Rocha - Texto Del Artículo-17368-1-10-20171031

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lal INVESTIGACIONES LOS COMITES DE CONVIVENCIA Escenario para la gestion de los conflictos escolares INTRODUCCION En diversos estudios realizados desde 1997 hasta el presente, un grupo de investigadores so- bre el conflicto escolar ha veni- do indagando sobre la manera como los actores escolares ma- nejan sus conflictos'. Los prime- + Agradecemos a todas las personas que han hecho parte de los diversos equi- pos de investigacién sobre el conflicto es- ‘colar con los cuales hemos aprendido bas- ros proyectos de investigacién - intervencién en los cuales parti- cipamos, que se titulaban Dind- micas de conficto como sistemas de aprendizaje, buscaban diag- nosticar las estrategias de los tante, pero especialmente a Francisco Gutiérrez, director de todos estos proyec- tos, con quien el conflicto es de tipo argumentativo; pero también a Mauricio Barbn, Twiggy Ortegén, Marta Caicedo, Gloria Esperanza Ascencio y a FaustoPefia, por sus aportestan significa tivos para el presente ensayo. Yenny Caicedo Profesora Universidad Distrital César Rocha T. Profesor Universidad Minuto de Dios actores involucrados en los con- flictos, analizar los aprendizajes obtenidos en ellos, presentar al- temativas para gestionarlos pe- dagégicamente e intervenir en algunos conflictos concretos. Al final de esta etapa se cons- truy6 un modelo de gestion de conflictos conjuntamente con varios actores escolares que se dieron a la tarea de reflexionar sobre las problematicas que po- seian. Este modelo se puso en prdctica en una institucién parti- Pedagogia y Saberes N° 14 2000 81 cular, como lo fue el colegio dis- trital Luis Lopez de Mesa, y mas concretamente en el Comité de Convivencia de esta institucién. En la segunda etapa, ya en el afio noventa y nueve, el objetivo del proyecto, que se llamo Un modelo para armar, fue el de irra~ diar esa experiencia, cotejarla con otras, mejorarla y crear re- des de instituciones escolares para discutir problematicas de convivencia escolar’ Como vemos, en este proceso de reflexién, analisis e interven- cién directa en el manejo de los conflictos, el Comité de Convi- vencia se ha convertido en uno de los escenarios mas adecua- dos para la gestion pedagégica de los conflictos escolares. Por tanto pretendemos en este en- sayo comenzar a discutir el sen- tido que podrian asumir los Co- mités de Convivencia como un espacio deliberatorio y autore- flexivo Para tal efecto, el presente es- crito se dividira en tres partes. La primera trata de darle contexto al tema de la convivencia pensan- dolo desde los nuevos retos que debe asumir la escuela, como es- pacio de socializacién —que po- dria convertirse en una oferta clara de las instituciones esco- lares-, los procesos de aprendi- zaje, la relacion con el entorno en lo que hace a la calidad de vida, la inequidad social, y el pa- pel del maestro de hoy como i ciador de procesos de aprendi- zaje y como integrante de una di- 2 Estas investigaciones han sido finan- ciadas por la Secretaria de Educacién en cuatro ocasiones y la titima por la Seore- taria de Gobierno de! Distrito. namica de educacién mutua en- tre muchos actores sociales. La segunda parte, la dedicare- mos a presentar un diagndstico propositivo sobre los Comités de Convivencia. Aqui se pretende establecer los tipos de conforma- cién de estos estamentos, y el caracter de algunos de ellos, de qué manera asumen el conflicto, cémo lo manejan, cual es su di- namica y qué legitimidad posee, lo mismo que las experiencias exitosas y las que presentan pro- blemas. En la tercera parte intentamos involucrarnos en las posibles fun- ciones de estos Comités tenien- do como premisa basica que no existen formulas magicas para manejar los conflictos. Por tanto lo que se pretende es proponer unas determinadas formas de operar, de negociar intereses y de constituir un clima de confian- zaenlainstitucién escolar a partir de unas herramientas para ges- tionar pedagégicamente los con- flictos. 