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IRENE KLEIN (GOORDINADORA) El taller del escritor Universitario coe ibros En: KEN Treve endl )'et taller dol exisher Cawersibanio”. As Ac: Promeleo, 200% 2. La situacién enunciativa por Carolina Seoane, Carolina Zunino y Marcelo Muschietti Todo escritor universitario que se inicia en el discurso de una comunidad de la que desea participar, debe aprender a escribir a una comunidad imaginaria de pares con un propésito retérico preciso. “El texto escrito cea un escenario discursivo en el que se ponen a funcionar fuerzas enunciativas entre los sujetos discursivos que intervienen en él” (Martinez, 1997). En cada texto académico el autor y el lector asumen papeles discursivos determinados, como el de cientifico o docente; el de alumno o colega. Los géneros discursivos n hablante o escritor utiliza la lengua para comunicarse un hecho de habla. Esa enunciacién se caracteriza, se- giin Benveniste (1978), por ser un acto de apropiaci6n de la lengua, es decir, una instancia en la que cada sujeto utiliza el aparato formal de la lengua (elige algunas entre las diversas formas lingiifsticas disponibles en el sistema) y se instaura como eje de las referencias personales, temporales yespaciales presentes en los enunciados proferidos. En ese “uso” el hablante/escritor (enunciador) construye discursivamente una version de si mismo, del mundo (“referente”) y de aquel 0 aquellos a quienes se dirige (enunciatarios)." Cada vez que ul con otros, produce 7-41), entendemos por sujeto enunciador no al autor empiico del enunciado sino a la crstalizacién en el discurso de una voz que es la ver causa y efecto del enunciado. Causa, ya que no puede haber enunciado sin el acto de apropiacién de (a lengua que realiza un sujeto para dirigirse a otro; TT * Tal como sostiene Filinich (2001: 3 25 Escaneado con CamScanner ‘reve Kem (cooromnoea) De esto se deduce que el lenguaje no es una materia transparente capaz de captar o reflejar neutra y objetivamente lo real, sino una sustancia de la que se apropian los sujetos para configurar esas miiltiples versiones o visio- nes del referente. Por lo tanto, en la lectura y la producci6n de textos es importante tener en cuenta que todos los discursos son proferidos desde algiin lugar en el que el enunciador se sittia y que ese lugar implica un punto de vista sobre el mundo. Al momento de interpretar y producir textos, los sujetos no sélo ponen en juego una competencia lingiifstica (la capacidad de producir e interpre- tar un nimero infinito de oraciones) sino también una competencia comu- nicativa que involucra el conjunto de habilidades y conocimientos que permiten que los hablantes de una comunidad lingiiistica puedan entender- se. Dicha competencia es la que posibilita a los sujetos emitir enunciados apropiados a las diferentes situaciones comunicativas; es decir, saber en cada situacién social qué decir, a quién, de qué manera y por qué medio. Esto es asi porque las realizaciones concretas de la lengua (los enuncia- dos efectivamente emitidos y organizados en conjuntos denominados “gé- neros discursivos”) estén vinculadas a practicas sociales que conllevan de- terminadas reglas e implican situaciones comunicativas particulares. Esas practicas sociales producen sus propios géneros discursivos: cada uno de estos da cuenta de una esfera o aspecto de la actividad humana. Son ejem- plos de géneros discursivos el discurso médico, académico, judicial, esco- lar, periodistico, etc. Desde esta perspectiva, para que un texto resulte eficaz -es decir, para que se concrete la comunicacién entre un emisor y su/s receptor/es~ no solo es necesario que el mismo esté compuesto por oraciones gramatical- mente correctas, sino también que cumpla con ciertos requisitos previstos por la esfera de la actividad social en la que se inscribe; es decir, que sus enunciados sean apropiados a la situacién comunicativa en la que el texto es emitido y a las caracteristicas del género discursivo que se corresponde con dicha esfera. y efecto, porque dicho sujeto no esta constituido de antemano sino que se confi- gura en el enunciado mismo. De igual modo, debemos distinguir al enunciatario del receptor real del enunciado. El enunciatario es, como el enunciador, un sujeto discursivo; es la imagen de destinatario que el enunciador necesita formarse para construir el enunciado. EL enunciado, entonces, no sélo conlleva informacién, también pone en escena una situacién comunicativa en la que algo se dice desde cierta perspectiva y para cierta inteligibitidad. 