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del nuevo milenio INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS TEOLOGICOS JUAN XXill -ISET REVISTA SEMESTRAL ANO5-N°9 AGOSTO - DICIEMBRE 2005 El legado de Juan Pablo Ii PS 1K L a Colaboradores de esta edici Card, Juan Luis Cipriani Manuel Diaz Mateos Ricardo Antoncich Edith Paredes Tapia Mons. Norberto Strotmann Mauro Vallejo Gregorio Pérez de Guerefiu ‘Tomas Kraft Marcelo Vasquez Dositeo Alday Luis Ascenjo Alfredo Cadenas 290 Pueblo Libre Lima=21 Pert E-mail; iset@terra.com.pe ‘Web: www.isetjuan23.edu.pe Gnfinag SRL Keka713- Lima elt 4247581 Erma galmapeamautac net pe Lo que se expresa en los articulos es opinién de los autores. indice Pag a 5 Juan Pablo I, facetas de wn pastor 9 CIPRIANI THORNE, Card oat Ls La herencia de Juan Pablo I: #Tereconocemos, Seroyal partir el a sraninonenee 15 DIAZ MATEOS, Manuel Retos de Juan Pablo I frente ala cultura, Prdhecn yet mamdo laboral - a 31 "ANTONCICH, Ried ‘Retos pastorales del mensaje de Juan Pablo I para Tos jovenes de hoy .. set at PAREDES TAPIA, Fath Criterios para una accién pastoral desde la palabra de Juan Pabloll 47 STROTMANN, Mons. Nott Mi servicio a la Iglesia, en et Instituto Superior de Estudio Teolégicos Juan XXII» ISBT 8B PEREZ DEGUERENU, Gregorio LY KRAFT AUCHTER, Tomi CCiisis de crecimiento en la iglesia de ayer 9 hoy. 7 ‘VASQUEZ CAREONELL, Marcelo Reseftas 103 Editorial LAPRESENCIA DE JUAN PABLO II ENEL PERU Enrique Segovia “Vengo a celebrar con vosotros el misterio pascual de Jesueristo para insertarlo més profundamente en la vida y en la historia de este pueblo, que muestra un hambre insaciable de Dios, hambre de pan, hambre de paz y de justicia.” (Suan Pablo IL ; Callao, mayo de 1988). EL Papa Juan Pablo If es reconocido tuniversalmente como unode los gran- dds personajes del siglo XI, el lider ‘mas carismatico de nuest-a época, un hombre de una tenacidad yuna fuer- za realmente excepcionales, que con sus palabras, sus gestos y sus viajes moditicé la geografia del mundo y le imagen de la Telesia y, también, las relaciones entre las naciones y las religiones, insertando asia la Iglesia cen el dinamismo de la modernidad y ‘mostrandose, a menudo, come la Gn @ Voz valiente en defensa de la hu- ‘manidad y de sus valoresmds autén- ticos y profundos. El Instituto Superior de Estudios Teo- lgicos ISET Juan XXIII ha querido, en la XXVI Semana de Reflexién ‘Teologica, rendir homenaje y carifio- so recuerdo al Papa Juan Pablo Il Pastores del nuevo milenio en este niimero, ustamente dedicado al ega- do de Juan Pablo II, recoge como articulos de fondo, las ponencias prin- cipales, El Cardenal Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Peri, en su ponencia de apertura Faceras de un Pastor, recordé a Suan Pablo Il des- tacando que el Papaen su dimension de Pastor era un hombre abierto a la esperanza. “En una ocasion en que me pidieron ayuda para preparar un posible esquema sobre Ia vida del Papa, me indicaron que al Papa le _gustaba mucho el pasaje dela prime- 1a Epistola de San Pedro: “Dales ra- zon de tu esperanza”, Y esa fue la lines habitual de su condueta y de su predicacién, junto a su pasién por la verdad. :Por qué? Porque la verdad Jos hard libres, repetia insistentemente: Juan Pablo II era un apasionado de la verdad y de la esperanza como el mayor don ereado y dado por Dios, Dos son los ejes de Ia expasicién de Manuel Diaz Mateos, $3 ‘Tomando como icono significativa la imagen de Juan Pablo Il orando, des- taca a oracién como centro de la Vida y fuente de la energia espiritual del Papa y luego, sobre el tema de la eu- caristia, enfocado con el titulo: Te reconocemos, Seffor, al partir el ppan, plantea que “el hombre es el pri- ‘mer camino que la Iglesia debe reco- rreren el cumplimieata de su misién, 4lesel camino primero y fundamen- tal dela Iglesia, camino trazado por Cristo mismo.” (RH 14) Insiste Diaz Mateos: “Te reconocemos, Seftor, al partir del pan”, la eucaristia es sa- cramento de la presencia de Cristo, erono presencia estitica, sino pre- sencia