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Desarrollo Eeondeicy, ¥, 28, N° 102 fh fo-seerbee 1866), CONTROL DEL TRABAJO Y DISCRIMINACION: EL SISTEMA DE CONTRATISTAS EN MENDOZA, ARGENTINA, 1880-1920 RICARDO D. SALVATORE Intreduecion Durante el perfodo 1880-1920, Ia economia de Mendoza experiment uuna dramética transformacién, Con la legada del ferzocarzil y de los inmi- grantes, el uso de la tierra pasé del pastoreo y el cultivo de trigo a la vitiv nicultura, Grandes estancieros, la mayor parte de ellos eriollos, subdividie- ron y adquirieron Jineas de irrigaciOn para sus propiedades y con el auxilio de inmigrantes italianos y franceses sembraron con vides sus terrenos, sos inmigrantes introdujeron muevas variedades de vita, nuevas téonicas de cul- tivo y nuevos sistemas de mantenimiento, Comenzaron a produeit vino en tun volumen creciente destinado a los mercados del litoral, Las bodegas se multiplicaron, modemizaron y expandieron suministrando una nueva base industrial para un crecimiento econdmico sostenido en la provincia’, Este proceso de crecimiento econdmico y modemizacién fue posible gracias al desarrollo de un nuevo complejo de relaciones Iaborales entre los propietarios y los trabajadores inmigrantes, denominsdo sistema de contra fistas. Fue tn régimen de tenencia y relaciones de trabajo que permitio a los propictarios nativos plantar y cultivar viiedos en sus tierras con la fuerza de trabajo combinada de inmigrantes y criollos, Para los terratenien- tes, el sistema sitvid para solucionar Ia estrechez de oferta de trabajo que el crecimiento vitivinfcola traia aparejaco, Para los trebajadores, el sistema introdujo una Jerarquia en la fuerza de trabajo donde los inmigrantes acce- dieron a la posicién mejor pagada de directores de la explotacion agricola, mientras los eriollos quedaban como asalariados temporarios o estacionales. El sistema de contratistas acentué las diferencias entre eriolios e inmigran- tes facilitandoles a estos iltimos el aceeso a la propiedad territorial, Este articulo sostiene que Ia emergencia del sistema de contratislas y el agravamiento de le discriminacién Sinica que trajo involucrada fue una respuesta de clase de Ja elite terrateniente a una situacién en la cual una demanda ereciente de trabajo chocaba con la reticencia de! trabajador criollo 5 Wine FLEMING: “Replonal Development snd Transportation In Argentina: Mendora sid ‘he Gren Oeste Argentino Raila, 1885-1519", D- Ds, Indiana Uaierith 19 Te 280 RICARDO D. SALVATORE Por someterse a Ja disciplina de una tarea tan intensa como la agricola. El sistema surgié como solucién al problems de la escasez de trabajo en el sentido le que constituyé un medio de disciplinar, controlar y-organizar a los trabajadores criollos. También se sostiene que la movilidad social de los inmigrantes, hecha posible por politicas discriminatorias de empleo y distribucién de la tierra, fue el precio que la elite erivlla tuvo que pagar para veestructurar la composicion de la fuerza de trahajo y pars rensegurar st control sobre la masa de trabajadores autoctonos. 1. El sistema de contratistas, Desie el comienzo del boom de Ia industria bodeguera en la década de 1880, lox propietarios de tierras irrigadas se orientaron a dos formas de ccontrates para Ja plantacion y cultivo de vifiedos. Por una de estas formas, los contatos de plantacidn, el terrateniente daba a un contratista y a st familia waa porcién de terreno para cultivar vifiedos. El contratista quedaba obligado a plantar sus vifias y cuidarlas por un lapso de tres afios, recibiendo a cambio 10 centavos por planta al término del contrato, También recibfa durante este perfodo adelantos de dinero cubriendo su subsistencia y la de su familia, asf,como los gastos del cultivo, Por afiadidura, el propictario le suministriba ai contratista herramientas, animales, cepas y otros insumos?, La segunda forma fue el contrato de cultivo que servia de continuacion a los con:ratos de plantacion, En este tipo de arreglo, el contratista aceptaba hacerse cargo del vifiedo y cumplir con todas las taxtas agricolas necesarias. A cambio, xecibia cierta suma de dinero por hectarea y aiio (por ejemplo, 100 pesos en 1884)*. E propietario entregaba todos los materiales para el mantenimiento del viedo: herramientas, animales, implementos y fertili- zantes, Bl contratista habitaba en les mismas tierras y, con la ayuda de su familia, proporcionaba casi toda la fuerza de trabajo requerida por el vifiedo. Conseguir la mano de obra necesaria para la cosecha quedeba asi como la linica responsabilidad del terrateniente, aunque hebitualmente el contra tista colaboraba en la organizacién de las cuadrilias y 61 mismo y su familia ganaban jomales extras durante esa etapa‘, Estos dos tipos de contrato suftieron modificaciones con el tiempo. En los primeros afios, los contratos de plantacion y de cullivo se fusionaron en uno y se extendieton por largos perfodos, algunos por ocho 0 diez afios, LEMOS: 1 1688, . 97: ¥ Aaron FAVLOVSKY: Le industis ‘ph 96 en Binet Massé derbi mis tipa de endo ta prodeclon del torent ontrato, asvaue los contratists otaban fabitatcet 616 centavos por plantas £1 (Chrdabs,veticign se 1968, £68 3 PAVLOVSKY, op itp. 19, 4 Ped'o ARATA et als Invstactdn wttaola, Buenos Altes, 1909, p. 196, CONTROL DEL, TRABAIO ¥ DISCRINANACTON 231 En estos casos, Ja plantacién y cultivo de los visedos ora premiada con el uusufructo de toda la produccién lograda en los primeros afios, o parte de ella, Jo que complementaba los adelantos en dinero que los contratistas recibjan durante el término del contrato’, A la vuelta del siglo, lor contra tos de plantacién y cullivo comenzaron a diferereiarse cada ver mis, Los segundos ofrecieron al contratista, por rogla general, 100 pesos por hectarea © 76 pesvs pur hectérea més el & yor vieuly de la produccion, fn tos pame- 105, el pago por planta fluctué entze 8 y 14 centavos y el conératista recibia la produceién del tercer afio', Estos contratos exhibieron ademés variaciones regionales. En areas de colonizacién reciente, los contratos eran més lazgos y suministraban incen- tivos adicionales @ los inmigrantes, el mas importante de ellos consistente en le coneesin de una parte de la tiorra hasta el término del contrato. En tierras de antiguo colonizadas, con un grado ya avanzadc de subdivision y con un acceso regular a la mano de obra, los contratos eran més breves y s6lo pro- vefan la remuneracién tradicional para los contratistas, Jules Hurel, un trabe- Jador francés, observé esta distincién entze los contratistas que trabajaban fn Jas tierras de Tomba, cerca de la capital, y los que trabajaban, para un tipico terrateniente en Monte Comén, una antigua area de frontera. Refi- rigndose a las tierras de Tomba, escribe”: “...Una propiedad como ésta abarca 200 hectéreas de vifiedo, més otras 400 hectireas cultivadas con alfalfa, maiz y trigo. Las vifias estén divididas en secciones de 10 a 12 hectéreas, y confiadas a una familia, El jefe do familia, el contratista, recibe mencualmente entre 175 y 200 francos para su subsistencia y la de sus hijos y ayudantes, si los tiene, ¥ ademas de esto, un interés de 44 centavos por cada quintal espafiol ‘de uva cosechada...” Este tipo tradicional de contrato se encuentra en un érea proxima a a ciudad de Mendoza. En Monte Comén, tierra de reciente colonizacién, Huret encontré una situacién diferente, Aqui los contratos eran arroglados por siete afios y el contratista recibia, ademas de sus habituales 150 francos por mes, la producciin. de los dltimos cuatro afios 0 50 hectireas de vifie- dos al término del contfato. Més presionados por la falta de mano de obra, Jos terratenientes de Monte Comén estaban deseosos de brindarles a los contratistas Ia posibilidad de transformarso en propistarios a cambio de dejar vinodos bien cultivados', Las relaciones de produccién en el sistema de contratistas fueron bas- tante complejas, De un lado, los contratistas se asimilaban a asalariados permanentes; cambiaban eu fuerza de trabajo por adelantos periddicos en Diario Mendoza, 240 mayo de 1971, § ARATA, op te pp. 19596, y BIALET MASSE. op lt, p- S68 7 Iules HUET: Le Argenta, Del Plate #18 cordilere de lon Andes, Bunnos Aes y Ps sou 232 RICARDO D, SALVATORE dinero y por participacién en las gananclas hasta terminar los plazos del arreglo. De otro lado, sus contratos tenian habitualmente un componente que suporia la participacion en la eosecha y en algunos casos una bonifica- ion final bajo la forma de propiedad de una pequefia parcele de terreno, No tenfar la propiedad