26 Escaneado con CamScanner El taller del escritor universitario De modo que, al momento de int ‘ . ‘ ‘erpretar ; debe considerar: Pretar y producir textos, un sujeto I, La situaci6n comunicativa en la que el texto se inscribe, que involu- craz El tiempo y el espacio en el que el texto es producido. Los participantes, es decir, las Personas que intervienen en la situa- cién de comunicacién y la relacion entre ellas (por ejemplo, de mayor o menor proximidad afectiva; sus roles sociales, etcétera). - _ El propésito de la interaccién, esto es, el fin para el cual se estable- ce la comunicacién (por ejemplo, para convencer a otro de una idea, explicarle un tema, prover instrucciones para que realice una tarea, etcé- tera). El canal por el que se lleva a cabo la comunicacién (por ejemplo, oral © escrito). - Las normas socialmente establecidas para las diferentes situaciones comunicativas (por ejemplo, en una clase, el monopolio de la palabra lo tiene el docente, que autoriza la intervencién de los alumnos cuando la considera apropiada). Il, El género discursivo al que pertenece el texto. Entonces, el tipo de enunciador y enunciatario que un texto postula y su construccién del referente estén intimamente vinculados con la situa- cién comunicativa en la que éste interviene y con el género discursivo al que pertenece ese texto. Segdin M. Bajtin (1998: 248) “cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivos”. Un discurso es un conjunto de enunciados que posee un contenido tematico, estilo y composicion determinados por la actividad humana que lo genera. Dichos componentes permiten clasificar a los discur- Sos como pertenecientes a los diversos géneros discursivos. En primer lugar, el contenido tematico refiere a los temas que puede tratar un género discursivo. Asi, es probable que el discurso Politico aborde temas como justicia, economfa, legislacion tributaria, educacién, etc., pero dificilmente se referira a la indumentaria de moda dela préxima temporada, tema que si tratara el discurso periodistico especializado en moda. 27 Escaneado con CamScanner reve Kuetn (coonomnaoona) En segundo lugar, el estilo verbal alude a la selecci6n léxica, el registro y las construcciones sintacticas uti izadas, entre otras formas lingiiisticas. Por ejemplo, en un correo electronico entre amigos, las palabras utilizadas pertenecerdn al lenguaje cotidiano, el registro ser informal y la construc- ci6n sintactica simple. En cambio, en una monografia, se utilizaré un léxico preciso y técnico, el registro sera formaly la sintaxis presentara una estruc- tura mas compleja. Por tiltimo, la composicién refiere al modo en que se estructuran los textos pertenecientes a cada género discursivo: las formas prototipicas de organizacién (0 secuencias textuales) que los componen (ver capitulo Ex- poner y argumentar). Por ejemplo, en un manual de uso de una computa- dora predominaran las secuencias instruccionales, mientras que en una nota de opinion periodistica lo haran las argumentativas. En sintesis, los textos que presentan caracteristicas tematicas, estilisti- cas y composicionales comunes pertenecen a un mismo género discursivo. En consecuencia, al momento de producir un texto, el escritor debe tener en cuenta estas caracteristicas que funcionan como restricciones a las que debe adecuar su texto para lograr un uso eficaz del lenguaje. Estas caracte- risticas, desde el punto de vista del lector, funcionan como indicios que le permiten identificar el género discursivo de un texto, lo que facilita la comprensién de éste al poner en evidencia el Ambito social de su produc- cién y, por consiguiente, su funcién social. De este modo, hay preguntas que todo lector de un texto académico debe formularle al texto. A continuacién se propone una serie de pregun- tas que orientardn la lectura de dos textos pertenecientes a diferentes géne- tos discursivos: 1- Cudles el propésito de cada texto? 2- gQué caracteristicas presenta el enunciador de cada uno de los textos? iDespliega una perspectiva “objetiva” o “subjetiva” en relacion al tema tratado? :Utiliza un registro formal o informal? ;Usa términos técnicos (es decir, propios de una disciplina cientifica)? ;Define esos conceptos? gQué partes de los textos permiten justificar estas respuestas? 