dindmica y transformadora: el sacramento de la misién, Retos de Juan Pablo II frente a la cultura, la produccién y el mundo Jaboral. Reflexiones sobre las gran- des conviecienes cristianas de Juan Pabio Il frente a estas realidades es el tema desarrollado por Ricardo An- toncieh, s, Juan Pablo Il vivié el Con- cilio Vaticanoll, momento privilegia- do para el diagnéstico de la situacién de la Iglesia y del mundo modemno. Karol Wojtyla queria dar un aporte para que el hombre descubriera st propio valor y su dignidad. Mientras se desarrollata el Concilio, esc bia su obra Fersona y accién. Con Persona y accién aporta un instru mento para lalglesia y el mundo. No ‘queria 61 proponer una filosofia nuc- ‘va, sino relacionar el tomismo con la nuova filosofia de la conciencia a tra- ‘vés del “métoco fenomenolégico”. En 1a fentomenologia, la persona y la ac- cin son dos polos que tiene el hom- bre para pensar en sus obras; al ana- lizar Ia accién podemos llegar a la persona: pore! andlisis del hacer po: ‘demos llegar al ser. El propone que si el mundo es castico es porque yo soy ceabtico; él quiere partir de la perso- na, transformar a la persona porque “personas que cambian pueden cam- biarel mundo”, Del Pane! Juvenil,recogemos os re- tos que implican las palabras de Juan Pablo Ila lajuventud, a través de las palabras de Edith Paredes, alumna de 5° Affo de Ciencias Religiosas. Bla se dirige a quienes son responsables de guiar a los jOvenes y plantea el desafio de invtaros - proveerles los tmedios para cllo- a asumir el reto de Juan Pablo II de ser “sal y luz del mundo”, y asfcomo la sa se usa para dar sabor y conservar los alimentos, ‘como apéstoles del tercer milenio, ‘conservar y mantener viva la presen- cia de Jesucristo. Criterios para una aecién pasto- rral desde ta palabra de Juan Pa- blo 11 es ta ponencia de Monsefior Norberto Strotmann, msc, Obispo de Chosica. Parte del andlisis de la situacién social y de a sitacién ecle- destacando su evidente relacién, establecer luego los riterios teo- légico pastorales para responder a los grandes retos. Concluye con las indicaciones de pricticas urgentes para la pastoral en el Peri Cierra esta seccién de Pastores una Breve cronologia del Pontificado de Juan Pablo IL En ella, Mauro Va- Higjo, presenta las visitas y documen- tos misimportantes, deteniéndose en los mensajes pronunciados en las dos visitas del Papa al Peri. Compartimos también con nuestros lectores dos temas por la celebracién de los 39 afios del ISET ~ Juan XXII: el testimonio de Gregorio Pérez de Guerefls, ofim, destacado y aprecia- do profesor, laparticipacion de Tho- ‘mas Kraft, op, en la IL Jornada de Re- flexién Fios6fico-Social,realizadaen ‘el mes de octubre en nuestra casa de cestadias, Incluimos también ta sintesis de la tesina del alumno Marcelo Vasquez. ‘Carbonelt(promocién 2003) y fa re- ccensién de dos libros a cargo de dos profesores de nuestro Institut. PASTORES = way mee iia JUAN PABLO II, FACETAS DE UN PASTOR Excelentisimo monsefior Pacifico ‘Tomasi, P. Enrique Segovia, Rector del ISET, profesores, alunos y gos todos en Cristo: Aqui estamos con ocasién de la ce- lebracién de la XVI Semana de Re- flexién Teolégica, onganizada por el Instituto Superior de Estudios Teols- gicos “Juan XXIII” -ISET, tomando para ello los mensajes del Papa Juan Pablo Il en su visita al Peri en los afios 1985 y 1988, Me han pedido hablar de s4 faceta ‘como pastor. Mezelaré de un modo breve algunos recuerdos personales on el Papa Juan Pablo Il y aspec- tos de lo que su ser Pastor lo ev6 a rmarcar en su ensefianza, en su vida, en st magistetio en estos 27 aflos de su pontificado, En primer lugar, es evidente que el Papa centra su razén de ser como Card, Juan Luis Cipriani Thorne persona, como sacerdote, come obis- po y finalmente como sucesor de Pedro, en la persona de Cristo, Re- cordarén ustedes que en la Re- dempior Hominis el Papa advierte que el hombre que no conoce al Ver- bo, a Dios hecho hombre, permane- ce desconocido para si mismo, es decir, la verdad de nuestra propia identidad la