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éQue es el Cine? - Andre Bazin ‘cert con el thule "QuesLee gue le Cindmams ne POF ROR AA Moos Tos patses de habia cstlana, hy EDICIONES RIALP, S.A SEGUNDA PARTE EL CINE ¥ LA: DEMAS ARTES 1. A FAVOR DE UN CINE IMPURO (Durensa BE LA ADAPTACICN) ‘Aladouiric una ciertaperspectiva critica sobre la prodtucetin de Tos diet 0 quince dltimos aflos, puode verse en seguida que uno de tos ferdmenas dominantes en la evolueién del cine es la uti Tisacién cada vex mis matizada del patrimonia liteario y esata Sin duda no es cosa de hoy el que e! cine vaya a buscar sit material en Ta novela 0 el teatio;, pero también e5 cierto que Is manera de hacerlo se ha modiieado. La adaptacisn de Et Conde de Montecristo, de Los miserables © de Los tres mosqueteros no 5 dal mismo orden que la de la Symphonie pastorale, de Taoques le Faaliste (Les Dames du Bois de Boulogne), de Diable au corps 0-de Journal dun euré de campagne, Alcjandro Dumas 0 Vietor Hugo no proporcionaron apenas al cneasta mds que personajes yaventuras, mientras que la expresia iteraria resltaba en grin ‘medida independiente. Javert o d'Artagnan forman ya parte de uns mitologia extraiteraris, gozan en clerta forma de una existencia "Brito de Cindna, wn ail ouvert sur le monde, Gulde du Livre, awa -16— aurdnoma de la que la obra original no es més gue wna mani facién accidental y cist superua. Por otra porte. se continia adaptando novelas, a veces execlentes, pero que es pose consi Alerarlas como guioncs sinematogrificos may desarroflades. Hay también unos personajes y una intrig; incluso —y esto supone tun grado més-— una atmésfera como en Simenda, oun clima poético como en Pierre Very, que cl cineasta toma también al autor Ae la novela. Pero también aga pode imaginarse que el Tbxo no hha sido escrito y que el eeritor no es ms que un gulonista par. Hicularmente prolfe, Esto es tan cierto que muchas novels amer canas de "serie negra” estin ya escrtas con vista 2 una poste daptackin por Hollywood. Todavfa hay que sefslar que el respeto por la teratura poicaca, cuando presenta una cevta original ad, se hace cada vex més imperioso; y has litertades para con fl autor no se toman sin una certa conciencia de culpabiidad Pero euando Robert Bresson deelara, antes de Mevat Ta pantalla €l Fournal d'un cuné de cnmpagre, que st intenelén es sexuir ol Iibro no ya pigina a plgina sino frase a frase, se ve con caridad aque se tata de otra cosa y que aparecen en juego unes nuevos ‘lores. Fl cinasta no se contents ya con plagiar, como To han Inecho en resumidas cuentas antes que él Cornell, La Fontaine o Molitre:_se propone transcribir para ts pantalla, en una. quasi Identidad, una cbra de la que reconoce a priori sw trascendenca. 2 ebmo podrfa ser de otra manera si esta obra revel una forma ‘an sull de teratara que Tos héroes y la siglficacién de sus ac tor dependen Sntimamente del estilo del escrito, st los persona jes estén encetrados como en un microcosm cays leyes, rig osamente necesarlas, no tieaen valor en el exterior; si la novela hha remunclado a la simplificacién épice —punto de partida de mitos—, para set la reunién de sutiles Interferencas entre el es: ‘i, la psicologla, la moral 0 Ia metatistea? ‘Con el teatro, el sentido de esta evoetin es todavia mds seu sado. Como Ia novel, a Hiteratura dramétien se ha dead Siem pre Niolentar por el cine, Pero gquign se atrevecla a comparar el Hamlet de Lavcence Olivier con los plagjos. retrospectvamente bustescos que el film dart hizo del repertorio dela Comedia Fren = 166 — est? El fotografior el teatro sido siempre wna tentacida para heincasta, ya que es on sf un espectdeulo: poro ol resultado et de todos conocido, Y con mucha razin —- tenos aparentemen- te la expresiin “tsteo flmado” he Wesada a ser ol logan eo fndn dsl oprobio critica, Por fo menos Is novela roquiore un ee fo margen de creacin para pasar de fa escritura 9 la imagen. EL teatro, por el contrarf, es ut falso amiga; sus iiworiassemejan- 123s con el cine llevan a este