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ios de segunda enseianza, excepto quiz en el Cole. Osario, en donde el sefior Goi mer. Restrepo satisface esa co, no se da instruccién que na citar en capitulo tan importante como es el de la nacional que deberfa ser entre nosotros la coronacién s clases de castellano, (239) lematica de asegurar, estructurar y conseguir la representa- ratura como parte de una memoria cultural “colombiana”, fa que tocaba con el cardcter de la inexistente esfera piiblica, que podria ser la democracia en el pais, era asi timidamente Fafieza que causa encontrar un reclamo tan elemental como Roaring Twenties, no resulta disminuida por una observacién entonces Luis Tejada sobre la literatura escrita en Colombia. leda como marco la prolongacién en el pais del largo siglo XIX de 1930. Introductor con Armando Solano de Ia glosa en el letras colombianas (El Espectador 12 demayo de 1925) Tejada La gramatica y la revolucién, después de haber leido se irista norteamericano sobre el proceso de la poesia en le 7 Alexander Block hasta Wladimir Majakowski. ee idad o el vanguardismo de esa ese cee =e nian que serle ajenas obligatoriamente a a a, e edie Ue aqui se retiene es un punto esencial de ah sat eae ide gramética y ortografia que retenia delo hl a ieaaiee ostener, polemizando con temores de ‘ Gi tud siente una enfermiza aficion , as scribe algunas honradas excepciones, t040 ¢! ible a las scribir correctamente, cinéndose en 10 Pos Escaneado con CamScanner reglas clisicas. ¥ €s Por incapacidad mental, por falta de ingue. tud, porgue no sabemos efercer con plenitud la libertad de pen. samiento. Por eso nuestra literatura es Ja mds retrasada, la menos inquieta, vigorosa y fecunda del continente. (323) Para medir las dimensiones de a asincronia literaria, y con ello ay, gos centrales del muy particular siglo XIX colombiano, que legaba hasta momento en que Rueda Vargas y Tejada publicaron sus observaciones, dog desarrollos paralelos pueden servir de puntos de referencia, El primero ese} debate estético y poetol6gico espaiiol, con la Revista de Occidente como ese. nario principal. El otro la serie de manifiestos con que en 1924 el Surréalisme secaracteriz6 como punto de cristalizacién dela critica radical vanguardista allos valores de la sociedad burguesa y sus fundamentos sociales: Une vague de réve de Louis Aragon, De la candeur de René Crevel, y el Manifeste du su- rréalisme de André Breton. Los planteamientos de José Ortega y Gasset en Sobre el punto de vista en las artes, junto con La deshumanizacién delarte,y elinicio que marcé en materia poetolégica el Escorzo de Géngora de Gerardo Diego para darle una nueva identidad al poeta de las Soledades y encauzar la produccién de los poetas de la llamada Generacién de 1927 (Dehannin; Krauss; Rozas), se dejan sentir todavia en Colombia en el ensayo de Daniel Arango titulado La estética contempordnea, aparecido en 1956. De los tres manifiestos surrealistas mencionados interesa aqui sobre todo el de Breton por las redefiniciones de los conceptos de poesia y literatura que propuso. Pues “poesia” como subversién de lo real y matriz de practica revolucionaria, con “literatura” como elemento residual, fueron no solo la contracara de las Posiciones desarrolladas a partir de 1945 por Jean-Paul Sartre, que en medio de fricciones y disonancias tuvieron recepcién en Colombia en la década de 1950. Intentaron poner en cuestién de manera radical el concepto moderno de literatura impuesto en Europa desde 1800-1810 con De la littérature, considérée dans ses rapports avec les institutions sociales de Madame de Staél (Taubes) Llegados a este punto sobreviene por eso otra perplejidad, de pro Porciones semejantes a la causada por el hecho de que en 1923 tuviera QU reclamarse en Colombia la ensefianza de la “literatura colombiana” en las escuclas secundarias, y se careciera por completo de ella en los estudios “a Yersitarios. Por extrafio que parezca, entre 1867 y 1925 basté en los Est ie Unidos de Colombia y la Repiiblica de Colombia, para suplir las necesidace 7 autocomprensién critica y conciencia histérica que podian oe ‘ Pico, con la Historia de la literatura en Nueva Granada 153 = José Maria Vergara y Vergara, publicada en 1867 y reeditada en 1905-104 2368 Escaneado con CamScanner ainpstildad Ser MOLETONY drum ge lis 1% oom anos avia mas de destacarse, al concepto de li est ultados nO fueron sometidos a escrutin 810" por otra parte, debe tenerseen cuenta, jade José Asuncion ane. hubo. artistas alos, que se ues encarnaron a 10s oj08 de los jovenes aes sed faclitas ingl o SEE las plantaciones de la United Fruit Company 0 de sus cumini oe Zona bananera de Ciénaga-Santa Marta. La otra forma de ma sn del nombre El Sol para un ib me iados por Cayetano > La cmplaridad ques le otorgaba incuy ass I alone Periédico bogotano, Los estudios de su recepcién en Colomh Betancur en 1956, se excluyeron temas estéicos y artisticos- 377 Escaneado con CamScanner 9s” no tomé forma una intelligentzia revolucionaria pro. pues con “Los Nuev' me yf piamente, dicha, tenia que ser elconflicto intergeneracional entre los Brupos sociales pertenecientes en SU conjunto a los sectores que dominaban en la sociedad colombiana. Demodo que “el problema de fondo” en cl disenso entrelos centena- ristas y “Los Nuevos” puede formularse en términos de disturbadas trans- ferencias intergeneracionales. En la Colombia estancada de 1924-1926, squé mundo debia ser heredado, qué transferencia cultural y socio-politica de qué herencia podia tener lugar, cuales eran los caudales y tesoros venidos del pasado que debian ser transmitidos al grupo dirigente de la generacién que te asomaba? En un momento en que por fin conclufa en Colombia el siglo XIX, esa manifestacin del conflicto se puso de presente nosoloenel hecho de que el traspaso intergeneracional se hallé muy disturbado, segiin lo vi- vieron los estudiantes de las instituciones de ensefianza superior, Ya desde mediados de la década las actividades de “Los Nuevos” pusieron confusa y ala ver abiertamente en cuestién la transmisi6n intergeneracional, ala luz deo que resultan manifestaciones de una ‘nueva’ y diferenciada orientacién enel tiempo, en términos de “conciencia hist6rica”. ‘Lo nuevo’ de “Los Nuevos” Dos malentendidos mayores tuvieron sin embargo que precipitarse a corto plazo en torno a “Los Nuevos”, inclusive en el seno del grupo, acerca de la imagen que se manejé de ellos y de su autocomprensién, acerca de ‘lo nuevo de“Los Nuevos”. Porlos meses en que todavia en 1927 la atmésfera del peque- fio mundo cultural bogotano estaba caldeada por el encontronazo de “Los Nuevos” y los centenaristas, la revista Santafé y Bogotd intervino para: apode- rarse del temaasu manera. A esas lturas, criticos conservadores establecidos lacelebraban reconociéndose en ella, y aplaudiendo que “sin golpes de boulo, viene viendo la luz publica hace ya tres afios, gracias al esfuerz0 constante y desinteresado de sus directores [Victor E, Caro y Raimundo Rivas. CRI y para bien de la cultura de la soi-disant Atenas suramericana” (Bravo 164)- Precisamente para eso los animadores de Santafé y Bogoté realizaron dos desplazamientos tcticos. La encuesta habfa sido un instrumento por celencia dela vanguardia para la investigacién colectiva de un tema de interés comiin. Victor E. Caro y Daniel Arias Argdez procedieron a realizar pat? : Santafé y Bogoté una encuesta, cuyo cuestionario fue sometido solamente P figuras afines 0 identificadas con el conservadurismo estético y social de la , revista. A ese desplazamiento sumé la reduccién de las desavenencias entre 378 Escaneado con CamScanner tna OS Cha 98 clisicas, olombianos «pos Nuevos” y los centenaristas a} su jiteraria, la nueva orientacién del Busto de poetas y tne meva escuela quesele pole augurae? De acuerdo con carat Phy poret eneeados dela stuacén ese ivi acne Mn mente negativas: 88 tenia T8imiento o : No de iv fa eS que no ha ' ™ esa clase de negocios literarios que Y novedad en ltimos tiempos. [..] ;Quéese, fe : ; han for han desarrollado ‘los nuevos en C. oe est ‘olombia? Ninguna, sind ™ an dénd puede hallarse “El Fundador"? Con las pocas cosas tae vos, para desgracia de nuestra - ratura, de muestra lengua y de nuestro buen nombre colombiano han Publicado en los iltimos dias, no hay un motivo para emocién, para exlaci, Paral su. blimeestremecimiento que produciria una estofa de cers “viejo, Seamer depo ivaie labios § 1 Jl Vette tag 1¢ esto escribe no la he des- nuevos’? Posiblemente por ‘viejo’ el qu cubierto. (237-238) Carlos Torres Durd mi modo de ver no hay en el pais una nueva escuela o tendencia literaria. La aparicién de una escuela 9 ‘una tendencia nueva la anuncia la presencia de un gran pensador ode un gran poeta. ... En el escenario intelectual del pais no se ve actualmente quién pueda ser entre los nuevos el gran poeta ol gran pensador capaz de realizar a estas horas el prodigio de marcar una ruta nueva. La vida literaria nuestra no tiene quiz en la época actual fuerzas suficientes para crear ese tipo maximo, Tepresentativo. (286) : Juan de Dios Bravo: Bogota y Colombia toda, ha considerado sto de ‘los nuevos’ como un juego de muchachos, eon cendencia ninguna a los desplantes y atrevidas posturas as (68) ue se entretienen a jugar a las escuelas literarias. (168) \Icance, tuvo que El segundo gran malentendido, de mucho ea ame Ver, desde la, escogencia desu nombre, con la propia autoc reva escuela literarit © : on elit af Qué idea response leaugure? 2s preguntas formuladas fueron: “* Cree usted que | & ihe tendencia intelectual yartistica que sea digna de es bo lene usted de esa nueva escucla? 3° gCusles son. €0 a toy qué ponent [itradorest«° Que piensa usted dela nueva orientacin dls ‘Say Boots, Vit (1536) 45:97) m9 een Escaneado con CamScanner Nuevos”, pues noacertarone ys Tin : -~-.s ade tendencia moderna 0 de vanguardia estaba la génesis de lo nuevo in, En materia de poesia, literatura y arte no hubo por parte ese rebasamiento de los conceptos imperantes, que definig, de Avantgarde, desde los impresionistas y la Lettre du Vo. yant de Arthur Rimbaud. Tampoco elestatus de los “autores” fue asunto en que se envolvieran. Permanecié tan intocado como cualquier propésito de rebasar los limites consagrados de los géneros entre las artes. Todos esos son, indicios suficientes de que “Los Nuevos” en ningiin caso podian pretender, y lo cierto es que nolo pretendieron, ser un grupo “de avanzada’ o ‘vanguardis- ta’, segiin los términos que circularon entre os que los grupos de las revistas ‘Amauta, en Lima, o de Avance, en La Habana, yacilaron en definirse. Si lle- gara a abrigarse alguna duda al respecto, basta con ver lo ajenas que fueron Jas bitsquedas de “Los Nuevos” al experimentalismo vanguardista, que pudo dela vanguardia hist6rica los métodos tomaran clas que propugnaba de “Los. Nuevos” alos movimientos evar a queen las practicas mis relevancia que los resultados acabados. En cuanto a la posicién de “Los Nuevos” en los cambios sociales de | la época, situarlos como un grupo cultural y politicamente modernizador, con rasgos dela antigua bohemia que les habria impuesto la Colombia anti- stopdierma en stenterectuearom, deja delaiio wn-raag ventral dt eae: prensién, Como pudieron hacerlo los jévenes ‘Theodor W. Adorno o Max Horkheimer en los tiempos en que andaban en busca de una doctrina, y de la fundacién de la Gesellschaft fiir Sozialforschung y el seminario que org nizaron en Geraberg en Thiiringen, ademas de tener calidas simpatias por la Rusia soviética, “Los Nuevos” vislumbraron en el marxismo algo més que una filosofia para una época catastréfica. Con Marxla revolucion estabaala vuelta de la esquina. Con Lenin la creyeron, como cambio del conjunto de lasociedad, al alcance dela mano. Pero vinculos orgdnicos con el Congres? Obrero Nacional, el posterior Partido Socialista Revolucionario, el periddico LaHumanidad ola seccional colombiana dela Liga Anti-imperialista mun- dial no formaron parte de las prioridades de “Los Nuevos”, mientras que Tas vanguardias tendieron a convergir en metas estéticas y sociales quelesdieron caricter internacional, Del lado conservador, en cambio, esa convergencias¢ suponfa y fue condenada como “bolcheviquismo en la literatura’: Lo primero que alcanzamos a barruntar es Ia clara tendencia revolucionaria de los nuevos corifeos, ese afin desmedido de cortar por lo sano, de volverle la espalda a todo lo pasado y de fundar, con nuevos nombres y nuevos cerebros, el edificio