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ne andrea giunta feminismo y arte latinoamericano historias de artistas que emanciparon el cuerpo >») siglo veintiuno editores »4| siglo veintiuno siglo xi editores, méxico siglo xxi editores, argentina anthropos. Feminismo y arte latinoamericano / Andrea Giunta 1*e4 3 reimpr- Ciudad Auténoma de Buenos Aires: Sing eons Argentina, 2019. Blo XXTEditores 290 ps 21x14 cm.- (Arte y pensamiento) ISBN 978-987-629-823-0 1. Historia del Arte. 2, Arte Latinoamericano. g, Feminismo, 1. Titulo, CDD 709.8 ‘Siglo Veintiuno Editores ha intentado obtener las autorizaciones de Teproduccién de las imagenes incluidas en este libro y agradece los permisos concedidos. Cualquier omisiin ha sido involuntariay seré rectificada en futuras ediciones. © 2018, Siglo Veintiuno Editores Argentina S.A. Disefio de cubierta: Eugenia Lardiés ISBN 978-987-629-823-0 Impreso en Master Graf S.A. // Mariano Moreno 4794, Munro en el mes de marzo de 2019 Hecho el depésito que marca la ley 11.723, Impreso en Argentina // Made in Argentina ——— Indice Agradecimientos Introduccion 1. Arte, feminismo y politicas de representacion eH f ntajes, exclusiones y lugares comunes en la escena artistica internacional 35 Porcentajes, exclusiones y lugares comunes en la escena artistica argentina 47 Problemas de historiografia 55 Artistas mujeres? 65 {Qué hacer? 67 Arte y feminismo. 71 2. Artistas entre activismos. Clemencia Lucena y Maria Luisa Bemberg, una aproximacién comparativa 79 Formaciones feministas en América Latina 82 Clemencia Lucena: representaciones criticas, representaciones positivas 84 Feminismos y revolucién en la Argentina 96 Maria Luisa Bemberg. Cine feminista 100 3. Un retrato in absentia. Narcisa Hirsch y el cine experimental en Buenos Aires 107 Elitinerario de la camara 110 Cine experimental, simultaneidades y apropiaciones 116 6 Feminismo y arte latinoamericano Cine experimental en la Argentina Experimentacion, feminismo y politica a El mito de Narciso, segundo autorretrato = 4. Feminismos artisticos en México. Manifiestos, conferencias, exposiciones y activismos 12 Las artes visuales y el lugar de la mujer en el arte 140 El contacto con Los Angeles 165 5. Archivos, performance y resistencia. Nelbia Romero y el arte de Uruguay bajo dictadura 181 Archivos 183 Cuerpos 192 Resistencia 200 6. Sentir, pese a todo. Paz Errazuriz, fotografia y dictadura en Chile 2 Feminismo en tiempo presente 245 Glosario 259 ut sionems omer Listado de obras iu 273 Bibliografia : \ 279 Introduccion FS posible contibuir, a partir de Las imagenes del artes Le comprension semantica y pragmatica de las cone ep thalizaciones en formno al cuerpo desde los sesenta hasta el presenter Nuestra hipotesis es que cl cuerpo sojuzgado por Ja historia tal como se expresa va en los textos sagrados de Oceidente=, el otro del cuerpo patriareal, regulador del po- irador de los cuerpos sociales correctos, produjo en esos anos un movimiento de liberaci dev v conti: on, En términos de representaciones, este movimiento desplego herramientas que fueron productivas para una emancipacién amplia de los cuerpos. Estas herramientas readministraron el campo de lo simbolico y dieron lugar a un proceso emancipador que con- tinua hasta hoy en intensa expansién. Este libro se detiene en los problemas que entre los afios sesenta y ochenta tramaron, desde las obras de arte, una comprensién distinta del cuer- po femenino, entendido como espacio de expresién de una subjetividad en disidencia respecto de los lugares socialmen- te normalizados. Las representaciones del arte y las del acti- vismo feminista interrogaron las claves del disciplinamiento del cuerpo femenino cuya contracara era el disciplinamiento del cuerpo masculino. Ante una historia de representaciones del arte muy formalizadas —mas alld de las excepciones que el historiador puede siempre sefialar-, irrampen imagenes que interpelan la naturalizaci6n social e institucional de lo feme- nino y de lo masculino. La historia de las imagenes que abordan el cuerpo femeni- no es una de las mas extensas en la historia del arte. También 14 Feminismo y arte latnoamericano la mas consistente por el hacer de varones Mente control C artistas a log que St como regulad, sus institucione: lo masculino, corre ada Ch su hm la sociedad whe. a por Poderes (la Iglesia 1c S) que ges establecie Clas y, en. funcion q el Antiguo Testamento la Mujer es tentaci ‘ OTtes, Desde metafora general de aque < cman, Phy _ . Ontrol, tarse, orde : aes TeRlame; ordena . 