del nuevo milenio
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS TEOLOGICOS JUAN XXill -ISET
REVISTA SEMESTRAL ANO5-N°9 AGOSTO - DICIEMBRE 2005
El legado
de Juan Pablo IiPS 1K L a
Colaboradores de esta edici
Card, Juan Luis Cipriani
Manuel Diaz Mateos
Ricardo Antoncich
Edith Paredes Tapia
Mons. Norberto Strotmann
Mauro Vallejo
Gregorio Pérez de Guerefiu
‘Tomas Kraft
Marcelo Vasquez
Dositeo Alday
Luis Ascenjo
Alfredo Cadenas 290
Pueblo Libre
Lima=21
Pert
E-mail; iset@terra.com.pe
‘Web: www.isetjuan23.edu.pe
Gnfinag SRL
Keka713- Lima
elt 4247581
Erma galmapeamautac net pe
Lo que se expresa en los articulos es
opinién de los autores.indice
Pag
a 5
Juan Pablo I, facetas de wn pastor 9
CIPRIANI THORNE, Card oat Ls
La herencia de Juan Pablo I:
#Tereconocemos, Seroyal partir el a sraninonenee 15
DIAZ MATEOS, Manuel
Retos de Juan Pablo I frente ala cultura, Prdhecn
yet mamdo laboral - a 31
"ANTONCICH, Ried
‘Retos pastorales del mensaje de Juan Pablo I
para Tos jovenes de hoy .. set at
PAREDES TAPIA, Fath
Criterios para una accién pastoral desde la palabra de Juan Pabloll 47
STROTMANN, Mons. Nott
Mi servicio a la Iglesia, en et Instituto Superior de Estudio Teolégicos
Juan XXII» ISBT 8B
PEREZ DEGUERENU, Gregorio
LY
KRAFT AUCHTER, Tomi
CCiisis de crecimiento en la iglesia de ayer 9 hoy. 7
‘VASQUEZ CAREONELL, Marcelo
Reseftas 103Editorial
LAPRESENCIA DE JUAN PABLO II
ENEL PERU
Enrique Segovia
“Vengo a celebrar con vosotros el misterio pascual de Jesueristo para
insertarlo més profundamente en la vida y en la historia de este pueblo,
que muestra un hambre insaciable de Dios, hambre de pan, hambre de
paz y de justicia.” (Suan Pablo IL ; Callao, mayo de 1988).
EL Papa Juan Pablo If es reconocido
tuniversalmente como unode los gran-
dds personajes del siglo XI, el lider
‘mas carismatico de nuest-a época, un
hombre de una tenacidad yuna fuer-
za realmente excepcionales, que con
sus palabras, sus gestos y sus viajes
moditicé la geografia del mundo y le
imagen de la Telesia y, también, las
relaciones entre las naciones y las
religiones, insertando asia la Iglesia
cen el dinamismo de la modernidad y
‘mostrandose, a menudo, come la Gn
@ Voz valiente en defensa de la hu-
‘manidad y de sus valoresmds autén-
ticos y profundos.
El Instituto Superior de Estudios Teo-
lgicos ISET Juan XXIII ha querido,
en la XXVI Semana de Reflexién
‘Teologica, rendir homenaje y carifio-
so recuerdo al Papa Juan Pablo Il
Pastores del nuevo milenio en este
niimero, ustamente dedicado al ega-
do de Juan Pablo II, recoge como
articulos de fondo, las ponencias prin-
cipales,
El Cardenal Luis Cipriani, Arzobispo
de Lima y Primado del Peri, en su
ponencia de apertura Faceras de un
Pastor, recordé a Suan Pablo Il des-
tacando que el Papaen su dimensionde Pastor era un hombre abierto a la
esperanza. “En una ocasion en que
me pidieron ayuda para preparar un
posible esquema sobre Ia vida del
Papa, me indicaron que al Papa le
_gustaba mucho el pasaje dela prime-
1a Epistola de San Pedro: “Dales ra-
zon de tu esperanza”, Y esa fue la
lines habitual de su condueta y de su
predicacién, junto a su pasién por la
verdad. :Por qué? Porque la verdad
Jos hard libres, repetia insistentemente:
Juan Pablo II era un apasionado de
la verdad y de la esperanza como el
mayor don ereado y dado por Dios,
Dos son los ejes de Ia expasicién de
Manuel Diaz Mateos, $3
‘Tomando como icono significativa la
imagen de Juan Pablo Il orando, des-
taca a oracién como centro de la Vida
y fuente de la energia espiritual del
Papa y luego, sobre el tema de la eu-
caristia, enfocado con el titulo: Te
reconocemos, Seffor, al partir el
ppan, plantea que “el hombre es el pri-
‘mer camino que la Iglesia debe reco-
rreren el cumplimieata de su misién,
4lesel camino primero y fundamen-
tal dela Iglesia, camino trazado por
Cristo mismo.” (RH 14) Insiste Diaz
Mateos: “Te reconocemos, Seftor, al
partir del pan”, la eucaristia es sa-
cramento de la presencia de Cristo,
erono presencia estitica, sino pre-
sencia dindmica y transformadora: el
sacramento de la misién,
Retos de Juan Pablo II frente a la
cultura, la produccién y el mundo
Jaboral. Reflexiones sobre las gran-
des conviecienes cristianas de Juan
Pabio Il frente a estas realidades es
el tema desarrollado por Ricardo An-
toncieh, s, Juan Pablo Il vivié el Con-
cilio Vaticanoll, momento privilegia-
do para el diagnéstico de la situacién
de la Iglesia y del mundo modemno.
