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El sendero al Japén profundo de Basho y la estética del cantinar: recuperando el espacio, reconociendo fos lugares, siguiendo los caminos del universo! ‘Thomas Heyd* Introduccion Esta carretera ~ nadie la transita fin del otofio? ‘A causa del transporte de alta velocidad, de las tecnologias de comunicacién instenténeas, de Ja ubicuidad de Jos teléfonos méviles, del alcance planetario de los programas de televisiGn transmitidos por satélite, de la inmersién cada ‘vez mas acelerada en el ciberespacio, de la globalizacién del comercio, de Ja proliferacién dé idénticos centros comerciales, cadenas de supermercados, multinacionales, etc., el espacio parece achicarse, los lugares pierden su especificidad, y la naturaleza va desapareciendo de nuestra conciencia. En este ensayo propongo que el caminar por el paisaje, "Bh Oi no Koburn Bash urge alos poets de hak: “seguid los caminos del universo” eon que pretende que prestenatencion a Tos caminos, oa la forma de ser de la ‘eturala, Leia proviene de Makoto Ueda. “Bash andthe Art ofthe Haiku Tnmpersonality in Powty terary and Art Theories in Japan (Cleveland, Ohio: The Press of Westem Reserve University, 1967), p. 148. Las traduceiones del inglés a easellano, y fos poeinastraducidos dl japonés sinatra eréit, son mias. Ademis de Okano Hlosomichiy OF no Kobuln (Rela de wna bots de vig desgastada) Bash escibi tres Graos de vigje posticos: Nactrast Rik (Retao de un esqueler expuesto al clita), Kashima Kikd (Visita of Soniario de Kashima), ySorashina Kiko (Visita a Sarashina} # PhD. University of Western Ontario, London, Ont., Canada. Areas de invesigai6n: storia dela Filosofia, Exttica y Eica Medioambjertal. Este ariclo Fue tradacido por el autor para Paginas de Filosofia y publicado en mglés como: “Basho and Wandering “Aesthetics” en: Philasophy Easi and West (September 2009) > Pashé Matsuo, OF niki (1695) citado por Harve Shirane, races of Dreams: Landscape, Cultared Memory and the Pocty of Basha (Stanfond University Pres, 1998). p. 285, 7 Scioso, pero atentamente, y de manera poco asistida por ayudas mecénicas, puede Someterse a un andlisis estético.que nos puede ayudar en la tecuperacién de la profundidad del espacio, en. el-re-conocimiento de la diversidad real de los lugares, y en la percepcién de nuestras vidas humanas en st contexto natural mas amplio. Enfoco este tema tomando como gufa al poeta japonés Bash Matsuo (1644-1694). Empiezo el ensayo describiendo su habito del caminar poético.* Después arguyo que el caminar poético en ciertos aspectos se parece al viajar chaménico. A continuaciGn, esbozo el esquema de un analisis estético del caminar, y concluyo proponiendo la prictica del caminar como una manera de ofrecer resistencia a los efectos deslocalizantes y an-estéticos plasmados en las tendencias anteriormente mencionadas de mestras sociedades. Siguiendo a Bashé por las montaitas de Dewa El caminar es la flor del haikai, El haikai es el espiritu del caminante.! Kyonk Tan pronto como me adentro en el bosque por el portal zorii (entrada a un Santuario shinto o lugar sagrado natural) la ruta desarbolada de la villa de ‘TOgei, con sus marafias de hilos eléctricos y Iineas telefonicas, sus rios canalizados, sus méquinas expendedoras de Boss Coffee, Vitamin Water, cerveza y cigartillos, y los otros indicadores caracteristicos del Japén de 1999, desciendo al Harai-gawa, el Rio de Purificacién, que desciende por un centenario sendero escalonado y bordeado por gigantescos arboles cryptomeria japonica. Al otto Jado del rojo Shinkyo, el Puente de Dios uno de estos magnificos érboles gigantes esté acordonado por una gruesa soga a la que se han atado papeles blancos a intervalos regulares, igual que ocurre con Ja gran roca situada al lado del torii, Tas sogas alrededor del érbol y de la roca indican que estos objetos han sido reconocidos coma sitios donde habitan poderosos espititus o kami. segtin las creencias tradicionales de los japoneses este bosque esté ;Existen muchas otras posibilidades de enfocar una esética del caminar o del paseo, como Por ejemplo haciendo referencia a Machado, Baudelaire, Benjamin o Morea. que sin ‘embargo aqut no puedo tomar en cuenta por limitaciones tematieasy de espache “Kyoriku. citado por Shirane, p. 252, real de lo que las personas modernas:se* fe una forma ma as ans sna, Dejan aun lad una bela pagods nina are Pore clima ) el tiempo, asciendo por la empinada pendiente de 2% 46 Pesbalosos y movedizos escalones de piedra hasta legar a la cio Haguro-san, la Montara dela Pluma Negra. En este hizar, onde uno eto al pa se hallan un templo a y oe aeecee ue aaa ee remona busta de carter alanente rtualizado. rs adslante encaminado Gastan, la Monta del ba, mucho més alta que Haguro-san, paseando nanguilaments por patos Imontass,desizndoms pr ls estos de