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ILLERMO OSPINA FERNANDEZ GU EDUARDO OSPINA ACOSTA TEORIA GENERAL Py MOO TAU Ce) Escaneado con CamScanner Vor, 098 se Br Carrol I CONTRATOS UNILATERALES Y BILATERALES 58. La cLasiFicacion. Al tenor del articulo 1496 del Cédigo Civil, “El contrato es unilateral cuando una de las partes se obliga para con otra que no contrae obligacidn alguna; y bilateral, cuando las partes contratantes se obligan recipro- camente”. De estas definiciones resulta que la nota caracteristica del contrato bilaterc que de i, pertene- cen aesta clase la compraventa y la sociedad, porque cada uno de los agentes 0 partes que en ellas intervienen desempefia, a la vez, los papeles de deudora y de acreedora de la otra u otras. Es de notar que en estos contratos las partes pueden ser més de dos, como sucede en la sociedad, que se puede formar entre muchos socios, y que, por consiguiente, el calificativo bilateral, consagrado por el uso ei vez de plurilateral, resulta impropio. También se suele emplear la expresién contrato sinalagmdtico en reemplazo del mencionado calificativo, pero esta denominaci6n es tautolégica porque proviene del griego synallagma, que pre- cisamente significa contrato. Elcontrato es unilateral cuando solamente genera obligaciones a cargo de una de las partes contratantes, como el mutuo o préstamo de consumo, el como- dato o préstamo de uso, el depésito y el mandato no remunerados, etc. 59. CONTRATOS BILATERALES IMPERFECTOS. Algunos autores, POTHIER entre ellos, han creido descubrir una clase especial de contratos que, habiéndose for- mado como unilaterales llegan més tarde a producir obligaciones a cargo de la Parte o partes que originalmente solo figuraban como acreedoras, convirtiéndo- Se entonces en contratos bilaterales. Asi, dicen ellos que el mandato, el como- dato y el depésito pueden celebrarse sobre la base de imponer obligaciones nicamente a cargo del mandatario (Ia de ejecutar el encargo y la de rendir cuen- ee 0 del comodatario o depositario (las de conservar y restituir la cosa presta- dao depositada, respectivamente). Pero agregan que estos contratos eventual- Hente pueden llegar a producir obligaciones al mandante, al comodante o al depositante, v. gr., la que tiene el primero de reembolsar al mandatario las ex- Pensas hechas por este para la ejecucién del mandato y las que se imponen a los eBundos de pagar al comodatario 0 al depositario, segiin el caso, las expensas Olos gas po Escaneado con CamScanner Mas la dootrina de los civilistas, casi en su unanimidad, ha rechazado esta retendida especie de los contratos, funddndose en la observaci6n indiscutible ae que las obligaciones eventuales acargo del acreedor originario se generan precisamente por hechos posteriores a la celebracién del contrato unilateral y distintos de este. Asi, el depdsito no remunerado no se convierte en contrato bilateral, aun imperfecto, por la circunstancia de que el depositante deba reem- bolsarle al depositario los gastos hechos para la conservacién de la cosa, pues esta obligaci6n ya no tiene por fuente el contrato de depésito, sino el hecho de haberse realizado tales gastos y el consiguiente funcionamiento de la institucién del enriquecimiento injusto, que es una fuente distinta de obligaciones'. 60. IMPORTANCIA DELA CLASIFICACION. Reside principalmente en los siguien- tes aspectos: a) Las obligaciones resultantes de los contrat estén ligadas entre si por un vinculo de interdependencia. En consecuencia, una de las partes deja de cumplir las de su cargo, la otra parte queda exonerada de las suyas, o si ya las ha cumplido, tiene derecho a la restitucion. Serfa abe- rrante que en un contrato bilateral, uno solo de los contratantes satisficiera sus derechos, sin que los otros pudieran obtener la restituci6n de lo pagado por ellos o sin que pudieran oponerse a las exigencias del contratante incumplido. De ahf que la ley conceda dos medios encaminados a mantener la interdependencia de Jas obligaciones nacidas del contrato bilateral, a saber: la accidn resolutoria del contrato, encaminada a restituir a las partes a la misma situaci6n que tuvieran antes de celebrarlo, en cuanto esto sea posible’; y la excepcién de