de los medios de produccién —la tierra y las herra- mientas-, pero tanto la extension de sus contratos como sus destrezas espe- ciales le daban un gren poder de control sobre todo el proceso de trabajo y tina independencia considerable de la supervision del terrateniente. Tam- bién tenien poder para contratar y despedir trabajadores estacioneles, Eran ‘trabajadores y gerentes al mismo tiempo, ocupande une posicién interme: ia en la jerarquia laboral de Ia industria. El sistema de contratistas en sus diferentes modalidades coexisti6 con otras formes de tenencia, especialmente las granjas operadas por sus propios uefios, 2udn extensive fue el sistema en relacién con los restantes acuer- os entre ia tenencia de la tierra y el trabajo? La informacion de los censos relativa a la tenencia ayuda poco en este caso, porque la vitivinioultura no aparece separada de otras actividades agricolas y porque las tablas del censo no consideran el sistema de contratistas como una categoria de tenencia’, La primera informaci6n especifica y confiable sobre sistemas de tenencia en la vitivinicultura aparece en 1936 con el Primer Censo Nacional de, Vifie- dos, Ese aio, el 35 por ciento de los vifiedos de Mendoza estaba bajo el régimen ce 10s contratistas, ocupando el 68 por ciento del rea cultivada con vif. Si consideramos’ que cada familia administraba solo una vie, podemos estimar en 3.800 el niimero de contratistas ese ano. Modilidades diferentes del sistema de contratistas se emplesban en otras actiridacles econémicas relacionadas con la vitivinicultura. Las tonele- rias ~una division interna de las bodegas dedicedas a la fabricacion de barri- Jes utilizaban contratistas para organizar los contingentes de artesanos en grupos de 40 » 60 individuos trabajando en la misma fabrics. Los contre ‘istas pageban a los trabajadores por pieza y. eran pegados por el bodeguero sobre la misma base, reteniendo un porcentaje del precio como ganancis, Eran responsables de'la calidad, niimero y tiempo de la produceién de barri- les'®, Las bodeges también usaban.contratistas durante In vendimia para organizar las cuadrillas. Conducidos por un contratista, hombres, mujeres y nifios solfan viajar de un lugar a otro recogiendo uvas"'. ‘Aqui, nuevamente, los contratistas sirvieron para enganchar y proporcionar trabajedores a los bodeguercs sin recurrir al poco confiable sistema del jornal diario", For shape, ol Cenan de 1895 muestrn que 196 por cies de as erie agricola manda: canto por arendatarios ysl 4 por conte por eri ins, Canto Wactonal de Pasiacsn, 1855). frtas nan sido iluldos com srehdatrios 0 medletosy adn como eplet {Eosde fincas operedas por us duction. 3 Corot KLETT: Farudlor wobre produccin, comerci... deta Repl Argentina, vol 2, ‘Buenos. Air 1900, p, 1366, deserts organize del avajo en una gran bodes, comipnans [gus 500 teolajaderss'de Ia Yendinin sran divishdos om eootingentor Je 20 peonessmsnbeaao Pot WE ARATA,op.clt, p16 - ‘CONTROL, DEL TRABAJO ¥.DISCRIMINACION 233 Hay una tercera instancia de este método en la construceién de los forrocarriles. La compania ferzoviarla ateaia snmigrantes a la region mien ‘ras duraban las obras de tendido de las vias férvess. Cuando los trabajadores legeban eran enrolados por los contratisias. Los obreros se lamentaban de ‘que éstos les pagaran salarios menores de los que la compatifa hubia prome- ‘ido, que les cobraran altos precios por la comida y que siempre estuvieran dlispuestos a usar a los gendatmes para afustarlos a Ia disoiplina del trabajo. Bl uso de contratistas fue edemés conocido en attes provincias por esta época. Sélo necesitames recordar el caso de los conchabadores que ‘trabajaban para los ingenios tucumanos para ver cuan extensivo Tego a ser ste sistema como forma de organizacién del trabajo a finos del siglo XIX", En los ingenios azucareros de Salta y Jujuy, los contratistas se usaben para xeclutar trabajadores estacfoneles de las provincias limitrofes y de Bolivia Pero al revés de los contratistas de otras regiones, los de Mendoza reetbieron tierras y status por su contribucion a la organizacion del trabajo rural y asi ograron combinar el ro) de contratador rural ccn el de terrateniente en la a persona, 2. Inmigrantes europeos y diseriminacién contra los criollos Atrededor de 1914 los inmigrantes europeos constitufan casi el 30 por ciento de la poblacion mendocina. La mayor parte habia llegado desde 1890 y especialmente después de 1905. Al comienzo encontraron trabajo fen la industria viticola como contratisias o trabajadores calificados, pero como la inmigracion siguid creciendo, muchos debieron enrolarse ‘como trabajadores agrfcolas. En les primeras dos décadas, un nimero significativo de inmigrantes, de modo particular aquellos que entraron al mereada labo- ral como contratistas, se convirtieron en propietarios de vinedos. Un grupo més pequefo fue capaz hasta de construir sus propias bodegas. La clita mendocina recibié a estos inmigrantes con los brazos abiertos, brindindoles contratos, tierra, irigacion y crédito. Los trabajodores nativos de la provin- cia y los chilenos, por el contrario, no gozaron de esos beneficios. Lu mayo- xfa permaneci6 como peones no éalificados y sin tierra, En este apartado ‘examinaremos cémo la legeda de le inmigracién europea se correspondié con el surgimiento de agudas desigualdades en la distribucién de tierra y trax bajo entre los trabajadores inmigrantes y los criollas. En la década del 1860, antes del aluvién extranjero, los nativos cons- titafan Ja vaste mayorfa de la poblacién mencocina (el 93 por ciento). ‘De los pocos extranjeros que vivian en Mendoza casi todos eran chilenos. 1 cata de un Inmigrente iain 2 £1 Obraro, Rrassvin Mendoza, enero de 1894, en Hobart SPALDINING! La saw Wabujedoraargenting, Buenos Atty 1970 9.19598, 234 RICARDO D. SALVATORE Bl Censo Provincial de 1864 registra 3.860 extranjeros, de los cuales 8.456 eran chilenos. De modo similar, el Censo Nacional de Poblacion de. 1868 registra 4.379, de ellos 4.118 chilenos", El niimero de inmigrantes-curépeos 6ra por entonces imperceptible. Ta inmigracién comenz6 a Uogar alrededor de la década del 1870, pero en une escala muy reducida, En 1874 s6lo 58 eiropeos vinieron a Men: doza, en el afio siguiente 296 y en TARR In cifra numentd a 455!7. Fstox erapos tempranos estaban constituidos por trabajadores ealificados y téent cos que trafan grandes expoctativas en torno de su futura labor y por ello hho estaban dispuestos a trabajar como peones en Ia industria viticole. En 1875, pot ejemplo, entre el nuevo contingente de inmigrantes habia 60 agri cultoies » 8 endlogos. En el mismo afio, 198 sobre un total de 296 inmi- grantes establecieron en Is ciudad dé Mendoza". Segin Lemos, esos inmigrantss se mostraban reticentes a emplearse como peones asaleriados, prefiriend> en cambio las tareas mejor remuneradas de la industria o de las reas urbanas*, Hacia 1880, con la répida expansion de las areas cultivadas con vita, Jos inmigrantes comenzaron a incorporarse en la industria vitivinicola a tra: vés de “contratos”. Desde 1890 hay series estarlistigas sobre los que llegaron Mendoza confeccionadas por los oficiales del Departamento Nacional de Inmigracién, Como lo indica el grético 1, los flujos de.inmigracién quedaron en niveles muy bajos hasta los aiios 1905-1906. De allf en més crecieron significatiramente y Hegeton a niveles altos hasta el estallido de la Primera Guerra Mandial. Durante el perfodo de la inmigracién masiva (1905-1914) cambié el tipo de inmigrante, En lugar de los trabajadores calificados que ‘Vinieron en las iltimas dos décadas del sigio XIX, después de 1905 la mayor parte de los reeién Hlegados eran italianos y espafioles sin profesion, jornale- 08 tempcrarios o granjeros en sus pafses de origen. En 1923, afo en el cual ‘tenemos ciertas lagunas en la informacién, el 85 por ciento de los inmigran- tes vinieron de Italia y Espafia. Mas del 87 por ciento declar6 haber sido jomalero, granjero o simplemente no haber tenido profesién®, Estos inmi- gtantes debieron haber estado mis preparados para entzar al mercado laboral como trabajadores rurales jornalizados que los que legaron en las ditimas dos décadas del siglo XIX. Més importante ain, vinioron en tan gran niime- 2 —promedios de 8,000 a 12,000 por quinguenio en el perfodo 1905- 1914~ que proveyeron més de Jo que requeria la industria vitivinicola, Pero antes de 1900 un nimero mas pequefio de inmigrantes pudo imponer sus condisiones a Ios propietarios criollos y arreglar contratos ventajosos, 18 toad MASINE CALDERON: Mendozy