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ee ora moderna en ajedrez edicién actualizada de una obra clasica Lidek Pachman II, Aperturas semiabiertas ans “2 S a. Cr 5 = martinez roca | LUDEK PACHMAN TEORIA MODERNA EN AJEDREZ II. APERTURAS SEMIABIERTAS EDICIONES MARTINEZ ROCA, S.A. BARCELONA Titulo original: Moderne Schachtheorie. Halboffene Spiele Traduccién: Patricia M.* Salinas Revision técnica: Revista Internacional de Ajedrez Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autori- zacion escrita de los titulares del «Copyright». bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccién total o parcial de esta obra por cualquier medio © procedimiento, compren dos la reprografia y el tratamiento informatico, y la distribucién de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo piiblicos, asi como la expor- tacién e importacién de esos ejemplares para su distribucién en venta, fuera del ambito de la Comunidad Econémica Europea. © 1988 by Ludek Pachman © 1989, Ediciones Martinez Roca. S.A. Gran Via, 774, 08013 Barcelona ISBN: 84-270-1376-0 Depésito legal: 36575-1989 . Fotocomposicion: Pérez Diaz, S.A., Madrid Impreso por Hurope, S. A., Recaredo n.° 2, 08005 Barcelona Impreso en Espaita - Printed in Spain PROLOGO Al redactar este libro me enfrenté ala ingente tarea de reducir y com- primir en una sola obra todas las aperturas semiabiertas, lo que impe- dia un tratamiento exhaustivo, ya que, como todos saben, la teoria de la Defensa Siciliana, por ejemplo, merece, por su amplitud, capitulo aparte. Asi pues, la Defensa Sicilia- na sera objeto de estudio en el ter- cer tomo. El Gambito de Dama y las defensas indias (con 2. ... e6) consti- tuiran el cuarto tomo, mientras que el resto de las aperturas cerradas se- ran el contenido del quinto tomo. Esto no significa, en modo alguno, renunciar a la inclusién de partidas completas comentadas, cuyas im- portantes ideas estratégicas subra- yan las de la variante y la transicién al medio juego, lo que, naturalmen- te, implica prescindir de aquellas inesenciales para la comprensién de la apertura. La seleccién de las variantes capi- tales esta efectuada de modo tal que conceda significacién practica al es- tudio de los distintos sistemas de apertura, pues el libro esta concebi- do para ofrecer al jugador practico conceptos, y no para abarcar un mero compendio de aperturas. Esta claro, por otra parte, que las aper- turas de ajedrez experimentan una evolucién paralela a la de la moda femenina. Esta es la raz6n por la que algunos libros teéricos excluyen de- terminados sistemas, porque esti- man que han pasado de moda. Es obvio, sin embargo, que lo que ver- daderamente cuenta es el vigor y la correccién de la variante, sin tener en cuenta este tipo de subjetivas ve- leidades, contra las que queremos prevenir al lector, a fin de que pue- da dirigir, con lucidez, su actividad creativa. L. Pachman SIGNOS CONVENCIONALES Vertaja blanca Ventaja negra Juego igualado Ligera ventaja blanca Ligera ventaja negra En la anotacién: varias jugadas Al final de una variante: el jue- go no es claro (!) Buena jugada ! Jugada fuerte '! Jugada excelente (2) Mala jugada 7 Jugada floja ” Grave error !2 Jugada interesante UHI HH CAPITULO I La Defensa Francesa (1. e4 6) Se trata de una de