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I. Una vision de —— conjunto y un resumen titties, atencin, bao ta forma colectiva de una guerra, con participacién de uno o més gobiernos; o en la familia, © en las calles. Material y sométicamente, se estan acumulando dafios visibles, lamentados por los implicados y los que no lo estén. Pero de repente la violencia esta amainando: los implica- dos pueden estar quedandose sin recursos materiales y no mate- riales; las partes implicades van convergiendo en sus vaticinios del resultado final y la continuidad de la violencia se percibe como un sinsentido, innecesaria; y/o intervienen agentes exter- nos para detener la violencia, mantener la paz, por la raz6n que sea, como evitar la victoria de aquellos a quienes no apoyan. Se inicia una tregua, alto el fuego (armistice, Waffenstillstand, cease- fire), se redacta y firma un acuerdo. Hay un suspiro de alivio. Y perplejidad. La palabra paz a utilizan tanto los ingenuos que confunden Ja ausencia de violencia directa con la paz y no comprenden que el trabajo de hacer y const-uir la paz esta a punto de comenzar {gomo los menos ingenuos que saben eso y no quieren que ese trabajo empiece. Asf la palebra paz se convierte en un muy eficaz instrumento de bloqueo de la paz. Nuestro énimo es contribuir al Ssfuerzo mundial de desbloquear ese proceso hacia la paz mis alla del alto el fuego, de forma que el «después de la violencia» Bose conviera tan fécilmente en el «antes dela violencia»! foladaan n° &8 desolador. Los muertos, los heridos, las mujeres Mladas, los traumatizados, los afligidos. Los refugiados, os des. 13 TRASLA VIOLENCIA, 38 plazados. La nueva poblacién de viudas, huérfanos, heridos y golpeados por la guerra, soldados desmovilizados. Los dafios materiales, ruinas; correos, teléfonos y telégrafos, agua y electri- ‘cidad que no funcionan; carreteras, vias férreas, puentes, rotos. Colapso institucional, ausencia de orden piiblico, carencia de gobierno. Minas y artillerfa sin estallar (UXO) por todas partes. Personas escarbando en las ruinas. YY sin embargo esto no es més que lo que se ve. En otro con- texto se ha analizado qué hacer antes de la violencia? En relacién con ello, resultaba util un pequefo tridngulo, el triéngulo ABC, fen el que A representa actitudes/suposiciones, B es las conduc- tas y C la contradiccién subyacente en el conflicto, el choque de objetivos de las partes, los temas de fondo (del inglés, A, attitu- des, B, behavior, C, contradiction). C es el conflicto de raiz. Pero segtin va fluyendo el conflicto, A y B empiezan a tomar mal aspecto: desde el odio que corroe las entrafias hasta la depresién en A, el estado interno de las partes implicadas; desde la violen- «ia fisica y verbal mas rabiosa hasta la retirada, la apatia, en B. ‘Ay B, especialmente B, constituyen el metaconflicto, el conflicto ‘que emana de, o surge tras, el conflicto de raiz, la capa superior. Sélo es visible B, las conductas abiertamente violentas. El enfoque en Conflict Transformation By Peaceful Means (Transformacién de conflictos por medios pacificos) era cémo transformar ese conflicto de raie de forma que las partes impl das pudieran hacerle frente, siendo la tesis que «es el fracaso en la transformacién del conflicto lo que lleva a la violencia. Pero también habia otza tesis, que el conflicto moviliza una reserva de ‘energia que puede ser utilizada para fines constructivos, no s6lo destructivos. En otras palabras, la violencia en general, y la gue- rra en particular, no es s6lo un monumento al fracaso de la transformacién del conflicto para evitar la violencia, sino tam- bign al fracaso de utilizar la energia del conflicto para propésitos més constructivos. ‘Antes de la violencia las emociones estaban mas constrefi- das. Tenia sentido aproximarse al conflicto de raiz como wn pro- blema intelectual que requerfa altos niveles de creatividad. Tras Ja violencia todo eso ha cambiado. Las emociones retenidas s¢ han desatado en un frenesf de locura humana colectiva. Hay destruccién masiva de todo tipo. jY bajo las ruinas, permanece el conflicto que esta en la raiz! La primera tarea para abordar el conflicto de raiz es trazar wt mapa de la formacién del conflicto, las partes implicadas, los objet 14 pis?i3 1. UNA VISION DE CONJUNTO Y UN RESUMEN -yos, los enfrentamientos /temas de fondo. La tarea correspondiente tras la violencia es trazar un