4. La escuela, la convivenci la calidad de vida y el entorno Las personas que estamos involucradas en la educacién del mundo actual enfrentamos retos muy profundos tanto de carac- ter internacional como nacional que tienen que ver con la cali- dad de la educacién y la cons- truccién de tejido social en una situacién de precariedad demo- cratica, debido al cambio de la naturaleza de la educacién, que hace necesaria la reformulacion de la oferta educativa. A nivel internacional estamos enfrentados ante el crecimiento de una cierta tecnologia que combina los medios de comuni- cacién (matrimonio internet-tele- vision) permitiendo el desarro- llo de paquetes interactivos en donde la gente puede aprender por propia mano, “hablando" con una tecnologia que le da una gran oferta. En muchos pai- ses la tutoria personalizada esta remplazando a la escuela y el computador personal se hace cada vez mas pequeiio y po- pular. La oferta educativa Por todo ello cabe preguntarse: Equé puede de excepcional, de particularmente interesante, en el sentido cognitivo, ofrecer la es- cuela? {qué le puede decir la escuela a los actores principales que pertenecen a ella? La educacién es una experien- cia fuerte de socializacion, in- dependientemente del contenido educativo. La institucién escolar es un sitio donde uno puede te- ner amigos, donde los mucha- chos pueden compartir con adul- tos a los que aprende a respe- tar. El gran problema es que el grueso de las instituciones esco- lares colombianas no estén ofre- ciendo ninguno de esos tres tra- mos fundamentales de sociabili- dad. Lo que tenemos es un re- glamentarismo y un prohibicio- nismo que denota una actitud defensiva de la institucién edu- cativa con respecto a la socie- dad en que vivimos y el futuro. Por ejemplo la familia ha sufrido unos cambios trascendentales, 82 Pedagogia y Saberes N° 14 2000 la pregunta es ucémo se carac- teriza desde el discurso educati- vo ese cambio? Lo que se ha podido observar es que se ca- racteriza como una catastrofe, se le endilga, por ejemplo, fenéme- nos como la violencia, se dice que la violencia se debe a la des- composicién familiar y a la pérdi- da de valores. De todas mane- ras en muchos sentidos es una familia mucho mejor que la que existia: la mujer tiene mucha mas libertad, Iqualmente muchos de los cambios de valores en la so- ciedad colombiana han sido po- sitivos: la experiencia de la mo- vilidad social, la individualizacion tiene aspectos negativos pero también tiene aspectos positivos. Decimos también que la delin- cuencia es resultado de los cam- bios de los valores, del dinero facil, eso también es inexacto ya que el delincuente arriesga la vida, de hecho llamario dinero facil es convertir a la delincuen- cia en una experiencia bonita y tentadora. La segunda gran ventaja que podria tener la instituci6n educa- tiva sobre estas tecnologias, es el conocimiento cara a cara y di- recto con el entorno. La institu- cidn educativa tiene una ventaja sobre cualquiera de esas otras ofertas y es que esta empotrada en un entoro social especifico, vive en y de ese entorno. Mientras que para los colombia- nos y sobre todo para los secto- res populares por ejemplo en nuestro medio, uno de los valo- res principales, y de los objeti- vos principales en la vida es la educacion -es decir, a instituci6n educativa posee una gran legiti- midad-, la actitud de la escuela frente a su entorno una vez mas es esencialmente defensiva: la tendencia es a levantar muros y a crear barreras. El ejemplo cla- ro es el de la relacion entre el uniforme y el entorno. Si un es- tudiante va a ingerir licor no debe usar el uniforme para no man- char la institucién escolar. La calle es la que produce mafias, las maquinitas son las que ha- cen que las gente se pervierta, se pierda. Lo que existe es una gran dificultad para entender, asimilar el entorno y reflexionar sobre él. Entorno y calidad educativa Otro aspecto ligado al anterior es la calidad educativa. Existe una relacién muy estrecha entre calidad de educacién y guerra. Colombia es uno de los paises més desiguales. ,Cémo hacerlo menos desigual? Existen una serie de limitaciones para inter- venir las variables fundamenta- les como son por ejemplo las lal variables de reparto de la pro- piedad. Seguramente si hay paz va a haber reforma agraria y eso implicaria una mejora en térmi- nos de equidad. Pero sin embar- go lo que todo el mundo sabe es que la variable que si se pueda intervenir de manera directa y que si definitivamenté esta liga- da a la equidad es la educacién. Es decir de la calidad de la edu- cacién depende el futuro tanto de los jévenes como del pais. Esto no significa que sea la tni- ca variable pero si una variable fundamental. {Cémo construir la oferta educativa que el pais ne- cesita? Muchos de los recursos para mejorar la calidad de la educa- cin se encuentran directamen- te con el entorno, No solamente el entomno necesita a la escuela sino que la escuela, la institucion educativa igualmente necesita el entorno para mejorar. Cuando se ha tratado de mejorar la calidad educativa se han convertido las instituciones