nieve ase inven de. een ota por rues, donde hay cla san més ‘vuelve a las tierras bajas pasando pot Yudonos- Deepest ants de Aguns Calientes, donde los peregrinos que llegam en autobis esperan bendiciones como consecuentia de haber sodhin Gescasafededor de ura roca rj baba po ua et ermal Bast, el poet hain 0 sea, el poeta de as) ms venerado de Jap, Hii caminado por ai hae wescentos diez as y desis sy camnar en un diario postico, parcialmente ficcionalizado, que se Hai y significa Sendero interior’ “tron mie aac vii Buh al tes de ne 1689 Sree fan Behe se oto Mee Ho Nous y Mean Toms Sue Retr bangla sata #1 hogaolan 97) Ven Otay iia fps iad), Maso hs Snr de Breve ica pnt {Mist Tu oun prog Put "a fa det ay Toe ies nclayen Nomayuka Yuasa ra), The Nero Raad io the Deep Nort and Orr eh a oe) Dl Ket ea he la ant Oro {Rew or: Grossman esis, 18), Vee abe tadyctn a emdnde Dombrady (trad), Auf Sehimaten Pfaden durchs Hinertan Lot eae an) anataduconl anche ean By Ca Larue eed Nod pref enLrmtoe Taso (a Dela, 98), ambién son de interés Makoto Ueda. Basha and His interpreters: Select ar see Sunny Sunday fan (0h Shee "Ronapne ca Maree a ena gpon (ond Yoaan Caps, 1989) afece o elao viaje que sigue la rata de Basha Bash6 se eticontraba en sutiltinia caminata de gran envergadura cuando comenzé su marcha de 2.400 km de longitud y de cinco meses de duracién hacia el noroeste de Japdn, cuyo punto més elevado seria el de. estas famosas montafias de la regién de Dewa.* A Bashd se le conoce por haberle dado su forma definitiva al arte poético haiku (que'en realidad debia Hamarse hokkw no haikai ya que haiku es una contraccién de los dos términos que data del siglo XIX).’ Mientras recreaba el haiku también nos proporcioné un buen modelo del caminar, el cual estaba, como veremos, para él, intimamente ligado al arte postico. Bashé le imprimio un carécter enteramente nuevo al arte de haikai. Anteriormente, la poesta haikai estaba determinada o bien por el gusto algo preciosista de la elite de 1a corte imperial, o bien estaba gobernada or los temas que servian de entretenimiento a ta clase mercantil del Japén del siglo XVII. Bashé se esforz6 toda su vida para que este arte pudiese producit una poesia que fuera a la vez profunda y ligera.* El objetivo de Bashé era que la poesfa llegara a lo esencial de las cosas a través de las cocasiones proporcionadas por lo cotidiano? Segiin uno de los comentaristas, al final de su vida ya habia decenas de miles de poetas en ese pais islefio que querian seguir el shdfu° 0 sea, la nueva forma de hacer poesia haikai; de modo que las caminatas de Bash6 también acabaron teniendo como fin ser viajes para dar talleres de poesia. Sus amigos y conocidos buscaban cualquier oportunidad para organizar reuniones de haikai bajo su tutela y Bash, en su funcién de “Introduction.” p. 12, indiea que Bash suponta que este viaje supondita una ‘aventura con bastante riesgos pero que consideraba que tena la obligacidn de ral corazon. del Japén, a lugares donde muchos poetss importantes hablan estado anteriormente; Dambrady (p.24) nos indica que René Sieffert lo lama “un pélerinage aux hauls letx dela podsie classique El término hokku designa al primer poema de una cadena de poemas que se lama hatkai y.se cea de forma conjunta por un grupo de poetas como actividad colectiva. El término “hark fue introducido por Masaoka Shiki (1867-1902); René Sicffert (tad.), Le haika! selon Bashd (Publications Orientalistes de France, 1989), p. XXXIX. arguye que no es "seulement un anachronisme” hablar de los haiku de Basha sino que tambien esté en ontradiceidn con la conviecién fundamental de Basho de que la poesfaes una actividad dialégica, * Respecto Ia innovacién de Basho véase Dombrady, nota 259, p. 186, y Sieffert, pp XXXIX-XXXVIIL Sobre la historia del haikai véase Sieftent,“Tatroduetion,” passin ‘véase también Shirane, op cit, passim. * Véase Le livre rouge, secci6n 2, en Sieffer, pp. 120-21. "© Véase Sieffert, “Introduction,” p. XXXII; Sieffert propone que hoy en dia hay millones de japoneses que practican cl haiku y que consideran a Basho coma su maestro 10 maestro del hatha. hacia erftcas de los poemas de sus seguidores ant asi Bashé niega que, hablando estrictamente, haya una tenes para Crest Buenos poemas hake; él sostene que este tipo de poemas depend de una prctica que se expresaen una repeninainspiacion y su aticaciGn inmediata por medio del lenguaje, Pero. ceudles son las circunstancics propicias para esta préctica? La respuesta la podemos obtener a partir dc {a peripatética vida de Bashd: las circunstancias que se encuentr cannsyor una parte, el caminar de Bashé se distingue del andar sn rambo, y por oto se distingue del tipo de caminata que tiene un fin determinado, ial como puede ser la “eonquista” de un monte. El caminar posto 3 {que dio ejemplo Bashé es ocioso (sin tener un fin de Yalor instumenta), peto si es disciplinado, 0 sea, realizado de forma met6dica." El método fel caminar Te servia a BashO para concentrarse en el camino.” Generalmente, viajaba a pie y él mismo Mevaba su equipale, que incluia recambios de ropa e instruments para la esritura (asf como regalos con Tos que le habian ido obsequiando), y tomaba ruta largas y arduas, ide lo cual pone en evidencia te gran diferencia ene el eaminar como ta! 1s paseitos que pudiera darse en las cercanfas de sit choza doméstic luego se Hamé Tokyo)."