mapa de la formacién de la vio- lencia, para comprender mejor como ha seguido su diabélico curso el metaconflicto, sembrando el caos en y entre los seres humanos, grupos, sociedades; dejando personas destrozadas por la guerra, sociedades destrozadas por la guerray un mundo destrozado por Ja guerra: La guerra es un desastre creado por la accion humana Para empezar a trazar el mapa de la violencia puede ser util otro tridngulo, relacionado con el triéngulo ABC: ‘Violent direct Vielencia Viotencia cultural estructural — La violencia directa, fisica y/o verbal, es visible en forma de conductas. Pero la accién humana no nace de la nada, tiene raf- ces. Se indican dos: una cultura de violencia theroica, patties, weal, etc) y una estructura que en si misma es violenta por ser demasiado represiva, explotaorao alienadora; demasindo dura o demasiado laxa para el bienestar de la gente. en oe rechaza el malentendido comin de que «la violencia esta naturaleza humana». El potencial para la violencia, como ara el amor, esté en la naturaleza humana, pero las circunstan- GPs sondicionan ta realizaciOn de exe potencial. La violencia no Por tang {i comer o las relaciones sexuales, que se encuentran Foz eodo el mundo con ligeras variaciones. Las grandes variacio- Sd olencia se explican ficilmente en términos de cultura Fastieaeei iclencia cultural y estructural causan violencia direc- como instrumentos actores violentos que se rebe- Hn contra las estructuras ‘ too de ena tusas Y empleando la cultura para legitimar 15 ‘TRAS LA VIOLENCIA. 3. El trigngulo ABC esté al nivel humano de actitudes y suposi- ciones humanas, cognicién y emociones, conducta humana vio~ Ienta fisica o verbal, percepcién humana de objetivos como incompatibles, chocando. E] triéngulo de la violencia es un refle- jo social de eso. La violencia cultural es la suma total de todos los ‘mitos, de gloria y trauma y demés, que sirven para justificar la violencia directa. La violencia estructural es la suma total de todos los choques incrustados en las estructuras sociales y mun- diales, y cementados, solidificados, de tal forma que los resulta- dos injustos, desiguales, son casi inmutables. La violencia directa antes descrita surge de esto, de algunos elementos, 0 del conjun- todel sindrome, Evidentemente la paz debe construirse en la cultura y en la estructura, no sélo en la «mente humana, pues el triéngulo de Ia violencia tiene circulos viciosos integrados. Los efectos visibles de la violencia directa son los descritos més arriba: los muertos, heridos, desplazados, dafios materiales, todos golpeando cada vez més a la poblacién civil. Pero los efectos invisibles pueden ser atin més perversos: la violencia directa refuerza la violencia estructural y cultural, en la forma que se describiré mas adelante. Y esto, a su vez, puede llevar a incluso mas violencia directa. Lo més importante es el odio y la adiceién a la venganza por el trauma sufrido entre los perdedores, y a mds triunfos, mds gloria, entre los ver- calores. También se acumula poder sobre los hombres de violen- Cia. La gente lo percibe, es escéptica sobre las «soluciones mili- tares», empieza a buscar «soluciones politicas», Estas tienden a ser estructurales, como el trazado de fronteras geogréficas. Queda al margen el aspecto cultural, incluyendo la posibilidad dee que trazar fronteras en la geografia pueda reforzar las fronte- ras mentales, que, a su vez, pueden legitimar violencia directa cen el futuro. Una guerra intraestatal hoy podria convertirse en tuna guerra interestatal mafiana. La fragmentacién geografica puede sustituir la violencia estructural horizontal del «demasiado distante» por la violen- cia estructural vertical de represién, explotacién y alienacién dé minorias dentro de un Estado-nacién. Nos encontramos actual- mente en una fase de guerras internas de secesion y revoluci Pero la distancia también puede llevar a una nueva fase de gu rras externas entre estados de reciente creacién. ‘Ademis, con un alto el fuego la motivaci6n para acciones: calado sufre con frecuencia un espectacular declive. La tea obvia seria: si las culluras y estructuras violentas producen violent 16 |L UNA VISION DE CONJUNTO ¥ UN RESUMEN directa, entonces tales cultura y estructurs también reproducen la fencia directa, En ese caso alto el fuego se convierte en un mero perfodo entre guerras, una ilusién perpetrada sobre un pueblo con