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ESTUDIOS - N° 38 -ISSN 0328-185X (Julio-Diciembre 2017) 105-121 El exilio colombiano en Espafia: los didlogos de paz, un antes y un después! Jeisson Oswaldo Martinez, Leguizamo? ‘Resumen: A pesar de haber sido escenario de un prolongado conflicto interno, Co: ombia ha sido p ‘como un pats i cequivocamente democritico, debido a no haber protagonizado gobiernos militares ‘como los que predominaron en Latinoamé- rica durante buena parte del siglo XX. Sin ‘embargo, la intervencidn en la arena politica tna supnesto altos riesgos para vastos secto- res de st poblacién, principalmente aque: los asociados ala izquierda social y politica, {que han sido objeto de procesos de perse ccucién sistemdticos que los han obligado a tomar el camino del exilio. En este trabajo, «en prime lugar, se have tina breve presenta ign del exilio colombiano como caso de «studio. En segunda medida se esclarece la relacién entre el concepto de exilioy a cate: _gorfade migracionesforzadas. Seguidamente se alude a las diffcultades para casiticar la sigracién forzada de colombianos en el contexto del conflcto armado, A continua: cia, se hace referencia alos programas espe- ciales de proteccién para colombianos en Espasia y se analizan las caractersticas de la miltancia y la partcipacidn politica de los cxliados de la izquierda desde este pas, Eo cl ltimo tramo se profandiza en las nuevas prcticas partcipaivas surgi en cl ambien- te de los Didlogos de Paz, denotando los “Abstract: Despite having been the seene of a Tong, internal conflict, Colombia has been perceived asa clearly democratic country sin- ce it has not been involved in military go vvernments like those taking place in Latin America in a good part of the 20th century. However, the intervention in the political arena has implied high risks for awide range tf sectors ofthe population. This i speci lly evident with those from the political and social left, who have been the object of sys tematic pursuit, obliging them to take the road to exile ‘This paper starts with a short presentation. of the Colombian exile a a study case. Se- condly it clarifies the relation between the concepts of exile and forced migrations, Afterwards, it deals with the difficulties to tategorise the Colombians’ forced migratio rs within the armed conflict context. The following section refers to the special pto {grammes of protection for Colombians in Spain and it analyses the political militancy and participation characteristics of the ex lees from this countzy left. The last part looks into the new participatory practices develo- pped within the Peace Tks atmosphere, pa ‘ying ateention to the resources used t0 in ‘dude their demands in the Peace Process, Finally the essay suggests some possible ten \ Trabajo recibido el 17/10/2017, Aceptado el 30/11/2017. 2 Licenciado en Filosofia. Magister en Sociolog Aplicada. Doctorando investigador del Departamento de Sociologia de la Universidad de Murcia (Espasa). Contacto: jeisson.martinez@um.es 105 ESTUDIOS - N° 38 GJulio-Diciembre 2017) 105-121 recursos que an emapleado para ineluir sus sions and concerns which can emerge inthe cdemandas en Proceso de paz. Finalmente se future, as a collective, and outlines new re- sugren poles tensions y preocupaco. seach pespeines pueden surgie y se proyectan nuevas pers- Keywords: Exile - Colombia -Poltieal par- pectivas de investigacién, ticipation - Peace ~ Spain Palabras clave: Enilio - Colombia - Espa- fia - Participacidn politica - Paz Introduccién Colombia no escenificd, a diferencia de muchos de sus vecinos de América del Sur, regimenes de gobierno con caracteristicas dictatoria- Aes, en los cuales, como en el caso del Chile de Pinochet, la Argentina de Videla, el Paraguay de Strosner o el Uruguay de Bordaberry tuviese lugar ta suspensién declarada de los derechos politicos a sectores especi- ficos de la sociedad. Sin embargo, a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, el Estado colombiano, mientras mantenfa una imagen aparen- temente democritica, obligé a tomar el camino del exilio a una parte de sus ciudadanos que, al intentar ejercer Ja accién partidaria desde una perspectiva ideoldgica diferente a la de las dlites conservadoras que os- tentaban el poder, se vieron amenazados, perseguidos y/o asesinados. Para buscar proteccién tuvieron que dirigirse a diferentes paises, entre ellos a Espaa, en un proceso lento y silencioso, pero de significativas proporciones. ‘Al llegar al pais de destino, ademss de intentar recuperar el curso de sus vidas, organizaron auténomamente procesos de participacién so- cial y politica, que se fueron consolidando fundamentalmente a partir de la década de los noventa. En estos primeros affos su trabajo se concentré en denunciar las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Co- Jombia, en