E] Mago del Norte
ISAIAH BERLIN
Traduecién de J
“Hamann es el pionero del antirracionalismo en todas los te-
rrenos, Nia Rousseau ni a Burke, sus contempordneos, puede
amérseles asi justamente, pues las ideas explicitamente poli-
ticas de Rousseau son clasicas por su racionalisma, mientras
gue Burke, aunque denuncia por un lado las teorias fundadas
en abstracciones, apela por el otro al sereno buen juicio de las
hombres reflexivos. Hamann no aceptaba nada de ese: donde-
auiera que la hidra de la razén, to teoria y la generolizaci
‘asomaba una de sus tantas monstruosas cabezas, ¢1 habria de
cortarla. Abrié wn arsenal al que recurrieron algunos de los
vomanticos mas moderados —como Herder y algunas mentes
‘in mais sosegadas como la del joven Goethe, o el mismo He-
gel, quiem escribié una reseha extense y no muy amigable de
sus trabajos, e incluso el ecuénime Humboldt y sus compae-
‘ns liberales— para extraer algunas de sus armas mds efica-
es. El es la fuente olvidada de un movimiento en el que
Finalmente se abismaria toda la cultura europea.”
Hay que hacerlo todo o nad: lo medioere, lo mode-
rado me parecen repulsivos: yo prefiero un extrema,
Hamann a .G. Lindner, 20de mayo de 1756.)
Piensa menos y vive mas.
Hamann a jG. Herder, 18 de mayo de 1765
io
ff OHANS GEORG HAMANN, quien
fuera conocido cag el Mago det Nort, fe el enemigo mas
apasionado, coitente, extremado e implacable de la Mus-
tcacion y en paticulag de todas las modalidades del raciona-
lismo de,ea'pocatvivie y murié en el siglo xVIN). La
influencigafie dirécta eindirectamente ejercé sobre la re-
‘yueltggomantica contra el universalismo y el método cienti+
root
‘cualquiera de sus manifestaciones fue considerable y
ésta puede parecer una afirma
absurda acerca de un individuo cuyo nombre es escasamen-
te conocido en el mundo de habla inglesa, y que aparece
apenas mencionado —en el mejor de los casos— en algunas
de nuestras enciclopediss mayores 0 més especializadas co
‘mo escritor esotérico, confuso y oscuro hasta el punto de la
completa ininteligibilidad; una figura excéntricay aislada, de
10 vurnta,
*
Moreno Villarreal
‘cuyas ideas casi nada se dice —més alla del dato de que lo
afligia una especie de cristianismo altamente individualista
(cominmente deserito como variante del pietismo), de que
ccreia en las verdades ocultas de la revelacion divina y en la
inspiracin por medio de las Escrituras, de que repudiaba el
ateismo y el materialismo franceses de su época, y de que
era cuando mucho una figura menor del movimiento litera-
rio aleman conocido como Sturm und Drang (“Tormenta y
Ansiedad’). Las historias de la literatura y las monografias:
hhablan a veces de él como un integrante menor del torbeli
no de la literatura “pre-romantica” alemana de las décadas,
de 1760 y 1770; aparece en las biografias de Kant como un
conciudadano de Konigsberg, un diletante insatisfecho, un
filésofo aficionado al que Kant ayudi en cierta acasion pero
luego abandoné, y que criticaba al filosofo sin entenderlo;,
las biografias de Goethe incluyen ocasionalmente mencio-
nes de admiracién entresacadas de la autobiografla del poe
ta, Dicktwng und Wahrheit
Pero de alli no emerge ninguna impresién definitiva: en
e808 trabajos historicos (tal como ocurrio en su vida) Ha:
‘mann permanece al margen de la corriente central de ideas,
como una causa de moderado asombro, 0 de cierto interés
para los historiadores de la teologia protestante; de otro mo
Jo, frecuentemente pasa totalmente inadvertido. Aun asi,
J.G, Herder —a quien dificimente puede disputirsele la mu
tacién que produjo en Ia escritura histérica y sociologica—
le escribié em cierta ocasin que se contentaba con ser “un
camellero turco que amontona manzanas sagradas ante su
divina bestia ambladora que porta el Corn”, Herder reve-
renciaba en Hamann al hombre de genio, lo consideraba el
principal de sus maestros, y a su muerte venero su cenizas
‘com los restos de un profela. Aunque America recibiera el
nombre de Americo Vespucci, fue Colin quien descubrié el
gran continente: en este caso el Colon era Hamann, segiin
lo admitia Herder abiertamente.
Un discipulo de Hamman, Friedrich Heinrich Jacobi,
transmitio parte importante de su pensamiento a los meta
sicos romanticos de principios del XIX. Schelling considera-
ba a Hamann un “gran eseritor” a quien Jacobi quiz no
centendia del todo; 8G. Niebuhr habla sobre su “naturaleza
demonica” y su fuerza sobrehumana: Jean Paul dice que “el
gran Hamann es un cielo profundo constelado de estrellas
remotas, con tantas nebulosas que no hay ojo humano que
pueda despeiar”, y para ser palabras de un escrilor romanti
co, las de Jean Paul llegan a extremos inauditos en el elogio
NUMERO 212de su genio dnico e insuperable: con snimo similar). Ta
vater dice que a él le basta con “recoger las migajas de oro
de su mesa”, mientras que Friedrich Karl von Moser, ef
“Burke alemn”,admira su yuelo de dguila, Aunque parte de
todo esto se deba a un entusiasmo de sus contemporineos
que no dejaria significativa huella en generaciones posterior
tes, basta para despertar a inquietud acerca dela personal
dad de esta singular figura que permanece medio oculta tras
[a fama de sus discipules.
Hamann recompensa & quien lo estuia: es uno de los po
cos enticos originales de los tiempos modernos. Sin deuclas
cconocidas con otros pensadores, endereza su ataque masivo
contra [a ortodoxia prevaleciente, con armas que, si bien en
algunos easos son obsoletas. ineficaces 0 absurdas. tienen
cen cambio la suficiente fuerza para cortar el paso al avance
‘enemigo, para sumar aliados a su bandera reacionariay pie
ralanzar —en la medida en que pueda decirse que alguien lo
haya hecho— la resistencia secular al advenimiento de las
Ices la azén en el siglo XVI, esa resistencia que con el
tiempo culminaria en el Romanticism, el oscurantismo y el
reaccionarismo politico, en una grandiosay profundamente
influyente renovacion de las formas artisticas y, afin de
‘cuentas, en un dao permanente a la vida socal y politica de
Jos hombres. Una figura como ésta exige seguramente cier
to grad de atencion
Hamann es el pionero del anirracionalismo en todos los
terrenos. Nia Rousseau ni a Burke, sus contemporaneos,
puede llamarseles asi justamente, pues las ideas explicta-
mente poiticas de Rousseau son clisicas por su racionais-
smo, mientras que Burke. aunque denuncia por un lado las
teoria fundadas en abstracciones, apela por el otro al sere
no buen juicio de los hombres reflexivos. Hamann no acepta-
ba nada de eso: dondequiera que la hidra de la razon, la
teoriay la generalizacion asomaba una de sus tantes mons
trvosas cabezas, él habria de cortara, Abrio un arsenal al
aque recurrieron algunos de los romanticos més moderados,
—como Herder y algunas mentes aun mas sosegadas como
{a deljoven Goethe, o el mismo Hegel, quien eseribio una re
sea extensa y no muy amigable de sus trabajos, e incluso el
ceuénime Humboldt y sus compaferos lberales— para ex:
traer algunas de sus armas mis eicaces. El es la fuente ol
dada de un movimiento en el que finalmente se abismaria
toda la cultura europea.
