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PENSAR EL PAISAJE04 [COAN 2008] ABADAEDITORES LecTuras F Serie H.2 del Artey de ta Arquitectura nv Dec JM HERAANDEE LEON sn CALATRA ont art t cretin SERS cee cieaee es tere = Kone, Pan (Hse) © fotogratin cde ANDRES FERRER Maneno eed dg ie (© ve tos ecros, sus ross, 2009 (© Fownaci6n Beutas. CDAN, 2009 (© AnADa EorroRts, 8.1, 200% infest ode | Calle del Gabernados, 18 Hort Maid ‘eho 14290 882 fox 9297507 uete Earunio Joaquin GAaLLe00 produccién Guanauuoe Gissar 4-967 65-7 eps lege 48169-2009 prsimpresion Datonear Anse impresin Laver, AUR Paisaje e historia YAVIER MADERUELO (air) MALCOLM ANDREWS ¢ JAVIEF ARNALDO JUAN CALATRAVA, |ORA CARAPINHA ® LORETTE ODEN * FEDERICO LOPEZ SILVESTRE ‘ANA LUENGO © JAVIER MADERUELO JOHANNES RENES CARLO TOSCO » LUIS URTEAGA PENSAR EL PRISAIEA CDA 2009) anno 2009) ‘AB AD AEDITORES, LEGTURAS OE PAISAJE INTRODUCCION: PAISAJE E HISTORIA Javier MapeRUELO Los textos que se recogen en este libro corresponden a las ponencias realizadas en un curso, titulado Paiajee Historia, que es el cuarto de una serie de encuentros monogréficos que el CDAN realiza bajo el epigrafe «Pensar el paisaje>. Este curso ha sido precedido de otros tres que estu- vieron dedieados a analizar las relactones del pasaje con el pensa~ miento, el arte y el territorio, y que han sido publieados también en. Abada Editores. Ante la atonia de las administraciones para encauzar la investigacion, fuera de las miserables ayudas que se coneeden a través de los planes de IsDy del smbito en el que se conceden dichas ayudas, el CDAN realiza una labor en el doble sentido de encargar el estudio y redacci6n de ponencias especificas a destacados especialistas en temas relacionados con el paisaje, y de transferir esos conocimientos por medio de cursos, de exposiciones y de publicaciones que de ellos se derivan, por eso es necesario hacer hineapié en el eardeter de «trabajo de investigacién® que anima estos cursos y en la idea totalizadora que pretenden al abarcar ciclos completos sobre un tema. Estos dos proce~ 0s: generacién de ideas y difusién de conocimientos constituyen los pilares esenciales de la investigacién. Se ha insistido en cursos anteriores en la idea de que el paisaje no es ni naturaleza ni tervitorio sino construccién humana, y también se ha 6 pusaicemisronn insistido en que lo es en una doble vertiente: en cuanto constructo mental que interpreta lo que se ve y en cuanto construccién fisien que altera, modela y transforma el territorio. Como toda obra humana, el paisaje es susceptible de poser una his- toria que, logicamente, no es independiente del decurso del resto de las obras y actividades humanas con las cuales se relaciona. Sin embargo, cuando ahora, a principios del siglo xxr, estamos cobrando conciencia de que el paisaje posee multiples facctas que atafien y comprometen a diferentes diseiplinas y conocimientos, el intento de establecer las pau- tas historiogréficas para poder comprender su evolucién se nos presenta, como una obra titiniea. En 1949, hace ahora 60 afios, el historiador inglés Kenneth Clark publicé un libro titulado Landscape into ar’ donde intents trazar una his- toria de la pintura de paisaje y, més coneretamente, de la pintura de paisaje en Occidente. A su esfuerzo y conocimientos se debe el mérito de haber dado coherencia historica a ese particular del arte, diferenciandolo del resto de la pintura, pero al hacerlo no recurri6 a la periodizacién habitual establecida para estudiar las artes plésticas, aque- la que clasifica las obras de arte encasillindolas en épocas nombradas, con términos como renacimiento, manierismo, barroco, rococé, eteé- tera, sino que se vio obligado a establecer otro tipo de categorias clasifi- catorias cuyos titulos son: paisaje simbélico, realista, fantastico, idea~ lista, naturalista, y, en los tiltimos eapitulos, tiene que recurrir a construcciones léxicas como las luces del Norte> y el regreso al orden», palabras y frases con las que intenta expresar el sentido de la evolucién de la pintura de paisaje lo largo de los siglos. En cierto sentido, con estos titulos, con los que caracteriza cada capitulo de su libro, Clark esté poniendo en evidencia que el diseurso del paisaje pintado, aun siguiendo los rasgos estilisticos y las técnicas de cada uno de los periodos estableeidos al uso, ha seguido un camino auténomo con respecto al decurso de la pintura de historia, el retrato 0 el bodegon. ‘Ahora y aqui entendemos el término paisaje como algo més que un .género de pintura, sabemos que el concepto paisaje atafic a otras artes, como la poesia, Ia literatura, la musica, la jardineria, la fotografia y la arquitectura; a otras précticas culturales, como la agricultura, las obras 1 Kenneth CLARK, Landeae ina, John Murray, Landes, 1949. Hay ediein en espaol: HT tech paige, Sete Bare, Barelons, 197 rmoovccn ASAI TOA 7 pblieas, los asentamientos humanos; a otras eiencias y saberes, como la geografia, In boténica, la ecologia y la sociologia; y, en fin, a otras reali- dades y actividades como los territorios, los paises y el turismo, lo que es tanto como decir al conjunto de las relaciones humanas que se mani~ fiestan a través de la politica yle economia, Establecer unos modelos historiograficos para comprender Ia manera en que se ha gestado, desarrollado y extraviado el concepto pai- saje y sus manifestaciones a lo largo del tiempo, hasta ofrecer hoy la ‘enorme complejidad que pose, no seré ficil. Desde luego, no hemos pretendido conseguirlo ni en las lecciones impartidas durante el curso nin las ponencias presentadas en este libro, pero entre los presupues- tos del CDAN existe la pretension de reunir a algunos de los més importantes especialistas en Ia historia del paisaje, de la jardineria, de la cartografia, del arte, de la literatura y de la arquitectura para exponer y discutir las ideas que sobre sus nespectivas disciplinas han desarrollado. La historia no es sélo una manera de conocer e intexpretar el pasado, sino que puede ser también entendida como una herramienta {que nos ayude a situarnos en el presente y a proyectar el futuro; en este sentido los cursos «Paisaje y Pensamiento® se engarzan con el «Pro- yecto Arte y Naturaleza® deserrollado por el CDAN, que consiste en Ia creacion de una serie de obras de arte actual que se convierten en hitos en el tervitoria y en candensadares de paisgje. Fl «Proyecto Arte y Naturaleza> trata de erear una coleccién de obras que tienen una voluntad de futuro y, por tanto, de ser objetos para la historia, ya que su finalidad es la de ser testigos de la actualidad® Coineidiendo con la elausura del eurso Paisje Hitoria, se ha inaugu- rado una obra permanente disefiada expresamente para la localidad de Plan, en el valle de Gistain, por el artista danés Per Kirkeby. Por su forma y condiciones fisicas se trata de una obra con eualidades para ser testigo de la historia de la actualidad que pretende ser entendida como 1 dltimo eslabén de esta historia del arte del paisaje, como un eslabon que cose el pasado con el futuro. Gon este motivo se ha montado en In sede del CDAN en Huesca una exposieién de obras pietéricas y esculto~ ricas de este polifacético artist’. 