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LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGOS ’ (800 1050) REGIS BOYER LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGOS (800-1050) Maria Tebuyo y Agustin Lopez MEDIEVALIA Goad ngs Giger nam pn dc pba plese pacha roi Spade gina de esp Spo ei porci “slsiae Lapras copy gan prods agent pide Bien Me prc Bove or Tho i: a equine i bing 20.05) ion. Hac Pe (oat pal prose in: Joss .de Ole, Editor yal a a els yon en Tops eho St s ed PRONUNCIACION 4,6 1,4, dson vocales lrgas 1y€9 se promuncan coma law francesa, breve y larg respectivae tiene el sonido de una eabierea (como la del francés pre). com len franceta en bere conta len fanes en ex come len fanceta en cree. woman Las demés vocales, como en castellano. & como lath inglsa en te. b comola. Jf tiene sonido de f como inicial o en contacto con un sonido sordo; en los demés casos se pronuncia como lav francesa. £ es siempre gutual, salvo cuando va delante dei oj, que se ‘pronuncia como y. siempre muy aspirada; no hay b muda J siempre equivalente ala i consoiéntice, siempre como las frances, PROLOGO. Hielga PérblsdBrir se ve acasar pasado mains, Es una bonita ruchacha de unos catorceinvierns, tiene hacienda, pertenece a un alto linaje de poderosos bands* ene los que se cuentan innumera- bles dignatarios eminentes; las propiedades de su familia, bienes rueblesy bienes rales, forman una lst impresionane. Por otra parte, puede establecer su linaje» en un nimero respetable de gene- riones, como corresponde aun chica bien nacide, Con sus llama~ tivos ojos azales, su tz lechosa sus largoseabellos rubio, es «de bella aparencia y el vestido que leva denota su fortuna y su rango. La escena que acabo de inventar pudo suceder hacia el ato 950 en cualquiera de fos paises escandinavos, por ejemplo en Suecia, cerea de Sigrana, en Dinamarca, prea de OBinsvd (hoy Odense, ea Fionia) en Norucg, hacia Nidarts (hoy Trondheim), o en Islandia, en orila dl Borgafirdr ‘Se vaa cast» no s por otra parte la expresin adecuada, «Se la vaca casar» seria més correto, El matrimonio, que es con mucho + Hlletr encontrar alia de obra ua losario de las yess més importn- tes en cursiva,deutzo del teat, y las piaipales neciones setaladss por an 2 LA VIDA COTIDIANA DE LOS VIKINGS (00-1050) «acto més importance de Ia vide en la sociedad vikinga, nose deja jams al azar, no es un asunto de seatimientos —que, por supuexto, no se excluyen— sino un easuntos 2 secas (bkanp,literelmente, Ia ecompra dela novae). No debemos tampoco tomar «asunto» a su acepciénextrstamenteeconémice: el érmino se entende mejor nel plano social, No se casun bisicmente dos fortunas dadss, sino aque se asocia a dos familias (0 dos lanes) con un vinculo sagrado Jy en principio, indisoluble, dando implicitamente por supuesto el echo de que ai una ai otra es «pobre, no aplicéndose esta hima palabra ni necesatianiexclusivamente a ausencia de riquezas ma terials. Pues el concepto central en esta sociedad ea fails. Bs ella la aque rige hasta los menores detalles de a exitencia. Ya Tito, ens Germania, nse silos antes, observa el extrsordinariopredo no, en todos los eampos del militar al eligioso, de esta insieucion, [No, Helga no «se casa. Un casamentero, personae obligado paras ‘casin, que es en general un pariente muy cerceno del futuro ma- tido, se encarge de proponer y después arreglar fa unin. Eso no significa que ao se puede requeric el coasentiniento de los interess- dos, pero nos la norma, y evando en un texto se introduce esta concesin,estanios autorizads 2 consideralo «contaminado> por influenciascrstianas. No, lo que el casamentero a intentado es sok dar faertemente el linge de Pbrdft, padre de Fielge, cone de Bjéra, su futro marido, quiza por razones poltcas, quid para terminar asi con las inerminablesdisputas que envenenan desde hace siglos Jas relaciones entre los dos canes, es de esta manera como muchas sagas*islandesas encuentran finalmente un desenace felis quizé para asentar mis el peso y la auorided de un partido de boendr, si podemos expreserlo asi apelando a nuestra jerga politica actual, frente al inguierante sumento de las prerrogativas de los «reyes» de cspiita «moderna» que se inspiran en ejemplos continentales, ‘como el danés Haralde Gormsson o el noruego Haraldr de la Hier- movose 8 srosa Cabellera 0, pronto, el sveco lif Skénikonungs, por no bir blar de las prtensiones de algunos soberanos noregos sobre Islan- dia; 0 quis, yno es la raz6n menos important, para eificar una fortuna capaz de hacer frente a cualquier comperencia. ‘No imports. El mstsimonio de Bjéen y Helga representaré, en cualquier caso, una sabia e interesante operacin a vez econémica, socal y hasta diplomética, Por lo dems, el casamentero no ha esa timado esfuerzos. Su primera preocupacién fue consulta los rex ponsables legales de Helga, dando por supuesto que tiene el con- sentimiento de Bj y de sw padre, para far le ceremonia de los esponsales(festarmdl) que tuvo lugar hace ahora més © menos wm fo. Habia una condicia sie qua nom: que los dos partidos fuesen jiafnredi (de rango, calidad y fortunas similares). Como tal es el ‘ato, no hay problems. Sebre todo, habla que convenir las condi- comes