2
in lo exterior por lo menos, la vida de Hamann transcurrié
in incidentes notables. Nacié el 27 de agosto de 1730 en la
iudad de Konigsberg. capital de Prusia Oriental.’ Su padre,
Johann Christoph, era oriundo de Lusatia y todo indica que
‘¢ trataba de un cirujano barbero que se convirtié en super-
visor de los baiios municipales, cosa que le daba cierto orgu-
tio. Su madre, Maria Magdalena, venia de Lubeck, Como se
ve. el origen social de Hamann era muy diferente de los de
Kant y Schiller, y bastante més humilde que los de Goethe,
Hegel, Holderlin y Schelling —ya no se diga los de los hijos
de Ta alta burguesia y la nobleza. Los antecedentes de su fe
milia eran pietistas; es decir que su familia pertenecia —sin
haber desempefiado un papel prominente— a aquella del lu:
‘eranismo aleman que. inspirada por le revuelta contra la
ILI0 DE 1996
EL MAGO DEL NORTE
cultura libresca y el inteleetualismo en general que estall6
Alemania hacia fines del siglo XVtt, ponia el acento en la
hondura y sinceriad de la fe personal yen la union directa
80, la religiosi-
dad apasionads, intensament ay el ensiniism
miento concentrado y la oracién, por cuyo medio ¢] yo
pecador y corrupto se humillabay el alma se abria ala bers
dicion de la divina e inmerecids eracia
Esta al altamente subjetiva del protestantismo alemén te-
nia sus equivalentes en la Hermandad Moravia, en el mist-
cismo de los discipulos ingleses de Jakub Bohime (Samuel
Pordage, por ejemplo), en el mistcismo de Valentin Weigel
el de Johann Arndt y los seguidores de William Lav en el si
glo XVI el misticismo de los predicadores metodistas —los
Wesleys'y Whitefield— y el de Swedenborg y sus discipulos
centre ellos William Blake. Se extendié profusamente por Es
candinavia, Inglaterra y Estados Unidos, y en algunas de las
logias masénieas y rosacruces de Francia y Alemania. Los
pietistas germanos se caracterizaban por un emocionalismo
muy propio y especialmente durante la sesgunda mitad del
siglo— por el auto-envilecimiento y la mortfcacin libregs
mente puritanos, y por la severa oposicién tanto alos place
res del mundo en general como especificamente alas artes
seculares.'oposicidn que habia sido caracteristica tambien
de los calvinistas de Ginebra, Escocia y Nueva Inglaterra
‘Aunque la incinacion introspectiva y aseética de esta co-
rriente puede rastrearse en la personalidad y el pensamien-
to de Hamann, e1 crudo purtanismo —del que hay notables
huellas en Kant, quien fuera producto de un ambiente simi-
lar—esté totalmente ausente, También se halla ausente en
obra el sentimentalismo superficial ya veces histérica de
cierta escritura confesional pietista. Hamann se muestra li-
bre del odio estrecho al estudio —que aiios atrés provocara
evel mismo siglo XVU la expulsion del discipulo de Leibniz,
Christian Wolff, de Halle— como ajeno a las modalidades
is exhibicionistas del protestantismo_aleman, si bien fue
devoto hasta el fin de sus dias de la vida y la personalidad
de Lutero
Su educacion fue un tanto desordenada, Recibio instrue-
cidn de un ex-sacerdote que creia en la enseftanza del latin
sin gramatica. Fly su hermano pasaron de una a otra sirdi-
da escuelita y nunca adquirieron respeto por ningiin siste-
‘ma. Al cumplir los quince aos, la edad en que normalmente
se accedia a la educacién superior en Alemania por enton-
ces, se las arregl para colarse a la Universidad de Konigs-
berg, donde asistié a cursos de historia, geografia,filosofia,
rmatematicas, teologia y lengua hebrea, y donde desarrollo
sus considerables aptitudes. Siguié los cursos de filosofia de
Martin Knutzen, quien también habia sido profesor de Kant,
¥ se interes laieralmente por la astronomiay la boténica
No parece ser que la tealogia lo haya atraido. Seguin cuenta
en su autobiografia, prefirio “la Antigiedad, la critica. a
poesia, las novelas, la filologia, los autores franceses con si
peculiar don para la invencidn, para la descripcion y con esa
ceapacidad para darle gusto a la imaginacién”, Deliberada-
mente evit6 adquirir conocimientos ities y siguié con obsti-
nacidn estudios humanistas solo por seguitlos, con la
determinacion de ser siempre un siervo de las musas.
Profongo a media docena ce aos su estancia en la univer:
sida, participa en publicaciones literarias estudiantiles, hizo
vOELTA 11ISAIAH BERLIN
amistades y se le recuerda como hombre de earicter apasio-
‘nado, afeetuoso y sensible, franco e impulsive, de genio vivaz,
‘con necesidad de afecto, timido, de ideas nobles y exigente
‘gusto iteraro, Sus escritos de esa época son de poco interés.
No habja desarrollado las excéntricas cualdades de estilo que
‘en afos posteriores lo harian famtoso —tanto a él como a su
eslil, los veinte anos, publica en la revista lteraria Daphne
como el tipico joven alemén de la Aufkldrung, que profiere
sentimientos impecablemente convencionales derivados de la
literatura francesa, con inclinacign —para nada excepcional
centre los escritores alemianes del momento— hacia el estilo
recargado en un estuerzo por imitar el esprit y el guce gales,
ue en los eseritores alemanes frecuentemente se trocaban
en torpes, elefantidsicos, embarazosos y patéticamente faltos
die ingenio, Lefa desmesurada y caoticamente, y asi inicio esa
vvasta acumulacién de informacion aparentemente sin corres
pondencias que atesté tiempo después sus paginas.
Despues de la universidad, no sabia cual carrera clegir:
‘se veia en él. un prometedor hombre de letras, a un discipu
To de las luces francesas que podria dejar su impronta como
‘ensayista 0 periodista. A igual que otros estudiantes sin re-
‘cursos de por entonces, se hizo tutor de los hijs de la prés-
pera burguesta local; hizo amistad con los hermanos Berens,
ricos comerciantes de la ciudad de Riga. hoy dia capital de
Letonia (lamada entonces Livonia, y parte del Imperio Ruso)
‘a donde lo persuadieron a acompafarlos. Christoph Berens.
era un ilustrado que tenia gran fe en la entonces naciente
ciencia de la economia, y que condujo la atencién de Hamann
hacia la cultura econémica francesa de aquel tiempo.
La primera obra que realize Hamann en ese periodo es un
apéndice a su traduecién de un libro de Plumard de Dangeul,
‘el economista francés. En el curso de esta obra, luego de un
‘excurso autobiografico —en el que imita los Night Thoughts
de Edward Young, y no a Rousseau— acerca de su triste vida
‘como instructor, acerca de su misantropia y los maltiples ata
ues de tristeza y melancolia que sobrellevaba, se las arregla
para citar a Terencio, Cicerén, Madame de Graffigny. Ge-
Ilert, Jenofonte, Montesquieu, Plutarco, Pope, Hume, a los
primeros Concilios de la Iglesia, a Platon, Mandeville, Eneas
Silvio, al marques Belloni, a Mathurin Regnier y el testamen-
to politico del cabecilla de una banda de contrabandistas. En-
salza la Enciclopedia y concluye con una gran alabanza de los
comerciantes como tales, hombres comprometides con el
‘reciente bienestar material que cultivaron el arte de Ia paz
conta los salteadores feudales, los monjes corruptos y holge-
zanes de! Medioevo, contra las terribles guerras que devasta-
ron a la humanidad, con las que contrasta favorablemente al
siglo XVI como una edad de paz Si Platn y Eneas Silvio hu:
bieran vivide por entonces y hubieran conocido a los Berens,
‘no habrian visto con desdén el comercio ni hubieran despre-
ciado alos comerciantes del Pireo y alos banqueros de Italia
Elcomercio es un modo altruista de benevolencia, aporta
bendiciones superiores a las de esos despotas banados en
sangre de que hablaron Maquiavelo o Hobbes.
