foere doc quo la especie se carsctrzn par si marca, patti gece, lengua de dab ce luc, eoteray au aia earaieiticas puocen er rere preisn por os tos comporentes unrated le Muha, cor initio ofa socked. O bien potemos fra que el indie aver desu experi, cape de oy sto y suas ata ‘retets compeneiosslestoroa, se angi a ebiorios cambiaries hata rea tas, oir, snrdo eee etkus compare es espece de io cia. Potencial didlogo interdisciptinar entre los componentes de lo humano™ Individuo bios generativos de un método complejo, que pueden contribuir a la elucidacion Ja humano, son: el ptincipio organizativo o sistémico, el dialégico, el hologra- tco, el retroactivo y recursivo, el de auto-eco-organizaci6n, y la reintroducci6n el vonocedor en todo conocimiento, Peto no podemos olvidar tampoco el prin- p10 de inacabamiento del conocimiento, ni omitir el hecho de que el pensamien- complejo permite ua misterioso reforzamiento del misterio** ‘Desearfa tetminar este ensayo con las palabras de un amigo, que nos regal un fto antes de dejasnos para siempre: “Ta humanidad es conciencia solidaria entre diferencias; un impulso mas por a de pueblos que persiguen mejores formas de vida, proyectos utdpicos € s concretos, aparte de-paraisos izrealizables sediuelos confeccionados por io 9, Sefer patia ebro ae luted o dvecha. de esta meet os airbuoso caress de esol (attocrocin, “Totter nostri, a) svian ambiance! inti ¢de'a espoos Eso parma un diigo er sistnar ee las cioncis | Fates eceds 4 socal fn individual ole capect, También se poate air ol cieuo iiamo, donde speracen salons 0 " Trefttn os nd ola.eane, hci a oc. “La humanidad es este tejido inabarcable, esta malla de signos y sefiales, esta cilida acogida y estos odios, esta desavenencia y esta solidaria amistad, esta mu- tualidad de apoyos y compafiia, esta contradictoria unidad de seres inconstantes y fagaces que se toman entre sf la atmésfera que los anima y los desconoce, extra- viados en su propia conciencia, huérfanos de origen y futuro, en medio del asedio y la oportunidad, vivientes y mottales seres de la intetrogante obsesién del incies- to navegar. *,..De nada ni de nadie tenemos que salvarnos como no sea de nosotros mismos. Este nosotros rodeado de abismos que flota en la inmensidad del amor que nos debemos.” Ed ee GutreezAlfedo, “Mls contusions: por supussto qua Inorelisse" Inés, qoute 2008, pp 6.7

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