de las 380 Escaneado con CamScanner taimposilidad de ser Modem05 ¢derrunpg es 105 csios col ‘olombiangg aera ies. Todo Meo, achimederno tras todo lo anticuado, lo anguilosado, gg ™® * Mada, Fp . sd bolcheviquismo en literatura que, enarby dra y ol adil, . enarbol . land destrozando aban bandera roja, avanza hacia el porvenir, % facick aber: y derribando eminencias. Las supremactas fine, en maeas f . ricas tradici6n literaria es un mito y los literatos de . No existen, Ja anteriores, meras antiguallas, dignas de tcompata, Berns a, ra las momi, fosilizadas de los museos, pero n f jas Pero no para seguir figurando en las 08, (Bravo 164-165) Pero a pesar de esas posiciones polémicas condenatrias, I ads de vigil y reprimir alos grupos militante en Colombis ont : . ‘in 0 detec. tron en “Los Nuevos” mayor pelgrosidad, Dentro dela ampli can i ons i internacional de apresamientos que siguié, también en América latin, alallanamiento de la sede de la embajada de la = : URSS en Londres en 19a, fueron detenidos en La Habana 57 personas a flor y la nata dela joven intlectualidad (Rincén 68-65). Algo semejante ocurrié en otras capitals letinoamericanas. En Bogot no hubo, en cambio, una sola captura,y no fue porla distancia que habia entre las formas de, ‘gobernar del General Gerardo Machado y las de Miguel Abadia Méndez. Entre quienes eran cercanos a “Los Nuevos’, el ‘inico detenido aftos atrés “por profesar y exponer ideas revolucionarias” habia sido el ruso Silvestre Zawanski, un alma “dramstica cingenua, profética y sentimental”, segtin una nota en donde se pedia su excarcelacién (EI Espectador 10 de junio de 1925). Cada vez quese trata de “Los Nuevos” serecurre como aun rtornelloa haboutadedel centenarista Agustin Nieto Caballero: “jalos nuevos hay queen- tenderlos o fusilarlos!” Una vez puestos al nivel de “pseudo-escuela”iteraria, lacrtica establecida les negé ese entendimiento, rebajando sus composiciones alacategoria de: acertijos, como habia: ocurrido en Francia cuarenta ahosatris onl simbolismo: “a nadie le place descifrar enigmas que con apariencia de boemas se presentan.... Edipo era maestro en esasartes, Homerono” (Susrez Murillo 238). Con la velocidad creciente que tom6. lacrisis del régimen eee Yador, yal ritmo de la “danza de los millones” -indemnizacion ¢ iment orteamericanas~ asi como al concluir Ia década las organiza Aierda acabaron disgregadas en fracciones que se combatieron hacia 928 “Los Nuevos” habian dejado de existir como grupo. er ‘Cuando apenas se estaba formando, José Mar habia. ona liberal a rad de no equivocarme al afirmar a i io Me “Los Nuevos" itl lista’ ; (El Gréfico 13 de octubre de Boa desde posiciones' cadaver tribuir activamente dentro de ese partido y des vitrinas de los modernos anaqueles literar lasegu 381 _ Escaneado con CamScanner sas expuestas alos reflectores dela escena publica, al final de medio siglo de dominacién politica conservadora, y al ingreso vacilante del pais al siglo XX Pero elvaticinio hecho en El Gréfico no se cumpli6. El antagonismo de clases podia ser visto como el hecho social bisico, pero en la actividad parlamen. taria 0 gubernamental eso podia significar muchas cosas. De las ideas que “Los Nuevos” pudieron desarrollar conjuntamente sobre critica dela domi- nacién, acerca de civilizacién, racionalidad, cultura nacional, progreso e instituciones sociales hay cuando mis huellas en los escritos dispersos en los periddicos, en que dejaron a diario su impronta. En cuanto se refiere a la poesfa, las contingencias de la época pare- cen haberse llevado por delante a los poetas que habia entre “Los Nuevos”, “México es cosa mia”, podia decir German Pardo Garcia, a quien amores imposibles movieron a establecerse allf, para vivir en condicién de solita- rio, con poquisimos amigos disgregados por el mundo, que existieron para como contrapartes epistolares (Zaitzeff). Por su parte, al regreso de una permanencia en Europa, Luis Vidales declaraba en 1928-1929 la liquidacién de las vanguardias. La consigna que hizo suya en Bogota fue la propuesta de Jean Cocteau: el retorno al orden. En ese tiempo Benjamin escribia, cambio, sobre el surrealismo, y de alli derivé su Passagen-Werk. Cuando ya desde el Estado se habia impuesto en Colombia la violen- cia politica, sin ocultar su molestia ante la espontaneidad espuria con que los jévenes liberales adherfan vehementes al anticomunismo de la Guerra fria, Hernando Téllez avanz6 en la década de 1950 esta tesis: “Ia hora de las catdstrofes es la hora de las alinderaciones y de los avances.” El derrotero de “Los Nuevos” le sirvié de ejemplo negativo: “[..] se puede decir, con toda exactitud, quea la hora decisiva de la historia se encontré con que casi todos los escritores y politicos de la promocién se habfan corrido, més dela cuenta, hacia la derecha [....” (EI Tiempo 18 de enero de 1953). 4, Hasta 1928 las reivindicaciones de apartidismo o apoliticidad estuvieron emparejadas con clasificaciones de pertenencia ala “izquierda” ola “derecha’: Cuando Alberto Lleras Camars® llaméa sumarse ala causa politica liberal aglutinada porla candidatura presidencial de Enrique ‘Olaya Herrera, proporcioné un denominador comin a las diversas pretensiones individuales de quienes se habian sentido vinculados al grupo, y un trampolin para incorporarse * la actividad politica. Aso hizo él mismo desde lajefatura de redaccién de El Tiempo. Escaneado con CamScanner Republica liberal y el Tenombre de Pais literatig jaRel liegues Programaticos, gue no tuvieron . ara se relacionan directameng, entativos, econ la laculturayala literatu iso otorgara quis Colombia Peto fueron re. ‘ade “UNciones Taen distin, deign’S dese : : Cla Rey ili 1. Jaime Barrera Parra, un joven Period, ae sna ente en 1935, fue uno de los primeros en Marla atencign sobre in im ibe ile desequilibric egal representaria con decoro en todos I internacional, carece de una produc puede levantar la torrecilla de unm * sitios de reunin y de atisbo Cién regulada sol rela cual se }odesto orgllo. Prosas yy) cultura Piensa Luis Enrique Osorio que la ee Se €specificamente colombiana es tuna nore ie Le ere Zatse, ya que viene a servir altos intereses es Cultura, nutrida por los jugos naturales, ea rete biente fisico, escoltada por el Estado y a a