2 Hiatt momento han seliado abras de Richard Lang, Ulech Richriem, Sih Arma- jn, Fernando Cass, Divi Neh, Allerto Garneivay Per Kirke, que estn dinebuides por la prowinela de ues 3 Vise atlogo de la exposicin: Pr Fry: CDAN, Hees, 2009. Con textos de Marga Pra, Per Kirkby y Javier Maderuelo 8 puss misrona Para tomar conciencia de los diferentes caminos que la historiografia esti siguiendo en sus intentos por narrar el devenir del paisaje, para aprender sobre los temas que entrelazan el paisaje con la historia, hemos reunido en el GDAN de Huesea a algunos de los profesores mas destaca~ dos de Europa, quienes, por medio de su capacidad de investigacién, de su generosa docencia y de sus libros, estan generando las actuales ‘histo- rias del paisaje’. Estimulados por la respuesta positiva que las actividades del CDAN estin teniendo en todo el mundo, hemos invitado a los que nos han. parecido las figuras de la historia del paisaje més interesantes de este momento. Los textos se han ordenado de manera que se puedan leer desde los aspectos mas generales y metodolégicos alos temas mas coneretos y pun tuales. Con enorme pesar quiero dejar constancia de que uno de los profe- sores que inmediatamente aceptaron venir y que, adems, iba a impartir la leceién inaugural, Michel Baridon, fallecié un mes antes de inieiarse cl curso. Quiero, desde esta Iniroducién, rendirle el mis sincero home- naje de los profesores y ahumnos que participaron en el curso, También quiero expresar mi agradecimiento al profesor Juan Calatrava, director de la Escuela de Arquitectura de Granada y traduetor al espasiol de Ia obra de Baridon, ls geatileza de haber sustituido al macstro en ol ateil de la leccién inaugural. ‘Como es légico, quiero también dar las gracias al resto de los profe- sores que nos acompafiaron en el curso y que han redactado estas, ponencias. Quiero agradecer también la generosidad, el esfterzo y la dedicacién de la directora del CDAN, Teresa Luesma, asf como de Maria Pallis, Victoria Fale y Obarra Nagore, quienes han trabajado en. la coordinacién del curso y el montaje de la exposicién. Siendo importante el elenco de profesores que han participado, lo ‘més importante del curso han sido los alumnos ya que, dado el alto nivel de su formacién y la diversidad de sus intereses profesionales, han par- ticipando muy activamente en las diseusiones y coloquios, lo que ha per- mitido mejorar y matiear el contenido de las ponencias que aqui se publican. 4 Michel BARDON, Lafekns Pits Jade, Pt (vol), Abad, Madd, 2004-2005 2008. (ds en fenets, 1998) 1. PENSAR LA HISTORIA DEL PAISAJE Feperico Lopez SILVESTRE 1, gUNA HISTORIA DEL PAISAJE POR DISCIPLINAS? Actualmente muchas diseiplinas se ocupan de dar forma 8 la historia del paisaje. Puesto que todo es histérico, esto es como decir que existen muchas formas de escribir sobre el paisaje. Al menos eso comienzan recordando algunos autores franceses que, con incansable voluntad abarcadora, han intentado vislumbrar la totalidad del problema. El pri- mero de ellos, Jean-Robert Pitte, en Histoire du paysage franai! se refiere a siete tipos: 1. El paisaje de los geografos isicos, geomorfologos y demés partidarios de la (Jean Tricart; Georges Bertrand), autores para los que cl paisje es Ia combinacidn de elementos fsico-quimicos, biolégicos y ante6picos coneretos en evolucién, y que proponen la sustitucién del ér— imino 0 &georistera>. {.EI paitaje de los historindares del mundo rural (Mare Bloch; Roger Dion) de tradiciom materialistay,a veces, hasta pe (Emilio Sereni), aparece cen obras que comienzan a ser eteritas en la déeada de los weinta en Franeia 1 Jean-Robert Prive, tore du pug nu Tallndier, Pris, 1983; 8. ed, yard, 2003. 10 ssasee misronn {yque por su temitica insisten, més que en el paisaje, en lo “rurale, en el campos, enlo sagratio®... {El paisaje de los historiadores del arte formalist (mencionado de patada, cen relacién con un libro de Frangois Benoit publicado con el titulo Hitoire dupaymge on rons” en 1908 y que se demora en el anilisis de Jos euadros) 4B] paisaje monumental de los arquedlogos o la arqueologia del paisaje (fandada con ese nombre en Franeia por Raymond Chevallier gracias aun coloquio homenimo celebrado en mayo de 1977 y continuada en esos m mos afios por Roger Agsche 0 Paul