3- Teniendo en cuenta la respuesta anterior, qué imagen de enunciatario unciador? zA quiénes esta dirigido cada texto? gQué conoci- construye el ent tes de mientos presupone el enunciador que posee el enunciatario? ;Qué pal los textos permiten justificar estas respuestas? 28 Escaneado con CamScanner El taller del escritor universitario 4- gh qué género discursivo pertenece cada texto? Para fundamentar su respuesta, consideren el contenido tematico, el estilo (si los términos se- leccionadas son técnicos o coloquiales; si el registro es formal o informal) ya oe (Gel enunciador realiza evaluaciones o valoraciones del mas). 1) El enigma de la movilizacién Por Mario Wainfeld Lacomitiva argentina, mas impactada por la formidable ovacidn que despidié a Ricardo Lagos que por la ordenada, mesurada, previsible (“a la chilena”, sintetigaba ayer un encumbrado viajero) asuncion de Michelle Bachelet, no ocultaba su satisfaccion por “el destrabe” de las tratativas con el gobierno de Tabaré Vazquez. Nadie duda de que se trata, apenas, del principio. El azar del calendario determina que coincidieran en la misma semana la destitucién de Anibal Ibarra y el giro que ha tomado el conflicto con Uruguay. Nada de azar'y st de tendencias hay enel peso que tiene en la agenda politica la movilizacién de minortas aguerridas, de representatividad acotada pero profunda. “Nos durmieron”, describe el gobierno argentino, culpando a sus contrapar- tes uruguayas del punto a que llegé la construccion de las plantas. Es una verdad parcial, enunciada de modo autocomplaciente. Durmio el gobierno argentino (a decir verdad dos, el de Eduardo Duhalde y el de Néstor Kirchner), pues suyo era el primario deber de percibir y prevenir las implicancias ambien tales y politicas de tamanos emprendimientos a pocos kilémetros de la costa argentina, frente a una ciudad en crecimiento, animada por una importante actividad turistica. La constante aceleracién de la politica publica nacional, su endémica debilidad en materia de planeamiento, su (fascinante pero riesgosa) pulsién por el dia a dia propiciaron que se desperezara tarde. Elactivismo del pueblo entrerriano rompié la inerciay cataliz6 un cambio que desembocé en esta etapa de negociaciones, sensata via que ojala prime desde ahora. Debilitado, el gobierno argentino se valié (quieras que no) de la movilizacién popular. Vista su propia légica, no le quedaba otra. Por lo pronto, Kirchner ha hecho un punto de honor en no reprimirla protesta socal, muy azogado por la suerte que les cupoca Fernando dela Ria y Eduardo Duhalde cuando eligieron ‘otro camino, Esa tolerancia, que es muy dificil de entender para observadores ‘ygobernantes de otros palses (incluidos los vecinos yhermanos), le ha funcio- 29 Escaneado con CamScanner Trove Kiem (cooronavora) 30 nado bastante bien. Contra lo que decian sus opositores en 2003 y a princi- pios de 2004, el pats no se ha transformado en un soviet piquetero y la actividad productiva no ha sucumbido (antes bien, llegé.a niveles record). Un surtido repertorio de tacticas le posibilito cooptar, dilu envolver ala mayoria de los emergentes sociales que ganaron la calle, Sin reprimirlos jamds, cedien- do lo suyo a los mds aguerridos, acurnulé empero una cuota de poder ponde- rable y garantiz6 un nivel de gobernabilidad inimaginable un bientoatrds. Lo que nole alcanza para evitar que ese sujeto poliforme reaparezca expresado por misceldneos sectores sociales. Entre los trabajadores prolifera una diri- sgencia combativa, muy asambleistica, mucho mds radical que la media de los dirigentes cegetistas, Sectores basistas muy disciplinados propiciaron y lidera- ron muchos conflictos laborales de empresa o de sector, con resultados nada desdenables. En tanto el movimiento de desocupados menguaba (0 se encolumnaba con el Gobierno), las calles, las rutas y los medios albergaron la emergencia del solitario y doliente Juan Carlos Blumberg, de los familiares de las jovenes victimas de Cromaion, de los vecinos de Gualeguaychi. (..) Peroes evidente que la protesta, incluidos los cortes de puentes, munié a la diplomacia argentina de una circunstancia factica para contrapesar a los hechos consumados que (con magra solidaridad y alguna tozudez) fueron acumulando las empresas europeas y el gobierno uruguayo. (..) Jugandio al limite incluso con un colectivo