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JUNIO DE 2002 EL PENSAR DEL PSICOANALISTA ‘cia el afio 1963 comencé a comprar la revista de APA, Enella lefa con particu- lar interés los articulos publicados porel ‘Dr Fidias Cesio y en especial los referidos al letar- 30, que desarroliben sucesivos miimeros de In revis- tn, Enel tomo 2 del aito 1966 apareci6 “Sobre técni- ca psicoanalitiea. La interpretacién en el aqui y ahora. Valoracién de esta formulacién conceptual fundada en las ideas de Freud sobre ta atemporali- dad de lo inconciente”. Este trabnjo tedrico clinico fue para mi altamente recelador. A partir de allt, y por la forma en que él explicnta Ia atemporalidad, se prodijo un cambio en mi comprension del psi- comndlisis yen mi manera de interpreta. Pero In escritura debe ser sostenida por Ia pala- bra. Erm necesario que yo pasara por la palabra de Fidias. El Talmud dice, casi imperationmente: Hazte de un maestro. De hecho, In comprensidn, ‘mejor seria decir la tramitacién psiconnalitica, no puede desplegarse sino en una dimensi6n transfe- rencial. En el encuentro maestro alimmo, en una relacién de didlogo, se funda laensefianza verdade- 1m. Inicié In escuela del CIMP donde tuce el priv legio de contarlo como profesor. ¥ desde allien ade- Innte asisté alos semtinarios en su consultorio, en muchas ocasiones hasta 3 veces por semana. Fue- 10m casi 30 aitos de encuentros ininterrumpidos. Heidegger dice queel verdadero maestro es aquel aque deja aprender el aprender. Fidins Cesio, maes- tro del psicoandlisis, es también mi maestro. El ri- gor de su pensamiento psicoanalitico convoen a pensar. Con toda la libertad que esto significa Cuando Freud enuncia su teorfa del incons- ciente, crea un mundo e inaugura una narrati- va. La ruptura epistemolégica que suscita da lugar a la apertura de otro modo de pensar. Por primera vez surge en occidente la idea de * Bulnes 1735, 1°C (1425) / tel (054) (011) 4825-6652 / e que la forma de pensar legislada por la légica aristotélica, que domina en la conciencia, no es la tinica posible e introduce otra logica, es decir, otro saber. El ser de! psicoandlisis es un ser diferente; esto 2s inquietante pero vale en Ja clinica psicoanalitica y en su paradigma. La funcién del psicoanalista es integrar esa otra estructura l6gica, crear una lengua otra. Si entendemos qe pensar es fo que permite evelar la diferencia no en el sentido de algo que estd sino en el sentido de que hace apare- cer, el pensar psicoanalitico ~que disuelve y crea~a diferencia del pensar cientifico-que es acumulativo-convoca el advenimiento de un cambio en el sentido, de modo que cuando se dice que algo es, se debe comprender queesto sélo se sostiene enel discurrso que lo presenta ynunca més allé de él El psicoandlisis tiene la capacidad de dar sentido, disolver ‘a realidad del proceso se- cundarioy, sin negarla, convertirla en otra co- sa, Dar sentidoesté en relacidn con proporci nar ligaduras sin explicaciones causales. Aceptar el puro efectosin causa. El analistada palabras a memorias y presenta asf el objeto a Ta conciencia; allies donde constituye otro pensar: introduce lono pensado; algo que es- {a por fuera de los valores establecidos; pero no intenta un cambio de valores sino que se abre a otra logica. No busca la verdad que de cualquier modo y dejando de lado el sistema fundamentalista, -econocemos que no existe en tanto tinica, altima o absoluta Elpensamiento de las ciencias modernas re- flexiona sobre la verdad, sobre la raz6n iltima de las cosas, tal como lo exige el principio de raz6n. La buisqueda de la verdad tiltima tiene vigencia desde Platén, el Dios judeo cristiano, la razén cartesiana, Este modo de pensar, soli- ail Sarahadare@hotmail.com UMW WE COoy Nye EEE ese dificado y fijo a través del tiempo, tiene las cualidades de un pensamiento reactivo, ala manera de un prejuicio, como lo describe Freud en el