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CRECIENDO JUNTOS~ Un modelo de intervencién temprana para prevenir alteraciones del desarrollo basado en el sistema madre-hijo Norma del/Rio AOA. UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA i ‘UDAD XOCMIMICD Coma Exes race a ae NO RENOVACION UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA Rector General Dr, José Luis Gézquez Mateos Seeretario General: Lie. Edmundo Jacobo Melina UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA-Xochimileo Rectora: Dra Patricia Blena Aceves Pastrana Secretario: Dr. Emesto Soto Reyes Gatmendia COORDINACION DE EXTENSION UNIVERSITARIA Coordinador: Lic. René Avilés Fabila Jefe de la Secctin de Produecién Editorial: David Gutiérrez Fuentes Dr. Juan Fernando Aguirre Dr, Francisco Rojas Representante de UNICEF-Méxi Programa Educaci Lie, Nelia Bojérquez Cuidado de la edicién Lourdes Gémez Vogue! Disefio de la cubierta y formacién D.C. Juan M. Rangel Delgado ustracién de portada: Luis Guerrero Baca He 885207 Coleccién: Ensayos ISBN: 970-654-576-X D.R. Universidad Auténoma Metropolitana Unidad Xochimileo Primera edicién: 1999 a, Unidad Xochimileo Quietud, México D.F., 04960 Impreso y hecho en México “pze2ts INDICE INTRODUCCION Contextualizacién del Programa de Intervencién Definicién de la Unidad de Intervencién La Relaci6n Profesional en !a Intervencién EI Papel del Neurodesarrollo en el Modelo Evaluacién del Progreso La evaluacién interindividual La evaluacién intraindividual FUNDAMENTOS TEORICOS DEL PROGRAMA DE INTERVENCION TEMPRANA . 2 Prineipios Transaecionates $i “El sistema cuidador-nito como unidad terapéttica ... 31 Laestructuracién de los procesos mentales superiores en el plano interpersonal Patrones de interaccién bidireccionales Principios de Desarrollo Epigenético ‘La actividad como forma de anticipacién 4 los cambios a, | | Co-construccién, transformacién y restructuracién continua Milltples vias de desarrotto posibles “Modelo de Operacién del Sistema Nervioso Sistema funcional Especificidad temporo-espacial de ta organizacién nerviosa Modelo probabitistico de funcionamiento EL PROGRAMA DE INTERVENCION TEMPRANA, Objetivos ‘Compensacién de fos efectos disruptores del dao neurolégico Estructuracién de cictos abierts de accién Primera Fase del Programa de Intervencién Temprana .. Punto de partida det programa Lineamientos terapéuticos de ritmos ‘Segunda Fase del Programa de Intervencién Temprana .. Transformaciones det desarrollo 9d alterada y heterorregulacién Co-construccién de esquemas de accién Los formatos de accién | 59 “4 ” 80 80 sus 83 84 85 pes) 7 ea 89 2 94 96 98 ‘Tercera Fase del Programa de Intervencién Temprana La retroalimentacién como forma de it “mas alla” de la accién Los procesos de diferenciacién ¢ integracién en el desarrollo Correspondencias y transformaciones Et papel del error Los retos cognitivos en un contexto familiar {Cudl es pues el pape! del adulto? La locomocién como ampliacién del medio La actividad instrumental y {a especiatizacién manual La representacién como internalicacién de la accién REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 99 9 101 103 106 107 108 La propuesta de intervencién que presentamos tiene un ca- réeter preventivo y, por tanto, educativo en el sentido de anticipar y evitar, en lo posible, a estructuracién de vias aberrantes de de- sarrollo, Forma, pues, el primer esiabén de los llamados progra- mas de integracién educativa tan en boga en la actualidad, y sigue la filosofia de que el mejor programa de integracién educa- tiva es aquél que evita la desintegracién, en primera instancia, por lo que habré que privilegiar aquelias medidas que hagan de ta intervencién un proceso lo menos visible € intrusivo posible. Nunca habré tampoco que olvidar que tratamos con nittos y fas? en desarrollo, quienes a peser de suftir alteraciones funcio- rales de cualquier indole, tienen las mismas necesidades de desarrollo que cualquier otto niflo con ef grado de desarrollo equivalente.? Congruentes con este postulado, asumimos que es nuestra responsabilidad (aqui incluyo a los profesionistas lectores), ga- rantizar que a las discapacidades o déficits resultantes del dato orgénico suftido, no se afiadan en