Iifledebé
El duende colorin
Carmen Friel Luchee eres eee eee
0% | duende Valentin era un duende
chiquitn, tanto que a su madre, a |
B vcces, se e pera en el acin, debajo
7% de alguna hoja seca 0 de un pétalode |
rosa. Pero gracias a su pelo coorn ela siempre
lograba encontrarlo. Valentin era majioso y
rezongon, asi que no le qustaba nada de lo que su
madre cocinaba con tanto amor para la numerosa
farnilia Pimentn, en su gran olla de greda del
tamafio de una nuez.
El duende malcriado no comia ni la cazuela
nila carbonada ni el charquicdn ni los porotos.
‘A Valentin slo le gustaban la pizza y las papas
fits ls papas fas ya piza, cuando no le
daban en el gusto se econ en un dedal y nadie
podia sacarlo de ahi. La mama duende, entonces,
Jo dejaba sin comer, porque ademas de su marido, x
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oa
Werdal to Bartolo y de lati Berta, tenia nueve hijos
mas de quienes ocuparse
La mayor, Sabina, a ayudaba en la cocina,
La seguia Alberto, que cuidaba del hueto
Después venia Mariana, que era una
holgazana,
Estaba también Serafin, que regaba el jardin.
‘La mas bonita era Lucia, que para todos
cosa,
El ojo de Armando se la pasaba cantando.
La dulee Teresa ponia la mesa.
El bueno de Ramén cerraba el portén.
La pequefia Ruperta abria la puerta
Y sélo faltaba Valentin, que era el mas
pequeiLa numertosa familia vivia en una pequefia
casa de piedra, ocuta en un rineén olvidado de
un viejo jardin. All se sentian bastante segutos, ya
‘ue tenian muy buenas relaciones con Trapicha,
el perro salchicha, y con los Sap, la familia
Tatén, que viva en el sétano, en un rincén, Una
‘vez si pasaron un gran susto, cuando Fortunato, i
| _elsefior gato, que estaba bastante mal de la vista, |
confundié a Valentin con un ratén yestuvo a punto
| bagérelo con zapatos y todo, pero lo escupié
| rpidamente porque el duende, al igual que toda a
| familia Pimentén, tenfa un fuerte olor a pimienta y
estragén,
Valentin asista, junto con sus hermanos, a |
la escuela de duendes. Temprano cada mafiana,
4a mamé duende colocaba a sus diez hijos en fila
india y con un leve pestaiieo y un movimiento de a
7su brazo, los enviaba volando por los aires hasta
el salon de clases del duende Barigén, que de letras
¥ nimeros sabia un monton, A mediodia, cuando ya
tenia preparada la mesa y la comida calenita, hacia
hhuevamente su pase migico, y ls traia a todos de
‘welta hasta sus dee silas del comedor.
Una matiana, en el colegio, Valentin comenzi
a sentir que sus tripascrjan haciendo gran
escindalo. Cuando el maestro hizo una importanie
pregunta: *;Cual fue el primer duende en pisar
“América?” a tripas de Valentin lanzaron un sonoro
jcruuuuuuuunch!”, Luego, el maestro pregunt:
“mo se lamaban ls tres carabelas en las que
Viajaron ls duendes a la nueva tena?”
—iCruuuwaunch, eruuwuuunch, cruuuuuneh!
—Fespondieron nuevamente las
bripas de Valentin,Entonces, el duende Bartigén perdi la
paciencia y gritd:
—iAlumano Valentin Pimentén, con gorro de
burro, derecho al rincén!
Y el duende insolente se quedé sin recreo
Enfurruiado y echando humito de indignacion por
las orejas, no quiso aceptar tan injusto castigo, y
aprovechando que lo habian dejado solo, saé por
la ventana y escapo,
Una vez fuera, comenzé a imaginar que
‘se comia una enorme pizza con harto queso y
tomate. Entonces ceré los ojos, apreté las manos
contra sus orejas ytraté de imitar el pase mgico
de mama duende, para ise volando a la pieetia
del efor Alegria, Hizo tanta, tanta fuerza, que
se le desenrollaron las puntas de sus zapatilas
‘verdes, pero cuando abrié los ojos descubri6, %
aLdecepcionado, que s6lo habia dado un
salto y avanzado un par de metros. ;Le
faltaba mucho por aprender ain! Se sent
muy triste en un guijarto, hasta que vio venir
trotando por el camino a Trapicha, el pero
salchicha, que todos lo dia a esa hora saa a dar
‘una welta por el barrio. El duendecito lo lamé:
*;Amigo Trapicha! ¢Como esta usted?