de secundaria en “instituciones tecnolégicas” en donde se confunde lo que es tec- nologia con pequefto bricolage La convivencia y el conflicto escolar La pregunta es: en una sociedad atravesada por la violencia, atra- vesada por la inequidad, atrave- sada pues por todos estos pro- blemas complejos que nosotros conocemos: {Qué clase de res- puesta ha ofrecido la escuela y qué clase de respuesta deberia ofrecer? Es de gran importancia partir de una reflexién para saber qué co- Pedagogia y Saberes N° 14 2000 83 sas se estan haciendo bien, pero también es indudable que se debe reflexionar sobre los pro- cesos que estan adelantando mal. En la relacién de la escuela y el entorno, por ejemplo, su- puestamente la ley general de educacién ofrecia toda una se- rie de baterias institucionales para gestionar adecuadamente el conflicto: personero, el gobier- no escolar, la categorizacién amplia de comunidad educativa, el consejo estudiantil, el comité de convivencia, del cual nos ocu- paremos de aqui en adelante, etc., y sin embargo en muchos casos no solamente esos dise- ‘los institucionales no han servi- do sino que incluso se han con- vertido en un foco de profundi- zacién de conflictos. En Colombia tenemos un gran problema y es que cuando nos enfrentamos a un problema tene- mos certidumbre con respecto a los resultados de su manejo todo el mundo tiene la sensacion de que las cosas ya estan arre- gladas de antemano- e incerti- dumbre con respecto a las reglas -las reglas siempre se pueden cambiar, quitar, acomodar-. Eso se ve en concreto en las ins- tituciones educativas en donde existe un profundo reino de la arbitrariedad unido al reglamen- tarismo. Entonces a todo el mun- do se le dice que esta bajo el imperio de la ley, pero el imperio de la ley se puede asumir para tomar decisiones que son las que se creen necesarias en ese mo- mento, Es decir, vivimos en el reino de la leguleyada cotidiana y eso genera un des-apredizaje democratico de todos los acto- res tanto de los que son victima de la arbitrariedad como de los que la cometen. El educador de hoy Los paises de occidente desde el siglo XVII estén intentando vi- vir en una democracia, en un si- tio donde no hay jerarquias, en un sitio donde todo el mundo es mayor de edad en el sentido histérico, todo el mundo crece, mientras que donde hay sumi- sién todos son menores de edad incluso quienes viven de la su- misién, todos son menores de edad: una minoria de edad ge- neralizada. Nosotros los colombianos esta- mos inmersos en un medio pro- fundamente antidemocratico y todos los dias reproducimos esas practicas antidemocraticas, por consiguiente no contamos con la suficiente experiencia de- mocratica como para ensefiar por ejemplo la misma democra- cia, porque es que seguramente la mejor manera seria pensar en otras formas de aprendizaje mu- tuo, en una educacién mutua, no a través de sermones porque muchas veces no se aprende a través de sermones sino a tra- vés de practicas sociales concre- tas, especificas, en donde se puedan acoger rutinas, procedi- mientos, y quedar inmerso en redes que soportan que esos procesos de aprendizaje sigan profundizandose La idea no es ya un educador iluminado sino iniciador de procesos que convoca a distin- tos actores sociales: procesos de aprendizaje, procesos de re- construccién de tejido social, de convocatoria, de negociacién. 2. Diagnéstico y evaluacion propositiva de los comités de convivencia Uno de los nuevos espacios don- de, entre otros, el educador pue- de iniciar esos procesos de co- nocimiento, de educacién mutua y de incorporarse a dinémicas de aprendizaje en cuanto a la ges- tidn de los conflictos es el comité de convivencia. A continuacion presentaremos un diagnéstico fruto de la interaccién con diver- sos Comités a lo largo del pro- ceso de investigaci6n. La conformacién Las actuales legislaciones como la Constitucién Politica Nacional, la Ley 115 o Ley General de Edu- cacién y el Decreto 1860, otor- gan autonomia a las instituciones escolares permitiendo la genera- cidn de procesos descentraliza- dos y un nuevo espiritu de parti- ’acién y democracia en el cual se pretende una interaccién mas activa por parte de toda la co- munidad educativa. Sin embar- go ninguna de estas reglamen- taciones se detiene ni hace re- ferencia explicita ala constitucién y el funcionamiento de los Comi- t6s de Convivencia. Tal vez por ello cuando el grupo de investigacin hizo sus prime- ras observaciones e intervencio- nes en las instituciones educati- vas, se dio cuenta que estos or- ganismos fueron constituidos de diversa