cascada una serie de privaciones ceatetos que semper alguna tear, Ya Vigolysfimabs en 1924, °Es nes eda a oo como on nit cego sino como unio. De oa manera al edualo como ckgoo std, {staremos clivando a egera yn sorderay hacemos Ge a pedagogies de ntos Gon defects una pedagoladeeciva" (Tae Paychology and Pedagogy of Chil Gren'sHandiap’ en Fundamental Problems of Dfctolgy, V2. he Collected Works ofS Fogtety, 1993) rduclon mi sonales sociales con los que se construye y Se apropi y que son el pivote de desarrollo de las funciones mentales superiores. Cada diada madre-hijo® imprimira el caracter de especifis dad y de unicidad a las medidas genetales que propone el progra ma, La naturaleza del programa no tiene pues un cardcter prescriptivo, con intervenciones preformadas y programadas que se deben de seguir en forma sistemtica pare aplicarlas @ una po- blacién objetivo, Requiere por definicién de un proceso de ajuste continuo a las necesidades que vaya mareando cada diada, lo cual supone un grado de elasticidad y fexil aplicacién, Cada sujeto construye y asimila de manera difere {as oportunidades que le ofrece el ambiente. Lo que se ensefia ¢s lo mismo que lo que se aprende y en este proceso educativo, respeto y los limites de hasta dénde intervenir, deben ser p dades que hay que trabajar, ademés de ser motivo de reflexién continua en la evaluacion de los alcances de [a intervencién. Lejos de pretender ignorar los problemas y disfunciones del nifio, el programa les asegura un lugar importante dentro del ‘mo, en caso de ser necesario se debe considerar apuntalar fos m canismos de compensacién para asegurar el cumplimiento cabal de las tareas de desarrolio, as{ como el reardenami tintas esferas de convivencia que asegure la pasticipacién social 4 *Cuatquierdiscapacidad Asien sea eeguera o sordera~ no so alters ka r= jn del no con ino sobre tod sfeta su interaccién con otras personas, Cualquiee defecto organico aparece como una Ercomporiamiento, Eso sin conlar que la ceguey I sor Factores biolbgios y na facores sociales, Sin embargo el fadueeiin mi} imino madre-ij se usa en sentido genérico para referirse al cuidador dominant en relacién con el noo nia desde el lugar y segin los papetes sociales asignados cultura en la que se halle insert. Las metas del programa deben ser las mismas que rijan cus quier programa de promocién de! desarrollo; son los medios los ue difieren. Lo especial del programa no son sus metas, sino los medios inusuales y optativos para obtener las mismas metas. Esto ¢s precisamente lo que asegura la igualdad educativa que se per- sigue como ideal de la integracién educativa. Sobre esto opina L. S. Vygotski (1924:62) La compensacién se determina por dos caracteristicas: por un lado, el rango y grado de diseapacidad, el grado fe divergencla en su conducta, y las demandas sociales ijadas para su educacién, y por ef otro por la reserva compensatoria y la riqueza y diversidad de fanciones disponibles para trabajar; Si tenemos por delante tos principios que rigen et desarrollo, podremos incorporar a nuestro trabajo elementos de la historia del sujeto para anclar las conductas sobre las que nos proponga- ‘mos intervenir, no slo en un contexto espacial (el medio am- biente en que esté inmersa Ia diada madre-hijo), sino en contexto temporal. Evaluaremos el presente contra su historia evolutiva, pero también lo proyectaremos hacia el futuro inme- 0, en ia tlamada Zona de Desarrotlo Proximal, en busca no ‘inicamente de relaciones de causa-efecto, sino aquéllas que se -mueven en el terreno de lo posible El aspecto constructivo del desarrollo nos permite centrarnos en los recursos, no en los déficits. La evaluacién del desarro decir, exclusivamente en Jo que le hace falta (como lo haria el modelo que concibe al nifio como adulto en miniatura), sino de- tectar aquellas formas cualitativamente nuevas que aparezcan a fo a Jargo del camino, Cualquier acto, por destructive que parezca puede ser susceptible de otra lectura que ilumine su funcién adaptative dentro del sistema que nos ocupa.’ Aun en casos de le- siones importantes, a desorganizacién sigue como en espejo (de tmanera inversa), las mismas leyes de! desarrollo,” de tal manera que hay un orden subyacente al caos aparente. La perspectiva histérica obtenida gracias a una visién psico- nética del desarrollo, nos provee de herramientas para ir més alld de lo apaente, y descubrir continuidades ¢ invariantes en * Esto recuerde el llamado “bereficio primar y secundario” dela enferme- i zinadamente Sigmund Freud, y que exliata eh pate vy enfermos, shley se sorprendi de i aus que hublera podido famafoy forma de ls lesiones, Ooservd deficits en as habi wotors, aenesia, problemas emocionales y demencia, y bajo remaneates se producian ordenadam ure, pero no algo desorganizado, ‘Aun la demencia no de seid: se earacetizaba por poca tomprension y pobreza en las corteaclones que podis hacer, Peso fo que podia hacer, lo hacia de manera inteigble y ordenads (Brain Mechanisms and ing Jaks (1885) corsa uo de tose “sno pore" dee Nestslgin ene exe pei corse procs de dfn: Lali esl poss inves tn eseomposn ena dea finsones mon riz, mis com fos) i volun aca as mit ogeieats, mis snes ya Eos La snomatlogia dea eatermeda nevis sun cae bl ex: ads cso sempre yu set epi yune post. foie torent, scandens! de evolsn Els tenes sien ue er au el map 0 (Crosman Leen pa, conductas aparentemente dispares, como diferencias estructura- les, ahi donde pareciera haber semejanzas." Con todo lo que hasta aqui hemos esbozado podremos empe- zar a cuestionar seriamente si lo normal y lo patolégico son dos Ambitos encontrados bles, 0 si podemos, por lo con~ trario, afirmar que sus fronteras son permeables, que ambos pi e505 se rigen por las mismas feyes del desarrotlo y que no hay poor tanto una sola via posible para desarrollarse, sino multiples vias alternativas para llegar a las mismas metas. Esto es lo que ‘nos propondremos fundamentar en las siguientes paginas, con el nimo de concebir una practica rehabilitatoria que estreche fa dis- tancia entre lo real y lo posible. Contextualizacién del Programa de Intervencién ‘Antes de entrar alos fundamentos teéricos del programa, comen: zaremos por delimitar su ubicacién en relacién con otros modelos de intervencién, mediante el establecimiento del lugar teérico que tienen algunas categorias cardinaies como: la definicion de la devia, Debe ci taénticas pueden se dis 1 dindmicas {eso razonesy sus aciones) La fsicay, mAs recientemente, la bologia han demos- trado que se pueden combinar semejanzas fenotipicas con diferencias pro imicas y causales, como también pueden coexist fuertes diferenciss fe sel y dindmico... Cuando Darwin creé idad de mover la perspectva f- pedago Development and the Pedological |, en The Fundamentais of Defectology, The Collected Warks of S. Vygoteky, V2., 1993, pp. 246-247 unidad de intervencién, la relacién miédico-paciente, el neurode- sarollo como guia, y la evaluacion det progres. Definicién de la Unidad de Intervencién El interjuego de regulacién fisioldgica mutua ~que se produce de ‘manera tan estrecha entre madre-hijo antes del nacimiento no se interrumpe completamente con éste. Existe todo un sistema de adaptaciones mutuas y coordinaciones en la interaccién que tiene efectos directos sobre los estados del nifo y su organizacién, Los patrones de cuidado y de comportamiento de los padres han co- evolucionado con los patrones de comportamiento de! bebé (Fre- edman, D.1974).”2 Estos cambios van acompatiados por una profunda transformacién de las formas de actuar ante la inmadurez. El cuidado y la protec- sino que conlleva cambios cualitativos, do dominado por e iene par madre aungue no exclusivamente; ds- El desarrollo en este primer affo de vida det bebé no puede, pues, limitarse a la descripcién de los cambios conductuales Bruner, Hleva més lejos esa airmactén re que dichos mecanimos sociales que han & ean mis esables, una vez finalized evolucion, que los rasgo utes del bebé 0 del adultotomados por separado, La morfolgia y el compartamiento de uno no pueden vasiar Bremente sin gue se produzcen cambios en a morfologiey el comportamiento el oo" (1.986 (1982) “La inmadurez, Su naturalezay uss" en J, Bruner, Ain, Pensamientoy Lengua. Incluso puede argume cionado conjuntamente,probablem producto de la maduracién y crecimiento, ya que todas aquellas funciones que nos definen como humanos dependen de las opor- tunidades de ex ia