Todo esto era bastante convencional, y los Berens debieron
sentirse complacidos: eran mercaderes progresists, ansiosos
or adornar sus actividades comerciales con obras de cultura
‘educada, Les gustaba inmiscuirse en cuestiones economicas, y
‘aunque Hamann era a ojos vistas un pez raro con una imagina
‘ign fuera de lo comuin, muy diversa de la de los més puleros
12 vurLTA
imitadores de! estilo francés —que por aquel tiempo Alemania
podia presumiira montones—, hizo honor ala casa
De cuando en cuando, Hamann entraba en pleite con sus
patronos y se haeia tutor entre las familias de la nobleza ger-
mana a lo largo de la costa baltica. Era un hombre sensible
aque resentia la mezela de mecenazgo con filisteismo que ca
racterizaba (y ciertamente caracterizara mas adelante) a los
barones del biltico, Su meditacién sobre la muerte de su
madre en Cristo, con el epigrafe de Young (“Llora a sus
‘Muertos, quien vive como ellos lo desean”),’es una pieza ab-
solutamente convencional, En 1756 podria haber quedado re-
Iegado como imitador menor de lo erticos franceses, con un
interés especial en la economia, como lector de Voltaire,
‘Montesquieu y el abate Coyer, como partidario dela libertad
y la igualdad, como defensor de la virtud civil y el espritu pi
blico. En resumen, en esta etapa Hamann era un vocero de la
burguesia ascendente, opuesto a nobles y militares, uno de
‘esos jovenes progresistas que coincidian con Kant y con su
‘amigo comiin Berens en que lo “honestamente ganado" col
ma al ciudadano de clase media de un orgullo semejante al
que colma por “bien nacido” a un aristocrata. Esta opinion
era compartda ademas por Gotthold Ephraim Lessing, Denis.
Diderot, Francois Quesnay y todos los demds campeones del
progreso y la empresa privada, de la paz y la llustracion. y
cconstituia una creencia de lo mas comin por aquel tiempo.
‘Si Hamann hubiera muerto entonces, se hubiera merecido la
‘oscuridad que sobrelleva actualmente; pero en 1756 empren-
dio un viaje que habria de alterar su existencia
No se sabe claramente por que Hamann fue enviado en
1756 Londres. Sabernos que la empresa de los hermanos Be-
rens lo envi6 a cumplir una misién que él no condujo a buen
xrmino, A la fecha, la naturaleza exacta de esa misién sigue
siendo un misterio. Puede que haya razones para creer que
cra politica a la par que comercial. Algunos investigadores
suponen que su objetivo era llevar una propuesta a grupos Ii
eres de la esfera politica britanica para que consideraran la
posible secesién del territorio baltico “aleman” del Imperio
Ruso, para constituir un estado independiente o semi-inde-
pendiente, plan que seguramente atraeria a los ingleses por
el reconocido temor que tenian del poder ruso en expansién.
Si eso era, no ocurrié nada, y si existe algun registro al res-
ecto, hasta el momento no se ha encontrado.
De acuerdo con Swedenborg, el ato de 1756 precederia al
Juicio Final, en el que la antigua iglesia seria arrasada y la nue
va, “verdalera” Iglesia universal dela auténtica Cristiandd,
surgiria, como el fenix, de sus cenizas. Aunque el muntio no
suffié ningiin notable cataclismo de esa especie, algo asi fue lo
que ocurrio en el fuero interno de Hamann. Una crisis vital lo
transform y Ie hizo dar a luz Ia figura que, a su tiempo, habria
de alterar drasticamente el pensamiento de su época
Entre las provincias alemanas de mediados del siglo XVill,
Prusia ora la mas enérgica y conscientemente progresista.
Condiucida por la ambicién y la energia turbulenta de Federi
co el Grande, la burocraciailustrada de Berlin sostenia un
‘enorme esfuerzo para elevar el nivel social, econémico y cul-
tural de Prusia con vistas a igualarlo con el de los paises mas
admirados del Occidente, en primer lugar Francia y su capi-
tal, cuya supremacia era reconocida por todo e! mundo civil
zado. Se crearon, fomentaron y desarrollaron industrias y
‘comercias con apoyo y control estatal las finanzas se racio-
NUMERO 212nalizaron, la agricultura se perfeccioné: se levi a la corte de
Potsclam a sabios extranjeros. especialmente franceses, de
los que se obtuvo gran beneficio,
La lengua de la corte era el francés. No solo se concedié
4 Jos franceses posiciones principales en el Ambito intelee-
‘wal —entre ellos Voltaire, Maupertius y La Mettrie fueron
solamente los mas famosos— sino que se les puso al frente
de departamentos administrativos, para afliccién de todas
los prusianos auténticos (particularmente los de la tradicio-
nal seccisn oriental de la provincia) que obedecieron a resa-
fhadientes. Se hizo todo lo que se pudo para rescatar al pais
del prolongadisimo periodo de secuelas que arrastraba lv-
go del colapso de parte importante de la vida y civiizaciéin
alemanas que produjo ls criminal Guerra de Treinta Afos,
‘con la humillacidn nacional y la noche oscura que habia so:
brevenido tanto en lo social como en lo cultural. La politica
de paternalismo relativamente ilustrado que comenzo con
Federico Guillermo, Gran Elector de Brandenburgo,
nieto, el feroz rigorista Federico Guillermo t de Prusia, se
potencié a un nuevo grado de eficientismo implacable por
parte del gran rey. El era un consumaulo escritor y composi:
tor, ademas de soldado y administrador de genio; el surgi
miento de comerciantes ilustrados —como los Berens en
Prusia oriental y el Baltico— y el renacimiento intelectual
—entre cuyos lideres figuraban Kant y la Academia de Ber-
lin—estaban en completa armonia con ese nuevo despertar
de las energias nacionales
Ese era el mundo en el que se suponia que el joven Ha-
‘mann habria de intervenir. Sus amigos sabian que él no era
el tipico fruto de la Hustracién. Su peculiar combinacion de
tuna formacién econdmica y otra religiosa, su incapacidad pa.
ra lograr la distineidn en el terreno de las leyes —disciplina
{ue curso oficialmente en la Universidad de Kénigsberg-
el modo como alternaba la indolen
fwerzo superlativo que lo llevaba en direcciones insospecha-
das, su carencia de sistema, sus periodos de melancolia, su
lartamudeo, su orgullo malsane que lo habia llevado a reair
con sus patrons, su inhabilidad para sentar cabeza con una
‘ocupacion fia no hicieron ce él un oficial o literato ideales en
aquel moderno Estado centralizado que se hallaba poseido
por el anhelo del poder y el éxito, y con un ansia de desarro-
lio cultural. muy influida por Paris, de la que Auftldrer tales
como ¢. E. Lessing, Moses Mendelssohn y Friedrich Nicolai
«ran Jos caucillos, Sin embargo, es claro que hombres como
Kant y sus amigos de Konisgsberg tenian esperanzas en que
las facultades naturales y la imaginacidn de Hamann pudie-
ran de algin modo disciplinarse y ser de utilidad,
Lo que no lograron entender [ue que, a pesar de su inicil
involueramiento con la llustraciin, él se oponia por tempers:
‘mento, violentamente, a todo ese sistema: Hamann era basi
ccamente un hombre del siglo XVII nacido en un mundo ajeno,
tun hombre religioso, conservador, “orientado hacia su inte
rior’ incapaz de respirar en el fulgurante mundo auevo de la
razon, la centralizacion y el progreso cientifico. Como Sa-
‘muel Johnson en Inglaterra, represemtaba una postura supe-
rada: las relaciones personales y la vida interior siempre
significaron para él mas que cualquiera de los valores mun-
danos. Resulto que no tenia n los ideales ni el temperamento
el tipico “progresista’: odiaba al gran Federico, el "Salomén
de Prusia", y a su sabiduria secular. Como los eslavofilos
JULIO DE 199
EL MAGO DEL NORTE
rusos del siglo que vendria, consideraba que la familia era el
fundamento de une existencia verdaderamente humana, y
aque el tejdo relajado que se urde en los aectos, a tradicin,
Jos valores locales —y también provinciales—, con la menor
imerferencia de parte de expertos calificades y remotos uf:
quisima vida de aquella gran ciudad occidental. ntento cu-
rar su tarlaniudeo, trat6 de aprender a tocar el laid y se
sumergié en lo que mis tarde calificaria como una vida de
terrible disipacin. Mas ala de su propio testimonio, que es
el de un pecador arrepentido,carecemos de evidencia cons-
tituida en torno alo que ocurrid. Al término de diez meses
sus deudasalcanzaban las 00 libeas,y se hallabs en un esta
do de absolute soledad, miseriay, a veces, terrible desespe:
racion, Accidentalmente, descubrid que el misico, su
anfitridn, se hallaba Tiado en una relacion homosexual con
‘un “inglés ricohombre” y le fuerte impresion que esto le
produjo parece haber dado ocasion ala gran crisis espiri
tual de su vida
Su misin fe un fracaso; se ued sin un centavo, solo—ab-
solutamente solo— y sin que nadie comprendieralo que de-
cia, Ansiaba tener un amigo que lo sacara de! terrible
laberiato en que se hallaba, Retorné a su vida anterior; dejo
ta casa del muisico, se estableci6 en una humilde pension y
Fecuperé sus origenes petistas:actud de! modo com los pie
tstas lo harian en circunstancias de opresién espiritual —Ie-
4 Ia Biblia de principio afin. Ya antes lo habia hecho, pero
sélo ahora enconteo por fn “al Amigo en mi corazén, adonde
Elya se habia establecido por cuenta propia mientras yo sen
tis nada més que vacio, oscuridad y desolacién.” Tenia ham.
bre de amor, y finalmente lo habia hallado. Emprendio su
verdadera lectura de ia Biblia el 13 de marzo de 188, al modo
Dietista, dejo anotado el testimonio diario de su progreso es-
piritual’ Poco después escribid, como veriadera discpulo de
Latero, que bajo la letra que es carne existe tambien un alma
inmerta el alento de Dos, de la luz y de a vida, una uz incan-
descemte en la oscuridad, que uno debe tener ojos para ver.