encontramos en el mis- mo Crist. Esta aproximacién a la Cristologia, bastante agustiniana, supone una in- novacién muy grande, una viveneia fruto de su formacién fenomenoligi- 8. Cristo, el tnieo Pastor, nos lleva 14 muchas conclusiones. Asi como Juan Pablo Il, iluminaba, Benedicto XVles lineal, introduce un planet Imiento y lega hasta el final, EI Papa Juan Pablo I nos dejé una luz muy fuerte: “O es Cristo que vive en miono soy nadie”, asi de radical, PASTORES Hee niin | ElPapa centrasu razén de ser como persona, coma sacerdote, como obispo y fi- nalmente como sucesor de Pedro, en la persona de Cris. elimina toda ideo- logia que uierains- trumenta- lizar el mensaje de la fe al serviciode cualquier otra idea. La gracia de Cristo ilumina con bastante elari- dad la vida espiritual, Ia vida mate- rial, los cambios de estructura, la vida social y Juan Pablo TI con su respuesta, hneroica nos hace presente a Cristo Vivo. Nos conmueve su gesto, su palabra, su amor, su cariffo, su cor dialidad, ese derroche de amor a los. dems, esa amabilidad y agrade: ‘miento tan grande que tiene al ser acogido en un pais, al agradecerle a su presidente, al recordar a los mi- sioneros, al hablarles a los religiosos, Jogrando que desde el més seneillo hasta el mas intelectual se conmue- vva porque sienten en él In prosoncia de Cristo Vivo, El Papa Pablo VI decia, en la Evan- geil Nuntiandi, que el mundo de hoy ‘mas que palabras pide testimonios; que el mundo de hoy reclama més que grandes discursos, testigos vivos; y el Papa Juan Pablo Il era conoce- ‘or de estas palabras, Justamente menciona esta referencia a Cristo cuando acepta ser elegido Papa: “en obediencia de fe a Cristo mi Sefior, ‘confizndo en la Madre de Cristo y de la iglesia, no obstante las graves difi- PASTORES FT anaes ntti cultades, acepto” Este planteamien- to desde el primer momento de su elecciGn hasta el timo instante de su vida es un sello que marca toda su actividad intelectual, pastoral, apos- télica, social, todas las dimensiones de su magisterio, Es el gran regalo que Dios ha queri- do darnos con este Pape y que conti- nia en el Papa Benedicto XVI, con esa presencia real de Cristo y ese ser hijos de Dios en Cristo Bsa insercién ddenuestra vida en la vida intratini rigs una revolucién de tal categoria que resulta dificil asimilarla, pero va- ‘mos caminando,y hemos visto en este aio de Ia Eucaristia una explosién de caro, una explosion de fe en el ‘mundo entero. En el Sinodo lo éscuchaba con testi monios de Asia, de Africa, de Euro- pa, de diferentes modos y diferentes, mmaneras. Ese asimilar que Cristo vive cen su Iglesia es algo que en la medi- da que lo vayamos haciendo vida pro- pia, va a surgir con wna fuerzt ex- traordinaria. La Iglesia no es proyec- todeningén obispo, ni del Papa, nide lun grupo de religiosos, ni de tres ca- tequistas jNo! La Iglesia, hoy, es Cuerpo Mistico de Cristo, Hace poco, decia Benedicto XVI, que Jalglesia vive el Evangelio queno es suyo, sino que es la Palabra de Dios Permanentemente actual, la que nos ensefa la teologia interpretada a la Juz de la tradicién y del magisterio. Pero no es un evangelio a gusto del ‘consumidor o del cliente, esa unidad con Cristo nos leva a un enorme res- peeto por la Iglesia, por la Sagrada Eseritura y a una profundizacion de lo que es el magisterio, Esta cercania con Cristo significara también un renacer de la presencia del Espiritu Santo, animando cada vez nds la Iglesia El Papa pronuncia con esa claridad tan grande, las palabras de Cristo: “No me habéis elegide vosotros a mi, yo los he elegido a vosotros y los he destinado para que deis fruto y que este fruto permanezea”. Ei tiene Conciencia en su humildad de que des- de que nace hasta que mucre esti ‘cumpliendo una misién de obediencia aia fe, lo que falta cada vez mis es Peregrinacién en la fe, Ya no la pe- regrinacién fisica, cronolégica inte- lectual, sino ese otra recorrido inte- rior que el Papa, en esa mistica, nos resentabe de un modo tan atractivo. nesa humildad de ser conseiente de que su razén de ser es absolutamen- {eel