contrato no cumplido, que impide que una de las partes quiera prevalerse del contrato y exigir ala otra su cumplimiento, mientras ella misma no cumpla o no esté dispuesta a cumplir las obligaciones que le incumben Sin embargo, en Io que respecta a la resolucién por incumplimiento, im- porta tener en cuenta que esta no se da privativamente en los contratos bilatera- les, como algunos lo entienden*, sino que también puede tener cabida en ciertos contratos unilaterales. Asi, del comodato 0 préstamo de uso, solamente nacen obligaciones a cargo del comodatario y, sin embargo, el comodante puede exi- gir inmediatamente la restituci6n de la cosa, si aquel la emplea en uso diferente " Louts Josseranp, Cours de droit civil, t.u, Sirey, 1938, ntim. 24; Coun y Caprrant, Cours alémentaire de droit civil francais, t. u, Paris, Dalloz, 1939, nam. 14. 2C.C., arts. 1546 y ss. *Tbidem, art. 1609. - a A.varo Pérez Vives, Teoria general de las obligaciones, Bogota, Edit. Temis, 1953, nim. 24, Escaneado con CamScanner CONTRATOS UNILATERALES Y BILATERALES 61 venido’, lo que es clara manifestacién cn contrato unilateral de la lama- que el artfculo 1546 también parece limitar a con a der mondicin resolutoria tacit Jos contratos bilaterales b) El problema de lo sgos cobra su mayor importancia en punto de los contratos bilaterales. Consiste tal problema en decidir cual de las partes debe sufrir La impos’ bilidad de ejecucidn de las obligaciones cuando esta imposibi- Jidad proviene de un c: fortuito. Si el contrato es unilateral, como una dona- cidn, y la cosa perece por tal causa, la obligacién respectiva se extingue por impo: dad de cumplirla, 0 sea, que el riesgo es del acreedor, y esto es todo. pero siel contrato es bilateral, el problema se agrava, porque ya no consiste so- Jamente en Ia extincién de la obligacién que deviene imposible, sino que tam- pign hay que resolver qué sucede con las obligaciones correlativas a cargo de la otra parte. Por ejemplo, si perece la cosa vendida antes de su tradicién al com- prador, gtiene este 0 no la obligaci6n de pagar el precio?’. 2C.C, art, 2202, agg tt: Luss CLano Sotat, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, t. x, San- de Chile, 1937, nim. 158. " Véanse niims. 695 y infra. Escaneado con CamScanner Capfruto IT CONTRATOS GRATUITOS Y ONEROSOS 61. La cLasiFicacion. Es esta una aplicaci6n concreta de la clasificacién gene- ral de los actos juridicos en gratuitos y onerosos, cuyo criterio y cuyaimportancia ya analizamos en su oportunidad’. Segitin el articulo 1497 del Cédigo Civil: “El contrato es gratuito o de be- neficencia cuando solo tiene por objeto la utilidad de una de las partes, sufrien- do la otra el gravamen; y oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos contratantes, gravandose cada uno a beneficio del otro”. A primera vista, parecerfa que tal clasificacién coincidiera con la clasi- ficacién de los contratos en unilaterales y bilaterales, lo que no es asi, porque en esta tiltima se atiende exclusivamente a si el contrato produce obligaciones a cargo de una sola de las partes, 0 a cargo de todas, al paso que los contratos, como los actos juridicos en general, se califican de gratuitos 0 de onerosos, segtin que reporten utilidad o beneficio para uno solo de los agentes 0 para todos, respec- tivamente, pudiendo ocurrir, en consecuencia, que un contrato unilateral, como el préstamo con interés, sea oneroso, por beneficiar tanto al prestatario como al prestamista; al primero, en cuanto le proporciona el derecho de consumir una cosa que antes no se encontraba en su patrimonio, y al segundo, porque en virtud de aquel puede percibir intereses que antes no devengaba. 62. La IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACION. A este respecto, nada hay que agregar a lo ya dicho en relacién con la misma clasificacién de los actos juri- dicos, en general, 0 sea, que sirve de criterio: a) para la ponderacién del error acerca de la persona como vicio del consentimiento; b) para la apreciacién dela culpa por el incumplimiento de las obligaciones; c) para la determinacién del régimen probatorio en el ejercicio de la accién pauliana o revocatoria de los actos y contratos celebrados en fraude de los derechos de los acreedores; d) para la ex- clusi6n de los actos y contratos gratuitos de los efectos de la institucidn de la lesi6n, y e) para la sujecién de los actos de beneficencia, o sea, de los que impli- can empobrecimiento de alguno de los agentes, a ciertos requisitos especiales prescritos por la ley”. ' Véanse ntims. 