una win mera, Io atraen ala pen Aiente de todas Ins foilidades. Cuando, sin embargo, el repertorio Aramitico de Boulevard a dado erigen alsin fim ceptable, se debe a que el director se ha tomada con Ta obra Hbertades and Togas a Tae que tetamente se autorizan con la novsl, eoneervane do en ditimo extrema tan solo les personajes y la seein, Pero también aga’ el fendmeno es radicalmente distina, por el com tari, a la cortieate actual que parece proponer como principio Sniolable el respeto al cardeterteatrat det model, Tas peliculas que hemos etado y otra, cuyos tule ir apa recienda en segwida, son demasiado mumerosas y do una calided ‘muy poco dircutible para admires como cxcepeiones que confi ‘man la rela, Por el contraio, tales obras falonan desde hace diez js una de las tendencias ms fesundas dsl cine contempordneo. “Beto es cine”, prochmaba antaio Georges Altmann sobre lt ‘exbierta de un libro consugeado a la slriicacién del cine mudo ‘desde BI peregrina a La linea general. tHay que consderar ya ‘como costs pasadss lor dogmas y les eaperanzas de la primera ‘tea cinematogrifien que combats por Ia autonomia del sép mmo arte? El cine o lo que queda, zen hoy incapaz de sobrevivi fin el apoyo de Ia literatura y dal testo? cEsté a punto de con vertirse en un arto subordinado y dependiente de cualquier arte tradicional? "EL problema que se offecs a nucsra rflxién no es en el fon- do tan ‘nuevo 25 en principio el de la influencia recfroca de las aos y de la adaptacién on general. Si el cine tuviera dos o tres mil alos, veriamos sin duda mie claramente que tampoco efca- pu allas eyes comunes de la evolueign de [ae arte, Pero no tiene ‘més que sasenta aos y lat porspectivashistériea estan prodisic- <1 samente redueidas. Lo que habitual da wna o dos chiizaiones, esbs anti en Te vida dwn hombre Y todavia 20 os ésa fa principal catsa da eteor, pon 0 Iucidn aeelerada no es eontemporinen de la de Tse EI sine es joven, pero la Hterstura, el esto, ls mise ra son tan viejo como Is historia, De Ia misma manera gue Je edu facién de un milo quoda determinada por Ia imitacién de lor adultos que le rodean, la evalucén del cine ba estado nocesarin monte influida por al ejemplo de las artes eonsagradas. Su histo Fla desde ot principio del siglo seri por tanto In resultant de los determinismos espectficas a 1a evoluciin de todo arte, asf como de Tas inluencias ejeridas sabre Gl por las artes ya evolusions das, Pary seabar de arzeslr las cosas eite compleio eststca ee sulta todavia agravado por factores socioligioos. Tl eine se. noe manifesta en efecto como el nico arte popular en un tiempo en cl que ef mismo teat, arte socal por exzelenca, no cleanza més que a une minora privilsiads do la eultura o dal capital, Qui2é los velnte limos afos del cine contarén en historia eoma cin 9 siglos en literatura esto e= poco para un arts, pero mucho pra nuestro sentido erica, Intentemos por tants erconseribir campo de estas seflexiones. Destaguemos para empezar que la adaptaciin, considerads ris @ menos como un recurso vergonzoso por la critica moder: fa, es una constante de la historia del ate. Maleaus ha mortrado to que el Renacimiento pictérico dsbia, en su origen, ala esc: tura gética, Giotto pinta en altowcleve; Miguel Angel ha recha- ‘ado voluntariameats los 1ccursos de la pintura al él, porgue {fresco se adapta mds a una pinturaescultrien; To que, sin dds, rho fae mis que wna etapa ripidamente superads hacia Ia Tiber ién de la pintura “pura”, Pero zse puede decie que Giotto es in ferior a Rembrandt? zQué siguificrfa esta jerarquéa?. Puede negarse que fresco en altorelieve no ha sido un paso necess: Flo y por tanto estticamente justiicado? ¢Qué deci también de las miniaturas Bizantinas agvandadas en Je piedra hasta las di mensions de un mpano de catedral? ¥ para refeiraos« la no: wela chey que reprockar a la tragedia precésica Ta adaptacdn ¢ 168 Ja escona de Ta pastoral @ a Mme. de La Fayette lo @ sésnica, Jo e8 todavia mais con relaién a fos tems que eltul Tibremente a través de les