Karol Wojtyla queria dar un aporte
para que el hombre descubriera st
propio valor y su dignidad. Mientras
se desarrollata el Concilio, esc
bia su obra Fersona y accién. Con
Persona y accién aporta un instru
mento para lalglesia y el mundo. No
‘queria 61 proponer una filosofia nuc-
‘va, sino relacionar el tomismo con la
nuova filosofia de la conciencia a tra-
‘vés del “métoco fenomenolégico”. En
1a fentomenologia, la persona y la ac-
cin son dos polos que tiene el hom-
bre para pensar en sus obras; al ana-
lizar Ia accién podemos llegar a la
persona: pore! andlisis del hacer po:
‘demos llegar al ser. El propone que si
el mundo es castico es porque yo soy
ceabtico; él quiere partir de la perso-
na, transformar a la persona porque
“personas que cambian pueden cam-
biarel mundo”,
Del Pane! Juvenil,recogemos os re-
tos que implican las palabras de Juan
Pablo Ila lajuventud, a través de las
palabras de Edith Paredes, alumna de
5° Affo de Ciencias Religiosas. Bla
se dirige a quienes son responsables
de guiar a los jOvenes y plantea el
desafio de invtaros - proveerles los
tmedios para cllo- a asumir el reto de
Juan Pablo II de ser “sal y luz del
mundo”, y asfcomo la sa se usa para
dar sabor y conservar los alimentos,‘como apéstoles del tercer milenio,
‘conservar y mantener viva la presen-
cia de Jesucristo.
Criterios para una aecién pasto-
rral desde ta palabra de Juan Pa-
blo 11 es ta ponencia de Monsefior
Norberto Strotmann, msc, Obispo de
Chosica. Parte del andlisis de la
situacién social y de a sitacién ecle-
destacando su evidente relacién,
establecer luego los riterios teo-
légico pastorales para responder a
los grandes retos. Concluye con las
indicaciones de pricticas urgentes
para la pastoral en el Peri
Cierra esta seccién de Pastores una
Breve cronologia del Pontificado
de Juan Pablo IL En ella, Mauro Va-
Higjo, presenta las visitas y documen-
tos misimportantes, deteniéndose en
los mensajes pronunciados en las dos
visitas del Papa al Peri.
Compartimos también con nuestros
lectores dos temas por la celebracién
de los 39 afios del ISET ~ Juan XXII:
el testimonio de Gregorio Pérez de
Guerefls, ofim, destacado y aprecia-
do profesor, laparticipacion de Tho-
‘mas Kraft, op, en la IL Jornada de Re-
flexién Fios6fico-Social,realizadaen
‘el mes de octubre en nuestra casa de
cestadias,
Incluimos también ta sintesis de la
tesina del alumno Marcelo Vasquez.
‘Carbonelt(promocién 2003) y fa re-
ccensién de dos libros a cargo de dos
profesores de nuestro Institut.
PASTORES = way
mee iiaJUAN PABLO II,
FACETAS DE UN PASTOR
Excelentisimo monsefior Pacifico
‘Tomasi, P. Enrique Segovia, Rector
del ISET, profesores, alunos y
gos todos en Cristo:
Aqui estamos con ocasién de la ce-
lebracién de la XVI Semana de Re-
flexién Teolégica, onganizada por el
Instituto Superior de Estudios Teols-
gicos “Juan XXIII” -ISET, tomando
para ello los mensajes del Papa Juan
Pablo Il en su visita al Peri en los
afios 1985 y 1988,
Me han pedido hablar de s4 faceta
‘como pastor. Mezelaré de un modo
breve algunos recuerdos personales
on el Papa Juan Pablo Il y aspec-
tos de lo que su ser Pastor lo ev6 a
rmarcar en su ensefianza, en su vida,
en st magistetio en estos 27 aflos de
su pontificado,
En primer lugar, es evidente que el
Papa centra su razén de ser como
Card, Juan Luis Cipriani Thorne
persona, como sacerdote, come obis-
po y finalmente como sucesor de
Pedro, en la persona de Cristo, Re-
cordarén ustedes que en la Re-
dempior Hominis el Papa advierte
que el hombre que no conoce al Ver-
bo, a Dios hecho hombre, permane-
ce desconocido para si mismo, es
decir, la verdad de nuestra propia
identidad la encontramos en el mis-
mo Crist.