50 y ss., supra. ? Véase ntim. 52, supra. Escaneado con CamScanner Capfruto HT CONTRATOS CONMUTATIVOS Y ALEATORIOS 63. LACLASIFICACION. El articulo 1498 del Cédigo Civil dispone lo siguiente: a contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a dar ohacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ga- nancia o pérdida, se llama aleatorio”. Las definiciones del texto legal transcrito carecen de exactitud. En efecto, la del contrato conmutativo es definicién que puede convenir a cualquier contrato bilateral, porque de este nacen obligacio- nes reciprocas e interdependientes a cargo de las partes; y tampoco se puede decir que en el contrato aleatorio la contingencia de ganancia o de pérdida sea para uno solo de los contratantes, pues es claro que la pérdida sufrida por una parte implica ganancia para la otra, y viceversa!. En realidad, un contrato es conmutativo cuando retine tres condiciones, a saber: a) que sea oneroso 0 util para todas las partes que en él intervienen; b) que no sea aleatorio, es decir, que dicha utilidad pueda ser apreciada desde el mo- mento mismo de la celebraci6n del acto, y c) que produzca prestaciones que “se miren como equivalentes” entre si, 0 sea, que determinen un cierto equilibrio en laeconomfa del contrato. Por tanto, la compraventa, por su naturaleza, es conmu- lativa, porque generalmente retine los tres precitados requisitos, aunque even- tualmente puede dejar de serlo al carecer de alguno de ellos. Por ejemplo, lacom- Praventa de la esperanza (emptio spei), como la que tiene por objeto el producto de la pesca que haya de obtener el vendedor en un dia, no es conmutativa, por- que la utilidad que haya de alcanzar el comprador depende de la buena o mala Suerte de la pesqueria?. clctad areal 198 el Codigo, Porclsalon cece entender la donacién de la pesca que haya de recowere ee ema eee ger el donante en un dia. .__ Laverdadera caracteristica del contrato Juridico de 1a misma clase, estriba en Ia i Mer momento, una o mas de las Pprestacii aleatorio, como la de cualquier acto mposibilidad de estimar, desde el pri- ee Ones que produce, por depender estas soa) ¢ JOSSERAND, Ob. cit., 1, ntim. 30; en contra, C Chi fangs Posie Ballon 1935 aes COUN Canrtan, Cours dlémentaire de droit °C.C., art. 1889, Escaneado con CamScanner ICACIONES DE LOS ACTOS JURIDICOS Y DE LOS CONTRATOS 64 PRINCIPALES CLASIF' las inexactitudes apuntadas a las definiciones lega- Fi ici s contratos conmutativos a los des, hay ane Cae oi Sraripsooese nee que es una mezcla poco afor- aeaede m0 abe fcaciones de los actos gratuitos y onerosos, por una parte, y de los aleatorios y no aleatorios, por la otra. 64, IMPORTANCIA DE LA CLASIFICACION. La contraposicion de los contratos conmutativos a Jos aleatorios y a los gratuitos, tendria interés en o tocante ala organizacién de la institucion dela lesién como vicio de los actos juridicos, pues, como ya lo hemos visto, los actos y contratos gratuitos y los aleatorios, por su naturaleza, repugnan la aplicacion de los efectos de dicha institucién*. Por el contrario, el campo de accién propio de la institucién es el de los actos y con- tratos onerosos y, especialmente, el de los contratos conmutativos, en los cuales sf debe evitarse siempre la ruptura del equilibrio econémico que les es caracte- ristico, sobre todo, cuando esta obedece a la indebida explotaci6n de la penuria, ligereza o inexperiencia de alguno de los agentes*. + Por tanto, ademis de I Escaneado con CamScanner Capiruto IV CONTRATOS PRINCIPALES Y ACCESORIOS 65, La CLASIFICACION. El Cédigo Civil define asf en su articulo 1499: “El con- trato es principal cuando subsiste por sf mismo sin necesidad de otra conven- cion, y accesorio, cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obli- gacién principal, de manera que no pueda subsistir sin ella”. Observa RopriGUEZ FoNNEGRA, y nosotros estamos de acuerdo con