social, intersubjetiva, y mediada por los demas, desde un inicio." Hay transformaciones tanto en el niflo como en la madre du rante el desarrollo. Jntervenimos en wn proceso en marcha, en donde la madre y el nifio estan igualmente involucrados en el proceso de crecer. El caracter activo de los sujetos que se van a ‘ratar (niflo-madre), obliga a plantear ‘a intervencién en un marco de comunicacién constante, El haber sobrevivido a situaciones tan complicaciones neonatales, en donde se delega la respons de cuidado al equipo de profesionales médicos, crea situaciones de estrés y de duelos emocionales, que minan el sentimiento de seguridad y confianza bisica en los padres para retomar el papel de cuidadores. Los “Yerapeutas 0 terapistas” tienen como tarea basica el promover el funcionamiento integral del sistema "ma- dre-hijo”, al analizar con la madre, fas experiencias disruptoras alas que han sido sometidos (tanto ella como el nic), por efecto del dafto neurolégico. La devolucién de informacion a la madre, resultado de las evaluaciones y los estudios adicionales a que se somete al niflo, constituye un elemento bésico en la promocién de cambio. Establece una alianza de compromiso mutuo entre la madre y el o la responsable del programa, para restablecer en lo posible la funcionalidad adaptativa de este sistema (madre-hijo). La informacién se va dando a medida que la madre actuia con sa hijo o hija. La observacién de cémo responde ta madre a las acciones del niflo, las estrategias que utilizan ambos para adaptarse mutua- mente, los problemas de postura y movimiento, entre otros (ex- presign del daflo neurolégico), se integran como elementos “Toda relacin del nito con el mundo exterior, ne relacinrefraciads através de “El primer afo” (1932), pu 1996: 285. lamas simple es a acidn con ora persona” afirma Vygolski en ieado en Obras excogidas V.4. Psicologia Infail, 7 | fundamentales que se retroalimenten entre si, y caracterizan eb proceso de socializacién que comienza desde el nacimiento. La Relacién Profesional en Ia Intervencién ‘Aun cuando el nifto sea el motivo del programa, la cont cién de toda intervencién que se proponga resulta critica. El pro- rama, se ha pensado para que se integre a la cotidianeidad de la vida diaria del pequetio(a). No se pretende con esto crear un mo- delo de “transplante” en el que se convierta ai cuidador o padre cen un experto profesional (terapista), y se desvirtie ef papel tan importante que le toca jugar en el desarrollo del nif, Tampoco toca competir con los padres, al proponeries estilos de crianza ajenos a ellos, 0 modificar patrones conductuales de interaccién hacia modelos “deseables”, que cacen con la superestructura ideolégica dominant La definicién de intervencidn debe ser muy clara, pues es un arma de doble filo. Intervenir para qué, por qué, desde donde, para eliminar qué conductas y teemplazarlas por cuales otras, son puntos que hay que discutir y elaborar para tomar conciencia de nuestras limitaciones, y del pape! que asurmimos como promot res del desarrollo y agentes de cambio. tualiza- EI Papel del Neurodesarrolto en el Modelo ‘Aun cuando no faltaria quienes considerar podria ubicarse como un “programa mas de que incorpora téenicas y principios de este paradigma (Bobath B. & Bobath K, 1984; Kong E., 1971) para la reorganizacién de pa que este programa is del movimiento por si mismo (Kines: interesa e! movimiento en tanto que es accién, En este sent Piaget (1977), y le imprime al movimiento su cardcter claramente instrumental para la consecucién de objetivos 0 metas. E} lugar del movimiento en el programa es la concr de una secuencia de adaptaciones (del sujeto en relaci medio) y organizaciones (a interior d vendré, no para imponer patrones de movimi reicios) a la manera de la cehabilitacion tradicional. La ine venci6n propuesta ~aunque también requiere que fa madee a bebé en la modificacion de fos patrones anormales de movimien- to (mediante téonicas de fa descritos por los Bobath)- se centra en el significado dei mo miento-aceidn, como forma de elaborar Ia infrzestructura del de- sarrollo cognitive (esquemas sensori-motores)"? y sobre k evolucién de los patrones motores para interactuar con los demas, de forma cada vez mas