caso Dota. Alf dice que esa clas de pensamiento indica que su contraparte e: téreprimida y se oponen resistencias a su ap ricién. Entonces, hacer conciente su opuesto reprimido es el camino que permite desplegar posibilidades a otras formas de pensar, a otras realidades. El pensar del psicoanalista avanza por estos carriles: no trata de la razén tiltima de las cosas sino mas bien del acontecer, como suceder abierto. Acta abriendo la realidad y reclama el desplazamiento de la raz6n hum na—proceso secundario~ como centro de legi- timacién de lo que sucede. Se abre a la atem- poralidad y al proceso primario, tiene la capacidad de modificar el sentido de la reali- dad;de este modo crea mundo Desde hace 2500 afios la cultura occidental se ha venido desarrollando bajo la primacia de la sustancia regida por la identidad -el sustantivo- y la subordinacién de los acci dentes -el predicado-. La realidad que habi- tamos y nos habita, ordenada en el principio de identidad, de no contradiccion, del tercero excluido, es de cuiio aristoiélico. Freud com prendié que esta realidad es un modo posible de ser, aunque de ningtin modo el tinico.Al proporcionar la idea del inconsciente, y mas atin desde Mas allé del principio del placer, pre- senta el mundo bajo otra clave, en tanto dilu- ye el tiempo cronolégico, el principio de no contradiccién y el principio de identidad, permanencia constante de sentido, Sin decirlo explicitamente Freud advirtié sobre el riesgo del exclusivo dominio de la 1é- gica formal, esa ldgica que sustenta un modo de pensar que tinicamente tiene en cuenta el principio de identidad y el de no contradic~ ciény que, regida porel principio de razén, le- gitima el mundo entre verdad y apariencia, o verdad y error. El principiode identidad clau- sura a realidad, la cierra, Pensar psicoanaliticamente es tambien pen- sarloimpensable, abrirse al principio decom- plejidad. El peasar trascendental que enun- ciara Kant da cuenta de la légica trascendental cuyo principio 10 es el de identidad sino el de complejidad: no afirma la verdad sobre el error sino que deja abiertas infinidad de posi- bilidades de mundo. Kant diferencia el pensar yelconocer y asi sefiala que el noumeno puede ser pensado pero no conocido, en tanto que el fenémeno puede ser conocido. Por otra parte insiste en que el owmeno (que podria denomi- narse lacasaen sf)no es otro objeto sino otra re- lacién de la representacién respecto de! mis- ‘mo objeto. Y asi queda claramente sefialada la uunidad del fenémeno y el nowneno El nounreno no es desplazadio hacia otro lugar (meta)sino que reside en el seno mismo del fenémeno y sélo puede datse o aparecer en el fenémeno. Laimportancie de la filosofia trascendental en el pensar psicoanalitico resideen ser una suer- tede puerta giratoria pues alli donde la raz6n encuadra sus limites en el conocer se abre al Ambito del pensar, que inevitablemente va a modificar el propio cardcter del conocer en la medida en que ambos se articulan. El pensar sustentado en a! prineipio de complejidad no responde a la logica formal. Su paradigma se encuentra en le poesia y el psicoandlisis lo de- tecta en el inconsciente. Inscribe en los proce- sos psfquicos ¢l caracter aleatorio y polisémi- co, Es necesario aventurarse en la trama de estas ideas para comprender la presencia del inconsciente en la conciencia;a la luz de un ca- zonamiento idealista 0 empirista esta cues- tidn no hallarfa resolucién alguna. Este modo ce pensar que venimos descri- biendo tiene como premisa la atencién flo- tante del ana ista y la consideracién de la transferencia En 19091 Freud acerca la idea de la atencién flotante diciendo que “provisoriamente deja- remos nutestrojuicio en suspenso (in Schivebe) yprestaremosatencién pareja (Gilich) a todo lo JUNIO DE 2002 sak, que hay para observar” y més tarde, en 1912? dice que consiste en “no querer fijarse (merken) en nada en