PUTT EE) 453
Enfermedades autoinmunes
1. Alcance y etiologia
wwwell2cirujano.blogspot.com/
Introduccin, 453
‘cance de ls enfermedades autoinmunes, 453,
{pecro dels enfermedades otinmunes, 453
oantcuerpas en os enfermedodeshuranas, 456
uperposicén de rstros uinmunes, 456
adtlscrimales de enfermedad outinmune, 457
Noturaleza y nuttin, 457
Feciors gentics ena enfermedod ousinmune, 457
Influenashomonales ee autinmunidad 483
El medio conribye?, 464
1a utorreactvidad es natural, 465
{a autoinmonidad ges induide por el entgeno?, 467
Enfermododespedtica de 6rgano, 467
Autoinmunided sisi, 468
Eouoatigen jst dspoible pra los fois, 468
1H control dela culo T helper es esenciel, 469
1c ovtoinmunidod puede surgrolsortear las cllas T
helper, 469
Provsin de un nuevo determinant ortodor, 469
Mecanismas de desde itp, 473
civ pln, 474
Le avtoinmonided puede surgir ol sortoar los mecanismos
reguladores, 475,
Los cls reguldorstrolon de matigu: la auinmuniad, 475
Leticia neonatal elmin autrreguldores potencies, 475
Los defects en ls eglainconbuyen al autinmonidad
espotinea, 476
Exiolcn de as moles de intercién con bs ces 7,478
€ desqulvio de ctcns puede induc cuoinmunidd, 478
los trastornos atoinmunes son multfotoriales, 479,
Resumen, 479
Lectures adicionales, 481
INTRODUCCION
El extraordinario repertorio del sistema inmu-
ne adaptativo ha evolucionado hasta permitirle
reconocer y atrapar casi cualquier forma de molé-
cula microbiana, presente en la actualidad o en el
futuro, y al mismo tiempo no ha podido impedir
la generacién de linfocitos que reaccionen contra
os constituyentes propios del organismo. En
gran parte esto se debe a que las células T depen-
den de cierto grado de autorreconocimiento para
que opere Ia seleccién positiva durante el desa-
rrollo dentro de la glandula del timo (pag. 257).
Ya se analizaron los mecanismos existentes para
impedir que estos componentes propios provo-
quen tuna respuesta inmune adaptativa, pero, co-
mo con cualquier maquinaria, siempre aparece la
posibilidad de que estos sistemas se deterioren y,
cuanto mayor es la persona, mas alta es la proba-
bilidad de que esto ocurra. Sin tener en cuenta los
autoanticuerpos IgM de baja afinidad (es decir,
los anticuerpos capaces de reaccionar con los
componentes propios) producidos por las células
B CD5* como parte del espectro “natural” de an-
ticuerpos, que se verd mas adelante, en este mo-
mento interesan més los fendmenos autoinmunes
que aparecen en relacién con ciertas enfermeda-
des humanas bien definidas. Seria ideal poder
aplicar el término “enfermedad autoinmune” a
Jos casos en que es posible demostrar que el pro-
ceso autoinmune contribuye ala patogenia de la
enfermedad, en lugar de las situaciones en las
que, tras la lesi6n tisulay, se forman autoanticuer-
pos inocuos en apariencia, por ejemplo los anti-
‘cuerpos cardiacos que aparecen tras un infarto de
miocardio. Pero en muchas patologias atin no es-
‘é bien definido el papel de la autoinmunidad y
por conveniencia atin se refiere a todas las enfer-
medades asociadas con la formacién de autoanti-
cuerpos como “enfermedades autoinmunes”, sal-
vo cuando se puede demostrar que los fenéme-
nos autoinmunes son sélo hallazgos secundarios.