Hamann emergié transformado de esa experiencia, Adi-
ferencia de lo que afirmaban algunos conversos a las nue
vas corrientes misticas que por entonces surgian en Europa
—un poco en alianza con, oen violenta oposicin a astral
ciones individualist libertarias de la lustracidn—, Ha
‘mann no tuvo visiones misticas ni revelaciones singulares.
VUELTA 13ISAIAH BERLIN,
No hubo contacto entre ély los Martinistas o los Francma-
sones 0 cualquiera de las miltipes sectas iluministas cuyos
ricleos alemanes se hallaban en Prusia Oriental y en Bavae
ria, Else habia convertido a la religion de su infancia, al
protestantismo luterano. Es la aplicacion que realizara de
esa nueva luz, que brillo en él hasta el fin de sus diss, lo que
leconfiere importancia histérica,
@Acqué se convirtio? No sélo ala sencilla fede sw nite,
ino 2 la doctrina que conocian todos los que estaban fan
iarizados con los escritos de los misticos protestantes ale-
‘manes y su seguidores en Escandinavia e Inglaterra, de
acuerdo con los cuales la historia sagrada de los judios no
es simplemente un testimonio de cémio esa nacion fue guia
dda de la oscuridad a la luz por la mano poderosa de Dios, st
no que es una alegoria eterna de la historia interior de alma
de cada individuo. Los pecados de cada hombre son los pe-
cados de las naciones. A través de su conversion religiosa
cen Inglaterra, Hamann descubri6 dentro de si mismo todos
los crimenes de los hijos de Israel; tal como aquellos trope-
zaron y cayeron y adoraron a los idolos, él cayé en el hedo-
nismo, el materialismo y el intelectualismo. y se apart de
¥ asi como el balsamo de lagracia divin les permit a
los hebreas levantarse y retornar al Senor, arrepentirse de
sus pecados y reiniciar su lastimoso peregrinaje, de igual
modo el volvié a su Padre, y Cristo renacio en él, yet lord
su penosa contriciin y fue salvado. El relato de las erranci
de los israelitas, su Reisekarte —seqiin lo declara el propio
Hamann—, era la historia de su propia vida, su Lebenslauf
Ese era el sentido intrinseco de la palabra biblica. Quien
la comprendia, se comprendia a si misma —toda compren
sion de algo era auto-comprensién, pues lo tnieo que puede
ccomprencerse es el esprit, y para hallarlo, el hombre s6lo
tiene que (y debe de) buscar en si mismo. La palabra de
Dios era la escata entre el cielo la tierra, escala que fue en
viada para socorrer alos hijos débiles y simples —s6lo ella
les otorkaria una vislumbre de lo que son y dela razon por la
cual son tal como son, y de cual es su lugar. y de qué deben
hacer y qué deben evitar hacer. La Biblia era una gran alego-
‘a universal, un parangén de lo que ocurria en todo lugar a
cada instante, De ese modo se entenderia propiamente la
historia humana y la naturaleza —comprendidas no con los
ojos de la raz6n analitica, sino con los de la fe, eon los de la
confianza en Dios y con los del auto-examen, pues todos
ellos son una sola cosa.
En comparacidn con lo anterior. el resto de Ia vida de Ha-
rman es irrelevante. Regresé a la casa de su protector, Be-
rens, quien lo recibio con gran afecto y de inmediato
comenzé a maquinar con Kant para conseguir un nuevo
puesto para él. Kant sugirié que podrian escribir juntos un Fi
bro de texto sobre fisica, pero sus puntos de vista divergen-
tes hicieron imposible dicha colaboracion,”” Hamann le
propuso matrimonio a la hermana de Berens, Katharina,
‘mas retiré la oferta una vez que la vetara su hermano. Hizo
uno o dos viajes para visitar a sus amigos en la costa baltica,
¥ luego asumié un puesto mal pagado en Ia oficina del De-
partamento de Guerra y Territorios de la Corona. Lo mantu-
vo por una temporada, pero le aportaba dema
incluso para lo que eran sus modestas nece
due le gustaba la buena comida y bebida, sus placeres eran
contados. Retorné ala casa paterna y colaboro en el Kanigs:
14 voeLra
bergsche Geleirte und Politiscke Zeitungen, una empresa
financiada por el librero Kanter, quien fuera siempre excep-
cionalmente amable con el, a prestarle libros y animarlo en
todo. Comenz6 a publicar sus extraios pero atrayentes pane
fletos: fragmentos, ensayo's inconclusos, mixturas singu-
lares de filosofia, critica literaria, filologia, historia y
testimonios personales; atrajo la atencion de los literati ber-
lineses que trataron de absorber a ese extraio talento hacia
su circalo —sin éxito, como pronto pucieron darse cuenta.