hace clan aftos, Buenos Alte 1967, py 15-16. Véaun tater evs Basal La ociecad mendocina en Pedro Santor MARTINEZ (ed. Repercusione? Se Pastinen Mendors, Mendots, 1973, Pp. 3187 1 ibid, 2 LEMOS, op. tt p63. % Mendoza, Diteecion Guneral de Estetica, Antari, 1929, 9p. 18-6, ‘CONTROL DEL, TRABAJO ¥ DISCRIMINACION 235 GRAFICO 1 nmigracion a Mendoza, 18981926 Nites de Ate va90 92 92 86 oe 0 2 4 6 B 10 1% 14 46 48 20 22 26 1925 Fuante: Province de Mendota, Disseton General de Estadfetin, drwario, 1928 ‘La llegada de inmigrantes europeos acentud !a discriminacién en favor de los inmigrantes y contra los trabsjadores eriollos. Dos aspectos de este discriminacién fueron: a) la division étnice del trabajo, que en general con- find a los criollos en los estratos mas bajos de Ia jerarquia laboral —tanto en Ia viticultura como en otras-actividades—, mientras los inmigrantes obte- nian las tareas de supervision, mejor pagas y més tecnificadas; y b) el acceso diferencial a le propiedad niral, que permitié la progresiva pauperizacion de los criollos y el ascenso de muchos inmigrantes a la categoria de pequefios terratenientes, En relacién con la discriminacién en el mercado de trabajo, la eviden- cia provista por observadores contemporineos sugiere que los inmigrantes consiguieron mejores puestos que los criollos hasta el punto de desplazarios. Bialet Massé, enviado por el presidente Roca a las provincias para evaluat las condiciones de las clases trabajadoras, informé en 1904 que Mendoza estaba experimentando una “invasion de italimios y espafioles que habian tomado por completo las artes y oficios”, mientras “los criollos eran relegs- dos a un lugar muy secundario”, Encontré que “'mientras los italianos y los extranjeros en general, logran répidamente un bienestar relativamente alto, y muchas veces se convierten en verdaderos ricos, los eriollos quedan estacio: narios en su vida, pobres y a veces miserables”™”. Pero lo que es mis impor- tante, observé que la mayor parte de los contraiistas, si no todos ellos, eran extranjeros. La mayor parte de los peones, por el coitratio, eran criolios ~eon exeepcién de aquellos peones jtaliatios que comenzaban a trabajar como peones joralizados en los vifiedos”. P. Arata, que eseribié en 1903, 2 BIALET MASSE, op. ety pp. 556.57, 2 id, pp. $70 ¥ 8. 236 RICARDO D. SALVATORE establecié que el 90 por ciento de los plantadotes eran extranjeros, de los euales ¢l 6) por ciento eran italianos, el 30 por ciento franceses y el resto de otras nacionalidades*®. La participacton de peones criollos fue mayor en las bodegas, donde trabajaban como carreteros o de “peones de todo servicio”. Alrodedor de 1911, J. Hurst describio a los carreteros como predo- minantemente criollos y mestizos; en sus propias palabras: “son peones © hijos del pais”, “mestizos” de indio, “de piel anaranjada y pelo negro y ties" El Censo de 1914 confirma esta impresion, En el cuadro 1 hemos s#leccionado un grupo de ocupaciones primarias para examinar en elles las proporciones relativas de extranjeros y argentinos. A despecho de que estos ‘euadros subestiman la proporcion de inmigrantes —consideréndolos hijos de argentiros—, es claro que los extranjeros predominaron en las mejores ocupaciones de la industria bodeguera, Tareas como la de gezente de bodega, endlogo y contratista parecen haber sido cubiertas por extranjeros. Los trabajadores eriolios, por otro lado, solo prevalecfan entre los carreteros. Desafortunadamente, el Censo no separa jornaleros por industria ~proba- blemente porque rata vez tuvieron ocupacion fija~ y no distingue entre chilenos ¢ inmigrantes europeos, Tampoco suministra ninguna indicacién sobre el niimero y origen de los peones de las bodegas. La division del trabajo segiin la etnicidad tampoco fue factor nuevo ni prevaleciente s6lo en la industria vitivinicola: Se bas6 en un sistema de valores y prejuicios que existia ya antes de la llegada de los inmigrantes y que ‘operé en ciferentes sectores de In economia mendocins, Ya en 1864, con relativamerte muy pocos inmigrantes en Mendoza, el diario local EI Consti- tucional registrd un caso de discriminacién contra artesanos criollos en la contratacién de obras de construccién para la Comision Filantrépica. El iario protests contra el trato poco gentil dispensado a los artesanos, que habjan soportado la carga de todos los impuestos y levas militares, mientras, Jas mejores tarees quedaban en manos de inmigrantes**, Bn 1904 esta discri- minacion s habja acentuado, con la legada de estos itimes. Como denun- ci6 Bislet Massé, por todas partes los mejores trabajos eran tomados por inmigrantes; la mayor parte de los trabajadores que aperaban y reparaban maquinas en las bodegas eran extranjeros como lo era la mayérfa de los toneleros. Los puestos més calificados en las imprentas estaban a cargo de inmigrantes, Las fundaciones estaban casi por completo sostenidas por extranjeros y ain el comercio minorista estaba en manos de mujeres extran- jeras™®, Los trabajadores criollos quedaban relegados a ocupaciones tradicio- nales en la ganaderia. Como indica el cuadro 1, atin predominaban en tareas tales como domador de eaballos, tropero, puestero y peon de eatancia, La diseriminacién étnica en el mercado Isboral no fue exclusiva de CONTROL DEL TRABAIO Y DISCRIMINACION a CUADRO 1 ‘Ocupacionesselecclonadas de argentinos y extranjeros, Mendoza, 1914 Eeirnicos Fon 1 Viseutar ndustia Soasgecr roo. 2.860 Goren re ‘aon pian de bods Mt (Geet de bode é 3 noise $ ue Coon si ait rete as a Vito v8 Contras i" sa comes a 0 Geneon) asts 18558 2. Genadeis 1356 as Lae arene) “ aa) con Exenleror candor cindoes oe 8 1066 Myoxtmorcaptces 6 FA ‘e Downers depos i B 3% ‘entece : i i Teoperon % ‘ & oefoory pores 16 10 00 eet fe ance 0 ne i 3 Tiabandoressnocoacba ie 16238 Man soos (wore) es een ‘Goo, Tornoe i335 11402 26907 Peanet aa 2368 ast7 Mendoza, Otros estudios han encontrado situaciones similares en otras producciones y en otras regiones en la Argentine del siglo XIX. Balén ha Gesceito una division étnica comparable del’ trabajo en los ingenfos azucare- os de Tucumén: los inmigrantes adquirierén las mejores tareas téonieas y sdministrativas en las fébricas mientras los criollos traba)aban casi exclusi vamente en el campo”, Guy disefia el mismo cuadro de Tucumén, sug riendlo que la radicacion de inmigrantes en los ingenios y de los criollos fen Jas plantaciones de caa deriva de la naturaleza técnica de ambas activi- dades, Los ingenios constituian un capital intensivo que demandaba trabajo cailificado, mientras la caiia era de trabajo intensivo, requiriendo trabajado- res con destrezas particulares™, Solberg encontré un patron similar de dis Panton dap. saan ARONA SUT at a Set fe aman Srey pie Feed 238 RICARDO D. SALVATORE ctiminacion en Ja Pampa Htimeda, donde las leyes de colonizacién dieron 4 los inmigrantes fa posibilidad de hacerse propietarios rurales, negada a los exiolios, tds sun, éstos continuaron siendo persoguidor por las leyen da vagancia mientras los inmigrantes disfrutaban de la libertad constitucional de trabajar”, Ruggiero hallé el mismo éxito diferencial entre eriollos e inmi- grantes en una colonia agricola de Entre Rios. Los peones eriollos trabaja. ban temporariamente para peauefios terratenientes extranjeros y el resto Gel afio en tas estancias*®, Hsta discriminacion en la plaza laboral determind vuna redistribucion negativa del ingreso contra los eriollos y puso alos inmé: grantes en mejores términos para adquirir tierras que los trabajaciores nativos. EL sistema de contratistas, que proporcion6 a los extranjeros mojores ingre. s0s y a vices la propiedad de pequefias parcelas, contribuyé mucho a este proceso, I éxito diferencial de inmigrantes y eriollos en hacerse de una pro- piedad se hace evidente por los cuadros del censo sobre Ia nacionalidad de los propietarios de vifiedos y bodegas. Los extranjeros aumentaron su partici pacion er la propiedad de viiedos del 29 al 52 por ciento entre 1895 y 1914. Un proceso similar ocurrid con la propiedad de tas bodegas: mientras tos extrarjeros tenfan el 28 por ciento de todas ellas en 1895, controlaban €169 por ciento en 1914" Fleming ha descrito con bastante detalle cémo fue posible este signifi- cativo avance de los inmigrantes. Los que vinieron en las dos iltimas décadas del siglo encontraron contratos de largo término por los cuales pudieron ahorrar dinero y comprar pequefias parcelas, La tierra era por entonces accesible a bajos precios, particularmente aquellas que tenian irrigacion pero no estaban aiin plantadas de vifias. Algunos de estos inmigrantes demos- ftraron una gran capacidad gerencial e instalaron pequeiias bodeges propias. Con un crédito facilmente accesible, pronto expandieron y modernizaron sus fébricas. Estos empresarios inmigrantes reunieron algunos de los més innovadores miembros de Ia elite Local para formar un nuevo liderazgo indus. ‘rial en Mondoza®?, La tierra irtigada, el principal recurso en la vitiviniculture por esa época, fue gradwalmente transferida de manos criollas a las de extranjeros. El cua” aro 2 sugiere que los inmigrantes estaban adquiciendo tierra a los criollos. La mayoria de los vendedores de tierras eran criollos (el 66%), mientras mas de la mited de los compradores eran inmigrantes (51 % ). Otro indicador en esta direccién proviene del anilisis de Campoy sobre los registros del Departamento de irrigacion de Mendoza’. Contra: 2» cad SOLDERG: “Pa ‘The America, 3173, aetaove caption 8 % Kei RUGGIERO: “Gringo and Creole. Foregn and Native Vales in Rural Argentinn CCommuatty" “Studies and’ Work Aaja, 34:2, mayo 1983, 99. 