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+ Trabajo realizado por el equipo de Ja Biblioteca Digital de la Fundacion Universitaria San Pablo- CEU + Me comprometo a utilizar esta copia privada sin finalidad lucrativa, para fines de investigacion y docencia, de acuerdo con el art. 37 del T.R.L.P.1. (Texto Refundido de la Ley de Propiedad Intelectual del 12 abril 1996) Fundacion Universitaria San Pabla- Biblictecs Digital CEU —o eed Capitulo 11 o Trastornos mentales 2: tratamiento a Anciano y sistema de salud mental ‘© Comtribucién del anciano a una asistencia deficiente (© Contribucidn del proveedor de servicios de salud mental una asistencia deficiemte Pricoterapia 1 Paicoterapia psicoanalitica 1 Terapia conductual, (© Terapia de grupo 1 Terapia conyugal y familiar ‘Tratamiento con psicofirmacos © Firmacos antipsicsticos © irmacos antidepresivos © Férmacos ansioliticos © Firmacos psicotropos y el anciano ‘Tratamientos para la demencia ‘© Tratamientos ambientales © Tratamientos biolégicos 1 Tratamiento de la segunda victima: familias Palabras clave Lecturas recomendadas La 248 Pacopatonia D Puesto que los Gold eran una familia unida, después de Ia evsluscion, se reunieron para dscutir sus eleceiones. El personal del centro habia su- perido que el sefiory la sefiora Gold regresaran a Filaelfia. Sus hijos es- fuvieron de acuerdo, No s6lo su madre se encontraia en un lugar familiar donde podrian pasar a vera con regularidad y no tendrian aquellos proble- ‘mas debidos a la larga distancia, sino que el centro recomend6 un psic6lo- ‘0 especializado en geratri. “Aunque estuvo de acuerdo en rogrsar, una semana mas tarde, Rubé ‘cambié de opinién, Acababan de pasar por la agotadora experiencia de una Imudanza y otto traslado s6lo servria para exacerbar el sufrimiento. Ade- nas, dado que en esos momentos la mayor parte de psiedlogos tenia for ‘macin en geriatria, probablemente seria fil encontrar uno en Florida ‘Ademés, a Rubén le daba la sensacicn de que regresar era darse por venci- ‘do, algo que siempre habia detestado. ;No era posible que Sophie slo se ‘encontrar en pleno trauma de la mudanza tal y como habia leido en el Ti Imes del ultimo domingo? {No volveria Sophie a ser la misma una vez que Xe hubiera acostumbrado a ss nuevo hogar? Cuando Sophie sugirid que preferira dejar Florida, Rubén hizo caso omiso de sus timidas protests. Por desgracia en los meses que siguieron las cosas en vez de ir mejor. parecieran empeorar Sophie se aferraba con todas sus fuerzas a su hogar y hhunca se stevia a eruzat el umbral. Desde un punto de vista mental y emo: ‘ional, parecis apagarse. Incluso cambié su apariencia. De enero a junio parecia haber envejecido 10 afos. Y lo que era todavia peor, sus esfuerzos para encontrar ayuda psicol6gica legaron a un punto muerto. Cuando am- fos soictaron a su nuevo médico de familia que les enviara un psicdlo 0. éste manifests que dudaba que una mujer de 70 ufos pudiera cambiat Er psiquatra con el que consultaron mantuvo una acttud condescendiente y se los sac6 de encima, La gota que colm6 el vaso fue ta iritacién de Ru. | ben, al comprobar que tataban a su esposa como un caso perdido. En es: | tos momentos, se daba cuenta de sw locura al haber querido permanecer en Florida e hizo planes para regresar a Filadelfia Por fortuna, no fue dificil vender su vivienda y adquirr otra, de un ha- bitacién, cerca de su antiguo hogar. Después de deshacer las maletas, lo pri ‘mero que hizo Rubén fue lamar al psiclogo que el centro habia recomen- {dado Incluso ala primera semana, se puso de manifesto que la decisién ha- bia sido la decisién acertada, Sophie estaba mucho mejor. Cuando sus hijos y amigos acudian a vsitarla, se animaba:reaparetan su antigua vitalidad y afabilidad. Mantenia una conversacién inteligemte y solo se mostraba algo bstaida cuando inentaba recordar dénde haba guardado ls tazas de café para servi a sus invitados. Sin embargo, su miedo a sali apenas mejoré, ‘Cuando un amigo que viva a unas pocas manzanas de su domicilio les i vita su casa, Sophie se neg6 alegando que estaba demasiado cansada. El psicdlogo ¥i6 a los Gold al mismo tiempo durante las primeras se siones de terapia. El Dr. Zacareli deseaba comprobar si el matrimonio po- Tastomos menaes 2 vatamonto 348 «a estar contribuyendo a solucionar los problemas de Sophie. Al igual que el ttabajador social del centro, advirio la mania de Rubén de dominar onstantemente a su esposa. Se ponia de manitiesto cada ver que el Dr accareli planteaba 2 Sophic una pregunta: Rubén