desarrollar acciones tendientes a reconstruir la memoria his- t6rica y en procurar que se reconociese la existencia del exilio colombia- no, A partir de 2010, tras el fin de los dos periodos de gobierno de Alva- ro Uribe Vélez, en los que la violencia estatal alcanz6 algunos de sus picos més elevados, empez6 a intuirse en el pats la posibilidad de alean- zar tuna salida dialogada al largo conflicto social y armado, En 2012, con el inicio formal de los Dislogos de Paz, las organizaciones de exiliados y exiliadas decidieron centrar todos sus esfuerzos en esa direccién, po- 106 Jeisam Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos niendo en juego los capitales politicos, los recursos de movilizacién y las redes de solidaridad acumuladas durante su militancia en Colombia y en el transcurso de su proceso exiliar. En este documento se defiende la hipétesis de que el contexto de os Didlogos y Acuerdos de Paz ha abierto una nueva etapa en la partici- pacidn politica de los colectivos de exiliados colombianos en Espafia. Para ello, en primer lugar, se hace una breve presentacién del exilio colombia- no como caso de estudio, En segunda instancia se alude a las dificultades para categorizar los movimientos migratorios forzados en el contexto del conflict armado, Posteriormente, se mencionan a algunas caracte- risticas de la militancia y la participacién politica desde el exilio, para a continuacién profundizar en las nuevas précticas participativas surgidas en el ambiente de los Didlogos de Paz, denotando los recursos que han empleado colectivos de exiliados y migrantes para hacer llegar sus de- mandas a la Mesa de Conversaciones. Finalmente, se sugieren posibles preocupaciones y tensiones que en el futuro pueden surgir en los proce- sos de participacién politica del exilio colombiano y se insintian nuevas perspectivas de investigacién en este caso de estudio. EI exilio colombiano Colombia no ha tenido especial protagonismo en los estudios rea- lizados hasta ahora sobre los exilios latinoamericanos a pesar de que, desde hace varias décadas, muchos de sus ciudadanos vienen siendo ex- pulsados del pais por motivos politicos, Este olvido se debe, en parte, a que las dindmicas de expulsién de personas no se han producido en el marco de ninguna reconocida dictadura militar, como fuera el caso por- tugués 0 de los exilios del Cono Sur. Tampoco en Colombia se ha identi- ficado la existencia de un escenario de guerra civil, como para que el exilio colombiano hubiera podido obtener el reconocimiento que tuvie- ron, en st. momento, el republicano espafiol o los exilios centroamerica- nos. Por el contrario, la lenta pero persistente salida de colombianos del pais se ha producido en ef marco de un sistema de gobierno que en apa- riencia se ha presentado como democritico, pero que simultdneamente hha hecho pagar altos costos a todos aquellos que han pretendido impul- sar transformaciones sociales dentro de los mérgenes institucionales. La imposibilidad de usar estos canales democréticos para modifi- car una estructura socio-econémica cimentada en profundas desigualda- 107 ESTUDIOS - N’ 38 (Julio-Diciembre 2017) 103-121 des (principalmente en la distribucién de la propiedad) condujo a que, ya en fa década de 1920, surgieran movimientos campesinos que reclama- ban al estado garantfas de acceso a la tierra. El Estado, en lugar de aten- der estas demandas, opté por intentar invalidarlas poniendo escollos a nivel institucional y reprimiendo las movilizaciones mediante el uso de la fuerza, La arremetida violenta propicié que algunas de esas manifes- taciones de cardcter civil se convirtieran, tras las agresiones, en alza- mientos armados que pronto fueron tomando forma de autodefensas campesinas y luego de guerrillas. Estos movimientos insurgentes busca- ron, desde comienzos de los afios sesentas, por medios legales e ilegales, la transformacién, ya no solo del sistema de propiedad, sino del conjun- to del orden social inequitativo, escenificando, un conflicto abierto ante el Estado colombiano, que se extiende hasta nuestros dfas.? Ademés de las fierzas militares, el Estado se sirvié en la pugna de vias no institucio- nales, permitiendo o promoviendo la creacién de estructuras de parami- fitares, al mismo tiempo que recibfa importante apoyo militar y econé- mico de gobiernos extranjeros como el de los Estados Unidos, padrinaz- go que por momentos convirtié a la denominada guerra contra-insur- gente en un asunto de escala regional Desde entonces uno de los factores determinantes en la agudiza- ién y prolongacién del conflicto ha sido el control, por parte de poderes nacionales y extranjeros, de territorios con una importante riqueza natu- ral, con el fin de sacar de ellos los méximos réditos econémicos a partir ® Centro Nacional de Memoria