abandono en las manos de Dios, demuestra Juan Pablo TI una perso. nalidad muy fuerte. Fijate el contras- te: ;Cuanto més me abandono con hhumildad en fas manos de Dios, mas se necesita la personalidad y la ma- curez de carécter! Digo todo esto para que no exista preocupacién de que una excesiva ‘piritualidad o vida de oracién pue- a convertir a un hombre en indeci 50, a una mujer en débil de caréeter No! Para abandonarse en las ma- nos de Dios hace falta mu- cho tem- peramen- to, mucha personali- dad, mu- cho cardc- ter, El Papa no acepia- ba la vio- lencia, no El Papa no acep- tabala violencia, no aceptaba la injusticia, y al mismo tiempo Jamés se le vie~ ron gestos de odio, siempre tuvo ternura en el corazén para todos. aceptaba le injusticia, yal mismo tiem= po jams se le vieron gestos de odio, siempre tuvo ternura en el eorazén para todos, pero no aceptaba com- ponendas, No hay que olvider que el Papa ‘Nicaragua tuvo que enfientarse pr ticamente a un desafio en la Santa Misa; en Chile sabe que esta en ma- hos de la presencia de Pinochet; en Ayacucho sabe que esté con sende- ro; el Papa se va a Polonia y sabe que hay una opresi6n del régimen comunista, este papa es martirizado en la Plaza de San Pedro, pero, en esa firmeza no encontramos ni un milimetro, ni un grmo de odio, de vonganza, de resentimiento, jno, no, no! Esta es una leccién impresionante do abandono y confianza.en el Seftor. ‘Yo me atrevo 2 decir que la fuerza del Papa fue la oracién, tengo mu- ‘hos ejemplos prcticos, recuerdo dos: En una visita ad fimina en Castelgan- dolfo, me preguntaba por el terroris- PAT renin TT La fortaleza de ‘este Papa que re- corrié més mun- do que todos, que escribié mas que todos, que hablé con todos en to- dos los idiomas, que tuvo una apertura u todas fas culturas, que ‘fue realmente un aire fresco para un mundo cansa- do, fue la oracién intensa. ‘mo, por la violencia, porla gen te pobre, por los se~ por las vo- por los re ligiosos ran ocd las que el Papa pre- jguntabaal Obispo acerca de su trabajo y yo le presenté las cosas con la mayor sinceridad: Santo Pa- dre no hay vocaciones, son tan s6lo siete muchachos, le explicabs lo que estabamos haciendo y al terminar el Papa decia: Oracién Hablamos también del deporte, yo estaba en esos dias con la rodilla lo- sionada y el Papa pregunt6 qué habia, pasado, leexpliqué que jugando bés- quet me habia lesionado y me dice: "Yo también estoy con la rodilla hin chada”. Para acabar la entrevista me dice: “Bueno, resumiendo, oracién”. Recuerdo que entré un obispo des- pués de mi y salié al cabo de cinco ‘minutos y me dice: Cipriani, qué te ha dicho el Papa, te lo pregunto por- que el Santo Padre me ha dicho: pre- _gintele a Monsefiar Cipriani que es leque él ya sabe. Y le dije: jOracién! PASTORES tra angedota muy cereana. La it ‘ma vez que vial Papa, un par de sem nas antes de mori, yoestaba en Roma, por suerte, en una reunién de la Con- ‘gregacin del Culto Divino y el Papa estaba en Gemelli, Quise averiguar sobre su estado de salud. Le eseribi una earta y me acerqué al Policlinico donde estaba internado y por esas ct sualidades quien me tendié me pidi6 esperar un momento, luego me hizo ssubiral décimo piso, donde estaba Mon- seflor Stanislaw y mehizo pasar ana sala, Le dije que yo s6lo habia ido a dejar una carta al Papa. Dijo jno! ‘Quédese un rato y acompatieme, el Papa staal lado, hemos habilitado una capillay él esth all. Después me pidio ‘que lo siguieray entramos por lapuerta posterior, habla un sagrario, el Papa ‘estaba en esa silla que usaba dltima- ‘mente, una monja polacalle leiaal ofdo. Estuve unos 30 segundos y me reir La fortaleza de este Papa que recorrié ‘més mundo que todos, queescrbié mis que todos, que hablé con todos en to- dos fos idiomas, que tuvo apertura a todas las culturas, que fue realmente tun aire fresco para un mundo cansado, fue la oracion intensa. Esa idea de que la oracié nos aleja dela accién no es real, Dios es Ia Accién, es el Espirit y la medita- cin pura. No tengamos miedo de te- ner mucha vida de piedad o