forma y su funcionamien- to era poco homogéneo. Con lo anterior no pretendemos sugerir su obligatoriedad, sino estable- cer de qué manera se concibe un espacio de esta naturaleza y proponer alternativas posibles 84 Pedagogia y Saberes N° 14 2000 como lugar estratégico para que la comunidad educativa gestio- ne pedagégicamente los con- flictos. La conformacién de los Comités no es nada homogénea. Ciertos comités estaban compuestos por el Rector, el Coordinador de Convivencia, el orientador y al- gunos profesores. Otros por los tres primeros y se reunian ini- camente cuando se presentaba un caso especifico con el pro- fesor director de curso del es- tudiante y los estudiantes en conflicto. También conocimos otros comités conformados tni- camente por profesores, 0 por éstos y el Coordinador de Con- vivencia. También otros confor- mado unicamente por orienta- dores. En algunos se pudo ob- servar la presencia de un estu- diante, del personero, acompa- fiando al resto de docentes pero su participacién era muy poca. Y dimos con un comité de con- vivencia compuesto por treinta alumnos y cuatro docentes, Como vemos, la conformacién de estos estamentos es bien heterogénea, pero la participa- cidn de los docentes es definiti- va. Es un espacio en el cual, pen- samos nosotros, lo que debiera aflorar es la gestion pedagd- gica de los conflictos, como lo veremos més adelante, y quie- nes podrian poser mayores ele- mentos son los docentes. Son ellos los que quedan en la insti- tucién, los que podrian adquirir destrezas y aprendizajes en tor- no al manejo adecuado de los conflictos, los que generarian més facilmente una memoria de los procesos de aprendizaje, pero siempre en interaccién con estudiantes y demas miembros de la comunidad educativa. No creemos que exista una con- formaci6n tipo de estos esta- mentos. En general podriamos decir que no se trata de un pro- blema de representacién de los actores escolares, sino de gene- racion de aprendizajes para el manejo dptimo de los conflictos. Se trata més bien de contar con espacios de discusién, reflexion y manejo de problematicas esco- iares. Los Comités de Convivencia Ahora cabe la pregunta, para qué se constituyen los Comités de Convivencia? En aquellas ins- tituciones donde los Comités fue- ron conformades, algunos se re- unian para dialogar sobre pro- blemas educativos en general, otros para departir y generar re- laciones fraternas (fiestas, re- uniones, etc.) y otros para hacer convivencias 0 salidas; sélo algu- nos de ellos trabajaban conflic- tos coneretos. Aqui se ve a la “convivencia’ como un asunto de tranquilidad a partir de las re- uniones sociales. Lo que se in- tenta en ultimas es acabar con el conflicto quitandole peso por medio del sosiego y de la gene- racién de espacios de disfrute en los cuales el conflicto no aflore. Muchos de los Comités conoci- dos casi nunca se reunian y cuando lo querian hacer, la hora de reunirse siempre se diluia y faltando ya unos minutos para que se acabara el tiempo, por fin se podian poner todos de acuer- do para iniciar e! didlogo. Didlo- go que a veces se convertia en un enfrentamiento de cardcter Ie) personal, el cual no permitia que dieran alterativas para el mane- jo del conflicto que se estaba tra- tando. Igualmente siempre los culpables eran ciertas personas 0 culpables externos como el go- bierno y la sociedad. En otras instituciones, en cam- bio, si enfrentaban los conflictos pero con una gestién subéptima, En la mayoria de estos Comités, se escuchaban alos estudiantes, y luego los miembros de! mismo tomaban decisiones disciplina- rias (como la llamada de atencin ~con la correspondiente convo- catoria a los padres de familia. la suspensién, la cancelacion de la matricula, etc.). Es decir, eran espacios simi- lares a los tribunales judicia- les. Algunas de las sanciones asumidas por los miembros de estos estamentos, se basaban en las anotaciones escritas en el llamado Observador de! Alumno yaquello estipulado en el manual de convivencia, El primero funcio- naba como un prontuario delic- tivo por cuanto en él inicamente se anotaban las faltas de los es- tudiantes, y no los procesos de aprendizaje. El Observador se asumia como una prueba juridi- ca acumulativa. Y el segundo, como un cédigo de policia por- que se indagaba en el manual cual era la sancién para una fal- ta determinada. El manual se uti- lizaba como un reglamento estu- diantil, donde lo més importante era la prohibicion y la correspon- diente sancién, Estos elementos entonces -el manual y el observador- pierden gran parte de su potencial como