social que no domina, valiéndose de un capital simbélico que se gand en buena ley en la region, el Gobierno legs a una instancia que se debié gestionar dos o tres aftos atras, en un contexto mas tranqui, con menos presiones y sin chimeneas ya edificadas. Las dilaciones no son reparables del todo pero se abre un resquicio para la racionalidad. Aprove- charlo exige una negociacion seria, calificacién que impone explicar al pueblo argentino, al de Entre Rios en especial, que es dificil que puedan colar los planteos de mdxima de los asambleistas de Gualeguaychti. Ir aun tribunal internacional no es tener el pleito ganado, como sugirieron con verba ampu- Iosa el gobernador Jorge Busti y algin funcionario nacional, ancke alguns juristas. Proponer una pericia ambiental no asegura que prime una solucion inflexible, como aseveran demasiados politicos argentinos. (...) Lasalida mds sensata -la relocalizacion de las plantas unos cuantos kiléme- tros al sur de Fray Bentos desprovistas de su afrentosa cercania a Gualeguay- chit—fue propuesta por Argentina demasiado tarde y ya no es, factible. Queda por explorarse un sistema mas complejo, de tracto permanente, consensuar un método de tratamiento de los afluentes con un mecanismo binacional permanente de contralor que incluya a pueblos y gobiernos. No pinta sencillo, Escaneado con CamScanner EL taller del escritor universitario ni aun como hipétesis de laboratorio, que haya un esquema de acuerdo que complazca a todos los actores, en especial a los ambientalistas mas acerbos. De todas formas, es el camino posible en cuyo horizonte podrian surgir nue- vas protestas y reproches de sectores no predispuestos a revisar sus reclamos de maxima ( Pagina/12, 12 de marzo de 2006 (fragmento). | 2) Las protestas sociales y el estudio de la acci6n colectiva Enel presente trabajo pretendemos abordar la cuestion de como hacer frente a la explicacion y comprension de las protestas sociales, en tanto éstas constitu- yen un modo especialmente interesante de la accion colectiva. Resulta claro que la accién colectiva es una categoria mucho mas amplia que la de protesta. Ladefinicién de accién colectiva sittia como tal desde el pago de impuestos a la huelga, desde la construccion de una cooperativa barrial a una revolucion, desde la organizacion de un acto escolar a Ia edificacién de un movimiento social, En sintesis, cualquier accién que requiere dela participacion cooperati- va de al menos dos individuos para su realizacién. No obstante, como dice Elster; la accién colectiva presenta un dilema: es una accién que produce un resultado (al que podemos llamar un bien) que solo se obtiene con la participacion de un grupo de individuos cuya preferencia se orienta positivamente hacia el Bien, pero negativamente hacia a propia parti- cipacién cooperativa en la produccién de ese bien. Esto lleva a la conocida situacion de la estrategia del free rider: que todos paguen impuestos menos yo, sa menos yo, etcétera. La estrategia consiste basica- que todos vayan ala huelg ‘mente en procurar los beneficios de una accién colectiva sin asumir sus costos (ldinero de los impuestos, el riesgo de sanciones por la huelga). Ahora bien, si esto resulta del cdlculo racional de cada individuo podemos pensar que se extienda.a todos ellos. De donde resultaria que nadie actuarfa cooperativa- mente y el bien comtin, en consecuencia, seria inalcanzable. Puesto en estos términos, el problema de la accion colectivay su posibilidad resulta de dict solucion y exige algin elemento ‘exterior ala propia racionalidad de laaccién para alcanzarla. Puede ser el poder punitorio del Estado o del sindicato 0 algtin incentivo selectivo que aumente los beneficios de cooperar o disminuya sus costos. ; ; Sin embargo, como dice Sidney Jarrow (1997: Introduccién), la cuestion no puede ser tan dificil, enla ‘medida en que la accidn colectiva ocurre de todos modos todo el tiempo. a1 Escaneado con CamScanner Trent Kun (coorornaoora) La accién colectiva comenzé a constituir un auténtico y novedoso problema para las ciencias sociales desde el momento en que muchas de nuestras certe- zas acerca de sujetos colectivos homogéneos, aquellas que dominaron casi un siglo de conocimiento, se desmoronaron, Después de la crisis relativa del con- cepto de clase (especialmente en su versién mds objetivista) como tinico 0 principal explanans de la accién colectiva, la nocién