materials, y todos ls tratos que a ello se refieren se han he- cho ante etigos, pues, reptémoslo, se tata de un acto deters ante Se ha convenide por tanto, conforme # a ley, que la novia aportaré como dote (beimenflgi, elo que la sigue desde su casi) tn conjunto de bienes de todo tipo de ua vlor global determinado, aque vende equilbrar el fj, procedente del matido, al que éte afadid una «pensi6u» de un montantefijado por la ley 0 mwnde (advintiéadose que le distncin tiljf-mandr noes tal vez segurs pes ls e6digosvaran sobre este punt), Aunque, después dl ma- ‘rimonio, corresponda al marido administrar el conjunto hei= manflgi-tilgjf-mund, y por coasiguiente irae por su renabil dad, ln casada sigue sendo propietaria de su heimanflygie y del ‘und en caso de divorcio 0 separai6n, yes importante por tanto ‘que se tomen todas as garanias para que elasunto se resveva a sa- talacin de todos. Por el momento hace pues un afio que han bebo la festa, Ia cerveza de los esponsaes (puesto que tods festividad equiva a tun banquete, que se expresa en términos dela cerveza, que alli se 4 LA VIDA Comtpnan E108 vK¥GOS 0-180) bebe y que puede tener virwudesespecticas de acuerdo con le ci cunstancie haber sido fabrceda en funcin de ét,y er en conse- cuencia mis menos fuerte), y el careter pablico y, por consi- tuiente, constrctivo de ee ritual ha sido debidamente establecido; todo hace pensar que ls ceremonis tanscurrré sin incidentes. En dos dias, aleanzaremos las «noches de invierno» (oetraetr las tres, noches que inauguran el inviemo, pues el alo no tiene, genera- mente, mis que dos sestaciones» o misser, verano einviemno). Las ‘vetmatr se sivian, pues, hacia finals de oceubre,segtin nvesro ca- lendaio,y seguramentedieron lugar, en las lejanas épocas pagans, nacho antes dels época viking, a importantes manifestacionesre- ligises. Es el mejor momento pars celebrar Iss bods: as cosechas «tin recogias, el heno, el més precado de todos los productos él suo, ha sido colocado en almiaresy, una vez secado, almacenados, el ganado, o ben etérecogido para el inviern,o bien sea sactifi- cado se ha preparado para su conservaién, igual que el pescado s0c0(skreid),y la «buena cerveza» yaa sido fabricads los trabajos, ‘en el exttior permiten por in un tiempo de desanso que por ots part hard obligedo el invierna que leg con gran rapide. ‘Helga esté lst. En un momento, legarén de easa de su novi Jos mensajeros para conducila al hogar de él. Esta costumbe, aun- que no obligatoria —pues Helga y su esposo pueden muy bien hs- bitar, al menos por un tiempo, en case de los padres de la prome- tids— est atestiguada por testgos interesantes, por ejemplo, esos, deaalles que dan como de pasada y sin prestarles mayor atencién, por sa propio caricter evident, los poemas éddicos*, cuyo propé- sito central es diferente: I Rigsbul de la Edda poéice! observa que la muchacha «se trnsporta ala easa de u futuro esposo. De abi, sin dada, el término bridlawp (bodas), lteraimente: ecarrera de la ‘novias, que pudo apicarse mucho tiempo ants al rapto de la novia con el que se sefalaba el primer momento de la bods, Pero en Ia époce viking (a. 800-e, 1050 esta costumbre ha caido en desuso. motoco 5 He ahi pues a Helga sobre uno de esos cabllos de pequefio tamasio ‘que todo el Norte conoce y que todavi exaten en Islands sus pa- ‘as especialmente firmes les permitian moverse con scltua por los temibles terrenos pentanosos que constitufan I mayor parte de ma chos paisajes nérdicos de la época. Debe liegae a case de sv novio al menos la vspera del matrimo- rio propiamente dicho, porque ese dia tend Iogar el «bao de novia; sobrevivencia, sin duda algun, de un aniguo sito de hstra- cin como el que conocieron todas nuestasculturas, con el objetivo cvidente de asegurr la epureza» dela novia, es deci, ibrar de to- dos los malosespiritus 0 influencas que pudieran estar epegados 2 ella. Ese «bao» —un paso por la sauna, en reaidad— es colectivo, se extiende a la novia a todas las damas de honor, y puede durat un buen rato, no impidindase ls prtcipames el consumo de go- losinas Se concluye con la confeccién de coronas de flores y hojas ‘que engalanaréa la cabeza de le novia, que, ademés, para su matri- monio propiamente dicho, cambiar de peinado. Por una pare, le- vari un velo de lino, costumbre que debe remontarse 2 antiguas creencas sobre los poderes del mal de ojo del que debe ser defen ida, x menos que se trate simplemente de que el novio debe ser el primero en desvelar el rosteo de su prometida. Por ota parte, ella se recogeré cn un mofo, osujetaré en ls nuca con una cinta o wna joya, los cabellos que hasta emtonces habia llevado sueltos y flocants. Serd en lo sucesivo el indicative de su nuevo estado, junto con el ranojo de Ilaves que como buena hisfreya (ama de la casa) levaré ‘la cintua:llaves de fos cofres que contienen ropas de valor y ob- jetos preciosos,laves de la despenss y de los armarios que const- tuyen el smobiliariow de la casa vikings. Después viene el gran éf 0, mejor dicho, los dias, pues las bo- das duran al menos tes dfas —de sbado tunes, en general en la época cristian, alrededor dl ao 1000— incluso més, seg la cali- dad y la impostanca de lo paricipantes. Quienes fueron invitados 16 LA VIDA CompIANA DE Los VEt¥G08 n0.1080) en su momento tienen como un honor haber sido convidados aunque parece que pudo existe la costumbre de ivitarsisteméti- camente a patients hasta de tercergrado!