las Defensas mas antiguas del ajedrez (Lucena ya la _menciona, practicamente jen el mismo afio del Descubrimiento de América!) y hoy en dia goza de gran popularidad, contra |. ¢4. Tanto el ex-campeon mundial M. Botvinnik, como el candidato al maximo titulo V. Korchnoi la tienen entre sus ar- mas favoritas. En la posicién basica, tras 1. e4 e6 2. d4 d5, las negras han tomado la iniciativa, al atacar al peén blanco e4, si bien al precio de renunciar a un activo alfil dama (2c8). Alapin ya formulé en su tiempo estos prin- cipios basicos de la Defensa France- sa, considerandola el mejor sistema activo para las negras. Las blancas pueden afrontar el ataque sobre su peén e4 de tres formas: a) Mediante el avance 3. e5. De esta forma se conserva la cadena de peones, cuya base atacaran las ne- gras con c7-c5. Las blancas, a su vez, deberan proceder al avance f2-f4-f5, la agresién correcta contra el peon negro e6. b) Mediante el cambio 3. ed. Con esta decision, las blancas evitan la pérdida de un tiempo, pero la posi- cién simétrica resultante les concede tan sélo minimas chances de obtener ventaja. c) Mediante la proteccién del pedn, sea con 3. Dc3, sea con 3. @d2. En el primer caso, las negras pueden seguir luchando contra el punto e4, bien a base de Of6 o de &b4; en el segundo caso, con Of6 0 con 4c6, las negras siguen plantean- do problemas al centro blanco, al que pueden minar también con c7-c5, si bien hay que tener en cuen- ta la posibilidad de que se aisle el pedn dama, lo que puede originar desventaja. Las negras pueden res- ponder también 3. ... de, rompiendo el centro en favor de las blancas, pero quedando con una posicién s6- lida. 1. El Sistema Clasico (1, e4 e6 2. d4 d5 3. Dc3 Df6) Este sistema, practicado con fre- cuencia a mediados de siglo, ha vuel- to a ponerse de moda en los ultimos afios. Después de la posicién basica, las posibles continuaciones son: 4. &g5 Re7 (Primera Linea), donde las negras permanecen pasivas. Las blancas pueden forzar el cambio de alfiles (5. e5 Dfd7 6. &xe7), quedan- do, de este modo, con el alfil «bue- no» contra el «malo» de c8. Un ca- racter muy distinto tiene la «Varian- te Mac Cutcheon», 4. &g5 Rb4 (Se- gunda Linea), en la que las negras 9 optan por el contrajuego, aunque in- curriendo en ciertos riesgos. Actual- mente goza de cierta popularidad la «Variante Retin, 4. 2g5 de (Tercera Linea). Aqui, tras 5. Bxe4, las ne- gras prosiguen con 5.... 7, o bien 5... Dbd7 y 6. ... Re7, construyen- do una estructura muy sélida, la mas sdlida contra 3. &c3. También pue- de jugarse la «Variante Steinitz», 4. eS, un viejo sistema que ha ido ga- nando en popularidad. Aqui las blancas renuncian al cambio de alfi- les, optando por la ventaja de espa- cio en el centro. Primera Linea (L. ef e6 2. d4 d5 3. Dc3 DI6 4. gS Re7.) 1. e2-e4 2. d2-d4 Otras continuaciones, como 2. d3 y 2, Bf3 se mencionan en el aparta- do 4, Otras variantes, De se 7-45 También son buenas, aunque tie- nen su propia significaci6n, las si- guientes jugadas: a) 2. ... b6 —véase Defensa del Fianchetto de Dama. b) 2. ... €5 3. d5 (con 3. £3 pue- de entrarse en la Variante Paulsen de la Defensa Siciliana) ed 4. ed d6 5. Ac3 Di6 6. Df3 g6 7. Le2 Rz7 8. 