mucha intimidad con el Seror en la Eucaris- tia, Una intimidad seria con Jess lleva a una acién apostica impre= sionante, una aciénapostlica sin El €5 peligrosisima Ep el aio 83, el Papa empieza esa prédica de Ia nuova evangelizacién, ‘nueva en su ardor, nueva en sus mé- ‘todos, nueva en sus expresiones, en la Novo Millenium Ineunte ya exis te algo de ardor en el tema del afio de ia Eucaristia, pero nueva en sus métodos, nueva en su expresi6n. Esta semana teolégica nos ayuda a aproximarnos a ese Seftor que real- mente quiere darnos una fuerza muy grande. Recuerdo que en otra ocasién estan- do en Roma, el Papa dijo: “{Les pa- rece bien que el Papa salga de via- je?”, Nadie contest, y luego en el almuerzo volvié a preguntar: “2Qué les parece que el Papa viaje mucho?” ‘No contestamos por segunda vez. El Papa dijo: “Hay algunos a quienes no les gusta que el Papa salga mucho, pero va a seguir saliendo, porque si cl mundo no llega a Roma, Roma sale al encuentro del mundo”, Al ver el nivel de problemas dificultades que habia en el mundo se lo tom6 como torea personal, como el Pastor que deja las noventa y nueve y va a bus- cara la que ha perdido, El Papa dejaba todo, se subia al avién ¥yno paraba, porque queria ver aceda ‘uno. Esto fue para nosotros un regn- Jo que evidentemente el Sefior bendi- jo con abundantes frutos Este ejemplo nos leva también a dar- nos cuenta de que cada alma vale toda la Sangre de Cristo y lo digo es- Pecialmente en las comunidades reli- sgiosas, no vaya a ser que por captar ‘nuevos amigos y nuevas vocaciones se olviden de los que estan al lado y no se den cuenta de que necesitan ayuda. {Comunidades Religiosas! jAmbientes parroquiales, vide, cari- EI Papa en su dimensién de Pastor cea un hombre abierto @ Ia esperan- 2a, Siempre lo vi como el hornbre de laesperanza. En una ocasién en que ‘me pidieron ayuda para preperar un posible esquema sobre la vida del Papa, me indicaron que al Papal gus- taba mucho un pasaje de la primera Epistola de San Pedro: “Dales razén de tu esperanza”. Estas fueron las lineas habitusles de conducta y pre- dicacién, junto a ellas su pasién por la verdad gpor qué? Porque 'a ver- dad los hari libres. Y él era un apa- sionado de la verdad, de Ia espera zzy de la libertad como el mayor don creado y dado por Dios, ilumin do por la libertad y el derecto a la verdad. En cusntoa lacullursel Pupaeracons- ciente de que estébamos asistiendo a Jaimuerte a final, al agotamientode una culture, y poreso, ha dejado cimientos de una nueva cultura que nos toca de- sarrollar. Evidentemente, la cultura donde él nacid y vivi6 est précticamen- te muerta, no da mas de si, estamos ‘viendo yalaescoria final de fa caltura: claborto, la violencia, secvestros,laper- misividad, los matrimonios gays, esta- ‘mos en el tramo final de fo que puede ser una cultura y no vamos a dejar que la cultura sueva sea puramente tec- nolégica jNo! PASTORES Bueno, esa nueva cultura —decia el Papa~ los sistemas que va creando ‘el hombre son siempre imperfectos, tanto mas imperfectos cuanto més se jguro esta él de si mismo, Este inten- to de fabricar el hombre del futuro de manera virtual a través de la tele- ién, dela internet, del celular {Not ‘Nome voy adejaraplastar como una particule del cosmos que es organi- zado por tres o cuatro poderosos del ‘mundo jde ninguna manera! El Papa nos advertia proféticamente sobre este intento generalizado, Estas son breves ideas de la faceta de Pastor, de ese amor ala verdad, la libertad, ala dignidad dela perso- na, de ese portador de cultura, Para Juan Pablo IIIa culture no era un cuadro, una poesia (No! La cultura esalgo que brota, sel vehicula enel cual se sube la humanidad, es la for- ma de comunicaci6n de los hombres, son miles de expresiones, pero si se pierde a densidad espiriual de lo que ¢ la persona humana pierde su co- newidn com Cristo, perfecto Dios y perfecto Hombre. El Verbo, la Pala- bra se hizo earne. Simi palabra parti- cipa de la Palabra, permanece, se siente actual, es la palabra de Dios. ‘Cuando el mundo empieza jugar con el significado