espacios significativos de confor- Pedagogia y Saberes N° 14 2000 85 macién de la convivencia esco- lar. El manual de convivencia no puede ser un cédigo de policia, pero tampoco una constitucién o algin otro cédigo juridico, sino, pensamos nosotros, un espacio para la constitucién de una juris prudencia social; en el manual pudieran registrarse mas bien las reglas de juego acor- dadas entre los actores invo- lucrados en los conflicts. Hablamos de unas reglas univer- sales, que busquen el bien pu- blico, mas o menos permanen- tes y verificables Y sobre ef Observador, supone- mos que es posible que los do- centes registren el proceso de aprendizaje de los estudiantes, y si ocurren faltas, se evalien como parte de ese proceso. Con lo anterior, el docente realiza una evaluacién permanente de las competencias de sus estudian- tes. Pero, de pronto, a lo mejor seria preferible hablar de un Observador de la Escuela, en el cual sean registrados los logros yen general el estado de los pro- cesos académico-convivenciales de los miembros de la comuni- dad educativa. De esta manera tanto el Observador como el ma- nual perderian su carécter juri- dico y se convertirian en herra- mientas para la convivencia y la calidad educativa. A pesar de las diferencias, dos caracteristicas fundamentales de estos Comités son: se preocupan por la convivencia entre estudian- tes y son de caracter consultivo y no decisorio. La primera carac- teristica no es muy comprensible por cuanto la convivencia impli- ca la cooperacién y la negocia- ci6n de los intereses entre todos los actores escolares, pero en estas instituciones, se piensa que lo prioritario son las prohibicio- nes 0 las sanciones, para los Comités que asumen los conflic- tos, ola tolerancia mutua ente los estudiantes, para los Comités que no los asumen. Los conflictos entre docentes, entre docentes y estudiantes, entre docentes y directivos, en- tre madres y padres de familia con sus hijos 0 profesores, pue- den tratarse en los Comités de Convivencia porque lo importan- te es generar un clima de convi- vencia éptima, en la cual todos ganen, para beneficio de la ins- titucién escolar. Si este tipo de conflictos llegasen a los estrados disciplinarios estatales o judicia- les muy seguramente originarian més conflictos 0 conflictos con mayor intensidad. Lo que pro- ponemos es que las institu- ciones escolares se hagan responsables de sus conflic- tos. Por supuesto hablamos de una responsabilidad pedagégica El hecho de que sean consulti- vos podria no otorgarle mayor relevancia en la escuela. Lo ideal es que los Comités se convier- tan en escenarios decisorios en lo que hace al manejo de los con- flictos. Como veremos mas ade- lante, su funcidn no sdlo se cen- traria en esa gestidn, pero si es un elemento clave dentro de su dinamica. Claro que es menes- ter que redefina su rol como en- tidad lider en el manejo éptimo de los conflictos. Experiencias innovadoras Claro que no podemos descono- cer que encontramos algunas experiencia innovadoras. Por ejemplo, uno de los Comités que conocimos trabaja problematicas sociales mas que escolares. Les interesa estudiar y analizar los conflicts entre los integrantes de las familias de los estudian- tes, los conflictos entre los mu- chachos escolarizados y no es- colarizados, los problemas con las pandillas, el problema de la sexualidad, los problemas afec- tivos, etc, Es un Comité que le interesa las problematicas del entorno. Transgrede los muros del colegio porque supone que los conflictos no son de exclusi- vidad de la institucién escolar, sino de la sociedad y piensa que desde la escuela puede aportarle alla, Otro de ellos, es un Comité con- formado basicamente por estu- diantes, que tiene como fin ges- tionar los conflictos entre ellos por medio del didlogo y la con- certacién de intereses. Este es un Comité descentralizado. Esté compuesto por estudiantes de todos los cursos que voluntaria- mente quisieron integrarlo. El objetivo de este estamento es que este grupo de estudiantes medie los conflictos en el salén de clase. Si éstos no lo logran, pasard a otro escenario también compuesto por estudiantes y maestros— que dirime los conflic- tos en segunda instancia. Esta es una experiencia interesante que pude ser replicada en otras instituciones por cuanto se pre- tende que los estudiantes ad- quieran destrezas en la media- cién y se hagan cargo de sus propios problemas de convi- vencia, 86 Pedagogia y Saberes N° 14 2000 lal Y Ia ultima experiencia innova- dora es la del Comité de Convi- vencia del colegio distrital Luis Lépez de