— y los excluidos se sien- ten gravemente ofendidos. En principio, su nimero deberd ser se- ‘mejante por ambos clenes. Incluso lege e suceder que, en la sla contin (kill) donde se afrceré el banguete (bridvezle), cada pando exté colorado en uno de los dos bancos longitudinale, con ‘un asiento més alto para el marido y otro para su mujer, en el cen- tro de cada banco y uno frente a otro, a no ser que sean part el dduetio de la casa y su compadte, Por supucsto, lo invtados no le- ‘gan con ls manos vacias. Habré que tener mucho cuidado de acor- darse de los regalos que traen, por rzzones de reciprocided, en esa sociedad donde la regla del wdoy para que des» apenas tiene excep- cones, sea el Ambito que se. Por otra pate, se prestaré gran aten- ci6n a la colocacin de los invitados, pues los vikingos eran expe- dalmente quisquilloss con rspecto alas precedencss. Todavfa en el siglo xr, las sagas se sentir obligades a precisar quién se sienta en cada sitio es decir, més o mens lejos de la puerta de entrada, més o menos lejos de los sients elevados, et. Pero no nos aticipemos. El primer dia de a boda a tenido hu- far probsblements, le ceremonia del matrimonio propiamente di- cho. Estamos mal informados este respect, por razones que see pondrin més adelante. Es evidente que existié un ritual que rmezclaba un culto venerable del hoger (0 del fuego del hog, ver dadera alma de la cass), unos gestossigificativos del paso de un clan 2 otro —que vale en los dos sentidos, puesto que Helga sepuiré siendo hija de su padre, Pirdlisdti-—; y, por supuesto, toda une serie de actos voivos, propiciatoios y de consagraci6n. Sihemos de creer Adin de Bremen’, se haeie una ofrenda a Frigg, larepresea- taci6n més expresiva de f antigua Dioss Madre, para atraer sobre Jos exposos el bienesta,lafrilidad-ecundidad y una cohabitaién pacifica,Segin Saxo Gramitico esa ofrenda se hacia a Freys (osu rRoLoco 7 paredro Freyje, otra figura dela misma Diosa Madre’), dios de a fe- Ticidad, el placer y los bienes terrenos. La prymskuiba de la Edde poética’ menciona a una diosa menos, poco conocida por otra part, ‘Vis, que escuchs y promueve las promesas, La sisma pryimskoide, sin embargo, hace alsin t lo que parecen ser ritos més venerable: oftenda de sacrifcios de animales (el poema habla de «veces de ceuernos dorados» y «bueyes negros») y sobre todo consagracion por el martllo de Plre,prética que podefs ser may antigua, en cfecto, y que sobrevivis todavia, en Suecia, hace apenss un siglo, ‘jo la forma del hemmarsing, el hecho de ocular un marillo en el lecho de a novia para asegucar la fecundidad de la pare Di, le ado el momento, que no exto en la exstencia de una cast 0 unt corporacin de esacerdores» en la eligién de los vikingos. Parece mis probable que {vera el eabeza de familia o del clan quien se en- carga de la direcin de esos tos cargados de sentido, En cual- aquier caso, ignoramos qué f6rmulas podian proaunciarse en este caso y bajo qué auspicios se situabaexpresamente lito, Bn una r= ligin que, como demos, nose plegeba,contrariamente a lof nién habia, a una estricta etegorizacién dumézlians, cada uno de los grandes dioses podia muy bien presdir la feilided-fecundi- dad y queda por saber, por ota part si el matrimonio se colocabs realmente bso el signo de una figura divinadeterminada,o més bien bij la tuela de deidades coletivas como dises* oalfes*. ‘Sin duda es al jefe de familia o del clan a quien correspondia la responsibilidad de sbric el banguete nupcal,en el curso del cual como en todas los banguete solemnes, los brindis se dirgir pro- bablemente a los dioses —los textos nombran aOdinn, Birt, Njdrér, Freyr y «iodos los dioses>(serinreemplazados ena épocacristiana por Cristo a Virgen Maria y los santos)— pero, sin doda, también alos grandes antepasades, de uno y otro clan: esto se llama drekke iminn (beber a la memoria de) 0 drekk full. Consider este mo- ‘mento capital, pues «consagra» la perpetuacion del Hinaje en una 18 {LA IDA COMDIANA DE LOS VIINGOS (01050) cultura en la que los antepasadasno han muerto realmente nunca y cn a que el primer deber de un ser humano es no derogar Io esti- beside. ‘cabo de emplezr un verbo que exige una observacin. Y una cxpresin de pesar. Ya tendté ocasin de decir cul es a calidad de las fuentes de que bay que servirse para tratar est tema. El vikingo ‘que aparece, directa o indireesamence, en casi todas nucstrasfuen~ tes, noes un hombre del vlgo, no procede del pueblo llano. Sobre te, ebemos decir también que no sabemos nada, y es una lista, pues él era el hombre de base, el remero del skid. Pero las tumbas, Jos bacos funeraros, los poemas édicos y escilicos*, mis tarde las saga, no nos hablan jamés ded, si noes de pasada y con cierto ‘ono de burl. Helga, Biba, son hijos de earstécratas, disfamos, si «se término tuviera el mismo significado en esa cultura que en la esta lo que no ese aso. El famaso aventurero de los mares, testigo mayor de una civilizaci6n de la que se puede afirmar sin duda ninguna que aguanta