clinica en dos tempos
Pierre Deffieux: La primera serie, cuyos autores son Viviane
and, Frangoise Kovache y Daniel Roy, se organiza alrededor
de casos de nifios y adolescentes. El texto de Daniel Roy ilustra
¢laramente el punto que Jacques-Alain sefialaba hace un instante:
que lo real no se deja dominar completamente por lo simbélico.
Daniel Roy tenia esto en mente, esforzindose por delimitar lo que
es corte, limite, borde, entre lo real y lo simbdlico. Establece una
pequefia articulacion teérica para introducir lo que va a ilustrar
en sus casos: se produce una “ruptura de la cadena significante”,
y en el momento de esta ruptura, en este punto limite, surge la
respuesta del sujeto. Se plantea la siguiente pregunta: saber de
cual sujeto se trata. Quiz4 podamos emplear aqui el término que
Lacan usé solamente una vez, y que encuentro muy esclarecedor
para la psicosis: el sujeto del goce. El sujeto responde por medio
de un fenémeno de goce. El autor proporciona una serie que no
solo est constituida por fenémenos del cuerpo, sino también por
alucinaciones. Por ejemplo en el milagro del aullido en Schreber:
hay un corte de la cadena significante y tiene como respuesta una
significaci6n y alucinaciones.
Las cuatro pequeiias vifietas clinicas lo demuestran, cada una
de manera diferente. Vifietas que fueron seleccionadas durante
la presentacién de enfermos de Philippe Lacadée y Daniel Roy,
presentacién de adolescentes de entre 13 y 15 afios. Conservo
en mi memoria el caso de un joven que, en el momento en que
evoca su edad y la fecha de su cumpleafios, desencadena un fe-
némeno del cuerpo. En otro ejemplo, el momento en que una
joven adolescente evoca al nifio, la diferencia de sexos, a través
109EMBROLLOS DEL CUERPO
de su relacién con un compaierito, su reaccin, que es repetitiva,
consiste en dar o recibir golpes. Finalmente, en un ultimo caso,
la nifia cuenta que sofié que su mamé le contaba una historia. El
maestro le pregunta: para hacerla dormir? La intervencién que
apunta al deseo de la adolescente conlleva la aparicién de una
alucinacién.
Jacques-Alain Miller: Una palabra a propésito del término “fe-
némeno del cuerpo”. Usted sugiere también “acontecimiento
del cuerpo”, una expresién que Lacan empleé para referirse al
sintoma, proponiendo hacer del sintoma en general un aconteci-
miento del cuerpo. En el presente texto, los fenémenos del cuerpo
que retienen su atencién son fendémenos transitorios, en eclipse.
Primera distincién a realizar: los fenémenos en eclipse y los per-
manentes. El famoso dolor “sinsentido encarnado” es perma-
nente, y tuvimos en la Convencién de Antibes! numerosos fend-
menos anormales, paradojales, insensatos, cuya permanencia hizo
que se los clasificara como suplencias a la forclusién del Nombre
del Padre. Calificamos a los fenémenos del cuerpo como sintho-
mes cuando se instalan permanentemente, ordenando la vida del
sujeto. En el caso de Marie-France Prémon, en principio es un
significante, “Pondéral”, el que juega ese papel, y a continuacién.
es un dolor permanente el que se instala en ese mismo lugar. Que
los fenémenos permanentes puedan jugar el papel de sinthomes,
insta a ver una forma de sinthome en el mismo Nombre del Padre
El razonamiento de Lacan es que si el Nombre del Padre puede
ser reemplazado por un tal “fenédmeno del cuerpo”, por un sin-
thome, entonces no vale mds uno que el otro. Lo que interesa en
este texto es una busqueda muy puntual: cual es la articulacién
significante que produce el fendmeno del cuerpo? Ustedes bus-
can el tiempo anterior al cual se inscribe el fenémeno aberrante.
A veces encuentran un enunciado del sujeto, a veces un enunciado
de su interlocutor, pero siempre buscan eso. Mas all4 de los casos
que traen, sobre los que hay que discutir si son todos convincentes
1. J.-A. Miller y otros, Los inclasificables de la clinica psicoanalitica, Buenos Aires,
ICdeBA-Paidés, 1999.