Mesa. Damos a cono- cer su nombre porque con sus integrantes, el grupo de inve: gacién trabajé durante mas de dos afios para definir de manera permanente su quehacer peda- gégico. El resultado de esta ex- periencia la daremos a conocer en el punto correspondiente a las propuestas de posibles fun- ciones de los Comités. Con toda seguridad, son muchas las expe- riencias innovadoras en este campo que contribuirian al desa- rrollo de un espacio de gestién de los conflictos. En algunos otros colegios no existen los comités de conviven- cia. Los conflicts los dirime el Coordinador (a) de Convivencia © de Disciplina, como atin son denominados algunos de ellos. Se apela en la mayoria de los casos al conducto regular que es seguin algunos: primero el pro- fesor con quien se tuvo el pro- blema o estuvo presente en el momento de la disputa, sino pue- de darse solucién se apela a al director de grupo (paso que se- gin ciertos profesores casi nun- ca se ponen a dar porque les parece més facil dirigirse al Coor- dinador de Convivencia de una vez), luego al Rector y por ultimo si es una sancién de mas de tres dias o la cancelacién de la ma- tricula es necesario tratarlo en Consejo Directivo quien es el que decide finalmente. Las preguntas que quedan son: {Qué reflexion hay sobre la con- vivencia escolar? {Como apren- den cada uno de los estamentos de una institucién educativa en un conflicto? ¢ Qué posibilidades da la i.e. de que el tratamiento que se realizé en algunos con- flictos especificos se tenga en cuenta para el manejo de fu- turos problemas de convivencia en la escuela? Cuando el con- flicto es con actores externos a la escuela, zcdmo puede ella manejar el problema? 3. Posibles funciones de los Comités Tomando como base la anterior evaluacién, y la experiencia ob- tenida con el Comité del colegio Luis Lépez de Mesa, sugerimos algunas posibles funciones de los Comités de Convivencia, como son: a. Generar procesos de re- flexién en las instituciones educativas con todos y cada uno de los estamentos que conforman la comunidad edu- cativa tendientes a lograr un mejoramiento de las relacio- nes de convivencia. No todos los conflictos son iguales por lo tanto no existen formulas estandares que solucionen todos los conflictos, es nece- sario entonces que este pro- ceso de reflexién sea conti- nuo 0 permanente y que se involucren todos los actores de la institucion. . Con base en los acuerdos y las reglas de juego creadas por toda la comunidad educa- tiva, hacer propuestas con- cretas para el Manual de Con- vivencia. . Sistematizar los casos pun- tuales que se vayan presen- tando en la institucién esco- lar que queden como memo- ria para manejar futuros con- flictos. Esta sistematizacion seria la materia prima para elaborar el Manual de Convi- vencia el cual debe tener po- cas reglas de juego pero crea- das colectivamente, que sean realizables ya que son pro- ducto de Ia reflexion sobre experiencias y contextos par- ticulares, que sean universa- les, es decir, que sirvan para todos los actores, que se pue- dan verificar facilmente, ya que esto genera confianza y continuidad en el proceso de gestion del conflicto y las ha- ce sostenibles sin que esto signifique inmutable sino fac- tibles de reflexin y de nueva adaptacién al contexto si es necesario. Generar niveles de coopera- cién en la escuela, mediante la autorreflexividad para que los actores se piensen a si Pedagogia y Saberes N° 14 2000 a7 {SRE ner mismos y piensen al otro a tra- vés del proceso, sin perder su propia individualidad e. El Comité debiera convertirse en un espacio de investiga- clén sobre el conflicto y la es- cuela. Su tarea consiste en discutir diversos enfoques para articularlo al PEl y a otros proyectos que puedan existir en la escuela. f. Originar un ambiente escolar ‘en el que se puedan exponer los puntos de vista y las ex- periencias de cada uno de los actores dependiendo del con- texto en el cual se ubiquen, lo cual permitiria enriquecer el conflicto y garantizar la ges- tién de conflictos futuros g. Servir de veedor de los acuer- dos a los cuales se haya Ile- gado para unas relaciones de convivencia duraderas. h, Escuchar a las partes implica- das en conflictos especificos, proponer salidas o alternati- vas teniendo en cuenta los in- tereses particulares de cada uno de ellos y haciendo cru- ces de ellos. Si es necesario hacer negociaciones (esto se amplia en el apartado los Co- mités de Convivencia y la ne- gociacién). Los Comités de Convivencia y la negociacién En general el conflicto nunca se repite aun cuando si se pueden presentar