tenia la enojosa mania 4e contestar en su lugar. El Dr. Zaccarellidecidié una estategia terapéutica en dos frentes, In- ‘entaria modifica el pain conyugal destructivo (la tendencia de Rubén « tratar 2 Sophie como totalmente incapaz y, por esta razdn, a empeoras sus problemas) y, a mismo tiempo, intentarfa trabajar con Sophie a solas, ac. twando sobre sus angustiantes sintomas. En lugar de concentrarse directa ‘mente en su depresin, decidié atacar su fobiautlizando una teenies de. ominada desensibilizaciOn in vivo. Consideraba que su miedo a sali desu ‘asa era el origen de los sintomas depresivos, perpetuando st temible con. viecion de no ser mentalmente capaz, que era responsable de su somo ‘estado de énimo y de su perspectiva incompetentey desesperada de la vida, ‘Ademis, cl hecho de permanecer recluida en casa durante semanas ISgica, ‘mente produce apatia y mal humor a cualquiera. Dado que considerabe oc Sophie no presentabu una depresin mayer, el Dr. Zaccarellino recom, 446 antidepresivos. Sabia que no era una buena idea prescribitfirmacos a tum anciano si éstos no eran absolutamente necesarios. El primer paso del Dr. Zaccareli. que poseia formacién en sistemas de ‘erapia familia, fue reestructurar la rlacién conyugal, proporcionande 4a pareja instrucciones disenadas para tansformar el papel de paciente de Sophie en el papel de una persona competente. Incluso aunque no pudie~ 18 Salt, Sophie tenia que responsabiizarse de todas las tareas domésticay {que pudieran llevarse a cabo sin salir, como encargar comestibles a a tien, 4a y otras provisiones por teléfono, Antes que utilizar Ia lavadora/secado. 1 del piso, era necesario que lavara la ropa en las lavadoras del sotano del edificio, como un lugar a medio camino para intentar areverse a se onde ademis podria conocer a otras personas y hacer nuevos amigos, Al Proporcionarle estas instruciones, el Dr. Zaccareli dejé muy claro que ‘considerabs que Sophie era sumamente capaz de llevar a cabo sola la ma. yori de tareas, incluyendo hacerse cargo de su tratamiento. Asimismno pi 46 @ Rubén que permaneciera en la sala de espera durante las sesiones posteriores Para ayudar a Sophie a lbrarse desu fobia, el Dr. Zaccareli le expicé ‘Que debia enfocar sus salidas del hogar por etapas. Primero, debia perma. ‘ecer cierto tiempo en lugares donde s6lo se encontraraligeramente ansio. 58, como el jardin del edificio y la lavanderta del sotano. Desputs. gra. ‘dualmente, @ medida que fuera ganando confianza en si misina. tena que alejarse cada vex mas de su domicili, Para alentarla, el Dr, Zaccarellt le indicé que levaraconsigo una tarjeta con su dreecin,Sabia que este apo. ye funcionaria principalmente como amuleto de la buena suerte. El bara {e era tan familiar que Sophie apenas tendris problemas para recordar emo ‘Tegresar a su casa, incluso si sus dificultades de memoria tenfan un com. ‘ponenteorgénico menor. Peeopatniogit Después de algunos meses de précticas regulars, la fobia de Sophie casi habla desaparecido. Podia visitar asus amigos y hacer soa la mayoria Ue reeados, De ver en cuando, tenfa momentos de debilidad, pero su an- sGedad siempre se desvanecia cuando se daba cuenta de que levaba consi- fo la dvecion. Asimismo, siempre Tlevaba consigo el nimero de tefono {a1 psieslogo, por lo que le podia llamar en caso de emergencia, Como pre dijo'el De. Zaccareli. junto con la fobia también desapareieron gradu ‘mente sus Sintomas depresivos ‘Coando inci el twatamiento, Sophie estaba sumnida en un mar de das, [No solamente le resulta violento admitr que tenia problemas mentaes sino {quel medic jpaecia tan joven! Pod en realidad alguien de la edad de su Tijo comprender sus problemas 0 ser capaz de aconsejariecémo tenia que Vr Wa? Sin embargo, a medida ue las sesiones prosigueron, sus dudas sedis Daron, Sophie espera ansiosamente la hors de a terapia come el acontec- Friento mis sobresaiente de la semana. Admiraba extraordinariamente & su terapoul,sitiéndoseinimidada por su Competenca, pero también sabia que tenig mucho que ofecere. Una de las cosas que podia hacerle comprender toa lo que sigificaba envejecer. Por eso, ademas de discutir sus progresos Sore sus salidas, dorane ls sesiones. dediceba cierto tempo a explicar al Dr Zaccarelli cémo era el mundo a medida que maduré, enseféndole alu ras de sus percepciones sobre Ia vida, adquiidas con el paso de los aos. ‘Ai prinipio. Rubén se sentia ambivalent con respecto a su nueva es posa, més competente, Dado que habia tenido que abandonar su papel de Pe elador {9 de amo