ls comparacién con las mis eminentes, el ‘viking, no procede del rulgum pecus, aunque, también hay que de- «itl, la diferencias sociales no tuvieran, en esas latitudes, el igor ‘que conocieron en otros lugares. En cuanto a Bjérn y Helga, que ahora ya estén casados —sin ‘que sepamos con cereza sepin qué ceremonia precisa, salvo que sin duda se a hecho todo para que su unin fuera consaprada til és fiibar (por un ao Feeundo y por la paz), que esl mejor dfincion del universo mental religoso del vikingo—, se sientan en el ban- ‘quete donde se organiza I juerga, donde se bebe hidromiel y cer vveza, siendo la borrachers el final normal de un fest, hasta el pponto de que antes de comenzar se juran mutuamente no tener en cuenta ls palabras que se drén cuando estén borrachos. Ya die que sos égupes podien durar mucho tiempo. Estaban entrecortados por todo tipo de diversiones: delamaci6n de poemas 0 de relatos, can- tos y danza, esas iltimas probablemente de earécter ritual. Exami- Provos0 1s naremos mis de cerea (infra, pig. 259 y sigs el célebre banguetc de Dodas que se celebré en Reykishélar, Islandia, pero, desdi- chadamente para nosotros, en £119, es deci, casi un siglo después de Ia desaparicin del timo vikingo y en ua medio muy crctianizado; de la pluma,ademis, de un sutor que seguramente ers un clérgo y aque excrbie en plen siglo Xi, Esto nos permitira no obstante ha- cernos una idea, aunque sea lejana. (Queda el slkimo sito de paso en toda la fuerza de la expresién. La primera noche dels festividades de sus bodes, Bjirn y Helga se- rin acompafiados hasta su lecho nupeal. No se dice que, como su- cede en otras cultura, I eonsumacién de su unién debiera ser cons- tatada por expertos, pero no excluimos le posibilided. A la maiane siguiente de esta primera noche en comin, Bjémn debe hacer & Helge ‘un bonito rego, una joys dlicadamentetrabajada, ropa de magni fico lino, un cafre de madera escupida, ete es la morgingif el e- galo de la mafana, que se insttucionalizaré durante mucho tiempo (morgongéve en suezo modern0). ‘Asi terminan ls bodas de Helga Tendré muchos hijos a pesar de una mortalida infantil tan elevada aqui como en otros lugares de Occidene. Si sabe mostrars a la altura de sus funciones, coma pa- rece que sucedia 2 menudo, hari de ellos hombres y mujeres dignos se ese nombre os educaréen el respeo als tradiciones tanto de su clan como del de su exposo, y velaré por incularles el sentido del honor familiar que jamas debe perecer; en resumen, seré el alma de su hogar 5 ‘Ahora bien, se habrin observado dos cosas en Ia Lectura de es- as pigs ‘La primera son ls reservas de eaticterpropiamente histrico de que he debido rodearme. Est libro pretende describir la vida co- tidiana de los vikingos, pero a menudo es dificil saber si los docu- » {A VIDA COTIDIAN DE 10S VINGOS (200-1058) mentos de que disponemos ze aplican realmente a ellos, desde un punto de vista eronol6pico, se entiende. La segunda ela uilizaci6n de numerosos adverbios eaproxi- mativoso que se disteibuyen a lo largo de mi texto (probablement, tal vez, eventualmente..) Se deben aque salvo excepciones estadis- ticamente raras,es0s documentos no pueden ser tomados « priori como absolutamente fables. Demasindos errores se han comeido, desde hace mucho tiempo, por wsilizar sin dscernimiento fuentes aque exigen un andlissriguroso. En otrs palabras, noes posible aborder nuestro sema sin haber toinado al menos dos precauciones clementales: la primers, definir quello de lo que vamos a hablar, esos vikingos cuya vida coidiana nos gustaria conocer; la seguads, enumerar critica las fuentes de aque nos vamos 3 servr Ese doble esaer20 es indispensible, incluso si, a ojos del lector, se corre el riesgo de hacer pesada esta obra. En tal sentido, mi propésito va en dos direcciones tratar de informar correctamente, sse puede, por supuesto; pero, l mismo tempo, hi- char contra los innumerable absurdos o errores que oscurecengra- vemente la cuestin’ Pues los vikingos no fueron protagonistas en el escenario de nuestra historia més que durante dos siglo y medio, lo que, ens «8 ya considerable, pero no autoriza a confundirloscoa los germanos fen general ni, de manera més precisa, con algunos de sus antepass- dos como los godos, los burgundios, los vindaloso los lombardos, por ejemplo, Lor documentos que nos hablan direcamente de ellos, Tos que podifamos Ilmar de primera mano, son rafsimos. Y los ‘otto, la impresionante masa de todos los demés, deben casi por de- finicién, ponerse en tela de jc. I {QUE SE ENTIENDE POR VIKINGOS? Se a convenido en llamar viking, si actia en Occidente, 0 ‘veringr (varego) si escoge Rusia y Asia como campo de su acivi= ad, a un comerciante escandinavo (danés, noruego, sueco, y des- paés, partir més 0 menos del 900, islandés)particularmente dotado para el negocio y ls navegacién ~gracias alos marsvillosos barcos {que pusieron a punto después de siglos de ranteo, el seid 0 kndrr (o byrdingr, sic, langskip, ec, jpero en ningin caso la absorda sreacin francesa drabar*!