You are on page 1of 34
EL TIEMPO DE LAS TRES ESPANAS (II) (s. VII - s. XV) LA ESPANA CRISTIANA 1. MARCO HISTORICO La victoria musulmana sobre las poblaciones hispanogodas no fue, sin embargo, total. Hubo, en efecto, dos reducidos nucleos que lograron escapar a la conquista arabe. El primero de ellos fue el de Asturias (norte de la Penfnsula), donde don Pelayo form6 un reino (718). El otro, en los Pirineos, de donde los francos de Carlomagno desalojaron a los musulmanes, territorios que luego se constituirfan en el reino de Navarra y el condado de Barcelona (s. IX). Asturias, el primero de los reinos cristianos, comienza entonces el proceso de recuperacion de las tierras invadidas por los arabes conocido como la Reconquista, iniciada en 722 con la batalla de Covadonga. El primer paso consistié en arrebatar a los moros Leén y Castilla, regiones con las que formaria una sola entidad politica. Pero los castellanos, enfrentados con los leoneses, deciden independizarse en el siglo X. Por su parte, Barcelona y Navarra realizan también avances contra los musulmanes, extendiéndose por la cuenca del Ebro. A principios del siglo XI (1031) se produjo un aconteci- miento favorable a los cristianos: el desmembramiento del Califato de Cordoba, que, desgarrado por luchas internas, se Biografia de una lengua desintegr6 en los reinos de taifas. Esto estimulé la reconquista cristiana, la cual hizo grandes progresos gracias a la divisién y al debilitamiento de sus adversarios. De esta manera se da inicio al segundo periodo de la Reconquista. Castilla, llamada a muy altos destinos en la historia peninsular, consigue, por obra de Alfonso VI, apoderarse de Toledo (1085), la antigua capital de los visigodos, situada en plena meseta castellana. Fue este reino el que mas activa y fructuosamente impulsé la Reconquista y el que mas se beneficié de ella en este periodo. A comienzos del siglo XIII dos hechos notables asi lo confirman: 1%) la derrota decisiva de los almohades (dinastfa del islam occidental que domina al-Andalus desde 1147, llegada a la Peninsula con el fin de detener la reconquista cristiana), obra esta de Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa (1212), y 2%) el retroceso musulman hasta las fronteras de Granada gracias a Fernando III, quien recon- quisté Cordoba, Jaén y Sevilla entre 1236 y 1248. Ingente labor realizaron también Catalufia y Aragén; los condados cristianos fundados en estos territorios durante el siglo IX se van fortaleciendo y logran expulsar a los moros del oriente peninsular y de las Baleares entre los siglos XI y XIII (por ejemplo, reconquistan Zaragoza en 1118, Mallorca en 1229 y Valencia en 1238). A finales del siglo XIII el mapa de la Peninsula ya presenta, pues, otra distribucién de fuerzas: un solo reino musulmén, Granada, y cuatro reinos cristianos: Navarra, reino que, arrinconado en las montafias del norte, quedaria anquilosa- do por el resto de la Edad Media; Aragén, que habia absorbido a Catalufia (s. XII) y se habia extendido por el litoral mediterra- neo; Portugal, nacido por separacién de Castilla y luego organizado como reino independiente en 1139; y Castilla-Le6n, el m4s extenso de los reinos cristianos y el tnico que lindaba 150 con Granada, ocupando toda la franja central de la Penfnsula desde el mar Cantdbrico hasta la fachada sur peninsular, sélo interrumpida por el pequeio reducto granadino. A Castilla fueron incorporadas més tarde las islas Canarias; en 1344 el papa Clemente VI otorgé el archipiélago al infante castellano Luis de la Cerda; mas tarde, los normandos Jean de Béthencourt y Gadifer de la Salle sometieron Lanzarote (1402) y, bajo el vasallaje de Enrique III de Castilla (1379-1406), las islas de Hierro, Fuerteventura y la Gomera; el resto de las islas (Gran Canaria, Tenerife y La Palma) se incorporarfan a la corona castellana a finales del siglo XV. La poblacién original de este archipiélago africano (los guanches) desapareceria en parte por exterminio y en parte por asimilaci6n. Durante el siglo XIV y buena parte del XV, la Reconquista quedaré casi detenida. Castilla vive momentos dificiles a causa de las luchas de los monarcas cristianos con la nobleza, y Arag6n desvia sus impulsos conquistadores hacia el Mediterraneo. Habra que esperar el afio de 1469 para ver cambiar la situacién. Ese afio, en efecto, con el matrimonio de Isabel de Castilla con Fernando de Aragon se inicia un nuevo periodo en la historia de Espafia que seria quizas el de mayores y mas trascendentales acontecimientos. Cuando ambos principes ocuparon sus tronos (1474 y 1479, respectivamente) reemprenden la guerra contra los musulmanes, a los que consiguieron reducir a la exclusiva posesién de la ciudad de Granada, la cual, tras un largo asedio, se rindié el 2 de enero de 1492. Boabdil, ultimo rey moro, entrega las Ilaves de la ciudad a los Reyes Catélicos y parte al exilio. La Reconquista habfa terminado, y con ella, la presencia politica musulmana, larga de 781 afios. El siguiente paso serfa lograr la unidad espafiola. El matrimonio de Isabel y Fernando sélo unié a Castilla y Aragon en la persona de sus reyes pero no en sus instituciones. Cada 151 Biografia de una lengua estado mantuvo sus fueros y sus cortes. Pero la unidn de los dos monarcas fue de gran eficacia para la consolidacién de la autori- dad monarquica y la transformacién social de sus estados; ello exigia el sometimiento de la nobleza al poder real, la centraliza- ci6n politica, la unidad étnico-cultural y la unicidad de fe. Todo esto lo llev6 a cabo el gobierno de mano fuerte de los Reyes Catdlicos mediante los siguientes procedimientos: 1) anulacién de los privilegios y pensiones de que disfrutaban los nobles; 2) establecimiento en las ciudades de funcionarios reales, los corregidores; 3) expulsibn de judios y mudéjares; 4) peticién al papa de reestructurar y fortalecer la Inquisicin, la cual fue satisfecha por Sixto IV, quien la puso en dependencia directa de la monarquia. Habra, sin embargo, que esperar aun para la total unidad politica de Espafia, lo cual se vera en el capitulo siguiente. 