8€ fan dedicado los mag = Mecanismos Sociales, Politicos Y culturales En SOfisticadeg i “En ¢ Ue los reperto. aib 1 ) Oi r«¢ 1 En este libro/ os, términos “mujer” y"Nar6n" no se utiizan desde una | {, Perspectiva biolégica © €sencialista sino administrativa. Las Clasii- Caciones estatales Que nos dividen en mujeres y varones desde que | 0 neu | nacemos no implican la identificacion social o ‘Sexual con la categoria " administrativa’ impuesta. Asi! “artista Mujer" o “artista varon* Significan ! siempre|“artista al Que las instituciones han Clasificado como mujer 0 * COMO, varén”., Como veremos més adelante, la Clasificacion importa ) poy na discriminacin sistémica del mundo de| arte hacia quienes las, , instituciones del Estado identifican como mujeres. “T'S Entre 1960 y 1971 se desarroll6 la mayor parte de las performan- ces de lo que se conocié como “accionismo vienés*, aun coer) ' los artistas que'se vincularon a este movimiento no se reconocian ‘como grupo. Sus obras, grotescas y violentas, incluian saenificios de Vy atecncrde benerpe I ‘ IMphoe conjite de bras exile neta dite estas Ietston sobre Leemancpa Cron politiarde fay cierposs de las subjetnidides, lenemene que contibave dane de Leemuanepacion general de los CHT pos ACHAT Tene En proceso. Frvese sentido, sostenge: (He CL LOIMISINO ALESeO 8 Sty Campos de accion Ady acentes, COUSHTAVETON LO GaVor Tharsformacion en La economia sim holes politica de Lis representaciones d AN Pste ibro rete materiales sobre casos de representicion ute de La segun da mutid del sig Imimersos cn el campo de has artes eruditas vy vincukados al cuerpo vat hay expericncias socialmente pautadas como fe- menitas, Se trata de representaciones que desarticularon los estereotipos femeninos y, por ende, pusieron también en crisis los masculinos. El provecto mantiene su vigencia. Fxistio, v todavia existe y se amplifiea, un proyecto emanci- pador de los cuerpos que desactiva normas, presupuestos, mandatos, leves, cercos biolégicos, sociales, psicolégicos. Un provecto que aspira a desplegar alternativas que permi- tan experimentar multiples posibilidades de entender la re- lacion entre cuerpo y goce. Los casos aqui analizados constituyen fragmentos de una imaginaci6n emancipadora. Si bien son complejos y permiten abordar distintas problematicas, no cubren en su totalidad la animales, rituales orgiasticos, acciones sexuales con simulaciones de violaciones © mutilaciones genitales. Perseguidos por la ley y por las asociaciones ecologistas y religiosas, algunos de sus protagonistas ~como Gunter Bruss, Otto Miihl y Hermann Nitsch- fueron conde- nados 0 recluidos. Censura que recientemente volvié a experimentar Hermann Nitsch cuando, en enero de 2015, levantaron su exposicion del museo Jumex, en México. 46 Feminismo y arte latinoamericano riqueza de inscripcione y matices que hacen apasionante el periodo y los dilemas que lo atravesaron. Pero si logran dar + inmersas en su histori- son también generaliza- ante estudios comparativos con “1 su conjunto las obras de |, corren una serie de cuestio: s situaciones artisticas: la relacién entre mili- ta y militancia politica, la diferenciacién entre un arte feminista y un arte femenino, de mujeres u Opuesto a las identificaciones de género, la investigacién de una agen- da renovada de temas desde nuevas formas del autorretrato (una nueva comprensién autocentrada del yo), o Propuestas vinculadas a la maternidad, al acoso, a los estereotipos socia- les de lo femenino o ala prostitucién. cuenta de zonas de enunciaci6n que, cidad, en sus contextos especificos, bles 6 aptas para llevar adel otros contextos histéricos. nos ocupamos re ven en diver: jas que nes que convi- tancia femin Ademias de analizar en su complejid: ticas que las imagenes recogen, dos tareas simultdneas: por un | ad un caudal de tema- entiendo necesario abordar lado, desmontar los €stereoti- pos y lugares comunes que todavia obstaculizan la visibilidad de la obra de las artistas mujeres en el mundo del arte, labor en la que incluyo mi propia experiencia como investigado- ra y curadora; por otro, emprender anilisis cuantitatiyos que demuestren la histérica marginacion de las artistas mujeres, Los ensayos reunidos en estas paginas se centran en las ins- cripciones de lo femenino y del feminismo en el campo del arte, tal como este se desarrollé en distintos paises de América Latina entre los afios sesenta y ochenta. Sin embargo, no es- tin planteados como un estudio completo ni sistematico. No se trata de una cronologia o una historia del feminismo artis- tico latinoamericano, sino de abordar es ejemplos particulares dotados, en algunos casos, de un fuerte componente biografico. No obstante, y dado que el tema se sittia en el contexto de una €poca, la de la segunda ola del fe- minismo, cada capitulo es un aporte a la construccién de una historia comparada de un Proceso que se desarrollé en la es- cena internacional