}— que debié de exist como tal mucho antes del siglo &x pero ie un coneurso de circunstancias poco co- rn, en primer lgar el hundimiento de imperio carolingio después dela muerte desu fundador y por tanto la ausencia de una oposi- «in seria como la que dicho imperio podia presentar a un predador audaz y decidido,impulsé sdbitamente al primer plano de la actua~ lidad. La costambre es fijar el comienzo de este movimiento en la fecha del saqueo de la abadia de Lindisfarne, en Northumberland (Gran Bretais), donde estaba el selicario de San Cutberto, el 8 de junio de 793. Es admisible, per, acabo de suerisio, esti fuera de duda que los escandinavos frecuentaban desde hacia mucho tiempo los isineraios maritimos y luviales, que comaron quizé de los frisones 2 [LAMIDA COMDIANA DE LOS VIKINGOS 0-150) si se rata dela ruta det Oeste; , en cuanto ala ruta del Ester, hacia tiempo que era familiar alos svecos. 793 es un punto de cefe- renca e6mode, pero no sefala una verdsders novedsd ‘A partic de ahiimperaré un fenémeno que duraré unos dos si slos y medio (desde 800 hasta 1050 aproximadamemt, recordé- oslo) y que conoceré, durante esc largo lpso de tempo, impor- antes virjes 0, mis bien, modifcaciones sensible, sobre una base ‘que se mantendr firme. La balanza de pesar la plata picada* en una ‘mano, ls espada de dable filo en la otra, el vikingo, segin ls cir- cunstancas, negocio saques, robs, ncendi, cegtes cmbiaocap- tura, El objetivo, que no val, es eadquirisrquezas, como dicen las inscripciones rinicast, volver ala propia eata mejor provisto ‘que al parti. Innumerables debieron de ser los vikingos alos que se aplicard la inseripcin de Ulunda (Suecia): Pir befile Atrevidamente fue, flak sfladi riquezas gan, ‘ie Gritkiuum lejos en Grecia [= Asia Menor] axfa sium. para su heredero, Enel curso del camino, se le oftece Is ocasién de tatar de cerca 4 poblaciones con las que mantenia otras relciones distintas a ls bélieas, de examinar con cuidado sus condiciones de vida y sus mo- dos de implamtaci6n: llegado ol dia, sabed dénde acudir para esta. blecerse de forma fija Pragmitico, realists, audo observador, soma ‘buona nots igualmente de todas las novedades que descubre y que adaptaréa sus propias latinudes. Esto es por otra parte lo que hace un poco descorszonadores todos los intentos de estadio como éste (Cuando queremos descender al detalle, descubrimos en seguida que «es con frecuencia muy dificil hacer la distincibn entre eseandinavo propiamente dicho, cético, germainico continental, eslavo o bizan- ‘ino, incluso sin aborder ls creaciones del esprit. Un solo ejem- {Qu sm ENTIENDE POR ViKINGOS? 2B plo: cuando nos encontremos en el capitulo del vestdo, deberemas deci qu l rope mis comnin son los calzones (bd, pura Brezk). Parece sin embargo que la prenda y su uso sean de orgen clt..Por ow parte es tribus que el vikingo frecuentaaprecian « menudo su sentido de fa organizacién, amor por el orden, su espti colee- tivista 0 comanitario, y también la energia que le impusieron las duras condiciones climticas desu pais natal, como ya veia Montes~ aquieu. Esas poblaciones saben recordarlos a veces, sea para imitar- Jos, sea para pediles que vayan a transmitir a uno u otro lugar sus conocimientos pricticos. Asi nacié Rusia. Asi se generalizaré en todo Occident I uilizacién de cierto material ndutico con el vo- cabulario correspondiente, que todavia esti en uso en la actuslidad. Dos sigs y meio, en una époce en a que, de todas formas, Oc- cidente conoce grandes conmociones, no pueden ofrecer un aspecto uniforme ala mirada dl observador. El movimiento vikingo pasa, en cfecto, por cuatro fases sucesivas bastante bien dferencadas. La primera (800 850, ests fechas delimitantendencias, no tie~ nen nada de rigurosas y pueden varar con ls sfrentes») es un mo- mento de tanteos, de pequehos golpes de mano intentados un poco al azar y en lngaresen principio vlnerables por carcer de defensa Js adems, ricos(abadias, monasterios,ciudadesabiertss, etc.) La segunda (850 a 900) es mis importante porque, conscientes de su fuerza, los escandinavos oygenizan mejor sus expediciones, imponen condiciones 3 las poblaciones amedrentadas (pasarin a la historia como grandes maestros de la «guerra psicolégicas), mien tras que frente a ellos distinguimos, de un lado, «adversaros inca paces de defenders y, porlo tanto, dspuestos a negocaren las peo~ res condiciones; y del oxo, a ls naciones results a ress como Ja Inglaterra del Sur o la Espaia morisca) y frente alas cuales los vi- ingos no insistién. Subrayemos el hecho de que fue la compla~ 4 1A VIDA COMDIANA DE LOS VIKINGOS (80-1080) clsnteimagineriaromntes mantenida por dudosssteorlas moder na le que pretends hacer del vikingo un superhombre invencble ‘que imponis u ley por todas pares. No setenen ejemplos de una batalla en regla dela que el vikingo haya slido vencedo; es maes- tro de lo que llmarfamos Ia expedicién de comando, el golpe de mane rpido, pero no es un guerera en el sentido habitual. fin de cuentas, sus compaerosy dl son muy poco mumeroses(pense- tos que, todavia hoy, los excandinavos apenas son diecocho millo- tes en total para haber podido constitu las o tropa capaces de resultados erteundosos. Son los clérgos timoratos —autore casi txclusvos de os anaes 0 las erénicas que hemos conservadoypri- mera vetimas también de los saqueadores del norte— los que nos inducen al eror al muliplica las complacientes