demasiada fe en sus lideres. A continuacién se crea tin sentimiento de desesperanza a medida que la gente empieza a darse cuenta del cfculo vicioso: las estructiras violentas sélo se pueden cambiar mediante la violencia; pero esa violencia levard a nue ‘as estructuras violentas y ademds reforzard una cultura bélica El camino de salida esti en negar la primera premisa del dlilema, la tesis de que wla estructura (opresora, explotadora) s6lo puede cambiarse mediante la violenciam, que es en s{ misma parte de una cultura violenta. Sila contradiccién no es demasia- o agua, la politica de la democraciaes una respuesta. Sila com tradiccién es muy aguca —en tanto en cuanto los intereses crea- dos en el statu quo son cuantiosos para algunos, y también lo es elsufrimiento en términas de necesidades basicas de supervi- vencia, bienestar, libertad e identidad para la mayoria 0 la mino- Fis (en este segundo caso la democracia mayoritaria puede leg timar el statu quo)—, entonces la respuesta puede ser la politica de la mo violencia, siguiendo la senda de Gandhi Un problema serio es que la democracia (parlamentaria) y la no violencia (extraparlamentaria) tan s6lo son parte dela cultura politica en clas areas del mundo, y la democracia (que puede ser violenta en sus consecuenctas) Io ee mae que la no violencia Pero ambas se estén extendiendo con r Pero ambas se estinexendiendo con rapder y no se exclayen En este complejo de circulos viciosos podemos identificar atora tes problemas que sdlo pueden reselverse convirtiendo os cfrculos viciosos en circulos virtuosos (témese nota del «re»: de nuevo, de nevo y de nuevo): 7 El problema del truccith i le la reconstruccidn tras la violencia directa. El problema de la reconciliacién de las partes en conflicto. El problema de la reso! Eebroblema dela resolucién del conflicto subyacente, raz del Sise hace una a pace wna de estas tes cosas sin las otras dos, nose obtendré Ie nenglte 8 hace. Hegel planteaba la reconciliacin entre Ciliacion. 4 feseluciGn; Marx, la resolucién sin ninguna Sela Violencla terse Tuscon sin la eliminacién de las causas ae teat @ due ésta ve reproduzea. Hay una enor- ia y préctica que combine las tres cosas. 7 ‘TRASLA VIOLENCIA, 3. Vistenea cultura wo B, Conducta Violenia Vielenca estructural recta Pero qué significa «combinar»? Asumiendo que ya se ha producido la violencia, significa sincrénico mas que diacrénico, lineal, uno tras otro. Eso se abre a dos modelos: tres carriles separados para cada cometido; un carril para las tres tareas, El primer modelo remite la reconstrucci6n a los «desarrolla- dores», la reconciliacién a los tedlogos-psicélogos, y la resolucién. a los juristas-diplométicos-politicos; se discutirdn todos los enfo- ues. SETI segundo modelo funda Jas tareas en una sola, basada ‘en una hip6tesis fundamental: cuando mejor se puede dar la recorci- Tiacién es cuando las partes cooperan en ta resolucign y reconstruccidn. Y aqu{ puede ser también donde se encuentra el camino hacia la paz, si la paz se define como la capacidad de manejar los con- flictos con empatia, no violencia y creatividad: La capacidad de hacer frente a los conflictos es una victima importante de la gue- ra, As{ que vamos a abordar esta cuest 18 II. Sobre conflicto/ — violencia/imdgenes de paz ay que contemplar la violencia en un contexto, y el contex- to elegido es «conflicto». Hay muchos malentendidos y conceptos poco afortunados de conflicto, ese gran Creador y gran Destructor. El discurso corriente sobre el conflicto, en los medios de ‘comunicaciGn, entre los investigadores y la gente en general, lo concibe como un organismo con nacimiento, crecimiento hasta un punto de inflexi6n, y después un declive, hasta que al final el conilicto se extingue. Ese discurso sittia el tiempo cuantitativo, el kitronos, en el eje horizontal, y en su eje vertical, el nivel de vio- lencia directa, desde el primer indicio de «problemas» hasta el salto el fuegon, el kairas, momentos, en un sentido cualitativo. El conflicto puede haberse «consumido», las partes pueden coinci- dir en su pronéstico sobre el resultado y considerar inatil seguir destruyéndose mutuamente, o ha intervenido una tercera parte, obligéndoles a parar o poniéndoles de acuerdo para parar. El final se suele llamar entonces «paz», un flujo de Khronos Una lista de las principales deficiencias de este discurso incluye: * Seda la impresién de que la violencia /guerra surge de la nada, ex nihilo; compatible con la idea de'la actuacion del mal, Se da la impresién de que la violencia /guerra tiene su origen ‘en un espacio y un momento temporal precisos, y con el Primer acto violento. 