0-0 0-0 9. &f4, seguido de Bd2-c4, lo que conduce a una posicién favo- rable a las blancas de la Defensa Be- noni (véase IV Tomo), ya que la ca- silla c4 constituye una excelente base para el caballo blanco. 3. Dbl-c3 Dgs-f6 Otras continuaciones para las blancas después de la tercera jugada 10 e7-e6 negra constituyen sistemas indepen- dientes. A Rel-gS Ademas de la textual, se han en- sayado las siguientes jugadas: a) 4. ed (la Variante Svenonius) ed (después de Dxd5 5. Des! Dd7 6. Of3 Re7 7. Rd3 DSf6 revierte a la Variante Rubinstein, que se estu- dia en el apartado 4. En lugar de 7. .. @5f6 las negras pueden jugar 7. «.. b6 8. 0-0 DAb4 9. Bcd 27 10. We2 0-0 II. a3 Hd5 12. Hdl, pero caerian en leve desventaja —Alekhi- ne-Nimzovich, Kecskémet 1927—) 5, Rd3 (5. RgS Re7 6. Rd3 Ded! 7. Rxe7 Dxc3 8. be Wxe7+ 9, De2 0-0 =, Foltys-Katétov, Ostrau 1946) Bc6! 6. Dge2 Le7 (mejor que Ab4+ 7. Rg5! Re7 8. Bg3 Dxd3+ —con- tra 9. &£5— 9. Wxd3 0-0 10. 0-0-0 c6 Il. Hhel +, anilisis) 7. &f4 o-o 8. Wd2 @b4 (bueno, puesto que las blancas, con Wd2xd3, pierden un tiempo) 9. 0-0-0 De8 10. Dg3 Dxd3+ 11. Wxd3 6 12, D5? (me- jor es 12. Bhel =) &g5! 13. Rxg5 Wrxg5+ 14. De3 £5 = (Juchman- Korchnoi, 1957). b) 4. 243 (Henneberger) c5! 5. f3 cd (también es posible cb 6. Re3 Ded 7. Wd2 Dxe3 8. Wxe3 de 9. Bxed cd 10. Rxc6+ be 11, Wxd4 Wxd4 12. Dxd4 Rd7=) 6. Dxdd Dc6 (527. Dde2 de 8. RbS+! Bd7_ 9. Bxd7+ Wxd7 10, Wxd7+ Dbxd7 11], Dg3 Kb4 12. Rd2 Kxc3 13. &xc3 0-0-0 14. 0-0-0 +, Henneber- ger) 7. RS 2d78. ed ed 9. 0-0 Re7 10. £3 0-0 11. Db3 a6 12. Rxc6 be 13. @c5 He8 (Lasker-Bogolju- bov, Ziirich 1934) 14. Bel =. 4... 218-07 (DIAGRAMA 1) 5. ed-e5, El cambio 5. ed carece de peligro, pues las negras pueden proseguir con &xd5 6. &xe7 Wxe7, y ahora 7. Wa2 Wo 8. Dxds Wxd2+ 9. &xd2 ed 10. Hel+ (Alekhine-Spiel- mann, Nueva York 1924) #f8! 11. d3 Dc6 12. c3 Rd7 13. De2 Hes 14. Bf4 Hxel 15. Bxel De7 =. La Variante Anderssen-Richter (S. 2*f6 2xf6) es una alternativa aguda a la textual: 6, e5 (mejor que 6. Df3 c5 7. ed ed 8. Rb5+ Deb 9. ‘We2+ —a la igualdad conduce 9. 0-0 0-0 10. dc— Re6 10, Dxd5 Wxd5 11. c4 Wd8 12. dS WaS+! 13. ef! 0-0 14. de fe 15. &xc6 be 16. h4 Bae’ F Karaklaic-Gligoric, Cam- peonato de Yugoslavia 1949) e7 7. We4 0-0, y ahora: a) 8. 243? £5 9. Wh3 ¢5 10. de @d7!? (cb, véase b) It. f4 Axes 12, 0-0-0 b5! (las negras deben jugar con energia ya que si, por ejemplo, 2d7? 13. Bg2 bs 14. Bd4 b4 15. ®ce2, las blancas obtienen ventaja; si, ahora, a5? —mejor @h8— 16. g4 g6 17. gf ef 18. Rgl+ Bh8 19. DE!, Richter-Stahlberg, Zoppot 1935) 13. &bi (13. AxbS WaS o bien 13. &xbS Hb8 14. Dge2 Wa5! concede a las negras buenas chances de con- trajuego) b4 14. Ace2 Wb6 15. D3 @xd3 16. cd Ra6 17. Ded4 Hack 18. g4, con juego agudo, pero chan- ces equilibradas (Teschner-Troger, Campeonato de Alemania, 1951). b) 8. ... 519. de Dc6 (después de 4d7 10. D3 Bxc5 11. 0-0-0 Was? —mejor {5!—, y la partida Richter- Darga, Berlin 1951, finalizé rapida- mente con 12, @*h7+! &xh7 13. Wh5+ hg 14. h4!, etc.) 10. £4 £5 11. Wh3 Wa5! 12. 0-0-0 d4 13. Dbl Dba! 14. Rc4 |Dxa2+ 15. Qxa2 Wra2 16. D3 RxcS 17. Dxd4 Wed + (Firmenich-Unterbusch, Corres- pondencia, 1943). c) 8. 0-0-0! £5 9. Wh3 c5 (b6!? 10. f4c5 11. B13 c4 12. Bgl b5 13. g4 b4 14. ef be! 15. Wed 2f6 16. fe W617. be Bxe6 18. WgIt, Rich- ter-Eliskases, Mannheim 1936) 10. de Dc6 11. £4 WaS!? 12. bb! bé!? 13. cb! (pero no 13. g4.d4 14. 