2. LOS ROMANCES HISPANOS Los estados cristianos continuadores del reino visigodo fueron, en cierto modo, bilingiies, pues mientras el latin seguia usandose en situaciones cultas y oficiales, el pueblo Ilano se comunicaba en algo que era ya una lengua distinta del latin escolar. Entre ambas formas de lenguaje exis un latin arromanzado, el ‘latinum circa romancium' que decian los mozarabes, es decir, un latin cercano al romance donde, amén de algunos elementos cultos, aparecian formas latinas romancea- das y formas romances latinizadas, en una mezcla tal que es fiel testimonio de la pugna entre una norma considerada prestigiosa y la espontaneidad del habla no controlada. Esas tres variedades de lengua permiten distinguir, en las lenguas romances actuales, las palabras cultas y las populares de las semicultas. Enrique Obediente Sosa Palabras cultas. Son aquéllas que mantienen la forma latina escrita sin mas alteracién que las necesarias para amoldarlas a la estructura romance. Son, en cierto modo, "fésiles lingiifsticos" que se mantuvieron en romance en su forma original por no ser voces de uso corriente entre el vulgo 0 porque sobre ellas pesaba una fuerte tradicién. Por ejemplo sexto < sextus, voluntad < voluntéte, evangelio < evangélium, excepto < excéptus, etc. Muchos de los primeros cultismos datan del siglo XIII, cuando el romance pasa a la categoria de lengua culta; mds tarde, con el Humanismo, entrarfa toda una avalancha de palabras de este tipo. Palabras populares. Aquéllas que han existido _ ininte- rrumpidamente en el habla y han sufrido los cambios fonéticos regulares que caracterizaron la transformaci6n del latin en los distintos romances. Es el caso, por ejemplo, de folia > ['folja] > [‘foka] > ['foza] > ['fofa] > ['hofa] > ['oxa] ‘hoja’, o de 6culu(m) > [‘ok’lo] > ['oKo] > [030] > ['ofo] > [oxo] ‘ojo’. Palabras semicultas. Son aquéllas que por la accién cultural de la iglesia o de la administraci6n no experimentaron los procesos fonéticos regulares de manera completa, quedando a medio camino entre la forma original latina y la que habria sido de no haberse frenado el cambio. Por ejemplo: angelus > angel en lugar de *afto 0 anlo saéculum > siglo *sejo apéstolus > apéstol *abocho episcopus > obispo *ebesbo regndre > reinar *refiar Muchas veces una palabra latina dio origen a dos romances, una (semi)culta y otra popular, que adquirirfan matices semAnticos 0 significados diversos cuando cayé en olvido el étimo originario. Ejemplos de tales voces, conocidas como dobletes, son 153 Biografia de una lengua los siguientes: (frigidus > frio ~ frigido integrus > entero ~ integro radium > rayo ~ radio cathedra > cadera ~ catedra concilium > concejo ~ concilio litigdre > lidiar ~ litigar collocére > colgar ~ colocar 2.1. Dialectos medievales La formacién de nticleos de hispanogodos independientes los unos de los otros y del dominio 4rabe, propicié el desarrollo de hablas diferenciadas entre sf; deficientemente latinizadas, aquellas poblaciones dieron libre curso a sus propias tendencias lingiifsticas sin que una fuerza externa cohesionadora las contuviera. Surgen asi los distintos dialectos que configurarian el mapa linguistico ibérico al prevalecer los rasgos diferenciadores (que comenzaban a aparecer en las distintas regiones ya en época visigoda) sobre los rasgos unificadores, diferencias cuyo desarrollo se vio favorecido por las condiciones geogrdficas y las dificultades de comunicacion. a) El mozdrabe -del que ya hablamos- fue el dialecto de los hispanogodos que quedaron en territorio ocupado por los musulmanes. Dada la extensién del mismo para el siglo X (aproximadamente tres cuartas partes de la Peninsula), debemos creer que haya sido la lengua vulgar comin de Hispania antes de la invasién drabe, con particularidades locales como era de esperarse; eliminando los arabismos que calaron en él, el mozarabe constituye en muchos aspectos "una preciosa reliquia" (aunque fragmentaria) de la lengua que se hablaba en los Ultimos tiempos del reino visigodo (cf. Lapesa 1980, pag. 178). 154 Dialectos hispanicos medievales s.X Enrique Obediente Sosa b) El gallego-portugués, dialecto peninsular mas occidental, en el Finis Terrae, se presenta como el romance hispano mas conservador. El sustrato prerromano, la presencia celta, el establecimiento de los suevos y la efimera dominacién drabe fueron factores que influyeron decisivamente en el latin de la antigua provincia romana de Gallaeccia. Este dialecto representa- ria la mayor proximidad a la lengua general que los mozdrabes conservaron. c) El astur-leonés fue el dialecto de la primera monarquia cristiana establecida en el norte de Hispania. Predominante sobre los otros dialectos nortefios hasta el siglo X, el astur-leonés estuvo sujeto a la influencia gallega, a la castellana y a la mozarabe, esta Ultima debido a la corriente migratoria de cristianos que, huyendo del territorio musulmn, buscaron refugio en el reino de Le6n. d) El navarro-aragonés, muy semejante al astur-leonés, estaba constituido por una serie de variantes que presentaban influen- cias vasca y occitana. La influencia del eusquera se explica no s6lo por colindar con territorios de habla vasca sino por ser la misma Navarra vasc6fona; en cuanto a Ja influencia ultrapirenai- ca, ésta se debe al hecho de que fueron Aragén y Navarra las regiones que, después de Catalufia, recibieron con mayor intensidad el influjo del sur de Francia. Este dialecto viene a ser como la transicién entre el catalan y el castellano, de la misma manera que el astur-leonés lo es entre el gallego-portugués y el castellano. e) El cataldn, dialecto hispanico que, debido a los fuertes vinculos politicos y culturales de los usuarios de esta habla con los territorios galorrom4nicos, presenta una mayoria de rasgos