algunas caracteristi- cas comunes. Por lo tanto latin- tervencién debe partir del con- texto especifico de! conflicto el cual le da sentido, lo moldea y lo hace particular. Asi la interven- cién dejaria de lado categori- zaciones 0 modelos generaliza- dores que desconocerian las particularidades de los actores y de su contexto. En ocasiones decimos que na- die sabe mas de un problema que los mismos involucrados y en general es cierto. Son los in- volucrados en un conflicto los que conocen perfectamente las condiciones que estan en juego, sus propios intereses, intuyen las estrategias del otro, etc. La mediacién implica la incorpo- racion de un tercero que tenga ‘como funcién lograr la consecu- cidn de acuerdos éptimos entre las partes. El mediador tiene de- recho a expresar su percepcion del conflicto, es decir, no es neu- tral, pero tampoco es convenien- te que sea quien saque partido del mismo. Como se dijo anteriormente no es posible utilizar formulas para la solucién de los conflictos en una sociedad turbulenta como la nuestra, pero sin embargo, es valido partir del aprendizaje de la mediaci6n de los conflictos para mejorar esa pedagogia y para que el acumiulado, a su vez, se convierta en una mediacion cultural y comunicativa En algunos casos, es factible que se deba recurrir a mediado- res externos porque: a. En determinados conflictos genera mayor confianza con- tar con agentes externos a él, pero no al contexto, por su aparente neutralidad b. La intervencién de un media- dor externo podria garantizar la mirada de conjunto y sose- gada del conflicto. A veces la mirada desde afuera logra identificar las estrategias de los actores y el bien comun. c. Muchos conflictos escapan a la dindmica propia escolar y se insertan en ordenes rela- cionados con el entorno. Los mediadores, 0 los integran- tes del Comité de convivencia, se necesita que sean personas que cuenten con liderazgo, que es- tén dispuestos a aprender del conflicto, que partan de sus ex- periencias, pero que a su vez reconozcan las diferencias de cada conflicto. Las caracteristicas del modelo de gestin de conflicto que se pro- pone es el siguiente: a. En general cuando se pre- senta algun conflicto es cuando existe alguna contra- diccién entre por lo menos dos personas. La mediacion no buscaria que los énimos se calmen, aunque es impor- tante que suceda, sino mas bien, que las partes com- prendan la relacién de su proyecto vital con el proyec- to colectivo. b. La mediacién debiera conver- tirse en un ejercicio de apren- dizaje colectivo en el cual se aprecie de manera clara la forma como se dan a cono- cer las diversas interpretacio- nes de las dindmicas y la practica misma de una deter- minada actividad por parte de 88 Pedagogia y Saberes N° 14 2000 la los actores del conflicto y cémo estas practicas pueden menoscabar la integridad, la autoestima, y el desarrollo fu- turo del otro. Y ademas como este tipo de percepciones del conflicto pueden convertirse en una bola de nieve, que cada vez integra un nuevo elemento. La idea es que los actores del conflicto noten cémo el resul- tado de acciones de este tipo deterioran las relaciones so- ciales, y como es obvio, el de- sarrollo mismo de la actividad pedagégica. c. La mediacién no es un juicio, es un espacio de negociacién de reglas de juego. En un jui- cio hay elementos normativos y de valor que son los que determinan la actitud de un individuo. En una mediacién se pueden llegar a determinar reglas de juego, pero como fruto de la negociacién y ade- mas deben tomarse en cuen- ta los intereses de los involu- crados. Por supuesto se debe aclarar al principio de la se- sién, que por ejemplo se debe respetar el uso de la palabra y se deben determinar tiem- Pos para ello. 2 La mediacién, es un espacio en el que se ponen en juego los intereses de los actores del conflicto. Pero lo que debe primar por encima de ellos es el problema pedagé- gico del colegio en este caso. La mediacién no busca en- tonces que uno de los acto- res del conflicto entienda la posicién del otro Unicamen- te, sino que entienda y sea capaz de criticar sila posicién del otro cobra relevancia en un contexto mas amplio, como lo seria el de lo peda- gogico, La mediacién ademas de constituir una tradicion en la construccién de reglas de jue- go debe producir también memoria frente al manejo de los conflictos. En lo fundamen- tal la mediacién debiera ser publica y no privada, Pero no todas las conciliaciones son necesariamente piblicas. Al- gunas deben tratarse de ma- nera privada o semiprivada dependiendo del cardcter de cada