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La bienvenida a las teorias norteamericanas 25 I, UN CAMBIO DE PARADIGMA: EL LABELLING APPROACH La perspectiva sin lugar a dudas més influyente en la década de los sesenta fue el /abelling approach. Acostumbran a ser clasificados como autores més relevantes y conocidos de esta corriente Becker (1963), Cicourel (1967), Erikson (1966), Kitsuse (1968) y Lemert (1967). Las criticas de que habian sido objeto las anteriores teorias criminolégicas basadas en un «modelo funcionalista de sociedad» o acusadas de seguir atrapadas en las «premisas del positivismo» comportaron a necesidad de un nuevo marco sociolégico. Los representantes del /abelling approach buscarin apoyo en otra corriente sociolégica que en la década de los sesenta estaba (reJemergiendo con fuerza como era el interaccionismo simbélico. Este, desarrollado por la Escuela de Chicago, perdié su preeminencia en la década de los cuarenta y cincuenta debido al impetu de las teorias estructural- funcionalistas elaboradas por la Escuela de Harvard (Downes-Rock, 1988:166-167), pero resurge en la criminologia de la mano de los te6ricos del etiquetamiento. Ezxcurso: El interaccionismo simbélico ® es una corriente socio- logica desarrollada por Mead (1934) y que influye en los estudios de Ie sociologia de la desviacién a través de Blumer (1969), contemporaneo de Mead y profesor de Becker y Lemert. De acuerdo con Blumer existen dos diferencias entre las cortientes tradicionales estructurales y el interaccionismo sim- bélico. La primera consiste en estudiar al individuo como un mero objeto, sobre el cual confluyen miltiples factores sociales 0 psicologicos que le Hevan a actuar en determinado sentido, o estudiar al individuo como un ser que actéa en funcién de la interpretacién que da a los objetos, situaciones y acciones de los otros. Quizés sea necesario clarificar un poco mis donde reside la diferencia, En opinion de Wilson (1971) una caracteristica del paradigma normativo es que concibe toda interaccin social como regida por normas. Estas normas son aprendidas, inter- * Para una introduccién en castellano véase Lamo de Espinosa-Carabaiia (1978) La bienvenida a las teorias norteamericanas 27 ciones del otro en base al cual determinamos nuestro curso de accion subsiguiente). Si ello es asi, se deriva que para comprender la actuacion de un individuo ésta_no puede estudiarse «objetivamenten. Esto es, no puede aptehenderse objetivamente la situaci6n, las normas que dictan el comportamiento para esta situacion, etc... sino que debe estudiarse cémo el sujeto ha interpretado la situacién, en base 2 la cual habré elaborado su siguiente curso de accién, En resumen, para comprender la accién social ésta debe estudiarse desde la perspectiva del actor. De acuerdo con Blumer, la segunda distincion estriba en que las acciones de los individuos no se conciben sujetas a las necesidades del sistema, sus funciones o a determinados valo- res culturales; mas bien responden a la necesidad de manejar las situaciones con que las personas se enfrentan en su vida cotidiana. Ello no significa que se desconozca Ia existencia de estruc- turas u organizaciones sociales, pero se entiende que éstas son el marco donde se producen las acciones, y no sus determinan- tes. Esta organizacion social afecta a la accion s6lo en la medida en que delimita Ja situacion en que la gente actéia y suministra los simbolos en base a los cuales se interpreta la actuacién. La importancia de las estructuras no debe exagerat. se ya que las sociedades modernas se caracterizan por una gran movilidad de situaciones y de simbolos, por ello la vatiable fundamental que afecta a las «unidades de actuacién» —Ios individuos— son los otros individuos. En conclusin, para entender la accién social, deben exa- minarse las condiciones bajo Jas cuales se actia. La primera condicion es que se acta en atencién a la situacién con que ‘nos encontramos, ello sugiere una segunda condicidn, esto es, que se actia en funcién de como se interpreta la situacién. Para interpretar las situaciones partimos de un conocimien- to comin, pero en muchas ocasiones éste falta, ya sea porque la situacién es novedosa o ya sea porque esta situacién se interpreta de diversas formas por los participantes. Entonces lo que debe estudiarse es cémo se construye la interpretacién de una situacion en base a la cual se va a actuar. Pata ello, el sociélogo debe adoptar el rol del sujeto actuante. Si intenta describir la «situacién objetivay en vez de como ésta es interpretada por el La biewenida a las teorias norteamericanas 29 etiquetamiento tenia una preocupacién central: ¢Qué ocurre cuando alguien ¢s identificado y definido como delincuente? ¢Cudles son los efectos de esta etiqueta para la persona etiquetada?. Si bien ésta era la pteocupacién