y de la que la latinoamericana formé parte ‘cenas especificas y Ww ent prophestitonia. Do locabcontione un grade de genera Hidadly viceversas los desarrollos internacionales se insciben, en ctertos casas, en los debates locales. N se ThALT EHLOTICes. de buscar una genes haosine de pereibir la simultaneidad que coloco al cuerpo cn-el centre de los mterrogantes de ese period de los cuales las representaciones deb arte dieron cuenta Si bien Comence a publicar estudios sobre arte desde wna perspeciiva de genero a comienzos de los noventt, estos to- Maron nuevo impulse vy en traron en un momento de revision Cuando inicié la investigacion para cl proyecto de exposicion Radical Women. Latin American Art, 1960-1985, que cocura mos con Cecilia Fajardo-Hill para el Hammer Museum de Ta Universidad de California, Los Angeles, en 2017 -exposicion que durante 2018 se presento en el Brooklyn Museum de Nueva York y en la Pinacoteca de San Pablo-. La exhibicion conto, en sus comienzos (2010), con un grado importante de mn. tanto mi opos trabajos anteriores sobre arte, géne- s (pasaron, de hecho, practicamente desapercibidos, incluso la perspecti con que habian sido concebidos), esta exposicién despert6, en los primeros tres aiios de su investigacion, desacuerdos im- portantes y, para nosotras, inesperados y sorprendentes. Luego de que exposiciones monumentales como Wack! Art and the Feminist Revolution 0 Global Feminisms (ambas de 2007), que mapearon el feminismo global, pusieron en evidencia también la acotada presencia de artistas latinoamericanas, entendimos que era prioritario encarar el proyecto desde un abordaje situado, especifico. No se trataba, desde luego, del simple acto de reunir la obra de arti espacio, sino de elaborar una agenda conceptual y politica a partir de una seleccién de obras que compartieran, en am- plia mayorfa, su cardcter marginal, tanto en contextos loca- les como internacionales. Nuestro objetivo central apuntaba a aquellas representaciones que habian abordado el cuerpo como objeto de una investigaci6n especifica sobre sus pro- ro y feminismo no habjan generado polémi as mujeres en un mismo —————— 18 Feminismo y arte latinoamencano blematicidade: buscamos constitu s, limites y potencialidades. Para desarrol en primer lugar, un comité -integrado por colegas con quienes habiamos Colaborado en | distintos proyectos a lo largo de nuestro desarrollo Profesio. nal- que funcionara como grupo de consulta y de con: 50, En 2010 esta propuesta carecia de un contexto g se deseable. La resistencia a llevarlo adelante larle 1U€ lo hicie. NO S6lo vino de aquellos curadores y artistas que los sistemas administrativos clasifican como varones, sino también de aquellas que clasifi. can como mujeres. Los comentarios fueron rispidos, incluso irdnicos. Se observ6 que esta exposicién no debia Tealizarse, | en tanto reforzaba el cliché del machismo latinoamericano, Se dijo que el arte feminista era kitsch y carecia de interés (la aclaraci6n estaba destinada a la obra de Judy Chicago) Se 3 Es interesante analizar el caracter fluctuante de la nocién de kitsch, concebida en general desde la perspectiva formalista del conceptua- lismo (incluso del politico) o el minimalismo. Esta no séio Sirvid para descalificar la obra de Judy Chicago: en México también 8@ US6 para descartar la obra de Pola Weiss, que sdlo recientemente ha sido re- tomada, aunque con iniciativas acotadas como lo demuestra el breve catélogo que le dedicé el MUAC. El gusto culturalmente vinculado a lo kitsch femenino ha adquirido una nueva centralidad en la estética Contemporanea asociada al interés por el arte gay o queer. El arte argentino ofrece un excelente espacio de observacién, Si hasta los afios noventa el bordado, las mostacillas, la brillantina, los plasticos, los esmaltes nacarados no se asociaban al gusto estético erudito, en estos afios ingresan en la escena artistica de Buenos Aires como materiales legitimos. Asi, el bordado, la miniatura, la pasamaneria, la ebanisteria, las paletas de colores suaves, de un romanticismo infantil, emparentados con el universo de las golosinas y de las iconografias femeninas ingresaban como materiales legitimos del arte culto. Las artes menores, antes aconsejadas sdlo Para sefioritas (bordado, ce- ramica, artes de decoracién manual, maquetas de miniaturas), ahora Podian constituir el repertorio del arte culto, Pronto oficial. Nada mas grato que asistir a esta democratizacién del goce por estos materiales ya toda la manualidad que ellos involucran. Sin embargo, cuando es- tos materiales los utilizan artistas mujeres, vuelven a tefiirse de rasgos peyorativos. phiiiea que Hosothas Ho entendiames que perspecnsa debra Hos TMP ETT Ree postion.) se os