Historica (CNMI), (2014), ‘Segin el Informe Bata Ya, Memorias de Guerra y Dignidad, el conflicto ha dejado de 1958 a 2012 cerca de 220 mil muertos, 40.787 combatientes y 177.307 civiles, 25 mill dlesaparecidos y cerca de 7 millones de vicrimas, $00 mil de ellis en el exterior Basta ya, (2013). Los actores que de él han partcipado, segtin el Informe de la Comision Histérica lel Conficto y sus Victimas, son el Estado colombiano, las Fuerzas Miltares, los grupos guertillros, los grupos paramiltare, grupos de narcorraficantesy terceros oportunistas, éentre estos ttimos se euentan a empresarios nacionales y extranjeros, élite politicas y poten céas extranjeras, principalmente EE.UU, que se han beneficiado de la conrontaciéa. La Comisién Hisrrica del Confit y sus Vetimas fue crcada en el marco de los Didlogos de Paz dea Habana, con cl objetivo de elaborar un estudio riguroso de las causas, ls actres y los ‘crores que influyeron en el surgimiento y prolongacién del conficto, La Comisién fue pensada como tun «insumo fundamental para la comprensisn de la complejidad del conflc- to yde las responsabilidades de quienes hayan paricipado o tenido ineidencia en el mismo, yy para el eselarecimiento de la verdad», como «um insumo bésico para una futura comisin ‘dea verdad, y como tna contribucida ala discusidn del punto 5 de la agenda de negocia- cid sobre victims, entre ella los exiliados y exliadas. Comisién Histérica del Contlicto y sus Victimas, (2018), 108 Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos de la explotacién petrolera, carbonifera y, en los tiltimos afios, de la mi- neria. Esto ha provocado el desplazamiento forzado interno de cerca de 6.044.200 personas.’ Simulténeamente, y en ocasiones como continua- cién de las corrientes migratorias internas, se ha producido un impor- tante éxodo transfronterizo de poblacién, que hasta ahora ha sido expli- cado por las instituciones colombianas y por la propia academia, como un fenémeno de emigracién econémica, pero que oculta un exilio de grandes dimensiones. Al destietto fueron obligados lideres sociales, po- liticos y sindicales, pero también defensores de derechos humanos, pe- riodistas, académicos, artistas, estudiantes, con especial afectacién sobre partidos politicos de izquierda, organizaciones de mujeres, campesinas, indigenas y de afrodescendientes. El exilio se convirtié en la carta de salvacién para muchos de estos colectivos y, al mismo tiempo, para la oficialidad, en una manera de deshacerse de sus contradictores. Es dificil calcular el mimero de personas que han sido obligadas a salir del pais a causa de su labor socio-politica, puesto que no se dispone de un estudio diagnéstico completo al respecto. ACNUR oftecié para el aiio 2014 una cifra aproximada de 397.000 colombianos residiendo fixe- 1a del pafs de manera involuntaria.® Para el afio 2012 ya se decfa que solo el 28,6% (es decir aproximadamente 113.233) habia sido reconocido con algin estatuto de proteccién mientras que el 71,4% (es decir 282.344) se encontraba en condiciones similares al refiugio, con necesidad de pro- teccidn internacional, pendientes de aceptacién o sin estatus reconocido.” Sin embargo, el mimeto podrfa ser muy superior debido a que gran par- te de quienes fueron expulsados salieron de manera silenciosa, con el fin de pasar desapercibidos para unas instituciones que muchas veces fuxe- ron participes cémplices de la persecucién, razén por la cual han sido contados dentro de los cerca de 5 millones de migrantes colombianos que viven hoy fizera del pais.* * NRC, (2015) © UNHCR, (2014) ” Consultoria para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), (2012) En 2005 se lewd a cabo el lkimo censo poblacional realizado en Colombia, en él se consult6, por primera vez, sobre el iimero de colombianos residentes en el exterior. Para centonces la citra fe de 3.378.345 personas DANE, (2005). El Ministerio de Relaciones Exterioresestimé que para 2012 esta ciffa habia ascendido a 4,700,000. Se espera que a partir del préximo censo sea posible actulizar este dato y asf dar cuenta de manera mis precisa del nimero de col snl exterior. OIM Colombia, (2013) 109 ESTUDIOS - N° 38 Julio-Diciembre 2017) 105-121 El exilio dentro de las migraciones forzadas Segiin la Organizacién Internacional de las Migraciones (OIM) la migracién forzosa es un término que se utiliza para describir movimien- tos de personas en los que se «observa coaccién, incluyendo amenaza sobre la vida y su subsistencia, bien sea por causas naturales 0 huma- nas». Esta categoria incluye, segiin este organismo, «movimientos de refugiados y de desplazados internos, asi como desplazamientos por desastres naturales o ambientales, desastres nucleares © quimicos, ham- bruna © proyectos de desarrollo».” La categoria de exilio parte, como la anterior, de la amenaza y la