aces tas letras, seria la tinica barrera foe ’ ie iceman abate Hea de oes sca das del vasallaje. caballeria peepee ter ase “ ee Latesis tiene una i 70s poetas, nuestros tribunos y ene podrin ome deuna concentracién miliciana, de re ‘esa manera se realizar Ne"alos invasores una coraza cierta. ner Escaneado con CamScani uno de los experimentos sociales mas inusitados: convertir el arte ‘en un transporte nacionalista para defender la frontera no sola mente espiritual sino material de la patria. (Prosas176) Elotro despliegue programatico se propuso situar por fin, y asi arre- glar cuentas de alguna manera, con las figuras, los herederos y la herencia de Miguel Antonio Caro y Rufino José Cuervo. Es la tarea que: emprendié en la década siguiente, en 1944, Luis Lopez de Mesa con el voluminoso “Estudio biografico” queles dedicé. ‘Tras el desplome muy rapido de los estudios filolé- gicos en Colombia enla década del Centenario, ademis de haberles honrado con sendasestatuas encargadas en Francia y de los intentos adelantados entre 1917 y 1923 para exculpar y exaltar a Caro como uomo universale (Rincén {403-410), poco o nada se habia avanzado en su conocimiento en Colombia. Después del final de la Guerra civil espafiola, el refugiado republicano Ur- bano Gonzalez de la Calle pudo llegar hasta Bogot, en donde se vinculd a la ensefanza en la Escuela Normal Superior. Ocupé la primera cétedra de filologia que se abrié en Colombia. Gonzalez de la Calle encontré chocante que no existiera en el pais ninguna institucién de altos estudios filolégicos ni investigacin literaria alguna, y por iniciativa suya se cre6 en la ENS el Instituto Cuervo. El director vitalicio de la Academia Colombiana dela Len- gua, el sacerdotejesuita filofranguista Félix Restrepo consideré inapropiado que Gonzilez de la Calle estuviera al frente de ese organismo, al que juzg6 necesario llamar Instituto Caro y Cuervo, incorporar a él estudiantes no solo de la Escuela Normal Superior. Parte de los propésitos programiticos del libro de Lépez de Mesa fueron formulados con sumo cuidado, Acerca de Caro escribi6: Es venida la hora y es Ilegada la madurez de los tiempos para pro- tocolar un juicio que ya maduré la opinidn publica: si él disminu- ‘ye un poco la personalidad politica del sefior Caro, ello me duele, mas yo no soy albacea de su nombre egregio, ni otra cosa quiero ser que un X conciudadano suyo desde la serena colina dela His- toria para darlo en ejemplo a las nuevas generaciones en cuanto 5 Ningiin militante, politico, escritoro intelectual colombiano, hombre o mujer, formé parte de ninguna de las organizaciones militares que defendieron durante el conflicto a la Repiblica ‘espafiola, niasistié a ningiin Congreso o Asamblea celebrado en la peninsula durante la guer™™ civil. Eljoven abogado Luis Eduardo Nieto Arteta se encontraba en Madrid en julio de1936 Pe? segiinlosarticulos que envié a El Tiempo entre el 25 de julio y els de septiembre, sus opinions no fueron nunca las de los interlocutores que aparecen en Lespoir (1937), de André Malai: aa Escaneado con CamScanner zaimposiidad de ser modernos ye derrumbe de ig lésicos colomh anos tuvo de error, para evitarlo otra yer, €n cuanto nos hg seguitlofervorosa y orgullosamente.( 153) Lopez de Mesa ponfa de un lado al “tedlogo que se autoconsider cassiempresocio comanditario de las ideas del Espiritu Santo y se, encasill peligrosamente detras de los inexpugnables bastiones de su ceguera [, De ahi la fuente de graves perturbaciones polit . (57358). Y deotro “al intelectual puro que vivis decultura” (340). La salida que construyé asi 1. “opinign nacional acerca del sefior Caro”, de acuerdo con la cual “en uno como a modo de consenso undnime apartamo ° de su memoria ta labor politica meramente partidista para amar en él” al “intelectual Puro” que Lape de Mesa inventaba, no consiguié hacerlo inaccesible« los procedi- mientos exegéticos mas insatisfactorios niala apologética més, extremista, onta, para Oper de Mesa, su pretendida en odo el pais, de los jefes de su grupo politico, cial estratificador que buscé imponer, centralista, realizaciones de Caro qu econémicos, sociales, el deformante orden so- Yel fracaso de su remedo de Estado sellaron los posteriores procesos Politicos y culturales del pais, El contacto escolar con la literatura colombiana fue otro de los * Propiciados en la década de 1930 por la politica educativa de la ca liberal, aunque por inercia la retérica, como modelo oficial de ay unificacién del horizonte de ‘Pensamiento e imaginaciones ‘para la Produccién Y Fecepcién de textos, siguié manteniendo peso determinante, Los manuales de ue por fin se dispuso, preparados en gran medida por ‘cligiosos, procedieron a construir para la ensefianza el continuum de los sane® Rombres del tiempo y el espacio “colombianc", como prototipos bligantes de autores ¥ obras. La lectura y el andlisis gramatical, sintéctico Yrel6tico debian Servir para imitacién y perpetuacién en las nuevas pro: duccionestextuales de competencias escriturarias normadas, con destino “lt reproduccion Y estabilizacién de las relaciones sociales. Pero aun asi, “to| Escaneado con CamScanner potable. EL café se vendia a US $050 la libra. y las exportaciongs del pas en 1950 tuvieron un valor de 437 millones de dares] no habia estadsticas tales como las series de medios de page, je ingreso nacional y de balanza de pagos o de costo de vida, san, «que se habia comenzado a trabajar para obteneras. El Presupusy to era un panileto que apenas dividia los gastos entre forzososy ‘ocasionales. (136) Dentro de los proyectos ideol6gicos involutivos desarrolladag Gomez desde la presidencia de Colombia apartir de 950, lafigurade ce, a quien llamé “la inteligencia mas excelsa que ha habitado en estas terns después de Bolivar” (22), habria de tomar las funciones de gufa y Padredei, nacionalidad. Dos fisonomias, la del “combatiente catélico” y la del *huma, nista del Renacimiento”, buscaron otra vez hacerlo personalidad ejemplar La primera la habia propuesto desde 1947 el académico y alto funcionatio Manuel Antonio Bonilla: “en el orden religioso, el mas formidable campedn delos fueros eclesidsticos: fue como un cruzado con el espiritu deSan Vicente, iluminado por la sabiduria de un padre dela