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ARPETA(C) ea Lectuna C) rovocarusaha N® de Inseripcién : 96.768 (© Humberto Maturana Romesin DOLMEN EDICIONES S.A. Cirujano Guzman 194, Providencia, Santiago Derechos exclusivos reservados para todos los pases Direceién : Jaime Conder Composicidn: José Manvel Ferner ‘raducci6n: Felipe Andrews Rojas TS.B.N : 956-201 - 286-7 TPBdiciin : Febrero de 1992 28 Bdicién: Junio de 2002 IMPRESO EN ESPANA/PRINTED IN SPAIN HUMBERTO MATURANA LA OBJETIVIDAD UN ARGUMENT PARA OBLIGAR DOLMEN EDICIONES INTRODUCCION Coca ver que quesemos convencer a algaien para que concuerde con nuestros deseo, y No podemos ono qc- femos usat fuerza brut, ofrecetos lo que lamers Un ctivo oracional Hacemos esto bsjo la pre- ‘de que el otto no puede re- Chazarlo que nuestro argumento sstiene, porque 9 ¥=- lider ve anda en sw referencia ala verdad. ¥ demi lo hacentos asi Bajo el suptesto implicit o explicit de que lo real larealidad es universal y abjetivamente vilido, porgue es independiente de lo que hacemos, ¥ una Vez {ue es indicado no puede ser negado. Por cierto, nosotros decimos que ealguiera que no coda ala razén esto es, cualquiera que no ceda a nUes- tros arguments racioales, ex arbitral ildgico © ab- Sudo} sostencmos implicamente que tenemos c- eso privlegiado a a realidad que hace nests argu- trentesabjetivamente vidos. Aun ma, nonatossoste- temos implicitaoexplfctamente que es este acceso pr Vilegiado ala verdad el que nos permite constrais nues- tras rgumentos racials, Peo, ze esta acd sobre ny losacional, ractonaliteate vida’, podem, tle hechorsostene que es esta conexion con i realidad In que daa le raz6nel poder de convicciin que sostene- tnos tiene, o debiea tener? O, reciprocamente, nos da ‘aso ln an un acces 1 real al que podamos con ederle el poder de compulsion w oligaciony la validez Siversal ue pretendemor que tiene cuando intentamos foraar a algun conn stgumentoraional? 13 Yo sostengo que la cuestién central que la human to entendimiento del fendmeno ético y social. En este dad enfrenta hoy en dia es Ia pregunta acerca de lo que intento presentaré estas reflexiones baja cinco temas: la es la realidad. Y sostengo que esto es asi, independien- ontologia del explicar; realidad; la ontologia del conoci- temente de si estamos enterados o no de ello, porque cada ‘miento; el fenémeno social; y lo étieo. Finalmente, este tuna de las cosas que hacemos como seres humanos mo- ‘ensayo estd escrito de manera tal que permita que estos dernos, como individuos, como entidades sociales 0 diferentes temas sean leidos independientemente en al como miembros de alguna comunidad humana, supone ‘gunas secciones luna respuesta a tal cuestién como la fundacién de un argumento racional que usamos para justificar nuestras Aun la naturaleza, como la traemos a la mano en el curso de nuestras vidas como seres humanos, depende de nuestra respuesta a esta interrogante. De este modo, /yo sostengo que la respuesta expliita o implicita que | cada uno de nosotros damos a la pregunta por la reali- dad, determina cémo vivimos nuestra vida, asf como nuestra aceptacién o rechazo de otros seres humanos en lared de sistemas sociales que integramos. Finalmente, desde que nosotros sabemos en nuestra vida diaria que el observador es un sistema viviente, porque sus habilidades cognitivas son alteradas si su Diologia es alterada, yo manjengo que no es posible te- ner un entendimiento adecuado de los fenémenos socia- les y no-sociales en la vida humana si esta pregunta no es contestada apropiadamente, y que esta pregunta pue- dde ser contestada apropiadamente s6lo si abservacién y ‘conocimiento son explicados como un fenémeno biolé- gico generado a través de la operacidn del observador como un ser humano viviente Por consiguiente, mi propésito en este ensayo es | abordar la pregunta sobre la realidad, considerando al | observador como una entidad bioldgica, Para lograr este fin presentaré inicialmente algunas reflexiones desde la biologia del observador, lenguaje y conocimiento, y lue- 0 proseguiré con las consecuencias que, a mi modo de ‘ver, tienen los contenidos de estas reflexiones para nues- rT 15 CAPITULO T LA ONTOLOGIA DEL EXPLICAR |} Nosotros, tos seres humanos, operames como observa- | dores, esto es, hacemos distinciones en el lenguaje. Mas ‘an, sinos piden explicar 2qué hacemos?, nosotros usual- mente decimos que en nuestro discurso denotamos ocon- rhotamos, con nuestras palabras y argumentos,entidades que exisien independientemente de nosotros. O, i no= otros aceptamos que lo que distinguimos depende de Toque hacemos, como los Hsicos modernos lo hacen, ope- ramos bajo la implicit suposiciOn que, como observa ores, estamos dotados de racionalidad, y que esto no ‘necesita ono puede sex explica, Sin embargo,'si reflexionamos desde nuestra expe riencia como observadores, descubrimos que todo lo que hhagamos como tales, s6lo nos ocurre. En otras palabras, descubrimos que nuestra experiencia es que nos encon- tramos observando, conversando 0 actuando, y que cual- quier explicacién o deseripcisn de lo que hacemos es se- cundaria a nuestra experiencia de encontrarnos noso- ros mismos en el hacer de lo que hacemos. ‘Cualquier cosa que nos