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Si uno se deticne a considera las ctapas del ciclo de vida, vet ‘que la gama de respuesta humanas al mundo va mas alli del cam ‘po que los cienificos sociales normalimente se dedican a esta. ‘dems, en ca grupo de edad exsten grandes diferencias en cua ‘to capacidad. También os riemos de desacolloy envsjecimiento ‘arian de una pesona a ova A los noventa, Pau Catale sits toca ‘do el violonchelo y drigiendo la orquesta con gran distinc, Eno trelos artistas intelectuales modernos, Talo, Whitehead, Picasso 1 Bertrand Russel sguieron disftuando de vidas vigorossy ereati> ‘asain en edad avanzada, Sepruagenari ys, De Gaulle continud siendo una figura politica notable 86 CAPITULO SEIS. Cultura, experiencia y actitudes hacia el entorno Para comprender las preferencias de un individuo con respecte al ‘ntorno, deberiamos examitar su herencia biolégica, lx forma en {gue ha sida cra, su educacién, su abajo y su medio material ¥ em lo que se refiete a las actieudssy preerencias de un grupo, se hard necesaio convcer a historia cultural de e geupo yu expe- rienciaen el contesto de at ambiente material. En ninguno de los los casos es posible diferencarcabalmente I influencia de los fac ‘ores eulutles dela del medio fsco eno que se vive. Ls eoncep- tos aculura> y sentormo» se superponen en 1a misma forma en que ln hacen los conceptos hombre» y «naturaeea». Sin embargo, al principio seré ui trata dichos conceptos de forma separada, De ‘este modo, poems censrarnos primero en la cultura y Iaege en el tua 7), Jo que nos proporcionard perspectvas com- plementaias sobre el cariceer de las percepciones y actitudes hacia Leawoeno, Al dscucie sobre la cultuta, nos detendrermas en Ios sc {guiences temas (1) eulcutay percepctn (2) roles sexualesy percep+ ‘in; () diferencias de atid entre vsitante y aurdetones (4) die- rencias en la cralsacién de un mismo ambiente por exploradores y colonizadores de procedencia y experiencia disimils; (5) vsiones diversas del mundo en ambience similares y (6) cambios de accitud hacia em 87 Calera y perpen ‘Puede la culeuraafecar vio la peccepciia. como part que una persona wea lo que no existe? Se sabe que las alucinaciones pueden ‘ocutrir tanto en indivduos como en grupos de individuos. Fl fens meno e feinants, porque Is persepeién de un objeto inexisente patece obeecer a las regas de La percepcién normal. $i una figura Slucinatori se sia dean de una mesa, obsteuits la vsiin de par- ve de esa mesa y sia figura se alea, se vord ruts poquens, El fend- ‘meno es a menido un siatoma de cateés que sft el individvo 0 el srupo. Los ferventes pereurinos que esperan un wilagio pueden ver ala Virgen. Mari. Muchas personas dicen haber visto pltillor vo- lantes. Fl grupo afeeado es generalmente pequeno dentro de uns sociedad mayor. Una pregunta intereunte ex: {Puede sere fede no alucinatorio un sucese normal (es dis, cominmente aceprado) en una cultura? A, 1. Hallowell ere que los indiosofibwa del rex del go Winnipeg experimentan genmins ilusones de percpeidin, yyello como un rag cultural de ese pueblo y no merameite come una idiosincrasiapetsonal. Los ojibwa ver unos monsiquos cantba- Jes convcidos como sndiger. Un anciana cueata ina historia que termina de a signe manerss ibis un lugar enc a cose ys is ex donde el agus nose congels por completo, Ee ung) iba en oa dieaién. Lo seg pods xchat Solve hielo fig, Enionces se cay a agua y pude oir an gro tere. Me oly no pode decir slp lr ona. Cad alu patsy eee i mleande. Paes entra yy eva bates blac aque fe te {hacia un eampamento qu elculé eta cera del Peo gee yas Fula marchado. Lueg supe que elle mbes habian ech a lie shies anurtaon tanto que hen ‘No es que los ojibwe tan ingens en cuaneo al orgen de Tas pereepciones visualesysonoras.Alcontaro, soa lefadores expertos poten un deallad conocimiento de +u medio ambiente, Es is, sueen recurira explicaciones maruralists acerca de Jos sonidos que Jes sobresaltan. De abi que Hallowell dijera: «Resales eodavin mis significative desubrit casos en lox que las