él, que tomando al pie de la letra el texto legal transcrito, resulta concepto absurdo, porque todo contrato, sea que produzca obligaciones principales 0 accesorias, subsiste por si mismo dentro de las condiciones legales. Asi, la obligacién de restituir que tiene el acreedor prendario se origina en el contrato de prenda, el cual subsiste, a pesar de la extincién de la obligacién principal y aun del contra- toaque esta le debe existencia'. Luego, en realidad, no hay contratos principa- les y contratos accesorios, segtin que subsistan por si mismos 0 no, respectiva- mente, pues todo contrato subsiste por si mismo. Lo que hay es contratos que producen obligaciones principales, como el de compraventa, el de permuta y el de mandato, y contratos que producen obligaciones accesorias, como la anticresis y la fianza. ' Jaime Ropricuez Fonnecra, De la compraventa fi i : . omy Y materias aledafas, Bogota, Edic. ierner, 1960, niim. 25; JULIEN BONNECASE, Précis de droit civil, t. 1, Paris, 1939, pég. 508, nota Escaneado con CamScanner CapiruLo V CONTRATOS CONSENSUALES, SOLEMNES Y REALES 66. LA CLASIFICACION. Se trata aqui también de una aplicacién concreta de la clasificacién general de los actos. juridicos en consensuales y formales, mirados Uiltimos a través de una sola de sus variedades: la de los actos solemnes, Elarticulo 1500 del Cédigo Civil establece: “El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la tadici ion de lacosaa que se refiere; essolem- ne cuando estd sujeto a la observancia de ciertas formalidades especiales, de manera que sin ellas no produce ningun efecto civil; y es consensual cuando se perfecciona por el solo consentimiento”. Comose ve, el texto legal transcrito establece la distincién entre el contrato consensual y el solemne, atendiendo a si los contratantes tienen libertad en la escogencia de las formas de expresién de su voluntad, como es la regla general en el derecho moderno, 0 a si, por el contrario y excepcionalmente, deben ma- nifestar dicha voluntad mediante formalidades absolutas y predeterminadas por ellegislador, cuya inobservancia repercute directamente sobre la existencia y la eficacia del acto o contrato de que se trate. estos 67. Los CONTRATOS REALES. Ademis, es de notar que el citado articulo 1500 del Cédigo agrega a la mencionada clasificacién otra especie de los contratos formales, que define asf: “El contrato es real cuando, para que sea perfecto, es necesaria la tradicidn de la cosa a que se refiere”. __ ,. Segtin nuestra ley, pertenecen a esta especie el mutuo, el comodato, el de- P6sito, la prenda, la anticresis, el censo y las constituciones de renta vitalicia y de hipoteca, Caracterizase, pues, el contrato real, conforme a su definicién legal, por- que el simple consentimiento no basta para perfeccionarlo, sino que ademés es necesaria la tradicién de la cosa (0 su simple entrega)'. enel pee bien, los motivos que determinaron la creacién de los contratos reales ee elderecho romano yano existen en la actualidad. El principio general de que ‘a simple convenci6n no produce obligaciones” (nuda pactio obligationes non \ = seit ores coiiteon see ® tradicion, propiamente dicha, es un modo de adquirir el dominio que Siempre oe reatac 2 G° a cosa con énimo reciproco de enajenarla y de adquirisla, efecto que no ah as PI ce en los contratos reales, pues, en algunos, como el comodato, el depésito, » Solamente hay una simple entrega que no desplaza la propiedad de la cosa. Escaneado con CamScanner CONTRATOS CONSENSUALES, SOLEMNES Y REALES 67 lazado en el derecho it), que informé6 a aquel sistema positivo, ha sido reemp! Le I nsensualidad de los ‘moderno por el postulado diametralmente opuesto de la conser ‘ contratos, en virtud del cual la sola convenci6n de las partes tiene fuerza obli- gatoria (solus consensus obligat), salvas excepciones. De manera que la inst tucin de los contratos reales no tiene actualmente otra explicaci6n que la his- t6rica, y hoy no se puede comprender por qué motivo el mutuo o cualquiera otro de los contratos, no haya de producir efectos desde el momento mismo en que Jos contratantes Ileguen a un acuerdo, igual a como sucede en la compraventa de bienes muebles 0 en el mandato. Lo dicho