* Bee (oa Basho, lo novedoso no es Jo que le da sentido a su viaj."* Sus viajes etn estructurados mis bien por visita a sitios conocidos por razones histéricas, religiosas o estéticas, y se inspira en las obras de poctas at “yeas, por ejemplo Le Livre Rouge, seein Sen Sift, p12: véase también Site, Inodution = Véase Domrady,“ftrodcton,"p. 29-37. respect aa idea de eaminar aiosamente ease Domed fgets alas fetes dita en Chuang Tse dest Prec) (eke ners deanna supnaaet yams ose de mes Fn ee Reco ofa Trarel-Worn Satchel (no Kobe, e8 Yess, YESS BRGScabe cn ong au camiar“co oa trangia 3 consita en concenzarse en el cami en dos sntios: por una gen al camino ncndde ene send gana de adn de ia (amino ge dao en yen japanes: vease Dombrady, p24), 9, por otra, en a senda por la que Soe al abla fancona de mad adlogoal modo de va ds0) “fticaron severamente”a Bash por su satan hid en func Ge erate, com hipaa ysillieamente | ae el syuesamente no tenia nccsidad de ex caminante as comenies sobre el caminor de Basho en oq sigue ia de Basho véase S * Respect al papel defo novedoso en la poesia de Basho tambibn Le lve rouge. scion 6.123 Y pas iefert, p. XXXVI a asaron ‘por esos-lugares anteriormente; ast, tomando un descaniso én las ita makura (literalmente: apoyos 0 altohadas det poeta). puede flegar mas al fondo del significado de estos sitios.'® Ademés, aunque el método del caminar de Bashd (su angye o disciplina) no es tan severo como el método practicado en las austeridades chaménicas (shugyd) de los yamabushi, los ascetas de montafia que é1 admiraba y cuiyas pricticas inclufan la inmersi6n en gélidas cascadas de agua de montafia y e} andar sobre brasas, Basho participaba de la seriedad presente en dichas précticas."” Su método del caminar le sirve para ponerse en contacto directo con el mundo natural de una manera que resultarfa inusual para la mayoria de las personas. Por ejemplo, en su expedicién al norte del pats, conoce de cerca la montaiia Gassan, ya que casi se muere de fifo ascendiéndola; conoce a peligrosidad del rio Mogami, ya que se aventura a bajérselo en luna pequefta embarcaci6n cuando tiene aguas crecidas; y se toma el tiempa para hacer comentarios sobre las caracteristicas particulares de los eucos, las cigatras, los pdjaros carpinteros, los faisanes y de muchos tipos de plantas que se encuentra en el camino. Acabé plasmando en poemas muchos de estos encuentros con elementos de la naturaleza. Asi, escribi6. El silencio ~ perforando la roca el canto de las cigarras."* En resumen. en la medida en que Bash6 ha descrito una préctica relacionada con la experiencia del caminar en y por si, hia esbozado unos pardmetros basicos de fo que se podia llamar “la estética del caminar”’ De dicha préctica podemos derivar tres enfoques para desarrollar una estética tal: el atravesar el espacio por medio de la autopropulsién, el re- Respecto al “culto de wa matwra" véase Dombrady, pp. 20-25. Véase también Shirane passim, respecto al “religuring cultural memory” efectutd por elcaminar de Basho, '? Respecto a aneva, la disciplina ascética en el caminar véanse también los comentarios el personaje Bash cerca de Ichikawa en Olu no fiosomicht y las notas 166 y 167, p. 134 ‘en Dombrady, '" Bste poema de Oku nto hosomichi esta inspirado en su visita al tranquilo templo Ryfishaku, también liamado Yamadera. Paz y Hayashiya, (p. 87) lo traducen camo: Tregua de vidrio: el'son de lacigara taladra rocas 12 c aturaleza tal como conocimiento de los lugares. y el llegar a conocer a la naturaleza Se le presenta al caminante a su paso por el campo. El poeta-caminante como chamén Los cambios en el cielo y la tierra son las semillas de la poesfa. Sanzéshi 6 - i por un Cuando se habla de espacio y de Inga es fei! dejarse seducit por un recion .ducacién en ciencias n mismo que debemios a nuesta e ma or Taac Newton, en a cuel los objetos halla “sus lugares” es cuales @ vez, son determinable por eoordenadas eatesanas. Bn un ensayo sobre fl paisae. el antropélogo Erie Hirsch nos fa ecordado que en moesng y én, estos términos teflejan noci sy en otras también, estos t6 mucho mi Stnancies do gus et edocionsmo clit os hai spon igsch argu ar constituyen una pare sch arguye que el espacio y el lugar constituy ; : eset ad elacionada como lo estan: potencialidad de Tondo y actlidad dk primer