Dufournet), de los historiadores de las ciudades y Ine villas Gnieiado por Pierre Lavedan, y renovado por mediewa~ Listas como Robert Fossiero Jean Chapelot) y de los arquitectos preocupa- dos por la historia (Pierre Pinon, Jean Castex, Jean-Philippe y Dominique Lenelos) {5cEl paisaje de los jardineros de la Escuela de Versales, que se ha especiali~ sudo en formar a téenicos de jardin y a ex0 que ahora llamamos , en Jevier MADERUELO (dir-),Pigy fr ‘amen, Abada- CDAN, Madrid, 2008, p. 1457s. Eplanteamiento por dnipina se pe enta de manersexplictaenla"Imoduecis, donde Beste dice: Me itereo, de forma porn descripeion y el anise de lo que yo lamar lactase en a epee y contcmporinen, con referencia especial ala geogralay al pia (p- 143)-Y. Inisadclante, #Cada una de ets posture la spoyt una 'profeson’oxrupo de‘profesiones Chdecir une formacion a una corporacion academia (p, 46)-En las Conelusiones shade La puerta de los humanistes, los historiadores de la cultura, Ios historia ores de l literatura y el arte (como, por ejemplo, de E. Gombrich), que ‘parten de la idea del paisaje como representacién. La puerta de los gedgrafos culturales, epecialmente los norteamericanos (como, por ejemplo, de]. B. Jackson), que parten de que el paisaje es un espacio social y humanizado, aunque material y conereto, colocado més allé de cualquier lgica pictsriea. La puerta de los ecélogor, los gedlogos, lox edafélogos, los elimatélogos, los botanicot y os geomorfélogos (como, por ejemplo, Georges Bertrand © Denis Mercier), que parten de una perspectiva‘realista’o ‘naturalist del poisaje como entidad objetiva que actualmente esta siendo cuestionada, La puerta de lor fildsofos fenomendlogos (como, por ejemplo, Merleau~ Ponty), que parten de la idea de pairaje como experiencia La puerta de los ereadores, como los arquiteetos, los jardineros, los paisajis- tasy los artistas (como, por ejemplo, Richard Long), que parten de uns ‘perspectiva active, ereativa y proyectual, pero pudorosay atenta con el medio. Aprecio y valoro sinceramente la obra de Pitte y Besse. De hecho, la editorial Biblioteca Nueva esté preparando la publicaci6n de un libro de Besse que veré la luz en castellano en breve. En su ensayo, como en el capitulo de Pitte, pereibo sensibilidad y franco interés por delimitar no los estudios de todo lo que afecta al territorio, sino, especificamente, los cestudios que tienen algo que ver con eso que llamamos paisaje—algo més complejo que afecta, por igual, a sujeto y objeto-. Ademés, no cabe ‘duda de que la separacién por disciplinas facilita la tarea de localizar los distintos modos de estudiar la historia del ps esquema, incluso podemos afiadir otros trabajos que analizan el «State of Art® de la historia del paisaje con mas detalle*. Sea como fuere, esa “miro menos se pueden hacer correrponder las diferente oentacionss que acabo de pre- ‘Solar con determina dieplings er dei, profi), de las que sean, design mode, ‘consigna osu paradigms fundamental» (p-169). 15 Dende a perapectiva de la arqueclogs, la storie y la geografis histories, el estado del arte fe descr em parte en Catoling FORD. « Landscape and Environment in French istorial and Geographical Thought: New Diseeions>, en Pench tonal Suey vol 4, Ni? 4, Winter 200%, pp. 125-194; yen Paul GLAVAL, Hie dela Geagpifneaue de 1330 2 ‘omjou, Nathan, Par, 1998. Devde la perspec de a historia de as imagenes y dl arte Te dinacign ya fue delimtnds por Denis COSGROVE y Stephen DANIELS en ln introduc cian dew lonarapiyofontene, Cambridge Universty Pres, Cambridge, 1989, pp. 1-11 (Gungue tambien se menciona s hisoriedores del teritorio y Te Iitertura)- Desde ly ‘perapectva del historia del leraturalasituaign aparece deserts, de manera algo sex” 2 xtsse enisrona separacién por disciplinas establecidas resulta innecesaria y, en el caso del paisaje, hasta