103" “3H FLEMING, op ep. 121 3 FLEMMING, op. et. capitulo 5 3 Lun CAMPOY: " ierenes de srupos cultures ante ta pausibe de Is tera", nentigastones de Soc junio 1962, pp. 99-83, spp 121-38, Elimtsmo proceso Development in argentina”, evita por SLATTAY Gauchos, ‘CONTROL DEL TRABAJO Y DISCRIMINACION 229 cUADRO 2 "Transferonclas de teeras por nacionalided de compradores y vendedores, Mendoze, 1909 "Bing, ~S« Resins ——~—*Migeode ~~“ Roremtle 995 433. 1.365 662 1.066 517 oe 338 550 269 20 ia 284 ba bso 73 3 “a Ls sa 133 et 3 60. 2st 100.0 2061 100.0 TFeente: Mendozo, Direceibn de Ertadintien, Anuar, 1997 Hiamente a otras estadisticas que diferencian.estos dos grupos de acuerdo con su nacionalidad, Campoy baso su distincién sobre el apellido de los propietatios, procedimiento que le permitié clasificar a los descendientes de los inmigrantes en el mismo grupo como inmigrantes recién llegados. Sus resultados confirmaron la hipdtesis de que la propiedad habia cambindo de manos de los criollos a los inmigrantes entre 1874-1913 —cuando se con. feccionaron los primetos registros de irtigacion—y 1960. Para nuestro propo. sito, s6lo los resultados que corresponden al primer perfodo son relevantes (sintetizados en el cuadro 3), En registros més tempranos ~de 1874 a 1896— todos 0 casi todos los propietarios eran criollos. En los iltimos registtos, tomados durante el perfodo de Ja inmigracion masiva, los inmigrantes gana ron una posicién dominante en cuestion de pocos afios. En 1908, contro labsin el 14 por ciento det total del area icrigada del rfo Tunuy én —un terri. torio de vieja colonizacién— y el 68 por clento de la tierra irrigada por el vio Diamante —una region recientemente ocupada--. Cuando se hizo el registro del area del rio Atuel (1913), el 88 por ciento de la tierra irrigada perlenecia a inmigrantes. En casos éxtremos, controlaban toda la tierra bajo riego del distrito. Por ejemplo, en Monie Comin —que se convirti fen foco de atraccién de los inmigrantes italianos en Ia primera década del siglo y en Marzolina. En general, encontraron més oportunidades de transformarse en propietarios en zonas de oclonizacion reciente en el sur més que en las ya subdivididas y cultivadas, proximas a la ciudad de Men doza, Més ain, pudieron conseguir en areas de frontera terrenos muchos zis grandes a 10s ya conseguidos en tierras cultivadas. En el primer perfodo del despegue de Ia industria vitivintcola, el sistema de contratistas fue una de las formas a través de las cuales los inmigrantes lograron la propiedad, Observadores contemporineos del periodo 1880- 1911 opinaron que los contratistes podfan convertirse facilmente en pro- pietarios de pequefios lotes de tierra mediante ahorros obtenidos de’ sus contratos de plantacién y.cultivo™. Las ganancias de los contratistas apun ver por ciemplo PAVLOVSKY, op. city 5.20, 9 EC, 0 por HURE op tp 155 ndor de Mendora, ads 240 RICARDOD. SALVATORE cuapRo 3 Criotlos ¢insgrantes duetios de fierrasivigadas do te tebe Ao depute Ria Mendon ; 7 i Fos ia et 3 3 Moraes ini n 8 a “Lie 18 we io onan soe ‘e a ie ace Forde os 100 2 he Zapata 108 so n ra ie Damanto 1308 2 & as “Gace Corder 108 0 3 ah Secsvén ior %¢ 6 3 Monte Cond isos ° 10 1s Rio ate bn “ 2 tho ‘hice Conan BB 8 n és fest BB 5 n 38s zona ae 6 100 200 (©) De codons calfcaci, ‘Foente als CAMPOY: "Conducts derentes de grapos calluses. yrs eusdeou fan a confirmar este punto de vista, Las estimaciones prelimineres demues- tran que gnaron de 2 a 2,7 veces el jomal normal de un peén agricola. En 1903, por ejemplo, un plantador coniratista ganaba 110 pesos por mes y uh culdador contratista reelbfa mas o menos 80 pesos mensuales, ‘mientras el salario de un peén de vifiedo alcanzaba solo a 30 6 40 pesos al mes*, Esta diferencia de ingreso puso a disposicion de los contratistas inmi- grantes mejores oportunidades de convertirse en propictarios. 8. Causas comures’ eseakén de ln tierza de tiabajo, résistencia eriolla y exis del contol social Hasta este punto, hemos descrito el régimen de los contratistas y de- mostrado al sutgimiento contemporéneo de una discriminecién étnica entre eriollos ¢ inmigrantes europeos, Necesitamos ahora relecionar estos dos fenémenos y examinar sus raices comunes. Sugerimos aqui que aunque la expansion de la vitivinicultura ereé escasez de mano de obra —al menos durante el perfodo 1880.1900~, al surgimiento del sistema de contratistas y Ie intensificaci6n de la diseriminacién étnice sélo puede explicarse con referencia 4 las relaciones de clase y los conflictos que precedieron la lega- 3 rscinaclén propla dal inseso mensush ge Jos coniratistanbaseda to informaclén contenica sn ARATAVof stra ce DIALEY Masel ‘CONTROL DEL TRABAIO Y DISCRIERACION a1 a de los inmigrantes europeos. Fue la reticencia de los trabajadores eriollos y chilenos a involucrarse como peones agricolas permanentas lo que estimld a la elite « promover en primer lugar la inmigracién, La escasez de la fuerza de trabajo fue resultado de Ja erosion del sistema trndicional de control el trabajo (leyes de vagancia), combinada con ineludibles habitos laborales que obstaculizaron el desarrollo de un suministr> laboral responsable. La ciisis del control social habida entre 1852 y 1870 fue tambian wna influen. cia poterose en Ia determinacion de te alite eriolls de reemplazar los taba adores nativos y chilenos con inmigrantes europeos, 1) Eecasez de fuerza de trabajo Historicamente, el sistema de contratistas parece haber emergido como solucién al problema de escasoz que afrontaban los propictarios. Hate proble- ma tuvo su base en dos desarrollos principales cumplidos a fines del siglo XIX: el ripido incremento en la demanda de trabsjo, derivada de la expan- sion de la industria bodeguera, y el crecimiento mucho més lento del sumi- niistro de trabajo. El tardio arribo de inmigrantes europeos a la provincia ¥y la reticencia de los trabajadores criollos por adaptarse a la disciplina del trabajo agricola ayudan a explicar la lenta respuesta de la oferta laboral Dada la escasez de fuentes estadisticas sobre el empleo en la industria viti cola, es casi imposible estimar los requerimicntos laborales que el creci mionto sostenido de Ja produccién de uvas y vinos trajo aparejado, Sin em- argo, hay una considerable evidencia indirecta que sugiere un enorme creci. miento en la demanda laboral entre 1880 y 1914. Si recordamos que la demanda de trabajo deriva de Ja expansién de los visiedos y de la creciente demanda de vino, podemos examinar algunos datos al nivel de la actividad industrial, El area cultivada con vifiedos, que hasta principios de la década del 1880 habia permanecido casi estable, comenz6 a crecer rapidamente en la segunda mitad de esa década y confinué al mismo ritmo hasta 1918 (véase grafico 2), Permanecié al nivel de 3.100 a 3:700 hectareas entre 1864 ¥y, 1883, pero trepé répidamente a 6.300 hectéreas en 1890 y a 19.700 hee- tézeas en 1900. Durante los siguientes catorce alos el érea plantada con vias fue mas alla del doble, alcanzando a 55,300 hectéreas en 19142" Sélo este crecimiento debe haber demandado un gran nimero de trabaja Gores para plantar y cultivar y un niimero atin mayor para la vendimia, De modo anélogo, la legada del ferrocarril a Mendoza en 1886 abrié nuevos aunque distantes mercados para sus vinos y estimulé el crecimiento del niimero, el tama y la mecanizacion de las:bodegas, En el ao anterior @ 1a Hegada del ferrocarril, el gobierno emitié 333 lizencias a nuevas bodegas. Semejante expansion explosiva estaba justificada por el tardio crecimiento de le exportacién de yinos al litoral, que pas6 de 24.000 hectolitres en 1885 2 1,2 millones en 1902. La expansién en las ventas de vino y en la % Ramos HERRERA: “Notes source de bs economia dt Mendors sntte 1952-1880", 60 etre Sutos MARTINEZ (00): Conmribuefones por Is Marte de Mendoss: Mensoan 17H 6 18 pag RICARDO D. SALVATORE, GRaFICO 2 ‘Area en vifledos, Mendoza 1887-1991 ites de 0 40 20 187 89 93 G6 09 7 5 8 11 1% 17 20 23 26 20 1001 Feente: Economia y Finentas de Mendoza, vo, 1, NO 1, 1999, 9 1 capacidad industrial debe haber incrementado proporcionalmente Ia deman- da de peones de bodegs, carreteros y trabajadores calificados*”. Durante las dltimas dos décadas del siglo XIX, In inmigracién fue insu- ficiente para prover todos los brazos necesarios para esta industria en expan- sion. Mientras en la Pampa las oleadas inmigratorias se hicieron masivas Gespués de 1880, en Mendoza este mismo fenmeno ocurié més de dos Gécadas después.’ S6lo después de 1905 podemos hablar de inmigracion masiva en esta provincia, Los inmigrantes fueron liegando a Mendoza antes de 1905 pero en nimero muy reducido y con grandes expectativas. Proba- on, sin quererlo demasiado, incorporarse al proceso laboral como trabaja- dores asalariados, S6lo los atrajeron los contratos bien pagados en la vitivi- nicultura con la perspectiva de adquirir tierras, Esta clase de inmigracion apenas pudo llenar las necesidades de una masiva fuerza de trabajo agricola. Con un despesue tardio de le industria vitivinicola a fines del siglo y con fan pocos inimigrantes llegados a Mendoda, Ia elite eviolla eomenzd a sentir que la escasex do. brazos podia obstaculizar el desarrollo de 1a industria, Sintomético de esta ercasez fuo el alza del salario nominal para el pedn rural, Miontras en 1875 ganaba 8 a 15 pesos al mes, en 1888 la paga normal era de 25 pesos, En 1903, el jomal de un vifatero habia umentado a 30 ¥. 8,7 pesos por mes", La escasez de trabajedores no calificados fue 37 FLEMING, op ee, po. 93 y 109. 3 Edmundo CORREAS: “Lay Uallanos an Mendoxe 9 través tana de Entalos MitSicos de Mendote, span Spore, Ne 7, 197. YARATA, opel, pes Levine de te opel, pss, ‘CONTROL DEL TRABAIO Y DISCRIMMEACION 243 también advertible en Ia fuerza policial, una fuente tradicional de empleo para los trabajadores criollos. Los salariés nomfnales de la polieia erecisron sigaificativamente durante el perfodo 1880-189) y continuaron creciendo desde entonces a un ritmo més lento hasta 1805*. Pero la cuestion es caus clase de trabajo era escasa? Para responder a este cuestion necesitamos exa- minar el tamaiio y Ia composicién de la fuerza de trabajo en la industria vitivinicola, Bn 1908 Bialet Massé estimé quo la industria on Mendoza emi ple6 15.000 hombres durante el alo y 22.000 hombres durante la tempo. ada de vendimia**. En 1921 L, Suérez. dividib los requerimientos Ge 1a vitivinicultura como sigue: 12.000 trabajadores permanentes para el cul. tivo de los vitiedos; 15.000 para la vendimia y aproximadamente 200 carvet ros para el transporte de uvas"!, Las estadisticas reeopiladas por la Provincia de Mendoza para algunos afios del perfodo 1910-1924 registran el niimero de peones empleados en las bodegas: entre 2800 y 3.400 trabajadores Permanentes y entre 10.000 y 12.000 trabajadores durante la vendimia (véase cuadro 1). Estas estimaciones conducen a algunas ideas claras especto de Ja composicién de la fuerza de trabajo: primero, una propor. ci6n significativa de las necesidades de trabajo de la industria se concentra. ba en la temporada de vendimia, usando del 25 al 60 por ciento mas de mano de obra que durante el resto del afio. Si s6lo sa considera el trabajo asalariado, la temporariedad cle la demanda de trabajo es més estremecedora: Ja vendimia vequerfa el triple de peones que el resto del aiio. En segundo Jugar, Ja industria se dividia en dos sectores relacionados a la demanda Jaboral. Uno se componia de Jas bodegas y sus vifiedos que empleaban una parte relativamente pequefia de ta fuerza de trabajo perinanente pero una parte significativa del trabajo temporario. El segundo sector estaba consti- tuldo por los contratistas y propietarios que provefan la mayor parte del ‘trabajo permanente requerido y también empleahan trabajo a jornal perma- nente y estacional, Las bodegas contrataron tna gran parte —casi la mitad— Gel trabajo requerido para la vendimis, proveyendo de vendimiadores para sus propias parcelas tanto como para’ las tierras de productores indepen dientes a quienes compraban sus uvas. La industria requirid cuatro grandes tipos de trabajadores: cultivadores y plantadores, vendimidores, trabajadores de bodega y carroteros. Ademas Ge estos grupos mayores, demandaba ajustadores, shologos, toneleros y otros empleados calificados. Esto significa que los duefios de bodogas y los terrate- lentes demandaban tanto trabajo permanente como estacional, tanto ‘agricultores como trabajadores de fébrica, artesanos como peones sin califi. % Vise a cundto de p. 430 de J. BALAN y N. LOPEZ: "Murgeesiany te ‘nla Argentine” Desuroto Beondmien, woh 1-88 81, 1977 1 BIALET MASSE, op tp 367 1 Leopoldo SUAREZ: Le eclén del Sized ex le bsureivincole de Mendore, Mendes 3 ompsrndo dot fue ~einactne Ge cbasadrscontemporatt 9 etaties provinces, et claro ue el iting vecotso ome un busn numer de trtsdoces farmansites a mayor pare conratias,y tambldn tn sustsncll admere de peotesteporsios toetestnloe ot fntatsat © paquets propietrion, 18 provinces 244 RICARDO D. SALVATORE CUADRO 4 Peones contratados en las hodegas de Mendoza, 1910-1924 Vendinie TT Reto dela 1310 au 33a wn 10335 3057 1a 1008s 2895 Ba 1205 3576 wu ins 3403 1933 10.496 soar 134 9356 2a ‘Fosute Mendoza, DieodiOn Gvaeral de Bxadiotze, anuonoe, 19100935; cacion. Pero el trabajo ealificado no era el problema, Hay evidencia de que af donde ‘a elite requiri6 expertos o téonicos siempre utiliz6 los servicios del Estado para atraerlos o los contrataron directamente en Europa®. Los empleados no calificados de las fabricas y los carreteros tampoco consti- ‘uian un obstéculo, Los terratenientes y bodégueros podfan traer pequefios contingentes de peones desde sus estancias a las nuevas bodegas 0 contra. tarlos en el campo. Un grupo relativamente pequefio de peones con expe- iencia en el manejo de caballos podia lenar los requerimientos del trans- porte y el contrato de trabajadores no calificados para movimiento de material y vigilancia en la fabrica tampoco representé un problema insupe- rable, Por ¢llo, la escasez, de trabajo se axentaba primordiaimente en el cul- tivo y en la vendimia, que requerfan una suma importante de cultivadores permanentes y plantadores y ain cifras mayores de trabajedores temporarios ho ealificadas. ¥ esto no s6lo fue un problema de némero. 2) Habitos de trabajo y leyes de vaganeia - Quizés el factor més importante de la escasez de mano de obra fue la reticencia ce los trabajadores criollos por incorporarse a ls disciplina del intenso travajo agricola. Los habitos preindustriales de trabajo actuaron como escollo principal en la transicibn a una nueva organizacién laboral, Desde el punto de vista de la elite, el problema era racial —los trabajadores pativos y los chilenos eran naturalmente vagos e indolentes y apenas podia contarse con ellos para llevar adelante un programa de modernizacién eco. NOmica que requerfa duros afanes—. Abraham Lemos, uno de los miembros de esa elite modemizante, pensaba que “el vicio original del trabajador eriolio y de su familia (era) la indolencla y la vaganela”. Por afiadidura, “ zn ita, por emp, e gobierno envi una tepratentacién » Europa pea eusanchar 400 ‘endimiadoret(Bemting, 9p Sits 33. CONTROL DEL TRANAIO ¥ DISCRIMINACION 245 veia 2 los criollos como individuos “inclinados a la bebida y a disipar en el licor el fruto de su trabajo"**, Este estereotipo era tan comtin entre la elite que utilizaron 1a pereza (“flojera”) como la mejor arma para desacreditar a sus adversarios polfticos'*. Pero el principal ataque de la elite fue divigido contra la clase trabajadora nativa, que resistié exitosamente la imposicion do nuevas formas de trabajo. En’1855, mientras se reforzaban las leyes de vagancie existentes, el gobierno provincial culné a Ins opararios oriollas por Ja falta de desarrollo econdmico® “...g1 desarrollo del progreso material de la provincia en su agricultura, minas, construcciones, etcétera, esté hasta cierto punto paralizado causa de In desmoralizacién y licencia en que ha caido la clase prole- tara...” Los hbitos de trabajo de las