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i AXilgo que la elefanta Romina sabia hacer muy bien era bailar. Movia sus caderas al ritmo de la salsa; levantaba su trompa al compas de la cumbia. Bailaba tres veces al dia: en las mafianas soleadas, por la tarde y durante las noches estrelladas. Romina bailaba sola en su casa, ya que todavia no habia encontrado un perfecto compariero de baile. Un dia intenté bailar con su amigo el Tigre, pero éste no hizo mas que pisarle las patas. Otro dia trat6 de bailar con 0 el Rinoceronte, pero éste la golped con su cuerno haciéndola caer al suelo y a los pocos minutos un gigantesco chichén rojo aparecio en su trompa. Al mirarse en el espejo, se dio cuenta que se veia horrenda con su trompa hinchada y espantosa Entonces, permanecié en cama y no ap salié de su casa hasta la desaparicién del horroroso chichén. Nunca mas baild ni con su amigo el Tigre ni con el Rinoceronte. Una manana, Romina escuché por la radio la noticia sobre el primer concurso de baile para animales. Se emociond, salté de alegria y prendié su equipo de misica. Bailé, bail y bailé imaginandose que participaba y se convertia en la ganadora del concurso. Jamas habia participado en uno y deseaba ganar para convertirse en la mejor bailarina entre todos los animales. Practicé su baile durante muchos dias y noches. 2 Por fin Iegé el gran dia. Romina escogid su prenda mis elegante, Queria lucir bella y hermosa. Se vistié con un vestido de seda brillante color morado, estampado con flores rosadas. Caming entusiasmada y muy coqueta hacia el lugar donde anunciaban a los concursantes. Esper con paciencia a que dijeran su nombre. En pocos instantes el Sapo, presentador del concurso, anuncié: “jSefiores y seforas animales, reciban con un fuerte aplauso a Romina, la elefanta!”. Romina comenzo a bailar al ritmo de la salsa. Sus caderas se meneaban de lado a lado, sus patas de adelante hacia atras, su cola de arriba hacia abajo y su trompa de izquierda a derecha. Los animales impresionados por el buen ritmo de Romina también decidieron bailar desde sus asientos. Terminé el baile y entre aplausos y gritos de viva, la elefanta se retiré triunfante para mirar a los demas participantes. Luego, el Sapo anuncié el turno de la Jirafa a quien el piblico recibié con calurosos aplauses. La Jirafa asustada de ver que tantos animales la miraban curiosos, empez6 a temblar de los nervios. Comenzé la musica y la pobre no hizo mas que girar su largo cuello a gran velocidad, sin ritmo ni coordinacién. Giré y giré a mas no poder. La Jirafa % terminé en el suelo rendida y acalorada con sus cuatro patas completamente estiradas y separadas una de otra. Finaliz6 el baile, que de baile no tuvo nada. Pocos aplausos y muchas carcajadas la acompafaron a su asiento. Por iiltimo, llegé el turno de la Cebra. Al ritmo de la misica empez6 a zapatear tuidosamente con sus duros cascos. El publico la acompaié con las palmas. Alegre y sonriente se tambaleaba de lado a lado sin dejar de zapatear. Termind el baile con éxito seguido de muchos aplausos. Finalizaron las presentaciones y el Sapo se preparé para anunciar a las ganadoras. "Sefiores y sefioras animales, ha llegado el momento mas esperado. Voy a anunciar a las ganadoras de este gran concurso de baile’, exclamé el Sapo. ¥ ahora reciba- mos con un fuerte aplauso a nuestras tres finalistas: ellas son la Jirafa, la Cebra y Romina, la elefanta. ;Bravo!, viva la Jirafa!, jrras, rras, rras Cebra!, ;Romina, Romina, Rominal, el publico gritaba, e La Jirafa se levé el tercer lugar y recibié como premio una sombrilla. El segundo lugar fue para la Cebra, quien recibié como premio unos pijamas a rayas. Por ultimo, el primer premio fue para Romina, la elefanta. Dichosa y emocionada recibié una bicicleta color verde limon. Romina se sintié la elefanta més feliz del mundo. Pero al mismo tiempo estaba muy preocupada y confundida: no sabia montar en bicicleta. 0 Agarré la bicicleta verde limén y la Ilevé para su casa. Pasaron los dias, continué bailando y aprendiendo nuevos pasos. Mientras ensayaba, la bicicleta verde limén permanecia parada en la entrada de su casa. Romina, muy ocupada con sus bailes, se olvidé de aprender a montar en bicicleta Un buen dia, llegaron de visita ‘a su casa sus amigos: el Oso, la Leona, el Rinoceronte y el Tigre. Los amigos trataron de convencerla de que se dedicara a aprender a montar en la bicicleta verde limén. “Nuestro amigo el Mono te puede ensefiar, él es un experto en montar bicicleta", le dijeron. La Leona insistié en que no tenia que dejar de bailar para aprender a montar en bicicleta. El Tigre y el Rinoceronte le dijeron que podia inventarse un baile en bicicleta. "No, no y no, montar en. bicicleta debe ser muy dificil, me puedo. caer, romper algun hueso, mi trompa se puede enredar en el volante y mi cola en Ta llanta trasera y asi no podré bailar’, siguié hablando Romina. Una mafana soleada, la elefanta a desperté pensando en su