Iglesia y dotado del verbo terrible de un profeta biblico” (239). En cuanto a la segunda, en calidad de director del Instituto Caro y Cuervo, secretario perpetuo dela Academia Colombiana dela Lengua y miembro del Consejo Superior de Educacién Nacional, José Maria Rivas Sacconi recibié en 1951, de manos de Gomez, la Orden de Boyact en Ia categoria de Oficial, en el llamado Dia de la Raza, Para dar respuesta aun discurso de Gémez, en donde aquel hizo el encomio de ese Instituto como “Una obra de restauracién cultural”, Rivas Sacconi, bajo el titulo de La Cultura, Tradicién y mandato, diserté sobre “humanismo”, “el arbol dela tradicién colombiana” y el “sentido de la tradicién”, volviendo sobreel t6pico ultraconservador de los afios de 1920: Caro = Renascenza= hombre universal. De la honda y viva raiz renacentista, nutrida por la savia ética de Espaiia, surge el florecido Arbol de la gran tradicién cultural que culmina en Miguel Antonio Caro. [...] Fue auténtico hom- bre del Renacimiento, por congénita disposicién de énimo, por educacién y por deliberado propésito. [..] Fue un renaciente por haberle tocado levantar el signo de las humanidades y restaurar los valores tradicionales en un ambiente de hostilidad, olvido © incomprensién. (35) lombiana alos Rivas Sacconi ir la nacionalidad col ‘oni acababa por uncir | verses Valores que segiin él encarnaba Caro, para permutar al final I matrem de su soneto Patria: 388 Escaneado con CamScanner aimpostilidad de ser modern0s ye dream ge los disc, SOS Colombians caro encarna el revivir del tradicion, tse Tonal y la republicana, el orden restablecide ensayos yexploraiones, el eanudarse de un p la fjacin definitiva de los valores esenciale en lo politico: libertad y orden; S de la edad co. 85 una epoca de ‘ceso de cultura, la nacionalidad; en lo espiritua: to catslico; en lo cultural lo clisico, Padre es l verdaderamente de quella sa decuyas entrafias se sentia pedazo, (57) ao Los discursos de Gomez y Rivas Sacconi ci tivo Por la cultura en 1952. En ese aito, cién dela guerra civil no declarada, la vi llewala destruccién en Bogota de las i pectador, El Tiempo y al incendio dela Lépez y Carlos Lleras Restrepo. ircularon impresos con el con estado de excepcién yagudina olencia propiciada desde cl gobiemng nstalaciones de los periédicos Fs. 's residencias de los politicos Alfonso Bajo régimen de censura, yen condiciones de represin dela activi dad intelectual, una de las escasisimas | Publicaciones de interés: reunié enton- cesensayos de Hernando Téllez con el titulo escuetode. Literatura, Lacarrera de Tllez era representativa de la de los literatos de la Repiiblica liberal. Muy joven habia formado parte del grupo de “Los Nuevos’, trabajé en el diario deEduardo Santos y de alli salt6 al Concejo de Bogota. Luego fue cénsul en Marseille, subdirector del periddico El Liberal, senador dela Repiiblica, jefe depublicidad del Consorcio de -cervecerias Bavaria, y en 1948 director de Se- ‘mana, el primer magazine de noticias que se publicé en el pafs, donde empled eljoven Belisario Betancur. De alli habia retornado ala compaiiia cervecera, Paraestableceralgo que se desconocia en el pais:un Departamentode Ss Relations, al que vinculé personas brillantes como Alvaro Matis y Leopoldo Murillo, poco confiables cuando cambiaron de empress. wages Entre 1943 y 1950 Téllez publicé cuatro libros que le habia oe elo como el mas calificado de los ensayistas iterarios. Los ensies "eunié en Literatura demuestran su dominio de ese arte. Hay ae sd Presente (en el sentido de situaciones fécticas que =e ees PEtleamientos desarrollados en lo expuesto) yunacausa ausen ise obligado a "do de un rigor intelectual que lo empuja a atreverse o sen sésdelg de . ° ia), Por eso, despu' aaa lo quese habia escrito en Colombia). ee scomo ornate lestablecimiento dela agresionyrepresion POU al ann "@Stposicin yanno podia ser idénticaal“esvenida ahowy Fent#delos tiempos” de Lopez de Mes Causa preset pros que Tle iitdenen una Perspectiva: la del valor de ciertoslibross <= 4. sutoridad Hemaba “clésicos”, cuya autoridad ~tal vez Ja time ims tant Jectura co “Sone para Tle los hace objeto de deseo °¥# » ” _ il Escaneado con CamScanner sia su valor, pues as respuestas que podian dar a ls lacondicién de los seres humanos, se renovarian en cada nueva lectura. lectura social significaban para lez duracién, aban escribiendo en otros libros. Al en tltimas, el punto que ella se fundamental preguntas surgidas con cada nuevo contexto y con Lectura individual y| ¢ continu ode lacritica eracse, ices literarias, alas quese depara legitima las transmisibles.alo largo de gencracio- {Ia operacionalidad dea memoria lite- esencia y la transformacién dealgunos vnwtoresen “csicos”, proceso que subsumia bajo el concepto de “tradicién’. Lasituacion de la critica, segin escribia, es una “consecuencia dela '". En Azares y Perplejidades de la critica, y.con ello que los “clésicos" s interrogarse sobre El ‘compromis Ieinteresaba: la existencia’ de matri admiracién yacatamiento, haciénd nes. La preocupacién de Téllez cra as raria en la seleccién con quela quinta literatura que le sirve de nodriz: ‘Téllez consiguis llegar a formulaciones més explicitas: El problema de Ia critica preocupa ahora con especial atencién a las gentes colombianas de letras. [...] La critica supone una ex- tensa y profunda tradicién literaria y artistica en lacultura de un pucblo, mediante la cual sea posible establecer una tabla de valo- res estéticos que permiten relacionar con mayor 0 menor acierto los nuevos aportes. (55) De considerar a titulo de exemplum la situacion de la critica ante la poesia que entonces se estaba escribiendo, Téllez pasé a darle toda belige- rancia ala causa ausente de su ensayo, y procedié a practicar un escrutinio de lo escrito en siglo y medio en Colombia. Invirtié asi la perspectiva, para ir ahora de la literatura a la critica, enfocindola desde el punto de vista de los “clasicos”: a los modelos colombianos, los clisicos colombianos, dénde quedan? Pombo, Silva, Valencia, representan una norma clisica, tuna referencia respecto a la cual pudiera afirmarse que a partir de ella se creé una escuela, un médulo Iirico, una tendencia deter- minada? He ahi una cuestién problematica que atin espera