coaccién sobre la vida de la persona, pero aiiade, como matiz.distintivo, el origen politico de dicha intimidacién. Esta motivacién politica, ademds, suele requerir de una participacién activa 0 pasiva del estado y/o de algunas de las instituciones guberna- mentales.!" De otra parte, desde ef Ambito juridico y como instrumento de proteccidn, encontramos la categoria de refugiado" Segiin datos de la ‘Organizacién Internacional para las Migraciones, Espafia se ubica con £664 personas como el octavo pais de destino de colombianos que poseen estatus de refugiados,” detrds de Ecuador, Estados Unidos, Canadé, Costa Rica, Venezuela, Panamé y Chile.!" Sin embargo, con toda seguri- dad esta cifta es varias veces inferior al ntimero real de emigtados forzo- sos colombianos que residen actualmente en Espafia. A este respecto son necesarias dos aclaraciones, en primer lugar que solo una pequeiia parte de los exiliados colombianos disfrutan de estas categorfas de pro- »O1M, (2006) °© Coraza, (2016), "Segiin ACNUR son aquells econ fandados temores de ser perseguida por motivos de ‘raza, religidn, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social w opiniones politica se encuentre fuera del pais de su nacionalidad y no pueda 0, a causa de dichos temores, no {quiera acogerse a la proteccién de tal pais. Convencion sobre el Estaruto de Refugiado de 1951, modificada por el Protocolo de 1967}, Senin cifras del Centro Nacional de Memoria Histérica el mimero de exilisdos colombia nos a nivel mundial aleanza los 420.000. Sin embargo, en Espaia solo se disponen de los registros de personas con estatus de refugiados, en los que se dice que hay un total de 664 colombianos con estarus de reiugiado, de las cuales 364 son mujeres. Recientemente esta centidad hizo el lanzamiento del espacio Ties del Esilio, Memoria de Colombians en el Exte rior en el que refleja algunas de las historias y de ks estadisticas del exilio colombiano CNMH, (2016). "OM, (2013): 85, no Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos teccidn y, en segunda medida, que no todas las personas que ostentan esta figuira mantuvieron en origen actividades politicas. Dentro de los migrantes forzados colombianos encontramos di- versos perfiles, algunos de los cuales se corresponden con la categoria de exiliado, pero otros, como veremos, forman parte de la categoria de migrante forzado y de refugiado. No obstante, se trata de una triada de conceptos que se encuentran relacionados y que, en ocasiones, pueden escribir distintos tramos de la experiencia de un mismo actor 0, incluso, pueden coincidir o sobreponerse. Apuntes para una categorizacién del exilio colombiano La heterogeneidad de experiencias vividas por cada actor es el pri- mer asunto metodolégico con el que nos encontramos a la hora de estu- diar el colombiano y cualquier otto tipo de fenémeno exiliar. Siguiendo a Enrique Coraza podemos afirmar que hay dos elementos determinan- tes a la hora de clasificar dichas experiencias, el primero de ellos corres- ponde al plano subjetivo y tiene que ver fundamentalmente con la exis- tencia de un suceso violento individualizado determinante en el momen- to de la salida y cuyo propésito es impedir, obstaculizar o entorpecer la labor politica de un determinado actor. El segundo de ellos atafie al Am- bito juridico, pues tiene que ver con la asignacién 0 no de una figura de proteccidn al perseguido politico, hecho con el que, bien sea un segundo sstado 0 una institucién internacional, confirma la existencia de la per- secucién, facilitando la salida de la zona de riesgo y la acogida en otro pais. En el caso de quienes se dirigieron a Espafa en el tiltimo cuarto del siglo XX," solo una pequefia parte pudo acceder a figuras de proteccién WEI flujo de exiliados aumenta considerablemente a pattir de 1985, periodo inmediata- mente posterior al fracaso de las negaciaciones de paz. que mantenia cl presidente Belisario TBetancir con los siguientes grapos guerilleras las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP), el Bjército Popular de Liberacién (EPL), e1 Movimiento 19 de ‘Abril (M-19), e1 én Nacional (EEN) y la Autodefensa Obrera (ADO), proceso que habia dado lugar ala ‘movimiento politico Unién Patridtica (UP), Ta UP surgié como una plataforma politica legal y del todo instinscional ereada para acoger a sectores muy diversos de la izquierda colombiana que planteaban tna alternativa al bipar ‘dismo imperante en el pais. Pero pronto pas6 de ser un partido exitoso a convertirse en victima de un plan de exterminio disefiado desde algunas instituciones estaales y puesto en _marcha por las fuerzas militares en connivencia con grupos de paramilitares. Cerea de cinco ‘mil de sus militantes fueron asesinados en el marco de los planes BI Baile Rojo y Golpe de Mm ESTUDIOS - N° 38 Julio-Diciembre 2017) 105-121 