plano, 0 como el exterior y el interior, y que los icado.” den uno del otro para su signif 7 aero lugares se distinguen por st comparativamente en conoid rinateidn para con Nosotr0s; por ser los puntos por su determinacién para cor closes povieinos actu. El espacio es lo que queda ent fos lugares: es lo aye permanece relativarentedesconocide; representa “donde” nosotros no 10s Rallamos (al menos en ese momiento) pero “donde” potencialmente odiramos esta." Por ejemplo, para los Yolngu de Austeala el espacio ve fondo esti caracterizado por las huellas que dejaron © Cha del SancBshi por Sire, p. 254 oS sch “Tauoducion The Anthropology of Landscape: Perspective Sea Ee Hs ee Michael © Halon (ltendonOxord Unies pias, 1995) 4-30. capeiamente p. 8 Respect al espacio yas lugares, dlgeriis (Spring, 986), pp. 2227. Ya Grorograpte, tid. A, Siherman (Paris: Soe Srpumentado favor de acteaton de hoger an Tos lugares de forma mas concreta que simplement pueden determinate mapas ‘ease también Michel Foucault, of other spaces.” fmposelsics Pomposits Mela, : Soc ation “es betes ees 1988) bia ja un tpode deserpetgn que aaa como analogs vicacones ques a3 Ancesttales en el Flempo dle los Sieitas 0 tiempo primordial. Estas huellas les sitven a los Yolngu para identificar lugares paiticulares en el paisaje. Es muy interesante que para los Yolngu la experiéncia de vivir en esos lugares modifica paulatinamente los mapas miticos. De esta forma, su sentido del espacio y de los lugares que conocen constanterfiente interacttian y se tecrean entre si? En otro ejemplo, Hirsch menciona a los Piro del Pert: amazénico que distinguen de forma muy marcada los lugares donde tienen sus huertas y hogares del peligroso espacio de fondo, ocupado por los bosques y el rio que perciben como fuentes de enfermedades y de muerte pero de los q sin embargo, dependen para obtener terreno para nuevas huertas y hogares, y para proveerse de came y pescado. Lo interesante es que los Piro no estén totalmente aislados del espacio de fondo ya que sus chamanes. ingiriendo la droga ayahuasca, sf penetran en ese otro espacio: fisicamente y por medio del trance se adentran en el bosque para traer las medicinas ¥ el conocimiento destinados a curar a los enfermos.”* La interdependencia de las nociones de espacio y de lugar quizas se nos presente de la forma mas obvia en la experiencia del viaje. ya que implica la idea del primer plano préximo del cual se parte y Ia de una distancia o espacio a atravesar. Asi, ademas de traer 0 enviar bienes 0 informacién a los que se quedan, tomando un papel similar al papel del chamén, el vigjero realiza una importante funcin en Ia comunidad cultural: proporciona una perspectiva sobre el aqui y el ahora (la efimera cotidianidad) por medio de la narracién de la realidad de otros lugares lejanos situados en la expansién del espacio. Se podria decir que el lugar aqui y ahora solamente se hace aprehensible como tal cuando recibe un horizonte en el espacio. En este contexto podemos caracterizar a la actividad de] poeta-caminante, representada por Bashd, como excepcionalmente apropiada para la recuperacién del espacio y el re conocimiento de los lugares. En algunos senticos el poeta-caminante es una suerte de chaman, con la salvedad de, al menos, dos diferencias: como tal, el poeta, a diferencia del chamén, no aplica técnicas de éxtasis (ex-stasis), sino que es poeta en Véase Hirsch, “Introduction”: véase también Howard Morphy, “Landscape and the Reproduction of the Ancestral Past.” en Hirsch y O' Hanlon, pp. 184-208. © Véase Hirsch, “Introduction”; véase también Peter Gow, “Land, People and Paper in ‘Western Amazonia” en Hirsch y O'Hanlon, pp. 43-62. rv virtud de su-habilidad para captar la experiencia con el lenguaje Vrico, la ual no es necesatio para el chamén.** El poeta-caminante se asemeja a Chamdn, sin embargo, en tanto que viaja a lugares distantes. dlesconcertantes, pasando por espacios relativamente poco conocidos y posiblemente peligrosos, narrando sus experiencias a su regreso a fas Personas que han permanecido inmersas en 1a cotidianidad. Bl posts, Eaminante realiza esta funciGn de forma doble: viaja a través del espact eos ots hugares fisicumente, igual que otros viajeros, y también realiza esa tayectoria metaféricamente, que es lo caracteristico de los poets. “Tomando a Bashé y su Sendero al Interior como ejemplo vemos que, en cuanto es caminante, viaja hasta el fin del mundo eivilizado ~ segin fos japoneses de sus dias ~ por una ruta que presentaba bastantesriesgos reales porgue era poco conocida y dificultosa, y de esta manera acenttia 1a Bistancia en el espacio que cubre.”* Adems, mientras visita lugares remotos los hace tn poco mis aecesibles por el hecho de que, siempre {que Ie resulta posible, Jos relaciona con nombres de individuos famosos. 