Hamann no se cas6, si bien vivid con una de las sivientas
de su padre, a quien le fue fel toda su vida y con quien pro-
‘reé cuatro hijos. Era una mujer sencilla, iletrada y afectuo-
sa, cosa que él aprovechd con gusto como excusa para
rechazar puestos que pudieran avergonzarla, Dejo el perio-
disma para regresar al servicio publico y en 1767 se conviritio
en oficial de la Administraciin General de Impuestos y Adu
nas, dirigida entonces por uno de los expertos franceses de
Federico, con el que Hamann mantuvo la peor relacion, Para
‘entonces habia ya conocido a Herder, quien se hizo su di
pulo fiely apasionado, y conforme Herder se volvi6 mas fe-
‘moso e influyente, difundie la palabra de su maestro por
tudos lo territorios germano parlantes,
Hamman se dedicaba a atacar a los tedlogos liberales
—que eran para él mas despreciables que los ateos— a tre
ves de oscuros panfletos polemicos a los que daba titulos
srotescos. El coqueteo con Mendelssohn Hlegd pronto a ter
‘ino y fe seguido por otro con Fk. von Moser, un burr
tw ilustrado que se sentiafascinado por su originalidad, Se
carted con Lavater. el pastor suizo que fue eainpeon de mo-
dalidades diversas del iluminismo y la experiencia religiosa
de su tiempo, y que fuera eélebre por su teoria segtin fa cual
el andlissfisiogndmico suministraba la clave para el conoc
imiento de las variedades del cardcter la disposicion de di
mo y el talento. Viajo ocasionalmente a Alemania occidental
¥ por lo menos una ver a Polonia,
‘Atos mas tarde, se encontro con el filosofo FN, Jacobi
uno de los mas famosos pensadores de su tiempo, y conqui
{6 su inteligencia y corazén; Jacobi reemplazo a Herder en el
afceto de Hamann y se hizo su discipulo y admirador mas de-
voto, Hacia el final de su vida renuncio a su cargo, dado que
se sentia bloqueado por hurnillaciones indecibles y actos de
rmaldad enderezados por sus superiores en contra de su per
sona. No debio haber sido un ofiial muy competente: toda
su vida lo obsesiono Ia idea de que su aborrecimiento de la
abstraccion era garantiasuficiente de su naturaleza préctica
y sus capacidades, Pasé sus itimos aos en bienestar. pu
1 opulento Jacobi lo presenté con un atin més rico seguidor
de laf lamado Buchholtz.y con una dama exalée, la prince-
‘3 Golitsyn —viuda alemana de un diplomatico ruso, Aunque
parece ser que Buchholz estaba un poquito trastornado, la
princesa Golitsyn era perfectamente cuerda, una catolica que
veia en Hamann un santo a cuyo amparo obtenia el mayor ali
vio espiritual de su vida, Hamann muri6 en casa de la pi
sa, en Munster, en 174%, y esta sepultado en las cercanias
fue una figura singular y enigmatica hasta el fn
3
En la mayoria de las historias de la literatura alemana y eu:
ropea Hamann es considerado —si acaso se le menciona—
NUMERO 2‘como uno de los inspiradores del movimiento literario ale-
man conocido como Sturm wed Drang, entre cuyas caracte-
risticas principales estaban la conviccién de entregarse al
sentimiento y la pasign espontaneos, la abominacion de las
reglas, yel ansia del artista por la expresidn y ka afirmacion
personales sin freno, ya fuera en su vida o en su creacion
—Ia concepcion del poeta y pensador como ser superior,
{que padece agonias que el comin de la gente desconoce,
que busca la autorrealizacién de manera inaudita, dinica y
violenta, que obedece solo a su pasion y voluntad. Cierta
mente es probable que Hamman, quien escandalizo un poco
‘a sus contempordneos cuando imprimio ¢/ emblema de Pan
‘encornado en algunas de sus obras, contribuyera a estimular
ccon su obra a algunos de sus contemporaneos que laitzaron
violentas arremetidas contra el clasicismo y el orden; efecti-
‘vamente, Hamann subray6 las fuentes irracionales del poder
‘creativo del hombre. Si bien nunca exhorto al frenesi divino,
se manifesté menos en contra de él que los campeones del
neoclasicimo que lo rodeaban
De todos modos hay que tasar su romanticismo. No era
un irracionalista de “celestes borrascas”. Cuando Lavater le
eseribié para confesarle sus agonias espirituales por no es-
tar plenamente seguro de su fe, Hamman respondid: “Come
{tu pan gozosamente, toma tu vino con alegria, pues tw taba
jo place al Sefor.” Ocuparse demasiado profundamente de la
condicién espiritual es earecer de la fe en Dios. esa
sencilla e inocente fe que fundamenta todo lo demas; las dit
das y torturas interiores (que ciertamente no eran ajenas a
Hamann) no son més que sintomas patoldgicos. A Jacobi.
‘quien se quejaba de que no podia concertar su cabeza con su
corazin, le contest6 en términos semejantes: la sumision,
‘que no la lucha prometeiea, es el camino hacia la serenidad
yy la verdad, por inconmensurables que puedan ser los obsti
‘culos en nuestro camino. Nuestros padres oyeron “la vor de
Dios que paseaba por el jardin al fresco del dia." Quiza nun-
cc podremos volver a aquel estado, pero esa es la radiante vi
sign a cuya luz debemos vivir. Somos los ninos de Dios,
mientras vivarmos sabiéndolo no nos descarriaremos,
De modi semejante, recomend a la catdlica princesa Go:
Titsyn —a quien atormentaba su conciencia intranquila acer
‘cade si habia hecho todo lo que una buena cristiana deberia,
y si habia vivido una vida lo suficientemente pura y dedica
‘da—, que sembrara su semilla y confiara en Dios. Que no es
perara a que la semillafloreciera; que no buscera demasiado
ansiosamente una concieneia tranquila: uno debe aprender a
soportar la propia “naderia “(Nicktigkeif y tener fe en lami
sericordia divina, Uno debe hacer lo que le parezca que esta
bien, y luego dejarla hecho y punto. Preocuparse por la pro-
pia virtud es una espantosa arrogancia que levanta un muro
fen contra del Senor.
Alla princesa le inquietaba especialmente la educacion
de sus hijos, Por su diario intimo sabemos que el manso
sermén de Hamman sobre Ia santidad de la humildad, sobre
la necesidad de aprender a estar contentos, de hecho felices
de la propia insignificancia, la libero de su tormento inte-
rior. Dios nos habla a través de sus obras, a través de! mun
do que nos dio y que le dio especialmente a nuestros
sentidos —no hay que intentar reducirio a El 0 a su mundo
‘una esencia interior. a una entidad irreductible y iltima.
Hay que aceptar lo que esta dado —Ia carne, las pasio
JULIO DE 1996
MAGO DEL NORTE
y no tatar de explicarlos transformarias o deduci su pro-
‘veniencia, Lo que fue dado esta dado; aprender a someterse
ces aprender a entender
A pesar de esto, Hamann tenis ideas interesantes acerca
del genio. La nocién del impulso ereativo, libre y espontaneo
aque se manifests en el hombre que no obedece a regia algu-
fa y crea tal como el viento sopla: esta idea impregna, como
podria esperarse, todo lo que eseribié: desde luego que n0
{ue él quien le dio origen, pero le dio un sentido nuevo e bi
tdricament relevant. La nociin de que el genio es un alien-
to divino, de modo que cl artista no siempre sabe qué es In
‘que esta haciendo pues no ¢s mis que un instramento a tra
‘vs del cual se expresa un poder mas alto ~sobrehumnano—,
3 por To menos tan antigua como el Zon patnico, El famoso
ensayo de Edward Young sobre la materia desato entre los
alemanes un considerable volumen de sentimiento reprimi-
do, La segunda mitad del siglo Xvi esta lena de denuncias,
de reduecionismo y especialzacién contra tado lo que despo-
jay confina al hombre, v que evita ademas la més aezbada re-
aliacion del “hombre total”, que se concibe como un
procesa arménico hasta entances impedido sélo por el error
6 el vicio humanos y las destructivas instituciones que éstos
prohijaron, Lo anterior no se limita los eseritores alema
nes: también Diderot habla de la batalla entre el hombre na
tural y el artificial que se debaten en el interior det hombre
vlizado, y el sermon de Rousseau acerea de las consecuen-
‘as destructivas de ls insttuciones humanas sobre quienes
son educados en ellas es muy conocido, Pero la verdadera
revueltaen contra del neoclasicismo es alemana, y estuvodi-
‘gia contra el ascendiente de ls pensadores de Pais.
‘Aunque Hamann fue uno de los primeros pensadores eu-
ropeos que protestaron contra los efectos de la educecién
francesa y de las doctrinas francesas basadas en una falsa
psicologia y en una visiin falsa de Dios y la naturaleza no es
Alli donde radica su mayor originalidad en este terreno. No
le interesa en lo fundamental crear las condiciones para que
tun pequeo grupo de elegidos tenga oportu
sarselibremente a expensas de, 0 en todo €
hhorizonte del hombre comun. Ni se interesa por la concep
ian social del genio tal como fue tratado, por ejemplo, por
los enciclopedistas franceses, algunos de los cuales pensa-
ban que en una sociedad racionalmente organizada cualquie-
ra podria, por principio, ser convertido en un genio —tal
‘como Trotsky, por ejemplo, parecia ereerlo (esto es lo que
Diderot, con ese su earactristico sentido de realidad, ri
culizo agudamente en su ensayo a proposito de Sobre e hom-
bre de Helvecio): tampoco coincidia con Mendelssohn y
Nicolai, para quienes e! genio consists en la comunicacion
de ideas hasta alcanzar su universal aceptacién, de modo
aque elevaran la vida humana a un nuevo plano
‘Abiertamente en contra del énfasis en las condiciones so-
ales, Hamann crcia que el genio era individual y que no
podia ser criado 0 cultivado por Ia organizacion social cala
hombre era lo que era, percibia lo que percibia y hablaba
con quienes lo entendian —no con todos, sino con aquellos
con quienes mantenia una relacin especial qué tan grande
fo peque’o seria su numero, eso n0 podria decirse, Contra
Mendelssohn y Nicola, afirmaba que solo los hombres i
bres pueden comprender. inspirar y ser inspirados: mien
tras que la libertad consisteen ser eada quién su propio amoISAIAH BERLIN
y su mas fielsibdito al mismo tiempo: la aceptacion de re
las zenerales es siempre esclavitad —aquél que confia en
Jos juicios de otros ms que en los propios deja de ser hom
bre. Aunque Winckelmann habia dicho que por medio ce la
Jmitacion de los griegos el hombre moderno se hariainim
table, Hamman tenia sus reservas. Como Prometeo, de-
bbemos robar el fuego divino, y no conformarnos con
representarnoslo; quien desee robar el arte de la fantasia y
de la libertad de arbitrio debe saber que atenta conta la
hhonra y la vida de estos. Debemos perpetrar “un rapto pro-
rmeteico de la luz primigenia y animal de la naturaleza” de
aqui proviene la dicotomia entre originalidad y esclavitud,
entre espontaneidad y abdicacion; de aqui, también, a host
lidad frente a los modelos clasicos y la version utilitaria, w
otra cualquiera, del didactismo moral y estético.