110
Una CLINIC) BRL 08 THEMIS
por igual, la cuestién es también saber si se puede extraer una
sefianza del caso Bruno y del caso Pierre.
ene
Daniel Roy: Agradezco ambas presentaciones. Mi pregunta era
saber si los fenémenos transitorios detectados en el curso de las
entrevistas clinicas no tenfan igual estructura que los fenémenos
permanentes. Me habia dicho: estudiemos las cuatro iiltimas pre-
sentaciones y veamos si, en efecto, se producen fenédmenos del
cuerpo. Mi sorpresa fue constatar que, efectivamente, existfan fe-
némenos que podiamos clasificar de este modo, y que habia una
cierta regularidad en la secuencia donde dichos fendmenos fueron
considerados. Era algo totalmente nuevo para mi, y que me llevé a
deducir esta construccién. Cuando reflexionamos sobre ello, qui-
zs es una red con una trama muy abierta, que no siempre per-
mite alojar la particularidad de los sujetos. El primer caso es el
del chico que tiene un fenédmeno del cuerpo habitual, un steppage
del pie que los padres asocian a una mala posicién uterina: ese es
el problema de la historia de su primera infancia, un significante
que, para él, esté en el orden de la certeza y que viene del lado
del Otro. El fendmeno se desencadena durante la entrevista, en el
momento en que se le pide situar su edad, su sexo, es decir, apor-
tar algo de su identidad. Lo que me impactd: el momento en que
se hace un punto de capitén es siempre el mas temido por estos
sujetos. Hay que relacionarlo con la clinica del autismo.
Philippe La Sagna: Una cadena significante, un S2, se constituye
y en ese momento se desencadena el fenémeno. A la inversa del
concepto habitual en que se produce el desencadenamiento, luego
del encuentro con un S; en lo real. Pero, quiz4 no sea tan con-
tradictorio, pues gqué es un S2? Es un corpus, la palabra esta en tu
texto. ¢Qué ocurre con los sujetos que tienen la imposibilidad de
constituir un corpus, o de encontrarlo como $2?
Daniel Roy: La cuesti6n es dificil. Pudimos constatarlo muchas
veces con pacientes, en particular los paranoicos, adultos o nifios:
un fuerte elemento identificador de la historia del sujeto resuena
en un momento dado, el conjunto del pensamiento se cristaliza en
un bloque y desencadena una reaccién de tipo paranoico. Re-
11Emanouio
pul CURD
cuerdo a un pequefio sujeto psicdtico que cada vex que es identifi-
cado a un significante de su historia “se eyecta de una habitacién”.
Se trata de un significante tomado en un momento importante
de la historia del sujeto, pero que es al mismo tiempo un signi-
ficante de encuentro, Es un Sj inscripto en la historia del sujeto
pero que lo totaliza. Cuando no lo vemos venir produce desen-
cadenamientos, tanto en adultos como en nifios. Por ejemplo, en
este volumen Edith Magnin explica claramente que todo lo que
venia a clausurar una acci6n, para el sujeto de los TOC, desenca-
denaba algo. Se presenta una significacién que el sujeto no puede
soportar, porque en ese momento, y para unirme a lo que decia
Jean-Pierre Deffieux, se evoca un goce, término de Lacan en “Li-
turaterre”. El sujeto no sabe qué hacer con este goce porque no
hay significante para esto en la psicosis. También en la neurosis,
lo real a veces es insoportable. He aqui el hilo.
Jacques-Alain Miller: Hay que ponerse de acuerdo sobre los
asuntos del S; que comanda 0 no comanda el cuerpo. Tomemos
el caso A., dice: “Tengo 15 afios y empiezo a sentirme viejo, cosa
que empieza a pesar...”. Inmediatamente se produce un fenémeno
del cuerpo: “No consigo sostenerme sobre las piernas, me caigo...
como si estuviera flojo”.