lingiiisticos ultrapirenaicos que lo hacen mas parecido al proven- zal que a otro dialecto peninsular. El catalan puede ser considerado, entonces, como la transicién entre las hablas 155 Biografia de una lengua iberorromanicas y las galorromdnicas. f) El castellano, dialecto originario de un rincén de la zona cantabrica, se caracteriza por un conjunto de innovaciones que lo distinguen del resto de los dialectos hispanicos. Hablado por un pueblo de pastores y campesinos que cambiaron el cayado y el arado por la espada y el arco (en expresién de Vicens Vives), el castellano surge ajeno a una tradicién letrada, de alli sus rasgos revolucionarios que manifiestan una ruptura mayor con el latin que la exhibida por los otros romances. Este dialecto “extrafio" sonaba a los cristianos de otras tierras como fragor de guerra; el autor del Cantar Latino de Almeria (hacia 1150) asi lo da a entender al afirmar que la lengua de los castellanos «resdnat quasi tympano tuba» (v. 136), como tambor y trompeta. Es importante tener en cuenta que Castilla nacié en la antigua Cantabria, regién del norte peninsular, cuyos pobladores, los cantabros, se caracterizaban por su temperamento insumiso y levantisco. Tenaces opositores de los romanos, de los visigodos y de los arabes, habrian de serlo también de los leoneses, cuyos reyes habfan colocado al frente de los territorios castellanos a condes dependientes de Leén. Rebeldes al centralismo leonés y sus leyes, se separan en el siglo X constituyéndose en el condado auténomo de Castilla, el cual agruparia, por la unificaci6n que realiz6 Fernan Gonzalez (929-970), los antiguos condados dependientes de Leén. De la autonomia se pasaria a la independencia, y de ésta, a la supremacia sobre los demas reinos cristianos. O para decirlo con las palabras del autor anénimo del Poema de Fernén Gonzélez (s. XIII) «Entonges era Castylla un pequeno rryncén (J De vn alcaldia pobre fyziéronla condado, 156 Enrique Obediente Sosa tornéronla después cabeca de rreynado»' El nombre de Castilla, Castella, es el apelativo dado a la comarca en la cual se habian erigido castillos para defender el territorio de las incursiones musulmanas’. A partir del nticleo original, Castilla se fue extendiendo hacia el sur en un proceso de desalojo del ocupante drabe, y hacia el este y el oeste en otro de asimilacién de las entidades cristianas vecinas. Los avances en abanico de la expansidn castellana serian los responsables del crecimiento del drea lingiifstico-cultural castellana, lo cual "quebré la originaria continuidad geografica de las lenguas peninsulares" al romper “el primitivo nexo que unia antes los romances del Oeste con los del Oriente hispanico" (Lapesa 1980, pag. 194). Volveremos sobre este punto mas adelante. Aquel dialecto extrafio y rudo habria, sin embargo, de transformarse por circunstancias hist6ricas en lengua, primero de toda Espaiia, y luego de multitud de pueblos en otros continen- tes. El castellano, lengua espafiola por antonomasia, se convertiria en lengua universal al dilatar sus fronteras desde aquel oscuro rincén de Cantabria hasta los més remotos territorios adonde lIlegaron sus hablantes. > Estrofas 171a y 173 c,d. Tomado de Frago Gracia 1994a, pag. 6. 2 Sin embargo, “Oliver Asin ha intentado derivar el étimo de los gaitala, tribu bereber procedente de la actual -y antigua~ regién oriental de Libia. Qastila se habria instalado en el momento de la conquista en la encrucijada de caminos que unfa la cuenca del Duero con la del Ebro” (Vernet et al. 1999, pag. 20). 157 Biografia de una lengua 2.2. El castellano, dialecto anémalo La fundamental unidad lingiiistica peninsular se prolongaba en los distintos dialectos a pesar de las particularida- des distintivas regionales; en efecto, todos coincidian en un conjunto de rasgos que testimoniaba de un habla comin hispanica, todos excepto el castellano, que venia a romper la continuidad existente entre los dialectos del sur, del este y. del oeste. Castilla, pues, fue la regién mas innovadora, y cuando adopt6 rasgos de las hablas vecinas les imprimié notas propias, todo lo cual la hace aparecer como una zona dialectalmente anémala en relacidén con el resto de las regiones hispanicas. De acuerdo con Menéndez Pidal, los rasgos caracteristicos del castellano, los que lo distinguen de los otros dialectos peninsulares -y, en general, de las otras hablas de la Romania- pueden resumirse en lo siguiente’. Consonantismo 1. /f-/. Mientras los otros dialectos mantuvieron la /f-/ inicial latina, el castellano la reemplaz6 por la fricativa glotal /h/ (fonema que mas tarde desapareceria). lat. filiu > gallego-portugués fillo(fitho astur-leonés filo > fiyo navarro-aragonés fillo catalan fill mozérabe fillo castellano hijo (pr. ['hiZo]) > Para lo que sigue, es necesario tener presente lo expuesto en 2.1. del capitulo Hispania, reino germénico. 158 Enrique Obediente Sosa 2. /g'/. La g palatalizada del latin vulgar (procedente de /g-/ y de jj-/ iniciales latinas seguidas de /e/, /i/ Atonas) conservé su caracter palatal en todos los dialectos (pronunciada [ds], [3] 0 [i]), salvo en castellano, donde desaparecié. lat. vg. *ienudriu > — gallego-portugués astur-leonés navarro-aragonés catalin mozarabe castellano Janeiro genero genero gener yenair enero 3. /K’L g’l_ j/. Estos grupos consonanticos se transforman en la lateral palatal /A/ en todo el territorio peninsular, menos en Castilla, donde pasaron a /3/ (siglos mas tarde, al sonido representado por la jota). lat. éculu > /ok’lo/ > gallego-portugués astur-leonés navarro-aragonés catalan mozarabe castellano lat. tégula > /teg’la/ > gallego-portugués astur-leonés navarro-aragonés catalan mozdrabe castellano 159 ollofotho uello > ueyo uello > giiello ull uello cio (pr. ['030] ‘ojo’) tellajtelha tella > teya tella tella (junto a teula) tella teia (pr. ['te3a] ‘teja’) Biografia de una lengua lat. muliere > mufljjere > gallego-portugués muller/molher