Pero este no es el principal interes de Hamann. No le pre=
‘ocupan las necesidades de la elite artistic. Es un moralista
{yun critic de la vida que desea emprender una guerra com
{alos enemigos de la humanidad en general: desea contr:
buir ala liberacion del ser hurnano como tal, Su originaldad
consiste en que supo traducira la vida el recurso ala autori-
dad de la conciencia individual junto con el repudio ala auto
ridad institucional, que en él dimanaba de su educacion
pietista; aunque hay que sefalar que con el concepto de
“ser” el daa entender una entidad que se halla en communica
cién constante con los demas y con Dios, y que percibe la
verdad, tanto préctica como tedricamente, inicamente atta
ves de esas relaciones y sometiéndose a elas: el auto-cono-
cimiento (que segin él se obtiene en comunidn con Dios) no
esuna amenaza contra la propia libertad, ni un dolorose acto
de artificial diseiplina auto-impuesta. Rechaza enteramente
¢l puritanismo de los pietistas, 0 sea la nocion de que el
hhombre no es otra cos que un recipient impuro, una ago
rmeracién de pecado y corrupcidn, y que ya que todos los
hombres estan de antemano condenados deben buscar la
manera de desenraizar de si todos los deseos naturales: “La
vietoria consiste en la muerte; a vida consiste en mort” se
‘in rezaba el verso pietista contemporaine.
Con patejoimpets, Hamann se opone tanto alo anterior
como a la armonizacion utilitarista de las pasiones, segtin
era postulada por los filésofas franceses. Llea incluso &
aceptar la doctrina pietisa de que la razén es una serpiente
ponzonosa, el mayor de los herejes, el gran enemigo de
Dios y su verdad, tal come lo diria Johann Konrad Dippel
quien pensaba —como Schopenhauer, quien lo sexuiria en
esto— que todo el sufrimiento era causado por una sed que
jamés habria de saciarse, cosa que intents demostrar con
ejemplos de nifios que murieron extaticamente, Pero solo
hhasta este punto acompaia Hamann a esa torva secta, y st
ruptura sera mas tajante que lade otro de sus vastagos. En
manuel Kant, Sus elogios en honor de su modesta muje
‘campesina — o de hecho su motivo para vivir con ella €
tan arraigados en el aprecio de lo que le parecia saludable,
inocente, natura. libre de Ia tortura interior a la que conc:
cce alos liombres cultos el mal uso del sentido comin y de
Jos Fenguajes que Dios implantara en nosotros: son prefer
bles el provincianismo y las raices en Ta vida local, ala uni
formidad exangiie, as planias de invernadero, ala muerte
vida de los académicos sofisticados; el mayor erimen
consiste en divorciar. por un lado el intelecto, ¥ por otto
16 vurLta,
Jos “abismos mas profundos de la sensualidad mas tang
ble", “jHagase la luz!”
Esta ex el gozo en la ereacién, un gozo sensual. Dios mis
mo se hizo carne, de otre modo no podria interpelarnos,
pues carne Somos: pero hemos dividide espiritu y carne.
"Reunir los fragmentos separados —disjecti membra
poelae— es la tarea del estudioso: interpretarlos, ta del fld-
sofo: imitarlos o darles forma (sie im Geschick bringenl, es la
el poeta.” Dios no es un matemtico, sino un artista. La po-
cesia brinda unidad y vida. De tal modo que la historia es un
valle de huesos exanimes si no arriba un proteta, como Eze
‘quel, para arroparlas de carne
Vivir verdaderamemte y crear son una y la misma cosa: tal
ces la sustancia de la “rapsodia en prosa eabalistiea” que fanz
‘contra Michaeli en 17%2 con el titulo de Bstética en wna mez
“Lebenist actio” —Ia vida es accion, no un poder metatisico
impersonal, como la Idea autogeneradora de Hege! 0 la pra-
axis de Marx que es dificil de identificar en terminos espacia-
les y temporales concretos, ¥ que incluso en la terminologia
‘mas materialista conserva la calidad mitica de sus origenes
metafisicos; sino Ia accion cotidiana, la fe en el instinto, en
ese entendimiento sin el cual no hay comunicacién con los
otros en el encuentro frente a frente com los hombres y las
‘cosas, en Ia plenitud de la vida, Asi es como crean los artis.
tas, pero es tambien asi como cualquier hombre logra la rea
lizavion de lo mas humiano que hay en el, y tambien com las
sociedades alcanzan la unidad de espiritu, y sus miembros
esa mezela de sabiduria prictica, amor y satisfaccion sen-
sal que distingue a los seres humanos plenos de las absur-
das invenciones bidimensionales de los tedricos, y de esa
ddesecacién y alienacidn interior de los propios tedricos que
los Heva a confundir la vida real con sus estilizadas e inant
imadas categorias. El conaoisseur que se apoltrona en su es
tudio y contempla primero un euadro en la pared y luego un
libro Sobre Ia mess, no es en absoluto un ser humano vivien-
te sino una marioneta. Los Beaua esprits para los que los fran
ceses escriben nunca veran la aurora del nuevo dia, pues no
creen em la resurreccidn de la carne. jNo! La naturaleza es
como las consonantes hebreas a las que les falta la vocal.
tuna ecuacion con por lo menos una incdgnita, incognita que
podemos sondear solo a traves de la accion, y no por la con-
templacién obediente de las reglas.
Qué clase de acciéin? Hamann habla, como siempre, me
taforicamente, Debemos forzar a la naturaleza, penetrar y
hnacernos uno con ella: “La Naturaleza es nuestra vieja abue~
la...conieter incesto con ella es ef mandamiento mas impor-
tante del Corn de las artes, aunque nadie lo sigue.” gComo
padrian hacerlo los fastidiosos connoisseurs, toda vez que se
avergdenzan de la naturaleza, la ocultan y solo se ocupan de
{as bonitas ropas con que la cubren? Las denuncias que hace
Hamann de los racionalistas,y su énfasis sobre Ia sabidturia
‘que surge de la verdadera participacion en la vida en su nis
vel mas alto por el genio. ¥ en el plano comun con fos seres
‘humanos que busean su propia plenitud—son quiza el pri
mer himino al rechazo de las reglas. las normas y la conten
placion en favor de la accion, “Piensa menos y vive mas”, le
dijo a Herder —en esa tradicion de los campeones dela vida
‘opuestos ala “gris teoria” segun la denominé Goethe," que
‘comienza formalmente con el Sturm und Drang aleman a
partir de la novela Ardinghelto de Wilhelm Heinse, con suamado apasionado #arrujar lejos toda convencion y dejar a
las pasianes colmarse por si mismas, sin importar con qué
fuerza de destruccion ni el escandalo que puedan suscitar
centre la respetable sociedad, pasando por Allwill y Wolde-
‘mar de Jacobi (con su doctrina central de que “Lo que no
puede ser tomado a mal... no vale la pena: y lo que no se
presta a abuso tiene escaso valor préctico’), hasta el culto al
individualismo sin trabas de la Lucinde de Friedrich Schle
szel que suma y sigue hacia Byron, Max Stirner, Nietzsche,
Knut Hamsum y Dai, Lawrence.