particular y en prestar atencin a todo cuanto tno escucha la misma “atencién parejamente flotante"... La regla para el médi- cose puede formular asi: uno debe alejar cuial- quier injerencia conciente sobre su capacidad de fijarse y abandonarse por entero a suis me- morias inconscientes 0 en otros téminos, uno debe escuchar y no hacer caso si se fija en al- go”. Sin proponernos ahora hacer un anélisis de estas definiciones diremos que son com- prensibles desde lo intelectual pero dificiles de aplicar porqueno destacan que para “aban- donarse por completo a las memorias incon- cientes” la relacién entre la conciencia y el in- consciente del analista debe ser permeable y fluida y minimas sus resistencias. Por otra parte, las memorias inconscientes del analis- ta, precisamente por ser inconscientes, pocas veces alcanzan la conciencia con palabras de transferencia y mas bien se presentan como vivencias, ya sea del paciente o del analista; estas iltimas a su vez, convocan el autoanali- sis del analista. Por otra parte es necesatio de- sarrollar capacidad y aptitudes que permitan implementar esta estrategia destinada a escu- char, simulténeamente, el proceso secundario. y el proceso primario, lo conciente, lo incon- Cietizado y el inconsciente genutino. Entendemos que la atencién flotante, una escucha especifica, instrumento privilegiado del analista, responde a estos requerimientos cuando se la entiende no flotante o flotando en la légica formal sino inmersa en Ja comple- jidad, capaz de atravesar las barreras estable- cidas. Asi se introduce en la atemporalidad -tiempo intensivo-; atiende a los procesos in- conscientes; reconoce falsos enlaces, sustitu- ciones, transferencias intrapsiquicas y en la persona del analista. Es fuuncién de la instan- cia yo del analista extendida hacia el registro de lo psiconeurstico -la palabra-y a todo el sucederdelasesién, incluyendolonoverbaly Jo actual-vivencias y presentaciones de neu- rosis actual: letargo, angustia, manifestacio- nes somaticas. Abarea lo inconcientizado y los bordes de la pulsién de muerte, lugar donde 2 Consejos al médico en el tratamiento psicoanalitico. Ta el pensamiento asoma posible atin en ausen- cia de pensamiento, espacio de la noley yde la escena trégico incestuosa que no esta por fue- ra de la sesi6n sino que pertenece meramente aella. Al mismo tismpo se mantiene comuni- cada con el pensar del proceso secundario, aunque con levedad. Ladisponibilidad de la atencién flotanteno limitadaaloinconsientizadosinoabierta tam- ign al inconciente genuiino y a la transferen- ciaen la persona del analista, atraviesa lo ver- bal y el enclave de la pulsién de muerte y asi permite diferencier contenidos psiconeursti- Cos y contenidos a-tuales tragico incestuosos. Muchas veces la atencién flotante padece disrupciones. La disrupcidn, que quiebra el significado y rome el sentido, generada por vivencias del analisia, lleva a dejar de lado el autoandlisis y la transferencia -principio ético del psicoandlisis-jentoncesel analista se incli- naa pensar o actuar en relacién con su vincu- locon el Superyo -principio moral-y desde el principio de identidad como fundamento. Al quebrarsela atencién flotantese interrum- pe la continuidad del pensar psicoanalitico y de la asociacién libre e ingresa la escena en la que paciente y analista pasan a ser protagoni tas que, como méscaras de la pulsi6n de muer- te, encaran personajes trégico incestuosos, vi- bran pasivamentebajo el poder de la vivencia. La aparicién de la vivencia o de la neurosis ac- tual irrumpiendv en la atencidn flotante as ciaci6n libre, se entiende porque “sectores de pulsién que adhieren a lo reprimido experi- mentan un refuerzo particular” (Frewd,1937), Entendemos entonces quela interrupcisn de la atencién flotante deriva de contenicios resisti- dos que son estimulados en la sesi6n. Fidias Cesio es 21 primer psicoanalista que se detiene