la dis- criminacion analitica. Ninguno de los poetas que en los tiltimos aitos han aparecido en Colombia, se considera usufructuario del ‘mensaje de Silva, de Pombo o de Valencia, Todos, en cambio, ga- rantizan que de més lejos, de otras latitudes, ha venido para ellos Taluz dela poesia. (57) 390 Escaneado con CamScanner Laimpostildad de ser modern0s 4 derrunty, eos clisicos eo £08 colombianos deBarrera Parra casi veinte afios atré: delos nuevos grupos dirigentes soc objetivaciones artisticas y literarias shabian rozado la cuest ‘ales y politicos en la de “lo nacional”. En tin del interés ‘consecucién de 51 Teller intents ‘Ahora bien: gen el transcurso de cient y pico de aos de jeriio auténomo de la nacionalidad, la literatura y el arte colombiang ofrecen ya, para el citico, ee apoyo indispensable que le diese 4 su tarea un acento radicalmente nacional? co de un clasicismo colombiano, ‘mas intelectuales y estétic @Podria hablar el crti- ces decir, de un desarrollo de for nantenidas a través del tiempo por climpulso ejemplar de determinados esctitores y artista, cuya influencia resulta evidente en la poesia, en la novela, en cl ensayo, en la critica, en la pintura, en la escultura, en la musica? (58) Pombo y Silva eran cuando mis los tinicos que para Tile podian haber tenido algo que ver con la poesia en el siglo XIX colombiano. A = “ategoria no podian pertenecer Julio Arboleda o Caro. La resp as inerrogantes las condens6 en una sola comprobacién, asumién — pinién propia en todos sus alcances: “a mi juicio, el siglo XIX colo “deja viva una sola influencia literaria o artistca” (55) eras Clasicos - Siglo X1X ~ Tradicién formaban un todo en! rie &*Gémezy Rivas Sacconi. Teller explicael motivo desta idea del “césico”: andovalor estético y relevancia nacional,a través de suid uy poco, ¢ Y todo ello spor qué? Porque en esa tradicién a ae logue hada, lo auténticamente ejemplar, lo eee como ct Puede designars ed nado y magico sico,¢s deci ecen de it~ ios. fo} con el verdadero c, ya cristalizado jodelo perenne, ya como modelo pe nblano ca colo De-esta suerte, la literatura y el arte col on ef pasado prop Mes puntos de apoyo en Ia tradicién, em onan vides ‘Una tradicién literaria yartistica, en Ja cual Escaneado con CamScanner tendencias, los géneros, los estilos y, sobre todo, en la cual aparez can las obras ejemplares que la decantacién histirica convierteen modelos clisicos, es una auténtica tradicién, (59) Desde la perspectiva dela cultura humanista liberal y, cosmopolita de ‘Tellez, el “casicismo colombiano” que celebraba un Rivas Sacconiy, today, més, lo que se habia tomado en Colombia por “tradicin” literara,atistcs ocultural, simplemente no era tal. Esa comprobacién asumia Consistenciay alcancesa partir de su presente, tal como toda la indagacién la habiainiciady a partir de él. Dicho de otra manera, si “clasicos”, “un clasicismo colombia. no”, “una auténtica tradicién’”, una literatura o una cultura “nacional” no existian en Colombia, no se podian seguir considerando actualmente “e! pasado” (a historia), “Ia cultura” o “la tradicién” tal como se lo habia hecho hasta entonces. El presente catastrofico cambiaba el pretendido e ilusorio pasado, A ese respecto, el discurso La Cultura. Tradicién y mandato de Rivas Sacconi, y el ensayo de Téllez El compromiso de la critica, que circularon en 1952 al mismo tiempo, no podian concluir de manera mas diferente. En el “V Cente- nario del nacimiento de Isabel la Catélica”, (8) Rivas Sacconi decia a Gomez, agradeciendo su Cruz de Boyaca: “de vuestras manos, que son las manosdela patria, recibo, magnénimo Sefior, este honor oneroso, galardén no esperado, porque en mi nada hallo que lo merezca” (42). Téllez reflexionaba a partir de “mi experiencia personal, que no vale la pena, pero que sirve de sintoma” (55): Rivas Sacconi ‘Téllez Yo no soy sino el epigono de una _Y conviene no olvidar que del pro- estirpe que el juego eterno de la voluntad divina deposité un diaen estos montes ciclépeos y que por tres siglos -tres siglos que me ligan como vid sarmentosa al tronco de la historia colombiana- ha esta- do siempre presente en la brega de construir una nacién. (42) Las lecturas que se hicieron hasta entonces en Colombia de cherche du temps perdu, el clasico moderno mis caro a Télle: entre si por el acento que ponen en uno de estos tres temas: ¢! de narrado, el tiempo perdido de la sociedad de los salones aristocrit 392 ceso de las formasliterariasen una nacién determinada, de su progre- 0, 0 de su estancamiento o de su insignificancia, no se halla a salvos en cuanto a la responsabilidad his- térica, toda la sociedad inclusive el Estado. Esa responsabilidad es © lectiva, al fin de cuentas. (70) A lare- vz, se distingue? cl tiempo icos y de Escaneado con CamScanner a a aR ac i ta at bilidad de ser modernos y el d Laimposib lerrumbe de os cis €0s colombianos jaaltal burguesia entre 1879 y 1919; un tiempo de vida yelmecanismo del recuerdo individual yespontinen ua jnvolontaire, permite encontrar en un instante feliz el defn los limites de la muerte, Téllez sostenta en au decurso de las letras durante 150 afios y al presente de ue se acercaa su final m9 Mémoire tiempo perdido y re. Bran libro, de cara al atrocidades: Un pueblo puede permanecer durante varios sj “ ils de su vida sin una verdadera tradicién literai Y artistica, en una simple suce- sién cronoligica de su actividad intelectual, Puede, en eambig recuperar el tiempo perdido, a p: yemperara artir de un instante de su historia formas sorprendentes del arte. En ese momento comenzarfa, de verdad, la tradicién literaria y artstica, (6 0) El instante considerado por Teller. tenfa asi ~;quién lo sospechara enélt-un visible e inconsciente rasgo mesidnico. En la década siguiente, al concluir su vida, Téllez publicé en periédicos las mejores paginas esritas encl pais sobre Notas de Gémez Davila, la nueva poesta de Alvaro Matis ylanarrativa de Garcia Marquez, Resolvié, ademis, el caso de la poesia de Silva, y situé la labor cumplida por Baldomero Sanin Cano. Declaréndose ala vez “desencantado de la razén critica de nosotros los colombianos’, “laineficacia de la tarea critica adelantada en nuestro medio”. Acerca de la “ctticahistérica” colombiana precisaba que “es sectaria, es sentimental, mitolégica’, y sobre la literatura colombiana conclufa: “nuestra participa- <‘6nen el orden universal de la literatura es, en mi opinién, muy precaria y Aiscutible.” En la edicién de El Tiempo del 13 de junio de 1953, dia de golpe deEstado militar, declaraba: “spodemos, histéricamente, hacer la exigencia normal de a critica? Yo no lo creo”. Referencias Bonilla, Manuel Antonio, Caro y su obra, Bogotd: Imprenta Nacions) 197. Impreso, » ‘sy "to, Ioan de Dios, “Contestacién a nuestra encuest”. Santa 1X51 (1927): 164-168. Impreso. ' André. Manifestes du vwrréalsme. Paris: Galli rad, Christopher y Annabel Zettel (Eds) Edward: a " che Paradies, Catalogo de la exposicion de la Sta Yel Kunstmuseum Bern, 2009-2010. Imprese: * Lauchlin, “Operacién Colombia”. Econom (2006): 135-157 {196i}, Impreso. Bogotd rd, 1965. Impreso- ve-Jones. 