ofrecer escubir un texte pencebedtiloge qie se Homan econ un serdonine femenine Seo sostuve te lase, ate S chites meontestables de las esta dlistiats Ccomie veremios en eb capitate Ei, que eta certo que Habnemnchas menos mujeres, pere que his que brllaban eran icjores que Tos varones, sCome se demuestra estas bos pre los. come verenios, siguen siendo dotunantomente mats ba Jos ereebeaso de Las artistas mujeres exitosas que de Tos varones que tauntan, Mas alla de estos argumentos, que fieron enun Giados en primera persona, lo que nos sorprendio Luc La vie lenciaverbal, intelectual y emocional que proveco eb proyecto. Lavobjecion central radicaba en que se incluyesen solo a= Ustas mujeres, sostenicndo que de esta manera se bas colocaba en un gueto que, al caracterizarlas como mujeres, desdibuj ba su condicion de artistas. Mais all de que nadie cues la realizacion de una exposicion del arte francés de posgue- rao del expresionismo abstracto norteamericano, que bien podrian invalidarse como guetos nacionales 0 estilisticos, la pregunta que provoca tal afirmacion es qué determina la con- dicion de artista, como se gesta, quiénes promueven. No busco con esta observacién caer en la pe cién banal que desautoriza el arte contemporaneo como una moda de mercado. Pero si problematizar la condicién aura- tica y acritica de la nocién de “artista”. La invalidacién del la identifican y la 4 La propuesta me records el caso de Gino Germani, cuando con- testaba cartas enviadas a la secci6n “Suefios” de la revista /dilio, que iban acompariadas de las reproducciones de los hoy famosos. fotomontajes de Grete Stern. Germani y Enrique Butelman respondian alos relatos de los suefos de las lectoras -que no se reproducian, es decir, eran eliminados- bajo el seudénimo de Richard Rest. En ese enmascaramiento se encerraba el juicio de valor respecto de tales publicaciones con las que Germani no podia contaminar el lugar de cientifico e intelectual en el que queria participar 0 con el que queria ser identificado. = analisis eritico de sue relacion con Jos. Condicic 20 Feminismo y arte latinoamencane Mamie result proyeceion intelectual. Conduce a simplific 1 © eLartista como objctos y sujetos que deben Producir, inmediata) que naturalizan el caracter nor, adk Volveré en el primer capitulo sobre esta simplificac Canon analizar como los lugares Comunes y las ide- ” 2ENe e envuelve cl mundo del 4 genero que en » del arte a de aciones ( arte lesi6 ativo de] “an 1 Para : i . aS que Natural mente asumimos tienen un funcionamiente Politico, “ repetia que se de un tema del pasado, demodé, 6 bien, por el eo un tema de moda. En ambos sentidos qued La segunda invalidaci6n recurrente tataba Ntrario, de aba fuera de ly condicion cutting edge a la que aspira una ¢ ‘hibicion que pre ende inscribir un nuevo discurso 6 unz “Va age! “ome \ i ani i nueva agenda. Como veremos, un conjunto de circunstancias hist6ricas car : Mbiaron el escenario en An ca Latina y en los Estados Unidos. Ese nuevo contexto permitié que en 2017 la exposicion fuese considerada necesaria y avalada tanto por el impacto que pro- obras como por los altos estandares de inve cién que le habian dado forma. estiga- Las objeciones que recibimos en los comienzos, expresa- das con irritaci6n 0 ironia, siempre resistentes al esfuerzo de revisar preconceptos, revelaban que el malestar portaba una carga traumatica que era necesario investigar. Asi, estos desacuerdos nos Ilevaron a persistir y a realizar el proyecto exactamente en el contexto de ideas que actuaron como pun- to de partida: una exhibicion que analizase un conjunto re- presentativo de artistas clasificadas como mujeres que entre los afios sesenta y ochenta se ocuparon de la representaci6n del cuerpo (sobre todo femenino). El inmenso archivo que configuramos abordando cada una de las escenas latinoa- mericanas presentaba recurrencias, simultaneidades y zonas de contacto que se inscribian histéricamente.> Pronto estu- 5 Sobre el comparativismo en artes visuales, vease Maria Amalia Garcia, “Hacia una historia del arte regional. Reflexiones en torno al compara- Jimos en condiciones de plantear que, en sie conjunte, tales Tepresenliciones produenin tn gine en fos discurses sobre el cuctpo. Fn el lenguaje de la historia del arte, se tlataba de an gire iconognifics radical desde el que se inauguraba una representacion distinta del cuerpo, que ne contaba con Las formas, los matices, incluso las sustancias con que hasta en tonces se habia abordado la representacion de Tos cuerpos femeninos. Tal te Le polemica hipetesis que propuse en el ensayo introductorio para eb atalogo de Radical Women Klar chive no solo desplegaba una iconogtatia diferente asociada al cuerpe, sine que revelaba