¢Cémo conceptualizarlo? Podemos decir: le gustaria sostenerse
en su silla como todo el mundo, pero el cuerpo escapa a su domi-
nio, su cuerpo se rebela, rechaza. Pero, por otra parte podemos
decir que su cuerpo es demasiado décil al significante, aparece el
significante “15 aiios”, o el ntimero 15 y jzas! Entonces, es dema-
siado vago decir que el cuerpo escapa a lo simbélico puesto que,
desde otra perspectiva, hay una complacencia delirante. Luego, es
posible que nuestro concepto de Si sea demasiado amplio. Quizé
podriamos distinguir con este fin dos alcances del significante
amo pero con muchas reservas: el Si como significante amo y el
S1 escrito enjambre [e.s.s.4.im].2 El cuerpo se opone al $1 como
significante amo, pero es extremadamente décil al enjambre sig-
nificante como tal, sin que podamos prever a qué significante va
2. Rssaim (enjambre) en francés, juego de palabras con $1 en francés.
112
a
Una cLiniCA EH HO HEMP
a engancharse dicha docilidad, Me pareve que ne podenes even
ger entre la complacencia somatica y el rechaeo del cuerpo, entre
decir que si o decir que no: no esti en el mismo nivel
Su ensayo identifica el Nombre del Padre con el punto de ea
pitén que viene al lugar del Otro para cerrar [boucler| un conjunto
no cerrado. El encierro del enjambre por un significante equivale
a un llamado hecho al Nombre del Padre. Eso es lo que Lacan
transpuso de la Gestalt: el agregado de un elemento suplementa-
tio a un conjunto de rasgos ilegibles hace aparecer una figura sig-
nificativa. Lacan habia conservado un ejemplo de la Fenomenologia
de la percepcién de Merleau-Ponty: si se proyecta una luz blanca
sobre un disco negro, el haz luminoso se convierte en un cono
lechoso y ya no se ve mas el disco negro, mientras que el agre-
gado de un pequefio cuadrado blanco separa los elementos: se ve
la luz, el negro y el pequefio cuadrado blanco. La insercién del
pequefio cuadrado blanco modifica completamente la percepcién.
Lacan sefiala su interés por estos fendmenos en “La direccién de
la cura”, pagina 573 de los Escritos,} aunque burlindose de “los es-
fuerzos de un autor [...] son conmovedores [...] para intentar for-
zar la teoria de la forma a fin de encontrar en ella la metafora que
le permita expresar lo que la interpretacién aporta de resolucién
en una ambigiiedad intencional...”.
Georges Devereux se sirvié de fenémenos perceptivos valori-
zados por la Teoria de la Gestalt diciendo que una interpretacion
es comparable a este elemento suplementario cuyo agregado hace
surgir una nueva forma. Para Lacan es conmovedor, porque la in-
terpretacién no es del registro imaginario, pero transpone el fe-
némeno en lo simbélico: una interpretaci6n es un significante su-
plementario. Se puede comparar con la alusién hecha en la pagina
204 de los Escritos,* intentando rendir cuenta de la transferencia
por el efecto Zeigarnik. Lacan agregé una nota por pedido del
editor donde decia que ya nadie sabia qué era el efecto Zeigarnik;
la nota precisa: “Se trata del efecto psicolégico que se produce por
una tarea inconclusa cuando deja una Gestalt en suspenso: de la
3.J. Lacan, Eseritos 2, Buenos Aires, Siglo XXI, 1985.
4.J. Lacan, Esorites 1, Buenos Aires, Siglo XX1, 1985.
113EMBROLLOS DEL CUERPO
necesidad por ejemplo generalmente sentida de dar a una frase
musical su acorde resolutivo”. Entonces, se trata del efecto de rei-
teracién producido por la ausencia de un punto de capitn. Por el
contrario, cada vez que se produce un punto de capitén equivale,
para nuestro sujeto, al llamado a “Un-padre”, y entonces aparece
el fenémeno del cuerpo.
Daniel Roy: Estoy completamente de acuerdo con su lectura.
Me habia basado, como lo subrayé Jean-Pierre Deffieux, en el
pasaje “De la cuestién preliminar...”, donde Lacan habla del es-
fuerzo de réplica del sujeto, en los Escritos,s pagina 542, “un efecto
de franja mostrando los dos tiempos en que el significante que se
ha callado en el sujeto [el significante acaba de callarse porque
nada responde] de su noche hace brotar primero un fulgor de
significacién en la superficie de lo real, luego iluminarse a lo real
con una fulguracién proyectada desde debajo, de su cimiento de
nada”. Alli estan los dos movimientos. Me parece que en la ilu-
minacién de lo real, por una fulgurancia proyectada desde abajo,
podemos poner sea fenémenos alucinatorios del cuerpo, o sea al-
gunas veces variaciones del cuerpo imaginario que se reproducen
en la relacién con el otro, y que son dificiles de situar.