conduce a considerar la tradici6n o la entrega que la ley exige para el perfeccionamiento de los contratos reales, como una formalidad caprichosa y arbitraria que permite incluir tales contratos en Ja categoria de los contratos solemnes’. Por esta raz6n, el derecho contempordneo tiende a eliminar la arcai- cainstitucién de los contratos reales, mediante la consagraci6n progresiva de otras instituciones, como el préstamo bancario flotante, la prenda sin tenencia, el depésito simbélico, etc., en las cuales no se exigen ni entrega ni tradici6n algu- nas para el perfeccionamiento de los respectivos contratos. *Louis Josseranp, Cours de droit civil, t. 1, ntims. 38 y 154; JuLLior DE LA MORANDIERE, La noci6n del orden piiblico en el derecho privado, Bogota, 1956, pag. 40. Escaneado con CamScanner Capfruto VI OS CONTRATOS PREESTIPULADC Y CONTRATOS POR ADHESION ontrato implica necesariamente el concurso de las voluntades de las partes, pareceria logica laexigencia de a su econ de- biera realizarse siempre previa discusién entre estas de to a y cada una de las cldusulas que lo integran, en forma tal que dichas clausulas fueran elaboradas conjuntamente por todos los contratantes. Sin embargo, en el comercio moder- noes frecuente el caso de que dos o mas personas Ileguen a encontrarse vincu- ladas por un contrato, sin que con anterioridad se haya desarrol lado ese proceso preliminar de discusi6n sobre sus clausulas y condiciones. Ordinariamente ocurre esto en punto de transportes, seguros, compraventas en los grandes almacenes, espectaculos, servicios puiblicos, etc., pues las grandes empresas que se dedican aestos ramos suelen fijar por si solas sus precios y condiciones, ofreciéndolos al ptiblico sin admitir que persona alguna entre a discutirlos, sino simplemente amanifestar si los acepta o no. Esta nueva forma de contrataci6n, impuesta por Ja complejidad comercial y econémica, ha dado lugar a la distinci6n entre los contratos preestipulados' y los contratos por adhesién, \lamados asf estos tilti- mos por cuanto uno de los contratantes se limita a prestar su adhesion a las con- diciones impuestas por el otro. ___ Lascaracteristicas especiales del contrato por adhesin han inducido a va- tios tratadistas del derecho piiblico y a unos pocos civilistas a negar su indole contractual. Para ellos, el llamado contrato por adhesion es un acto juridico uni- lateral, en que “el tinico y verdadero agente”, generalmente una poderosa em- a a canis Sens teglamentaria”, impone su decisi6n a otra persona eraalmeveraie Teaeiaes eT un papel pasivo en la operacion. Pero la artificiosa, con fand ‘as del derecho civil rechaza esta concepcion : . ‘amento en que la ley, en parte alguna, exige que la forma- ci6n del contrato sea la culminaci6n de un proceso de di 6 I n- tes. Como dice Josseranp, nila igualdad eet ee eee a condiciones necesarias para la ving a econémica ni la igualdad verbal son Juridica’. Por consiguiente. canes pa en la igualdad » Para que un acto juridico productivo de obligacio- 68. LA CLASIFICACION. Si el c Escaneado con CamScanner y CONTRATOS PREESTIPULADOS Y CONTRATOS POR ADHESION 69 nes constituya contrato, es suficiente que dos o mas personas concurran a su formaci6n, Y poco importa que, al hacerlo, una de ellas se limite & aceptar las Condiciones impuestas por la otra; aun asf, aquella ha contribuido a la celebrey Gj6n del contrato, puesto que voluntariamente lo ha aceptado, habiendo podico no hacerlo. | Noes, pues, de recibo, y est en contradiccién con dichas premisas, admit das por el mismo JosseRanp, la facultad que este autor le reconoce al juez “para entrar a decidir si tal o cual cléusula del contrato por adhesién ha sido verdade- ramente aceptada por las partes, o si su insercién en un reglamento compacto y misterioso constituye trampa contra una de ellas*. Es claro que si Jaadhesién de una parte a la voluntad de la otra basta para formar el contrato, todas las cléu- sulas de este se deben tener como queridas y aceptadas por el adherente. Lo que si se justifica —atendiendo a los peligros que ofrece la naturaleza del contrato por adhesion, tan importante y frecuente en el comercio moderno— es que la ley misma, no el juez, se preocupe por evitar la insercién de cléusulas leoninas enlos reglamentos de las empresas, como lo ha hecho en materia de transportes, al exigir a los empresarios que fijen sus tarifas de acuerdo con la autoridad y al prohibirles que se exoneren de responsabilidad. También se justifica que la ley establezca normas particulares para la interpretaci6n de los contratos por adhe- si6n, en forma tal que sus cléusulas dudosas sean interpretadas en favor del ad- herente, que es a lo que, entre nosotros, conduce el inciso 2° del articulo 1624 del Cédigo Civil’. 