2227 fg 15. Wxg4 de 16. &xc6 Wh4 y las blancas se rindieron, Samarian-Su- baric, 1942, o bien 14. @ce2 beF) ab 14. &b5! y no est claro que las negras tengan compensacién sufi- ciente por el pedn. Por ejemplo: Rd7 15. Rxc6 Bxc6 16, Dge2 bs 17, Bd4, o bien Ba7 15, Rad, se- guido de’ 16. 2b3 (andlisis). d) IL... Bxc5(?) 12. g4 fg 13. We3! Was 14. Sb Rb4 15. Dce2! Be7 16. Ad4 Rc5 17. Ab3 We 18. Dxc5 Wxc5 19. Rd3 DS 20. Wxg4! g6 (Be3 21. Wh 6 22, &xg6 fg 23. Wxg6+ wh8 24. Db3 Dxdl 25. xd 2d7 26. Dd5 We7 27. Bd3, etc.) 21. Ah3 De3? (Rd7!) 22. Wel W6 23. Rxg6! Dxdl 24. Rxh7+! &xh7 25, Wxdl HLS 26. Bgl Rd7 27. Wet Wxgi+ 28. Wxgl Hg8 29. W~a7 y las blancas ganaron (Rich- ter-Stahlberg, Bad Podebrad 1936). e) II. ... b6! 12, B13! (mejor que 12. &d3 be 13, Bf3 Was 14, Sb 4, 0 bien 13. g4!? cd 14. &xcd fg 15. Wg2 —no 15, Wxg4? Bxf4!— y iW las negras se embarcaron en una continuacién confusa en la partida Pilnik-Stahlberg, Mar del Plata 1942, con 15. ... Hxf4 16. &b3 Dd4 17, DBge2 Axb3+ 18. ab HT 19. W~p4, etc.) be 13. g4, con juego agu- do y chances reciprocas. 5. ae @i6-d7 Aqui hay otras dos alternativas: a) 5. ... 2g8!? (a pesar de lo que digan Harding y Heidenfeld en su monografia «French: Classical Li- nes», esta jugada, que caracteriza la Variante Frankfurt, es mejor que su reputacion) 6. &e3! (6. Rxe7 Dxe7 es posible, mientras que el sacrificio de pedn 6. h4!?7 no es del todo co- rrecto: 2xg5 7. hg Wxg5 8. Dh3 We7 9. Df4 Dd7!, seguido de D8, o bien 9. Wed £510. Wh5+ g6 11. WEB! Dd7 12. D4 DB 13. e4 fg 14. Wxe4 WET 15. £d3 De7 16. 0-0-0 &d7 17. Bce2 0-0-0, Cox-Heiden- feld, Dublin 1972) b6 7. ha! h5 8. Re2 969. Af a6 10. Wd2 2xe2 11, Bxe2 Dc6! (pero no 5? 12, 4! cd 13. Bfxd4 de 14. We2 Wa5 15. 441 Wxe5? 16. 0-0-0 y las blancas ganaron, Mikenas-Vistaneckis, Campeonato de Lituania, 1947) 12. 0-0! Wd7 (&xh4? 13. &xh4 Wxh4 14. &g5 Wed 15, £3 WES 16. Dg3) 13. b3 Ba5!? (aqui es de considerar la sugerencia de Heidenfeld, a3!?) 14. Wel! c5? (mejor es &f8! 15. c4 6, seguido de @g7+) 15. c4 dc 16. de be 17, &d2 We7 18. be + (Kau- nonen-Heidenfeld, Correspondencia 1979). b) 5. ... Ded (Variante Tartako- Rb7 10. g3 05 11. Re? Deb 12. de 0-0 13, Rxe4 DxeS 14. f4t, Milner- Barry-Van den Bosch, Match Ingla- terra-Holanda, 1947, o incluso aqui 12. de Wg5+ 13. &bl Wres 14. 12 &xe4de5 15. B34, analisis de Har- ding y Heidenfeld) 7. AxgS Wxg5 8. g3 (8. Dh3!? We7 9. c3 c5 10. Wed o-o! 11. &d3 £5 =, pero no 10. ... £5? 11. ef Wxf6 12. &b5+ Ac6 13. de 0-0 14. 0-0 e5 15, Wg3 De7 16. £4 +, L. Steiner-Gavlikowski, Marien- bad 1948) c5 (Lasker recomendaba &d7 9. £4 We7 10. c3 46, pero las blancas, después de 11. £3 0-0 12. b4!, seguido de &d3 y 0-0, pueden obtener ventaja) 9. c3 Dc6 10. £4 We7 11. D3 Rd7 (0 bien cd 12. @xd4 2d7 13. Db3 0-0 14. &d3 £6 15. ed Bxf6 16. 0-0 5 17. fe Hxfl+ 18. Rxfl Wxe5 19. Rg2 (Garbett- Kristiansen, Londres 1978) 12. Wd2 0-0 13, &d3 c4? (un grave error es- tratégico. Lo correcto es cd 14. cd Wb4+) 14. &c2 bS 17. £5! (juna ti- pica ruptura en estas posiciones!) ef 18, g4! fg 19. Dps g6 (h6 20. Dh7 Hfd8 21. Df6+ Sh8! 22. Dxd5) 20. Hf6 &g7 21. Hefl ReB 22. Wha @d8 23. 6! Hab 24. WeS Ph6 25. HA1fS fe 26. Df7+ Wxf7 27. Bh5+ &g7 28. Hxg6++ (Forgacs-Tartako- wer, San Petersburgo 1909). c) 6. &xe7 Axc3 7, Wel? (7. &xd8 Dxdl 8. Rxc7 Dxb29. TI Bch 10. &xc4 de 11. D3! Dc6 12. 