tambien hasta que punto estos cuerpos habian sido objeto de inscripeiones historicas espec It fieas, atravesadas, por ejemplo, por tecnologtas del abuso, so- metidos a la violencia y la tortura, Las imagenes funcionaban r del cuerpo durante las como un archivo simbolico del lugi dictaduras latinoamericanas y de la violencia espectfica que los torturadores habian instrumentado hacia los cuerpos de las mujeres. Funcionaba también como un archivo de las in- igaciones que estas artistas habian desarrollado sobre los estereotipos sociales, la sexualidad, el erotismo 0 lo domés- endo, en muchos casos, al humor o a imagenes ves tico, recul altamente confrentativas. En el transcurso de los siete afios que Ilevé la realizacion, fue cambiando el contexto de investigaci6n de la exposicion; nuestra propia tarea fue generando textos propios y de terce- ros que desdibujaron los limites instalados sobre un campo que hasta entonces era anatema indagar. De estar ausentes 0 proscriptas, las investigaciones y exposiciones con catdlogos documentados sobre artistas especificas crecieron cada vez mas desde 2010 hasta el presente. En ese sentido, la biblio- tivismo para el estudio de procesos culturales en Sudamérica”, Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, octubre de 2016, pp. 11-42, disponible en (consultado: 17/1/2018). ahaha que compile en Laseccion tinal de por parses, pretende documentary Mape. Junto con estas transform. arte, tambien cambic eS libre, nu NOSE Ley Dada miciones del ey Ta situacion politic aborda el teminismo. La figua adel feminic idig vi hacia los euerpos v la pique de | as mujeres fue estado puiblico yan grado de generalizacion vig Preean En la Argentina, ante los e, feming 7 accion de de comunicacion, se produjo una explosiy “sos Tecurrentes de euyo Impacto se tue amplificande por ' “MOvilizacion y 2015, comienza un gran movimiento de organiy “En i Aciones q mujeres —entre cllas, el grupo #niunamenos (nombre ana Chives, ings e7)-, punta de iniciativa que pronto se regionalizo y se t UMscontine: E115 de junio, 300 000 argentinos salicron manifestaciones se expandieron por | Chile y Uruguay. EL 19 de Se lc do en un poema de la mexicana Sus en los asesinatos de Ciudad Ju Ntalizg a las a region en octubre de 2016, mile: sumaron a una huelga de una hor: de las feministas de Polonia, medid. noviembre del mismo ano. Ante “SComo S de muje a inspirada en el ¢je a que se repitié e elaumento de das, quemadas 0 empaladas hasta la muerte, asura en baldios, y ante la falta de d: desarrollaron algunas estadisticas: Tes mplo 125 de Victimas viola. arrojadas como ‘atos oficiales, las ONG un homicidio cada treinta § Debido a las difcutades de circulacién de libros y catalogos entre los Paises de la regién, el listado es tentativo y seguramente incompleto, 7” Mas alld de la capacidad que tienen los medios de banalizar o conver- tiren mercancia los acontecimientos que espectacularizan, su funcion, en €l Caso de los feminicidios, tuvo un papel poltico: permitié reterres én publico a hechos que antes se mantenian ocultos. Queda atin por dirimir si el entrelazamiento entre difusion Y Movilizacion activaran Polticas eficaces en la transformacion de una violencia socialmente naturalizada e institucionalmente protegida, 8 Christine Legrand, “Les Argentines, fer de lance du féminisme sud- américain”, Le Monde, 9/3/2017, disponible en (consultado: 25/5/2017). n \ ens nes ale ‘ ell ale dus ta habia sid ‘ od lis. I pam ceme bi vagina \ Tyadapeien por parte de parepas del mame seve a ebeanbro de sexe en Re parttehe de nacimente Semel docimente nacional de wdenndad (en 2072) los pro vectos de despen thzacien deb aberte volimtarie ne Jograron ser debatides en el pa Lumento darantes Jos Hremmiha y Cinco anos de democtackt, Ineluse eb art st del Codigo Penal, que extablece las condiciones deb aborte ne punible, encuentea aplicacion, EES de marzo de 2017 nailey de dificultades de Soeuparon has calles una yes may con an genero, hecho que culmino argentine: reclame urgente coutit ba violencia de ion de Ta manifestacion v cl arrest de dic- con La criminalize trato en verdad de una manifestacion glo- ciscis mujeres. Se bal, extendida a mais de eincuenta parses, que también sumo claras agendas politicas. En los Estados Unidos, el sibado 21 de enero de 2017 entre 3.2 y 4.7 millones de personas (segun Investigaciones de la Universidad de Denver) protestaron en distintas ciudades contra el pre sidente Donald Trump, en lo que tue La mayor manifestacion en un solo dia en la historia de ese pais, La marcha de las mujeres” exigid respeto a los migrantes, a los afroestadounidenses y rechaz6 el discurso mi- sogino del nuevo pr esidente.” :stamos, en un sentido, en un estado