de movimiento social surgid con fuerza como una alternativa que permiti dar cuenta de una caracteristica de la accion colectiva de este siglo: el surgimiento de fuerzas sociales que se mostraban en el espacio politico bajo formas de constitucién no clasista y con reclamos novedosos. El movimiento feminista, el pacifista, el ecologista y hasta un conjunto de expresiones colectivas relativamente hetero- génco, al que se dio el nombre de movimiento juvenil, han sido (y son) los ejemplos mds tipicos de movimientos sociales. Sin embargo, esta nocién ter- min6 por mostrarse una vez mds demasiado rigida para la variedad creciente de acciones colectivas que el presente nos muestra. Y es que para hablar de un movimiento social es necesario detectar una continuidad en un conjunto rela- tivamente homogéneo de acciones colectivas, tal que: 1) pueda hablarse de una identidad' comiin a todas ellas; 2) que dicha identidad pueda reconocer conti- nuidad a través del tiempo (independientemente de que pueda presentar perio- dos de latencia); 3) que exista efectivamente una expansin en el espacio del sistema identitario de acciones y 4) que la Itnea de identidad de las acciones pueda reconstruirse a través de sus sucesivas emergencias y ocultamientos. En conjunto, se pide continuidad y extension espacio-temporal aun sistemao conjunto de acciones para caracterizarlo como movimiento social. Esto, sin embargo, no parece darse en una cantidad de formas de accién colectiva con- tempordneas, cuyos protagonistas suelen asociarse y dejar de hacerlo en tiem- pos relativamente breves, en espacios fuertemente localizados y sin constituir necesariamente identidades continuas en el espacio-tiempo. Es por ello que 1 El término identidad aqui utilizado no remite a la dimensién de andlisis matriz identitaria, que propondremos mas adelante. Por ahora nos referimos, en un uso bastante mas inmediato y preliminar, a la identidad de las acciones, las organiza- ciones y las demandas; esto esa su mismidad, al hecho de que pueda establecerse una linea de sentido comiin o compantidoa través del tiempo y el espacio en los sistemas de acciones reconocibles en principio como diversos, Esta identidad, entonces, se definira por la imegracion compleja de todas las dimensiones categoriales (integral de configuracidn) que propondremos luego en este mismo trabajo, incluida la que allt Hamaremos identidad, que remite a los aspectos de la subjetividad supuestos en general por la accién colectiva, y en particular la protesta social. Para una mayor claridad respecio de esta dlistincién entre tipos de identidad puede remitirse a los conceptos de P Ricoeur de mismidad e ipseidad (Ricoeur, 1996). 32 Escaneado con CamScanner El taller del escritor universitario desde distintas corrientes de la sociologia y la ciencia politica recientes se ha incorporado el concepto de “protesta social”. Mientras la teoria de los movi- mientos sociales sittia el ee del andlisis en la nocidn de identidad (lo que se entenderd siguiendo lo dicho mds arriba), las teorias de las protestas conside- rana la racionalidad (centralmente la racionalidad estratégica) como clave explicativa. Seguin ellas, la accion colectiva es el resultado de la asociacion de individuos con intereses comunes que desarrollan estrategias colectivas como alternativa racionalmente calculable para optimizar, en circunstancias oca- sionales y bien delimitadas, las probabilidades de éxito en la satisfaccion de sus preferencias. El estado actual de la cuestion muestra la necesidad de algiin tipo de articu- lacién entre ambos enfoques, ya que si bien la identidad por si sola no da cuenta de los complejos y fragmentarios episodios de accion colectiva de este tiempo, tampoco alcanza con pensar a éstos como meras asociaciones cir- cunstanciales de intereses bajo un cdlculo de racionalidad estratégica. Schuster, Federico, Tomar la palabra, Buenos Aires, Prometeo Libros, 2005. (Adaptaci6n). Los textos anteriores, una nota de opinién periodistica y un articulo académico respectivamente, fueron producidos en distintas esferas de la actividad social y cumplen funciones especificas que determinaron un con- tenido tematico, un estilo y una composici6n particulares para cada uno. Ademés, estos textos se inscriben en situaciones comunicativas diferentes, de modo tal que ambas cuestiones -género discursivo y situacién comuni- cativa- determinan