Esta aproximacién a la Cristologia,
bastante agustiniana, supone una in-
novacién muy grande, una viveneia
fruto de su formacién fenomenoligi-
8. Cristo, el tnieo Pastor, nos lleva
14 muchas conclusiones. Asi como
Juan Pablo Il, iluminaba, Benedicto
XVles lineal, introduce un planet
Imiento y lega hasta el final,
EI Papa Juan Pablo I nos dejé una
luz muy fuerte: “O es Cristo que vive
en miono soy nadie”, asi de radical,
PASTORES
Hee niin |ElPapa centrasu
razén de ser
como persona,
coma sacerdote,
como obispo y fi-
nalmente como
sucesor de Pedro,
en la persona de
Cris.
elimina
toda ideo-
logia que
uierains-
trumenta-
lizar el
mensaje
de la fe al
serviciode
cualquier
otra idea.
La gracia
de Cristo ilumina con bastante elari-
dad la vida espiritual, Ia vida mate-
rial, los cambios de estructura, la vida
social y Juan Pablo TI con su respuesta,
hneroica nos hace presente a Cristo
Vivo. Nos conmueve su gesto, su
palabra, su amor, su cariffo, su cor
dialidad, ese derroche de amor a los.
dems, esa amabilidad y agrade:
‘miento tan grande que tiene al ser
acogido en un pais, al agradecerle a
su presidente, al recordar a los mi-
sioneros, al hablarles a los religiosos,
Jogrando que desde el més seneillo
hasta el mas intelectual se conmue-
vva porque sienten en él In prosoncia
de Cristo Vivo,
El Papa Pablo VI decia, en la Evan-
geil Nuntiandi, que el mundo de hoy
‘mas que palabras pide testimonios;
que el mundo de hoy reclama més
que grandes discursos, testigos vivos;
y el Papa Juan Pablo Il era conoce-
‘or de estas palabras,
Justamente
menciona esta referencia a Cristo
cuando acepta ser elegido Papa: “en
obediencia de fe a Cristo mi Sefior,
‘confizndo en la Madre de Cristo y de
la iglesia, no obstante las graves difi-
PASTORES
FT anaes ntti
cultades, acepto” Este planteamien-
to desde el primer momento de su
elecciGn hasta el timo instante de
su vida es un sello que marca toda su
actividad intelectual, pastoral, apos-
télica, social, todas las dimensiones
de su magisterio,
Es el gran regalo que Dios ha queri-
do darnos con este Pape y que conti-
nia en el Papa Benedicto XVI, con
esa presencia real de Cristo y ese ser
hijos de Dios en Cristo Bsa insercién
ddenuestra vida en la vida intratini
rigs una revolucién de tal categoria
que resulta dificil asimilarla, pero va-
‘mos caminando,y hemos visto en este
aio de Ia Eucaristia una explosién
de caro, una explosion de fe en el
‘mundo entero.
En el Sinodo lo éscuchaba con testi
monios de Asia, de Africa, de Euro-
pa, de diferentes modos y diferentes,
mmaneras. Ese asimilar que Cristo vive
cen su Iglesia es algo que en la medi-
da que lo vayamos haciendo vida pro-
pia, va a surgir con wna fuerzt ex-
traordinaria. La Iglesia no es proyec-
todeningén obispo, ni del Papa, nide
lun grupo de religiosos, ni de tres ca-
tequistas jNo! La Iglesia, hoy, es
Cuerpo Mistico de Cristo,
Hace poco, decia Benedicto XVI, que
Jalglesia vive el Evangelio queno es
suyo, sino que es la Palabra de Dios
Permanentemente actual, la que nos
ensefa la teologia interpretada a la
Juz de la tradicién y del magisterio.
Pero no es un evangelio a gusto del
‘consumidor o del cliente, esa unidadcon Cristo nos leva a un enorme res-
peeto por la Iglesia, por la Sagrada
Eseritura y a una profundizacion de
lo que es el magisterio,
Esta cercania con Cristo significara
también un renacer de la presencia
del Espiritu Santo, animando cada vez
nds la Iglesia
El Papa pronuncia con esa claridad
tan grande, las palabras de Cristo:
“No me habéis elegide vosotros a mi,
yo los he elegido a vosotros y los he
destinado para que deis fruto y que
este fruto permanezea”. Ei tiene
Conciencia en su humildad de que des-
de que nace hasta que mucre esti
‘cumpliendo una misién de obediencia
aia fe, lo que falta cada vez mis es
Peregrinacién en la fe, Ya no la pe-
regrinacién fisica, cronolégica inte-
lectual, sino ese otra recorrido inte-
rior que el Papa, en esa mistica, nos
resentabe de un modo tan atractivo.
nesa humildad de ser conseiente de
que su razén de ser es absolutamen-
{eel abandono en las manos de Dios,
demuestra Juan Pablo TI una perso.
nalidad muy fuerte. Fijate el contras-
te: ;Cuanto més me abandono con
hhumildad en fas manos de Dios, mas
se necesita la personalidad y la ma-
curez de carécter!