Heinse: “Cada eriatura tiene el derecho natural de apro
piarse de todo lo que le rodea hasta los limites de su poder"
estos limites quedaran determinacis solamente por la resis-
tencia de otras criaturas. Todos los lamados a la disciplina
son meras manifestaciones del “orden burgués que arruina
al hombre’, tal sucede con la “barbara legislacion”. Estas
docirinas —que sequin admite el mismo Heinse pueden pare-
cer salvajes,licenciosas y horripilantes a la masa del publico
filisteo, pero que gobernaran las vidas de los verdaderamente
libres, los inicos que las comprenderan— no fueron compar-
tidas por Hamann. quien creia en la sumisién alas leyes de
Dios segiin se presienten interiormente con todo el propio
ser. Aunque Hamann se opuso al espritu global de este lar
mado a la anarquia, admiraba la novela donde se hallaba
contenido. “La belleza es ia aparicién de nuestro entero ser
sin impostura”, decia Heinse, y esa era tambien Ia doctrina
dde Hamann, La belleza es la vida en su forma mas caracteris-
tica, plens, dinémica y tangible, pletdrica de conflicto y con-
tradiceidn —y no mitigada y reordenada por algun frances
de peluca y medias de seda redimido por la teoria. Estaes la
docirina que Hamann comunicé a Herder, y que estariades-
tinada a influiren el romanticismo aleman, y través de él, a
todo el pensamiento europeo.
Hamann aborrecia las imitaciones domesticadas de esta
actitud, atin mas que el materialismo de los franceses. De-
testaba a Laurence Sterne, por ejemplo, que era muy admira-
do por los romanticos, pues aunque habia surgido del
rompimiento con las convenciones y las reglas, se solazaba
demasiado en su propia indocilidad, su actitud era demasia-
do narcisista y no lo suficientemente apasionada y sincera,
no era seria, era una mera afectacion de anticonvencionalis-
‘mo fundada totalmente en la convencidn. un indulgente es-
tremecimiento de lo filisteo y To ortodoxo; igualmente
detestaba la poesia “anacredntica” de CM, Wieland y sus dis-
cipulos, esos ejercicios seudo-idilicos mas remotos de la ae
tio que, digamos, la erratica pero formidable actividad de un
Voltaire, cuya brillantez y brio Hamann admiraba tanto co
‘mo condenaba sus doctrinas.
Elector se preguntara por qué Rousseau no esta incl
doen este catlogo del naturalismo anti-intelectual. La ra
2z6n es que la actitud de Hamann hacia Rousseau, como las
de otros muchos antirracionalistas hacia él, es sumamente
ambivalente. Por un lado, para Hamann, el Emilio y El con
trato sociat son tratados racionalistas con una vision ati
ial del hombre digna de Voltaire. del abate Raynal. de
a Alembert o de los miserables racionalistas berlineses,
hombres que en la batalla contra el fanatismo se hicieron &
su vez fanaticos racionalistas. asesinos incendiarios,ladro
nes, defraudadores de Dios y del hombre. Rousseau es tin
itopista, un chapucero abstracto; su teoria de la educacion
JULIO DE t994
FL MAGO DEL NORTE
se funda en el mito absurdo de la “naturaleza bella, el buen
austoy la razén equilibrada’: pero la escuela no es pacifica
armonia entre maestro y alumno, como lo quiere Rousseau,
sino “como Dotan, una montaia de Dios lena de fieros cor
celes y carrozas en torno a Elias.” Pero, por contrapart.
hhay una “fascinacién sensual” en sus novelas mayor que en
las de Richardson, y su amarga indignacidn hacia los salo-
nes y los convencionalismos, asi como su anhelo de “servir
los hombres con su conocimiiento del corazén humano ad
quirido tanto por los excesos propios cuanto por los aje-
‘os’, leresultan afines.
Todo esto, antes de que hubiera leido las Confesiones de
Rousseau; de hecho antes de que hubieran aparecide. Tuvo
tambien unas palabras amables para Diderot, el mas aleman
de los franceses quien, a pesar de sus puntos de vista terri
‘blemente racionalstas, se da cuenta de que las reglas no son
todo, de que “algo més inmediato, itimo, obscure, certain”
slo que verdaderamente importa, De todos modos, Diderot
sigue una falsafilosofia —ocasionalmente se arrepiente de
ella, pero recae constantemente en el error. Hamann hubi
raaprobado el himno triunfal que Diderot dedica al genio
(en una seccifn de un Salon dedicado al pintor Carle Van
Loo) como algo oscuro, montaraz, inaccesible, opuesto al
parloteo, al encanto y la dulzura de los ingenios de moda.
Con todo, Hamann es inconstante: saluda con la admiracién
mas apasionada a La nwera Eloisa, pero luego la ataca
Saint-Preux es un idiota y Milord Edward no es inglés, Julie
no merece ni el amor ni la admiracién, ni tampoco ese sacri
ficio absurdo de ambos al insoportable Wolmar: el lenguaje
de Rousseau no es el de las pasiones sino el de la retorica
Es completamente falso. Completamente francés.
‘Aunque el tono de Roussecu. especialmente en La nueva
Eloisa y en las Confsiones, es ei de un espirtu libre y rebel
de, la causa por la que aboga es el derrocamiento del viejo
‘yugo —tanto en las convenciones sociales como en la cien-
‘iayy el arte— para imponer, de nueva cuenta, una de esas
eternas leyes que estan cinceladas en nuestros corazones: la
vieja moralidad predicada por Platdn y todos los verdaderos
sabios de todo tiempo y lugar. No ers eso por lo que He-
‘mann abogaba. El deseaba destruir lo que le parecia ser el
sistema congelado y fio de rexlas y precepios para devolver
al hombre el sentido de su unidad con Dios, y hacer que
Dios perviviese esponténeamente en él —si bien en una rela
cin dificil sin obedecer a regla escrita alguna, ya fuera
efimera o eterna, mucho menos eterna, Por lo que. a fin de
cuentas, Rousseau era para Hamann lo que Protagoras para
Socrates: quizael mejor de los sofistas, pero sofista al fin,
Goethe dijo @ propdsito de Hamann (al eanciller Mller):
“Tuvo una mente clara en su tiempo. y sabia lo que queria"
pero Kant afirm: “El difunto Hamman tuvo el don de pensar
las eneralidades, pero carecio dela facultad de senialar cla-
ramente los principios, o en todo caso de sacar en claro algo
especifico de su comercio al por mayor.” Esto es tan divert
do como cierto. A Hamann no le inquieté lo que sabia que
Kant pensaba de él; por el contrario, le confirmaba su opi-
nidn de Kant como un hombre inteligente pero ciego—que
‘mantenia los ojos fuertemente cerrados frente a la realidad
para asi percibir mas claramente sus imaginarias estructuras
interiores, Podria haber secundado @ Klinger, el dramaturgo
romantico, quien dijo: “El Coloso de Rodas de hierro de
VUELTA 417ISAIAH HEKLIN
Kant —su imperativo— o su fantistca pieira de toque que
se suspende de un cabello sobre el mundo moral” no era un
instcumento propici para explicarojuzgar ala humanidad.
Hamann, que no era un hombre del todo modesto se veiaa
+i mismo como un Sécrates alemén que rechaza trabarse en
‘ana eonversacin con los soistas,acalla a los importunos
atenienses que lo fastidian con demasiadas preguntas, v
alenta a sus discipalos para que venzan su propia vanida si-
uiendo su ejemplo. Su empresa consistia en hacer estallar
Tos valores instituidos, tanto Tos de la tradicin como los de
Ja filosofa,y organizar una contrarrevoluciin de vuelta aka
sencillezy la fe, contra la arrogancia y el optimismo de Ta
eva cine
Sécrates intent6 su labora través de la razon analitica.