exgeracionesy las selacione patties. Ea reaide, sn hacer por supuesto del vikngo tun modelo de dulziray comportamiento pactio, basta comparario con suscontempordncos coneretos, srracenos y hingaros para to- sar la medida de su preendida ebararis. ‘Afiadamos 3 esto que tenemos tendencis 2 confundie a los e- candinavos de los silos by x con los ermanos (muchos de los cals eran escandinavos) dels siglos Val i (responsable étos de las ograndesinvasiones,lamadas también snvasions bitbares»)y comprenderemos de dénde proceden tatos errores y exagerncio- tes, Sin embargo, esta segunda fase es capital. En primer gar por- aque se instauraprogresivamente el sistema dels denegelds(-pago alos daness» es dei, se ributo, cuyo montante no dejaré de ce- ces, que reclamaban los vikingos para reerbarearse, a reyes psi rimese inespaes como el inglés Etelredo I ols dos Carls fran- ceses —el Gordo, y después el Simple— que, a largo plazo, hard baacuar el distema econémico de Occidene. ‘A continuacin y sobre todo, porque es en el curso de este pe- riod cuando se definen clarsmente las evatro grandes weurase cada tune con nmerosaevariante, que sguen los vikingos (ver mapa al .QUESE EATIENDE FOR VKINGOS? 2 principio de este libro). No podemos pasar por alo su importancis, ‘ya que es seg sus ees como se orgonaa el complejo de intercam- bos, contacto eiaformaciones de donde naceréen buena pare Is Europa modern. A saber Ia ruta del Oeste (eestrwegr), que edmite dos vasiantes mayores, una, pleno oeste, hacia Iz Gren Bret, Juego Islandia, después Groenlanda (después, eventualmente, Vin- land? que se stuaria en algn lugar del Labrador la otra, oeste ¥ después sudoeste, que va # lo largo de les costs de Francie y Es- pafis,y franquea el estrecho de Gibralsar (NjGrvasund) para diri- firse, bien hacia Africa del Norte o bien a la Francia meridional ¢ Italia, pdiendo situarse su panto final en Bizancio. Después fa rata del Norte que interesa sobre todo alos noruegos: a partir del sur de su pas, bordean las costa hasta el eabo Norte y atreviesan el mat Blanco para recalar en Murmansk o en Arkhangelsk; ruta impor- tant aunque peligross, pusto que sv objetivo es procurarse as pie- les que ser, junto con los escavos la «mescancae por exeelencia ‘que negociardn vkingos y varegos. La tercera ruta es interior al Bal= tico y concierne especialmente als suecos, que mantienen as ela- ones duraderas con los finlandeses y explotan el mbes, que bunds en ls orillas de dicho mar y que es igualmente una de las es pecialidades de estos comerciantes. Esta ruta desemboca por otra pare, catualmente, en la rura del Este (enstroegy), que parte del fondo del golfo de Rigs para tomar el complejo de los nos ylagos rusos, a fin de legs, aa altura de la actual Odessa (que se llamaba Aldeigjuborg en norménico antgyo),al norte del mar Negro al que atraviesaen dirccin sur asta Bizancios como esta ruta cruza al- ‘gunos de los grandes itinerarios inmemoriales venidos del Extremo ‘Oriente (a ruta dela seda especialmente), pudo suceder que los var ‘egos la siguieran Las insripeionesrnicas suecas nos han conser- ado el recuerdo deal menos dos prestigiosas expediciones hacia el Exaremo Oriente que debencoincdircon este anslisis, ste periodo de medio siglo, que va del 850 hasta, eproximads- % LA VIDA COTDIANA DE LOS VIKINGOS (e080) ment, 900, ¢ en cualquier caso un momento de iatens sesvidad que tiene muy 2 menudo 2 ojos del objetivo observador moderno, sires de prospeccin: como silos escandinavos buscaran lo largo de sus recortidos los puntos seguros, las paradas e6modss, ls esable- cimilentos en que podrian hacer escalay entregarse sn tropiezo a sus fructferos intercambios. Pues el hecho esque los itineraios que aca- bbamos de esbozar estén literalmentejalonados por puertos o ciuda~ des que representan otras tantasesalas para un comercante sage. El periodo que sigue (desde, mis 0 menos, e ao 900 hasta los slrededores del 980) es el momento de las instalacionesy las coloni- zaciones siscemitics. Este punto, por lo dems, deberta hacer refle- ionar a cualguiera que quiere ver & los vikingos como invencibles guerreros o como cofradias militares superiormente orgenizadz. Los escandinavos se instalan en Islandia (con una pequefia anticipa- in sobee el desglose en periodos aqui propuesto: es colonizada por uns mezcla de noruegosy celta, entre 874 y 930), mis tarde, «en Groenlandia; en Normand; en la parte de Inglaterra Hamada después Danelaw (porque ali rena la ley, law, de los daneses, da es) en Inland del sur (con la que los noruegos especialmente man tenian relaciones continuadas desde hacia mucho tiempo); en las re~ sioneseslavassituadas alrededor de las aceuales Novgorod (antiguo ‘notménico, Hélmgar’r) y Kier (antiguo norménico, Keenugardr)s se instalan més o menos por la fuerza (Danelaw), 0 porque los luga- res estin més o menos desierto (Islandia, donde, contrariamente una opini6n admitida durante mucho tiempo, la invesigecin actual, descubre huellas de implantacin efltica anterior ala legada de los ‘scandinavos), o también porque las poblaciones locales les habrian invtado (Rusia, ue deberd su nombre alos vaegos, laniados rs rojizs,peirojs, sin duda porque Is extrafa coloracia del cabe- lo de muchos de ellos habia sorprendido, desde principios de nues- tra era alos observadores «pregose, es deci, bizantinos, eslavos y inabes) {QUE se ERMIENDE Pox vixtNcOs? 