3.3. La adquisicién de la competencia escrita
La adquisicién de la lengua escrita no sigue el mismo proceso que la
lengua oral. En condiciones normales de socializaci6n, ésta es la primera
que se adquiere y sdlo en la segunda infancia (a los 5 0 6 afios de edad) se
enfoca, en nuestro 4mbito cultural, el aprendizaje sistemdtico de la lengua
escrita. Se efecttia en unas condiciones distintas a las de la lengua oral; un
rasgo esencial es que la persona tiene ya una competencia lingiifstica fun-
dada en su actividad oral. Una de las primeras necesidades es la adquisi-
cién del cédigo grafico de representacién lingiifstica. Aunque en el momen-
to del aprendizaje este c6digo es un simbolismo de segundo orden con res-
pecto al de primer orden (el sistema simbélico sonoro), una vez adquirido,
_ $e convierte gradualmente en un simbolismo directo (Vigotsky, 1978: 106).
Con esto se advierte que, aunque en una primera fase es inevitable la tra-
duccién de un cédigo a otro, muy pronto la expresi6n escrita ird perdiendo,
en gran parte, la mediatizaci6n de la lengua oral. El sistema lingiifstico sub-
yacente que posee el hablante tiene, a partir del dominio del cédigo oral y
del cédigo escrito, dos pautas sobre las que puede desarrollar una gran di-
versidad de funciones. Estas vienen condicionadas por las practicas discur-
sivas del entorno cultural y social.
La caracterfstica m4s importante de la adquisicién de la competencia
escrita es que estA sometida a un aprendizaje institucionalizado, que tiene
lugar en centros de instruccién y de educaci6n. A pesar de que la lengua es
crita est4 presente en el entorno cotidiano, el aprendizaje del cédigo exige
un adiestramiento y una preparaci6n especifica. La alfabetizacién es la con-messin oa ane m ee
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les que se ‘manifiestan a través de la lengua. Para Bernstein (1971-1975),