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Somatotropina Bovina?
por Robert Cohen, D. D.
de Animal Rights Resource Site
No hay evidencia de que la BST constituya una amenaza para la salud humana.
En Noviembre de 1993, la firma Monsanto había obtenido el visto bueno de la
FDA para fabricar y distribuir la BST bajo el nombre comercial de Posilac.
Como resultado, en Febrero de 1994 (tras una moratoria de tres meses) el
suministro lechero de América cambió de la completa bebida que acompañaba
las tartas de manzana de mamá a la pócima genéticamente diseñada sacada de
una historia de terror de ciencia ficción más allá de la imaginación.
[Contrapunto]
Esta carta explora las bases de nuestros conocimientos actuales sobre la BST.
Todas las investigaciones e informes representan una pirámide de datos, y la
punta de esa pirámide es la conclusión de que "la leche tratada es fiable". Este
documento demostrará que los datos, que son el mortero de los cimientos de esa
pirámide, son falsedades.
Conclusiones de la FDA
La FDA concluyó lo siguiente:
1. La BST no tiene ningún efecto sobre animales de laboratorio cuando se
toma oralmente.
2. La leche procedente de vacas tratadas con BST es igual que la leche
normal.
3. No había necesidad de realizar pruebas toxicológicas porque no había
ningún efecto sobre los animales de laboratorio.
4. El informe Guía para la Aprobación de un Método de Análisis de
Residuos no fue necesario porque no había efectos sobre los animales de
laboratorio.
5. La Guía para Establecer un Periodo de Retirada fue fijada a cero días
porque no había ningún efecto en los animales de laboratorio.
6. No hay absolutamente ninguna posibilidad de que el consumo de leche
procedente de vacas tratadas con BST pueda incrementar el riesgo de
cáncer de mama.
Toda agencia reputada acepta las conclusiones emitidas por la FDA. La mayoría
de esas conclusiones fueron extraídas del documento histórico que la FDA
publicó en Science, la revista científica más prestigiosa del mundo. El artículo de
Science de Juskevich y Guyer afirma:
El tratamiento con BST produce un aumento en la concentración de IGF-I (factor
de crecimiento semejante a insulina-I) en la leche de vaca.
¿Habían salido a comer todos cuando se dijo esto? Incluso la respetada Revista
de la Asociación Médica Americana afirmó que no había diferencias en la leche
tratada con BST. ¡Hay evidencias preocupantes de dramáticas diferencias en los
niveles de IGF así como evidencias de que el aumento en los niveles de esta
hormona del crecimiento son el factor más importante en el crecimiento de todos
los cánceres en los humanos!
Los datos indican un periodo de latencia para el crecimiento del bazo. También
hay un periodo de latencia para otros factores como el crecimiento de un tumor.
Los animales empleados en este estudio fueron sacrificados al cabo de 90 días.
¿Son 90 días tiempo suficiente para advertir un tumor en desarrollo?
Aparentemente los científicos del Albert Einstein College piensan que no. Ellos
observaron que los ratones tratados con IGF desarrollaban un amplio espectro de
tumores con una frecuencia mayor que el grupo de control al cabo de 18 meses.
La revista médica británica Lancet informa que las proteínas de los alimentos
evitan la descomposición del IGF permitiendo que el IGF estimule el crecimiento
intestinal. La caseína actúa deteniendo la descomposición del IGF que entra en el
estómago y no está unido a otras proteínas. El IGF realmente pasa a través del
tracto digestivo sin ser digerido.
Cáncer
Los científicos descubrieron que los IGFs juegan un papel decisivo en el
crecimiento de las células cancerosas de páncreas, de tumores cerebrales,
colorectales, tiroideos, linfáticos, renales y óseos. De hecho, los doctores han
observado que las células cancerosas humanas dependen de las señales a través
del receptor de IGF para su supervivencia y crecimiento continuado.
Cáncer de Mama
Imaginemos el crecimiento de una célula cancerosa. La primera célula en invadir
un pecho. Siempre debe existir una primera. La célula contiene un código en su
ADN para reproducirse. Puede pasar una semana, o seis meses, antes de que se
divida en dos células, y luego en cuatro y luego ocho. Cada vez que la célula se
divide hay un periodo de tiempo hasta la nueva división. Ese periodo de tiempo
generalmente es el mismo para cada duplicación. Supongamos ahora que el
tiempo de duplicación sea de 3 meses. Una mujer necesitará entre 500 y 1000
millones de células para detectar un bulto en su pecho. Para nuestro propósito eso
significaría 29-30 duplicaciones. Si cada proceso de duplicación equivale a tres
meses, el cáncer será detectado aproximadamente 90 meses después de la
aparición de la primera célula. No se puede observar este proceso en un
laboratorio y probablemente nunca se hará. Sin embargo, de los datos anteriores,
podemos interpolar y "estimar aproximadamente" tanto el proceso como los
efectos del IGF combinado con estrógenos.
Esto indica, por primera vez, que la regulación estrogénica del péptido IGF-I en
células cancerosas de mama apoyaría la hipótesis de que el IGF-II tiene una
función reguladora autocrina en el cáncer de mama.
Un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de
Maryland observó que los IGFs son potentes mutógenos para la proliferación de
células malignas en la línea del carcinoma de mama.
Sin embargo, la opinión oficial de la FDA sobre el IGF y el cáncer de mama es:
Para empeorar las malas noticias, Wiseman examinó los efectos del Tamoxifen,
la medicina milagrosa que muchos han usado para tratar el cáncer de mama, y
descubrió que el Tamoxifen estimula la proliferación celular sensibilizando a las
células hacia los efectos multiplicadores del IGF-I.
Armado con esta información, ¿todavía te gustaría tomar un buen vaso frío de
jugo de ubre de vaca con esas galletas?
El autor quiere hacernos creer que el IGF de la leche, una hormona péptida, se
absorbe intacto en cantidades significativas y es transportado a diversos tejidos
donde provoca la "proliferación" del cáncer, sin explicar cómo el tumor sería
provocado en primer lugar.
[Nota del Administrador de ARRS: Es posible que los cánceres estén siendo
provocados a través de medios "normales", y que sus posibilidades de sobrevivir
al ataque del sistema inmunitario del organismo sean incrementadas por el IGF
exógeno. Si es cierto que el IGF dietético puede alcanzar un cáncer naciente,
entonces es posible que pueda aumentar sus posibilidades de convertirse en un
cáncer plenamente desarrollado.]