pase, nos pasa como una ex- periencia que vivimos como viniendo de ninguna parte, Nosotros usualmente no nos damos cuenta de esto por {que colapsamos la experiencia con la explicacién de la wv experiencia, quetlindonos sélo con la explicacién de la experiencia, Esto es evidente en situaciones que nos sor- prenden. Esto pasa, por ejemplo, mientras manejando un, ‘auto, otro vehiculo que no hemos visto en el espejo re- ‘trovisor nos sobrepasa, Cuando esto ocurre nos sorpren- demos, y usualmente nos decimos inmediatamente a nosotros mismos 0 a otros, como una manera de justifi- car nuestra sorpresa, que el otro vehiculo estaba en el unto ciego del sistema retrovisor de nuestz0 vehicula, © que venia muy répido, En nuestra experiencia, sin embargo, vivimos el auto que nos sobrepasa como si apa- reciera de ninguna parte, Yo expreso’esto, nuestra situacién como observado- res, diciendo: a) el observador se encuentra a si mismo cen la praxis del vivir (o el acaecer del vivir o la expe- riencia) en el lenguaje, teniendo experiencias que sim- plemente le ocurren como viniendo de ninguna parte; b) ‘cualquier explicacién o descripcién de como ocurte Ia praxis del vivir en el lenguaje es operacionalmente se- cundaria ala praxis del vivir en el lenguaje, aun cuando la explicacién y la descripcién también ocurren en ella; ly ©) las explicaciones y descripciones no reemplazan lo ‘que ellas explican o describen. Finalmente, es evidente que si explicaciones y descripeiones son secundarias a la praxis de vivir del observador (ntiestra praxis del vie vir humano), ellas son estrictamente innecesarias para ésta, aun cuando la praxis del vivie del observador cam- bia después de haberlas escuchado. En estas circunstan- cias, observar es tanto el punto esencial de partida como la. pregunta mas fundamental en cualquier intento de entender realidad y razén come fenémenos del dominio humane. Por cierto, cada cosa es dicha por un observador a otro observador que puede ser él o ella misma (ver Maturana 1970), y el observador es tn ser humano. Esta condicién es una posibilidad y un problema, no una res- ticcién, 18 2. Bxpllcaciones A-nosotros, seres humanos occidentales y- modernos, miembros de una tradicién cultural greco-judeo-cristia- nna a la cual la ciencia moderna pertenece, nos gusta ex- plicar y formular preguntas que demandan respuestas explicativas. Ademis, si estamos en el dnimo de hacer ‘una pregunta que demanda una explicacién, nos confor- ‘maremos sélo cuando encontremos una respuesta expli- cativa a nuestra pregunta, Pero, zqué es lo que ocurre en una explicacién?, 2qué debe ocurrir para que digamos que un fenémeno dado 0 situaci6n ha sido explicada?. Si ponemos atencién a lo que hacemos en nuestra vida diaria cada yez que res- pondemos a una pregunta con un discurso que es acep- {ado por un oyente como una explicacién, podemos no- tar dos cosas: a), que lo que hacemos es proponer una reformulacidn de una situacion particular de nuestra praxis del vivir con otros elementos de nuestra praxis del vivir; y b), que nuestra reformiulacién de nuestra praxis del vivir es aceptada por el oyente como una reformulaci6n de su praxis del vivir. De este modo, por ejemplo, la proposicisn «usted fue hecho por su madze en su vientrey, se vuelve una expli- cacién cuando un nifo la acepta como una respuesta a su pregunta: «Madre, gedmo nacf?», En otras palabras, diarlamente la vida nos revela que es el observador quien acepta o rechaza una afirmacién como una reformulacion, dde una situacién particular de su praxis del vivir con ele- _mentos de otras situaciones de su praxis del vivir, quien determina si esa afirmacién es 0 no una explicacin, Haciendo esto, el observador acepta o rechaza una reformulacién de su praxis del vivir como una explic cidn de acuerdo a si satisface o no un criterio de acepta- cidn implicito 0 explicito, que él o ella aplica a través de ‘su forma de escuchar. Si se satisface el criterio de acep- tacién, la reformulacién de la praxis del vivir es acepta- 19 day se constituye en una explicacién, la emocién o el es> tado de énimo del observador cambia de duda a contents- rmiento, yé1o ella deja de hacerse la pregunta, ‘Como resultado, cada manera de escuchar del obser- vador, que constituye un criterio para aceptar reformu- Taciones explicativas de la praxis del vivis, define un dominio de explicaciones, y los observadores que afir- ‘man aceptar las mismas explicaciones para sus respecti- vvas praxis del vivir, implicitamente afirman operar en el ‘isto dominio de praxis del vivir. Por consiguiente, y sin importar si estamos 0 no conscientes de esto, noso- {ros como observadores nunca escsichamos en el vacio, siempre aplicamos algtin criterio particular de acepta- cin de lo que sea que oigamos (veamos, toquemos, ola- ‘mos s., 0 pensemos), aceptindolo 0 rechazéndolo de acuerdo a si satisface 0 no tal criterio en nuestro escu- chat, Por cierto, esto esté ocurriendo ahora con los lecto- 09 de este libro. 