astur-leonés muller > muyer navarro-aragonés muller catalan muller mozarabe muller castellano muger (pr. [mu'3er] ‘mujer’) 4. /-kt-/ y /-ult-/. Estos grupos interiores, que, como se sabe, desarrollaron una yod (> [jt]), sufrieron un proceso de transformacién en todos los dialectos sin que la consonante /t/ se modificara, excepto en castellano, dialecto en el cual el cambio desembocé en la africada palatal /t{/. lat. factu > gallego-portugués feito astur-leonés feito navarro-aragonés feito~feto catalan jet mozirabe feito castellano fecho > hecho lat. multum > gallego-portugués muito astur-leonés ‘muito navarro-aragonés muito catalan molt mozdrabe muito castellano mucho Notese, sin embargo, que el grupo /-ult/ final o presente en una voz sincopada no llegé a la palatalizacién total, como lo demuestra el que la variante mult haya dado muyt ‘muy’, y vult’re (de vwilture) ‘buitre’. 160 Enrique Obediente Sosa S. /-sk-/ + vocal anterior. Esta combinacién latina dio en todos los dialectos el fonema fricativo prepalatal sordo /{/ (escrito ), salvo en castellano, en que dio la africada alveolar sorda /is/ (representada por 0 ), fonema que se convertirfa siglos después en el interdental /6/. lat. pisce > gallego-portugués peixe astur-leonés peixe~pexe navarro-aragonés pexe catalan peix mozarabe pexe castellano pece (pr. [‘petse] ‘pez’ 6. /l-/. La lateral inicial latina se palataliz6, excepto en castellano (y en gallego-portugués), en que aquella se conservé. lat. lingua > gallego-portugués lingua astur-leonés lengua navarro-aragonés lengua catalan lengua mozarabe lengua castellano lengua 7. pl- Ki- fl-/. En cuanto a estos grupos iniciales latinos, sdlo el castellano los transformé en la lateral palatal /A/; los demas dialectos 0 no los alteraron o los transformaron en /f{/ 0 /f/. lat. vg. plévere > gallego-portugués chouvir astur-leonés chover~xover navarro-aragonés plover catalén ploure mozérabe plover castellano lover 161 Biografia de una lengua lat. clavis > — gallego-portugués chave astur-leonés chave navarro-aragonés clau catalan clau mozarabe clave castellano lave lat. flamma > gallego-portugués chama astur-leonés chama~xama navarro-aragonés flama catalan flama mozarabe flama castellano llama Vocalismo 1. /&/ y /0/. La diptongacién de /€/ y /5/ breves ténicas latinas (que se habian convertido en /s/ y /o/ abiertas en latin vulgar), se dio en todo el territorio peninsular excepto en el area gallego-portuguesa. La diptongacién resultante fue vacilante respecto al timbre; /&/ dio [ja] o [je], /5/ pas6 a [wa], [we] o [wo], alternando a veces los diptongos dentro de un mismo dialecto. Asi, se encuentran tiempo~tiampo < tempu, puorta~ puerta~puarta < porta. Ahora bien, mientras los demas dialectos diptongaron dichas vocales incluso ante un elemento palatal, o s6lo en este contexto (como el catalan), el castellano, rompiendo la continuidad dialectal hispanica, no lo hizo en ese contexto: léctu > leito~lleito vs cast. lecho folia > fuella~fueya vs cast. foia ['foza] ‘hoja’ El castellano, por otra parte, escogid tempranamente sus diptongos (ie y ve), en tanto los otros dialectos daban todavia 162 Enrique Obediente Sosa muestras de vacilacién e inseguridad. 2. El castellano se mostré ajeno al cambio de timbre del plural femenino; asi, mantuvo la forma -as mientras buena parte del territorio hispanico la transform6 en -es: cases, germanes, llengiies, cabanes, etc. Estas caracteristicas, que hacen del castellano un dialecto "andmalo" deben entenderse como fuertes tendencias y nunca como leyes inexorables. Ha de tenerse en cuenta, ademas, que recibié influencias de otros dialectos, como es natural en tales circunstancias de contacto lingiiistico. Asi, Castilla adopté, por ejemplo, la /e/ procedente de /ai/ (*carrdria > carrdira > carrera), la /o/ procedente de /au/ (auro > oro), y la /m/ de /mb/ (paliimba > paloma) de dialectos peninsulares orientales. LA LENGUA DEL SIGLO X AL SIGLO XV En el periodo que va de la formacién de los reinos cristianos del norte a la toma de Granada (siete centurias), podemos distinguir dos grandes etapas en la historia interna de la lengua: una, la del romance arcaico, que va del siglo X al XII, y la otra, correspondiente al castellano antiguo o medieval, etapa que se extiende aproximadamente del 1200 al siglo XV. 3. EL ROMANCE ARCAICO (SIGLOS X-XII) Ya vimos, al hablar del dialecto mozarabe, que las primeras manifestaciones escritas del romance espafiol proceden- tes de la Espaiia no cristiana aparecen en glosarios y en textos aljamiados, particularmente en las jarchas. Por la misma época (finales del IX, inicios del X) comienza a escribirse el romance en la Espafia cristiana. Los primeros testimonios escritos que de 163 Biografia de una lengua ella han llegado hasta nosotros son algunos documentos notariales que, a pesar de su apariencia latina, presentan elementos inconfundiblemente romances; estos documentos no manifiestan, sin embargo, una real intencién del notario de escribir en romance; véase, por ejemplo, el fragmento siguiente de un documento redactado en Liébana (Cantabria) en el afio 873": Dabo [...] obe et cabra, cupa de quindecim miedros [...] illas salges et maganares. Cuya traduccién es: Daré [...] una oveja y una cabra, una cuba de quince miedros [...] los sauces y manzanares. En él aparecen cuatro formas claramente romances: cabra, en lugar de capra; miedro por metru(m) ‘medida’, con las oclusivas internas sonorizadas, en tanto se mantiene la sorda en cupa; salge, en vez de sdlice(m) ‘sauce’ y maganar por matiandle(m), sin hablar de la forma obe por ove(m). Ahora bien, mientras en la Espaia de cultura semitica se escribia el romance con caracteres arabes o hebreos, en los reinos del norte se hizo mediante los signos del alfabeto latino, lo cual exigid una cierta adecuacidn a fin de poder representar con esas letras los sonidos romances que no existian en latin. Antes de ver cual era la primitiva grafia, veamos las caracteristi- cas fonéticas de este periodo. * Reproducido por F. Gonzdlez Ollé 1980, Lengua y literatura espafiolas medievales. Textos y glosarios, Ariel, Barcelona. Tomado de C. Lleal et al. 1997, pag. 38. 