3 En esta misma contradiccién incurrié nuestra Corte Suprema de Justicia (cas., “G.J.”, niims. 1920 y 1921, pags. 93 y ss.),rectificada por la misma Corporaci6n (cas.,“G. J.”,t.CXXXVL Pgs. 183 y'ss.), : 4 *Coum y Caprrant, Cours élémentaire de droit civil fran is ti , icais, t. 1, Paris, 1939, nim. PLanto. y Rivean, Traité lémentaire de droit civil, u, Patis, 1939, nims. 945 y 972. Escaneado con CamScanner Capituto VII CONTRATOS RELATIVOS Y CONTRATOS COLECTIVOS 69. La CLASIFICACION, Para que un contrato sea considerado como relativo como colectivo, poco importa el ntimero de personas que concurran en su formacién': Asi, una sociedad puede constituirse entre muchos y no Por eso entra en la ng tegorfa de los contratos colectivos. Tampoco se debe atender para el efecto, si el contrato desarrolla intereses de pocas o de muchas personas, porque, por ejem- plo, los contratos celebrados por una persona juridica colegiada son relativos, pesar de que miran al interés de dicha persona y de los individuos que la inte- gran’. De suerte que, para comprender esta clasificacién de los contratos, es necesario precisar ante todo el concepto del contrato colectivo. Esta especie de los contratos constituye una notable excepci6n introducida o desarrollada por el derecho contempordneo al principio tradicional latino de la relatividad de los actos jurfdicos, que se suele enunciar diciendo que un acto juridico no aprovecha ni perjudica a los terceros ajenos al mismo (res inter alios acta aliis neque nocere neque prodesse potest). El contrato colectivo constitu- ye excepci6n a este principio, porque de él resultan derechos y obligaciones para personas que, ni directamente ni representadas por otras, han intervenido en su celebracién. Asi, las convenciones colectivas, reconocidas y reglamentadas por nuestro Cédigo Sustantivo del Trabajo, al determinar las condiciones laborales de un grupo de empresas, pueden llegar a producir derechos y obligaciones res- pecto de patronos y trabajadores pertenecientes al gremio respectivo, a pesar de que no hayan intervenido en la celebracién de tales convenciones’. Por el con- trario, los contratos sindicales, de que trata el mismo Codigo, no corresponden exactamente a la nocién del contrato colectivo, porque teniendo los sindicatos la representaci6n de sus afiliados, las obligaciones y los derechos que aque estipulen para estos en un contrato sindical se explican, juridicamente por dic! i Jamamos "La doctrina también denomina contratos individuales a los que pasclie ata relativos, por contraposici6n a los colectivos. Tal denominacién es manifiestamen Ei porque sugiere la idea absurda de que pueden existir contratos celebrados p 0 individuo. ee seit Te 2 En contra, ALVARO PéREz Vives, Teoria general de las obligaciones, Bogoté, mis, 1953, nim. 24, num. 8. ’ ; ct: Cammanry 3 Cfr, Louis Josseranp, Cours de droit civil, t. , Paris, 1938, nims, Sy 264; Cucue, Précis de legislation industrielle, Paris, 1939, ntims. Escaneado con CamScanner CONTRATOS RELATIVOS Y CONTRATOS COLECTIVOS a“ representacion y dentro de los limites del principio dela relatividad de los actos juridicos. . El concordato, ora el preventivo, ora el celebrado entre el deudor a quien sele ha abierto proceso concursal de liquidacion obligatoria y la mayorfa de sus acreedores, también obliga a los acreedores que no han prestado su consentimien- toen él, lo que hace que dicho acto pueda ser citado como otro ejemplo del contrato colectivo en Colombia’. “C.C., art. 1681, ley 222 de 1995; véanse nims. 473 y ss., infra Escaneado con CamScanner Capfruto VIII 6 ‘ANTANEA ONTRATOS DE EJECUCION INST: ° Y DE EJECUCION SUCESIVA 70. Previminar. A pesar de