como el refugio temporal y, en menos casos, a la figura de Asilo perma- nente. Estas empezaron a ser conferidas, a partir de los afios noventa, a lideres 0 actores de referencia dentro de los movimientos politicos y sociales, habitualmente ligados con el espectro de la izquierda, Buena parte de las veces el proceso conté con el acompafiamiento y la facilita- cidn gracias a la mediacién de entidades como Amnistia Internacional, Cruz Roja o CEAR. Programas especiales y contrariedades de la proteccién, A comienzos del siglo XXI, Alvaro Uribe Vélez ascendié a la pre- sidencia del pais con la promesa de derrotar militarmente a las guerri- Ila, su mandato coineidid con el recrudecimiento de la persecucién polt- tica ¢ ideolégica hacia sectores de la izquierda social, lo que hizo que aumentaran considerablemente las demandas de proteccién por parte de colombianos en distintos paises y Espafia no fue la excepcidn. Surgie- ron entonces programas como el caso del Programa Asturiano de Aten- cin a Victimas de la Violencia en Colombia del Principado de Asturias. Iniciativa que, desde 2001, oftece acogida temporal a sectores de pobla- cién considerados como altamente vulnerables provenientes principal- mente de organizaciones defensoras de derechos humanos, de movimien- tos sindicales y campesinos, de organizaciones indigenas, afrocolombia- nas y de mujeres. De Ja misma manera que a militantes de movimientos de izquierda como el Partido Comunista, el Congreso de los Pueblos, la Marcha Patriética 0 la Unién Patrica La iniciativa, que se mantiene vigente hasta la fecha de la publica- cidn de este articulo, brinda proteccién por un periodo de seis meses a personas sobre las que existen probadas amenazas, bajo la figura juridi- ca del refugio temporal. Una vez finalizado este tiempo, la persona aco- gida debe regresar a Colombia a la espera de que el peligro sobre su vida se haya reducido, en el caso de que ls condiciones de seguridad no hayan mejorado, el programa offece la posibilidad de retornar una vez mas a Espaiia por otros siete meses. Sin embargo, algunos de los exiliados con estatuto de proteccién temporal emprenden la biisqueda de otro tipo de Gracia, denominados asi por las propias Fver7as Militzes, Ente las candidatos presidenciales, ocho congresistas, trece diputados, se alcaldes, Cepeda, (2006) ferimas se cnentan dos a coneejales y once a Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos figuras administrativas que les permitan extender su estancia en Espafia © en otros paises de Europa, dado que temen volver a lugares en los que las dindmicas de violencia casi siempre persisten, Para ello inician com- plejos procesos de solicitud de Asilo y/o emprenden la biisqueda de tra- bajo o estudio con el fin de poder ampliar o sustituir sus permisos de residencia. El rasgo de temporalidad de este tipo de figuras de proteccién junto al establecimiento de redes sociales y politicas en el pais de llegada lleva a algunos de estos exiliados a plantearse la posibilidad de abando- nar los programas de proteccién, aunque esto conlleve la necesidad de adoptar dindmicas de supervivencia propias del resto de migrantes. No obstante, este cambio de situacién de vida (que puede incluso alejarlos de su actividad politica y de sus organizaciones), a nivel subjetive su condicién y su identificacién sigue siendo la de exiliados. Esto ocurre, sustancialmente, por dos razones, en primer lugar, porque mientras el estado no disponga de acciones de resarcimiento la persona se sigue asu- miendo como victima de un proceso de violencia institucional y, en se- gunda medida, porque sigue latente la dificultad de retornar a Colombia debido a que persisten los hechos de violencia politica. Paraddjicamente, quienes han logrado obtener figuras adminis- trativas de residencia y trabajo y, posteriormente, de nacionalidad, son quienes han conseguido niveles mas elevados de insercién y proyeccién social que, unidas a la conservacién de su compromiso militante, los con- vierte en los actores que han alcanzado mayor protagonismo dentro del movimiento de exiliados colombianos en Espafia, Para ello, como vere- ‘mos, ha sido fundamental la pertenencia consonancia de su accionar politico con proyectos y/o estructuras politicas vigentes en Colombia, "SL informe de evaluacién presentado en 2012 por el Programa Asturiano de Atencién a las Victimas colombianas constaté que «de las 85 personas acogidas por el Programa Asts- riano, 84 han regresado a Colombia, dos han sico asesinadas (Luciano Romer0{2005 y Henry Ramirez/2010), dos han sobrevivido a atentados (Dubin Vélez, Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia Seccional Antioguia/2011, y Marfa del ‘Carmen Rodriguez/2010) y sicte se han asilado en diferentes pases. La gran mayoria de las ppetsonas acogidas continia defendiendo los derechos