expresiones ms vatiadss. Es tn Tpit comin de la historia Titerari fasta el si iad Media 1 fn ls pinto seandes temas ct las vides, ete Lo que sin duds nos engaia en el caso del cine es que inver samente de Jo que sucede por 0 general en un cielo evolve artstico, Ia adaptacién, ta imlraciéa, aparentemente, no parecen 8 ari, Ta atonoma de Yes meios de expresién, la ovisinalldad de les temas nunca ha sido mayor (que en 10s 25 6 30 primeros afios del cine Es admisible que wh arte que nace haya quetido imitar a sus mayores, para después jeonguistar poco a poco sus leyes y sus propios temas} se com- prende mucho menas gue ponga una experiencia ereciente al servi tio de obras ajenas a'su genio, coma siesta capacidad de inven én, de ereaciin espoctica estuviera en ranéin inversa con su poder de expresiGn, De sh a considerar esta evoucién peradojca fomo una ecadencia no hay mis que un paso que casi toda la critica no ha vactlado en dar a oomienzo del cine sonoro, Pero esto era ignorar las coordenadas esencisles de la historia el cine, Constatar que el cine ha apareside “después” de In no- ela 9 cl teatro, no significa que vaya trae cus huellas y en su ‘mismo plano, Fl fenémeno einematozréico no se ha desarrllado fen absoluto cn las condiciones sociales en Tas que subsisten ls artes tradicionates. Seria tanto como pretender que la java o el foxtrot son herederos de la corcogratia eisiea, Los primeros cneastas ham robado lo necesario del arte euyo pabien quertan conguistar, es deci, et cir, el teatro de feria y el musirhll uc proporcionaron, en’ particular a los fms burleseos, na tEenica Y unos intérpretes. Es conocida ia frase atsbuila a Zecea al des Cubrir a un tal Shakespeare: “jPues no ha pifiado cosas este animal!” Zecca y sus compavieros no corrfan el riesgo de ser in Aluenciados por una literatura que, al igual que el pico al que se 10 — ANDRE BAZIN amipoco ellos lefan. Bn cambio, sf que fo fueron poe IT: ‘sratura popalar de la epoca, a la que se debe, con el sublime ‘mes, usa de ls obres meestas de Ia pantalla, El fm ree creaba las condiciones de un auéatico y gran arte popular, y 20 Aesdefiado las formas humildes y despreciadas del teatro de feriay de la norele por entreas. Habo ciertameate una tentativa de adopeisn de ests hilo de los barrios bajoe por parte de stores ide Ia Academia y de la Comedia Francesa, pro el tacaso del fm art da suficiente testimonio de lo initil de esta empresa. Las nada, Pero son los sequndes, evidentemente, quienes traen la es peranza al cine. Cuando se abren las compuertas de un eseluse, et uevo nivel de agua que se establece es muy poco mis clevado que {1 del canal. Cuando se rueda Madame Bovary en Holiyvood, por frands que sea la diferencia de nivel esttic entre el lm medio mericano y ln obra de Flaubert, el resultado es un film amerieano standard que después de todo no tiene més eue el inconveniente de llamarse Madame Bovery. Y no puede ser de otra manera si fe compara la obra Iitearia con la enorme y podsresa masa de la industria cinematogrdtica: es el cine quien lo nivela to¥o, Cuan- do, por el contrarie, gracias @ una serie de felices circunstancias, al cineasta puede proponerse tratar el libro de manera distinta a ‘como se hace con un gui6a de seve, entonces sucede como si todo cl cine se elevara hacia Ia literatura. Es la Madame Bovary de Jean Renoir 0 Une partie de campagne. Es cierto que estos ejemplos no son muy buenos, no a causa de la calidad de los fms, sino precisamente porque Ia fideidad de Renoir se refiere ms al es piritu que @ la letra de la obra. Lo que nos sorprende de ela es que ‘Sea compatible con una soberana indepeadencia. Pero es que Re noir tiene Ia jastficacin de que es un genio real tan grande como Flaubert o Maupassant. El fenémeeno al que asstimos entonces es comparable al de Ia traduccién de Edgar A. Poe por Baudelaire. ‘Seguramente seria preferble que todas los directors tuvieran genio; puede pensarse que en ese caso no habria ya problemas de fdaptaciin, ;Ya es demasiada suerte que ol ertico pueda