Digo todo esto para que no exista
preocupacién de que una excesiva
‘piritualidad o vida de oracién pue-
a convertir a un hombre en indeci
50, a una mujer en débil de caréeter
No! Para abandonarse en las ma-
nos de
Dios hace
falta mu-
cho tem-
peramen-
to, mucha
personali-
dad, mu-
cho cardc-
ter,
El Papa
no acepia-
ba la vio-
lencia, no
El Papa no acep-
tabala violencia,
no aceptaba la
injusticia, y al
mismo tiempo
Jamés se le vie~
ron gestos de
odio, siempre
tuvo ternura en
el corazén para
todos.
aceptaba le injusticia, yal mismo tiem=
po jams se le vieron gestos de odio,
siempre tuvo ternura en el eorazén
para todos, pero no aceptaba com-
ponendas,
No hay que olvider que el Papa
‘Nicaragua tuvo que enfientarse pr
ticamente a un desafio en la Santa
Misa; en Chile sabe que esta en ma-
hos de la presencia de Pinochet; en
Ayacucho sabe que esté con sende-
ro; el Papa se va a Polonia y sabe
que hay una opresi6n del régimen
comunista, este papa es martirizado
en la Plaza de San Pedro, pero, en
esa firmeza no encontramos ni un
milimetro, ni un grmo de odio, de
vonganza, de resentimiento, jno, no,
no! Esta es una leccién impresionante
do abandono y confianza.en el Seftor.
‘Yo me atrevo 2 decir que la fuerza
del Papa fue la oracién, tengo mu-
‘hos ejemplos prcticos, recuerdo dos:
En una visita ad fimina en Castelgan-
dolfo, me preguntaba por el terroris-
PAT renin TTLa fortaleza de
‘este Papa que re-
corrié més mun-
do que todos, que
escribié mas que
todos, que hablé
con todos en to-
dos los idiomas,
que tuvo una
apertura u todas
fas culturas, que
‘fue realmente un
aire fresco para
un mundo cansa-
do, fue la oracién
intensa.
‘mo, por la
violencia,
porla gen
te pobre,
por los se~
por las vo-
por los re
ligiosos
ran ocd
las que el
Papa pre-
jguntabaal
Obispo
acerca de
su trabajo
y yo le
presenté
las cosas
con la mayor sinceridad: Santo Pa-
dre no hay vocaciones, son tan s6lo
siete muchachos, le explicabs lo que
estabamos haciendo y al terminar el
Papa decia: Oracién
Hablamos también del deporte, yo
estaba en esos dias con la rodilla lo-
sionada y el Papa pregunt6 qué habia,
pasado, leexpliqué que jugando bés-
quet me habia lesionado y me dice:
"Yo también estoy con la rodilla hin
chada”. Para acabar la entrevista me
dice: “Bueno, resumiendo, oracién”.
Recuerdo que entré un obispo des-
pués de mi y salié al cabo de cinco
‘minutos y me dice: Cipriani, qué te
ha dicho el Papa, te lo pregunto por-
que el Santo Padre me ha dicho: pre-
_gintele a Monsefiar Cipriani que es
leque él ya sabe. Y le dije: jOracién!
PASTORES
tra angedota muy cereana. La it
‘ma vez que vial Papa, un par de sem
nas antes de mori, yoestaba en Roma,
por suerte, en una reunién de la Con-
‘gregacin del Culto Divino y el Papa
estaba en Gemelli, Quise averiguar
sobre su estado de salud. Le eseribi
una earta y me acerqué al Policlinico
donde estaba internado y por esas ct
sualidades quien me tendié me pidi6
esperar un momento, luego me hizo
ssubiral décimo piso, donde estaba Mon-
seflor Stanislaw y mehizo pasar ana
sala, Le dije que yo s6lo habia ido a
dejar una carta al Papa. Dijo jno!
‘Quédese un rato y acompatieme, el
Papa staal lado, hemos habilitado una
capillay él esth all. Después me pidio
‘que lo siguieray entramos por lapuerta
posterior, habla un sagrario, el Papa
‘estaba en esa silla que usaba dltima-
‘mente, una monja polacalle leiaal ofdo.
Estuve unos 30 segundos y me reir
La fortaleza de este Papa que recorrié
‘més mundo que todos, queescrbié mis
que todos, que hablé con todos en to-
dos fos idiomas, que tuvo apertura a
todas las culturas, que fue realmente
tun aire fresco para un mundo cansado,
fue la oracion intensa.