fnumanos» Tercera Infrmacion, (2012). Fl pasado 25 de sepriembre de 2016 FENALPAZ denuncié un atentado contra la vida de Ledn Fredy Muriéz Lopera,exliado colombiano recoenado de Espafia, ex conceal del municipio de Bello y presidente de la Regional Antioguia de esta organizacién. HI Expectador, 25/09)2016. ns ESTUDIOS - N° 38 Julio-Diciembre 2017) 105-121 Militancia y participacién politica fuera de las fronteras El exilio militante es aquél representado por los grupos de exilia- dos y exiliadas que mantienen su actividad politica asociada a las condi- ines de salida durante el perfodo de estancia en uno o varios destinos Es decir que mantienen una actitud, espacios de resistencia y lucha simi- lares o con estrechas conexiones con los que dejaron en su pais de ori- gen. Se distinguen de otros sectores de exiliados que, por diferentes motivos, asumen su destierro desde un plano privado, sin proyeccién politica asociada al exilio y que, por lo tanto, no logran ser parte de gru- pos de reclamo dirigidos al Estado de origen para exigir medidas de reparacidn, entre ellas garantfas para el retorno. En él, la biisqueda del reconocimiento, de la reparacién, del retorno y de la no repeticién se convierten en el sentido de la lucha y de la vida misma fuera de las fron- teras,!6 Un buen mimero de exiliados colombianos ha mantenido su com- promiso y militancia politica en Espafia, por medio de micleos partida- ios como el Partido Comunista Colombiano Comité de Zona Espafia, el Polo Democrético Alternativo y més recientemente la Marcha Patrié- tica, el Congreso de los Pueblos y la Unién Patridtica. Esta participacién no solo se ha producido por medio de estructuras politicas formales, sino que se extiende, complementa y superpone con formas de participa- cién civico-politica a través de asociaciones, plataformas, colectivos, co- ordinaciones, federaciones y en estrecha relacién con movimientos so- iales y politicos del estado espafiol. Algunos de ellas son el MOVICE (Movimiento de Victimas de Crimenes de Estado Capitulo Estado es- pafiol),.” FERINE (Federacién Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en Espaiia), la Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas en Espafia,” la Plataforma Justicia por Colombia, Entrei- ° Coraza, (2014), "Una revisién profunda de la labor del MOVICE en Madd se puede consular en la tess doctoral de Rodriguez, (2013) "" Organizaci6n que desde su cteacidn en 2004 agrupa a mujeres colombianas exiliadss| residentes en Espafia y que, con la colaboraciéa dela ONGD valenciana Atelier, trabaja por cl reconocimiento de la doble wetimizacién que padecen las mujeres que se dedican al activismo politico en Colombia, ya que muchas de ellas no solo han sido victimas de la violencia politica, sino que, ademis, han padecido violencia sexual y violencia machista, El ‘abajo de Restrepo (2006) es pionero en relatar las historias de vida enclave testimonial de las mujeres colombianas exliacas en Espana, ua Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos guales Valencia, COMADEHCO (Comité Espafiol por la Defensa de los Derechos Humanos en Colombia), la Taula Catalana per la Pau i els Drets Humans a Colimbia, entre otras organizaciones."” EI trabajo de este conglomerado de iniciativas en la primera déca- da del Siglo XXI se concentré, ademés de la ya mencionada denuncia de las violaciones a los derechos humanos, en la defensa de un proyecto alternativo de desarrollo para el pais que contemple la preservacién y la soberanfa sobre los bienes naturales, asf como la promocién de la histo- ria y la cultura colombiana. Estas lineas de actuacién han sido abordadas por los y las militantes y activistas en foros, encuentros, presentaciones, jornadas, muestras culturales, concentraciones y eventos organizados en ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Bilbao, Alicante Barcelona, en los cuales se ponen en juego las estrategias y précticas de moviliza- cidn cultivadas tanto en su trayectoria exiliar como en la experiencia or ganizativa adquirida en Colombia. El trabajo por la paz Tras el fin del gobierno de Alvaro Uribe Vélez en el afio 2010, el trabajo de estas organizaciones se fue perfilando en torno a instalar en el centro del debate la necesidad de una salida dialogada al conilicto. Este trabajo se vio recompensado en octubre de 2012 con la instalacién oficial die la Mesa de Dislogos de La Habana Cuba” El ambiente politico de los Didlogos de Paz también abrié la oportunidad para abordar muchos temas que hasta entonces habjan estado proscritos por la dindmica pro- "También han logrado establecerredes de soldaridad con otras organizaciones espaol, dela mano de las cuales han hecho esfuerz0s para el reconocimiento la recuperaeién de fa ‘memoria del exlio colombiano. Una de ella s la Fundacisn CEDS (Centro de Estudios Politicos y Sociales), que en 2010 elabord un trabajo de investigacién en el que se recogen 22 testimonios de exliados residentes en Espafa, todos pertenecicntes al movimiento po- lisico Unig Patiética, Simén y Bémacer, (2010) * Proceso de Paz entre el gobiemo colombiano, presidido por Juan Manuel Santos, y las FARC- EP, principal grupo guerillero del pais, que emper6 formalmente el 18 de octubre dde 2012 en Oslo = Nomuega, con la presencia de los gobiemos de Cuba y Nomuega como garantes y Chile y Venemiela como acompafantes; posteriormente se tasladé a La Habana, Ingar en el que se desarollaron ls conversaciones. La agenda tuvo seis puntos de discusisn: 1) Politica de desarrollo agratio integral. 