2 En todos los casos, salvo en Islandia, quizé, no se trata de co- Jonizacin verdadera en el sentido actual —y peyorativo— del tér- sino, Los reign legadosdebieron plegars cierto nimero de con- dicionesimplicits o explicitas:adaptarse a los marcos feudales de las sociedades en ls que entran;contribuir a la defensa territorial de su nueva «pati», lo que arin en toes partes de buen grado; y ‘bautizers, cota la que consentirin sin esfuerzo, bien sea por con- vieci6n o por politica; y esto es para nosotros de una importancia capital, puesto que, como podremos verificaraqut en mis de una ccasion, el vikingo deja de merecer ese nombre a partir del mo- mento en que se bautiza. En todos los casos, el observador queda «estupefacto por la facildad,y sobre todo la repidez, con que el vi- kkingo supo adaptarse a lis condiciones nuevas quc habia eegido. En dios 0 tres generacones, no hay ya escandinavos, no hay ya, por «empl, més que normandos (de Normandla) 0 russ. ‘Queda por deci, pars completar el cusdro, que el movimiento ‘conocerd una tima fase, de 960 1080, en verdad! mal explicadia y {que n0 ataie mis que a los daneses (hacia el aoroeste) y los suzzos (hacia el sudeste) Los primerostratan, con Sveinn el de la Barba Hiendida y su hijo Kaitr el Grande, de edquirr la supremacia sobre el conjunto de Escandinaviay Gran Bretaia conjuntament. No lo lograrén més que por unos pocos aio. Los segundos emprenden ‘una, ¢ incluso dos 0 mis, misterisas expediciones,aestguadas por ocumentos, especialmente rnieos, hacia el Asa leans, aparente- mente sin resultado, ; En realidad és es el fin del fen6meno vikingo. El mundo ha cambiado de tl forma desde hace doscientos cincuenta sos que los, ctiterios de comprensién han evolucionado radealmente. Numero= sas causis justifican este fins. Recordemos sobre todo que la ima sen del comerco internacional se ha modifiado radicalmente y ha hecho caer en desuso el kn vikingo o sus variants; que la cistia- nizacin del Norte ha echo entrar en pe de iguadad a esta parte w LA VIDA COTTDIANA DE Los RINGOS (00-150) del mundo en el concierto de las neciones europea y que, en nism Escindiaavia, Ie instaurain progtsia,segin el modelo continental, de fuertespoderes centraizados va en conta dela po- lice de golpes de mano individuals, f6rmula que podtia resumir con acierto la mayor parte de las expeicionesvikingas. Digamos aque la hora de los vikingos ha pasado. Ha durado unos doscieatos cincveat aon; ba dejado huells perdurables en muchos sectores de nvesr civiizeién; marca uno de ls tiempos fuertes de nvestra historia de lo doce skies sels, Pero noha garni pare aumen tar desmedidamente su importancia, i para rebajr ou dignidad Dicho esto ls palabra viking, eérmino cxya etimologi® parece shore elucidada —no es el bandido que se esconde en una bahia» (novménico antiguo, vik) para abalanzarse, de improviso, sobre el ‘arco mercante que pase por ll, sino el comerciante que va ejrciendo, su setividad de vieusen vias (de centro opmercial en centro comer~ cial}, no designa necesariamente a cualquier esandinavo de a época considerads, Todavfa hoy tenemos tendencia aconfundir bajo una de- ‘nominacin comin reslidedes que sn embargo, tienen rasgos espect ficos muy diferentes. Yel hecho esté muy difundido en la Edad Media ‘Convieae en efecto distinguir entre el danés, comerciante ma- ‘ullero siempre «le cabeza en a problemética del modernismo de la época, que acta prelerentemente en grupos pequeiios unidos por ‘obligaciones constrictvas(féleg, por ejemplo) y colocados bajo la avtoridad de un jefe—quizds esos enigmaticos «reyes del mar» (s2- onanger) de nuesteos textos—, y el noruego, seguramente menos ‘organizado, més tntado por la pura aventura —seriainjusto olvidar ‘este aspecto de la cuestién, esa llamada del oeste en particular, que ‘engendraré un éfa el fendmeno americano— y centrado en cimien- tos familiares 0 «politicos», es decis,representados por el «rey (ko- gr), que reins sobre el fondo de un fiordo o una porcién de un .QUESE ENTIENDE Pox VIKINGOS? » valle, En ovato al seco, el mis paclica de wos, al psreces, también el més comerdante, No esque no sea capaz de mangjar pe- ligrosiment el hacha de mango lrgo y amplio filo, pero los testi smonios, rabes soe todo, nos Jo muestran ocupado exencalnente cn actividades mercanies, Un dele, que no tiene nada de descr ballad, vendréa verifier este equema el dos preferido de os da- ‘neses fue ciertamente Odin, dios de los cargamentos (Parmatjr) y del comercio (los observadoresextranjeros lo identfcan sin es- fuerzo con Mercurio), pero también dos de a astucia, dl nga, dele caucelay de a victoria obtenida por cieniaestrtégica 0 e5- tratagems, incluso por traiién o por magi. No se pods describ mejor la idea que se hactan los vikingos —aqut daneses, si se quiere de su exstencia, Los norvegos preferian a rr, divnidad trata y ruidosa —es [a encarmacién dl trueo, de cuyo nombre ex porradora— pero bonachons, enedadora yeventualmente cata tiva. En cuanto alos suecos, aban, sinning género de dada, pre- ferencia a