ALCANCE DE LAS ENFERMEDADES
AUTOINMUNES
Espectro de las enfermedades
autoinmunes
Estas patologfas se deben considerar en conjun-
to, En un extremo del espectro se encuentran lasASA
rar
“enfermedades especificas de érgano”, con au-
toanticuerpos especificos de cada érgano. La enfer-
medad de Hashimoto de la glindula tiroides es un
ejemplo: hay una lesidn especifica del tiroides con
infiltracién de células mononucleates (linfocitos,
Hito 19-1, Descub
i bien los estudios de Dacie sobre los autoanticuer-
pos de los eritrocitos en ciertas formas de anemia hemo-
Iitica! se encuentran entre los primezos en implicar la
autoinmunidad en la patogenia de la enfermedad, re-
ign en la década de 1950 se establecié una relacién di-
ecta con los trastomnos que afectan drganos completos,
‘cuando se publicaron tres trabajos importantes sobre la
autoinmunidad tiroidea
En un intento por confirmar el concepto de Paul
Ehrlich de “horror autotoxicus” (el temor del organis-
mo por elaborar anticuerpos contra lo propio) Rose y
‘Witebsky inmunizaron conejos con extracto tiroideo de
conejo en coadyuvante completo de Freund. Para lo que
se supone fue desilusiOn de Witebsky y alegria de Rose,
este procedimiento produjo autoanticuerpos tiroideos y
rou
macréfagos y células plasmaticas), destruccién de
células foliculares y formacién de un centro germi-
nativo, ademés de la produccién de anticuerpos ci
culantes de especificidad absoluta para ciertos
constituyentes de la glandula tiroides (hito 19-1).
imiento de Ia autoinmunidad tiroidea
destruccién inflamatoria crénica de la arquitectura de la
glindula tiroides (fig. H19-I-1a y b).
Al observar Ia disminucién de y-globulina sérica
posterior a la extirpacién del bocio en Ja tiroiditis de
Hashimoto, y la similitud histol6gica (fig. H19-1-1c) a
la hallada en Jos conejos de Rose y Witebsky, Roitt,
Doniach y Campbell analizaron la hip6tesis de que las
células plasmaticas de la glandula podrian elaborar un
autoanticuerpo contra uno de los componentes tiroi-
‘deos, que causaba dao tisular y generaba la respuesta
inflamatoria crOnica. Como confirmacién, los sueros de
{os primeros pacientes analizados tenian anticuerpos
precipitantes contra un autoantigeno en extractos tiroi-
des normales que pronto se identificaron como tiroglo-
bulina (fig. H19-1-2).
Fig, HI9-1-1, Titoiditis autoalérgica experimental. a) Arqui-
tectura folicular de Ta glandula tioides normal. b) Tiroiditis
producida por inmunizacién con extracto tiroideo de rata en,
coadyuvante completo de Freund; las células inflamatorias,
erdnicas invasoras destruyerom la estructura folicular. (Basado
fen los experimentos de Rose NR & Witebsky E (1956] Studies
‘on organ specificity. V. Changes in the Thyroid gland of rab-
bits following active imraunization with rabbit thyroid ex-
tracts Journal of Immunology 76, 417, e) Similitud de lesiones
cena enfermedad autoinmune humana esponténea y las indu-
cidas en el modelo experimental. En este modelo experimen-
tal no se observan otras caracteristcas de la enfermedad de
Hashimoto como la metaplasia eosinoila de las cslulas acino~
sas (eélulas de Askenazy) y los foliculos linfticos locales, st
bbien estos tltimos se prodicen en la tiroiditis espontanea de
pollos de la cepa obesaCOT 455
Fig. H19-1.2. Autoanticuerpos tiroidees en el suero de un
paciente con enfermedad de Hashimoto, determinados por
precipitacién en agar. Se incorpora suero control en el fondo
del tubo con agar, a capa intermedia sélo contiene agar, mien=
| tras que el autoantigeno se encuentra en la capa superior. A
| medida que el anticuerpo sérico y el autoantigeno tiroideo se
difunden el uno hacia el otro forman wna zona de precipita-
‘idn opaca en la capa intermedia. Los controles con solucién,
fisioldgica y extracto de rifién son negativos. (Basado en Roitt
IM, Doniach D., Campbell PN & Hudson RV (1956] Autoanti-
bodies in Hashimoto's disease, Lancet ii, 820.)