164 Enrique Obediente Sosa 3.1. Caracteristicas fonético-fonolégicas Durante este tiempo contintian los procesos fonético- fonolégicos que se habian iniciado en la época visig6tica y se afianzan otros de épocas anteriores, pero se producen también algunos nuevos, entre los cuales destacamos los siguientes. 1) Hacia el siglo X, se produce la palatalizacién de las geminadas latinas /Il/ y /nn/ (y su asimilado /m’n/): lat. cabdllu > caba/A/o, lat. annu > a/p/o, lat. déminu > do/m’n/o > due/p/o. De este modo habra una /A/ procedente de /k’l g’l lj/, que luego pasaria en Castilla a > /3/, como ya se vio, y otra procedente de la lateral geminada; la transformacién de la primera /A/ en /3/ se hizo probablemente para mantener la distincién respecto de la segunda. Por otra parte, la nasal palatal /p/ procede de los grupos latinos /nj/, /ng/, /nn/, /m’n/ y /gn/. 2) Es notoria la vacilaci6n entre el mantenimiento de la -e final etimolégica y su pérdida: noche~noch, monte~monit, etc., lo cual trajo como consecuencia el ensordecimiento de la consonante por quedar, al suprimirse la -e, en posicién final: nuef por nueve, verdat por verdade, of por ove ‘hube’, etc. Esa -e final latina se mantuvo firme en los siglos X y XI, pero a finales de ese siglo y durante el siguiente se fue eliminando por influjo francés; a partir de la segunda mitad del siglo XIII comenzaria a restablecerse paulatinamente. Para finales del siglo XII, el sistema fonolégico hispano seria el siguiente: 165 Biografia de una lengua Vocales Este sistema (el mismo del latin vulgar) con cuatro grados de abertura se mantendria en algunos dialectos peninsulares (como en catalan), pero en castellano se redujo a tres como consecuencia de la eliminacidn de /e 9/, cuyas realizaciones diptongadas ({je we], respectivamente) fueron identificadas como la combinacién de /i/ y /u/ con /e/. Este paso, si nos atenemos a lo que reflejan los escritos (ver 3.2.), no estuvo exento de vacilaciones que permiten suponer que, en un principio, los diptongos eran interpretados como realizaciones bifOnicas de una unidad fonematica. Realizado el reajuste, qued6 establecido el actual sistema castellano: /i u € 0 a/. Consonantes El romance arcaico tendria el siguiente sistema consonan- tico. labiales dentales alveolares__ palatales _ velares p b t d s&s & ff () k g fov s z Jf 8 m n p 1 Kk if 166 Enrique Obediente Sosa Respecto a ese sistema, debemos observar lo siguiente. a) Los fonemas labiales orales presentaban los siguientes aldfonos: Ipl fbi wi [ey | | / \ ip X (Pl {b] (8) Mw ffl th) /b/ se realizaba siempre [b], y /v/ como una labial sin oclusion: [8] 0 [v]; la bilabial era la realizaci6n mas comtn en el norte, en tanto que la labiodental, la mds comin en el sur. La oposicién /b/-/v/ permitia distinguir, por ejemplo, /‘uebos/ (pr. [‘webos]) uebos ‘necesidad’ (< lat. opus) de /‘uevos/ (pr. ['weBos]) huevos, 0 /'kabo/ (pr. ['kabo]) cabo (< lat. caput) de /‘kavo/ (pr. [kaBo]) cavo (< lat. cavo). Ahora bien, en Castilla y demas regiones del norte tendian a confundirse /b/ y v/ dado que alli la realizacién de /b/ se debilitaba a menudo, con lo cual el sonido que lo materializaba era idéntico al del fonema /v/. Los testimonios de tal confusidn son numerosos: salbatore, save, serbicio, bivir, dever por salvador, sabe, servicio, vivir, deber. /f-/ (< lat. /f-/), por su parte, presentaba dos aléfonos regionales y/o estilisticos: el labiodental y el glotal, cumpliendo el primero el papel de metdfono*. Asi, alternaban, por ejemplo, ['f130]~['hizo] ‘hijo’, [‘fonta]~[honta] ‘afrenta’. La "aspiraci6n" de este fonema es un fendmeno atestiguado ya en el siglo XI; en efecto, un historiador musulman del momento afirma, refiriéndo- se a la pronunciacién de los naturales de La Rioja, que «el 5 Término utilizado por algunos fondlogos para designar la variante considerada de prestigio. 167 Biografia de una lengua nombre de ilfante lo pronuncian ifhante, cambiando la f en h al hablar»’. Este cambio fonético tuvo su foco en el dominio castellano mas nortefio, desde donde se fue propagando hacia el sur hasta alcanzar tierras andaluzas’. b) Las sibilantes africadas /ts/ y /dz/ serian de articulacién dorso- dentoalveolar palatalizada, en tanto que las fricativas /s/ y /z/, de articulacién Apico-alveolar. c) /d3/ y /3/ dejarfan pronto de diferenciarse, confundiéndose en el segundo, el cual probablemente también se realizaria mediante el fono, un poco mas posterior y menos tenso, [j]. d) Notese que el fonema vibrante miltiple /r/ procede de la geminada intervocdlica latina -rr- y de r- inicial; la vibrante simple /r/, de -r-*. 3.2. La primitiva grafia En lo que sigue, analizaremos las gratias que se emplearon para representar los nuevos sonidos romances, es © Diego Catalén, "La pronunciaci6n [ihante], por /iffante/, en La Rioja del siglo XI Anotaciones a una observacién dialectolégica de un historiador arabe", El espaftol. Orfgenes de su diversidad, pags. 267-295. Referencia tomada de Frago Gracia 1993, pag. 392. 7 Es probable que entre [f] y {h] se haya dado el estadio intermedio [9], signo correspondiente a la fricativa bilabial sorda. ® Alarcos (1981, pg. 251) supone que el sistema consonAntico de la época posefa también en su inventario los fonemas fricativos /8/ y /Y/ a fin de poder distinguir el resultado de Jat. /-d-/ intervocdlico del de /-t-/, y el de lat. /-g-/ del de /-k-/, respectivamente. 