contar Slgunas voces con su talento! Esto basta para nuestra tsis. No ‘esti proibido sofar lo que hubiera sido Le diabie au corps, roda- do por Jean Vigo, pero feliitémonos por lo menos de la adapta- cidn hecha por Claude Autant-Lara. La fdelidad a la obra de Radiguet no. solo ha obligado a los guionistas a proponeros personajes interesantes, relativamente complejos, sino que les hi fncitado a romper alginas convenciones morales del espectéeulo Cinematogréfico, a aceptar riesfos (Sabiamente calculados, pero, — 78 — zquitn se lo reprochutia?) a costa de los prejuicios del pico Esta pelicula ha ampliado el horizoate intelectual y moral del cspectador y ha preparado el camino a otros films de calidad. Pero no es eso todo; es ademas falso presenar la fdelidad como tuna servidumbre necesariamente nogativa a leyes estéticas extra: fas, Sin duda, Ia novela tiene sus medios propios, su materia es cl lenguaje, no a imagen; su accién confdencial sobre el lector aislado no es la misma que la del film sobre el pico de las sales toseuras. Pero precisamente, las dlerencias en las estructuras es: ‘éticas hacen todavia mis delicada la bisqueda de las equivalen- cias y requieren por tanto mucha mis imaginacién y eapacidad de invenciin por parte del cineasta que quiere realmente obtener tuna semejanza, Puede afirmarse que, en el dominio del lengua} y dol estilo, la ereacin cinematogrtica es directamente propot- tional a la fidelidad. Debido previsamente a las mismas razon (que hacen que Ia traduccin palabra por palabra no sirva pa ‘ada, y que la traduccién demasiado Ire nos parezca condend- ble, la buena adaptaciéa cinematogriica debe Hlegar a resitur- nog lo esencial de la letra y de esprtu, Es cosa sabia hasta qué punto una buena traduccién exige una intima posesién dela lengua y desu genio propio. Puede consHlerarse por ejemplo e2mo algo especiicamenteliteratio el efecto estilistca de los famosos pretéritos indefinidos de André Gide, y pensar que son precisa ‘mente esas sutilezas las que el cine no podria tradueie, Sin em= bargo, no se puede asegurar que Delinoy, en La symphonic pa torale, no haya encontrado el equivalente con si puesta en esce- nha: la nieve siempre presente, cargada de wn simbolisio suti, y polivalete que modifica insidiosimente la accién, déndole. de alguna manera un cosfciente moral permanente euyo valor no es ‘Quzd demasiado difernte del que el eseritor Buscabs con el uso adecvado de Jos tiempos. Sin embargo, la idea de rodear con nieve festa aventura espiritual, de ignorar sisteméticamente el aspecto estval del palsae, es un hallago expectfaments cinematogrifen, al que ba llegado el director gracias a una flizintligencia del texto. El ejemplo de Bresson en Le Journal d'en curé de campagne ‘resulta an més demostrativo: su adaptacién alcanza una fdel- ws dad vertginosa gracia Albert Béguin ha hecho notar muy justamente que la vol caracteristice de Bersanos no padia tener al mismo valor en li feratura gue en cine. La pantalla ha usado Is violencia tan 3 me- rnudo que se encuentra en sivta manera desvalovizada; que resulta a la vez provocativa y convencional. Laverda fono del novelists exigia por tanto una espacie de inva ln violencia del toxto. La verdadera equivalencia de la hipérbole brsssoniana se encuentra en la clipse y la atenuacién de la pues: ta en escena de Robert Bresson. ‘Cuanto més importantes y decisvas son las cualidades liters riag de la obra, tanto més In adaptacién modifica el oqulibrio y fnige un mayor talento creador que recoastruya sega un nuevo ‘equllibrio, no idéatico pero equivaleate al antigua. Considerar la adaptacién de novelas como un eferccio para perezosos en el que al verdadero cine, el “eine puro”, no tendrfa nada que ganar, €s fun contrasentido critica desmentido por todas las adapraciones valiesas, Son preclsamente los que menos se preocupan de la f- delidag, en nombre de unas preteadidas exigencas de la pantall quienes traicionan a la vez a la literatura y al cin, ero la demostraciéa mis convincente de esta paradoja