9 Con incidentes notables, o con poemas bien conocides. De esta mancr Basho efectivamente establece una relaci6n con lugares distantes en 6) espacio que de otra forma tal yez no hubieran tenido realidad para st ara él ; reiteracin de informacién contenida en la fiteratura ola historia canocidos por sus conlemporéneos, que bien podia haber realizado desde el confo Ge su choza en Edo (Tokyo). Mas bien arma Ia realidad de esos lugares fl relatar sus propias experiencias, ampliando asi nuestra concepcion de stacy (Princeton University Yeas Mircea Eade, Shamanism: Ancient Tetniqus of Festa Peincton Unive ee eee ees lcasannm Ferree ue pectlota. mas abajo, sobre Ta especulacion de lade respecto al poeta, = profundidd”representada por la palabra japonesa oft > Buss. pp 9, entra que le “Yrofundida” cpresentada por palabra japon Guesehifvenct tuto del vo de Basho no hace solo una referencia gengriticaa los aa sso ds Jan, hls bien sere al corazon de este pals: te profond Paes et ae Tod Ce que recherche Basho, c'est lafaicheur de origin “spombray ena oa 83, pp 9294, os cuenta na historia divert sobre] pola ‘Noin-hashi, conocido por su poesfa de viajes; aparentemente Natn~hosh nance x Bethea stares ales cota avers Sawa, apedecahaer ay raapecttmente se escondia en alguna casa por alg tempo largo pero siempre sacando | Sep a Seas rl ara mpresin de que abcsiado viaje 45 ellos igual que 1a experiencia de Tos Aborfgenes Yolngu'dle Australia transfofma sus mapas miticos. Bash6 nos transmite sus experiencias por medio de'haikw (0 sea hokku no haikai) y por medio de haibun, que son relatos Iiricos escritos en prosa muy condensada, de modo que podemos afitmar que. como poeta, Basho refleja otro tipo de viaje, un viaje metaférico a las profundidades de las cosas, dindolo a conocer a los que permanecen anclados en lo cotidiano por medio de la palabra lirica.” De esta manera, Basho proporciona una evidencia de su viaje que la mera referencia y la repeticién de poemas bellos y sensibles escritos en otros tiempos no podrfan damos por sf solos. En la medida en que nos proporciona un relato verosimil, es capaz de persuadimos de que lo que el poeta ha captado es real, y asi su poesia se torna una invitacién a seguir sus pasos para visitar esas profundidades del ser y esos espacios metaféricos. {Qué sabemos de Ia actitud de Bashd respecto a esos “viajes metaféricos”, o sea, su poesfa? En el preémbulo a su relato de un viaje anterior, Oi no Kobwmi nos cuenta que fa caracteristica de todo gran arte s "el espiritu poético, el espiritu que le Neva a uno a seguir los caminos del universo y a hacerse amigo de las estaciones”. El espiritu poético del gue habla Bashé es Ta capacidad de encontrar un contexto mas amplio, que confiere sentido 2 cada situacién de modo que, “para el que tiene espiritu, todo lo que ve se vuelve flor. y todo lo que se imagina se vuelve luna” Segiin Bashd. el poeta ha de ver la condicién humana desde una perspectiva desapegada y, de esta manera, todos los aspectos de la vida pueden ser objeto de apreciacién estética. Consideremos, por ejemplo, el poema siguiente, apreciado por Bash6 por su sabi, 0 sea su representacion del semtimiento de desapego: Guardianes de las flores de los cerezos, sus cabezas blancas chocando entre si. © Véase Mircea Eliade, Mytlsand Reality, trad, Willard R. Trask (New York: Harper & Rows, 1963), pp.120-21) que arguye que, segtin Hesiodo, Teagonta, 32,38, el poeta es un lipo de menstjero de las €osas profundas y remaras, Citado por Ueda, pp. 147-48, ™ Basado en una trad cin de Shirane, p. 78, de une de los iokku de Komoji 16 En este poema Bashd esté comentando a experiencia de la Megada de la vejez, y por lo tanto del final de ta vida, desde una perspective ama que, por su Cardcter desapegado, intenta ser objetiva, gual que el ee ae desplome de las flores de los cerezos puede ser aceptable, ee uso puede ser placentero desde un punto de vista estético, tal vez la vejez p serultar aceptable, e incluso estéticamente placentera, también a ‘La poesfa profunda y el caminar atento producen, entre otras cos : el efecto del alejamiento de Jo cotidiano. Asf, de modo similar a ceo ° relatos acerca de nuestra tierra natal narrados por alguien que 7 viajado fl extranjero nos pueden proporcionar una visiGn profunda’ sabre uesra tierra puesto que esta persona adquiere un distanciamiento de ose ugar para Bash6, la poesfa proporciona un horizonte ms amplio a la cotidianidad, ‘que generalmente nos restringe al estrecho margen de nuestras pequefias Suertes o desgracias personales. La pregunta que habria que hacerse es jpor qué Bash6 duplica el alejamiento de to cotidiano al aventurarse en. Viajes reales ademés de los metaféricos? ae ‘Aunque no haya una respuesta cierta a esta pregunta, lo que si pare ce claro es que permanecer en un lugar determinado por mucho tiempo. resultaba dificil mantener el tipo de percepcisn tan especial que caractenia fa creacién poética.” Incluso un poeta excepcional como Bashi ued le haber temido que acabaria sin jnspiracién en tales circunstancias. 