5. Caminos explicativos Existen dos modos 0 maneras fundamentales que un ob- servador puede adoptar para escuchar explicaciones, se- sgn si é1 o ella se hacen o no la pregunta por una exgli- ccacign biol6gica de sus habilidades cognitivas. Estas dos ‘maneras de escuchar determinan dos caminos explicati- ‘Vos primarios exclusivos que yo llamo el camino de la objetividad sin paréntesis o de Ia objetividad trascen- dental, y el camino de objetividad entre paréntesis o el ‘camino de objetividad constitutiva, Permitaseme des- cribirlas, 1) En el camino explicativo de Ia objetividad sin parén- tesis, el observador implicita o explicitamente acepta sus hhabilidades cognitivas tal como sus propiedades consti- tutivas, y él o ella lo hace asi no aceptando o rechazando tuna completa busqueda en su origen biol6gico. Hacien- do esto el observador implicita o explicitamente, asume ‘que Ia existencia tiene lugar eon independencia de lo que 20 €1oclla hace, que las cosas existen independientemente de ai él o ella las conoce, y de si élo ella puede o no ‘conocer acerca de ellas a través de la percepeidn o a r 26n. En este camino explicativo, el observador usa una referencia a alguna entidad tal como materia, energ{e, mente, conciencia, ideas... 0 Dios, como su argumento final para validar y, por lo tanto, para aceptar una reformulacién de la praxis del vivir como una explica- cidn de ella, En otras palabras, es el escuchar del obser vvador con un crterio de aceptacién que supone una re- ferencia a alguna entidad que existe independientemen- te de lo que él o ella hace, para que una reformulaci6n\ de la praxis del vivir sea aceptada como una explicacién de ésta, lo que constituye este camino explicativo y, de hecho, fo define Por endle, este camino explicativo es constitutive: _mente ciego (0 sordo) a la participacién del observador _ ten Ia constitucién de lo que él o ella acepta como una explicaeién. En este camino explicativo, las entidades asumidas ‘como existentes con independencia de lo que el obser- vador hace, as{ como esas entidades que surgen como constructos de éstas, constituyen lo real y cualquier otra ccosa_es una ilusign. En otras palabras, en este camino explicativo sostener que una afirmacién dada es sina il sidn, es rehusar su realidad, y negar su validez. Por con- siguiente, debido a su modo de constitucidn, este cami- no explicativo necesariamente Hleva al observador a re- querit un dominio nico de realidad, un universo, una referencia trascendental, como el iltimo recurso de vali- dlacidn para las explicaciones que él o ella acepta, y, como consecuencia, a realizar un continuo intento para expli- car todos los aspectos de su praxis del vivie reduciéndo- los a aquél. Finalmente, en este camino explicativo, la suposicién, por diferentes cbservadores de diferentes tipos de enti- 2 4ades independientes como siltimo recurso de validacién de sus explicaciones, constitutivamente los lleva a vali- dar con sus conductas diferentes, y necesariamente mu- suamente exclusives, universos, realidades. 0 dominios 4c explicaciones objetivas. Por fo tanto, en este camino 2xplicativo las explicaciones suponen la posesién de un acceso privilegiado a una realidad objetiva por el obser- vador que explica, y en él los observadares no se hacen rgo de su mutua negacién en sus desacuerdos explica vos ya que ésta es la consecuencia de argumentos cuya validez no depencle de ellos. Es en este camino explica- tivo donde una pretensién de conocimiento es una de- ‘manda de obediencia. lis: Enel camino explicativo de objetividad entre parén- tesis el observador explicitamente acepta: a), que élo ella 2s, como ser humano, un sistema viviente; b), que sus habilidades cognitivas como observador son fenémenos biolégicos ya que son alterados cuando su biologia es alterada, y desaparece con él o ella en el momento de la muerte; ye), que si él o ella quiere expliear sus habilida- des cognitivas como un observados, él ella debe hacer- lo mostrando cémo ellos surgen como fenémenos biol6- gicos, en su realizacién como un sistema viviente, Mas ‘iin, adoptando este camino explicativo, el observador tiene que aceptar como sus caracteristicas constitutivas, todas las caracteristicas constitutivas de los sistemas vi- vientes, particularmente sus incapacidades para distin- guir en la experiencia lo que en la vida diaria distingui- mos como percepcidn e ilusién. Permftaseme explicar. Cuando nosotros observamos alos animales podemos ver que ellos en gencralcometen lo que nosotion pode- mos llamar errores perceptusles. Missin, nosotoewsa- ‘mos esto en nuestas Interecciones con ellos cuanda Tos éngofamos en la care. Ast por ejemplo, en la pesca dela tricha nosotros usamos un anzutelo con plumes que hay cemos volar como un insecto a ras de ln muperficie del agua. Una techa que we este engafono sinsecto ysalta 2 para cazarlo, edescubre» sélo al ser atrapado que el in- secto era una ilusién. Que el observador sepa, a través de ou diserio, que él o ella hayan estado engafindo todo €l tiempo, no altera esto. Es sdlo después de haber sido cezada que la trucha devalia le experiencia previa de ‘azar al insecto considerindola una ilusién. Nosotros, observadores, como sistemas vivientes no somos diferent tes de la trucha en este aspect, El uso que nosotros hacemos en la vida diaria de la palabras mentira y error, revela esto, y la palabra hipo- ‘resfa demuestra que nosotros usamos nuestra incapaci- dad para distinguir en la experiencia entre percepcisn © ilusidn para la manipulacion de nuestras relaciones interpersonales. Por cierto, independiente de Ia avenida sensorial a través de la cual una experiencia ocurte, © independientemente de las cixcunstancias bajo las cua- les esto ocurre, su clasificacién como una pereepeidn 0 ‘como una ilusién es una earacterizacidn de ella que un observador hace a través de una referencia a otva expe- riencla diferente que, de nuevo, puede ser slo clasifica- dda como una pereepcién o como una ilusiGn a través de tuna referencia a otra De todo esto se concluye que un observador no tiene base operacional para hacer cualquier declaracisn o afi rmacién acerca de objetos, entidades o relaciones, como sieellas existieran independientemente de lo que él ella hace. Mas atin, una comunidad de observadares que no puede distinguir en la experiencia entre pereepcign eilu- si6n, no esté en este aspecto en una posicién mejor. Su acuerdo no da validez operacional a tina distineion que nninguno de ellos pueda hacer individualmente, De hecho, una vez que la condicién biolégica del.ob- servador es aceptada, la suposicisn de que un observa- dor puede hacer cualquier declaracién sobre entidades que existen independientemente de qué hace, él 0 lla, esto es, en un dominio de realidad objetiva, se vuelve 0 23 ahsurda ovacia porque no exist operaién del observa- dor que pueda sitstacerla Enel camino de la objetv ddd taut paréntesi, ia exstonciaexconatiulda con To {jue el observpdor hace y el obpervador tae la mato Tosobjetes que él ella distingue con sus operaciones de dlstieion, como dstinciones de distinciones en el len- gusje. Por otra pare, ls objeto que el observador trae Slaleuno en u operacion de distincin ingen dotados on las propledades que realizan las coherencias Speracionates en el dominio de a praxis del viv en las Shales son consituidas Enel camino de le objetvidad entre paénteis, el ob- servedor consituye existencia con us operaciones de dlistinclones Por ectas razones, en el camano de la obje- tividad entre parcntesie el observador sabe que él ela zo puede wenn objeto que se asume existe como una en- {ida independiente como n argument para funda tex Pleacn:Porclerto, yollamo ete coming expletive ex Trino de ia objetividad entre panentesi precisamente por esto y porque como tal supone, en cambio, recanoer que sel caterio de aceptaion que el observador aplicn en 88 Cscichar lo que determina at eformlaciones de a Pras dat vir que consitayenoxpacones en EL hecho de que en este camino explicative el obser~ vador constituya existencia al traer a la mano objetos con sus operaciones de distincién en su praxis del vivir en el Tengabje, tiene tres consecuencias fundamentales: 1). que cada configuracién de operaciones de distincio- nes que el abservador ejecuta, especifica un dominio de realidad como un dominio de coherencias operacionales dle su praxis del vivir en la cual él ella tree a la mano tun tipo particular de objetos a través de su aplicacién (ejemplo: el dominio de existencia fisiea es taido a la ‘mano como tun dominio de realidad a través de la apli- ‘acién recursiva por el observador, en su praxis del vi- vir de laconfiguracién de distinciones constitaidas por medidas de masa, distancia y tiempo); zs Fy 2) que cada dominio de realidad constituye un dominio de fexplicaciones de la praxis del vivir del observador fen tanto él usa recursivamente las coherencias opera cionales que la constituyen, para generar reform laciones explicativas de st praxis del vive (ejemplo: la aplicacién recursiva de as coherencias operacionales de li praxis del vivir del observador que constituye el do- ‘mini fsico de existencia como el criteio de aceptacién para la reformulacicn explicstiva de la praxis del vivir ‘del observador, constituye el dominio de explicaciones Fsicas); 3) que aun cuando todos los dominios de realidad son diferentes, en término de las coherencias operacio- rales que los constituyen, y, por ende, no son igus: les en la experiencia del observador, ellos son todos igualmente legitimos como dominios de existencia, porque ellos surgen de Ia misma forma al ser gene- tados a través de la aplicacién de operaciones de dis- tinciGn por el observador, en su praxis del vivir. Se deduce de todo esto: a) que en el camino explica- tivo de la objetividad entre paréntesis el observador se encuentra a si mismo como el generador de toda reali- dada través de sus operaciones de distincién en la praxis| del vivir; b) que él o ella puede traer a la mano tantos: diferentes pero igualmente legitimos dominios de reali- ‘dad como diferentes tipos de operaciones de distincién {que él o ella realiza en su praxis del vivir; c) que 10 ella Puede usar uno w otto de estos diferentes dominios de ealidad, como un dominio de explicaciones de acuerdo alcriterio de aceptacién para una reformulacién adecua- ‘da de la praxis del vivie que él o ella usa en su escuchar; y a) que él o ella es operacionalmente responsable de todos los dominios de realidad y de explicaciones que é1 ‘olla vive en sus explicaciones de la praxis del vivir. Se deduce que en este camino explicative las expli- ceaciones son constitutivamente no reduecionistas y no 25 trascendentales porque en ellas no hay biisqueda de una