central, al virar la mirada hacia los drganos que controlan se iban a producir una serie de conclusiones chocantes para la criminologia positivista. ula. gCudndo se aplica una etiqueta? La respuesta convencional que nos dicta el sentido comin es «cuando alguien realiza un deliton. Ello puede tropezar ya con algunas dudas cuando pensamos que no todos los que sealizan un delito son aprehendidos —Ja cifra oscura del delito— o encarcelados. Por consiguiente, no todo el mundo que comete algiin delito se ve etiquetado como delincuente Sin embargo, aun dejando de lado esta consideracién, decit que delito es aquello definido como tal, ha sido siempre de recibo entre Jos juristas. Se argumenta que ante la imposibilidad de encontrar una definicion natural de qué actos constituyen delito, ya que éstos varian con el tiempo, los contextos sociales, etc... no queda més remedio que acogerse a una definicion notmativa. Hasta aqui no habria desacuerdo. Pero los tedricos del etiquetamiento se sintieron tentados a dar tun paso més. Si delito es s6lo aquel comportamiento definido como tal, quizas cl comportamiento per se no presenta ninguna caracte- ristica distinta de otro tipo de comportamientos. La diferencia esti en que unos comportamientos son definidos como delictivos y otros no. ¥ ello es lo que dijo Becker (1963:9) «Desde este punto de vista, la desviacion no es una cualidad del acto que la persona realiza, sino una consecuencia de la aplicacién de reglas y sanciones que los otros aplican al “ofensor”. El desviado es aquel a quien se le ha aplicado con éxito la etiqueta; el comportamiento desviado es aquel que la gente define como desviadon. De ello se desprende que la desviacién no tiene una naturaleza ontologica, no existe independientemente al margen de un proceso de reaccién social. Esta reaccién social es lo que define determinado acto como desviado. En consecuencia, ef delito no es un checho» sino una «construccion social», que requiere de un acto y de una reaccién social La bienvenida a las teorias norteamericanas 31 debe haber hecho algo uraro», de lo contrario gpor qué se le etiqueta precisamente a él? La segunda cuestion que surgia era, ces el ctiterio de la reaccion social el nico para definir que constituye desviacién? En este caso surgen dificultades con un tema que iba a tener gran relevancia en la década de los sesenta: el delito de cuello blanco, el delito de los poderosos, la ctiminalidad orgenizada. En estos casos no acostumbra a existit ni reacci6n social informal —incluso a veces gozan del Fespeto popular— ni reaccién social formal, ¢Significa entonces que en estos casos no podemos afirmar que la delincuencia de cuello blanco sea una actividad desviada o delictiva? m1. B. gQuién y por qué aplica la etiqueta? Llegados a este punto podia preguntarse csi no existe ninguna diferen- cia cualitativa entre los diversos actos, qué es lo que permite que unos sean tipificados en los cédigos penales, en tanto que otros sean considerados como meramente ilicitos o incluso licitos? ¢Por qué unos se etiquetan en tanto otros no? De nuevo, la respuesta més obvia era afirmar que precisamente se castigaban aquellos actos més graves, que ponian en peligro la subsistencia del sistema social. Sin embargo, si bien ésta era la respuesta que dictaba el sentido comiin, ésta se veia desmentida por la experiencia personal y los estudios de los tedricos del etiquetamiento. En efecto, pensemos que el influyente libro de Becker (1963) se dedica a estudiar la criminalizacién de la marihuana, el conocido libto de Erikson (1966) la criminalizacion de las brujas, y Lemert (1967) dedica Bran parte de su obra a los actos delictivos juveniles: huidas del hogar, embriaguez, falsificacién de cheques. ¢Cémo podian concluir que se criminalizaban los actos mas peligrosos? En consecuencia, la razn por las cuales determinados actos se etiquetan es debido a que el proceso de etiquetamiento cumple unas funciones sociales, independientemente de lo que se etiquete, Ello desde luego ya habia sido afirmado por Durkheim, de acuerdo con cl cual el castigo permitia reafitmar los valores que se Protegian y que cohesionaban a la sociedad, Al castigar su vulneracién se estaba reafirmando que estos valores eran socialmente apreciados. Adicionalmente el influyente articulo de Mend (1918) iba a pro- porcionar la segunda aclaracién més citada: el delincuente era utilizado La bienvenida a las teorias norteamericanas 33 cumple unas funciones sociales, gpor qué éstas y no otras eran Drecisamente las actividades etiquetadas? Ul. D. 3Cudles son las consecuencias de aplicar una etiqueta? {a iiltima area de estudio en la cual los tedticos del etiquetamiento desarrollan sus investigaciones hace referencia a los efectos del sisters Penal en la vida del sujeto,

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