clases més bajas no Uevaban a un répido desarrollo econémico. Un ritmo telajado de trabajo donde Ja bebida y el descanso alternaban con horas de ocupacion real era todavia la regla entre Ia mayor parte de los peones rurales. Los chilenos despreciaban a los “men- oeinos” del medio rural como personas que gastaban casi todo sa tiempo guitarreando, cantando tonadas y bebiendo mientras sus mujeres cumplian Ia mayor parte de la faena agricola‘?. Bl trabajo exa irregular durante la semana, siguiendo un patron de deseanso y accién que se asamejaba al de los sirvientes domésticos y artesanos ingleses durante la revolucién indus trial*, Como lo describia una tonada popular, el “roto” chileno reservaba los domingos para beber y los lunes para deseansar o ir a la edrcel, de acuer- Go con el resultado de su aventura de fin de semana, Semejante conducta fue despreciada de leno por la elite”, “Yo trabajo le semana y el domingo me la tomo; el tunes planto Ia falla y el martes le pongo al hombro”, Lo que més resentia a la elite era la xeticencia del trabajador autéc. tono por embarcarse en tareas agricolas permanentes, Log informes contem: pordneos se refieren repetidamente al hecho de que los peones preferian # Lemos, p. 6, 4 Vase en Lucio FUNES: Andedotat ms aie pone © cose) 4 4 manchar eras, ates geod stones | Soueantaen eset see BuACit LUCERO: Cancion poputr canun, Mendona 1956°6 ed “© Viste B. F. THOMPSON: “Time, WorkDiscipine a Industral Capitan”, Pest and Present 30 3067-99 O39 ‘ohne p39. 246 RICARDO D. SALVATORE trabajar por dia —para ganar s6lo lo suficiente para el dia siguiente si atarse al empleo permanente*®, Esto puede reflejar su previa experiencia de trabaje en las estancias, donde gozaban de un ritmo més lento de trabajo, de mayor libertad tespecto de los supervisores y de tna gran movilided Pero también era el vesultado dal grado de independencia ya conquistadc por algunos trabajadores rurales, La Memoria descriptiva de 1888 menciona ue Jos peones rutales recibian derechos de usufructo de pequefias parcelas de tierra 2 cambio de su trabajo en las fincas o estancias de los terratenientes ~situacién también observada por Bialet Massé on 1903. Esto indica gue los trabajadoros xurales sobre todo los ehilenos~ yz habjan conseguido sierto grado de produccién autosuficiente y se sentian por allo menos atrafdos por la perspective del trabajo asalariado en la vitivinicultur La resistencia de los peones criollos por trabajar por salario y por periodos largos puede entenderse mejor en el contexto de las relaciones legales y de poder que los habian atado a los hacendados desde el perfode posterior # la independencia. El represivo sistema de trabajo que precedio a la Megada de los inmigrantes fue un factor importante en Ia formacién de esta resistencia criolla con el trabajo asalariedo en In agricultura. El sistema de leyes de vagancia y el de la papeleta de conchabo mantavo al peén eriollo en una situacién de servidumbre legal en la cual ere obligado a trabajar para un empleaor o era penalizado con cércel o rechitamiento en el ejército en caso de resistencia, Este sistema, que se origind en el Codigo de Policia de 1828, permaneci6 hasta 1867 s6l0 con pequefias modificaciones, cuando comenz6 2 vérselo inconsistente con la libertad de trabajo garantizada por 1a Constitucién de 1853, Adin no estaba completamente abolido en el 1900. Por este sistema, a cada pen, mujer 0 artesano que no poseyera propit dad alguna 0 un honesto medio de vida se le podfa requerir ia papeleta de conchabo emitida por el empleador o por sutoridad policial y en el caso de tratarse de un desempleado, debja evar otro pasaporte interno vilido solo por tres dias. Las penalidades por el incumplimiento de estas exigencias esto es, por estar sin empleo mas de tres dfas~ consistian en 15 dias de trabajos ‘fcrzados en obras puiblicas", El desempleo fue considerado un crimen y reprimido como tal. Este sistema no fue del todo efectivo en términos de preservar el pleno empleo. Mis ain, fue un método de control social en una economia que pirecfa poras posibilidades de empleo a lor eriollos pobres, En 1864, el 24 por ciento de Ja poblaci6n de Mendoza consistia en individuos sin ocu- Pacion estable. Esta era la parte de Ja poblacién que la elite eriolla necesi- faba controlar para suministrar mano de obra a las haciendas 0 para las cobras pliblicas y por esta raz6n la convirtio en el objetivo de las leyes de £ Vine por ejemplo HURET, oct 5 Riched SLATTA encontré ly mlsme acti (rate sf trabaloaprcola permanente ene los ‘ruchos de las pimpas. Gauchow and the Pantang Pronto, Lineal, 183 capitoe 3 HT BIALET MASSE, op sit, p. £70, MASINI CALDERON, op. eit, pp. (28-128, CONTROL DBL TRABAIO ¥ DISCRISHINACION 247 vagancia, Pero los trabajadores criollos resistieron el sistema. El solo hecho de que las leyes de vagancia debieran ser reformtladas de tiempo en tiempo revela que sil eficacia en controlar a los trabajadores rurales dejaba mucho que: desear. Por decteto de 1855 el gobierno provincial reforzs las penas or vagancia establecidas en un decreto de 1848, que a su ves repetia las cliusulas del Cédigo Policial de 1828", Una fuerza policial mal pagacla ¥ rebelde no estaba en coudicivies de cooperar con este robustecimients de las leyes sobre vagancia. El gobierno lamenté en 1865 que hubiers une extendida falsificacion de papeletas de conchabo y que los decuriones (los policias) no se molestaran en conirolarlas**, Las actitudes de los trabajado- Fes no cambiaron como resultado de esta legislacion represiva. Continuaron desafiando las leyes y eludieron la disciplina del trabajo asalariado. Es por esto que hubo tantos arrestos cuando Ia elite trat6 de reforzar esas leves, Durante el perfodo 1875-1883 més de 10.000 peones y desempleados fue. zon a dar a la circel™?. Realmente, la persistensia de la legislacion sobre vyagancia debe haber agravado la resistencia “natural” de los criollos contra el trabajo asalariado permanente. Reconociendo la ineficacia del sistema, Ja elite abolié la papeleta de conchabo en 1867. Aunque el régimen fue restablecido en 1874, habia ya una division dentro de la elite respecto de la continuacién del sistema, tal como ee refleja en la polémica de 1873" Una parte de la elite, interesada en la desintegracién del sistema tradicional de control social, deseaba reforaar los viejos vineslos de dependencia. Otra parte estaba mas dispuesta a traer inmigrantes europeos a la industria emer. Bente. Como este objeto necesitaba libertad de trabajo, estuvioron listos para abolir toda traza de servidumbre legal y crear un'mercado libre de trabajo. El resultado de la polémica de 1873 fue un compromniso: las leyes de vagancia serian restablecidas pero s6lo se aplicarian a los trabajadores nativos. En realidad, la aplicacién de eses normas decling répidamente des. pués de 1874 en tanto diferentes municipios abandonaron toda idea de reforzarlas. Hasta 1900, cuando el sistema fue finalmente abolido, estas leyes se usaban principalmente para reclutar sirvientes domésticos © para “moralizar” mujeres pobre, Es interesante comparar Ja situacién laboral de Mendoza con la de ‘Tucumin. En esta provincia, la inmigracién lego en pequeho nimero y por ello apenas pudo dar solucién al problema de Ia escasez de mano de obra, Los exiollos constituyeron la mayorfa de los trabajadores en los caftaveralos y debieron ser conchabedos por contratistas en lis provincias vecinas. Este Predominio de los etiollos en la mano de obra pudo haber influido en la evolucién de las leyes de vagancia, Al revés de Mendoza, Tucuman acelerd 4 véase Arturo ROIG: “El concepto de trabajo en Meadors dacane Ie segunda med de fislo XIX: L2 polimics de 1873", a9 Contlbuclones pare a himore de Mendaze pp. 3341s MASINI CALDERON- op: cle. pp. {25-292 {6 MASINI CALDERON, op cit, 135. 