2d6 b6 13. Hd2 Vb7 14. Ho3 He8 15. @d2 £ Spassky-Byrne, Mosci 1975) Wxe7 8. Wxg7 Wb4! 9. Wxh8+ d7 10. Hdl (otras jugadas no son mejores: 10. be Wxc3+ Il. ge2 Wxc2+ 12. be2 Wedt+ 13. bd? Wxd4+ 14. 9d3 Wxal 15. Wxh7 Wb2+, tablas —Haberditz—; 10. Wxh7 Ded 11. c3 Wxb2 12. Wxf7+ Sc6 13. Bdl Wxc3+ =, 0 10. &d3 Wrh7 De4+ 11. c3 Wxb2 12, Wxf7+ 13. Wxh7 a5! 14. Wxf7+ Sc6 15. hd ad 16, We8+ £d7 17. Wf8 b6 FZuc- kerman-Levy, Nueva Ycrk 1974) @xdl+ 11, &xdl Wrxdd+ 12. 2d3 (Matulovic-Nikolovski, Vrsac 1956) ‘Wf2! 13. Weg7 c5, con juego confuso. 6, &pSne7 Una importante alternativa es aqui la Variante Alekhine-Chatard, 6. ha!?: a) 6... &Xg5 7. hg Wxg5 8. DH3 We7 9. Df4 (mejor que 9. Wed £5 10. WhS+ g6 11. Wh6 Df! 12. Dla 6, Keres) 9. ... Dc6 (a menudo, lo mejor. En la partida Roider-Miiller, Viena 1931, las negras, con a6 10. Wed 26 11. 0-0-0 D6! 12. Rd} @8d7 13. Bh6 DB 14. Bdhl 2d7 15, Dh3 QbS! 16. Des Kxd3 17. cd @bd7 18. Dxh7 0-0-0, consiguieron igualar el juego. Peor es, sin embargo, f5?, a causa de 10. g6 g6 10. &d3 Hf 1. @fxd5! cd 12. Dxd5 Wad8 13. Afo+ Be7 14. WE c6 15. 0-0-0 Reb 16. d5! cd 17, Re4 We7 18. Dxd5+ Rxd5 19. WI6+ Se 20. Rxd5 Ac6 21. Wxh8 Db4 22. Kb3 y las negras se rindieron, Ageitschenko-Estrin, 1967) 10, Wh2 (una recomendacién del Dr. Pfleger, como posible refuer- Z0, B6 11. &b5? Rb7 12. cd5 ed 13. Axd5 Wd8 14, Dc3 Ddxe5!, o bien 14, Wf4 Of!) H. DS Hgs! 12. Rd3 Qd7 13. Qxh7 Bh8 14, Dxg7+ d8 15. Be2! (Unzicker-Donner, Lenzerheide 1964) @c4! 16. W4 xb2, con juego poco claro. b) 6....¢5 7. &xe7! (a7. DbS, la mejor respuesta es {6!; por ejemplo: 8. 243! a6! 9. WhS+ Hf8 10. Hh3! ab LI. 2h6! gh 12, Wxh6+ &f7 13. Wh5S+ con jaque continuo —Ba- logh— o bien II. ... Wa5 12, 2d2 We7 13. Hg3 cd 14. AL3 Dxe5! 15. Hxg7! ho! 16. Qh7! &xg7 17. Wxh6+ Sf7 18. Wh5+, tablas, Ros- setto-Stahlberg, Vifia del Mar 1947. En caso de 7. Wg4, puede seguir BDc6 8. Rxe7 Gxe7! 9. West HB 10, Wxd8 xd8 11. £4, Keres, o in- cluso #f8 8. Af3 Dc6 9. Ws cd 10. @b5 a6 11. DAbxd4 cS 12. 0-0-0 We7 13. Bxe7+ Dxe7 14, h5 h6 15. We3 2d7 16. 4, con juego agudo y mejores chances para las blancas, Medina-Guimard, 1948) Wxe7!? (después de &xe7 8. {4 Wb6! 9. D3 Wxb2! 10. DbS a6 11. Hb1 Wxa2 12, &d6!? —habia que intercalar 12, Bal— WaS+ 13. &f2 Bc6 14. Zh3 ed 15. 2d3 We7 16. Well, y las blancas tienen perspectivas de ata- que por el peén sacrificado, Matu- lovic-Zagradic, 1955) 8. Bb5 o-o! 9. @c7 cd 10, Dxa8 £6! 11. Wxd4 (me- jor que 11. 4c7 fe 12, BbS Dc6, que concede chances a las negras) fe 12. Wxa7? (mejor es 12. Wd2!, y ahora @f6 13. £3 Bc6 14. 0-0-0 Wdé! 15. @h3 Rd7 16. BS y las blancas es- tan mejor) Wb4+ 13. dl Wxb2 14. Hcl Acé 15. We3 DAf6 16. f3 Aga! 17. Wb6 Wa3 18. 243 (Planinc-Rai- cevic, Campeonato de Yugoslavia, 1978) e4! 19. fg ed 20. Df3 Was F (Raicevic). c) 6... a6 7, Wed &xg5 (tras £5 8. WhS+ g69. Wh6 &xg5 10. hg f7 11, ge2! D8! 12. 0-0-0 Hg8 13. 4, Yanofsky-Gudmundsson, Reyk- Javik 1947, o bien &f8 8. Wi4! c5 9. de Ac6 10. DF3 Dxc5 11, 0-0-0 h6 12, Qxe7+ Wxe7 13. h5 b5 14. Rd3 &d7 15. &bl, Shaposhnikov-Kaf- ka, Correspondencia, 1960, donde 13 las blancas estan mejor) 8. hg c5! 9. g6 f5! 10. Wf4 (o bien 10. Wg3 h6 11. Bf3 0-0! 12. Wf4 Bc6 13. 0-0-0 cd 14, Bxd4 Bxd4! 