2) Participacisn politica, 3) Fin del contlicto, 4) Solucién al problema de las drogas ilcitas. 5) Vierimas y6) Implen reffendacién Mesa de Conversaciones, (2015), ns ESTUDIOS - N° 38 Julio-Diciembre 2017) 105-121 pia del conflicto, Incluso convirtiéndose en un escenario propicio para que personas que habjan mantenido un exilio «privado»* retomaran st accién politica y en algunos casos salieran del anonimato o la clandestini- dad. De igual manera, el nuevo contexto de didlogo permitié al estado colombiano realizar un acercamiento a los colectivos de exiliados por medio de instituciones como el Centro Nacional de Memoria Histética © la Mesa Nacional de la Sociedad Civil, que hace parte del Sistema Na- cional de Migraciones, érgano dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores, Este nuevo escenario politico ha puesto a prueba la capacidad de adaptacién y de apertura a nuevas formas de participacién de las organi- zaciones y ies ha planteado la posibilidad de entablar inéditas relaciones con otros actores politicos de la didspora colombiana®, De la capacidad que tengan todos los sectores de entrar en didlogo y de reconocer sus potencialidades depende que en el futuro préximo puedan cohesionar sus iniciativas y as{ llegar fortalecidos a los escenarios decisivos que se avizoran en Colombia con la implementacién de los Acuerdos de P: 21 Aquellos exiliados que por distintos mosivos no se sienten identificados con el colectivo Y que han practcado un exilio de carécter individual, manteniéndose alejados de las activi ‘ades politcas, peo preservando su identidad como exiliados, y que en el escenario de la Disqueda de la paz han decidide hacer piblico su exilio aportando sus historias eomo tn cercicio de roconciiaciin con el pais y con su propio pasado. 2 Actualmente el de didspora e¢ un terreno de significados en disputa. Algunos autores considera que no todos los migrantes¥ exiliados forman Ia didspora, sino solo aquellos aque se representan a s{ mismos como comunidad diaspérica. Segtin Natalia Moraes, se [puede pertenecer a una comunidad transnacional sn formar parce de una didspora, pero en ‘cambio ls didsporas soa siempre comunidades transnacionales, al menos de forma imagina cla, Aunque la conciencia diaspériea no se forma solo en asos de dispersin teaumtica 0 de ‘migracién no voluntaria, nace més ficilmente y es més fuerte cuando existe una parte negida o en eonflicto, Esta pied ser producto de una exptalsin forzosa yn exo (.) 0 bien de la violacién © negacida de los derechos en tanto que miembros de ese colectivo disperso. Moraes, (2010): 66-68. Este concepto ha sido discutido como categoria de anilisis pertinente para analizar los exilios por autores como Enrique Coraza, sin embargo, aparece en uno de los pocos antecedentes de estudio de la migracién forzada colombiana en Espasa, el trabajo de Cruz y otras, (2008) ‘A finales de 2016 ruvo lugar la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno y la guerilla de las FARC-EP el documento que se titula Aruero Final para la Terminaciin del Conftcto ya Construccién de wna Pas: Extable y Duradera, fue ratticado por mayoria absoluta ef el Congreso de Ia Republica contiene en su numeral 5 el Acuerdo sobre las Wictimas del Conflcco: Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparacién y No Repeticién ineluyendo la Jurisdiccidn Especial para la Paz y Compromiso sobre Derechos Humanos. Este documen 1 contiene una seccidn denominada Procesos colectivos de retornos de personas en situ us Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos Sintesis, consideraciones finales y futuras lineas de trabajo Los exiliados colombianos residentes en Espafia han logrado cons- truir un importante proceso de movilizacién y participacién poniendo en prictica los capitales politicos recogidos en su experiencia en Colombia y en su trayectoria migratoria. También han conformado un amplio tejido de redes de solidaridad y una valiosa identidad como actor politico. En la primera fase de su constitucién como sujeto colectivo centraron sus pre- ‘ocupaciones en aspectos como la denuncia de las violaciones a los dere- chos