sinica explicacién ultima para todo, Por consiguiente, cuando un observador acepta este camino explicativo, 1o-ella se hace cargo de que dos observadores que ge- neran dos explicaciones que se excluyen mutuamente, frente a dos situaciones que para un tercer abservador son la misma, no estén dando diferentes explicaciones para la misma situacidn, sino que los tres estén operan- do en distintos pero igualmente legitimos dominios de realidad, y estén explicando diferentes aspectos de sus respectivas praxis de vivir. El observador que sigue este ‘camino explicativo, se da cuenta de que él ella vive en un multiverso, esto es, en muchos distintos, igualmente legitimos, pero no igualmente deseables realidades ex- plicativas, y que en éste, un desacuerdo explicativo es ‘une invitaci6n a una reflexidn responsable en coexisten- cia, y no una negacién irresponsable del otto. ‘Como resultado, en este camino explicativo una itusién esladeclaracisn de una distincién escuchada desde un do- ‘minio de realidad diferente de aquel en el cual ocurre y donde es valido, y la experiencia de una ilusién es una ex- presidn en el observador de su confusién de dominios ex- plicativos. Todo esto puede ser resumido gréficamente en cldiagrama que muestro abajo, y que llamo el diagrama ‘ontol6gico, Descriptivamente, lo que es supuesto en estos dos c rminos explicativos basicos como dominios ontolégicos fundamentales, puede ser resumido como sigue! Un observador en el dominio de ontologias trascen- entales sostiene que sus explicaciones son validas por sus referencias a entidades que él o ella asume que exis- ten independientemente de Io que él o ella hace, Materia, energla, Dios, naturaleza, mente, conciencia... pueden ser tales entidades, y puede haber ali tantas diferentes cl ses de ontologias trascendentales como diferentes tipos de entidades que un mismo o diferentes observadores 26 pueden asumir que existe independientemente delo que Lo ella hace, y a fin de validar sus explicaciones. Méi atin, diferentes ontologias trascendentales son exclust vas, y cada una constituye todo lo que aht hay, especif. cando como si fuera generada por el observador, el dink- co dominio objetivo de realidad que él o ella acepta como un fundamento para su explicacién. Debido a esto, para un observador en un dominio ontoldgico trascendental particular, cualquier afirmacién que no pertenezca a él, ‘© que no sea sostenida por é, es intrinsecamente falsa Diagrama ontélogico ermie ) =< Pom oye eau a7 Un observador en el dominio de ontologias constitu: tivas sostiene que lo que valida sus explicaciones como reformulaciones de s praxis del vivir con elementos de su praxis del vivir, es la actual coherencia operacional ‘gue los constituye en su praxis del vivir, independiente- Iente del crterio de aceptacién usado. En el dominio de ontologias constitativas, todo lo que el observador distingue esté constituido en su distincién, incluyendo fal observador en si mismo, y es ahi como es constituido. ‘Mas atin, en este dominio cada dominio de explicacio- res como un dominio de realidad es un dominio en el cual las entidades surgen a través de coherencias ‘operacionales del observador que lo constituye, y, como tal es un dominio ontolégico. Finalmente, en el domi- ni de ontologias constitutivas, hay tantos dominios de realidad legitimos distintos como dominios de explica- clones que un observador puede traer ala mano a través de las coherencias operacionales de su praxis del vivir, todo lo que un observador dice, pertenece a uno de ellos Debido a esto, toda afirmacién que un observador hace es vélida en algiin dominio de realidad, y ninguno es in- trinsecamente falso. 4 Dominios explicativos Desde que cada dominio de explicaciones es definido por 1 criterio de validacién usado por el observador para ‘aceptar tina reformulacién dada de la praxis del vivir ‘como una explicacién de ella; hay tantos dominios de ex- plicaciones como criterias de aceptacién para explicacio- res que un observador puede usar én su escuchar, Al mismo tiempo, y como resultado de esto, cada dominio de explicaciones constituye un dominio de acciones (y de afirmaciones como acciones en un dominio de des- ‘ripciones) que un observador considera en sus reflexio- nes como acciones legitimas para un dominio particular de la praxis del vivir porque ellas estén respaldados por Tas explicaciones que él o ella acepta en ese dominio, 28 Ademés, y como mostraré més adelante, desde que cada dominio de acciones es aceptado como acciones le- gitimas en un dominio particular de la praxis del vivir or un observador, es un dominio cognitivo en ese do- inio. Cada dominio de explicaciones, al especificar un dominio de acciones legitimas en la praxis del vivir del ‘observador, especifica un dominio cognitivo. Debido @ testo, todos los observadores que usan el mismo eriterio dde validacin para sus explicaciones operan en dominios ccognitivos que intersectan en aquellos aspectos de su praxis del vivir especificados por sus dominios comu- hes de explicaciones como dominios de coordinationes consensuales de acciones,y tienen allf dominios isomér- ficos de existencia. Finalmente, si un observador opera en un dominio de explicaciones o en otro, depende