15. Hxd4 Wes! = Heidenfeld-Keogh, Dublin 1967) 46 11. Df3 0-0 12. de Bc6 13. 0-0-0 @xc5! 14, Rod We8 15. Rxd5 Ded! =, Korn. Peor es, aqui, 13. ... We8?, debido a 14, Bxd5! (pero no 14, Hxh6? gh 15, Wxh6 We7 16. g7, Letzelter-As- mundsson, Olimpiada de Buenos Ai- res, 1978, 16. ... Wxg7! 17. Wxe6+ Hf? 18. Wxd5 Ddxe5 19. DxeS Wxe5 20. Red ~) ed 15. Bxd5 DAS (Wxg6 16. Rcd) 16. Hd6! y las ne- gras se rindieron (@xc5 17. #xh6 gh 18, Wxh6 We7 19. g7 Wxg7 20. Ze6 Hf7 21. Dgs D5e6 22. Rcd}, etc. d) 6. ... £6 7. WhS+ (7. &d3!? da lugar a juego confuso después de fg!? 8. Wh5+ g6!9. &xg6+ hg 10. Wxh8+ @f8 11. hg d7! 12. Df3 wc6 13. 0-0-0 b6 —Schwarz—, incluso des- pués de c5 8. WhS+ B18 9. ef Dxf6 10. &xf6 &xf6 11. dc WaS 12. Dge2 ADch!=) Hf8 (g6 8. ef! Dxf6 9. We2 5 10. de Bc6 11. 0-0-0 0-0 12. Dh3 Rd7 13. RHE Hes 14. Df RxcS 15, hS + Sanguinetti-Benko, Cam- peonato de Argentina, 1954) 8. ef @xf6 9, WE3!? (9. We2 c5! 10. de @a6 Il. DAf3 DxcS 12. 0-0-0 + Spassky-Guimard, Géteborg 1955) 5 10. de b6! 11. h5! h6 12. Rxf6 &xf6 13. Dh3 Dc6 14, D4 (Keres- Stahlberg, 1960) @d4! 15. Wdl be 16, Rd3!k. e) 6... h6 7, &e3 (también es buena la continuacién 7. &xe7 Wxe7 8. £4.26 9. Wed Hf8! 10. 243, o bien 7. Wh5!? a6 8. 0-0-0) c5 8. Wed &f8 9. Df3! Ac6 10. 0-0-0 cd (Keres considera digno de conside- racién £5) 11. &xd4 Wa5? (mejor es @xd4 12. Hxd4 Sc5 13. Hd2t) 12. Hh3 DcS 13, Hg3 g6 14. Wi4 + (Dubinin-Rabinovich, 1934). 14 6. Wd8~e7 7, 2-4 La alternativa mas importante es 7. Wd2 0-0 (aqui es malo c5? debi- do a8. ObS, y tampoco es mejor a6, debido a 8. f4 0 aun a 8. Dd1 c5 9. 3, con lo que las blancas obtienen una posicién favorable) 8. £4 (lo me- jor. Después de 8. Oce2, las negras igualan el juego con c5 9. c3 6 10. f4 cd 11. cd fe 12. fe Dc6 13. D3 Db6 14. Bg3 Wh4, o bien 14. ... &d7. Menos recomendable es 8. dl {6 9. f4 5 10. c3 Ac6 1. DL cd 12. cd fe 13. fe —después de 13. de es fuerte Dc5!, seguido de De4— Bxf3! 14. gf Wh4+ 15. Of2 —15. WI2 Dxd4!— Axd4 16. 0-0-0 Dxf3 17, We3 Dies 18. Dd3 Wi F, Ta- rrasch) c5 9. @f3 (9. Db5? a6! 10.” d6 cd 11. Df3 £6) Deb, y ahora: a) 10. de xc5 (después de Wxc5 sigue 11. &d3 6 12. ef &xf6 —me- jor Bxf6— 13. 0-0-0 Rd7 14. dbt Babs 15. Hdelt, L. Steiner-Czer- niak, 1958; mas dudoso fue el desa- rrollo de la partida Maslesa-Rajce- vic, Sarajevo 1978, donde se produ- jo la variante de sacrificio 11. 0-0-0 Hb8 12. d3 b5 13, Rxh7+2! Sxh7 14, Dgs+ SgB 15. Wd3 Bes! 16. Wh7+ £8 17. Khel? —mejor era 17, Wh8+ Be7 18. Wha!— Axd4! 18. WhS we7 19, Wxf7+ hd8 F) 11. 0-0-0! a6 (segiin Keres, es de consi- derar aqui 2d7) 12. 2d3 bS 13. De2 Rb7 14. Dfdd Dxd4 15. Dxd4 Bac8 16. &b1 Gh8 17, Zhfl £6 18. We3 Ded 19. Qxe4 de 20. ef Wxf6 21, g4 e5! = (Gligoric-Stahlberg, Match 1949). b) 10. 0-0-0 c4!? (Ab6 11. h4 2d7, 0 bien 6!? 11. g3 &b7 12. &g2 Da5, Moc-Hiibner, Ybbs 1968) 11. £5! (después de 11. g4 Eb8 12. Qh3 bS 13. £5 b4 14. De2 b3 y las negras llegan antes, Besruchko- Stahlberg, Kemeri 1939) Hb8 12. WeS Wxg5s 13. Dxgs Db6 14. fe fe 15. Re2 (Steiner-Purdy, Adelaide 1947) Bf4! 16. O13 &d7 = (Harding y Heidenfeld). c) 10. g3 (Rubinstein) a6 (bueno es también f6 11. ef gf!) 11. &g2 @Db6! 12. b3 Rd7 13. De2 cd 14. Dexd4 (14. Dfxd4 £6!) We5 15. 0-0 Dc8 16. Bhl D8e7 17. Dxc6 Rxc6 18. 