19 TTRASLA VIOLENCIA, 3. + Seda la impresién de que la violencia /guerra termina sin secuelas; compatible con ideas de «terminacién de! conilicto» + Seda la impresién de un ciclo vital del conflicto con un tinico pico, y no de largos perfodos de latencia, picos multiples, ete. «+ Unaspecto que no se debe minusvalorar: la violencia guerra se percibe como una variable; la paz s6lo como un punto, cero violencia/ guerra Asf, la violencia/guerra se ve como una erupcién con un principio y un final y sin més consecuencias que las que son visi- bles al final: los muertos, los heridos, los daftos, el tipo de comu- nicados militares que hemos lamentado antes. Por supuesto, nadie es realmente tan ingenuo; hay abundan- tes estudios sobre las «causas de la guerra» y las «secuelas Pero esta imagen contrarresta tanto la prevencién como el cui- dado de las secuelas, ‘Antes de desarrollar una imagen alternativa, comparemos la violencia a una enfermedad, por ejemplo la tuberculosis. Una manera fructifera de concebir cualquier patologia humana es hacerlo en términos de interrelacion entre la exposiciOn y la resistencia; in casu entre microorganismos que operan en bue- nas condiciones de temperatura y humedad (para ellos) y el nivel de inmunidad del cuerpo, que a su vez tiene que ver con ¢l sistema inmunolégico, nutricién y nivel de vida, mente y esp- ritu. Todo esto se conjuga de forma holistica y sinérgica. Por supuesto que se pueden sefalar algunas generalidades, pero nunca cubriran completamente cualquier caso individual, dejando espacio para la empatia con la/el paciente concreto y su entorno e historial, combinando la generalizacién y la indivi: dualizacion. ‘Més en concreto, hay estudios que demuestran que los indi ces de tuberculosis descendieron més por la mejora de las con diciones de vida (nutricién, vivienda, vestido) que por el reforza- miento artificial de los sistemas inmunol6gicos mediante I vacunacién y diagnéstico temprano (rayos X) Una enfermedad no puede desligarse del paciente’ y d contexto como tna entidad abstracta con un ciclo vital propi que reclama prevencidn generalizada, terapia y rehabilitaci6 ‘Aspectos clave de exposicién y resistencia pueden estar en contexto en un sentido amplio, no en la interaccién enfermed: ppaciente. Los ciclos causales pasan por cuerpo-mente-espirit 20 I SOBRE CONFLICTO/VIOLENCIA/IMAGENES DEPAZ ro sélo por el cuerpo. Y las causas clave pueden estar bien aleja- das de los s{ntomas. Incliyase el contexto completo, y los ciclos pueden incluso ser globales (sida) y macrohistéricos (gripe). Con la globalizacién creciente esto es atin mas cierto. Tampoco puede desligarse la violencia de su contexto espa- cial y temporal. Econtexto en el espacio es la formacién de conflicto, incluyen- do todas las partes implicadas, cercanas y distantes, con todas las ‘metas pertinentes al conflicto, valores conscientemente sostenidos asi como intereses derivados de la posicién de cada cual. Un pri- ‘mer error en la practica de resolucion de conflictos es incluir s6lo a las partes en un drea de violencia limitada, confundiendo los sin- tomas con las causas, como si un médico se refiriera a un tobillo inflamado como una «enfermedad del tobillo», no como un posi- ble sintoma de disfuncién cardiaca. O al hambre como sinsufi- ciente ingestién de comida», no como un problema social. Determinados agentes més alejados, entre bastidores, pueden resultar fundamentales. El contexto temporal es la historia del conflicto, que incluye Is historia del futuro. Un segundo error en la practica conflictiva es proveer a la historia del conflicto de un principio y un final, coin- Gidiendo con un intervalo limitado de violencia, desde la primera erupeién violenta hasta el alto el fuego que se confunde con paz. Entonces se despega de la formacién y la historia un inter- valo en el drea de la violencia y se cosifica como «el incidente de Manchuria», la «guerra del Golfo», la «debacle yugoslava», sRuanda», y se contabiliza en investigaciones abundantes en latos y cortas en comprensiGn. Hay para esto, sin duda, una taz6n epistemolégica, enraizada en el empirismo y, més allé, en el conductismo: la violencia es conducta