de las palabras, también es sefal de agotamiento de una cul- tura Hablemos de Maria en qué vientre estuvo Cristo? En el vientre purisimo de Maria, gquién puede ser ef mode- lode criatura? Maria, reada en ple- PASTORES mune aio nitud de gracia. La Virgen Maria més que una devocidn es una participa- cin -vamos a decirlo asf- de la cual nosotros debemos entrar a formar parte, no se concibe participar de Cristo sino es a través de Maria. La ccercania con Maria es seta inequi- voca de cercania con Cristo, si se quiere ser un hombre eucaristico, que la Eucaristia pase por Marfa, La funcién importante de la fe -dice cl Papa- para cambiar a las personas ¥y mediante ellas a la sociedad, son ios ideales los que quiero servircon mis citas y desearia que toda sea una ayuda para el robustecimierto de la fe del pueblo peruano. Hermanos, Dios ha querido regalar- nos esas muestras de pieded popular que conmovian al Papa, El Pape se ‘emocioné con la peticién de bendicio- nes, por el amor a la Cruz, al ver esas imagenes de la Virgen, como. hhubiera intuido vestigios de la prime- ra evangelizacién y al Hegar lo hue biera comprobarlo. Estas sefiales de piedad popular son tun regalo de Dios para América La- tina y un vehieulo que no éebemos ddescuidar, vale la pena profurdizar en elas, conocertas més a fondo y des- dealli, y estoes lo quee! Papa Bene- dieto XVI vaa desarrollar mucho, la llamada universal « la santided que compromete de manera especial a todos los bautizados. Machtsimas gracias. LA HERENCIA DE JUAN PABLO II: «Te reconocemos, Sefior, al partir el pan» 1-Diffcultad del tema Hablar de la herencia de este gran Papa es tarea imposible, ardua y for- _zosamente limitada, Limitada al Pera, ‘en primer lugar, puesen sus 104 vie- jes por el mundo ha visitado 130 paf- ses ynos6lo cl Peri, evidentemente ‘A través de lo dicho a otros herma- ros en la fe, también nosotros pode: ‘mos aprender. A pesar de haber pro- rnunciado més de cuarenta discursos cn Peri, ellos representan un porcen- taje minimo de Ia herencia de este gran Papa. Y es igualmente limitada la terea por- (que se trataré de una visién muy per- sonal la que yo pueda dar, en la que necesariamente habra que sintetizar ¥ simplificar, no sélo por razén del tiempo disponible sino, sobre todo, porque seré mi visién personal. Cada uno puede hacer la suya (y estoy se- guro de que en muchas cosas no co- incidiriamos) y ahfestén losdocumen- Manuel Diaz Mateos {os pare los que quieran ampliarla. La mia es ésta que aqui presento. Mi cexposicién tendré dos momentos im- porlantzs de acuerdo con el doble ti tulo que le he dado: la herencia del Juan Pablo I el tema de la Euca- ristia sagerido en el Iema “Te reco- nocemes, Sefor, a partirel pan”. Pero ccomencemos presentando un icono significativo de este gran Papa. 2 Un icono significative Juan Pablo If ha entrado en la lista de los grandes y de los santos. Basta, recordar el entusiasmo y la impacien- cia por proclamarlo santo, Es un papa .que ha batido records como ningin ‘otro papa en la historia, He aqui al- unos datos: ha realizado 104 viajes 48 130 paises con tantos kilémetros ‘como para dar 29 veces la vuelta la tierra; ka pronunciado 3.300 discur- 808 y ha escrito 14 enciclicas y 13 exhorteciones apostélicas; en sus audiencias de los miércoles (1.160) PASTORES lene so han purticipados més de 17 millones de peregrinos; ha proclamado 482 santos y 1338 beatos. Impresionan igualmente sus 738 au- diencias a jefes de estado y los en- eventos multitudinaios en cualquier pas que visita, lenando hipédromos, estadios o plazas, Lo hemos visto ro- deado de jovenes de pobres, de lide- res religiosos.