4d4 Hac8 = (L. Steiner-Ya- nofsky, Karlsbad 1948). Otras continuaciones en la sépti- ma jugada blanca apenas tienen sig- nificacion practica: a) 7. £43. Después de 0-0 8. 4 c5 9. @f3, el juego revierte a la va- riante principal, mientras que una recomendacién interesante es 7. ... W4!? 8, Dge2 c5! 9. a3 WE 10. de! Wxc5 11. {4 0-0 =, o bien 8. Df3!? Wxb2 9. De2, con juego confuso. b) 7. DbS (Alapin) Db6! 8. c3 (8. a4a69.a5 ab 10. ab Hxal 11. Wxal 0-0 12. be Wxc7 13. 2d3 Dc6 14. c3 b4 =, Maroczy) a6 9. a3 c5 (también es bueno f6 10. &f3 D&d7 11, ef Wf6 12, &d3 £5 13. ef gf 14. Wd2 Of7 = Spielmann-Alapin, Karlsbad 1911) 10. £4 @c6 11. Bc2 ®Da4 12. Zbl b5 13. Df3 Rd7 14. Wd2 (a considerar es 14, de) Hc8 15. &d3 Db6 16. 0-0 = (Lasker-Lilient- hal, Mosca 1936). c) 7. Wed o-0 (f5 8. ef Dxf6 9. Wh4 5! = Keres) 8. Df3 (8. £4.05 9. de £6! 10. ef Wxf6F) c5 9. &d3 £5 10. ef Bxf6 11, Wh4 DB! 12. de Wxc5 13. 0-0 Dc6 14. Rael £d7 15. Be5 DxeS 16. HxeS Wh6 = (Bernstein-Lasker, Ziirich 1934). d) 7. Df3 0-0 8. Rd3 c5 9. de (9. h4!? £5! 10. @g5 cd) Bc6 10. We2 @xc5 11. 0-0 (11. 0-0-0 f6! 12. ef W*f6) 2d7 ~ 12. Hel a6 13. Wd2 @xd3 14. Wxd3 Bfc8 15. Hacl He7 16. De2 Hac8 17. c3 Da5 18. Aed4 @c4 19. He2 b5 + (Naegeli-Ma- roczy, Londres 1927). Te on 0-0 Incorrecto es, aqui, 7. ... ¢5? 8. Dbd5 0-0 9. Dc7 cd 10. DxaB (6 11. @f3 —en comparacién con la va- riante andloga 6. h4!? c5!?, las blan- cas pueden aqui mantener el centro. También 7. ... a6 es menos efectiva que la textual; por ejemplo: 8. 3 (8. Wg4!? véanse comentarios ante- riores?) c5 9. dc c6 10 Wd2 (tam- bién es bueno 10. a4 AxcS 11. @xc5 Wxc5 12. Wd2, Keres) Wxc5 II. a3 bS 12, Wf2 2b7 13. Wxc5 @xc5 £ (Boleslavsky-Guimard, Gro- ninga 1946). 8. Degi-f3 9. RF1-d3!? Con Wd? las blancas no amena- zarian, como ahora, 10, &*h7+!. No es bueno 9. DbS, ya que las negras pueden entregar su torre de a8: cd! 10, Bc7 Dxe5! 11. DxaB Dxf3+ 12. Wf3 Wb4+F, y el caballo de a8 no puede escapar, con sobrados peones por la calidad. Las blancas disponen, sin embar- go, de 9. de, una tranquila alterna- tiva posicional a las complicaciones. Por ejemplo: 6 10. ef Wxf6 IJ. 3 15 c7-c5 Dc6 12. Wd2 Axc5 13. 0-0-0 Hd8 14. Wel &d7 15. QbS Hac8 16. RXxc6 Rxc6 17. Add £ (Nezhmetdi- nov-Lein, 1965). oo. 17-51? Alternativas: a) 9... ed!? 10. &xh7+ &xh7 U1. Dest Wxg5 12. fg de 13. Wd3+ (pero no 13, 0-0? @xeS 14, Wh5+ 8 15. Hf4 Dg6 16. Hf3 e5!FDu- rao-Heidenfeld, Nathanya 1961) hg8 14. Wxc3 Dc6 15. hd DdxeS 16. 0-0-0 ~. Las negras tienen sufi- ciente compensacién por la dama, aunque la cuestiOn es si el avance de los peones blancos del flanco de rey podra constituir un ataque peligro- so. Parece fuerte 10. 2b5(?), pero las negras pueden replicar f6! 11, c7 fe 12. fe AxeS 13. Axa8 Dxf3+, con fuerte ataque. b) 9. ... £6 10. de (10. ef, véase co- mentarios ulteriores) f5! =. No es tan bueno 10. ... fe II. fe Bc6 12. We2, © bien 10. ... Wxc5 11. Add! Wo (Corte-Stahlberg, Parana 1946) 12. Bad! WaS+ 13. c3 + (Keres). 10. e5xf6 Partida n2 1 Bronstein- Yanofsky Torneo Interzonal, Saltsjobaden 1948 10. ... Bf6(2) Después de esto las negras quedan con una pequefia desventaja posicio- nal. La idea era, naturalmente, rar la casilla f8 para el caballo. Con 10. ... Wf6!, sin embargo, las negras podrian aspirar a més: a) 11. @g5 (Bronstein) Wxf4! 