los rasgos de cada texto. La confrontacién de dichos textos, que abordan un mismo tema (la pro- testa social) desde géneros discursivos diferentes, permitira observar como se construye en cada caso el enunciador, el enunciatario y el referente. El propésito de un texto perteneciente al género periodistico es brindar informacién y/u opinion sobre un tema de interés general. El enunciatario que ese texto supone es el ptiblico que compra el diario o revista en los que se publicar la nota, un receptor heterogéneo, que puede ono tener infor- Macién previa sobre el tema tratado. . | Esto deriva en una particular construccién del enunciador y del referen- te: el enunciador del texto periodistico se posiciona como un “divulgador”; su abordaje del tema debe ser amplio y claro para que cualquier integrante de ese piblico diverso pueda entenderlo, Esto implica que, en general, deba utilizar un lenguaje desprovisto de términos técnicos y un registro que no 33 Escaneado con CamScanner Trove Kew (coonoD1n0%A) posea excesiva formalidad; y explicitar la mayor cantidad de informacién aunque ésta sea conocida. El texto 1, “El enigma de la movilizacién”, es una nota de opinion publicada en el diario Pagina/12. En primer lugar, puede observarse que el enunciador despliega claramente su perspectiva respecto del referente: no sélo expone determinados hechos sino que también los valora: “Sectores basistas muy disciplinados propiciaron y lideraron muchos contflictos labo- rales de empresa o de sector, con resultados nada desdefables...”; “...es dificil que puedan colar los planteos de maxima de los asambleistas de Gualeguaychi...”. Asimismo, no sdlo aborda el conflicto actual que motiva la nota (la protesta de los vecinos de Gualeguaychd por la instalacién de las papeleras en Fray Bentos y las estrategias del gobierno para responder a la misma); ademas lo contextualiza, es decir que repone su génesis y evoluci6n, presu- poniendo un enunciatario que puede carecer de informacién previa sobre el tema. Respecto del registro, el enunciador usa expresiones coloquiales tales como “durmié el gobierno argentino”, “en un contexto mas tranqui”, “No pinta sencillo” y “quieras que no”. Esta informalidad en el registro (sefial de “acercamiento afectivo” entre los “participantes” de la situacién comuni- cativa -periodista y lector-) coexiste con la aparicién de términos técnicos (pertenecientes al campo disciplinar de la sociologia) como “representati- vidad”, “protesta social” y “capital simbélico”; lo que evidencia la repre- sentacion de un enunciatario con un grado de escolarizaci6n alto e intere- sado en problematicas sociales y politicas. Sin embargo, el enunciador de la nota opinion se limita a mencionar esos conceptos -no los define ni expli- cita el marco teérico de donde provienen- dado que esto no resulta sustan- cial en funcién del propésito del texto. Por otro lado, si bien realiza afirmaciones que implican valoraciones fuertes respecto del tema (como se ejemplificé arriba) no basa sus afirma- ciones en fuentes facilmente identificables que hayan abordado el tema con anterioridad. Aunque en la nota hay rasgos de polifonia (ver los capitulos Escribir a partir de otros textos y La polifonia), las fuentes periodisticas no se consignan mediante sistemas de citacién que el lector pudiera ras- trear. Por ejemplo: ““a la chilena” sintetizaba ayer un encumbrado viajero”. 34 Escaneado con CamScanner El taller del escritor universitario El discurso periodistico implica un relato, explicacién u opinién sobre acontecimientos actuales de cierta trascendencia. El propésito de un tex- to perteneciente a este género es brindar informacién y/u opinién sobre un tema de interés general (hechos de importancia social, cultural, poli- tica, deportiva y cientifica). El enunciatario que ese texto supone es el piblico que compra el diario o revista en los que se publicard la nota, es decir, un receptor heterogéneo que puede o no tener informacion previa sobre el tema tratado. Por eso, el enunciador debe usar un lenguaje des- provisto de términos técnicos y un registro que no posea excesiva forma- lidad; y debe explicitar la mayor cantidad de informacion aunque ésta sea conocida. Si bien en toda nota hay rasgos de polifonia, las fuentes perio- disticas no se consignan mediante sistemas de citaci6n que el lector pu- diera rastrear. En el apartado siguiente se analizaran