En la Iejana Nueva Zelanda (segiin la ubicacién geo-
gréfica de cada uno), mientras buscaban un factor circu-
lante que pudiera ser responsable del hipertiroidismo de
la toritoxicosis de Graves, Adams y Purves inyectaron
suero de un paciente en cobayos cuyos tiroides habian
sido marcados antes con "'Iy evaluaron laliberacién del
material con marca radiactiva desde la gléndula con el
transcurso del tiempo. Mientras que la hormona hipofi-
saria estimuladora del tiroides normal (TSH) producia
Osmide
+ ‘ERO DE
* ENTE con
TROTONICOSS
SomuTsH
Hors asa nyc
Fig. 119-1.3. El estimulador tiroideo de accién prolongada
em la enfermedad de Graves. La inyeccién de TSH causa libe-
racién répida de ™ de la glandula troides del animal ya mar-
cado, en contraste con la liberacién prolongada que sigue a la
inyeccién de suero proveniente de un paciente con tirotoxico
sis. (Basado en Adams DD & Purves HD (1956]Abnormal res-
pponses in the assay of thyrottophin, Proceedings of the Univer:
sity of Otago Medical School 34,11.)
tun pico de radiactividad sérica unas 4 horas después de
la inyeccién en el animal de experimentacién, el suero
de los pacientes con tirotoxicosis tenia un efecto estima
Jador prolongado (fig. £119-1-3). Por titimo se demostré
que el denominado estimulador tioideo de acién prolonga-
da (LATS) era una IgG de accin similar a TSH sobre los
receptores de esta hormona, pero con distinto curso de
accién temporal, en gran parte debido a su vida media
mas prolongada en la circulacién,
Hacia el centro del espectro se encuentran los
trastomos en los cuales las lesiones tienden a estar
ubicadas en un tinico drgano, pero los anticuerpos
no son especificos del érgano. Un ejemplo tipico se-
ria la citrosis biliar primaria, en la cual el pequefio.
conductillo biliar es el blanco principal de la infil-
tracién de la célula inflamatoria, pero los anticuer-
pos presentes (sobre todo mitocondriales) no son
especificos del higado.
En el otro extremo del espectro se encuentran las
“enfermedades autoinmunes sistémicas 0 no es-
pecificas de érgano", en general pertenecientes a la
clase de trastornos reuméticos, por ejemplo Tupus
eritematoso sistémico (LES), donde las lesiones y
Jos autoanticuerpos no estin confinados a un tinico
Srgano. Los cambios patolégicos tienen amplia di-
fusién y son, sobre todo, lesiones del tejido conecti-
vo con necrosis fibrinoide. Se observan en la piel (es
caracteristica la erupcién “hipica” en mariposa en
Ia cara), los glomérulos renales, las articulaciones,
las membranas serosas y los vasos sanguineos.
Ademés, a menudo estén afectados los elementos
formes de la sangre. Se encuentra un heterogéneo
conjunto de autoanticuerpos, algunos de los cuales
reaccionan con el DNA y otros constituyentes nu-
cleares de todas las células del organismo.Cuadro 19-1. Espectro de enfermedades autoinmnunes,
Tiros de Hashimoto
fixedeme primar
Enermedod de Graves
Anes persica
Gast atic cutalamone
fnfermedd de Adson
enopousia premotor (pos oss)
Inferiidad masina (pcs css)
Miatvia grove
Diabetes metus insinodopendinte
Sindrome de Goodpase
Péatgovlgar
Penfiide
Sila sac
vets acgénico
Eslerss mile
Anemia hemolics euteinmone
Pirpura romboctopéxica iting.
Lexcopeni ipa
Ceres bila priario
Hepa rnc ative negative por HB
Colts versa
Sindome de Siren
Ais reumatidea
Esderodermia
Granlomotoss de Wegener
Poliiasits/dermatemiesits
Lops ertemaos disoide
Lupus eritematoso sisi (ES)
En el cuadeo 19-1 se presenta un intento por en-
globar las principales patologias consideradas como
asociadas con la autoinmunidad en este espectro.