Esa idea de que la oracié nos aleja
dela accién no es real, Dios es Ia
Accién, es el Espirit y la medita-
cin pura. No tengamos miedo de te-
ner mucha vida de piedad o mucha
intimidad con el Seror en la Eucaris-
tia, Una intimidad seria con Jess
lleva a una acién apostica impre=
sionante, una aciénapostlica sin El
€5 peligrosisimaEp el aio 83, el Papa empieza esa
prédica de Ia nuova evangelizacién,
‘nueva en su ardor, nueva en sus mé-
‘todos, nueva en sus expresiones, en
la Novo Millenium Ineunte ya exis
te algo de ardor en el tema del afio
de ia Eucaristia, pero nueva en sus
métodos, nueva en su expresi6n.
Esta semana teolégica nos ayuda a
aproximarnos a ese Seftor que real-
mente quiere darnos una fuerza muy
grande.
Recuerdo que en otra ocasién estan-
do en Roma, el Papa dijo: “{Les pa-
rece bien que el Papa salga de via-
je?”, Nadie contest, y luego en el
almuerzo volvié a preguntar: “2Qué
les parece que el Papa viaje mucho?”
‘No contestamos por segunda vez. El
Papa dijo: “Hay algunos a quienes no
les gusta que el Papa salga mucho,
pero va a seguir saliendo, porque si
cl mundo no llega a Roma, Roma sale
al encuentro del mundo”, Al ver el
nivel de problemas dificultades que
habia en el mundo se lo tom6 como
torea personal, como el Pastor que
deja las noventa y nueve y va a bus-
cara la que ha perdido,
El Papa dejaba todo, se subia al avién
¥yno paraba, porque queria ver aceda
‘uno. Esto fue para nosotros un regn-
Jo que evidentemente el Sefior bendi-
jo con abundantes frutos
Este ejemplo nos leva también a dar-
nos cuenta de que cada alma vale
toda la Sangre de Cristo y lo digo es-
Pecialmente en las comunidades reli-
sgiosas, no vaya a ser que por captar
‘nuevos amigos y nuevas vocaciones
se olviden de los que estan al lado y
no se den cuenta de que necesitan
ayuda. {Comunidades Religiosas!
jAmbientes parroquiales, vide, cari-
EI Papa en su dimensién de Pastor
cea un hombre abierto @ Ia esperan-
2a, Siempre lo vi como el hornbre de
laesperanza. En una ocasién en que
‘me pidieron ayuda para preperar un
posible esquema sobre la vida del
Papa, me indicaron que al Papal gus-
taba mucho un pasaje de la primera
Epistola de San Pedro: “Dales razén
de tu esperanza”. Estas fueron las
lineas habitusles de conducta y pre-
dicacién, junto a ellas su pasién por
la verdad gpor qué? Porque 'a ver-
dad los hari libres. Y él era un apa-
sionado de la verdad, de Ia espera
zzy de la libertad como el mayor
don creado y dado por Dios, ilumin
do por la libertad y el derecto a la
verdad.
En cusntoa lacullursel Pupaeracons-
ciente de que estébamos asistiendo a
Jaimuerte a final, al agotamientode una
culture, y poreso, ha dejado cimientos
de una nueva cultura que nos toca de-
sarrollar. Evidentemente, la cultura
donde él nacid y vivi6 est précticamen-
te muerta, no da mas de si, estamos
‘viendo yalaescoria final de fa caltura:
claborto, la violencia, secvestros,laper-
misividad, los matrimonios gays, esta-
‘mos en el tramo final de fo que puede
ser una cultura y no vamos a dejar que
la cultura sueva sea puramente tec-
nolégica jNo!
PASTORESBueno, esa nueva cultura —decia el
Papa~ los sistemas que va creando
‘el hombre son siempre imperfectos,
tanto mas imperfectos cuanto més se
jguro esta él de si mismo, Este inten-
to de fabricar el hombre del futuro
de manera virtual a través de la tele-
ién, dela internet, del celular {Not
‘Nome voy adejaraplastar como una
particule del cosmos que es organi-
zado por tres o cuatro poderosos del
‘mundo jde ninguna manera! El Papa
nos advertia proféticamente sobre
este intento generalizado,
Estas son breves ideas de la faceta
de Pastor, de ese amor ala verdad,
la libertad, ala dignidad dela perso-
na, de ese portador de cultura, Para
Juan Pablo IIIa culture no era un
cuadro, una poesia (No! La cultura
esalgo que brota, sel vehicula enel
cual se sube la humanidad, es la for-
ma de comunicaci6n de los hombres,
son miles de expresiones, pero si se
pierde a densidad espiriual de lo que
¢ la persona humana pierde su co-
newidn com Cristo, perfecto Dios y
perfecto Hombre. El Verbo, la Pala-
bra se hizo earne. Simi palabra parti-
cipa de la Palabra, permanece, se
siente actual, es la palabra de Dios.