las caracteristicas enunciativas del texto 2, “Las protestas sociales y el estudio de la accién colectiva”. Caracterizacién del discurso académico Qué distingue al discurso académico de los otros géneros discursivos? ¢Qué cuestiones debe considerar un estudiante universitario que quiera producir textos académicos? El discurso académico es formulado en la universidad por un integrante de la comunidad académica (ya sea alumno, profesor 0 investigador) que se dirige a otros integrantes de esa misma comunidad. Esta primera delimita- cidn traerd como consecuencia una construccién particular del enunciador, el enunciatario y el referente. Se entiende por género académico a todas aquellas producciones discur- sivas propias del ambito universitario (parciales, monografias, informes de lectura, ponencias, entre otras). El objetivo que persiguen los textos pertenecientes a dicho género es la comunicacién de saberes que impliquen la exposicién, expansién, profundizacién o refutacién de un tema reconocible ¥ definido, de modo de exponer los conceptos centrales de una teorfa, decir sobre un tema cosas que ain no han sido dichas o bien revisar con Opticas diferentes las que ya fueron dichas, entre los miembros de la comunidad Cientifica. 35 Escaneado con CamScanner Trewe Kuctn (cooRosnADoRA) Caracteristicas del enunciador en textos académicos El enunciador de un texto académico debe resultar confiable para sus pares de la comunidad cientifica. Para ello debe tener en cuenta las siguien- tes cuestiones: 1) Tiene que demostrar que conoce el tema que aborda, que ha leido diversas fuentes sobre el mismo y que maneja seriamente la informa- cién provista por esas fuentes. Esto Gltimo implica no distorsionar dicha informacién, utilizando correctamente las estrategias de insercion de voces y enunciados de otros, como la cita y la reformulaci6n, y remitir a esas fuentes mediante el correspondiente sistema de citaci6n bibliografica (ver capitulo La polifonia). Con dicho fin, en el articulo académico se citan diversos textos fuente que aportan conceptos relevantes para el desarrollo del tema. Por ejemplo, se insertan los aportes de Elster, Tarrow y Ricoeur mediante una reformulacion en el primer y dltimo caso y una cita indirecta, en el segundo. Ademas, se remite a esas fuentes mediante la incorporacion de la referencia bibliografica correspondiente, de modo que cualquier lector del texto pueda ampliar y/o confrontar la informacion presentada. 2) Debe ser cuidadoso en la selecci6n del léxico, de modo de garantizar precision y claridad en el uso de la terminologia técnica y la definicion de los conceptos. En el articulo, por ejemplo, se definen los conceptos “accion colectiva”, “protesta social” e “identidad” y se explicitan las perspectivas tedricas desde las que se formulan tales definiciones. Esto es asi ya que las diversas disciplinas académicas del estudio universitario se presentan como las distintas formas de pensar y comprender al mundo, de darle sentido y de representarlo; por lo tanto la definicién de un concepto implica la atribu- cién de un sentido y no otro a determinados objetos de estudio. Por el contrario, en el texto periodistico el concepto de protesta social no es definido, se lo utiliza en sentido amplio, englobando acciones diversas que en el texto académico son distinguidas; este uso del término es eviden- te en el Gltimo parrafo, donde se asimila tal concepto con el de “reproche”. 3) Debe, ademas, utilizar un registro adecuado, caracterizado por la formalidad, dado que la relaci6n entre los participantes de la interaccion (los miembros de la comunidad académica) es de cierta distancia afectiva, y muchas veces, dicha interaccién involucra a participantes con distintos “rangos” académicos (por ejemplo, profesor-alumno). 