¥ ha sido un papa que hha experimentado dos atentados. El prime:o conmocioné al mundo, Ha sido realmente un papa del mundo y diemultitudes, Pero hay una imagen que a mi perso- rnalmente me ha impresionado y que quiere recordar ahora, como sintesis y fundamento de su aceién y de su Presercia en el mundo: es la imagen que loha mostrado de rodillas, ezan- do. Le hemos visto arrodillado en su capilla privada, o en los campos de conceatracién 0 ante la tumba de Monsefior Romero, o ante los santos lugares en Jerusalén, o ante el san- ‘tuarioo imagen mas significativo del pais que visitaba, Aunque hubiera zente a su alrededor, se abstraia y se postraba anteel misterio que invadia su persona y su vida, Creo que de se encuentro personal con Dios iera- diaba su apertura al mundo, Esta imagen del Papa rezando nos hhabla de lo que era el centro de su vida y de dénde sacaba la energia espiritual para ser el Papa de todos. En mi opinién, esa imagen es la que mejor expresa la sintesis valiosa que ros tresmite: ser, al mismo tiempo, hombre de Dios y hombre entregado ‘a todos nosotros; porque estaba cen- ‘trado en Dios, se hizo servidor deto- dos hasta el final. Lo que viviaera lo ‘que nos entregaba. Es testigo de una doble fidelidad, Exigida por la fe: Ia fidelidad a Dios y la fidelidad al hon bre, como lo expresa significativa- ‘mentee! titulo de su primera ercieli- cca: “El Redentor del Hombre”. El Redentor y el redimido, juntos en la ‘misma preocupacién y en la misma 3 Un documento programético Bien podemos considerar Ia enc cca Redemptor Hominis un docurnen- to programitico en el que coinciden tres fidelidades que Juan Pablo II uiso trasmitir a la Iglesia: Ia fideli- dad al Concilio, la fidelidad a Cristo, ‘como centro de nuestra fe, y la fide- lidad al ser humano, como exigencia de la misma fe. a) La herencia del Concilio Vaticano u Antes de hablar a herencia a Pero, pemitanme hablar de laeenci de Ia Ielesia que Juan Pablo Il resibe yras- ritea a Iglsi, Entrga lo querecie, aunque adaptado a nvevassituaciones. Deeste modo sinuos, lo que nso Anosotra, ene eantexto mis amplio delatradicin y dela glesia universal. El mismo nos habla de esta heroncia ens primera encielca de marzo de 1979, a los escasos cinco meses de su eleccién como papa, publicé su primera enefelica “Redemptor Hominis”, que bien padigramos definir como"programs- tiea” de su pontificado. El papa Be- nedicto XVI la llama “la mis perso- nal y el punto de partida de as demas cencielicas™. Mirando al futuro, la cenciclica tiene en mente l jubileo de {a Encarnacién del 2000, centrado en Cristo, , segtin el papa Juan Pablo, todos los aflos que faltsn para esa fecha deben ser un gran aiviento que prepara la venida de Cristo al mun- do, Pero esto no es sélo una oou- rrencia suya, viene de atsis porque, ‘como éI mismo nos dice, el Papa se siente heredero de una ‘rica heren- cia vigorosamente enrazada en la cconciencia de la Iglesia, gracias al Coneilio Vaticano IT” (RH 3) En este contexto se sitia ia eleccién del nombre “Juan Pablo I”. *Con esta eleceién, ~nos dice el Papa si- uiendo el ejemplo de nuestro vene- rado predecesor deseo, al igual que 41, expresar mi amor por la singular herencia dejada a la Iglesia por fos pontifices Juan XXIII y Pablo VP" (RH2), papas del Concito Juan Pablo ly con él toda le Iglesia, recibe el Concilio como fuente de ins- piracin y como tarea y, por es0, bien Te podemos llamar Paps del Con EI Concilio es una buena sintesis « hilo conductor de su pontificado y un primer aspecto, muy importante y ccontral, de esta rica herencia de Ia _que también nosotros somos herede- ros. Es Papa del Concilio no slo por- ‘que partcipé activamente en él, sino Porque lo asummié como mision y sin- tesis de su ministerio, por eso nos puede decir que “las vias por las que ‘el Concilio de nuestro siglo ha enca- rminado a la Iglesia, permanecen por argo tiempo las vias que todos noso- ‘ros debemos seguir” (RH 7). ‘A.los 20 aflos de la clausura del Con- cilio, nos confesaba: “el Concilio es el constante punto de referencia de toda mi accién pastoral en el com- ppromiso responsable de traducir sus directrices en aplicaciones concrotas, Yy fieles". Y al celebrar nosotros los 40 afios de la elausura del Concilio. debemos hacer nuestro su consejo de cenrumbar el nuevo milenio “a la uz. del Concilio” como nas dijoen sucarta, Al comtenzo del nuevo milento, En ella nos recordaba que “a medida que pasan los aifos, aquellos textos no pierden su valor ni