bicicleta verde limon y en todo lo que le habian dicho suis amigos. Trajo la bicicleta de afuera yla arrimé a la pared de su sala. “-Montar en bicicleta sera tan divertido como bailar?”, se preguntd. Le echo una mirada de frente, de costado, por detris. Observé cuidadosamente los pedales, Lsillin, el volante, las llantas... y se animé a aprender a montar en su bicicleta verde limon. Romina quiso hacerlo sola, asi como aprendié a bailar, sin que nadie le ensenara. " Cerré las cortinas de su casa, puso un letrero afuera en su puerta que decia: “Fui de compras, regresaré en dos horas", Asi, los amigos no entrarian a visitarla. Entonces, puso musica para imaginarse que bailaba y se agarré del volante de la bicicleta verde limén. Se sents en el sillin menedndose al ritmo de la musica, colocando sus patas traseras en los pedales. En un segundo, se encontraba en el suelo con el peso de la bicicleta verde limén sobre su hermoso cuerpo: de bailarina, Con suerte, se levant6 con ganas de volverlo a intentar. Esta vez con el ritmo de otra misica, levanté la bicicleta verde limon y se aga- 1ré del volante. Sin subir las patas a los pedales, bailé sentada en la bicicleta verde limon por unos minutos. Disfruto tanto del baile, que sin darse cuenta levanto las patas traseras del suelo colocandolas sobre los pedales, cuando jputupam!, cayé de trompa hacia adelante dandose un trampolin por encima de la bicicleta verde limon. Sus intentos de aprender a montar terminaron con un bafio de tina para aliviar los golpes de todo su cuerpo. Romina se neg a aprender a montar en la bicicleta verde limon. Le parecié muy complicado. La guardé dentro de su armario. Definitivamente, no cambiaba_ el baile por nada del mundo. Una tarde, regresaron sus amigos de visita y esta vez lego también el Mono. La noche anterior habian recibido una invitacion para participar en el primer concurso mundial de talentos para elefantes. A los animales se les ocurrié que como Romina era una excelente bailarina, debia participar en dicho concurso presentando un baile en bicicleta. Ese talento les parecia muy original. Decian que seguramente no existiria otro elefante en el mundo que supiese bailar en bicicleta. Los animales dijeron que estaban dispuestos a ensefiarle y, finalmente, la convencieron. Escuchando musica, Romina espero fuera de su casa la llegada de los amigos. Llegaron el Oso, la Leona, el Tigre, el Rinoceronte y el Mono cargando una cuerda. Primero, el Mono explice como debia sentarse en el sillin, colocar las patas en los pedales y agarrarse del volante. Mientras tanto, el resto de los animales amarraban un extremo de la cuerda a la bicicleta. El Oso y el * Rinoceronte sostenian del otro extremo. Romina les pidié que por favor no se burlaran de ella si llegara a caerse. Con misica bailable de fondo, se subio a la bicicleta verde limon, escuchando atentamente las indicaciones del Mono. En seguida, el Oso y el Rinoceronte tiraron de la cuerda lentamente para que la bicicleta verde limon se moviera. Todos los amigos vieron emocionados como su amiga logré mantener el equilibrio montada en la bicicleta verde limon. 2 Romina se entusiasmé y le parecié que montar en bicicleta era casi tan divertido como bailar. ";Lo lograste, amiga!", gritaron felices todos. El Mono le dijo que con unos dias mas de practica estaba lista para preparar su baile en bicicleta para el gran concurso de talentos. Durante las siguientes semanas, se dedicé a montar en bicicleta en las mafianas y por las tardes repasé los pasos de baile. Llegé el gran dia del concurso. Romina nuevamente se vistié muy elegante. Esta cogié su vestido de terciopelo color rojo estampado con flores amarillas Acompaiada por sus amigos, se dirigio muy campante al lugar del evento. ‘Comenz6 el concurso y algunos celefantes presentaron sus talentos. Le tocé el tiltimo turno a Romina. Se subié al escenario junto con la bicicleta verde limon, Estaba muy nerviosa. Sond la musica y bailé al ritmo del merengue. vez Primero, meneando sus caderas alrededor Sin parar de menear sus caderas, como se de la bicicleta verde limon. Luego, baila el merengue, solté el volante y bailé, levanté su trompa y sus grandes orejas bailo y bailo pedaleando al mismo tiempo. colgantes al compas de la musica. Siguic Se escucharon los aplausos y los gritos de: 7 moviéndose con buen ritmo. Se trepé “wviva Romina!" Termind su presentacign en su bicicleta y continud bailando cansada, pero muy contenta. - mientras montaba por todo el escenario. sl Al poco rato comenzé la premiacion. El premio para el primer lugar no se lo levé ella. En cambio, gané el premio por el talento mis original y mas dificil. Como premios recibié una patineta color amarillo patito y unos patines color azul marino. Alegre y emocionada retorné a su casa pensando en un nuevo baile. {Podri Romina bailar sobre la patineta color amarillo patito con los patines color azul marino?

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