en el letargo, una forma deneurosis actual que se presenta en la sesi6n y que en ETN £1 evsie net esicoanausta tanto resistencia amenaza la atencién flotante y la continuaci6n del andlisis. El énfasis con el cual acenitia la problemética de las neurosis actuales y en particular del letargo -y mas es- pecificamente cuando estas presentaciones al- canzan al analista~conduce a valorizar la im- portancia del autoandlisis y lo actual de la transferencia; a comprender la dimensién y la forma de presentacién de los contenidos tr- gico incestuosos; a recuperar la atencién flo- tante;a la construccién de la escena. Cesio extiende las posibilidades del proceso de pensar en la sesién dirigiéndose a la presiones suscitadas entre las relaciones de objeto las cuales adquieren nuevas cualidades perceptuales para la conciencia por su ligazn con os restos de palabra. Asi propone pala- bras que nominan el silencio, el letargo, las vi- vencias de angustia y las presentaciones soma- ticas. Les proporciona figurabilidad y sentido con sus conceptualizacionesacerca dela trage- dia edfpica y los contenidos sepultados; crea ideas y rescata palabras de valiosa aplicacién enla clinica pues la tarea del analista es siem pre tarea de palabra ya sea en la interpreta- ién, en la construccién oen la reconstruccién. Las disrupciones de la atencién flotantesue- Jen ser evidentes cuando se trata de situacio- nes de la realidad externa que se imponen -ctisis de caracter politico, social o econémi- co-y en las cuales el analista, no ya como ana- lista sino como persona, est involucrado. {Hablariamos entonces de la realidad objetiva externa, o realidad material (conciente)-y la realidad (inconsciente)de la transferencia? Se suscita asi la idea de que hay dos realidades. Sin embargo la realidad conciente, que res- ponde a un céd:go social compartido también. por el analista, esté en cada uno condicionada por la escena inzonsciente, la de las vivencias, inscripta en las memorias, no recordada, que se presenta original en la transferencia. Las re- sistencias del analista lo pueden conducir a acentuar el conflicto exterior e intervenir en ese sentido, eludiendo la transferencia en su persona. Se empobrece asi el andlisis clinico y las posibilidades de construir la escena de la transferencia que presenta vivencias que pue- den ser nominadas como vivencias de desva- limiento, angustia y horror. La realidad externa se impone y es capaz de dominar el campo de la sesidn cuando es ex- Comunidad Virtual Russell Un punio de encuentro entre psicoanalistas RUSSELL INTERNET - PSICOANALISIS. * Espacios tematicos ° Ediciones digitales ° Libros y revistas ° Foros de debate *° Servicios bibliograficos ° Boletines electrénicos RAUNT Latest eel mer Matte EL LaveCt ete) JUNIO DE 2002 cluida Ia escena de la transferencia que testi- monia y da autenticidad a la escena de la reali- dad objetiva. Cuando la escena transferencial es consiruida en la sesién, adquiere represen- taciones, alcanza palabras, se desarticula co- mo vivencia y se hace domeftable desde el yo. La atencién flotante y el autoandlisis en la sesién solicitan del analista ceder en los vincu- Jos con la identidad; que acepte restar impor- tancia a su yo narcisista, tolere su disolucién, corra el riesgo de perder el propio deseo e in- greseen la aventura de lo real, Jo otro. Porque psicoanalizares también devenir otro que psi- Coanalista; es admitir en uno mismoa los per- sonajes de la escena de la transferencia y reco- nocer en los personajes a uno mismo ya que somos vividos por ellos: Precisamente este borramiento de la identidad psicoanalista permite capturar lo mudo e ingresar en la es- cena donde, en las méscaras de personajes singulares, se instala un argumento que lo desposee del poder de decir yo (yo soy sujeto psicoanalistaly tu (tu eres objeto paciente). En Ja sesién a identidad se diluye. Esto impone alanalista