SABER ESCRIBIR
La CULTURA Y SUS CI
Podemos definir la cultura como el estilo y los medios de vida pro.
pios de toda sociedad humana. Es, por lo tanto, el sistema de valo.
res y metas vigentes en toda comunidad humana, a cuyo servicio s¢
hallan las técnicas materiales de alimentaci6n y defensa, y para cuya
consecuci6n hay que atenerse a usos y normas comunes. La culty-
23, pues, el contenido del comportamiento humano en cuanto ta,
esto es, algo puesto por el hombre y no meramente dado por la na.
turaleza de forma instintiva; es una creacién humana que regula la
propia vida del hombre y la potencia.
Con los términos, civilizacién y cultura, se pretende a veces di-
ferenciar los aspectos materiales y espirituales del vivir humano. La
civilizacién se refiere més a Ia esfera del trabajo, a la cara material
de la cultura, a lo técnico y practico, al ambito de las necesidades
inferiores y su satisfacci6n refinada, mientras la cultura apunta més
al reino de las artes, las ideas, los valores cientificos, morales y reli-
giosos, esto es, al mundo de la libertad y del espiritu. El desarrollo
industrial ha impulsado inmensamente el progreso de la eivilizacién
y difundido los niveles elementales de la cultura; ciertos aspectos su-
periores de esta se han visto, en cambio, frenados o negativamente
afectados por el desarrollo de la civilizaci6n industrial.
Hay varias clases de cultura: una, la cultura manifiesta, que
incluye: la material (civilizacién) centrada en la técnica y en los
productos industriales; la espiritual (Kultur) que marca el espiritu
objetivo: ciencia, arte, literatura, derecho, etc, y la comportamen-
tal, que se percibe en usos y pautas externas de comportamiento,
modas, etc. Otra, la cultura interior, que representa valores sub-
jetivamente estimados, vivencias habituales, encubiertas, creencias
intimas y pautas interiorizadas.
La cultura es el modo de vivir que el hombre adquiere y trans-
mite en el transcurso de la historia, al comportarse como un ser
social dotado de raz6n. La cultura es, por tanto, lo que nos separa
de todas las demés especies y nos unifica como hombres; pero a la
vez es también lo que separa y enfrenta a unos grupos humanos con
otros. Las diferencias culturales enriquecen el patrimonio espiritual
y material de la humanidad con aportaciones diferentes, pero, al en-
frentar unos valores con otros, contribuyen también a fomentar una
lucha fratricida que es casi desconocida en el resto de la naturaleza.
(José Luis Pinillos: La mente bumana, Madrid, Temas de Hoy, 1991)-
230