‘Cuando el mundo empieza jugar con
el significado de las palabras, también
es sefal de agotamiento de una cul-
tura
Hablemos de Maria en qué vientre
estuvo Cristo? En el vientre purisimo
de Maria, gquién puede ser ef mode-
lode criatura? Maria, reada en ple-
PASTORES
mune aio
nitud de gracia. La Virgen Maria més
que una devocidn es una participa-
cin -vamos a decirlo asf- de la cual
nosotros debemos entrar a formar
parte, no se concibe participar de
Cristo sino es a través de Maria. La
ccercania con Maria es seta inequi-
voca de cercania con Cristo, si se
quiere ser un hombre eucaristico, que
la Eucaristia pase por Marfa,
La funcién importante de la fe -dice
cl Papa- para cambiar a las personas
¥y mediante ellas a la sociedad, son
ios ideales los que quiero servircon
mis citas y desearia que toda sea una
ayuda para el robustecimierto de la
fe del pueblo peruano.
Hermanos, Dios ha querido regalar-
nos esas muestras de pieded popular
que conmovian al Papa, El Pape se
‘emocioné con la peticién de bendicio-
nes, por el amor a la Cruz, al ver
esas imagenes de la Virgen, como.
hhubiera intuido vestigios de la prime-
ra evangelizacién y al Hegar lo hue
biera comprobarlo.
Estas sefiales de piedad popular son
tun regalo de Dios para América La-
tina y un vehieulo que no éebemos
ddescuidar, vale la pena profurdizar en
elas, conocertas més a fondo y des-
dealli, y estoes lo quee! Papa Bene-
dieto XVI vaa desarrollar mucho, la
llamada universal « la santided que
compromete de manera especial a
todos los bautizados.
Machtsimas gracias.LA HERENCIA DE JUAN PABLO II:
«Te reconocemos, Sefior, al partir el pan»
1-Diffcultad del tema
Hablar de la herencia de este gran
Papa es tarea imposible, ardua y for-
_zosamente limitada, Limitada al Pera,
‘en primer lugar, puesen sus 104 vie-
jes por el mundo ha visitado 130 paf-
ses ynos6lo cl Peri, evidentemente
‘A través de lo dicho a otros herma-
ros en la fe, también nosotros pode:
‘mos aprender. A pesar de haber pro-
rnunciado més de cuarenta discursos
cn Peri, ellos representan un porcen-
taje minimo de Ia herencia de este
gran Papa.
Y es igualmente limitada la terea por-
(que se trataré de una visién muy per-
sonal la que yo pueda dar, en la que
necesariamente habra que sintetizar
¥ simplificar, no sélo por razén del
tiempo disponible sino, sobre todo,
porque seré mi visién personal. Cada
uno puede hacer la suya (y estoy se-
guro de que en muchas cosas no co-
incidiriamos) y ahfestén losdocumen-
Manuel Diaz Mateos
{os pare los que quieran ampliarla. La
mia es ésta que aqui presento. Mi
cexposicién tendré dos momentos im-
porlantzs de acuerdo con el doble ti
tulo que le he dado: la herencia del
Juan Pablo I el tema de la Euca-
ristia sagerido en el Iema “Te reco-
nocemes, Sefor, a partirel pan”. Pero
ccomencemos presentando un icono
significativo de este gran Papa.
2 Un icono significative
Juan Pablo If ha entrado en la lista
de los grandes y de los santos. Basta,
recordar el entusiasmo y la impacien-
cia por proclamarlo santo, Es un papa
.que ha batido records como ningin
‘otro papa en la historia, He aqui al-
unos datos: ha realizado 104 viajes
48 130 paises con tantos kilémetros
‘como para dar 29 veces la vuelta la
tierra; ka pronunciado 3.300 discur-
808 y ha escrito 14 enciclicas y 13
exhorteciones apostélicas; en sus
audiencias de los miércoles (1.160)
PASTORES
lene sohan purticipados més de 17 millones
de peregrinos; ha proclamado 482
santos y 1338 beatos.