Preys, encarnci6n por excelencia de la fecundidad-fe lidad, En ouas palabras los dioses guerrero, 0 bien no son los preferidos de los vikingos o, todavia mejos, no ersten como rales. ‘Resbumos dever que el dios etatega OBinn rig as cagas de los ravi; a Be ae le atrbuye canto la resurrecién de sus machos ca trios como el triunfo sobre Ia sagacidad del enano Alviss (Que- todo-o-sabe) oe manejo desu mszs-emartll, Y nose podria ha- cer en aiagn caso de Freyr una divinidad marcia ‘No hablo de los itlndeses por razonesevidentes 0 esque las sagas no nos preseten reeventment, ass epediciones vikings como parte de a ifanca del héroe, pero éste e un tema més bien Tteravioy, de todas formas, los islandeses, por deirlo ax, hab tomado el fnbrr en marcha. Cuando redactan sus sagas, en el si- fo xt ene mejor de los casos, el emitovikingo> est y en vas de tlaboracn, Es sin embargo sin dada alguna esos mismos isha deses« quienes debemos el desubrimiento de Groenlania (hacia, 30 LA IDA COMDIANA DE Los visINGOS (00-1080) 980) y, a partir de ahi, del complejo Helluland-Markland-Vinland (alrededor del aio 1000, sel hecho tiene una realidad hisstica, cosa no segura). Pero esas proezasincumben solamente al tema del des- cabrimiento y no ofrecen una imagen complet del vikingo ‘Una km precision, evidente pero rara vex expueta ex senci- Jlamente imposible que el movimiento vikingo haya nacido de la nada y haya surgido de stbito, Recorrr en todes los sentido, de norte a sur y de este a oeste, el mando conocido, alejando eventual- ‘mente sus limites, imponer parcialmente su ley alos vejos imperios, enfrentarse al mundo bizantino, crear estados, apropiarge de jro- ‘incis,legar todo en vocabuarignéutico a es lenguas moderaas se intuye que para eso Fue necesaria una larg y lentaevolucién an- tes de permitr esta eflorescencia. Los siglas 1x y x no hacen sino ‘marca el panto terminal de esa evolicén, Es conveniente deci a mes algunas palabras sobre ello. Los escandinavos son antiguos eazadores-pescadores-recolee- ‘ores, presetes en los ugares ls que dieron su nombre unos diez nil aos antes de Jesuristo, Sufrieron la dominacidn indocuropea, al parecer en dos momentos sucesivos (hacia el 4000, y después hax is el 3000), Representan la rama septentronal de la «familia» ger- minica, lo que hace que la lengua que hablaban a comienzos de esta eray que a0 se diferencaré realmente en danés, sueco, nor- ego, islands y eros sino mucho més recientemente,escuviera es- trechamente emparentada con el germénico llamado comin, lo que los lingiists laman el proto-escandinavo. Aunque no faltan los testimonios anteriores, las primeras prucbas de la calidad de sv an- tigua cultura estn representadss, en Ia edad del bronce (sega Ia ‘erminologi admitida pare esas latitudes, del 1500 al 400 antes de Cristo) por dversos objetos y sobre todo por los céleres perogl- fos* presentes especialmente en Bohuslin (Suess, préxima a la ¢QUut Se ENTIENDE POR wixteces? a actual Giteborg), La calidad del tez0, la diversdad y la natutaleza de los motives, testimonian, alemés de preocupaciones aritcar indudables, prncipis rligiosos relacionados con la fertlidad-fe- cundied, con un simbolismo sls, y evidencian una précsca gene- ralizada del magi. Es notable el hecho de que ua buen siimero de css figuraciones demanden, sin tentzciones abusvas, la compara- cin inmedista con personajes o escenas presents en los grandes poemas de la Edda, jmis de dos milenios después! ‘Mas tarde, cuando la edad del hierro (400 2800), la evolucién de esa cvilizasi la levaré sufi primero una fuerte inftuencia cftea (entre ~400y 0}, después romana (02400), y por tltimo ger ‘minica continental (400 a 800). Es entonces cuando se pergefapro- sresivamente el barco que, poco a poco llegard se la maravilla sn Ja que la aventura viking habri sido sencillamente imposible; es entonces también cuando, exftuna especie de ensayo general as = bus escandinivasafluyen sobre la Europa meridional y oriental (eé- pecialmente lot gados y los lombardossy por slim, para no i mis lejos, cuando aparece una escritra primero pan-germénics, después progtesivamentetrensformads en especticamente escandi- nava: ls runas, sein un allabeto fubark de veintievatro signos, redueidos a diecstis hacia el 880, que, contrariamente & una de lt iis tenaces ideas establecidas, no son signos mégicos, sino un me- dio de comunicacién, como cualquier escritra Hci ef 80, en el momento en ques iicia deididamente el ‘movimiento vikingo, Escandinaviaposee una cultura, una ch cin perfectamente elaborada que no he tratado de presentar con mis detalles porque el estudio de sus consecuencias seré precisa mente el objeto de este libro. Un dltimo punto solamente: el lector ha debido sorprenderse sin duds, desde el inicio de esta obra al ‘verme manejar con cierta desenvoleuray,aparentemente sn dema~ siadas preocupaciones diferencadorss, aunque hays plnteado alga ras reserva, a daneses, noruepos, suecoseislandeses. 2 LAVIDA COMDIANA DE LO WiKINGOS 8001050) En realidad existe una unided eseandinava que permite, con los ruatices indispensable, pero menores en verdad, tratar del vida co- tidiana del vikingo independicasemente de su

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