de guerra. Como sos- tiene la filésofa Silviz Federici en su libro Caliban y la bruja. Mujeres, cuerpo y ac wmulacion originaria, e| desarrollo del capi- talismo comienza con la guerra contra las mujeres y esta no desaparecié con el fin de la caza de brujas 0 con la abolicion de la esclavitud. Por el contrario, se normalizo. Ella se refiere 9 Véase “Marcha de mujeres contra Trump, mayor protesta en la historia de los Estados Unidos", £] Universal, 24/1/2017, disponible en (consultado: 25/5/2017). wun estado de guetta que no ha sido oficialmente decay wh shade, un Plocesa de wh balizacton del capital que precisa de La mujer come tuerza pero cuvaexistenaia prieban los dates de de de baste. miento provenientes del Pequenio cultivo en pos det trabajo: que legisla para excluitla de los recursos Wance del control de las multinacionales sobre todos los tertite, S A IAWVES de Ta guerra v la militarizacion, cuve complemento es | que aumenta las formas de la violencia patriareal Violen. cia domestica de quienes integran Las fuerzas de ¢ hoque,o las strados en los ¢ Ontro- les de frontera, o de las fuerzas de o upacion,"” Violaciones v asesinatos de Mujeres re El mundo del arte funciona como pantalla en la que tas violencias se replican bajo el formato de la exclusion, la desclasificacion, los mecanismos de desautorizacion y de ine visibilizacion. La violencia simbolica es una forma cficas de eliminar las voces disidentes. Tanto ahor. » como en la Edad Media, se sigue penalizando cualquier signo de des pese a habe: ACALO! transtormado sus dispositivos, la violencia o los mecanismos de desautorizacion funcionan eliminando 0 con- dicionando la ey stencia o la expr sin de aquellos sujetos los que las instituciones clasifican como mujeres, Las ticas lo demuestran."! estadis- 10 Véase Silvia Federici, Caliban y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumula- cion onginaria, Madrid, Traficantes de Suenos, 2010 (ed. orig. ingl., Autonomeida, 2004). Vease también su articulo “Undeclared War: Violence against Women", Artforum, 2017 (verano), pp. 282-288, 11 Los medios sociales dejan ver con frecuencia hasta qué punto. Perturba el hecho de que se haya instalado el tema de la violencia Contra las mujeres (fisica, verbal, simbdlica). Cuando comparto en Facebook informacion estadistica sobre la exclusion de las mujeres en el campo de! arte, recibo tres tipos de replicas: recordar areas en las que los varones son los excluidos (en el campo del arte, los numeros demuestran siempre lo Contrario); desviar el planteo hacia el campo mas amplio de la politica 0 de la exclusion que, por ejemplo, ejercen los museos de Buenos Aires respecto de los artistas del resto del pais; 0, en los casos mas notables, Quejarse de que ya no puede decirse Nos encontiamos en un nieve momento de expansion internacional del feminisme, que, en un sentido, retomr La agenda incumplida del feminisme de segunda ola a la ver que achia conta las formas Contemporaneas de la violencia, Respecto de si inscripcion historica en fa primera y segunda reraliza ola, este se Caracteriza por una rebelion ¥ protesta yy da contra la violencia cotidiana, que quema, corta, lascera y discrimina cuerpos de mujeres; contra La violencia del lengua- je v del sistema de exclusion, que atecta eLambito laboral en pricticamente todos los niveles; contra la legislacion, que im- pide cL aborto legal y seguro Hevando a la muerte a aquellas sin recursos econdmicos para un aborto clandestino seguro, Fs posible que la percepcion de que la violencia erecio en ios difunden este tiempo provenga del hecho de que los me! estadisticas y casos que antes ocultaban. En los tiltimos tres altos, el tema logré instalarse en la agenda publica. Se habla de ello. Las manifestaciones masivas y la amplificaci6n que realizan los medios dieron al problema una renovada legiti- midad. junto con esto, cabe destacar que este nuevo femin mo asume una agenda politica amplia que visualiza y denun- cia las desigualdades en general (de género, de raza, de clase) y que tiene como horizonte de inscripcién la transformacion completa de la sociedad. No busca el fin de la violencia ha- cia sujetos heteronormativos de clase media, sino hacia un conjunto de identidades que comparten la experiencia de la exclusion, ya sea de género (lesbianas, gays, bisexuales, tra- yestis, transexuales, transgéneros, intersex), como de clase 0 de raza: pobres, indocumentados, migrantes, sin techo, indi- genas, mestizos, negros. nada sin ser catalogado por ello de sexista. El giro, para situarse en un campo discursivo comuUn, pasa por la identificacion, por posicionarse en el lugar del reclamo mismo. Como sefiala Silvia Federici, por la “habilidad de los hombres de hacer suya