7 nbargo, es posible que Bash se embarcara en sus andaduras, puramente, por el interés estético que percibia en dicha actividad como tal. Laestética del caminar {Desde qué affo fue? Los vientos de las nubes eDestispersas me convocaron con un sinfin de anhelos de caminar. El caminar puede incluir el pasearse a pie, el senderismo, la escalada de roca, y otras actividades rlativamente independientes de apoyos mecéinicos siempre que se estén realizando por su propio valor y st se Tes presta ™ Véase Sieffert,p. 37. “goin en nS, Ee ‘viene del principio de Oku no Hesamichi. uw atenci6i como tales: Aqui trate de la'estética de! caminar como actividad que se realiza por sti propio valor y'a la que se atiende como tal, y:que. por lo tanto, se parece a la estética de la actuacién en el teatro, del patinaje artistico y del baile realizado como arte, que son actividades que se aprecian como tales y no (0 no exclusivamente) por sus productos, Este tipo de estética contrasta com la estética de ta pintura, de la escultura y de las composiciones musicales que generalmente se aprecian como productos de ciertas actividades. Ademas, el caminar es una actividad que es apreciada, sobre todo, por Jos que la realizan, ya que son ellos, los caminantes, los que tienen mas en claro los valores que este tipo de actividad representa, Esto significa que la estética del caminar no es una estética de espectadores. Por lo tanto, el caminar se podria comparar, entre otras actividades artisticas, con la actuaciGn en el teatro, el patinaje artistico y el baile tal como lo aprecian los actores, los artistas de patinaje y los artistas de baile, respectivamente. ‘Como ya indiqué, presento un esquema generat de la estética del caminar a partir de la préctica de Bash como poeta caminante. Bashé no se preocupé de desarrollar una teorfa de ta estética del caminar pero yo propongo que podemos construir una teorfa tal a partir del esquema implicito en su obra. Recordemos, se pueden enfocar los siguientes aspectos centrales: atravesar el espacio, llegar a conocer los lugares particulares, y Negar a obtener una comprensién de'la naturaleza de las cosas. Atravesar el espacio Caminar es una forma de darse cuenta del espacio que nos-rodea que depende, fundamentalmente, de la conciencia del movimiento del cuerpo en cuanto es caracteristico de nuestro sentido de orientacién que, lo que esté a nuestra derecha se percibe en contraposicién a lo que esta nuestra izquierda, que lo que esta debajo esta en contraposicién a lo que esti encima, ‘© que lo que est dentro esté en contraposicién a lo que esté fuera, ete.” Por lo tanto, la estética del caminar puede verse reflejada en la estética > La dependencia de la expetiencia dé espacio de Ia de! movimiento de cuerpo.es una cuestién que en si vale la pena estudiar. pero est vera de los limites inmpuestos temilica de este ensayo. Véase M, Mesleau-Ponty, The Phenomenology of Perception (London: Routledge & Kegan Paul, 1962); y también Hirsch, especialmente, p.17. 1s el cuerpo que esté en de la danza artistica que también se enfoca b: 1 s movimiento de forma relativamente libre de ayudas meciinica ‘De forma similar a la danza artistic, si el eaminar se reliza con un cierto grado de intensidad, requere que estemos continuamente tomando decisiones especto al emplazamiento de los pies (y freeventementetambi de las manos}; respecto al equlibrio o desequilibrio del peso del cuerpo: respecto a la aceleracién que se le da al cuerpo y respecto @ la inereia Gue tiene Ia masa corpsrea; respecto la articulacion de la posicién del uerpo en relacién con el medio ambiente que Ie rodea a la persona, due en el caso def caminante abarcara ramas, paredes de roca, reas resbalosis de barra, figiles superficies de musgo, escuridizas terrazas cubierts de vegelacién marina que salen al aire durante mareas bajas, rocas volesinicas tan afiladas como navajas de afeitar, tubos de lava escondidos, cantos rodados, arena de la playa, pedreras, rios, Zonas pantanosas, etc: i De modo parecido a To que le ocurre a la persona que practical danza, el caminante, despucs de adquitir algo de experiencia, puede Gesarrollar su propio modo y estilo dz acercarse a los diversos ambientes y relacionurse cov ellos. En unos ambientes, el caminante simplemente se dediea a andar sin més, dindose cventa del movimiento ritmico de 6 cuerpo Y dejando que Jas ideas aparezcan y desaparezcan de manera espontinea dn su mente. O tal vez. anda fijando sus sentidos en algiin aspecto visual, olfatori o téctl del pasaje que le rodea. En otros ambientes, ¢}caminante tal vez busque imitar el modo de viajar atentoy eizcunspecto de una cara montesa que, en busca de alimentos, siempre esta al tanto de predadores, toméndose su tiempo antes de saltar de roca a roca o de repisa en repisiy explorando con cuidado los limites de algin acantilado o abismo, ete. Y en otros contextos el caminante quizs pueda parecerse mis a uma person gue hace improvisacién de baile (i.e. ejercicios de contacto corporal) utilizando las oportunidades de interaccién espacial que le oftecen las rocas, Jas ramas, etc. del medio que le rodea cuando se desplaza asiéndose a estos utensilios dindmicos, aceredndose o alejéndose de ellos con su masa corporal. Body Among Simalacra”, Jounal of Aesthetic Education, Vol. 34, No. ‘2 (Verano 2000), pp. 15-26. 