168 Enrique Obediente Sosa decir, los inexistentes en latin, los cuales se resumen en dos grupos: el de los nuevos diptongos derivados de /€/ y /6/ breves tonicos, y el de las consonantes palatales’. Diptongos derivados de [&/ y [8] breves tonicos Los diptongos romances [je] y [we] fueron transcritos, de manera general, mediante el elemento asilabico, representado por y , respectivamente; hay, sin embargo, no poca vacilacion, lo cual demuestra la dificultad de los escribas en interpretar grdficamente esos sonidos extrafios al latin. Por ejemplo: cilo~celo ‘cielo’, pudet ‘puede’, bono ‘bueno’. Habra que esperar el siglo XIII para regularizar su ortografia mediante las combinaciones y (recuérdese lo dicho en 3.1.) Consonantes palatales De manera general puede decirse que las letras se utilizaron mas 0 menos sistematicamente como signos indicadores del cardcter palatal de la consonante contigua: valge ‘valle’, vinga, vigna o vinia ‘via’, pero la realidad era un poco mas compleja. Por eso vale la pena que veamos con mas detenimiento las tendencias dominantes, aunque sin ahondar en las vacilaciones existentes. 1) Los fonemas dorso-dentoalveolares palatalizados /ts/ y /dz/ se representaron por: __ terzero ‘tercero’ __ serbicio ‘servicio’ ° Resumimos a Menéndez Pidal, Orfgenes, pags. 45-70. 169 Biografia de una lengua <%> (z visigética con copete, la cual se transformaria en <¢>) brago > braco ‘brazo’. S6lo a partir del siglo XIII se regulariza la distincién grafica entre la sorda y la sonora: <¢> exclusivamente para representar Its, para /d2/: nacio [na'tsjo], Cid [tsid]; fazer [fa'dzer]. 2) El fonema palatal sordo /t{/ se representé por: — cugares ‘cucharas’ leio ‘lecho’ contrediggo ‘contradicho’ noche La grafia , que habria de imponerse, es relativamente tardia en Castilla, adonde llega procedente de Francia; los escribas franceses la usaban desde el siglo IX para representar su /t{/ (fonema que en francés evolucionaria mas tarde a /f/). 3) Los fonemas palatales /d3/ y /3/ fueron representados por: congego ‘concejo" conseio ‘consejo" jamas ‘jams’ Zesu ‘Jesis’ yentes ‘gentes’ Estos fonemas, como ya se dijo, se confundirian pronto en /3/; cuando se quiso distinguir la africada se emple6 : figgos ‘hijos’. 4) La fricativa palatal /{/ fue transcrita por: _— exire ‘salir’ 170 Enrique Obediente Sosa Scemena ‘Jimena’ _ disso ‘dijo’ 5) Para la nasal palatal /p/ se empled: vinias ‘vifas’ cugnato ‘cufiado’ vinga ‘vii’ sennor ‘sefior’ (forma abreviada de ) 6) El fonema lateral palatal /A/ se graficé mediante: __balle ‘valle’ — kabalo ‘caballo’ valge ‘valle’ Respecto a la representacién de los otros fonemas sélo hay que observar lo siguiente: 1) /s/ se anotaba por <-ss-> en posicién intervocalica: osso (< ursus) ‘oso’ (el animal); en los otros contextos: pensar, senior. 2) /z/ aparecia s6lo entre vocales, representado por <-s->: oso (< *ausdre) ‘oso’ (de ‘osar’). 3) /b/ se representaba por : cabeca, lobo, y /v/ por : aver, uoto. A este respecto es interesante observar que mas tarde se tuvo la idea, para distinguir u consonéntica de u vocdlica, de utilizar el grafema , cuya presencia al inicio de una palabra indicaba que la siguiente era /u/ y no /v/. Asi, por ejemplo, uelo dejé de ser ambiguo, no podia sino representar 1721 Biografia de una lengua ‘velo’, pues la otra posibilidad tenia una : ‘huelo’. Esa diacritica -no etimolégica~ explica las alternancias anémalas graficas actuales de, por ejemplo, hueso~dseo, huevo~évulo, huelo~olemos, etc. A pesar de las muchas confusiones y vacilaciones de la antigua grafia, se notan, sin embargo, ciertas tendencias dominantes que se extienden por practicamente toda la Peninsula; asi, , y , como sus concurrentes , y , respectivamente, adquieren una difusion tal que, al decir de Menéndez Pidal, "indica que la costumbre de escribir una lengua diversa del latin clasico 0 escolastico estaba bastante generalizada, ya que pudo imponer cierta uniformidad grafica en vastos territorios. [...] Esta grafia primitiva [...] no es tan irregular como a primera vista parece [...] y contiene ya en si todos los elementos que habran de producir la precisa y sencilla ortografia alfonsi" (Origenes, pags. 69-70), tema que trataremos mas adelante. 3.3. Los primeros textos Los primeros textos escritos conscientemente en romance hispano son las Glosas Emilianenses y las Silenses. Glosa, como se sabe, es una explicaci6n 0 comento de un texto oscuro o dificil de entender. Las que nos ocupan son, por tanto, anotaciones, explicaciones, "traducciones" en romance (puestas entre lineas o al margen) de textos escritos en latin. Estas glosas, indicadoras de un uso consciente de la lengua vulgar, estarfan destinadas a facilitar la comprensién de una lengua que en muchos aspectos resultaba extrafia; asi, el anotador "interviene" el texto para hacerlo comprensible; es la 172 Enrique Obediente Sosa opinién més generalizada entre los especialistas'’. Sin embargo, Roger Wright (1982) ha propuesto otra explicacién, segtn la cual las glosas serfan ayudas de pronunciacién destinadas a facilitarle al lector leer en voz alta en romance lo que estaba escrito en latin; asi, sostiene que las glosas de apariencia romance se escribieron para un extranjero que no sabia el romance local pero que queria tal vez leer allf en voz alta de manera inteligible: "Asf puede ser que se escribiera kematu siegat (Glosa Silense n° 9) en vez de cremetur, como glosa del comburatur textual, para hacer que el forastero profiriera [kemado sieja] (0 algo asi)""'. Wright incluso las compara con los libros de frases destinados a los turistas que no hablan la lengua del pais: "Asi, para los turistas ingleses que no sepan el portugués, se transcribe obrigado ("gracias") asi: oo-bree-gah-doo, para que un inglés lo pueda leer segun las reglas inglesas con la esperanza de que asi reconozcan la palabra los portugueses que le oigan"”’. En nuestra opinidn, los ejemplos de Wright no son paralelos; el kematu siegat dificilmente puede verse como pronunciacién figurada de comburatur, es, de hecho, su traducci6n: ‘quemado sea’; la forma sintética latina de pasiva es trasladada a la forma analitica romance. Otras caracteristicas de las Glosas parecen contradecir la *° Seguin Juan Antonio Frago Gracia (c.p.), estas glosas no tienen el cardcter "escolar" de ayuda que se les ha venido atribuyendo pues muchas de elas son més dificiles de entender que el texto mismo; para este investigador, se glosaba porque estaba de moda hacerlo, moda Iegada a Espafia del centro de Europa. * Roger Wright 1988, pag. 261. * Roger Wright 1988, pag. 260. 