57 ROIG, op. it,» 359 £8 Sobre era polimin vee bi 248 RICARDO D. sanvaToRE cl paso reforzando sus leyes de conchabo en la época de expansion de'su industria azucarera’”. Mendoza, por el conttario, con una mano de obra compuesta tanto por inmigrantes como por eriollos, disolvié gradualmente sus leyes, Esto, sin embargo, no caimbié con suflelente rapider la actitud negativa del peén criollo hacia el trabajo agricola 3) Crisis cel control social Antes de la legada de los inmigrantes europeos, Mendoza fue una sociedad donde un niimero reducido de hacendados y mercaderes —unidos or sus intereses en el trafico de ganado~ dirigié el trabajo y la vida de tuna gran mayoria de criollos pobres. Aproximadamente el 70 por ciento Ge la poblacion mendocina estaba constituida por artesanos, jornaleros, peones y sirvientes, casi todos nativos de la provincia. Un grupo integrade or pequeios propietarios agricolas, mereaderes al menudeo y profesionales constitufaa un 15 por ciento de ta poblacion, Bl resto eran hacendados, propietarios y mercaderes*®, Dentro de este {timo grupo, una pequens minoria ejercia su control sobre una gran parte de Ja tierra agricola. En 1872-75 tn 1 por ciento de los duefios de tierras ixrigadas controlaban el 26 por clento del temitorio. Este mismo grupo (68 familias) suministraba la mayoria de los funcionarios piblicos y de los lideres politicos de la época** Esta elite, que concentraba tanto el poder politico como el econdmico, constituyé un verdadero “régimen familiar-oligarquico"™* Fue esta elite la que instituy6 Ins reformas necesarias para la moderni- zacién de la economia —ferrocarviles, irrigacion, inmigrecion—. Hasta fines del siglo, su preeminencia econdmica permaneci® inalterada, Durante ese perfodo, a elite criolla forteleci6 realmente su poder econémico por una bonanza en las ventas de ganado acompaiadas por el despegue de la indus- ‘tia bodogiera. Igualmente, su dominacién politica continué intacta hasta el surgimiento del partido’ populista a fines de la sogunda década de este siglo, EI fraude electoral y el sufragio restringido permitieron su control de la politica provinciana sin necesidad de cortsjar a las clases bajas. Pero en al periodo que precedié ala expansiOn de la vitivinicultura, la hegemo- nia social ce la elite fue desafiada por la clases bajes En el perfodo 1852-1870, In clase terateniente mendocina enfrentd luna crisis del control social que sélo pudo ser manejada con el flujo de una nueva mano de obra. Bl viejo sistema del paternalismo y el trabajo forzado - ‘comenzé a derruirse en ¢! momento en que tanto los peones chilenos como # BALAN, opi. pp. 201-38, GUY, op. cit, pp. 138-48, © Heraan’BURMEISTER: Visio por tos enados del Pate. reauady an toy anos 1857, 1858 y 1480, Suenos Ares, 1943, pp. 200201, } MASINI CALDERON, 0p he apitue 1 1 FLEMING, op, ot, cpitato 2. £1 satus politico gue eepu Is continas dominaciba de 1a aite cron x desc par George HEAVENELCON tn "Acpentioe Plosneel Poileer ay Eo Wandosa 19061918", 9%. D. Diss, Univers ‘CONTROL DEL TRABAJO Y DISCRIMINACION 24g Jos eriollos decidieron desafiar y hacer inefectivas las formas tradicionales Ge autoridad y control del trabajo. El bandidaje, la emigracion, la desercién Gel servicio militar y los motivos policiales mostraban en conjunto el grado de desintegracién del control de la elite sobre la class trabaladore eriolla, Esto hizo alin mis tomplejos los problemas de control social creadios por la erosién de Jas leyes do vagancis. Bn ol pasado, las milicias y los ejéreitos regulates jugaron un rol destacada en el vechutauiuito y control de loz micas bros desemplesdos 0 rebel a clase trebsjedora. En In década de 1860 su eficacia en mantener el orden en el campo y €2 proveer de mano de obra a las haciendas y al gobierno fue mucho més erosionada. Come la guerra del Paraguay y la defensa de las fronteras indigenas del sur inerementaron los esfuerzos de reclutamiento, un amplio resentimiento surgio entre las clases laborales, Los trabajadores respondieron negandose a ser alistados y desertando de ios cuadros militares. £1 Constitucional informaba en 1868 ‘Las guardias nacionales en los departamentos corren desesperadamente a tomar refugio en los bosques y los hacendados quedan sin peones, todo debido al rechutamiento de hombres para la frontera”™, El gobierno expre- seba el mismo interés sobre las milicias en 1867: “...e] servicio en la Guar. ia Nacional fuera de sus respectivos departamentos es evadido con fre- cuencla por los peones de las haciendas, escondiéndose en ellas bajo la proteecién de sus jofes...*, En el ejéreito regular el_ problema era igualmente grave. En julfo y agosto de 1865 dos pequefios batallones de “mendocinos” fueron enviadon 2 le guerra del Paraguay. A eada soldado el gobierno nacional le ofrecté 64 pesos bolivianos para enrolarse y 128 pesos después de dos afios de servi clo. Los soldades tomaron la primera eifra pero no esperaron embolsar In segunda. E] 21 de julio, unes pocas semanas después de la partida del primer contingente, un oficial de la delegacion Mendoza informé que 40 “mendo. inos" habjan desertado ya. El 28 de agosto otro grupo de 100 soldados se les uni6“', Obviamente, el servicio militar no fue ni con mucho un método efieaz para reprimir a Is clase trabajadora, El reclutamiento de soldados y milicianos s6io complicé los problemas de los terratenientes, Como to declaraba el decreto de 1870, el enrolamiento de las milicias y los inatiles ejercicios a los que estén sujetos “produjeron la emigracion de numerosos brazos.., cada dia (se have) més caro y dificil el cultivo de las propiedades rurales"#*, Para amirorar la escaser labora), el gobierno eximié ‘@ los peones rurales del servicio en las milicias durante perfodos normales, Afios antes, en 1855 y muevemente en 1864, los pro. pietarios habfan obtenido lz exencién de los capataces de toda clase de ® citado por MASINI CALDERON, op. cit 9.225 pee inastesin al dette del 30 de aicambre do 1867, dado por MASIM CALDERON, Mice FERNANDES eta: Mendota y ef Lttorl al comentar ty Guerre det Paraguay, Ment “ Cita por MASINI CALDERON, op et, 7. 227 260 RICARDO D. SALVATORE servicio nilitar*’, También ta policia local evidencié los sintomas de desin. tegracion de la hegemon‘a de la olite, En diciembre de 1866 estallo un mo. tin entre el personal poligial de Mendoza en demanda de sueldos atrasados, EL partido opositor tomd ventaja de la situacion e incit6 a rebelarse a los presidiarios de la Penitenciaria. Con estos presos, el Partido Federal organizo luna banda y desafié a las tropas nacionales. A esta Ganda se unio un grupo de gauchos alzados de San Luis y juntos somelieron a saquen a la chdad de San Juan", El crimen fue en auimento durante Ia década del 1860. Le peria capital por reineidencia en el robo, establecida en 1853, comenz6 a ulilizarse mas frecuentenente en 1862-1864. EI Constitueional pidié la gobemacion restablecer el cuerpo de patrullas noctumas porque “el robo y los asesinatos se suceden uno a otxo sin interrupcién”™., En la campatia, bandas de gauchos como las organizadas por Guayané~ atacaban a las tropas de carretas que levaban mercaderfas y desaparecian sin dejar rastro Entre as clases bajas la autoridad de la Iglesia estaba erosionada a tal Punto que apenas podia servir como instrumento de control social. El pobre comenzata a identificar a los curas con Ia clase rica, como aparece clara- ‘mente en esta tonada popular”: El ctra no sabe arar ni gape enyugar un buey pero, por su propia lay’ sabe que ha de cosechar, El pera salir a andar muy poco y nada se apura, tiene su renta segura ¥ vive tan descansado. En la sombra y engordando nadie gana més que el cura, 4, Contratistas, discriminacién y control soci Penmitasenos resumir nuestro argumento un poco més, La expansién de la vitivinicultura mendocina durante 1880-1920 dio origen a una red par- ticular de relaciones saciales de produccién —el sistema de contratistas— mediante la incorporacién de inmigrantes europeos al cultivo de los vifiedos. EI sisteme ofreci6 a los inmigrantes altas ganancias, una zelativa indepen Nianor LARRAIN, £1 pair de Cuy0, Buenos Aires, 1906, 9. 303, (2 MASINI CALDERON, op. ei p-222 ® FUNES. op ct, p. 1 7 DRAGHI LUCERO, op. et pp. 160-61, ‘CONTROL DEL, TRABAJO ¥ DISCRINAN ACTON 251 dencia de Ia supe:vision y las postbilidades de adcuitir tierra. Desafortunada- mente, estas oportunidades no se extendieron a los trabajadores eriollos, Con el sistema de contratistas se dessrrollé una divisiin étnica en la tarea vith nicola y los contratistas inmigrantes se convirtiexon en los jefes de los traba. Jadores temporarios criolios. Esta desigualdad fue parte de una amplia ten dencia social hacia la discriminacién en favor de los inmigrantes y contra los exlollos. En el mereado de trabajo, los primeros obtuvieron las tareas mejor pagas mientras ge relegeba a los criollos a las més tradicionsles y peor agus. En el mercado de tierras, los inmigrantes adquirleron grandes propor. clones de tierra irrigada mientras los criollos no pudieron hacerlo. Estos desarrollos trajeron grandes cambios en Ia composicién de la clase trabal dora tanto como en la distribucion de recursos. Por qué la elite promovio cambios semejantes? 