Hamann se via asi mismo haciéndolo atraves de tos m=
todos, rompiendo con las convencionesy las expectativas es
Lablecidas por medio del empleo ce toda arma que pudiera
hhacer pedazos la eorteza de Ia costumbrey el dogma, Segun
su criteria, ésa era la jutificacidn de su estilo hermético y
sus misteriosas formulas con las que trataba de confundir,
inteigar y avispar al lector, su frenetica carrera de un topico
al otto, su deiberadamente desordenalasucesidn de ideas,
su constante personiicacin de figuras fantistias exteaidas
de la mitologtao la poesia, o esa salvae y extravagante ima-
ginacién suya —cualquier cosa con tal de parar en seco al
lector, aeosarlo, asombrarlo iritaroy abrrle la ventana ha-
cia nuevos parajes; sobre todo, romper el orden normal de
Jas asociaeiones al que lo habrian acostumbrado su propia
vida sin autocrtca 0 la autoridad de sus guias espirtuales
Tterarios. Dentro del lector asi despabilado, él pensaba ver-
ter la palabra verdalera de Dios —Ia unidad de care y espi:
ritu, la unieidad de la vida, a necesidad de vivir y erear la
supremacia del credo a fragilidad de la razén, lo fatalmente
‘lusorio de todas las respuesta de todas las te-
orias construidas, de todo to que se maquina para adorme-
cer al espirituen el falso sueio dela realidad. La verdadera
Jmagen del hombre préctico es lade un sonambulo, un hon
bre que con infinita sagacidad, reflexion y coherencia habla,
acti y ejecuta empresas riesgosas con tacto mas seguro
‘que si lo hiciera —o pudiera hacerlo— con los ojos siquiera
un poguito abierts.
Esta paradoja encuentra eco en casi todos los escritores,
roménticos la confianza del sonémbulo que proviene de su
ccoguera la realidad es perturbadora, pero debe serenfren-
tada, Latnica manera de despertar a veres que estan tan en-
aados es destrozandoles ls lentes a través de los cuales
miran la realidad cortientemente, simulando la locura con
los metodos que despues usarian Novalis, 7.4. Hoffmann,
Gogol y en nuestro tiempo Pirandello, Kafka y los surreal
tas. Por supuesto que solo hombres de genio original pue-
den lograrlo, y Hamann creia desde luego que él era uno de
ellos, no menos que Sacrates. El genio no es saludable, es
mds bien una enfermedad divina que, como dice Hipocrate:
c8.al mismo tiempo divin y humans —ponta theia Raipanta
anthropina, aquello que une al cielo y Ia terra. El genio esta
loco en un sentido mundano, pues la sabiduria de este mane
dioes loeua,y la razin so srve para exponernos a nuestra
propia ignorancia—para conducirnos a la humildad—. no
para darnos conocimiento. Eso lo aprendimos de Socrates
Pero, como dice acertadamente Hume, araz6n tomada en si
18 vurtta,
risa es impotente, cuando gobierma es una usurpadora y
tuna impostora
Este es el mensaje medular de Hamann, y a justificacion
que hace de su método, Suponiendo que se tratase de una
cexplicacién racionalizada del hecho —digamos que era efec-
tivamente un hecho—de que era incapaz de escribir con cl
ridad porque sus pensamientos eran turbios y cadticos, la
apologta es ingeniosa y tuvo un portentoso efecto historico.
Kant se mosiré propiamente horrorizado: "No queda mis
{que reir” afirmo, ante estos “hombres de genio, 0 quizd mo-
nos de genio "no queda ms que reir y seguir por el propio
ccaminu con apego, orden y claridad sin prestar atencion a
cesios estafadores”. No cabe duda de que estaba en lo correc:
to, No obstante, quién sabe silos mundos de Herder, Prie-
drich Schlegel, Tieck, Schiller y desde Iuego Goethe
hhubieran visto la luz sin la revuelta de Hamann, 0 en odo ca-
so sin alguna revvelta similar.
Herder debid macho @ Hamann; ey Jacobi —cuya deuda
con éles mayor—, junto con los hermanos Schlegel, fueron
Jos principales subvertidores de la tradicin del orden, del
racionalismo y del clasicismo, no solo en Alemania sino en
toda Europa. De VAllemagne, de Madame de Staél, abrio el
{elon a una parte de esta turbulencia, Las doctrinas de Fich-
tey Schelling e incluso de Hegel, que al lector cultivado en
la radicién filosofica anglo-sajona se le presentan como vio-
lentas irrupeiones en la bien ordenads procesidn de los sa-
nos y escrupulosos pensadores racionalistas europeos,
apenas podrian haberse manifestado sin esta contrarrevolu-
‘ion, que ha arrojado alternativamente luz y sombra sobre el
escenario europeo. ¥ que esté indisolublemente conectada
—va sea como cause o como sintoma— con los fenomenos
mas creativos y destructivos de nuestra época. Es la revuelta
de la que Hamman fue el primer abanderado y quiza la fgu-
amas original
Novas,
Lasedicionescompleas areas de seers de Haran son: Jo
hana Georg Hamann, Samtiche Were cia por loseph Nadler
(Viena: Herder, 148-1957), y Johann Georg Hamann, Breese,
‘ia por Walter Ziesernery Arthur Henkel Wiesbaden y Franke
fon Ine, 1958-1979).
Goethe cansideraba a Hamann como un eran despertaor. el primer
‘campeon de avid del homie Le ida de tds sus oculades,
mentale, emcionales yfisias se Fgraba en sus ereaciones mayo=
res— de ese hombre mal eatendio. ml representado yd hecho.
aa pra diseccion de sya hecha pols exantie cea ance
12. Enel bro 12 de Dicktang und Wahrheit Goethe expres el princi
pio central de Harsann en estos trminos: "Sea fo que fore que el
hambce desc lograr—por obra de alba. deers tener eomo
focal as pares eneramenteunifcados, ya que ao ko que ta
Wild carece de valor "WVease Goethe, Ans meinem Leber: Dicktung
snd Wahrtei eda por Seed Schebe, Vo. erin: Akademi,
1970, pp 424-427, cia en lpi 426. tinea 7) Goce esrb Fra
on Sein sobre dete de cap del sentido deb que die Hamann
ras cela mayen dela get, Gach Liter ax Brew tom tin
1778 bis 1780, dado por Heinrich Duntzr (Leipzig, 1885,» 515
(eata del 17 de septembre de 174),
Qe actalente fora todavia prt dea Feeracion Rus, y que des
de WW el nombce oa de Kaliningrad,
NUMERO 212“Wiese mintersante relcioncontnida en Anion Rie. nonela ce
Kas Philipp Mori, ladiradr de Goethe
Aporetenvent as utr de Sucesin expla autora, os ayes
‘trues gue cuminaro en fa Guerra de las Sete Anos. ls murras
angl-tranceses las qucrrascobomales ena lady en oss eones
1 hiceon ningun impacto en €
Edward Young. Night Thoughts (1742-1745), 4
“Manto est interes ain desputs de haber modifica sus opiniones
furstaneatales, como lo demuestra su estimacén pr ls eset de
fai, abate napoian. Debe ands o obstane, que bs pune
toss vista de Gain’ era en cicea medida no otodenos: disci
contra el bre come ye lass fre sastena plantearientos no
etrtamenie ecoericos del tipo de un estado scien pera
Tita. no carci de enica contra Montesquice. Verse Ferdinando
(lian, Dialogues sar ecommerce de beds (Landes, 170), y Pip
‘Merian, Parva Hamann: Hamann y Galan fara ofthe History
of teas. Vel 11 (1850. pp 485-189.
*Vease Philip Mela, “Parva Hananniana: JG. Hamann as aSpokese
saz ofthe Midi Clas Joural of te History of leas, Vo. 9 (194%),
1p. 380-18, J Blum, La Vie et (Oeuere de 6 Hamann e Mage
‘Nerd, 1730-178 (Pans: Felix Aca, 1912), pp 320.
* Rac inger, en su excelente aunque abutido Hamonns Sprache
rie im Zusommenhange eines Denton: Cravdlegung 2 ner Wird-
ging der eisesgeschihichen Stang des Mogus in Norden Music:
‘CHL Beck, 195) —incorprado mas adelante, deforma mas exiensa
«51 Homann wn die Anfhiirang Jena 1911; Tubingen: Max Nese
er, 1963}—sehal paraelsmos con las instuceiones para lee as
JULIO DE 1994
EL MAGO DEL NORTE
ser de pitas tales como Francke en 1 y Joachim Lange
9 1733, Eto es enormementeplassible aunque Hamann nunca seh
‘2 piesa crodoxo y —para lo que sera una posture oradons deo
‘del movimiento se io por maliles preacupaciones yen lect
‘nes inexplicable Dianna que su relacion com el peas es de a-
sun modo anitogaa Ta que Blake miantaro com ls carries No
conformity swesenborganaen ls ques ci.
Nave que no desciema as nivel puede hablar con ls nis, dice
amano, ex decir made que no los ame.