humanos cometidas en Colombia, la recuperacién de la memoria en tres diferentes planos: individual, colectivo ¢ histérico, la demanda de un reconocimiento como victimas del terrorismo de Estado, la solidari- dad y el trabajo internacional en favor de los movimientos o partidos de origen y la exigencia de derechos sociales y politicos en el interior de la sociedad espafola. A partir del inicio de los Didlogos de Paz en el aio 2012 y de la apertura social que este proceso ha conllevado, los grupos de exiliados centraron sus esfuerzos en la posibilidad de incidir tanto en el desarrollo de la mesa de negociaciones como en el escenario posterior a la firma de Jos Acuerdos. Este nuevo panorama ha supuesto una transformacién en sus procesos de participacién, generando la aparicién de muevas estruc- tturas, nuevos actores y nuevos métodos de accién. Los nuevos procesos tienen un carécter descentralizado ¢ incorpo- ran conceptos como la horizontalidad en la discusién, la transversalidad en la toma de decisiones y la independencia organizativa en el Ambito local. De la misma manera, apuestan por la interconexién de grupos locales (preexistentes o de reciente creacién) por medio del uso de las tecnologias de la informacién, promoviendo una dindmica participativa desde 10 local pero que trasciende al Ambito nacional y finalmente se eleva a escala transnacional.”* En sintesis, los exiliados que levaron a cabo disciplinadas précti- cas militantes propias de su tradicién partidaria fueron quienes pusieron las bases para la constitucién del exilio colombiano en un actor politico, Martine, (2016) ESTUDIOS - N° 38 Julio-Diciembre 2017) 105-121 construyendo un espacio simbélico que les permitié efectuar un trénsito de las experiencias exiliares individuales a la experiencia politica colecti- va ‘También fueron ellos quienes con su perseverancia tejieron las re- des embrionarias de solidaridad con otras organizaciones politicas euro- peas, que hoy son uno de los recursos més valiosos con los que cuenta el conjunto de la didspora colombiana. Por tanto, se puede afirmar que a ellos se debe, en gran medida, la visibilidad y el reconocimiento obteni- do hasta el momento por el exilio colombiano en el estado espafol, No obstante, sin lugar a dudas, el contexto politico de los Didlogos supuiso un antes y un después en la evolucién de los procesos de partici- pacién politica levados a cabo por el exilio colombiano, tanto en Espafia como en el resto de Europa. En esta nueva etapa le surgen nuevos retos como sujeto colectivo, entre ellos, la capacidad para adaptarse a las nue- vas dindmicas de participacién, la habilidad para mantener st incidencia en el grupo, encontrando equilibrio entre su experiencia de direccién y la heterogeneidad de los nuevos espacios, actores y liderazgos y, finalmen- te, la disposicién para resolver diferencias ideolégicas, organizativas y personales surgidas a través de los afios y en desarrollo de los procesos de participacién colectiva. Internamente, es probable que tengan como tarea mantener su identidad y su autonomfa como exiliados, ante la pro- liferacién de nuevas demandas ¢ identidades reclamadas por nuevos ac- tores. Para finalizar, puede decirse que, aunque el exilio colombiano es un fenémeno de larga data, se mantiene en pleno desarrollo, movimien- to y produccidn. Esto hace que sea un hecho social y socioldgico de ere- ciente interés para el émbito académico, en el que atin quedan por esta- blecer con claridad muchos aspectos, entre ellos las consecuencias de la firma de los Acuerdos de Paz y la implementacién de su contenido, Co- bran especial relevancia los planes de reconocimiento, reparacién y re- toro voluntario destinados a las victimas que residen en el exterior, entre ellos los dirigidos a la poblacién refugiada y exiliada. La imple- mentacién de estos acuerdos requeriré de la participacién y el segui- miento activo de las comunidades de colombianos que residen en el ex- terior, pero también de las organizaciones de la sociedad civil en Colom- bia, de la comunidad internacional y, por supuesto, de la investigacién y de la academia. * Coraza, (2008). us Join Onvalds Martinez Lepuéeamo | B\ exlio colombiano en Espafa: los dislogos Bibliografia ACNUR, (1954), Convencién sobre el Estatuto de los Refiugiados de 1951, (modificada por el Protocolo de 1967). ACNUR, Ginebra. iBASTA YA!, (2013), Colombia: Memorias de guerra y dignidad. Bogo- t&: Imprenta Nacional, CEAR, (2008, 2009, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2015), Comisién Espafiola de Ayuda al Refugiado «La Situacién de las Personas Refugiadas en Espafta, Madrid: Entinema y Catarata, CEPEDA, Castro Ivn, (2006), «Genocidio politico: el caso de la Unién Patridtica en Colombiay, Revista Cail, Aiio T, No. 2:101-112. 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