cual. El mediador no debiera limi- tarse Unicamente a dar la pa- labra, sino en todo momento a hacer respetar las reglas de juego iniciales, como el uso de la palabra, lo pedagégico por encima de los intereses indi- viduales, tratar de integrar los mismos al proyecto macro, evitar en lo posible las justifi- caciones que transgredan los derechos fundamentales y sociales, a buscar alternativas que beneficien a la institucién escolar y obviamente, a las partes del conflicto, y en ge- Neral, a coadyuvar a la crea- cién de bienes publicos. . El Comité debe contar con una base de activistas de la gestién del conflicto. Estos activistas 0 mediadores no serian necesariamente aque- llos que conozcan mejor las técnicas de mediacion, sino aquellos reconocidos como tales por los otros, en este caso por la comunidad edu- cativa, o por parte de ella, y también aquellos que posean la capacidad de aprender destrezas en lo que hace al manejo de los conflictos y en- sefiar lo construido en la interaccién con los demas. h, Debe soportarse en un tejido social para la negociacin de los conflictos, que reflexione y piense los conflictos de la institucién educativa, que se interese por ella. Es probable que exista la necesidad de que en conflictos concretos no deban ser los mismos media- dores, por ejemplo porque no son aceptados. En tal caso, el tejido social para la gestion de los conflictos puede pro- poner unos posibles media- dores a los actores del con- flicto. Se analizan esas pro- puestas y se sacan mediado- Tes que sean aceptados por las partes. Lo que se busca es que estos generen con- fianza entre las partes. Y que esos mediadores acttien con el asesoramiento y compaiiia del Comité de Convivencia. En lo posible los mediadores debieran provenir tanto de la institucién educativa como del entomo, La presencia activa de un actor externo al cole- gio, pero no externo a la di- namica escolar o social, pue- de ayudar a comprender las dimensiones del conflicto y la relacién de éste con el con- texto. Para hacer acuerdos es necesa- rio crear ciertas condiciones que permitan la negociacién, como un clima de confianza y una oposi- cién leal, Una herramienta para Pedagogia y Saberes N° 14 2000 89 la negociacién serian los “mapas mentales" que consisten en mi- rar el tipo de actor, la percepcién del conflicto(de cada uno de los actores involucrados directa 0 indirectamente en el conflicto), la percepcién del otro y de si mis- mo, Sus argumentos, sus estra- tegias y sus niveles de coopera- cién -por ejemplo las soluciones ideales, intermedias y aceptables que propone cada uno-, lo cual aumentaria el grado de previsi- bilidad en el momento de tomar decisiones, dejando de lado el peligro de que interfieran infor- maciones distorsionadas 0 in- completas. AMANERADE CONCLUSIONES Los Comités de Convivencia se pueden convertir en una herra- mienta fundamental en el mane- jo del conflicto en las institucio- nes ya que es un organismo plu- ral, hecho que permite que den- tro de él existan diferentes mira- das y puntos de vista que harian de cualquier propuesta alterna- tiva una solucién mucho mas ra- zonada y “objetiva” que silo hace una persona sola. Es necesario entonces que se potencien las funciones del Co- mité de Convivencia como facili- tador de la gestion del conflicto en la escuela. Seria interesante que asi fuera dado que es indis- pensable que se construya una pedagogia de la gestion de los conflictos y que se cuente con una memoria de ese tipo de ex- periencias. Este Comité debiera reconocerse legitimamente como el escenario para la gestién del conflicto. Es de gran importancia que par- ticipen estudiantes en los comi- tés pues ellos tienen una vision mucho mas proxima a sus com- pafieros, en el caso de conflicts entre estudiantes, por ejemplo. Seria también muy interesante crear una red de comités de con- vivencia con el fin de hacer in- tercambios de experiencias en manejo de conflicto. Con una socializacion de procesos parti culares se enriqueceria las for- mas alternativas del tratamiento de los conflictos. Nuevamente insistimos en la im- portancia de la convivencia en la escuela como elemento genera- dor de nuevas relaciones inter- personales que permitan que mediante el interés privado y la accién colectiva se puedan ob- tener bienes piblicos que redun- den en bienestar para toda la sociedad. Una convivencia re- flexiva que cree un clima de con- fianza que permita mayores ni- veles de cooperacién para obte- ner un mayor capital social. BIBLIOGRAFIA Ac.ano, Andrés. 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