contradictoria. En el estudio breve e intenso de Besse, este problema se pone especialmente de manifiesto porque dentro de apartados coneretos, como el dedicado a los ecdlogos, se acaban compa- rando posturas bastante diferentes (Bertrand con Berque?) y porque en capitulos como el de los eeélogos y el de los fenomendlogos se sepa- ran autores en funcién de su formacidn y no porque realmente exista tal disparidad entre sus planteamientos (¢Quién tras leer al ultimo Berque hha dudado un segundo de su cereania con Merleau-Ponty?). En resu- men, dividir la historia del paisaje en historias disciplinares del paisaje recuerda mucho aquellas palabras que Mare Bloch us6 para describir la tendencia a la especializacion de nuestro tiempo: Delo que veo desde mi ventana, cada fo toma lo suyo, sin ocuparse mucho del conjunto; el fisico explica el azul del cielo; el quimico, el agua del vegato; el botsnico, la hierba. Dejan cuidado de recomponer el pai~ saje, tal como se me a wrece y emociona, al arte, si ex que el pintor o el ‘poeta tienen a bien encargarse de ello. ¥ ex que el paiseje, como unidad, fxiste dnseamente en mi coneienefa, yo propio del método cientifico, ta como estas formas del saber lo practican y por su éxito lo justifican, es shandonar deliber jamente al contemplador, para no querer conocer sino los objetor contemplados. Los lazox que nucstro espiritu tee entre las cosas les parecen arbitrarios: los rompen adrede para establecer una diversidad que les parece mds auténtica>’. Al partir de este «control fronterizo®, que es como Aby Warburg lamé al culto a la especialidad, no se informa demasiado bien sobre la marcha de los estudios sobre el paisaje porque no se recoge el espiritu con el que nacieron y se limitan sus posibilidades. Por poner algunos cjemplos, si seguimos ese planteamiento disciplinary nos enfrentamosa imagenes como Hlasedia de Febery (1648) de Pieter Snayers (fig. 1), geomo pda, v gra en Robert Maviiew, «Historiography and Landicape Studien en Landes Detar and Eh Relgous Cute, 1660-1800. Samuel Jose and Langs Ntrl Dero Londres; Macmillan, 2009, pp. 1-39. Por fin, para los jardines podemor manejar de ichel Goma (ed), pias on Coden Huston, Dumbaiton Oaks, Washington, D.C. 1999, Mia bibliografi en Federico LO? SILVESTRE, «Por una historia comprensia de Lbides de poiaje: Apuntesdetearia de la historia del puiaje®, en Quintana, 2003, 2.° 2 pp. 287-208. 7 Mice Buncn, Iodine lira, México, PCE, 1952, p. 16 |. Penn ASTOR 4 PAISE 3 1. Pieter Seavens, Hla de bog en Meo 27 de Febrero de 1643, 1648, Deutsches Historisches Museum, Berlin. se debe proceder? gA quién corresponde el analisis de esta obra? ¢Al geografo, al especialista en historia politica o al historfador del arte®® Em. el mismo sentido, gdénde encajan segiin este planteamiento los datos que muestran la importaneia para el desarrollo del jardin del avance de las ciencias naturales?” gE intervenciones como las de Desvigne y Dal- noky en Issoudun (fig. 2)? ¢Quién se debe ocupar de estudiar unos j dines urbanos que han sido disefados respetando el antiguo entramado de huertas privadas? ¢EI historiador de los jardines, el de la ciudad o el {8 Butodioscapaces de romper estos linites entre historia de Ia eartografi histori del arte som, por ejemplo, os del propio Jean Mare BESSE, Volare Actes Sud, Arles, 2000; ¢l de Srelena ALRERS, Hore edi oe alinden ello XVI, Blume, Madsid, 1987; Javier Maneateto, eManeras de ver el raundo. Dela ertogrfis al puny en Rae ttn, [buda-CDAN, Madsid, 2008, pp 57-82 yl paginns que yo mismo dedico ala impor fancia de lov estudiostopograficor de on ingeniros en el vance del puiejeme en Calica Federico Lovet SiwEsTat, Aemenenca dpe nt Gc Tatra (1700-1839) Biblioteca Neva, Madrid, 2009, pp. 287-929, 9 Clcsv: gre Michel Battoon,

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