173 Biografia de una lengua hipdtesis de Wright. En las Emilianenses, el glosador sefialé con letras a, b, c, d, etc. superescritas o voladas el orden légico de las palabras para deshacer el hipérbaton; ademas indico el sujeto de los verbos que no lo llevaban expreso, 0 el sustantivo que los pronombres representaban. A favor del fildlogo de Liverpool podria esgrimirse el dato de que las palabras en ablativo van notadas por k o ke, que seria una "glosa de acusativo": de “ fructibus, cuyo objeto seria indicarle al lector que el nombre siguiente debia decirlo en acusativo al leer en voz alta para una correcta lectura verndcula: de fructu(m)". Sea cual haya sido la intencién del glosador, el hecho es que las Glosas constituyen un valiosisimo testimonio de intencionada escritura en romance de un momento histérico en el que el habla vulgar se sentia claramente como algo diferente del latin. 3.3.1. Glosas Emilianenses Procedentes del monasterio de San Millan (Sanctus Emilianus) de la Cogolla, sito en La Rioja, datan seguramente del siglo XI. El texto en el cual aparecen (cddice 60 de San Millan, Biblioteca de la Academia de la Historia, Madrid) comprende las siguientes partes: 1) Ejemplos de vida ascética, 2) Oficio de Letanfas, 3) Martirio y Oficio Littirgico de los santos Cosme y Damian, 4) Libro de las Sentencias, 5) Sermones de San Agustin. Escritas en navarro-aragonés aunque con clara influencia >»? Segin Garcia Larragueta 1984, Las Glosas Emilianenses, edicién y estudio, Instituto de Estudios Riojanos, Logrofio, citado por Robert Blake 1993, pag. 367. 174 Enrique Obediente Sosa de dialectos vecinos, las glosas de San Millan fueron hechas por un monje probablemente vasco, pues dos de las glosas estén escritas en euskera. Transcribimos a continuaci6n algunas de ellas tomadas de la edici6n preparada por Menéndez Pidal (Origenes, pags. 1-9). N6tese que la glosa est4 entre paréntesis; hemos reemplazado la i y la ese largas antiguas ( y <[>) por y para facilitar la lectura, al igual que la uw consonantica por ; del mismo modo hemos separado las palabras que en el texto estan pegadas. incdlomes (sanos et salbos) 30 ‘sanos y salvos’ paupéribus reddet (qui dat a los misquinos) 48 ‘que da a los pobres’ exteridres (de fueras) 102 id. donee (aia quando) 110 ‘hasta cuando’ suabe est (dulce iet) 117 ‘dulce es’ beatittidinem (ena felicitudine) 123 ‘en la felicidad’ audite (kate vos) 129 ‘oid’ Dos trozos completos vale la pena transcribir. El primero, tomado del Consistorio de demonios, en el cual varios ministros del diablo refieren las maldades que vienen de hacer (folio 27): Et ecce repénte (lweco) unus de principibus eius véniens adorabit eum. Cui dixit diabolus gunde venis? Et resp6ndit: fui in alia provincia et suscitabi (lebanta- vi) bellum (pugna) et effusiénes (bertiziones) sAnguinum [..] similiter respéndit: in mare fui et suscitabi (lebantai) conmotiénes (moveturas) et submérsi (wastome) nabes cum émnibus [...] Et tértius véniens (elo terzero diabolo venot) [...] inpugnavi quendam ménacum et vix (veiza) feci eum fornicari (2-10). Que en espafiol moderno seria: 175 Biografia de una lengua Y he aqui que al momento vino uno de sus principes y lo adoré, a quien le dijo el diablo: {De donde vienes?’ Le respondié: ‘Fui a una provincia y suscité una guerra y efusién de sangre’ [...] Del mismo modo respondié: ‘Fui al mar y suscité grandes movimientos y sumergi las naves con todo’ [...] Vino el tercer diablo [..] ‘combati a cierto monje y a duras penas lo hice fornicar’. El segundo trozo es de una relevancia particular pues se trata de un texto completo, no de unas palabras o una frase como es lo usual en las Glosas. Es, en verdad, un conjunto ordenado que manifiesta una cierta estructura literaria. Cree don Damaso Alonso (1958, pag. 14) a propésito del mismo que en un punto de su trabajo el monje glosador, que anotaba un serm6n de San Agustin, sintié la frase latina como demasiado seca; entonces, presa de devocién, la amplificé "afadiendo lo que le salfa del alma". He aqui el texto: adiub4nte démino nostro Jhesu Christo cui est honor et impérium cum patre et Spiritu Sancto in sécula seculérum (cono aiutorio de nuestro dueno, dueno Christo, dueno Salbatore, qual dueno get ena honore, e qual duenno tienet ela mandatione cono Patre, cono Spiritu Sancto, enos sieculos de lo sieculos. Facanos Deus omnipotes tal serbitio fere ke denante ela sua face gaudioso segamus. Amem) (89). Y en castellano de hoy: (Con Ia ayuda de nuestro Sefior Don Cristo, Don Salvador, que como sefior esté en el honor, y cual sefior tiene el mando con el Padre, con el Espiritu Santo, en los siglos de los siglos. Haganos Dios omnipotente hacer tal servicio que delante de su faz gozosos seamos. Amén). 176 Enrique Obediente Sosa No6tese que dueno (del lat. déminus, de donde también procede don) aparece reduplicado; el primero significa ‘sefor, duefio’, el segundo es el propio titulo. Este refuerzo honorifico pervive atin en la lengua, sobre todo en Espafia: Sefior Don Fulano de Tal. Puede apreciarse igualmente la contraccién de la preposicién y el articulo con la consiguiente asimilacién de la consonante lateral de este ultimo: cono (< con elo), ena (< en ela), enos (< en elos). La glosa-texto que acabamos de ver Ilevé6 a Damaso Alonso (1958, pag. 15) a afirmar que “el primer vagido de la lengua espafiola es, pues, una oracidn". 