que Ja doctrina elaboré y ha impuesto esta clasi- ficacion, reduciéndola al campo de los contratos, enel que le ha atribuido gran importancia, bien podria hacerse extensiva a todos los actos juridicos, pues el criterio en que se funda les es igualmente aplicable a estos. Nosotros nos hemos abstenido de hacer esto tiltimo, es decir, de incluir esta clasificacién entre las generales de los actos juridicos, porque consideramos que ella resulta tan inutil en dicho campo, como lo es en el propio de los contratos. Pese a esto, estimamos conveniente exponer aqui tal clasificacién con- tractual, precisamente, con objeto de demostrar que esa importancia que se le asigna tradicionalmente en realidad no existe, pues las consecuencias que de ella se pretenden derivar encuentran su explicaci6n natural en principios y reglas que nada tienen que ver con la misma. 71, La CLASIFICACION. Para el establecimiento de esta clasificacién, la doc- trina tradicional atiende si las prestaciones resultantes son de tal naturaleza que Ppuedan ser cumplidas en un solo acto (instanténeamente), como las provenien- tes de una compraventa de contado, o si, por el contrario, el cumplimiento del Contrato supone la ejecucién de prestaciones sucesivas durante un tiempo mas 9 menos largo, como ocurte en el arrendamiento, el seguro de vida y el contrato laboral. En el primer caso, el contrato se denomina de ejecuci6n instanténea; y enel segundo, se dice que es de ejecucién sucesiva o continuativa, 0 de tracto sucesivo, deck Laaplicacién del mencionado criterio resulta perfectamente clara, respecto ae aaa los Propuestos a guisade ejemplos. Asi, no cabe duda dedor coms el cn le aa esde ejecuci6n instantanea, porque tanto el ven- meer mprador se liberan mediante la ejecucion de un solo acto: la \dicion de la cosa 0 del Precio, respectivamente. Asimismo, es indudable que tmantenen aT eee Por un afio, necesita de todo este tiempo para poder tiene que cum ss aario en el uso de la cosa; que el trabajador de una fabrica rio! ene que phir su lal or en jornadas Sucesivas, y que el asegurado, de ordina- a Pagar periddicamente y hasta’ su muerte las primas pactadas. Escaneado con CamScanner ‘CONTRATOS DE EJECUCION INSTANTANEA Y DE EJECUCION SUCESIVA 73 Pero tal criterio falla en presencia de contratos productivos de obligacio- nes que, indudablemente, estén Ilamadas a cumplirse en forma sucestva, aun- que Jas prestaciones respectivas puedan, seguin su naturaleza, ejecutarse en un solo acto. Por ejemplo, si en la compraventa se pacta que el comprador pague el precio en varias cuotas anuales sucesivas, es decir, si no se ha estipulado un solo plazo sino varios, repugna a la simple légica afirmar que el contrato es de ejecucion instantanea, fundandose en que el precio total podria ser cubierto en unsolo contado. Y tal conclusi6n seria atin ms aberrante en el caso del distri- puidor de leche, que se obliga a suministrar al comprador una botella diaria du- rante un afio, argumentando que aquel podria entregar las trescientas sesenta y cinco botellas el primer dia de la vigencia del contrato. Ante esta falla manifiesta del criterio tradicional en que se inspira la c mentada clasificacién, algunos han pretendido descubrir una tercera categoria intermedia, la de los contratos de cumplimiento escalonado, que no son ni de ejecucién instantanea ni de ejecucién sucesiva, pero que, “atendiendo a su na- turaleza y ala intenci6n de las partes, pueden asimilarse a los unos 0a los otros”. Aesta clase hfbrida pertenecerfan aquellos contratos, como la compraventa con precio pagadero por instalamentos y la misma compraventa en que la cosa ven- dida debiese ser suministrada mediante entregas parciales'. Otros civilistas han tratado de resolver el problema aplicando un criterio nuevo para sustituir el contrato de ejecucién sucesiva, y que consiste, ni més ni menos, que en la des- integraci6n de este en varios contratos de ejecuci6n instantanea, cada uno de los cuales solamente estarfa llamado a regir durante determinada parte del plazo total convenido, “como el arrendamiento de cosas, en que cada perfodo del arriendo puede estimarse como un contrato distinto que, una vez cumplido, da lugar al nacimiento de otro". En