Jean-Pierre Deffieux: Estoy sorprendido de que al escucharte
retorne un tema que Jacques-Alain Miller habia desarrollado hacia
el final de la Conversaci6n de Arcachon cuando decia “yo propon-
dria que, cuando tratamos con lo que Ilamamos en nuestra vulgata
fendémenos de goce, siempre se piense en articularlos con su lugar
en el proceso simbélico, porque esa sigue siendo la leccién fun-
damental de Lacan”.6 En cuanto a lo que has hecho aqui, y en la
mayoria de los textos, tratamos de aplicar esto.
Jacques-Alain Miller: Si, desarrollaba la idea de una articulacién
en dos tiempos que Lacan expone en “De una cuestién prelimi-
. Lacan, Escritas 2, Buenos Aires, Siglo XXI, 1985.
-A. Miller y otros, Las inclasificables de la clinica psicoanalitica, Buenos Aires,
ICdeBA-Paidés, 1999, p. 389.
14
UNA CLINICA EN DOS TIEMPOS.
nar” y que retoma en su “Presentacién” de las Memorias del Presi-
dente Schreber, texto breve que habfa publicado en los Cahiers pour
Panalyse. Primer tiempo, el proceso simbélico: articulacién signi-
ficante. Segundo tiempo: irrupcién de un goce. El fenémeno al
que denominamos “fenémeno del cuerpo”, si es considerado en
si mismo, desborda la dimensién simbélica, pero se inscribe en
una légica. Jamés debemos omitir la referencia al proceso simbé-
lico anterior. Schreber padece una obligacién de pensar, y cuando
emerge el “pensar en nada” se produce el fenémeno.
Lacan formalizé la articulacién en dos tiempos como la matriz
l6gica del inconsciente, bajo el nombre de alienacién y separacion.
Primero, la alienacién: es una articulacién significante $-S2 que
comporta una pérdida con la que Lacan conceptualiza lo repri-
mido. Segundo tiempo, la separacién, el momento pulsional. Se
hace el esquema para mostrar que la pulsién responde a la repre-
sién. No existe, por un lado, la represién con retorno de lo re-
primido, lo simbélico y sus fenémenos que se denominan las for-
maciones del inconsciente, y por el otro las pulsiones: ambas son
correlativas.
Ya para Freud, interpretar era interpretar en términos de pul-
sién, lo constatamos desde “El chiste...”. Lacan en Las formacio-
nes del inconsciente comienza edulcorando lo que Freud dice de la
pulsién, porque la reestablece en el segundo piso del grafo. Con
alienacién/separacion, afios mas tarde, inventa todo un sistema
para mostrar que el surgimiento de la pulsin responde a la cons-
titucién de lo reprimido. El tiempo de la alienacién es lo repri-
mido. La separacién es la insercién de la pulsién en respuesta a lo
reprimido. En cambio, la “Metapsicologia” trataba separadamente
el inconsciente y las pulsiones. Lacan muestra en qué ambas se
articulan.
Encuentro en las psicosis lo siguiente. ¢Qué sucede con Ia alie-
nacién/separacién psicética? En el lugar de la alienacién, no esta
la represi6n sino la forclusién. En el lugar de la separaci6n son
los fenémenos del cuerpo, es decir la pulsién no domesticada, la
pulsin que no se articula fécilmente con el objeto a. En El Se-
minario 11, la pulsién se describe como una trayectoria alrededor
de un vacio, una falta simbélica, esté desubstancializada, “color
de vacio”, dice Lacan, decantada simbélicamente. En lo que de-
115,EMBROLLOS DEL CUERPO
nominamos fendémenos psicoticos del cuerpo, la pulsién emerge
en lo real, le corta las piernas, le rompe la cabeza, les atraviesa el
cuerpo. Dicho de otro modo, propongo reconocer en los fenéme-
nos del cuerpo la pulsién que pasé a lo real.
Jobanes Finckh: En la neurosis, la pulsién responde a lo repri-
mido. Cuando hay forclusién, jes necesario decir que la pulsién
responde a un excedente de significantes? Me hago esta pre-
gunta dado que de lo expuesto por Daniel Roy se desprende que
es un abrochamiento significante demasiado perfecto, un exce-
dente donde todos los significantes equivalen, que desencadena el
fenémeno.
Daniel Roy: Retengo con interés la formula de la pulsién que
pasa a lo real. La pulsién es algo que el sujeto dedujo de su en-
cuentro con el otro, est4 inserta en su historia y esto da cuenta de
las particularidades de su lengua.
Jacques-Alain Miller: Veamos ahora los casos Bruno y Pierre.
116
4. El
Dur
mul