su esplendor. Es nocesario leerlos de manera apropia- day que sean conocidos y asimitados como textos cualificados y normati vos del Magisterio, dentro de la tra- dicién de la Iglesia. Después de con- cluirel Jubileo siento més que nunca el deber de indicar el Concilio como a gran gracia de la que la Iglesia se ha heneficiadn on ol sigha X¥ ‘Con el Concilio se nos ha offecido una brijula segura para orientarnos en el Ponti Universided Lateronense ceccade a elder ln 29 aoe Ge ponbeaso 82 + LOmervatore Romano CXXV, w 22, 27-1-1985 roa ceamino del siglo que comienza” (NMI 57), El coneilio es una gracia conce- didaa la Iglesia, produce textos nor- ‘mativos del Magisterio y son una bri jula segura para nuestra tarea ecle- sial en los tiempos que vivimos. $ recuerdo ahora estos textos es por= que los considero un buen antidoto contra latentacién del olvido, Por Ia fidelidad al concilio estaremos bien enrumbados en el milenio que ‘acabamos de comenzar. Debemos tomar en serio el Coneilio porque es la herencia de la Iglesia para todos. Y un desafio muy concreto que el Concilio nos plantea es la tarea de corregirlo que el mismo Coneilio Ha m6 “el grave error de nuestro tiem= po, el divorcio entre la fe y Ia vida” (GS43 ). Dicho desafio, a mi enten- der, constituye la perspectiva desde la que se puede leer la encfctiea Re- demptor Hominis, asi como todo el ppontificado de Juan Pablo Il. Citamos un largo texto de la enciclice espe- cialmente significativo: “El Concilio Vaticano Il, ev su andlisis penetiante .Cris- {o, Redentor del mundo, es Aquel que ha penetrado, de modo iiico ¢ irre- petible, en ef misteria del hombre y hha entrado en su . Justa- ‘mente, pues, ensefiael Concilio Vati- cano II: . ¥ mis adelante aa- de: " (RH 8). En esta cenciclica, la feen Cristo y la sofictud por el hombre son inseparables. El divorcio entre la fe y la Vida queda superado. Notemos, en primer ugar, lareferen= cial Concilio, dos veces citado aqui, y se trata de un texto citado con fre- ‘cueneia en el magisterio de Juan Pa- blo II. Pero notemos también cémo Ja Verdad sobre Cristo es insepara- ble de fa Verdad sobre el hombre y vieeversa, Y ambos son temas fun- damentales de su pentificado. De ‘este modo nos ensefiaa hacer la sin- ‘esis entre la fe y la vida, entre Cristo yy el Hombre, entre elredentor y los redimidos. Superando dualismos reduccionismos, sabe armonizar quello que nos dijo Pablo VI al fina- lizar et Concilio, que para conocer al hombre es necesario conocer a Dios, pero también para conocer a Dios es necesario conocer al hombre?.. ‘A nosotros nos gustan las contrapo- siciones y exclusiones, Dios oel hom- bre, lo material foespiritua, lo tem- poral o lo eterno, Sin embargo, nos dice Juan Pablo I, teacentrismo y an- tropocentrismo son dos “dimensio- nes” del misterio de la Redencién (RH 9-y 10), como explicitaré afios més tarde en su enciclica sobre la Miseri- cordia de Dios. En ella dijo ast: “En Cristo Jestis, toda via hacia el hom- bre es simulténeamente un eaminar al encuentro con el Padre y su amor. Ei Concilio Vaticano Il ha confirma- do esta verdad segiin las exigencias de nuestros tiempos. Cuanto més se centre en el hombre la misién desa- rrollada por la Iglesia; cuanto méssea, por decirlo asi, antropocéntrica, tan- to mas debe corroborarse y realizar- se teocéntricamente, esto es, orien tarse hacia el Padre en Cristo Jess Mientras las diversas corrientes del pasado y presente del pensamiento fhumano han sido.y siguen siendo pro- pensas a dividir e incluso eontrapo- ner el teocentrismo y el antropocen- trismo, la Iglesia en cambio, siguien- doa Cristo, trata de unirlas en la is- toria del hombre de manera organica ¥ profunda. Este es también uno de los principios fundamentales, y qui- 24s el més importante, del Magisterio (Sollicitudo Rei Sccialis 48). El Sefior asume en s{ mismo todo lo que nosotros hemos aportado y se ofrece y nos ofrece al Padre en ta renovacién desu Gnico sacificio, que * dutn Pablo, “Laborer exercone 24 pagyrstonss ean

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