de su preferencia (emocién de aceptacin) pars la premisa basica que cons- tituye el dominio en el cual él o ella opera, Por con: guiente, juegos, clencia, religiones, doctrinas politicas, Sistemas filosdficos, ideologias en general, son diferen- tes dominios de coherencias operacionales en la praxis del vivir del observador que él 0 ella vive como diferen- tes dominios de explicacidn o como diferentes dominios de acciones (y, por lo tanto, de cognicién), de acuerdo a ‘sus diferentes preferenclas operacionales. De éstos, aho~ ra s6lo consideraré la ciencia, ciencia natural moderna, taito porque yo soy un cientifico, como porque la cien= cia juege tn papel central en la validacién del conoci- miento en nuestra cultura occidental y, por consiguien- te, en nuestras explicaciones y entendimiento del fend- meno ético y social en nuestra cultura presente Anosotros, os cientificos, nos gusta explicarla praxis del vivir, y la pasién de explicarlo es la emocién fun- ‘damental que sostiene lo que hacemos como tales. Mas ‘atin, lo que es peculiar # los cientificos modernos en ge- heral, y especialmente a los clentificos naturales moder- nnos en sti modo de hacer ciencia, es su peculiar forma de 29 escuchar lo que ellos consideran reformulaciones acep- tables dela praxis del vivir y su serio intento de ser siem- pre consistentes con ellas en sus afirmaciones acerca de Jo que ocurre en sus dominios de experiencia Como resultado, la ciencia modema es tun dominio peculiar de explicaciones y de afirmaciones deriva acorca de la praxis del vivir que es definida y constitu a por el observador, en la aplicacién del crterio parti cular de validacisn de las explicaciones que lo definen. Yo llamo a este criterio de validacién de explicaciones, él eriterio de validacin de las explicaciones cientificas. Por cierto, todas aquellas personas que aceptan, ¥ consistentemente usan ol eriterio de validacisn de ex- plicaciones cientificas para la generacidn de sus explica- ciones, asf como también para la validacién de sus afir maciones en un dominio particular, son cientficas en ese dominio. “Me permiticé shore presenta este criterio de valida cidn, y' luego reflexionar desde To que yo considers Significante de él y de su aplicacion para el propésito de este libro. Nosotros, cientficos naursles modernos, aceptamos tna proposcisn dada como una expicacion clentiien de wn siacion particular de nacetta prox fel vivir como observadores (0 fendmenos a ser explica: dos), sélo si éata describe un mecanismo que produce {esa situacign 0 fenémeno como una consecuenala de st peracien como tna de cuatro condiciones operacionales aie el observador pede satinfacer conjuntamente en su Praxis del vive Estas cuatzo condiciones son: @) La especiicacin del fendmeno que ha de ser ex- plitado como una caracteristica de a praxis del vivir del observador a través de la descripcin de lo que 610 ella debe hacer para experimentazi 30 ») La proposicién en la prexis del vivir del observa dor de un mecanismo que, como una consecuencia de su ‘peracid, prodiuciré en él oella Ja experiencia del fend- ‘meno por explicas, ©). La deduccién desde el mecanismo propuesto en. (b) ye todas Ins coherencias operacionales que éste su- pone en Ia praxis del vivir del observador, de otro fend meno, asf como de las operaciones que el observador debe hacer en su praxis del vivir para experimentarlo, @) La experimentacién por parte del observador de aquellos fendmenos adicionales dediicidos en (c), en la ‘medida que él ella ejecuta en su praxis del vivir aque- lias operaciones que, de acuerdo con lo que han sido tam- Dign deducidas en (c), serian generadas en ella etiando Glo ella las realiza, ( ‘Cuando estas cuatro condiciones han sido satisfechas en la praxis del vivir del observador, y slo entonces, el ‘mecanismo propuesto en (b) como un mecanismo gene- rativo que produce, como una consecuencia de sit ope- za, el fendmeno especificado en (8), se convierte en una ‘explicacién cientifica de aquel fenémeno para el obser vador. Mas atin, el mecanismo generativo propuesto en (b), permanece para un observador como una explicacin lifca del fendmeno especificado en (a), solamente mienteas todos los fenémenos deducidos en (c) sean experimenta- dos por él o ella, de acuerdo a las indicaciones también deducidas en (¢) Por lo tanto, son cientificos sélo aquellos observado- res que usan el eriterio de validacién de explicaciones cientificas para la validacidn de sus explicaciones,y ellos hacen esto evitando cuidadosamente confundir dominios operacionales. Yo llamo aestas cuatro condiciones opera- cionales el criterio de validacisn de explicaciones clent{- ficas, porque nosotros, cientificos naturales modemos, las usamos en la praxis de la investigacién cientfica para at ln generacién de explicaciones cientificas, De hecho, lo que yo digo.es que a ciencia, como un dominio de expli caciones yafirmaciones, surge en la praxis de fos cent ficos a través de Ia aplicacién del eriterio de validacién de explicaciones pretentadas anteriormente y no a tra- vvés de la aplicacién de un criterio de falsacién como fue sugerido por Popper. Valgan ahora unos comentarios. 