36 Escaneado con CamScanner EL taller del escritor universitario 4) Debe fundamentar sus hipétesis mediante argumentos aceptables para la comunidad cientifica y, para esto, como en todo texto, debe expresar las telaciones logico-seménticas entre las diferentes proposiciones con claridad, construyendo un texto cohesivo y coherente (ver capitulo Controlar {a cohesién...). En el texto académico analizado se postula la necesidad de articular dos enfoques tedricos -el de la teoria de los movi- mientos sociales y el de la teoria de las protestas- para explicar y compren- der las protestas sociales contemporaneas. El enunciador fundamenta su postura sosteniendo que ninguno de los dos enfoques en forma aislada logra dar cuenta de la complejidad del nuevo objeto de estudio. Esta funda- mentacin se introduce mediante un conector causativo: “El estado actual de la cuestién muestra la necesidad de algun tipo de articulacién entre ambos enfoques, ya que si bien la identidad por si sola no da cuenta de los complejos y fragmentarios episodios de accién colectiva de este tiempo, tampoco alcanza con pensar a éstos como meras asociaciones circunstan- ciales de intereses bajo un calculo de racionalidad estratégica”. Por el contrario, en el texto periodistico pueden observarse afirmaciones que no son fundamentadas, y expresan la valoracion particular del enuncia- dor respecto de los hechos. Por ejemplo: “La salida mas sensata -la reloca- lizaci6n de las plantas unos cuantos kilémetros al sur de Fray Bentos, des~ provistas de su afrentosa cercanfa a Gualeguaycht- fue propuesta por Ar gentina demasiado tarde y ya no es factible”; en este caso no se explicita por qué la propuesta es la salida mas sensata, por qué ya no es factible ni cual hubiera sido el momento adecuado para su formulacién. Caracteristicas del enunciatario en textos académicos El enunciatario de los text dad cientifica~ comparte con el ‘0s acad&micos -como miembro de la comuni- | enunciador un conjunto de saberes que, por lo tanto, no hace falta aclarar en el cuerpo del texto. En el articulo acadé- mico, por ejemplo, se sobreentiende informacién cuando se menciona “el poder punitivo del Estado” o “la crisis relativa del concepto de clase”; no se explica a qué refieren estas ideas, porque son frecuentes en el campo disci- plinar de la sociologfa. Esto supone la representacion de un enunciatario que conoce del tema, un especialista con conocimientos similares a los del enunciatario puede observarse tam- enunciador. Dicha configuracién del e observars bién en el siguiente enunciado: » Esto lleva a la conocida situacion dela 37 Escaneado con CamScanner Tren Kuttn (COORDINADORA) estrategia del free rider: que todos paguen impuestos menos yo, que todos vayan a la huelga menos yo...”. Al calificar de “conocida” la estrategia de free rider se observa una configuraci6n del enunciatario como alquien inte- lectualmente cercano al enunciador (la estrategia es “conocida” para am- bos). Sin embargo, el género académico exige que los conceptos centrales de toda investigacién sean claramente definidos, al igual que las perspecti- vas 0 marcos tedricos desde los que se abordard el problema tratado. De esta forma, se evita “sobrentender” informacién que tenga que ver con el reco- rrido bibliografico especifico que realizé el autor de la investigacién y que no tiene por qué ser compartido 0 conocido en su totalidad por sus pares de la comunidad académica. Esto puede observarse en el articulo cuando se definen los conceptos de “acci6n colectiva” y “protesta social” y se explici- tan los aportes de Elster y Tarrow, con la respectiva cita bibliogrdfica al pie. Mediante la explicitacién de las fuentes bibliograficas, los integrantes de dicha comunidad dispondran de los elementos suficientes para la verifica- cién y/o refutaci6n de las hipdtesis que el texto proponga, requisito indis- pensable de toda investigacion académica. En suma, se entiende por género académico a todas aquellas produccio- nes discursivas propias del ambito universitario. Esta definicién remite a la esfera de la actividad humana en la que esta practica discursiva se inserta. También se hizo referencia a los distintos propésitos que persiguen los tex- tos. En el caso de los académicos, se puede resumir lo expuesto diciendo que la finalidad de éstos es la comunicacién de saberes que impliquen la exposicién, expansién, profundizaci6n o refutacién de un tema reconocible y definido, de modo de exponer los conceptos centrales de una teoria, decir sobre un tema cosas que aun no han sido dichas o bien revisar con dpticas diferentes las que ya fueron dichas, entre los miembros de la comunidad cientifica. Esos propésitos o finalidades de los textos estan intimamente relacionados con el tipo de composicién que adoptan y que remiten a for- mas prototipicas de organizaci6n, es decir, a determinadas secuencias tex- tuales (ver capitulo Exponer y argumentar). Escaneado con CamScanner

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