Impresionan igualmente sus 738 au-
diencias a jefes de estado y los en-
eventos multitudinaios en cualquier
pas que visita, lenando hipédromos,
estadios o plazas, Lo hemos visto ro-
deado de jovenes de pobres, de lide-
res religiosos.¥ ha sido un papa que
hha experimentado dos atentados. El
prime:o conmocioné al mundo, Ha
sido realmente un papa del mundo y
diemultitudes,
Pero hay una imagen que a mi perso-
rnalmente me ha impresionado y que
quiere recordar ahora, como sintesis
y fundamento de su aceién y de su
Presercia en el mundo: es la imagen
que loha mostrado de rodillas, ezan-
do. Le hemos visto arrodillado en su
capilla privada, o en los campos de
conceatracién 0 ante la tumba de
Monsefior Romero, o ante los santos
lugares en Jerusalén, o ante el san-
‘tuarioo imagen mas significativo del
pais que visitaba, Aunque hubiera
zente a su alrededor, se abstraia y se
postraba anteel misterio que invadia
su persona y su vida, Creo que de
se encuentro personal con Dios iera-
diaba su apertura al mundo,
Esta imagen del Papa rezando nos
hhabla de lo que era el centro de su
vida y de dénde sacaba la energia
espiritual para ser el Papa de todos.
En mi opinién, esa imagen es la que
mejor expresa la sintesis valiosa que
ros tresmite: ser, al mismo tiempo,
hombre de Dios y hombre entregado
‘a todos nosotros; porque estaba cen-
‘trado en Dios, se hizo servidor deto-
dos hasta el final. Lo que viviaera lo
‘que nos entregaba. Es testigo de una
doble fidelidad, Exigida por la fe: Ia
fidelidad a Dios y la fidelidad al hon
bre, como lo expresa significativa-
‘mentee! titulo de su primera ercieli-
cca: “El Redentor del Hombre”. El
Redentor y el redimido, juntos en la
‘misma preocupacién y en la misma
3 Un documento programético
Bien podemos considerar Ia enc
cca Redemptor Hominis un docurnen-
to programitico en el que coinciden
tres fidelidades que Juan Pablo II
uiso trasmitir a la Iglesia: Ia fideli-
dad al Concilio, la fidelidad a Cristo,
‘como centro de nuestra fe, y la fide-
lidad al ser humano, como exigencia
de la misma fe.
a) La herencia del Concilio Vaticano
u
Antes de hablar a herencia a Pero,
pemitanme hablar de laeenci de Ia
Ielesia que Juan Pablo Il resibe yras-
ritea a Iglsi, Entrga lo querecie,
aunque adaptado a nvevassituaciones.
Deeste modo sinuos, lo que nso
Anosotra, ene eantexto mis amplio
delatradicin y dela glesia universal.
El mismo nos habla de esta heroncia
ens primera encielca
de marzo de 1979, a los escasos
cinco meses de su eleccién comopapa, publicé su primera enefelica
“Redemptor Hominis”, que bien
padigramos definir como"programs-
tiea” de su pontificado. El papa Be-
nedicto XVI la llama “la mis perso-
nal y el punto de partida de as demas
cencielicas™. Mirando al futuro, la
cenciclica tiene en mente l jubileo de
{a Encarnacién del 2000, centrado en
Cristo, , segtin el papa Juan Pablo,
todos los aflos que faltsn para esa
fecha deben ser un gran aiviento que
prepara la venida de Cristo al mun-
do, Pero esto no es sélo una oou-
rrencia suya, viene de atsis porque,
‘como éI mismo nos dice, el Papa se
siente heredero de una ‘rica heren-
cia vigorosamente enrazada en la
cconciencia de la Iglesia, gracias al
Coneilio Vaticano IT” (RH 3)
En este contexto se sitia ia eleccién
del nombre “Juan Pablo I”. *Con
esta eleceién, ~nos dice el Papa si-
uiendo el ejemplo de nuestro vene-
rado predecesor deseo, al igual que
41, expresar mi amor por la singular
herencia dejada a la Iglesia por fos
pontifices Juan XXIII y Pablo VP"
(RH2), papas del Concito
Juan Pablo ly con él toda le Iglesia,
recibe el Concilio como fuente de ins-
piracin y como tarea y, por es0, bien
Te podemos llamar Paps del Con
EI Concilio es una buena sintesis «
hilo conductor de su pontificado y un
primer aspecto, muy importante y
ccontral, de esta rica herencia de Ia
_que también nosotros somos herede-
ros. Es Papa del Concilio no slo por-
‘que partcipé activamente en él, sino
Porque lo asummié como mision y sin-
tesis de su ministerio, por eso nos
puede decir que “las vias por las que
‘el Concilio de nuestro siglo ha enca-
rminado a la Iglesia, permanecen por
argo tiempo las vias que todos noso-
‘ros debemos seguir” (RH 7).