4. Ya que la ciencia surge como un dominio explicativo a través de la aplicacién del criterio de validacién de las explicaciones cientificas Ia ciencia, eomo un dominio de explicaciones y afirmaciones, es vélida sélo en la com- nidad de observadores (de aqui en adelante ilamados ob- servadores estdndares) que aceptan y san para sus ex- plicaciones ese criterio particular, En otras palabras, la ciencia es constitutivamente un dominio de reformula- clones de la praxis del vivir con elementos de la praxis del vivir en sna comunidad de observadores esténdares, ¥y como tal es un dominio consensual de coordinacién de Acciones entre los miembros de tal comunidad, Como resultado de esto, los cientificos se pueden reemplazar lunos a otros en el proceso de generar una explicacién entifica. Al mismo tiempo, es esta intercamblabilidad constitutiva de los cientificos lo que da comienzo a la afirmacidn de que las explicaciones cientificas deben ser corroboradas por observadores independientes. De he- cho, cuando dos cientificos no pueden coincidir en ous afirmaciones o explicaciones, significa que pertenecen a distintas comunidades consenstales. i, Ya que ol criterio de validacién de las explicaciones| clentificas no. requiere del supuesto de un mundo obje- tivo independiente de lo que el observadar hace, as ex plicaciones cientificas no caracterizan, denotan 0 reve- Jan un mundo independiente de lo que el observador hace. Debido a esto, como tun dominio de explicaciones Yafirmaciones en un dominio de coordinaciones consen- 32 suales de acciones en una comunidad de observadores estndares, la ciencia ocurre como un sistema de combi- naciones de explicaciones y afirmaciones en la praxis del vivir de observadores estindares que expanden sus praxis del vivir de acuerdo a sus operaciones con aque- Tas combinaciones de explicaciones y afirmaciones en su praxis del vivir como miembros de una comunidad de observadores estindares. i. Ya que no es medicién, cuantificacién ni prediceién lo que constituye a la ciencia como un dominio de expli- caciones y afirmaciones, sino que la aplicacisn del crite- Ho de validacidn de las explicaciones cientificas por un observador estindar en su praxis del vivir, un observa- dor estindar puede hacer cioncia en cualquier dominio de la praxis del vivir en el cual 6 o ella aplique este cri- iv, Ya que el criterio de validacién de las explicaciones clentificas valida como una explicacin cientifica a un mecanismo que genera el fendmeno por explicar como tuna consecuencia de st operacién, cl mecanismo expli- cativo y el fendmeno que ha de ser explicado necesaria- ‘mente pertenecen a dominios fenoménicos diferentes no intersectados, Por lo tanto, constitutivamente una explicacion cientifica no consiste en una reduccién fenoménica. ¥. Las operaciones que constituyen el criterio de vali- dacién de las explicaciones cientifieas son las mismas que tusamos en la validacién operacional della praxis de nues- tras vidas diarias como sezes humanos. Se deduce de esto ue, en un sentido operacional estrcto, lo que distingue tn observador en la vida diaria de un observador como tin cientifico, es la orientacién emocional de cientifico a texplicar, su consistencia al usar solamente el criterio de validacién de las explicaciones cientificas para el siste~ ima de explicaciones que él o ella genera en su dominio particular de intereses explicativos, y su compromiso de 33 evitar confundis dominios fenoménicos en su generacién de explicaciones cientificas, ‘vi, Un sistema determinado estructuralmente es un sis tema en el cual todo lo que acontece, acontece como un ‘cambio estructural determinado en él en cada instante, ‘por su estructura en ese instante, independiente desi este Cambio estructural surge en él en el fluir de su propia ddindmica interna, o contingente con sus interacciones. Esto quiere decir que nade externo a un sistema deter ‘minado estructuralmente puede especificar los cambios estructurales que él conlleva como una consecuencia de tuna interaccién, Un agente externo que interactia con un sistema determinado estructuralmente, puede sola- ‘mente gatillar en él cambios estructurales determinados en él. Los componentes, ademés de las relaciones dinsmi- cas o estiticns entre ellos que sin observador en cualquier instante como componiendo un terminado estructuralmente como sistema particular, son Ia estructura de ese sistema, Un sistema dinémico estruc- turalmente determinado, esto es, un sistema estructu- ralmente determinado constituido como un sistema en ‘ontinuos cambios estructirales, es un mecanismo, En estas circunstancias, sostener que el crterio de valida- ‘ign de una explicacisn cienttica ests centrado en la pro- pposicion de un mecanismo que genera el fenémeno a ser \explicado como una conseeuencia de su operacidn, es + ‘sostener que la ciencia puede solamente tratar con siste= [nas determinados estructuralmente. O, en otras pala: bras, sostener que una explicacién cientiica supone pro- posiciones de un mecanismo que genera el fendmeno’ que debe ser explicado, es sostener que el observador puede proponer explicaciones cienificas slo en e503 do- minios de coherencias operacionales de su praxis del vi vir, en el cual él o ella distingue sistemas estructural- ‘mente determinados 34 vil, Aunque la praxis