1) {Por qué Ia clase terrateniente eligié el sistema de contratistas como forma dominante de las relaciones sociales para organizar el trabajo rural? ‘{Cuiles fueron les ventajas de este sistema para los propietarios? Primero, el sistema de contratistas pudo verse como una via de intro. duccién de nuevas técnicas y précticas de cultivo, Desde el momento on que Jos propietarios no estaban familiarizados con Iss téenicas moderas de la vitivinicultura por el hecho de que su actividad anterior habfa estado orien. tada hacia Ia erfa de ganado y a algunas actividades agricolas conexas, fueron forzados a confiar la plantacién y cuidado de sus tierras a los contratistes, Pero ésta no pudo haber sido la principal raz6n porque los inmigrantes no sabfan mucho més que los propietarios sobre vitivinicultura moderna”, Mis ain, Ia transforoncia de técnicas de cultivo ocurrié muy tempranamente, cuando algunos propietarios criollos innovadores como Benegas “importa, ron" algunos expertos de Francia, En. segundo lugar, podemos ver al sistema de contratistas como una forma de distribucién ‘del riesgo empresarial entre los propietarios y los tmismos contratistas. Estos soportaron la carga que representaban las pér- didas de cultivo durante los primeros tres afios ce sus contratos y compar. tieron los riesgos de producci6n y precios, recibiendo una patte de su ingreso como porcentaje de produccién. Pero esta explicacion no es todavia satis. factoria porque por lo menos hasta la primera década del siglo XX, la mayor parte del ingreso de los contratistas fue compuesta por pagos mensuales fies y por dividendos que no dependian de la siluiacion del mercado o del resultado de la vendimi En tercer lugar, el sistema de contratistas provey6 una fuerza de trabajo. confiable que de otro modo hubiera sido diffe reunir. Esta explicacion parece estar més cerca del blanco aunque atin necesita algunos matices Como los contratistas tomaron a su cargo las plantaciones todo el afi, el J epinibn ex camper. ‘iperorded de lou am ‘er Abrsham Leno, iembro [Hants Mtemorts description, #3). 252, RICANDO D. SALVATORE sistema suministré in trabajo permanente y dependiente para el cultivo de los viftedos, Pero ellos no constituyeron la principal fuerza de trabajo de le industria, Por afiadidura, los terratenientes necesitaron una gran reserva de trabajadores no calificados, capaces de trabajar intensivamente y de un modo, organizado durante la vendimia en otras tareas temporarias. Para estas actividades ora necesario movilizar trabajadores criollos, Estos traba- Jadores, acostumbrados a héhitos més flexible: de trabajo y libres de las ataduras d2 las leyes de vagancia, estaban dispuestos a resistir la disciplina del intenss trabajo agrario. Bajo estas condiciones, los propietarios requirie- yon disciplinar y entrenar la fuerza de trabajo nativa para los vifiedos. Para este fin, el sistema de contratistas parecio una buena solucion. Proveyo aixectivos sara organizar a los peones sin depender completamente de esta fuente de mano de obra. Sirvi6 para la trasmision de habitos modemos de abajo a ls reticente y rebelde mano do obra criolla. En sume, fue el nexo: necesario para organizar y disciplinar a los nativos en un nuevo sistema de trabajo libre, una vez que el viejo sistema de control laboral se hubiera desintegrado, 2) {Por qué fue necesario para la clase terrateniente redistribuir tierra ¢ inrigaclon entre los inmigrantes, discriminando a los criollos pobres? ,Por gué los inmigrantes obtuvieron semejante posicion en la jerarquia laboral yen la sockdad? Primero, la discriminacién étnica fue reflejo del rol jugado por los inmigrante: en el mercado de trabajo. Para que los contratistes pudieran controlar y disciplinar Ia mano de obra autéetona, debian ser remtinerados adecuadamente, Por este motivo, los bodegueros y los propietarios deseaban Pagarles mis que a los criollos’ y darles las responsabilidades gerenciales. Como Jos inmigrantes vinieron al comienzo en escaso mitmero y con la expec tativa de cransformarse en pequefios propietarios, la clase terrateniente Gebié offecerles fAcil acceso a la tierra. De este modo los inmigrantes pudie- Fon aumentar su participacién en los recursos a expensts de los criollos. La crisis del controt social que precedié a la egada de los inmigrantes y, la gradual erosién del sistema tradicional de reclutamiento de mano de obra y control ayuda a explicar por qué la elite criolla asumié actitudes y creencias racistas contra los trabajadores nativos e identified el progreso con Jos inmigrantes europeos. La elite modernizante traté de reaceionar ante la creciente desintegracién del control social, restructurando la compo. sicion de le clase trabajadora y las relaciones entre propietarios y trabaja- Gores natives. Los inmigrantes se transformaron en intermediarios entre esos dos grupos, en los directivos de Ia clase trabajadora por euenta de la clase terrateniente, Esto fue cierto no solo en la industria vitivinicola sino en otros sectores de la actividad econdmica, En esta medida, los inmigrantes ayudaron @ la elaso rectora a restructurar su hegemon{a sobre la sociedad, Los miembros de la elite compartieron prejuicios contra los trabajado- 2¢6 nativos pretendiendo recortar los valores criollos en un molde europea, Pero, json “os sistemas de valores la respuesta a la cuestion de la discrimina: cl6n eriollo.inmigrante? ;0 este problema puede explicarse por la necesidad ‘CONTROL DEL TRABAJO Y DISCRIANACION 258 de controlar ciertos sectores de In fuerza de trabajo a través de Ja ayuda de otto sector de trabajadores de talante més empresarial que resultaban perte Recer a un contexto étnico diferente? En nuestro caso ambos factotes pare. cen operax de consuno. El mito de la supetioridad del inmigrante soles el criollo era parte de un sistema de valores que animé a la elite modemizante mendocina a fines del siglo XIX, Pero también la integracion de los Inet grantec en cl geno de la sociedaul mendocina tuvo Iugar & través de su perth, cipacién en el proceso laboral. ¥ es aquf donde el rol de los inmigrentes como organizadores, controladores y disciplinadores de la fuerza de trabajo griolla puede explicar tanto el surgimiento de un sistema particular de tra. bajo y tenencia de la tierra —el sistema de contratistas— como la real disert, minacién que alimenté valores y prejuicios preexistentes, RESUMEN La expansién de ta viticulture y te Industria’ Bodeguere en ‘Mendoza entre 1860 y 1930 introdujo un sistema particu. lar dé produccién: al sistema de contra: tistar. Bete steme, que incorpors un {gran nimero de inmigrontes europeos en 1 ‘vitiuinicultura, les ofrecis alte” ganore clas y positlidades de adquirir. heres Estas oportunidades no se hicieron exten 421 a foe asetores erfollon, a quienes ae re Ser06 las tareas monas pogor 330 let mpi. «dio 'et acceso a la propiedad territorial en lum ‘mareo de verdadera. diseriminacion racial’ y social Bate trabajo sostlene que et sistema de contratistae puede verve como via de introduccién de nuevas Haeniens agronémices y como una forme dde distribucian del risego empressrial ene fre terratenientescontratician, Paro fambién ef sistema provey® une fuerza de trabajo de ‘otra manere muy dificl de reunir y'To que es mis importante, cons. fituy6 jun método ‘par organiza 9 dis elplinar fa fuerza de trobojo erolls. Come este ‘praceso se cumplio. on un contex to de’ desintegrasion del ‘control social ereido por ta elite, al sstema de con. atistas “te pormitle @. data veestructs rar bu hegemonia social dominar to Droduseton, SUMMARY The expansion of Mendoze’s viticulture turing 1880-1920 gave origin fo. purl ‘ular eet of social relations of produetion: the contratiss system. This syetem which Incorporated a number of European inmt Fonts tn the viticulture, offered them igh ‘earnings: and posibiites to dquire land, These opportunities were nat exten. ded to creole workere who retained t lower poid jobs and were not fo edguire Jnd séithin a context of ethnic ond sbelet discrimination. This paper holds that the ontratita system was away of edapte. tion of new eulture techniques ond ¢ wey Of distributing ‘the “entrepreneur ak ‘among contratstas and landowners Morse ver, the system supplied «labor force otherwise difficult to. gather and which fs more. important, uate method. to ‘organize and 0 discipline creole workers under the new system of free labor As this, process es developed within «con text ‘of social control disintegration, the contratists system allowed the elite ts restructure ite social hegemony ond domi hate the vitiuiture.

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