y puede observar- eel conflict es mis abstracto. Otra razén es politica: la vio- fark Puede intensiticarse no s6lo dentro, sino también wfuera rea-intervalo» y convertirse en peligrosa para otros por Mada g Rmisores comprobados de los gérmenes de la enfer- oma log Rerolenciy sterroristasy, que deben ser erradicados alo pasagermencs. Los circuloscausales fuera del drea-inter- Tanger” inclu actores muy poderosos que prefieren per- nimos y sin ser mencionados. Los medios de comunicac ‘ a aa de la linea dominante tienden a caer en todas 21 ‘TRAS LA VIOLENCIA, 38. {Qué tipo de discurso recomendarfamos para dar cabida a estas reflexiones, centrandonos no sélo en la etiologia de un determinado fogonazo de violencia/guerra y en una intervencién con contenido, sino también en las secuelas? He aqui una res- puesta provisional: © Seve quela violencia directa (declarada) tiene una pre-historia, una historia paralela y una post-historia, en reas e intervalos sin limites. ‘* Estas historias se pueden rastrear en seis espacios: ~ Naturaleza: como degradacién ecolégica/mejora ecol6gica = Ser hunano, cuerpo, mente, espiritu: como trauma-odio, como gioria-amor. ~ Sociedat: como profundizacién del conflicto /curacién del conflicto. ~ Mundo espacio): como profundizacion del conflicto /curacién del conflicto. ~ Tiempo:como el kairos de trauma/gloria, como el khronos de la par. ~ Cultura: como sedimentos de trauma/gloria, como sedimentos de paz. ‘Estos seis espacios se pueden resumir en tres: = Violencia directa/paz:a la naturaleza y al cuerpo-mente- espiritu humano. ~ Violencia estructural/paz: en espacios sociales y mundiales, como violencia estructural vertical (represién y explotaci6n); violencia estructural horizontal (las partes estan demasiado cercanas/demasiado alejadas); paz estructural (libertad y equidad, distancia adecuada). ~ Violencia cultural/pa2: legitimacién/deslegitimacién de la violencia. + Eltiempe entra como medio en el que se desarrolla todo esto. Perc mientras que la violencia directa se suele percibir como un proceso con puntos kriros,la violencia estructural y cultural, y la paz, se asemejan mas a la funci6n de pasos en esos punios Kairos. Hay un hecho que acarrea un nivel més alto o més bajo, tras el cual ese nivel es mas permanente. Como lo permanente es dificil de ver (no existe contraste) y el acontecimiento es dificil de aprehender (es demasiado repentino), es facil que ambos fenémenos pasen 22 IL. SOBRE CONFLICTO/VIOLENCIA IMAGENES DEPAZ desapercibidos. La violencia es mas facil de comprender y convenientemente se confunde con el conflicto. {Como deseribirfamos ahora un proceso de conflicto? No puede negarse que el aspecto violento del conflicto es una fun- in de tiempo como un organismo con nacimiento, madurez y mucite, si bien los procesos con miiltiples picos més que los de pico tinico pueden ser mas realistas (como las enfermedades). Pero hay tres problemas: «Esto representa la violencia como una variable y la ausencia de violencia como un punto, como violencia cero, como «alto el fuego». Perola paz también debe ser vista como una variable, en términos de mas 0 menos paz, reflejados entre otros aspectos en el nivel de interaccién positiva, cooperativa, y el nivel de amistad. + Sélo se incluye un tipo de violencia:la violencia directa, no la subyacente violencia estructural y cultural + En tercer lugar, y esto es mas psicolbgico que légico: los conceptos arriba y abajo tienen connotaciones valorativas, asfque por qué no situar la paz en el lado positivo del eje ¥ y la violencia en el negativo? Con tres tipos de violencia/ paz esto significa tres ees ¥. Asi, un andlisis de conflicto mas adecuado comenzaria con una formacién social, y valoraria los niveles de violencia/paz estructural y cultural. $i son positivos y altos, no hay que preo- ‘cuparse. Pero si ambos son bajos, tenemos una alerta previa, muy temprana. Ambos tienen una inercia considerable, siendo permanentes durante largos intervalos de tiempo, como el nivel de represién/explotacién de pueblos indigenas combina- do con el desdén occidental/cristiano hacia los primitivos/ Paganos, y el machismo que interpreta la violencia directa como catarsis. _, La violencia estructural, como la directa, es relacional, no ‘S6lo relativa, No s6lo «Y muri6 por una bala, X no», sino que «Y murié por una bala disparada por X». No s6lo desigualdad, sino falta de equidad: no es «Y tiene un bajo nivel de bienestar y dere- hos humanos» y «X lo tiene elevado en ambos», sino «X lo tiene elevado en ambos porque’ lo tiene bajon.? La paz estructural y la paz cultural se corresponden no sélo con la inmunidad en el anilisis de las enfermedades, sino con 23 ‘TRASLA VIOLENCIA, 3R. altos niveles de salud en general. Esta resistencia puede ser no ‘610 preocupantemente baja sino negativa, revelando que est actuando una violencia estructural y cultural; una base para la acci6n temprana en vez de esperar a su revelacién. Esa revelacién, como el disparo de Sarajevo,” se ve en muchas ocasiones como un acontecimiento, aunque la famosa ‘gota que desborda el vaso puede ser una imagen més adecuada. Una provocacién final, un acto adicional, con represién, mise ria/hambre y alienaci6n a niveles intolerables. La violencia puede ser expresién de desesperacién y frustracion mas que una accion calculada, instrumental para cambios basicos. Pero proba- pblemente provocaré una contraviolencia, y el proceso va desen- volviéndose, hacia abajo en esta imagen, hasta que la curva empieza a subir, menos violencia, pasando por el cero = alto el fuego, y después entra en la paz Pero entonces llega el punto basico: tras ef alto el fuego la situacién puede estar peor que cuando estallé la violencia, por las razo- nes expuestas en los capitulos anteriores. La violencia directa puede ser el mal menor, al menos a largo plazo, respecto al dao estructural y cultural causado. Es similar a c6mo se entien~ de la hospitalizacién en ciertas sociedades: como un mercado. El paciente ofrece una enfermedad y se le devuelven dos o tres enfermedades iatronicas, un error quirirgico, una infeccion, y después «hospitalitis» en forma de llagas de larga duracién en la espalda ‘La violencia directa puede haber legado a un final muy cele= brado. El sufrimiento directo se ha acabado, pero la violencia estructural y la cultural se han incrementado en el proceso. terapia conira la violencia tiene que aprender de la terapia contr las enfermedades: tiene que incluir prevencién —construccion paz estructural y cultural—e incluir rehabilitacién, lo que signi reconstruir la paz cultural y estructural otra vez. Y una y otra vez Reiteremos: los conilictos se producen sobre objetiv incompatibles; la violencia es para causar dafto. Una fuente violencia es causar dafo a las partes que entorpecen el ca sila cultura justifica tal violencia." De abt la divisién de los ci vitales de los conflictos en tres fases, simples pero significative antes de la violencia, violencia y después de la violencia. ‘Antes de la violencia, intentar desbloquear la incompatit dad y prevenir la violencia en general. Esto es tanto més f ‘cuanto mis alto sea el nivel de paz estructural y cultural: hay. alto nivel de participaciGn; una sociedad civil floreciente, ri 24 1, SOBRE CONFLICTO/VIOLENCIA /IMAGENES DE PAZ con puentes sobre las divisiones conflictivas, lites que conciben cl conflicto como material en bruto que debe procesarse hacia ms altos niveles de pacificacion, y por medios pacificos. No hay violencia en tal cultura, hay paz. Negando todo esto se obtienen conflictos monopolizados por lites que utilizan la violencia para «arreglar> el conflicto y para asegurar su propia posicién, y la poblacién queda orillada, obser- ‘vando, esperando, aceptando el monopolio de las élites naciona- les y de las élites mundiales de la «comunidad internacional Hay violencia en esa cultura, porque «esta en la naturaleza humana, asi es la vida» De esa forma, la fase I se desliza hacia la fase Il, se produce la violencia con todos, la mayor parte 0 muchos de los efectos {que se sefialarén en el cuadro 1. Hay un alto el fuego y la fase Il se convierte en la fase IIL. ;Qué hacemos? Aprender de las perso- nas: hacen lo mismo que las hormigas cuando se destruye su hor- ‘miguero: inician la reconstruccién (véase el capitulo VID. Pero de los seres humanos deberiamos esperar més. Tanto si la guerra ha sido «interna» como si ha sido «externa», existe la necesidad de algin tipo de reconciliacién (véase el capitulo VID. Las personas no pueden vivir para siempre separadas y en angustia perma- nente. Y es necesario hacer en la fase III lo que no se hizo en la fase l,resolucién (véase el capitulo IX). Si no, la fase III se convier- teen la nueva fase I, reproduciendo la tragedia,

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