Autoanticuerpos en las enfermedades
humanas
En este estadio del andlisis puede ser importan-
te disponer de un recuento mas exacto de los prin-
cipales autoanticuerpos detectadas en las distin-
tas enfermedades, a fin de contar con un marco de
referencia. El cuadro 19-2 presenta una lista de es-
tos anticuerpos y de las métodos utilizados para
su deteccién. Las notas que acompaiian al cuadro
amplifican ciertos puntos especificos, mientras
que algunas de las prucbas se ilustran en las figu-
ras 19-1, 6-9, 6-10 y 7-3. A medida que se caracte-
rizan los antfgenos y se obtienen en forma purifi-
cada, la técnica predominante es el correspon-
diente ELISA
456 CU Mt ed
Superposicién de trastornos
autoinmunes
Hay una tendencia a que varios trastornos au-
toirmunes afecten al mismo paciente; cuando esto
ocurre, a menudo la asociacién se produce entre pa-
tologias dentro de la misma region del espectro au-
toinmune (véase cuadro 19-1). Asi, los pacientes con
ticoiditis autoinmune (enfermedad de Hashimoto 0
mixedema primario) tienen una incidencia de ane-
mia perniciosa mucho mayor que la esperada en
una poblacién al azar, comparada respecto del sexo
y la edad (10% contra 0,2%). En contraste, la tiroidi-
tis y la enfermedad de Graves se diagnostican en
pacientes con anemia perniciosa con una frecuencia
mucho més elevada de la que cabria esperar. Tam-
ién se observan asociaciones entre la enfermedad
de Addison y la enfermedad tiroidea autoinmune, y
aparecen en casos poco frecuentes de jévenes con
anemia perniciosa y poliendocrinopatias, por ejem-
plo enfermedad de Addison, hipoparatitoidismo,
diabetes y tiroiditis.
En los hallazgos seroldgicos hay una superposi-
(én aun mayor. El 30% de los pacientes con enfer-
medad tiroidea autoinmune presentan en forma si-
multdnea anticuerpos séricos contra células parieta-
les. Por otra parte, se demostré la presencia de anti-
cuerpos tiroideos en hasta el 50% de los pacientes
con anemia perniciosa. Cabe destacar que no son
anticuerpos de reacci6n cruzada. Los anticuerpos
especificos del tiroides no reaccionan con los giistei-
cos, y viceversa, Cuando un suero reacciona con
ambos 6rganos, esto implica que hay dos poblacio-
nes de anticuerpos, uno con especificidad para el ti-
roides y otro para el estémago.
Enel extremo del espectro no especifico de érga-
no las enfermedades autoinmunes sistémicas, como
el LES, se asocian clinicamente con artritis reuma-
loidea y diversos trastornos poco frecuentes: ane-
mia hemolitica, leucopenia idiopética y purpura
trombocitopénica, dermatomiositis y sindrome de
Sjagren. Son caracteristicas generales la presencia
de anticuerpos antinucleares y de factores antiglo-
bulina (reumatoideos).
El sindrome de Sjégren ocupa una posici6n inte-
resante (cuadro 19-3); ademas de las propiedades
clinicas y serol6gicas asociadas con las enfermeda-
des sistémicas, antes mencionadas, son evidentes
las caracterfsticas de un trastorno especifico de 6r
gano. Se demuestra la presencia de anticuerpos que
reaccionan con los conductos salivales y hay una in-
cidencia anormalmente elevada de autoanticuerpos
tiroideos; desde el punto de vista histolégico las
glindulas lagrimales y salivales afectadas muestran
cambjos de naturaleza similar a Jos observados enCAPITULO 19 Enfermedades autoinmunes 457
a enfermedad de Hashimoto, como el reemplazo
de los elementos glandulares por parches de tejido
granulomatoso linfocitario y de célullas plasméticas.
Se han informado asociaciones entre patologias de
ambos extremos del espectro, pero, como se puede
predecir a partir de los datos serolégicos (cuadro
19-3), no son frecuentes,
Los pacientes con trastornos organoespecificos
muestran una ligera tendencia a desarrollar cén-
cer del érgano afectado, mientras que en las pato-
logias no especificas de érgano se observa una
mayor frecuencia de neoplasias linforreticulares
generalizadas,
Modelos animales de enfermedad
autoinmune
Los modelos animales esponténeos e inducidos
han brindado notables detalles sobre la naturaleza
de las enfermedades autoinmunes humanas; para
contribuir al andlisis, en el cuadro 19-4 se presenta
una lista.