pereepciones de los indi- viuos han sido tan completamente moldeadas por el dogma tate ‘na, que sis temoree més Intenso fesultan provocados por est ‘vulos objetivamente inocios, Lo que explica tal comportaiento fa Bimtellung,dervads de la culeua, os que de los estimles er mismo ‘Cuatida no se da un Iapso entre I sensi y su interpreacién, como cuando seve al sdige, tnd apropindo eonsidear la expe” rieneia como una perespeindricra mo, Cuando ete lapso exist, hay tiempo para formar conceptos. yuna persona puede distancasse «cimerpeetat las pereepciones de mancea diferente, como un «jet ‘ia de racionaldad. Uno se incina por una intepreraién y se ad hier con fuera ella porque le patese verdadera, La verdad no bro= ta de na consideracin objtiva del evidencia. La verdad se aepra dle forma subjetivs, como parte de nuestra experiencia y aedeud r0- tales, Esa distincida puede iutcatc xborando emo entionden el ‘spaco Jos indios hpi, bien diference « la esructuracén esta y tuidimensional que el hombre occidental otorga al espacio. El hopi también pede velo asi, slo que para dl el del hombre blanco es tun punto de vista posible, mientras que el sve propio ese werdac era, ya que se compadece con su experiencia total Elsiguiente dig entre ls ancropsloga Dorothy Egan y st in- foerante hopi uses exe punto. EL hopi dice: «Cierre lo ojos y ccudnteme lo que ve desde Casa Hopi hasta el Gran Caf, lena ‘de ennusiam, Eggan describe ol bilance colorido dela paredes del el sendero que sepentea por el horde pars teaparecereru- tando la meseea de més abajo, y ax weesivarmente El hopi snrie y ‘ce: «Yo también veo la paredesy sus colores, y 6 biew lo que us- ted quiere doit pero sus palabras estn equivocadas, Porque para All sendero no erwza ni desaparece. Fl sendero es slo esa parce dela mesera que ha sido altetada por los pies humans. «FL senle- rm ext allan cuando usted no lo ver porque yo puedo wre ome- tr. Mis pies han bajado caminanda aio largo de todo el sender, Y adem: :Estivo usted on of Cafin del Colorado cuando me lo describe?» Egzan replica, «No, claro que nos. Je que et hopi res pond: «Una part de ust estaha sf una pare de él estaba agus. ea a9 TLnego, con una amplia sonia: +Es nis cil para mf moved a us- ted que mover cualquier parte del Gra Cada! ale secuae y perce En cura donde ls roles sere erin matcadmente diene iad homer mujer eect expec die de eto serrudguitta sete dseoes besa le, Por cle ‘apa ora qu lon exsinals vrones nen del de Sour tampon flere mach dl que psn srs, Co ee piled rcenderalnqeebujoey sigacmsiare cooley acud sant e cononto dela hia cro de los ucts y nse ie te eoeatalnelad nian aoeeio dae a Dass per eecatc verona eal aa, sin ote pb de pon eta uo de ow cules inden posictn dun poblado ode un coms, Eon mapa de oa: nsec acon espn ce eandes liv cats lo yc s Gc rap pasar nearing nnn ute fides pr rsd rec de perpen y salore ambiental, Jneph Sonnenfeld ba aplcado una pct ba {is punstucnln eens or tcons cr ec Ling pil nl Gu unt Siokece cones Uneaten ans aes sos eR temper. reslado evel que hombre «pee fae de topo i pera on inane de agen teas ula meres pen pur com vgracin en errno se Hibs La drepend ev mayor cone os equimals que ene lor bacon ese dent ces Elma sagen ee pokin fa tarsi lhuoine, nage ia mule: ceed Tectaton wna nner pferncn orga Ea iran igo: (iy police dl square parted roger rca eer mls mt un dnbelodl places reco, Enlasoiedadocienal caps meta de un aa decas.con thins pion pobalenand Shes éc'de ck aca ea aah ve ia laborsble ambos circulan per ruta que raramene son paalelas salvo en el momento de legar a cast. Cuando van de compra, el hhombe y l mujer quersi cutisear en diferemtes tienda. Pueden anda eogidos del brao, pero no por ello ven u oyen las mismas co- sas, Dever en cuando salen de su propio mundo perceptive para ha er una visita de comesia al del oto coma, por ejemplo, cuando el ‘maride invita a su expos a que admire unos palos de golf en un ‘aparate Pens en una calle concutrda y trate de recordar as tien las que hay en clk algunas sobresaldrin ntidasnentemienteas que ours se