‘A.los 20 aflos de la clausura del Con-
cilio, nos confesaba: “el Concilio es
el constante punto de referencia de
toda mi accién pastoral en el com-
ppromiso responsable de traducir sus
directrices en aplicaciones concrotas,
Yy fieles". Y al celebrar nosotros los
40 afios de la elausura del Concilio.
debemos hacer nuestro su consejo de
cenrumbar el nuevo milenio “a la uz.
del Concilio” como nas dijoen sucarta,
Al comtenzo del nuevo milento, En
ella nos recordaba que “a medida que
pasan los aifos, aquellos textos no
pierden su valor ni su esplendor. Es
nocesario leerlos de manera apropia-
day que sean conocidos y asimitados
como textos cualificados y normati
vos del Magisterio, dentro de la tra-
dicién de la Iglesia. Después de con-
cluirel Jubileo siento més que nunca
el deber de indicar el Concilio como
a gran gracia de la que la Iglesia
se ha heneficiadn on ol sigha X¥
‘Con el Concilio se nos ha offecido una
brijula segura para orientarnos en el
Ponti Universided Lateronense ceccade a elder ln 29 aoe Ge ponbeaso 82
+ LOmervatore Romano CXXV, w 22, 27-1-1985
roaceamino del siglo que comienza” (NMI
57), El coneilio es una gracia conce-
didaa la Iglesia, produce textos nor-
‘mativos del Magisterio y son una bri
jula segura para nuestra tarea ecle-
sial en los tiempos que vivimos. $
recuerdo ahora estos textos es por=
que los considero un buen antidoto
contra latentacién del olvido,
Por Ia fidelidad al concilio estaremos
bien enrumbados en el milenio que
‘acabamos de comenzar. Debemos
tomar en serio el Coneilio porque es
la herencia de la Iglesia para todos.
Y un desafio muy concreto que el
Concilio nos plantea es la tarea de
corregirlo que el mismo Coneilio Ha
m6 “el grave error de nuestro tiem=
po, el divorcio entre la fe y Ia vida”
(GS43 ). Dicho desafio, a mi enten-
der, constituye la perspectiva desde
la que se puede leer la encfctiea Re-
demptor Hominis, asi como todo el
ppontificado de Juan Pablo Il. Citamos
un largo texto de la enciclice espe-
cialmente significativo: “El Concilio
Vaticano Il, ev su andlisis penetiante
.Cris-
{o, Redentor del mundo, es Aquel que
ha penetrado, de modo iiico ¢ irre-
petible, en ef misteria del hombre y
hha entrado en su . Justa-
‘mente, pues, ensefiael Concilio Vati-
cano II: . ¥ mis adelante aa-
de: " (RH 8). En esta
cenciclica, la feen Cristo y la sofictud
por el hombre son inseparables. El
divorcio entre la fe y la Vida queda
superado.
Notemos, en primer ugar, lareferen=
cial Concilio, dos veces citado aqui,
y se trata de un texto citado con fre-
‘cueneia en el magisterio de Juan Pa-
blo II. Pero notemos también cémo
Ja Verdad sobre Cristo es insepara-
ble de fa Verdad sobre el hombre y
vieeversa, Y ambos son temas fun-
damentales de su pentificado. De
‘este modo nos ensefiaa hacer la sin-
‘esis entre la fe y la vida, entre Cristo
yy el Hombre, entre elredentor y los
redimidos. Superando dualismos
reduccionismos, sabe armonizar
quello que nos dijo Pablo VI al fina-lizar et Concilio, que para conocer al
hombre es necesario conocer a Dios,
pero también para conocer a Dios es
necesario conocer al hombre?..
‘A nosotros nos gustan las contrapo-
siciones y exclusiones, Dios oel hom-
bre, lo material foespiritua, lo tem-
poral o lo eterno, Sin embargo, nos
dice Juan Pablo I, teacentrismo y an-
tropocentrismo son dos “dimensio-
nes” del misterio de la Redencién (RH
9-y 10), como explicitaré afios més
tarde en su enciclica sobre la Miseri-
cordia de Dios. En ella dijo ast: “En
Cristo Jestis, toda via hacia el hom-
bre es simulténeamente un eaminar
al encuentro con el Padre y su amor.
Ei Concilio Vaticano Il ha confirma-
do esta verdad segiin las exigencias
de nuestros tiempos. Cuanto més se
centre en el hombre la misién desa-
rrollada por la Iglesia; cuanto méssea,
por decirlo asi, antropocéntrica, tan-
to mas debe corroborarse y realizar-
se teocéntricamente, esto es, orien
tarse hacia el Padre en Cristo Jess
Mientras las diversas corrientes del
pasado y presente del pensamiento
fhumano han sido.y siguen siendo pro-
pensas a dividir e incluso eontrapo-
ner el teocentrismo y el antropocen-
trismo, la Iglesia en cambio, siguien-
doa Cristo, trata de unirlas en la is-
toria del hombre de manera organica
¥ profunda. Este es también uno de
los principios fundamentales, y qui-
24s el més importante, del Magisterio
(Sollicitudo Rei Sccialis 48).
El Sefior asume en s{ mismo todo lo
que nosotros hemos aportado y se
ofrece y nos ofrece al Padre en ta
renovacién desu Gnico sacificio, que
* dutn Pablo, “Laborer exercone 24
pagyrstonss
ean