{Cmo amaneci6? Esta mejor de su
dolor de espaldaaaaaaas? {No quiere
que le espante ls pulgas?”
{Qué me querté pedir Valentin,
que esté tan amable?” —se pregunté el perro,
que no tenia un pelo de tonto. Pero eso de que le
espantaran algunas de sus pulga le result muy
tentador, asi que accedié a llevar al duende coloin,
montado en su lomo, hasta la pizzeria.
& ‘All ba Valentin, poniendo caras muy feas alas
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pulgas del perro, que huian despavoridas.
Pero quiso la mala suerte que Fortunato,
el efor gato, se les cruzara por
delante, y que Trapicha, sin recordar a
su paseero, se largara a corre detrs de su eterno
cenemigo, anzando a Valentin por ls ates,
El duende colorin cay6 en una mancha de aceite,
‘quedando tan negro, tan negro, como un pedacito
de carbon,
Mientras tanto, la mama duende habia traido
a sus hijos de vuelta a casa, pero al verlos a todos
ya sentados a a mesa, comenzb a contar muy
preocupada: uno, dos, tres, cuatro, cinco, ses, siete,
ocho, nueve...y despues, de welt: diez, nueve,
ocho, siete seis, cinco, cuatro, tes, dos... Habia
una sila vaca, faltaba el mas pequeftn, el duende
colorin, *jLlamen a la policia, a los bomberos!”grit6, moviendo sus orejas con desesperacion.
Valentin continuaba alejandose cada vez més de
sa casa. Pronto vio venir volando a dofia Rosa, la
tariposa, que buscaba un jardin de flores para libar
sui néclar. ‘Dofia Rosa, gobmo esta usted? ;Qué
lindos colores luce en sus alas hoy! ¢Quiere que le
ayude a buscar flores?” Luego de pensarlo un rato,
la mariposa accedié a levarlo volando a la pizzeria
a cambio de que le ayuda. “Tota, cuatro ojos ven
mas que dos, y quizis hasta me diga otro propo”,
pensb dofia Rosa, que era muy pretenciosa
Pronto def al duendecillo colorado, que ahora
parecia un carboncillo apagado, frente a la pizzeria
del sefior Alegria. ":¥ ahora cémo entro?", se
pregunté Valenti, y cer los ojos concentrandose,
apreté las manos contra ls orjas puntudas &
+hizo mucha, mucha fuerza. %
alPor volar con ls ojos cerrados el pobre no vio
por donde iba, y fue @ caer en medio de una pizza
aigante, Se hundid en el queso caliente, que se le
rmetid por la boca, la nariz yl oreas,y rit muy
fuerte: “;Avayevayay”. Pero natie lo escuch. De
pronto vio con espanto que un tremendo tenedor lo
agarraba con queso y todo y lo acereaba a una gran
boca, muy oscura y muy abierta. “;Ayavayayay!”
voli a gitar, pero ahora tampoco nadie lo
escuch6, Cert los ojs aterrado, pensando que ese
era el fin de sus dias. Alviado, noto entonces que |
el tenedor se detenia en el aire y una voz indignada
decia: "Pero qué es esto? (Que asco! ;Yo la pedi |
sin acetunas!". Luego, Valentin se sino lanzado
pot los aires. As, leno de queso, tomate y aceite
adolorido, quemado y asustado, fue a dar a la calle.
‘Unas ldgrimas muy saladas comenzaron a salir a
‘borbotones de sus oj. Sélo entonces record6ala mamé duende, cer6 los ojos, se apret6 las
orejase hizo mucha fuerza, y cuando los abr... se
encontré nuevamente en su casa, con toda la familia.
Pimenton.
Después de un bao y de una buena regafiade,
Valenti, hambriento, se omi6 toda la ensalada,
toda la sopa y todo el charquicén que le sivié su
mama. Mas tarde se comi6 tres postres: el suyo, el