12, Qxh7+ Shs 13. Wd2! (13. Whs? D6! F) Wxd2+ (Wxd4 14. Wxd4 cd 15. ObS Bab 16. Dxd4 DFG 17. &d3 + Ravinsky-Orlovsky, Mosct 1964) 14, &xd2 Hf2+!? (segun Ke- res, también es de considerar cd 15. @bS Dc6 16. Ac? Hf2+ 17. wel H xg? 18. Dxa8 Df6) 15. bel Hxg2 16. h4 cd! 17. DS Dc6 18. Dc7 Hb8 19. Dcxe6 Ddes F. b) 11. g3 cd (Ac6 12. de Axc5 13. We2, seguido de 0-o-o+) 12. Axd4 (a 12. DbS es fuerte e5! 13. Dc7 e4) Dc6 (€5? 13. Axd5 Wd6 14. 15) 13. Bxc6 be 14. 0-0 e5 15. fe Wxe5 11. Wd2 c6 12. de Axc5 13. 0-0 @xd3 14. cd We7 La dama no est& aqui muy bien si- tuada, pero tampoco es mejor 2d7, ya que después de 15. ael Wb4 16. g3 Re8 17. a3 Wh6+ 18. wg2, las blancas conservan una pequefia ven- taja posicional (Gligoric-Yanofsky, Dallas 1957). 15. De2 2d7 16. We3! H af8 17. Bacl? Con esta jugada mecdnica, las blancas permitiran que la posicién negra se active. Después de 17. Wc5! se provocaria un posible cambio de damas en a5 0 b6, con lo que las blancas obtendrian un final favora- ble. 17. ... WaS! 18, a3 2e8 19. Des Las blancas buscan la simplifica- cién. Después de 19. H.c5(?) d4! 20. Hxa5 de 21. BcS £46, 0 incluso 19. We5 Wd2 20. Wc2 We3+, seguido de & 6, las chances negras son buenas. 19. ... DxeS 20. WxeS 2g6 21. B32? Aqui comienza Bronstein a crear complicaciones que, sinembargo, no son favorables para él. Tampoco era bueno 21. We3, a causa de WbS!, mientras que si 21. Wc3, tras Wb6+ 22, d4 Med, las negras no deben te- mer nada. 21. ... Wb6+ 22. Dd4 Wxb2 23. Hb3 Wd2 24. Bxb7 &xd3! 25, Dxe6 No resulta 25. Bxg7+ xg? 26. Dxeb+ Sf7 27. DxfB R*fl, etc. 25. ... R*fl 26. Bxg7+ Oh8 27. Hgs 27, Dxf8 Sxg7 28. De6+ Hf7 29. Bd8+ &g8 30. We8+ e731. We7+ &g6 tampoco tiene éxito. 27... We2? Aqui dejan escapar las negras su gran oportunidad, entrando en una posicién de tablas. Lo correcto era 27, ... RCA! 28. Dxf¥ Wxl4, y gra- cias a la amenaza de mate en fl las negras ganan pieza. 28. Dxf8 WxeS 29. HxeS F xB 30. &xfl Hxf4t 31. be2 Had 32. Bxd5 Bxa3 Y tablas en la jugada 42. Segunda Linea Variante Mac Cutcheon (1. e4 e6 2. d4 d5 3. Dc3 Df6 4. gS 2b4) (DIAGRAMA 5) 5. ed-e5 Las blancas aceptan, la provoca- cién creada por la estructura negra. Otras continuaciones més tranquilas son: a) 5. ed Wxd5!? 6. 2*f6 gf? (2*c3+ 7. be gf 8. Wd2 Dd7 9. c4 We4+ 10. De2, Capablanca-Alekhi- ne, Nueva York 1924-b6 11. £3 Wg6 12, Bg3 2b7 13. Rd3 Wes 14. f4 Wh6 15. a4 + Alekhine) 7. Be2! 4d7 (Wa5 8. a3 Re7 9. g3 6 10. &g2 Dd7 11. 0-0 hS 12. b4 WES 13. b5c5 14. d5! + Gheorghiu-Soos, Bu- carest 1968) 8. a3 &xc3+ 9. Axc3 Wa5S 10. Wf3 c6 11. 0-0-0 Wgs+ 12. bi f5 13. h4 Wes 14. We3 b6 15. d5 + (Vila-Mondrag6n, Olimpiada de Siegen 1970). b) 5. ... ed! 6. &d3 ADc6 (o bien 0-0 7. Be2 c6) 7. De2 Re7 8. a3 Reb 9. Dad h6 = (Alatorzev-Zago- rovsky, Mosct 1944). c) 5. De2 de 6. a3 Re7 7. Rxf6 gf!? (mas sencillo es 2 xf6 8. Ded eS 9. Wd3 ed 10. Dxf6+ Wxf6 11. Wxd4 Wxd4 12. Dxd4 2d7 = Prof. Bec- ker) 8. Dxe4 b6 9. H2c3 Qd7 10. WP3 c6 11. 0-0-0 £5 12. Ag3 Ad7 13. &c4 (Unzicker-Kieninger, Diis- seldorf 1954) We7 =. d) 5. 243 de 6. 2xe4 Db7!? (0 bien c5 7. De2 cd 8. &xf6 Wxf6 9. Wxd4 Wxd4 10. Dxd4 4d7! =, pero no 10, ... &*c3? 11. be, después de lo cual las blancas, segun analisis de Alapin, presionan sobre la columna ab») 7. Be2 5 8. a3 Rxc3+ 9. be 17

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