nuestro sentir, ninguna de las dos soluciones que se acaban de mencionar es aceptable. La invencién de la tercera categoria de los contratos de cumplimiento es- calonado se limita a eludir el problema, puesto que, a la postre, “atendiendo a su naturaleza y a la intencién de las partes”, o bien se asimilan a los contratos deejecucién instantanea, o bien a los contratos de ejecucién sucesiva. La inuti- lidad de tal solucién salta a la vista, ya que no se propone un régimen distinto e independiente para ella, sino que se la colocaa merced del intérprete, a cuyo juicio se deja la determinacién de cual de las otras dos categorias contractuales tradi- Cionales debe absorberla y someterla a sus propias reglas. 'Cfr. ALvaro Pérez Vives, Teoria general de las obligaciones, t.1, Bogoti, 1953, nim, 24, num. 7. Temis, a ? Luis Caro Soar, Explicaciones de derecho civil chileno y comparado, t. x, Santiago Chile, 1937, ntim. 659; Perez Vives también se inclina por esta solucién, ob. cit., loc. cit. Escaneado con CamScanner 74 PRINCIPALES CLASIFICACIONES DE LOS ACTOS JURIDICOS Y DE LOS CONTRAT S (OS En cuanto a la explicaci6n de los co) i madas a ser cumplidas durante un eonate a nae obligaciones la. mizaci6n de tales convenios en “una serie de pequefios cenit ae by aie observar que, a mas de ser artificioso por fragmentar contra la eae ee prestada por las partes en un solo acto, termina, también eae oe a ae negar la existencia de los contratos de ejecucién sucesiva. D ace lidad, por caci6n, habria de concluirse que solamente existen comtratos de devs ee Me tantdnea mas 0 menos pequefios. © ejecucion ins- . Consideramos que la comentada clasificacién bipartita puede formula tedricamente. Hay contratos como la compraventa de contado, en k ae una de las partes puede y debe ejecutar sus obligaciones enun sol5 wwe s ello, se suelen denominar contratos de ejecucién instantdnea. Por el cone hay igualmente contratos cuyo cumplimiento supone la ejecucién por las partes 0 por alguna de ellas de prestaciones sucesivas durante un lapso mds o menos dilatado. La existencia real de estos contratos, dichos de ejecucién sucesiva, se explica: 0 bien por las estipulaciones de los contratantes, o bien por la imposibi- lidad juridica o natural de cumplirlos instanténeamente. Pertenece a esta clase la compraventa en que el comprador debe pagar el precio en dos 0 mas conta- dos, sencillamente porque la estipulacin de esta forma de pago implica el sefia- lamiento de periodos sucesivos para realizarlo. Hasta puede ocurrir que el com- prador se encuentre en imposibilidad juridica de renunciar a los plazos y pagar enun solo contado, cuando tales plazos se entienden pactados en favor del ven- dedor, como cuando se han estipulado intereses*. Pero donde mayor evidencia cobra esta especie contractual, es en aquellos casos en que es la naturaleza misma de alguna de las prestaciones la que impide el cumplimiento instanténeo del contrato, como ocurre en el arrendamiento de un predio por un afio, hipétesis en lacual el arrendador tiene a su cargo la obligacién continua de mantener alarren- datario en el uso del predio durante todos y cada uno de los instantes que forman dicho perfodo. Implica desconocimiento de esta realidad de bulto la idea extra- vagante de que, en el ejemplo propuesto, existen tantos contratos cuantos ins- tantes tiene el afio o cuantos periodos se hayan fijado al arrendatario para el pago del precio. En conclusién: la tradicional tanténea y los de ejecucion sucesiva, Sin embargo, en nuestro sentir, carece s de ejecucién ins- 10 de vista tedrico. 1e se le atribuye- distincién entre los contrato’ se justifica desde el punt de la utilidad practica qu | derecho civil formuld ucidn sucesiva, de importantes a, a saber: 772. INUTILIDAD DE LA CLASIFICACION. La doctrina del ficacién de los contratos de ejecucién instanténea y deejec 0 erréneamente encontrar el fundamento e, en realidad, nada tienen que ver con €! laclasi porque en ella ha creid fenémenos juridicos qui Escaneado con CamScanner CONTRATOS DE EJECUCION INSTANTANEA Y DE EJECUCION ‘SUCESIVA 75 a) Los contratos bilaterales y algunos unilaterales pueden ser resueltos

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