ha sido elaborada desde hace algunos aos por toda Ja serie de adsp- taclones teatales que han venido a probar, a pesar de la variedad de sus origenes y de sus estios, I relatvidad del antiguo prefui- co eritico contta el “teatro filmado”. Sin analizar de momento las mazones estéticas de esta evolucéa, baste con constatar que festé estrechamente lgada a un decisivo progreso en el Lenguaje de la pantalla. La eficaz fidelidad de un Cocteau 0 de un Wyler con toda se guridad no e¢ debida a una regresiéa sino, por el contrario, a un Aesarrollo de la inteligencia cinematogrética, Tanto si, como en cl caso del autor de Parents terrbles, se debe a la movilidad ex- ‘raordinariamente perspicaz de la cémara o si como en el caso de Wyler, surge del ascotismo de la planificacin, de la desnudez de la fotografla, de Ja utilizacién det plano fijo y de la profundi- {dad de campo, ol éxito procede siempre de una maesria excepcio- = 180 - nal; mis atin, de una inventiva en la expresién que es todo lo iarlo de un registro pasivo del hecho teatral. Para respetar teatro no basta con fotvgrafiaro, “Hacer teatro” de manera vi ign es ms difel que “Dacor cine", cosa a la que hasta ese mo mento se habfan dedicado la mayor parte de Tos sdaptadores, Hay Gien veces més cine, y del melor, en un plano, ffo de La loba fo de Macbeth, que en todos esos travelings a are libre, en todos fs05 decorados naturales, en todos esos exotsmos geogrificos eon fos que la pantalla ha pretendido hasta ahora vanamente hacernos alvidar Ja escena, Lejos de pensar que Ta conguista del repertorio teatral por el cine sea un signo de decadencia, debemos aceptar por fl contrario gue es Un signo de madurez. Porque adaptar, por in, ya no es traicionar, sino respetar. Una comparacién que puede Sevimnos en el orden material es esta: hacia falta para Negara sta alta fdeidad estética, que la expresin cinematogrficahici a progtesos comparables 2 los de la éptica, Hay tanta distancia, de un film d'art a Hemet como dal primitive condensador de la linterna migica al complejo juego de lentes en el moderno objet +0, Su compliacién no tiene sin embargo otro objeto que compen sar las deformaciones, las aberraciones, las dfraccions, los rfl jos de que el crisial'es responsable; es decir, conseguir que Ta ‘mara oseura sea lo mis objetioa posible. La trasposicién de ura. obra teatral a la pantalla requere en ol plano estético una ciencia de la fidelided comparable a la del aperador en el resultado final de la fotografia, Supone el término de un progeeso y el prin cipio de un renacimiento. Sie cine es hoy capaz de situarse eficaz- mente en el dominio novelesco 0 teatral,e6 porque ha Tlegado a sentir lo bastante seguro de sf mismo y sefor de sus medios como para desaparecer delante de su objeto. Es que por fin puede preten- der una fidlidad que no sea ya una ilusoria fdelidad de caleom nia; y eso gracias ala intima inteleccidn de sus propas estructures estéticas, condicién previa y necesaria para respetar las obras que acomete, De esta forma la multiplicacién de las adaptaciones de obras Iiterarias muy aleadas del cine no deben inquietar a la cti- fica que se preocupa por la pureza del séptimo arte: son, por el contraro, la prueba de su progreso, ~ 181 “Pero, en fin, dirin todavia Ios nostilgcos del Cine, con ma- rriscula independiente, expesiico, auténomo, puro de todo com- promise, gpor qué poner tanto arta al servicio de una causa que tho To necesiea, para qué adaptar novelas cuando puede Teerse el Tibro y pata qué adaptar Feary, cusndo basta con ir ala Comedia Francesa? Por muy satisfctorias que sean las adaptaciones, us ted no mantendré que on superiores al original, ni sobre todo, {que pusdan compararse con un film de idéatica calidad artstica Sobre un tema especificamente cinematogréfico, Usted dice: Ee ‘able a corps, El fdolocaido, Les parents terrible, Hamlet, bien; pero yo Te oponga Le quimera del oro, El acorazado Potemkin, La fulpa ajena, Scarface, La diligencia 0

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