de la ciencia supone la aplicacisn del criterio de validacién de las explicaciones cienti tas, la mayorfa de los cientficos no estan conscientes de las implicaciones epistemolégicas y ontol6gicas de lo que hhacen, porque para ellos ciencia es un dominio de praxis y-no.un dominio de reflexiones. Algo similar acontece a uichos filésofos que no entienden que ocurre en la cien- cia, porque para ellos ciencia es un dominio de reflexio- nes, no un dominio de praxis. Como resultado, ambos usualmente siguen una ten- dencia general de nuestra cultura occidental y, 8) aceptan las explicaciones cientificas como propo siciones reduccionistas, bajo la creencia implicita que cllas consisten en expresar el fendmeno por explicar en términos mas fandamentales y, by no ven el earsctor generative de las explicaciones cientificas, porque ellos estén bajo la creencia implicita ‘oexplicita de que la validez de las explicaciones cienti- Hicas depende de sus referencias directas o indirectas a una realidad objetiva independiente de lo que el obser- vader hace Finalmente, debido a esta usual ceguera sobre lo que constituye tina explicacién cientifica en ciencia moder- za, ambos, cientificos y fildsofos, frecuentemente creen que, en nuestra cultura, ser objetivo en la praxis de la clencia y la filosofia quiere decir que las afirmaciones © explicaciones que hacen, son vélidas por su referencia a una realidad independiente. En la préctica, sin emb 40, para un cientifico ser objetivo sdla significa abando- nar su deseo de un resultado particular en su investiga- ign, para no oscurecer st impecsbilidad como genera- dlor de explicaciones cientificas en términos operacio- rales que ha presentado anteriormente. 35 viti. Fl supuesto implicito o explicito de que las afiema- ciones cientificas se reieren a una realidad objetiva ein- dependiente, usualmente lleva ala ereencia (y ala emo- ‘ign de certeza que la respalda) de que es en principio posible encontrar, para cualquier dileme de la vida hus ‘mana, un argumento objetivo (trascendental) que lo re suelve, y cuya referencia a lo real lo hace constitutiva- mente innegable y racionalmente vélido. Sin embargo, existe al mismo tiempo en nuestra cultura occidental una duda frecuente sobre Ia posibilidad de que la ciencia sea del todo capaz de explicar ciertas caracterfsticas de la praxis del vivie, como los fenémenos siquices y espiri- tuales, precisamente debido a la naturaleza mecénica de las explicaciones cientificas ya su cardcter reduccionista, Lo que he dicho anteriormente, sin embargo, muestra que esta forma de pensar supone un malentendido sobre les explicaciones cientificas que, para mi propésito en este libro, es necesario disipar. Como he dicho, las explicaciones cientiicas son no- tas. Por el contrario; desde que una explica- fica es la proposicién de un mecanismo gene- rativo que produce como una consecuencia de sit opera- ign el fendmeno por explicar en un dominio fenoménico diferente de aquel en el cual éste ocurre, una explicacién cientifica constituye y valida la existencia de dominios fenoménicos no intersectados, completamente diferentes que son intrinsecamente no reducibles uno al otro. Asi, el cardcter mecanicista de las. explicaciones cientificas constitutivamente no niega la posibilidad de wna expli- ccaci6n cientifica de un fendmeno siquico 0 espirtual. Por 1 contrario, abre la posibilidad de explicarlos como un fendmeno biolégico. De hecho, el caricter mecanicista de las explicacio- nes cientificas especifica que para explicar fenémenos siquicos y espirituales como fenémenos biol6gicas, el ob- servador debe proponer un mectnismo generative que sele aplique a él o aclla como sistema viviente y que dé 36 ‘origen a tal fondmeno como una consecuencia de su ope- racién. Un mecanismo que pudiera generar fendmenos siquicos y espirituales como una consecuencia de st ope- racién no negaria su earscter experiencial peculiar, por- {que constituiria el dominio fenoménico en el cual ocu- z7en como un dominio fenoménico que no se mezela con, el dominio fenoménico en el eual oeurren como un me- canismo generative. Einstein dijo en una ocasign que las teorias cientifi- «cas eran libres ereaciones de la mente humana. Lo que he dicho anteriormente sobre el criterio de validacién de las explicaciones cientifieas muestra que esto, de hecho, tiene que ser asf. Ambos, el fendmeno por explicar y el mecanismo generative propuesto, son propuestos por el observador en el fluie de su praxis del vivir, y tal como) Tepasana élo alla, los vive como experiencias que surgen fen élo ella de ninguna parte. En su diario vivir, el obser- vvador los trae a la mano a priori, aun si después él ella puede construir justificaciones racionales para ellas, Einstein también dijo que lo maravilloso es que las teo- ras cientificas puedan ser usadas para explicar el mun- do en circunstancias que son libres creaciones humans, Que esto debiera ser asi es también evidente desde el ctiterio de validacién de explicaciones cientificas. De ‘hecho, las explicaciones cientificas no expliean un mun- do independiente, ellas explican la experiencia del ob- servador, y éste es el mundo que él o ella vive 37

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