activa los abjetivos que se persiguen en este pro- lu oblencién de la espues- correcta dada por el nif, precisamente porque lo mas nportante es ef efecto que tiene esta respuesta sobre su ambien 'y si los que constituimos su microambiente podemos respon- der a las nuevas demandas que implican los cambios de desarrollo del nes tiene, por ejemplo, que el si mismo cuando antes lo no sélo afecta al nto sino a su entorno; para ‘empezar, porque la madre tendré que cambiar los tipos de cuida- do anteriores: quitar abjetos peligrosos del camino, observarlo(a) con mayor cuidado y evitar dejarlo(a) solo(a). La madre deja de Iro” para que el niio conozca el mundo. El bebé ya no tiene que esperar a que la madre le oftezca objetos 0 fo coloque en lugares interesantes, Ahora va y busca. Explora y observa cémo cambia la perspectiva del espacio desde distintas Las nociones de esquemas sensori-motores hace posiciones; su percepeidn visual se optimiza en el aprendizaje y refinamiento de distancias, perspectivas, y profundidad, mediante el desplazamiento activo. Las reacciones de defensa se incorpo- ran como parte de su repertorio conductual y la madre debe em- pezar a cambiar fa forma de tratarlo(a). Ya no es més el bebé indefenso, fragil, a quien acunaba para calmarlo y cantarle, Aho- a el movimiento le presenta una nueva imagen de su bebé: acti- vvo(a), curioso(a), y dispuesto(a) a buscar retos Evaluacién del Progreso La intervencién se organiza alrededor de tres grandes momentos, para promover los cambios que se produ: de conductas que se consideran en la literatura como piedras an- control de tr de marcha, independientemente de la edad de adqu tas conductas por el nilo, De aqui se desprende otra caracteristica fundamental que marca el programa Los criterios de intervencién se integran no alrededor de la edad cronolégica, sino en funcién del cambio de necesid marcadas por las nuevas posibilidades del mayor control postu ral y motor del nif. La observacion ocupa un lugar pri legiado como marcador n, El terapista no sélo el brazo, la postura ar- queada que impide el movimiento, o las posiciones reflejas que no desaparecen. Estos datos tienen que reinterpretarse en relacién que se con Ia fase de desarrot ma de manejo de la madre, desencadenando la expr El programa de intervencién no se ce cas del nifio exclusivamente, Parte de ellas para an superponen a icas de la madre, pare crear estilos de interaccién tnicos y exclusivos de cada pareja en particular. lamente pi n de estos patsones atormaies. en las carai Los resultados det programa se evaltian en funcién de ta ‘dn de los patrones bidireccionales (que van de madre a tra forma de evaluacién es aquélla que proviene de la inte- raccién horizontal entre grupos de padres y que constituye un po- deroso factor de cambio, por fo que habria que organizar en lo posible la intervercién en condiciones grupales donde reunamos a varias dfadas que se encuentren en fases equivalentes de inte- En una estructura grupal, los padres tienen ocasién de comu- nicarse, confrontarse, evaluarse, discrepar, y probar formas alter- ivas de interaccién con sus propios hijos. En la medida en que las madres dentro del programa interactiien con sus hijos y se ob- serven mutuamente, reflejardn fos problemas con los que se en frenta cada pareja en particular. Se demuestra asi que no hay una sola norma o realidad, ni una sola manera de responder, sino mill- storia personal y las caracteris- proteccién, y promocién del ere en fas “tareas del desarrollo” en las que madre e hijo se encuentran como pares complementarias. La evaluacién de la evolucién del nino parte del siguiente cipio tebr La reorganizac los mismos principias y eyes que rigen Dafio y desarrollo son dos poles q hhacia la normalizacin, el retraso, u otras vias alternativas de de- sarrollo con caracteristicas cuali-cuantitativas distintas de lo que se considera “normal Asi [a evaluacién del niffo tiene una dol cidn interindividual y la evaluacién e matriz: la evalua- ividual, | [evaluaciones de desarrotio tales como las guias de A. Gesell (Gesell A. y C. Amatruda, 1946), la escala de Uzgiris-Hunt (Uzgiris §. C. & J.Me Hunt, 1975) 0 fas evalua- cciones de neurodesarrollo). El nfo es comparado(a) con