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Después del 9 de abril, al comenzado a cursar estudios para for la tunica actividad Temuney la redaccién de abe tenido mucl fara cémo fue retornar desde mars encontré un dia con un antiguo amigc radauni- un Periddico, Para ho de azar. En Viyip 4 dara El Universal Bogota, donde habia Se-como abogado, a esa ciudad, se Manuel [Zapata Olivella CR}, ademas de novelista, be, médico de caridad era setfviste politico y promitor Ia mies det ast, Péro su vocacion més dominante era tratar de resolvere los Problemas a todo el mundo. No bien habjamos intecambiado Nuestras experiencias del viernes aciay iGO y nuestros planes para el porvenir, cuando me propuso que probara suerte en el perio- dismo. Un mes antes el dirigente iberal Domingo Lépea Eseau. Haza habia fundado el diario El Universal, cuyo jefe de redaccién fra Clemente Manuel Zabala,[..] Tenia muy claro que el perio- dismo no era mi oficio. Zapata Olivella insistié contra mis ra “ones en que periodismo y literatura terminaban a la corta por Ser lo mismo, y un vinculo con El Universal podria asegurarme {tes destinos al mismo tiempo: resolverme la vida de una manera dligna y Gtil, colocarme en un medio profesional que era oe st Solo un oficio importante y trabajar con Clemente Manel Za a 's, el mejor maestro de periodismo que podia imaginarse. (373; impedian la ictones que imped Motivo de queja reiterada fueron las cae i ia Mérquezen voeteia dea profesién de escrito o, comolo ext cael escritor PrO- Pt "No existiendo las condiciones para que se produ: aa Libre 14s fj =e metal la creacién literaria queda reeaada al eae? 4 °tPRciones normales” Escaneado con CamScanner surgida en el exilio en Estambul de Leo Spitzer yBrich Auerbach (Barc, Tre- tn), laliteratura comparada. Baldomero Sanin Cano, ddequien por interés de Pedro Henriquez Urefia el Fondo de Cultura Econémica publicé en México a pgel volumen Letras colombianas,sehabiainteresado a comienzos del siglo XX por los trabajos de Georg Brandes sobre el romanticismo. Como aquél, Sanin Cano noatraves6 elumbral dela literatura comparada. Demodo que las tareas queen Colombia, en tiempos dela Segunda Guerra Mundial, podian surgir como urgentes, remitian masa problematicas anteriores a1900 que aestos desarrollos posteriores. ‘No se habia logrado, pues, constituir hasta entonces en Colombia un campo cultural, semejante al de las sociedades moderna, y se carecia de es- tudios literarios comparables a los que se habjan institucionalizado hacia un siglo en otras latitudes. Pero asi haya sido siguiendo un ritmo desigual, si se To compara con los de México o Brasil, entre 1947 y 1957 surgi6 en Colombia un nuevo grupo social restringido, que con nuevos saberes y nuevas tecno- logias se especializ6 en asuntos de presentacién y representacion: el delos intelectuales. Un grupo distinto, por tanto, del de poetas y letrados de la ‘Atenas suramericana y los tiempos de Santafé y Bogotd, y de la bohemia de Los Nuevos. Sus caracteristicas, con los desfases del caso, Jos emparentaron de todas maneras con “el intelectual latinoamericano”, que comenzo a ser objeto de investigaciones sociolégicas desde mediados de la década de 1960 (Lipset, Solaris Marsal). La Revista de América era un remanente nuestroamericanista de la Repiiblica liberal. Critica, un seminario editado por Jorge Zalamea con ayuda de su hijo Alberto, fue un experimento transicional asfixiado. Entrados los afios de 1950 esos intelectuales experimentaron con la creacién de érganos propios, del tipo de los little magazines (revistas tales como Mito, Prometeo, Sino, Horizontes, Nueva Critica, Prisma, El Observador, Pldstica), emisoras culturales, y se situaron estratégicamente en el sector de la publicidad y delos media. Sin embargo, buena parte de sus intereses continué siendo literario, ; a de los puntos en que esos intelectuales con intereses coincidieron fue el rechazo de las pricticas de la historiografia y Escaneado con CamScanner iteraras sobre ls letras del pais. Desde lag 7 Paginas de Si I pearaba “ela derecho’ Jorge Eligcer ue Ruiz observaba [..] es vergonzoso que nuestra historia literari ental medida que no es posible hablar de acuie y moldee el natural de las letras pat Una revista que en 1955: a esté por hacerse, Ln solo historiador que rias, quela critica esta atin en el periodo del impresi las consideraciones familiares y éticas, [1 Es vergonzoso lonismo baratoy de cuando més. Yes vergon. uestros intelectuales ejerciten una delas formas més peligrosas del analfabetismo: el deseonnet miento total de la ciencia, la falta de método y a carencia de une voluntad y de un propésito definidos. (57) oso, para decirlo de una vez, que Dosatios después Prometeo, publicacién ditigida por Belisario Betancur que se habia dado como tarea ocuparse de la actualidad cultural y hacer la “exégesis mensual del pensamiento conservador”, incluyé como primicia el articulo de Ernst Robert Curtius titulado Antigua ret6rica y ciencia de la lite- ratura comparada, y Bernardo Ramirez, uno de sus colaboradores més cerca- nos, escribia ese mismo afio en el mimero 22 dela revista, en un tono parecido al de Ruiz pero introduciendo al socaire especificaciones de mucho alcance: Los colombianos no tenemos una clara idea sobre el valor de nues- tra literatura, Cuando se trata de formular un juicio honrado y sereno en torno a la cuestién, sobrevienen una serie