19 ‘Ademés, cada exciirsiGn del céminante, puede considérarse como un tipo de proyecto para él cual la persona técitamente disefia algo parecido a una coteografia. O sea, para un terreno que nos ofrece una combinacién de ascensos empinados, rutas sin cartografiar, y que también tiene trazos con senderos bien definidos, el caminante va a proponerse un programa y estilo de viajar diferente que para un terreno que sdlo tiene una de las caracteristicas descritas. En su disefio (quizas no enteramente consciente) del itinerario, et caminante probablemente también va a tener en cuenta las condiciones climéticas generales y particulares, la condicién fisica de su cuerpo, el nivel que ha adquirido en las habilidades necesarias para caminar, los utensilios (mochia, sombrero, ropas, palo) que vaya a llevar, las caracteristicas de los que le vayan a acompahar (y sus circunstancias particulares), etc. La analogfa entre la danza artistica y el caminar es ttil porque acenttia el hecho de que podemos obtener placer estético cuando nos ubicamos mediante el movimiento corpéreo, pero también hay diferencias que sefialar EI placer de la danza artistica est4 constituido por la variedad de movimientos de los que el ser humano es capaz, y por el grado segiin los cuales podemos habitar en, e identificarnos con, nuestro cuerpo cuando se mueve en el espacio, El caminar, tal como se nos presenta en una caminata de montafia 0 en un paseo cualquiera, generalmente nos ofrece un repertorio de movimientos més limitado que la danza artistica pero nos facilita un valor estético adicional: la concrecién del espacio. Si bien antes de comenzar a caminar quiziis sepamos que entre una ciuilad y la siguiente hay una distancia determinada (indicada en km) que significa unas ciertas horas de viaje por tren, en autom6vil o en avin, es posible que hasta entonces no tengamos una imagen definida correspondiente al espacio por atravesar. El caminar, sin embargo, conlleva esfuerzo dirigido hacia ese paisaje, y compromiso con el mismo, que pueden propotcionarnos una serie de imagenes visuales, auditivas, kinestésicas, téctiles ¢ incluso gustativas, de una complejidad especifica respecto al rea atravesada. Como veremos en lo siguiente, estas imagenes establecen lo que son los lugares para cada cual. Es gracias a que Hegamos a una coneretizacién del espacio por medio del conocimiento de los lugares que Jo componen que podemos dar realidad a abstracciones tales como el espacio representado en un mapa o en una historia. Volviendo a la cuestiGn estética, el caminar entonces adquiere valor estético en cuanto que, al atravesar el espacio podemos encontrarle interés estético o, por un lado, a 20 Ja experiencia de nuestros cuerpos en movimiento 0, por, otro, 2 la concrecién del espacio. Llegar d conocer los lugares En [a actividad de Hlegar a conocer 1os lugares @ partir del caminar, {qué es lo que puede tener interés estético? Podriamos suponer que To que tiene Smterés estético es que ese conocimiento nos da orientacién de modo que fos sintamos en control de la situacién y capaces de echamos al espacio tircundante desde esos lugares conocidos. Pero este tipo de valoracién seria Ge cardcter instrumental y no una valoracién de los lugares por si mismos. ‘Una vez més, vale la pena seguir a Basho para-aclarar la situacién. Llegar a conocer cualquier cosa o ser es un proceso que comienza de que se tenga contacto directo con esa cosa 0 ser, y que puede seguit ocurriendo por mucho tiempo después de que se haya perdido Ese contacto directo. La préctica del caminar de Basho ilustra esto muy bien, Antes de adentrarse en Ia profundidad o interior de Japon habia absorbido la extensa literatura de su sociedad y el conocimiento hist6rico ¥y geogriifico de su pais, ¢ incluso los textos clésicos chinos, como ponen dn evidencia sus continuas referencias a poetas y paisajes chinos. Ciertamente, el proceso de conocer bien un lugar requiere a atenta exploracién de primera mano del sitio pero Bash6 Hev6 el proceso més all de estas dos fases plasmando sus experiencias y su conocimiento previo en prosa lirica (hatbun) y poesia haikat. De esta manera el proceso de Conocimi ento de los lugares que modela