NATURALEZA Y NUTRICION
Factores genéticos en la enfermedad
autoinmune
Los fenémenos autoinmunes tienden a aparecer
en familias determinadas. Por ejemplo, los parien-
tes en primer grado (hermanos, progenitores e
jos) de pacientes con enfermedad de Hashimoto
muestran una elevada incidencia de autoanticuer-
pos tiroideos (fig. 19-2) y de tiroiditis manifiesta o
subclinica, Estudios patalelos han permitido descu-
brir relaciones similares en las familias de pacientes
con anemia perniciosa, dado que hay prevalencia
de anticuerpos contra las células parietales géstri-
cas en los parientes propensos a desarrollar aclorhi-
dria y gastritis atréfica, Respecto de! LES se han in-
formado alteraciones en la sintesis de inmunoglo-
bulinas y una susceptibilidad a desarrollar “patolo-
Bias del tejido conectivo”, pero atin hay que aclarar
algunos resultados contradictorios.
Estas relaciones familiares se podrian atribuir a
factores ambientales, como microorganismos infec
ciosos, pero existen evidencias convincentes de que
deben intervenir componentes genéticos importan-
tes. Los datos provenientes de gemelos son inequi-
vocos. Cuando en gemelos (idénticos) aparece tiro-
toxicosis 0 diabetes mellitus insulinodependiente
(DMID), se observa un indice de concordancia muy
superior (0 sea, ambos gemelos afectados) al de me-
llizos (no idénticos). Ademds, ya se mencioné la po-
sibilidad de criar lineas de animales que desarrolien
en forma esponténea patologias autoinmunes (cua
dro 19-4). En otras palabras, la autoinmunidad es-
t4 programada genéticamente. Existe una linea
obesa de pollos con tiroiditis autoinmune, un ratén
diabético no obeso (DNO), que es modelo de la
DMID humana, y la cepa murina New Zealand
Black (NZB), que sucumbe por anemia hemolitica
autoinmune. El producto hibrido de NZB con otra
cepa, New Zealand White, (hibrido B x W) desarro-
lla anticuerpos antinucleares, por ejemplo anti-dsD-
NA, y una glomerulonefritis fatal inducida por
complejo inmune, ambos son caracteristicas claves
del LES humano.
Estas patologias son complejas desde el punto
de vista genético. Hasta el momento se identifica-
ron 20 de estas regiones para DMID en ratones
DNO y unas 25 para LES murino, mediante investi-
gaciones genémicas tendientes a determinar los
mapas de intervalos genéticos que contienen los ge-
nes de predisposiciGn a la enfermedad, a través de
uniones de los muchos miles de marcadores micro-
satelitales (CVRT, cantidades variables de repeticio-
nes en tandem).
En general son factores contribuyentes impor-
tantes una predisposicién genética a respuestas in-
flamatorias sostenidas y la pérdida de tolerancia a
lo propio. Entre las asociaciones genéticas con pato-
logias autoinmunes predominan la unién con el
complejo mayor de histocompatibilidad (CMH);
de los muchos ejemplos existentes cabe nombrar el
mayor riesgo de DMID en individuos DQ8, y la ele-
vada incidencia de CD3 en la enfermedad de Addi-
son y de CD4 en artritis reumatoidea (cuadro 17-1,
pag. 419). La figura 19-3 muestra la genealogia de
una familia multiple con DMID, en la cual la pato-
logia presenta una relaci6n estrecha con un haploti-
po HLA en particular. Otro indicador del papel cen-
tral de la estructura clase I en la determinacién de
la respuesta de células T a lo propio deriva de la in-
capacidad del ratn DNO para desarrollar inmuni-
dad pancredtica cuando se altera s6lo un tinico resi-
duo de aminoacido en la hélice alfa de la cadena H-
2B, por la introduccidn de un transgén. La estrecha
relacién con CMH no es del todo inesperada, dado
que, como se vera, las enfermedades autoinmunes
dependen de las células T, y la mayoria de las res-
puestas de células T tienen restriccién CMH.
Entre la plétora de loci no vinculados con CMH
puede haber genes responsables de! control edito
rial de los genes reordenados de la regién variable
de Ig que codifican el anti-DNA de avidez elevada
Otros pueden controlar el patrén de secreci6n de ci-