de reservas, de trepidaciones para formular la opinién total que, al fin y ala pos- tre, nos dejan més bien sumidos en una inquietante incertidumbe. Aquellas reservas y trepidaciones surgen al conjuro de preguntas previas como estas: sfuera de los documentos mismos, existen al- i i espra- unos datos orientadores suministrados por critica eica desp (os que sirvan de hito para in este caso la vista por completo de chauvinismo, dat itativo? Ei cnrumbar hacia el concepto severo y equitativo? F e Spas eritorios textos ¢ : etic a es limitados. colares que cumplen una funcidn didctica de aleance fe tales y Esto por lo que hace las historas traits on ee segtin las cuales esa sogin las ct a enn ‘Matz tiene valor eco Fidel Suarez ayudado cl yemos, PUcs> es negativa, pese a la existencia de sometidas a ciertas directri Recesario decir que don Diego Fallon era ¥ lente poeta; que la Memoria sobre el Cultivo del Poético; que, para no avanzar demasiado, don Meee representa una gloria literaria de primera mah» é cristo. Pas argumento con una cita de su Oraci6n a Jest v2 _ | Escaneado con CamScanner ‘Avatares de la memoria cultural en Colombia de los textos que por determinado aspecto constitu Wen una intro. duc ie dominado men materia ia econdmica, mas del traba- n alegar titulos ton critica. (127) mn ingenua de los simbolos nacionales, un pa por el patriotismo, Pero es que la falta de orientacié de historia literaria -1o mismo ocurre en la histori social y politica de Colombia- llega a las zonas J0 ejercitado por quienes ya aparentemente pueder de estudio y de sindéresis para llenar aquella funci Lamemoria de los gruj Para que en el siglo XIX surgi nacionales europeas, propia, Pos esté organizada de acuerdo con cénones, lera un canon en cualquiera de las literaturay fue precondicién que el arte consiguiera autonomia de modo que el respectivo canon estuvo vinculado directamente al proceso de invencién de a nacin en cuestién. El concepto de “clisico” Pertenecia sin duda al aparataje conceptual de Ramirez, 1957 del juicio en televisién de Marfa. No puede decitselo cepto de “canon” literario, cuya investigacién puso internacionalmente en primer plano los contextos institucionales y del mundo dela vida dels literatura. Situado en un marco de procedimientos de poder y distincion Social el canon marca, en su calidad de capital cultural, esferas de podere influencia (Heydebrand; Karte), Aunque la historia del canon en Colom, bia estuviera sin reconstruirse, con la mencién sarcéstica de esos poetasy £505 textos, la actualidad politico-cultural de la intervencién de Ramirez Consistia en sefalar que se habia roto cualquier vinculo vital entre lo que los manuales de ensefianza presentaban como identidad colectiva buscada. organizador en mismo del con- “tradicién literaria” y la Lo interesante es que a pesar de esas coincidencias, as posicionesde 4os intelectuales en el tablero del ajedrez, de acuerdo con la disponibilidad de capital cultural y politico, diferfan considerablemente. Los. Brevesapuntes Para la formulacién de una teoria realista de la politica publicados pot Ruiz en Sino en 1955, corresponden a ese iltimo estadio en que un movimientoo niicleo fascista se ve entre dos posibles destinos: la radicalizacién olaentro- Pia (Paxton). Ruiz se decidid por la carrera de administrador universtario ¥ cultural, a pesar de que a comienzos de esa década habia Petes Madrid con un grupo que se veia como fasci di combattimento tomaba : nombre del nazismo, en un retorno a las fuentes: Ia Falange de José — Primo de Rivera, Donoso Cortés leido por Carl Schmitt, el cultoal Deed al Caudillo (De Felice; Preston). in ese'“fascismo criollo” Ruiz comulg6 “ Ramén Pérez Mantilla, Rafael Gutiérrez Girardot, Eduardo oa ‘a Hernando Valencia Goelkel (Pérez Mantila/Parra Parts ys relaci6n 40a Escaneado con CamScanner cso derechista Gilberto Alzate Aveda gg delos vaivenes de su trabajo. Eleapital politico de Belisario Betancug en cg conicion de lugarteniente de Laureano Gémen ego PO sevadry presidente depuesio en 95, cuandg hain llc Avro y Enrique Gémer Hurladoaexlarse ena " ccna ee tanto amirba, Consideradoelmisbrilateene ra 8g nivel nacional dela que se habia conver enunadelac eee esa cortiente politica, Betancur era el inicoen quien se ee . dudes transformadoras. Estes dependian non itimotaomrn clutladguitida por al rene de Prometr: sbandone dae cao de Charles Maurras, de as simpatas por ls antiuer fascias yl Cruzada de Francisco Franco, paravoleetobelane ee cultural, econémica y politica internacional, Como hij MANtUVO siempre, en medi io deuna de las tres herederas del general Justo L. Durén la situacion de Jorge Gaitén Durdn era completamente distnta,Aquhabia do propietario de Durania, con muy extensos territorios y ‘comarcasenlaregién, deSantander del Norte, hasta los limites con Venezuela, que incluian nume- rosas poblaciones y de los que formaban parte las petroleras dela Concesién Barco. Caudillo liberal, Duran habfa sido uno de los generales de esa banderia enla Guerra de los Mil Dias. La dimensién de as redes de relaciones que tenia, Gaitén Duran a su disposicién correpondian a su medio familiar, socal y su instalacion en Bogota desde mediados de los afios de 1940 como joven Poeta. Estigmatizado al vincularsele con la ocupacién de la Radiodifusora Nacional el 9 de abril de 1948, hacia mediados de 1950 acordé con su ard ‘We era conveniente salir por un tiempo del pais, de modo que en ere) ‘seafio viajé a Francia para hacer de Paris centro de sus aces ie “comienzos de la década Europa occidental y oriental, la URSS vias Proclamada Repiblica Popular China. De la forma de set yt a “ (Gesto, clegancia, savoir faire, mundo) que Jorge Gaitin Du va cat ats, formaron parte saberes y capacidades artistas ‘We no existian en el pais, y mucho menos bajo Tas condi telectuales impuestas ‘Josep Folly, y tas notas“ ae 5253 54-55 4 (1955): 37-385 12 (1956): i : cm Cui." Maurraianismo de Lanreano Gime? Fabia indi amben om cha en el mimero a 1956: 10-224, Prometee HANA ga U958):5. cLensayo de Alvaro Gémer Hurtado ttulado 403 Escaneado con CamScanner Luego de visitar Brasil, al retornar a Colombiaa después de pasar varios meses en las posesionesdele ayy

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