las nor- ‘No menos importantes son los erterios clinicos de fa cuali dad de la conducta, que con frecuencia se pasan por alto en estas evaluaciones de desarrollo. Dichas aiteraci den constituir “signos de alarma del desarr feratura por expertos en el neutodesarrolto (H.Precht! & D.Beintema (1964); A. -Comparetti & E.A. Gidoni (1967); B, Brazelton (1973);B. Touwen (1976): S. Saint Anne Dargar- siess (1977), entre otros). La incorporacién de este tipo de infor- macién al diagnéstico de desarrollo de A, Gesell ha sido realizada por Zanabria M. y Mutioz Ledo P., (1993), quienes han demostrado que se aumenta significativamente la sensibilidad y ‘especificidad para detectar desviaciones del desarrotlo en forma temprana, evita que algunas conductas se evaliten como conduc: tas “precoces”, sobre todo en los primeros meses de vida. A mismo, con dichas modificaciones, se obtienen correlacién positiva entre la ida en los primeros tres meses de vida y la secuela a los dos ait de vida. Es tan importante detectar estas desviaciones del desarr como interpretar correctamente formas alternativas de realizacion de algunas conductas. En las poblaciones de alto riesgo de datio neurol6gico existe también la otra cara de la moneda:"* "8 Como afirma Stella Chess (1976:230-1) "Para evalua el dese los nifos con problemas sensocals 0 motores las expectativas de desarrollo normal. Es necesrio aprender un junto de normascelativas aia adquisicin de conduetas motoras, de lengua, de ipo de secuela, que dea otras eas intclas. Sin 2 fil asuieretraso i 3 desviaiones conduc ay tuales donde no La correcta interpretacién cualitativa impone la necesidad de La evolucién de uno y otto tendrd diferencias importantes en afinar la capacidad de observa ica, y presentar, por ejem- fa tasa, 0 velocidad de desarrolio. (Todavia existe polémica alre- plo, los estimulos varias veces, en casos de nitios con problemas dedor de fa conveni la edad de desarrollo en el de latencias largas de espuesta o con umbrales altos de estimula- caso de los prematuros, en relacién con lo que se considera su cién, La integracién de Ia informacién que se obtiene por otros, ica, y no con respecto a la edad cronol6gica). medios de diagnéstico (como potenciales evocados auditivos y Por otto lado la evaluacién del cambio intraindivic visuales, datos de la evaluacién de neurodesarolo) puede ser sidera relevante, ya que formacién que arroja muy til para ajustar en ocasiones el tipo de informa {a comparacién conductual con estindares de desarrollo, Aunque pretendemos que responda el nifio, y no caer, por ejemplo, en e! sepamos que su conducta va retrasada, interesa saber si hubo error de interpretar como retraso cognoscitivo, fallas que provi vos entre nen de problemas en la recepeidn de informacion (vg. canal sen- sorial alterado). Queda todavia mucho por estudiar y aclarar en Pero na s6lo se contraste la informacié este campo de la evaluacién como, por ejemplo, el papel de las toria evolut in se proyecta al futuro equivalencias intermodales, 0 las formas de compensacién como otro punto importante por destacar, acerca forma de reorganizucién posible frente al dato, evaluaciones continuas @ que se somete al contra su mediato. El (1978) para referirs tes (desarrollo potencial) que puede aleanzar un nivel mayor de estructuracién y control de las tareas. Const tuye una fase de cooperaci izacion de la tarea a ni puede alcanzar En esta evaluacién se contrasta al nifto consigo mismo, en rela cién con su propia histora,"” El punto de partda difiere de mane- ra importante entre los individuos que nos ocupan, No es lo mismo intervenir en un prematuro hipotréfico, con méltiples sig- nos de alarma que vulneran sus tespuestas més bésicas de adapta- cién, que intervenir en otro recién nacido a término eutréfico con “ayuda” un poco, ¥ sindrome neurolégico neonatal moderado, y que sin embargo hay que trabajar co conserva competencias para interactuar con su medio y promover ta ya sin ayuda,” respuestas sociales, i Para poder concretar las acciones promotoras de desarro- | Ilo en etapas en donde el nifio amplia su radio de accién (hacia er La evatuacién intraindividual | térmi "Puede ser imposible conocer la competencia de un nit si se a rismo coma