mantener cierta levedad, cierta flui- dez en el pensar. El cuidado de la atencién flo- ante con la que atraviesa y elabora resisten- cias (Durcharbvitung) lo conducea reconocerse como mascara; en ella encuentra el personaje y los roles y al mismo tiempo, en la construc- idn, se constituye como analista, El analista adviene, se hace presente, cuan- do recuperando la atencién flotante, advierte su participacién en la escena transferencial y al describirla la construye. En la construccién el desafio no es explicar sino asumir. Sisolicitamosal analistael sostenimiento de laatencién flotante, loconvocamos a penetrar enunmundo diferente dondeno rigen el prin- cipio de raz6n, de identidad y de verdad tini- ca. Lo convocamos a un pensar que es, antes que explicativo, configurador en el suceder psfquico en tanto abre otra climensi6n, crea sentido e instaura historia (historish. ‘Como sabemos, la atencidn flotante confi- gura la asociacién libre; 0 sea que deberiamos decir atencién flotante asociacidn libre sin puntuaci6n y sin conjuncién, pues constit- yenuna unidad. En lo quese refierea la sesién psicoanalitica serfa suficiente la mencién dela atencidn flotante para trasmitir la idea de que se asume un pensar psicoanalitico y que el discurso y todo lo que sucede en la sesion es escuchado y atendido como presentacién del inconsciente. Al mismo tiempo cabe destacar que la atencién fiotante permite al psicoana- lista determinar la eleccidn desu intervencion Iuese ésta interpretacién, constrccién 0 re- construccién his6rica, formas diferentes de intervencidn aunquenocomoentidadessepa- radas sino frecuestemente conjugadas En la sesin psicoanalitica se presentan al- giinos momentes particularmente criticos cuando se interrampe el flujo representacio- nal que proporciona Ia atenci6n flotante. Es entoncesctiandoe! analista, mpedido de aso- ciar,siente angustin, focaliza su atencion en el Giscurso manifiesto del paciente o piensa: “no seme ocurre nad”, Siguiendo a Freud podemos decir que a pa- Jabra (Wortcorstelng) *nada'” presenta el ob- jeto (Objektoorstllung) en la conciencia, All ingresa el pensar psicoanalitico entendiendo que “nada” no es negacién de algo sino que tiene un sentido positive: es presencia del ob- jeto" nada’ correspondea lono nacido para el yor algo qute estésiendo y no sendoal mismo tiempo. Entonces avanza el requerimiento de que en todo dec r “no hay nada”, “no se me cure nada", se puede entender “esto es", es Spada’. Al ser nonbrada “nada” es. Yesto que nominado “nade”, es, busca ocupar su iuigar enelyyo,ser diche porel yo, adquirirrepresen- taciones que le permitan circular en el princi pio del placer, Entendemos que “nada” o de- Saparicion de idens, es una forma de la resistencia y al mismo tiempo presentaci6n el lloen la conciencia ala manera de un en- clave perturbando el principio del placer. El yo del analista puede percibir esta intromi- sign como extraiay disruptiva yen ese caso pierde momenténeamente la capacidad de pensar psicoanalfticamente. En un intento de recuperacion le sobrevienen ideas relativas a In realidad extema, o palabras hipocondria- cas, omalestar scmitico, oactuacion. La pala~ branada pronuin:iada porel paciente opensa- dia por el analistees la mas fuerte advertencia sobre el cardcter enigmatico de lo que se pre- Senta al presentarse “nada” En otro lugar’ dijimos que el psicoanalista, com sus intervenciones, en tanto se introduce en un pensar diferente atravesando la logica formal, en tanto se abre alo rel, proporciona sentido, crea ideas einauygura mundo, trans- cuurre una activicad de Poiesis Poiess permite el juego de fluidez,reversibilidad eintercam- bio versus coagalacién y hace posible quepuedadeveniryodondeeraello. [ES 5 Sara Hodara y Mario Céccarc: El desalio de la vivencia en la sesién psicoanalitica. Ed Lugar [is PESTE de TEBAS 4°24 J

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