la lucha por la liberacién de las mujeres” (S. Federici, Caliban y la bruja, ob. cit., p. 10). ——— Los caprtulos de este libra se ce Nthanen¢ 26 F< mo yart A808 qe a, ene feminising 4 Polini senticion”, investige los problem Han muchas de bas cuestiones presentadas dion, Enel primero, “Arte, ntrog : AS ly ‘ t as que planten el, i feminisme artistico, Luego de esbozar bre vement ‘ charte como en la critica yen da historiograty : su partida historico, analizo los lugares ¢ omune | 5 que ar da Probley acerca del espacio que ocupan las mujeres en del arte instumenta para obstaculiz mt ati Zag AG ey ny ! un estadisticas institucionales v testimonios de artist . a: — aw Site, colecciones o bibliogratias. EL capitulo inchiye nes Malisis de . . eo .. 'S intern cionales, a fin de situar el debate tambien fuera de Ame : . , : Amér Latina, para centrarse después en el estudio de las Si . : . . ; ‘ad ticas y los testimonios locales. Una sec ts: 10n de este aDituy 0, de los : todo ¢| con. a historizaci6n proceso actualmente en expansion, que dia ca en libros, articulos y catalogos de e dedicada al anilisis historiografico, traza un recortid, estudios de género en el arte argentino, sobre temporaneo. Se busca asi contribuir a | d : un a dia se multip|.. Xposiciones, Asimism, se analizan los lugares comunes que operan en e] arte argentino. Por tiltimo, se establecen difere hist6ricas entre las nociones de “arte feminista” menino” y aquellas posiciones que no se identifi feminismo, lo femenino, ni con la clasificacién de “artista my. jer”, incluida la posicion estratégica y politica de una historia del arte feminista. Estas distinciones permiten complejizar los instrumentos de anilisis, pues evitan la simplificacién que supone que toda obra realizada por una mujer es feminista, Por el contrario, se consideran, como punto de partida yde anilisis, las inscripciones histéricas especificas y las identifi ciones que agenciaron cada una de las artistas. En el segundo capitulo, “Artistas entre activismos”, analizo la relaci6n entre feminismo y politica de izquierda, a partir de las dificultosas relaciones que estas formaciones establecieron entre fines de los afios sesenta y setenta. Mas especificamente, me ocupo de la obra de Clemencia Lucena, artista colombia- , campo de! NCiaciones © “arte fe. can con e| ca- u ar argentina Mania Luisa Bemberg, para thazar on nay de la il Jismo enue dos artistas ¥ dos escenas de America Latina vara ! no estuvicron cn contacto. Desde esta perspectiva, se que ! Jos marcos de ferencia, lo que permite pensar los amplan gismos entre pero que eran atravesados por covunturas Com ike ambitos que no estaban neeesariamente pare yinculados. ns ay terminos de politizacion del campo cultural, FI parables “ sobre todo de las imagenes, de aquellos datos: amuilisis Parte avpfas portan respecto de st_historicidad, aprehensibles que elk lesde cl anilisis iconogratico, Tambien se entretejen los da- de tos situados. contextuales, que permiten trazar el horizonte de interlocucion al que las obras aspiran (entre otros, las ins- cripeiones politicas de las artistas y los usos que hicicron de sus propias obras). Este capit instrumentos para anilisis comparativos. 1 obra pueden analizar- artir ulo, mis que ningtin otro, pro- vee de Los dispositivos que organizan una se desde Tas operaciones que a rticulan y, a la vez, a pi de las tramas biograficas que la obra pone en escena. En el “Retratos”, el abordaje del film Taller ( 1975) el periodo especifico del cine experi- tercer capitulo, de Narcisa Hirsch revel la Argentina entre los afos sesenta y setenta; aspec- tos de su biografia al momento de su realizaci6n; la fricci6n que cruza su vida como muchas otras vidas- tramada desde el exilio; la coexistencia entre el cine experimental, el cine politico y las formaciones de la segunda ola del feminismo en el pais. Taller se analiza como un retrato in absentia. Un retrato en el que, mas importantes que la aparicion de su ros- tro, son los mapas de experiencias personales y culturales que cruzan su biografia. Se entiende, por otra parte, como una obra clave que permite visibilizar un sistema de citas y collage que atraviesa toda su obra. Una obra que interroga cuestiones relativas a una identidad en transito, inscripta en la circulari- dad de referencias a un archivo de imagenes que yuxtapone fotografias y films. La tension entre estos lenguajes y entre los tiempos que involucran es el modo en que sus peliculas activan preguntas estéticas, historicas y culturales. mental en “= HE cuarto capitulo, Feminism Mexicg* formacion del feminism. ATHSHCO En este mapa de exhibiciones tharade eC tome Celeb, la Primera Conferencia Mundial sobre Ja mn . Jere amalisis del