absoluto), a su vez. empez6 a deprimise, El Dr. Zac- Carel pudo subsanalo visitando a Rubén durante algunas sesiones y ani tmindole para que desempefara alguna actividad en la comunidad, tal y ‘Como hac antes de que Sophie hubiera caido enferma. Ambos continian acontrindose bien desde que concluy6 su tratamiento, hace 6 meses 0 ‘Como comprobamos en e capitulo 10, los experts no estén de acuerdo en Jncidencia de los problemas psicol6gicos entre fos ancianos. No obstante, pode. thos suponer que la prtcipacia de ls ancians en estos problemas esté lejos de ser insigificante. Como minimo, se acerca ala incidencia documentada en indi- vyauos de menos de 65 afios. Ademds, los ancianos pueden presentar una patolo- Jia que no se observa en los individos més jovenes: Ia demencia, Por const ijent, seria previsible que 10s ancianos recibieran tuna cantidad significative de tatamiento por problemas de salud mental ANCIANO Y SISTEMA DE SALUD MENTAL Por desracia, los hechos demmuestran lo contrario, Los individuos de mis de 65 afios. en proporcion a su ndimero reciben una cantidad de asistencia psicol6- Trastomos meniae 2: tatamerto 351 fica relativamente insignificant, Visita las clinieas de salud mental y los psico- ‘erapeuias privados con mucha menos frecuencia que los adultos jovenes o de ‘mediana edad. Cuando acuden 2 estos cenros, sus problemas ienden a revestir ‘mayor gravedad, Habituslmente, se les prescriben firmacos y no psicoterapia y tienen més probabilidades de ser vsitados de forma breve, quizés abandonando ¢l tratamiento prematuramente sin que sus problemas se hayan resuelto Gallag, her y Thompson, 1982; Goldstrom y cols, 1987; Kahn, 1977: Lowy. 1980) ‘A pesar del renovado interés por las necesidades de salud mental de los an ianos durante los times 15 afios, estos sombrios hechos no han cambiado. A. ‘rinipios dela década de 1s 70, pese a comprender mas del 10% de la pobla, ion los ancianos s6lo representaron el 4% de las visitas a centos de salud men. tal comunitarios (Redick y Taube, 1980). Diez aos mas tarde, un sondeo de la American Psychological Association mencion6 un incremento solamente fnfimo. alrededor del 6% de estas sesiones tenia lugar con individuos cuya edad era sa. Perior a os 65 afios (Femming, Buchanan, Santos y Rickards, 1984) ‘Una situacin idéntica se observa con Tas visitas ambulaorias « psiquiatras Privados. S6lo alrededor del 4% del nimero de casos atendidon por psiquiatas Privados esté constitido por ancianos (Schurma, Kramer y Mitchell, 1985) St ‘consideramos que la fraccén de norteamericanos ancisnos en este perfodo ha vanzado lentamente hacia e1 12%, de hecho, esta cfta es una representacion in. suficient, Incluso en condiciones dptimas, cuando los servicios psicoldgicos son fécil- mente accesibies y los médicos de atencién primaria son sensibles a las preocu. Daciones relacionadas con la salud mental de sus pacientes, prevalece Ia misina situacién, En un estudio, Goldstrom y cols. (1987) examinaron la frecuencia con, 4a que los ancianos que utlizaban un innovador centro de salud comunitario, ad ‘erido a un hospital docente, se visitaron con especialistas de salud mental con tratados por el centro. Aungue diagnosticados como portadores. de tastornos 'mentales con la misma frecuencia que los pacientes con una edad inferior los 65 aflos los ancianos uilizaron menos a menudo ls servicios psicoldgicos base ‘dos en el ceniro. Menos de la mitad de los clasificados con un wrastorno emocio: nal acudi6 al centro en busca de ayuda, una proporcién mucho més insignifican, te de lo que se mencioné en el caso de adultos de mediana edad o més jGvenes ‘Ademés, cuando los ancianos se pusieron en contacto con la unidad de salud) ‘mental, acudieron a ésta para un ntimero mucho menor de sesiones. El patron de wiizacién insuficiemte fue especialmente destacado en el caso 4e tos individuos cuyos problemas tenian menos probabilidades de requerir hos. Pitalizacién inmediata: pacientes con neurosis, trastomos de la personalidad, oh. ‘ohoismo © drogodependencias. Aunque Ia mayor parte de pacientes ancianos Aiagnosticados como portadores de un tastoro emociona tenia un problema de {se tipo, s6lo 1 de cada 3 acudié al centro en busca de ayuda peicolégica, Sin «embargo, cuando el problema fue una psicosis, el paciente mostro tendencia a ser visitado en Ia unidad de salud mental, como minimo, en una ocasin, Esto ilastra incluso otro aspecto sobre Ia asistencia de salud mental de los ancianos. Los an

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