el medio para su 1987:87} los 18 meses, etapa en la que prdcticamente final grama de intervencisn), habré que el tema de socializacién homogéneo; es decir, tendremos que sopesar los distintos estilos de crianza de aquellos cuidadores con los que interactie el nifio y quienes imponen distintos limites so- bre las posibilidades de su accién, En teoria (si seguimos a J Valsiner, 1989}, estos estilos deben tener al menos una conver- gencia parcial, ya que la heterogeneidad en las estructuras de control presentan un reto cognoscitivo importante para el nfo: éste debe analizar la informacién que proviene de distintas fuen- tes sobre lo que puede hacer en distintas situaciones, cémo puede transformarlas y a quiénes tendré que dirigit sus esfuerzos para tener éxito, Con todo esto ird sintetizando un modelo global que deberd usar para guiar su conducta en lo futuro y constituird su modeio de mundo posible. Su conducta se ird diferenciando de acuerdo con los contextos en que se mueva. Sabré qué demandas quedaran satisfechas con mayor probabitidad en cada escenario y hard uso de este conocimiento para negociar oportunamente, Hay que recalcar por ultimo, que es deseable garantizar cier- to grado de diversidad entre ios contextos ambientales, asi como Ja ampliacién gradual de espacios. Es ptactica comiin insistir sobre la importancia de tener re- slas comunes para la crianza. Aungue esta consistencia es desea- ble, es més factible que se logre en familias nucleares (hogares constituidos por padre y madre exclusivamente). Sin embargo, al tratar de aplicar este mismo principio al seno de hogares con es- tructura extendida (en donde conviven distintos familiares y dis- tintas generaciones bajo un mismo techo} -como es el caso de gran parte de hogares en Latinoamérica, es muy probable que se generen conflictos y enfrentamientos de saberes y de pricticas de crianza, y que este principio se convierta en “eaballito de batal de otros problemas no resueltos de autoridad y poder. Valsiner J. (comunicacién personal), critica severamente es tos principios idealizados del deserrollo, que més que fundamen- tarse en datos cientificos, promueven la hegemonia de una cierta Si estructura familiar occidental reducida a su minima expresi hay diversidad (debida a un mayor nimero de integrantes f res), ésta puede consttuirse en aliada de la intervencién pro- motora det desarrollo infant La diversidad de reglas (como en el caso de los abuelos quie- nes suelen ser mas laxos que los padres), puede tener una funcién compensatoria que equilibre aquellos estilos que dejen mucho que desear (como en aquellas situaciones de excesiva rigidez). Las carencias afectivas generadas por principios estrictos de con- ducta 0 por historias personales, pueden compensarse por viru: Jos. afectivos establecidos con otros miembros familiares 0 parientes, que lejos de dafiar al nifo lo entiquezcan, El lugar de la intervencién debe estar en la promocién de la coordinacién de esta diversidad, en funcién de la satisfaccién de fas necesidades basicas de! desarrollo, y en la promocién de la negociacién de los limites y de las reglas no en abstracto, sino con sensibilidad al contexto que enmarque la situacién social a regular. Es frecuente por ejemplo que los padres tengan oportuni- dad de interactuar con su hija 0 hijo a la hora que Hlegan del tra- tiempo en que usualmente se estipula que el bebé debe ir a dormir. En lugar de privlegiar fa norma en abstracto, evaluare- mos qué tipo de interacciones podremos faciltar en este punto conflictivo para negociar la necesidad de mantener un horario tente con la necesidad de promover una reiacién afectiva con el padre, Podremos quiza proponer que el padre sea el encar- gado de realizar “el ritual de ir a la cama” (arropéndolo, déndole su frazada favorita, acunéndoio) en lugar de “jugar a las luchas” para desesperacién de la madre EI sentido evolutivo de fa fijacién de limites esta en promo- ver el aprendizaje para desarrollar la sensibitidad social que per- s, con reglas “ad hoc” conven cionales que definan ei tipo de interaccién social posi De aqui se desprende que el curso natural de la con el tiempo, la necesidad de ampliar

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