workshop, enyas PIESETLACIONGS. gy. publ oy © Carla Stelhy¢ Ta revista Artes Viswales (editada po Museo de Arte Moderno de Mexico) )) permite tray, Ie as Intele: involucradas en distintos campos de | do de situacion acerca de como | : Mes, Ctuales yl iF cultur situacion de las mujeres, en Particular de | lizan tambien las obras v las lentey AS Artistas, » desde la VO adelant Mayer, en el contexto de una posicion identificad. detione acciones que mitad de los setenta hasta el presente le Cone] fe en la © en Ta obra de as que minismo artistico. El texto también se Aracte em Mayra Anica Maye, @ maternidad pelang sos parddicos. El feminismo artistico €N México ¢ : eS un caso excepcional en América Latina, tanto por su Continu; dad en el tiempo como por los recursos que instrumentaro, en sus obras, acciones Y performances. Se trata de una escena que qued6 en un punto aislada de las condiciones que las artistas mujeres tuvieron que confrontar en el contexto de las dictaduras latinoamericanas. “Archivo, performance y resistencia”, quinto capitulo de este libro, se centra en Sal-si-puedes, una performanceinstalacién de la artista uruguaya Nelbia Romero en 1983, de la dictadura. La nocién de “resistenci: cular relevancia para comprender el lugai en el imaginario del medio artistico e int no. Es una obra que permite también co de actualizaci6n del archivo, en tanto e episodio ocurrido en 1831, que llev6 a la masacre y dispersion de los indios charrias, y que fue interpretada como un anti- cipo de la represién de la dictadura ci ico-militar en Uruguay (1973-1985). “Memoria”, rizacion de un arte femenino presente Lara, asi como en las performances desde | y Maris Bustamante desencializaron | arecu , durante los afios ia” cobra aqui parti- r que la pieza Ocupa electual montevidea- nsiderar los Procesos sta articulada con un “archivo”, “resistencia” son térmi- in 29 nos fundamentales para su analisis, Lal obra pone en escena La tension cntre Estado nacion y poblacion indigena e introdu- ce tambien fa historia de Guyinusa, tna majer indigena que, tras hamasacre de Salsipucdes, fie vendida para stiexhibicion pubheaen Francia HI sexto vy ultimo capitulo, “Senur pese a todo”, aborda las fotos de la chilena Paz Ernizuriz. Tanto aquellas que realiz6 en los primeros anos de dietadura (1973-1990), a personas ador- meeidas en las calles de Santiago sna metitora de ta parali- sis en que estaba sumida la poblacion de un pais bajo control dictatorial, como aquellas otwas que realizo sobre Ta vida en prostibulos travestis. En este caso, chentan ta funcion media- dora y afectiva que tuvo La artista y los procesos de empatia que le permiticron identificarse y acercarse a quienes fotogratiaba. Sus series sobre los retratos de su hijo, sobre la ceguera, o Tas fo- tos en cl hospital neuropsiquiatrico, retieren a la necesidad de medir, a través del tiempo, la desmovi izacion a la que aspiré la dictadura, asi como a la de crear contactos con el otro despro- tegido, abandonado o castigado por la sociedad. El capitulo, aborda la capacidad de sus fotografias de restablecer, pese a todo, en espacios olvidados y marginales, los afectos y su poder de identificacion y de wansformacién. Como cierre, quisiera detenerme en el terreno de inter- vencion al que este libro aspira. Ante la pregunta sobre la relaci6n entre género y distribucién del poder en el campo cultural y, especificamente, en el artistico, artistas, historia dores, galeristas, criticos, periodistas pueden desmarcarse del problema, distanciarse, desinteresarse, descartarlo apelando a ciertos lugares comunes (como el chiste, la parodia, la re- accion violenta, la descalificacién politica y social -desde la clase, desde la raza, desde otras politicas de los cuerpos- 0 la generalizacién). O también pueden colocarse en el lugar de los que sienten que un derecho les esta siendo cercenado: conocer el amplio porcentaje de obras que por razones de género resultan invisibles y las razones por las que el sistema del arte no permite ver, exponer, vender 0 coleccionar obras in, que mantiene fuera de su Grbita. En otras pal, 30 Feminismo y arte latinoamericano: ars Tas, Puc contribuir a un cambio que permita acceder a ag permanece invisibilizado. La re “spuesta de un hist ‘ arte radica en investigar, analizar e interpretar al vio dey de obras que nos han sido vedadas sin dejar de inte Pa vez, las circunstancias que llevaron a ese estado de cog. la naturalizacion y el lugar comiin, las Opciones son ‘es An matizacion y la investigaci6n. Con este libro deseo a es a esta transformacién. Mribuip ly “he Togar La Maison du Bonheur, Alfortville, Paris, junio de 2017 - Buenos Aires, enero de 2018

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