3.3.2. Glosas Silenses Proceden del cenobio benedictino de Santo Domingo de Silos, enclavado en Castilla cerca de Burgos. Escritas igualmente en navarro-aragonés, son un poco posteriores a las Emilianenses (finales del siglo XI). El texto sobre el cual se hicieron comprende: 1) Homilfas, Sermones, Epistolas, 2) Arbol de Parentescos, y 3) un Penitencial, todo lo cual esta contenido en un c6dice que esta en el Museo Britanico (add. 30.853). Veamos algunas de estas glosas (Menéndez Pidal, Origenes, pags. 9-24): comburatur (kematu siegat) 9 ‘quemado sea’ abludntur (labatu siegat) 11 ‘lavado sea’ ign6rans (qui non sapiendo) 17 ‘el que no sepa’ qui in prélio (punga) 48 ‘pugna, lucha’ barbaris (a los gentiles paganos mozlemos) 51 ‘a los gentiles paganos musulmanes’ absénte (Iuenge stando) 83 ‘estando lejos’ stérilis (infecunda sine fruitu) 143 ‘infecunda sin fruto’ 177 Biografia de una lengua quinquénnium (V. annos) 150 ‘cinco aiios’ usque in finem (ata que mueran) 210 ‘hasta que mueran’ ad mibtias (a las votas) 248 ‘a las bodas’ tempestates (bientos malos) 276 ‘vientos malos' Queremos terminar este punto con una observacién de Menéndez Pidal: mientras en otras tierras nortefias, Le6n por ejemplo, se hicieron glosas arabes sobre textos latinos, en La Rioja y Castilla se hicieron en romance; 0 sea que mientras all4 se tomaba "como lengua supletoria otra lengua erudita, propia de la cultura mozarabe, [aqui] se tomaba como supletoria la lengua romance vulgar" (Origenes, pag. 488), tal como lo acabamos de ver. 3.3.3. El Auto de los Reyes Magos Como se sabe, auto es toda composicién dramatica de breves dimensiones y en que, por lo comin, intervienen personajes biblicos 0 alegéricos. El que nos ocupa es de especial interés por ser la primera obra dramatica Ilegada hasta nosotros en romance de Castilla; el Auto de los Reyes Magos, en efecto, debi6 de componerse a mediados del siglo XII. El texto conservado, descubierto en la catedral de Toledo, es un fragmento de 147 versos escrito, como se dijo, en castellano pero con bastantes elementos mozarabes y restos lingiiisticos gasco- nes. El contenido de la obra refiere, como su nombre lo indica, la historia de Melchor, Gaspar y Baltasar desde la vision de la estrella milagrosa hasta su encuentro con Herodes; aqui se interrumpe el texto, pero es de suponer que el drama concluiria » Ver Juan Luis Alborg 1970, Tomo I, pags. 198-202. 178 con la adoracién de los Magos en Belén tal como se lee en el evangelio segtin San Mateo (2, 1-12). vista: Caspar: Damos a continuacién una muestra de la pieza en la que aparecen los protagonistas reflexionando sobre la extrafia estrella Dios Criador, qual maravilla no sé qual es achesta estrela... iNagido es el criador que es de las gentes senior? Non es vertad, non sé qué digo, todo esto non vale un figo... Nagido es Dios, por ver, de fembra en aquest mes de december... Baltasar: Esta estrela non sé dond vinet, quin la trae o quin la tine... Por tres veges me lo veré y mas de vero lo sabré... iré, lo aoraré i pregaré i rogaré. Melchior: -4Es? ~Non es? Cudo que vertad es. Veer lo é otra vegada, si es vertad 0 si es nada... Bine lo veo que es vertad, iré al, por caridad. 179 Enrique Obediente Sosa Biografia de una lengua achesta; esta por ver. en verdad aquest: este vero: de veras aoraré: adoraré pregaré: oraré cudo: pienso veer lo é: he de verlo vegada: vez. bine: bien No6tese la representacién del diptongo [je] mediante la grafia (vinet, quin, bine), la caida de la -e final (aquest, dona), las alternancias grafémicas para representar el fonema /k/ (achesta, aquest), la alternancia non~no. Tgualmente la forma cudo (de cuidar) en su valor etimolégico (< lat. cogitére ‘pensar, juzgar’). 3.3.4, Documentos notariales Del siglo XII datan también los primeros documentos notariales en romance. Valga como ejemplo el fragmento siguiente sacado de un diploma redactado hacia 1156 en tierras de Soria’: Io Diag Pedrez, fillo de Pedro Ntinnez de Fuental- mexir, prendo el castiel d’Alcozar de mano del obispo don Tohannes d’Osma [...] prometo a Dios e a sancta Maria e al obispo d’Osma que achesto que de suso es escripto que io asi lo atienda. [...] E todo achesto 25 Angel Canellas Lopez 1972, "Un documento soriano romanceado: infeudacion del castillo de Alcozar hacia 1156", Homenaje a Francisco Yndurdin, Zaragoza, pags. 107-127. Tomado de Juan A. Frago Gracia 1998, pags. 94-95. 180 Enrique Obediente Sosa confirmamos in Soria delant el sennor Fortin Lépez, e delant sua mullier donna Sancia [...] si assi no lo atendiéremos cumo lo prometemos, que seyamos traiodores e fedmentidos e subraquesto seiamus descomulgados ¢ maleditos. Que en lengua actual equivale a: Yo, Diego Pérez, hijo de Pedro Nifiez de Fuentalme- jir, tomo el castillo de Alcozar de manos del obispo don Juan de Osma [...] prometo a Dios y a santa Maria y al obispo de Osma que esto, lo arriba escrito, asi lo cumpli .] ¥ todo esto confirmamos en Soria delante del sefior Fortin Lopez y delante de su mujer dofia Sancha [...] si no lo cumpliéremos asi como lo prometemos, que seamos (considerados) traidores y fementidos y por ello seamos excomulgados y malditos. Frago Gracia (1998, pags. 94-98) afirma que el documento "testimonia usos propios del castellano arcaico", aunque matizado "de varios rasgos dialectales, de todo punto naturales en su preciso marco geografico y sociocultural", como es el caso de los aragonesismos fillo y mullier. Entre las abundan- tes observaciones hechas por este investigador, mencionamos las siguientes: "en lugar de ch todavia se emplea el digrafo ci" (Sancia); cumo, variante de.quemo ‘como’, tal vez muestra "la inexperiencia [...] en la representacién de los diptongos"; la presencia de la forma hibrida subraquesto, de supra + aquesto; finalmente, el doblete verbal seyamos-seiamus. Al final de su anilisis, afirma Frago que "mal podraé negarse el cardcter auténticamente romance del documento en cuestién, cuya lengua ni es ca6tica ni siquiera vacilante, y que a buen seguro no sera el tinico de los que por los mismos afios se escribieron en vulgar, ni, probablemente, el primero de los de esta clase". 181

You might also like