disolveréa come las bramas de un sueBo. Los roles sexuales taplican en gran parce exc diferncia, especialmente en los adul tor de la clase buja o media baja en la sociedad occidental. Por orto lado, ls diferencias de género son menos promunciadas ens lox ‘miembros dela clase ales cosrmopolita,y pueden estar may atenuax das ete grupos expetficos, como en los sseet peoples pertenesien- tesalacontniculrura, © ente los cienulficos que trabajn en centros dd investgacin. En estos casos, as diferencias de percepciin ape ras depencen del sexo. Si as diferencias en percepciény cvaluacién del medio ambien te enue los sexosfuesen persistenes se pods lega a desavenencias Jntolerables, Sin embargo, en la clase media de a sociedad estadou- niidense tl conilictorara vex alana gravedad: el marido y la espo- s1 pueden estr de acueedo acerca de un mismo acto aunque sea por ‘aaones diferentes. Herbert J. Gans, iusten este Fesdmeno on st tudio sobre ls levitownen ee Nisewa Jersey, que son los abicantes de Leictown un subucbio eonstrudo en la déeada de 1950 por Wil liam Levitt. Cuando preguné a los compradores de casas en aquel huevo barto suburbsna s prefrifan vivir en a ciudad, si mo fue~ $e por ls rifosy, el ochientay sete por ciento respondié negaiva- mente. Los jus fueron los que se mostrazon mis favorables a vi- ss Tncivdad ls prorestantes los menos Fayorables; aquellos con {aducacidn universitaria se inclinaran un poco ms por el ambiente ‘urbane que los que s6locenian educacién secundaria. Pero bubo diferencias de sexo. No obstane,e sexo result6 ser la mayor fuente de diversidad cuando se investigd acerca de las aspiracionesdelos fe tower, EV horse, tas wn dia de trabajo, deseaba la pay la cal- ‘ma del campo, asi come Is oportunidad de senezetenerse trabajando nla casa yen el jacdine. Las mujeres pusieron mayor énfsis cn ha ‘er nuevas amistades yen seer weinos ageless" Viscante y anderone Elvstane rel auscroo dene en cuenaaspecios muy diferentes y «Uni entre cielo y eran (Como monesta simboizaa el centro del mundo; el tone tetrenl de los oes una esalera al io, un monumental sar sarfcal. Lara 2n inmediata para constuitlos pudo haber sido un desastre nara, tal vez uns sequia; 0 un aco de gratirad por un gran bien quis un fertllzadordesbordarscneo del Tigi. Se dice que el pueblo responds con entusiame 2 los trabajos de conscuccidn, al igual que en ora épocar de gran fervor, campesinos y nobles tesporiieron generate ‘mente cua se conseuyern ls cater. A este espectoy el igura, forms parte del vida mesoposimi de wna fora muy cifereme al {que desempei6lapirimide en a vida eyipca, Mientras aquel estaba en lcorazin dea ciudad, a shallaba ene meseta desi la tee rradelos muertos, 138 caP{TULO OCHO ‘Topofilia y entorno Dado el interés central en actisudesy valores telaivos al entorno, clos capitulos 677 até de clarficar estos concepros mediante el Senxill recurs ala dicoraméculeurt-entorno. Este proceditiento sme permit ratar esta dada desde dos perspectiva: primero desde Inenitura,y husgo desde el entorno. En los capitals 8 y 9 adopraré tna extratcga semejante, pero me ceocraré en la topofili, es deci, fn las manifestciones capecficas del amer humane por cl lsgar. Tis temas principales de este capitlo son: (1) Las mocaldaces de sepa egr ds sees havo: ded preci, ‘sual yestética hasta el contacto fscn; (2) as rlaciones entre t0 polis y factores como sshd, parencesco y conciencia del pasado: ¥ G) el impacto dela uebanizacidn en la apreciacidn del campo y de Tas tictiasvitgenes, Este conglomesado de temas refleja la corp dad del eoncepro de topofilia, Sin embargo, los temas del capitu- Jo 8 tienen algo en comin: un énfasis en el alcance, la vai y la jntensidad de los semtimientos ropoflicos. Fl capitulo 9 analiza el todo ce que los elementos del ruedio ambiente son consustancales on los contenidas de I topofilia. Una vex mus debemos recordar {que senamienta y abjero son a menudo inseparabes. No ebstante, ‘Tahecemos separa la ropofilis del entorno para facilita la expo- 19

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