Bashé Ilega a ser una forma de encuentro, : ‘Estas consideraciones me llevan a la conclusi6n de que el valor estético de Hegat a conocer los lugares se halla en el hecho de que esos actos de conocimiento exigen un cierto ejercicio de nuestras facultades de apreciacion. Ya que hay diversos grados de perfeccién en el uso de esas frcultades, el llegar al conocimiento de esos lugares puede generar diversos grados de valor estético para con una persona. Hablando més Especificamente, en cuanto que ese proceso del conocer requiere una mucho ant 2a fundamentacién en Ia cyitura dé nuestra sociedad (y tal vez én fa cultura de otras sociedades también), lo que incluye su historia, su literatura, sus costumbres, ilusiones u objetivos vitales, etc., el conocimiento del lugar nos implica como seres culturales.®* Ese proceso también’ puede involucrar nuestra capacidad atlética, en cuanto requiere que realicemios mas o menos esfuerzo, y habilidad fisico-mental para llegar a conocer un lugar directamente (cosa que depende de Ia accesibilidad del lugar y del ngulo por ef cual uno se acerque a ese lugar). Ademés, este proceso puede implicamos como seres creativos y productivos, en cuanto requiere que apliquemos nuestras habilidades a la producci6n de imagenes (plasmadas en poemas, historias, canciones 0 dibujos) que representen lo que ese lugar significa para nosotros. Cada una de estas implicaciones pueden ocurrir a varios niveles de excelencia, y, ya que éstos reflejan una variedad de capacidades, estas implicaciones y sus productos (poemas, historias. canciones, dibujos) pueden ser apteciados por si mismos y pueden contribuir al valor estético del caminat. Siguiendo los caminos del universo Es bien conocido el interés estético que suscita Ja naturaleza. Pero podemos preguntarnos: ,qué, concretamente, es lo que suscita interés estético en el proceso de llegar a conocer la naturaleza por medio del caminar? Es evidente que Bashé no mostré interés en las ciencias naturales mientras estaba en sus viajes o mientras componfa sus poemas. El conocimiento de Ta naturaleza del que dio ejemplo no tiene que ver con fa acumulaci6n de conocimientos cientificos, aunque ese tipo de conocimiento si puede estar implicado en este proceso. Podemos reparar en que Bash6 aconsejé a sus estudiantes de poesfa concentrar su atencién en los procesos naturales. Dijo: “Ve al pino si quieres aprender algo sobre el pino, o al bambi si quieres aprender algo sobre el bambi”. Pero aqui, la implicacién del sujeto es personal aun si requiere que ponga su atencién en. algo distinto de si mismo, Doh6, uno de los S Véase también Yi-Fu Tuan, Topophilia: a Study of Perception, Auriudes and Values (New York: Columbia University Press. 1974), pp. 93-95, respecto al papel de los {iversos conocimientos,incluyendo el histérica, en la apreciacin esttiea de aspectos “ambientales, tales como "scenery", relacionados con el lugar o con lanaturaleza. Ademss ‘nse los ensayos sobre eststica ambiental de Alien Carlson en su Aesthetics and the Environment (London y New York: Routledge, 2000) 22 ” Bate es un ideal chino enunciado por Sod8, uno de los contempordneas de Basho. VEase Shirane;p. 243. 23 finalmente pareéia que, a través de’un- portal de nubés,” pasando por los senderos del mismo sol y de la misma luna, legué a la cumbre, completamente sin aliento y casi muerto de fifo. ‘Bashé y Gassan habfan experimentado un agon: un.enfrentamiento 0 prueba, en el que ambos revelaron un poco de sus seres respectivos: Basho ‘mostré su capacidad de aguantar y su atencién a las dificultades del terreno, mientras que Gassan mostré su duro ambiente de montafia alpina de 1.900 metros sobre el nivel del mar, que aun asf puede ser estéticamente cautivador como podemos apreciar por la descripcién poética de Bash6. Resumiendo: para un caminante como Bashé, legar a un punto determinado en su trayectoria no es meramente alcanzar un lugar desde el cual uno se pueda ocupar de sus asuntos; més bien, es llegar a conocer un terreno en conjuncién con los varios fendmenos naturales que ahi se desarrollan y que se presentan al caminante segtin la condici6n particular fen que se encuentra é1 0 ella como perceptor. O sea, consiste en conocer tun lugar segiin las resistencias que offece ese medio ambiente natural tal como se le presentan a cada ser humano que eventualmente va a suftir cansancio fisico debido al caminar a pie; que se presenta con unas ciertas imagenes que el caminante puede captar porque posee unos sentidos especificos, porque tiene unas velocidades especificas e individualmente modificadas (debido al entrenamiento 0 la falta del mismo), y porque tiene una cultura determinada, etc. Llegar a conocer un lugar como caminante no siempre es placentero. Cuando en su viaje al interior Bash6 quiso visitar el famoso sitio Hamado Kasashima Hlovia tan torrencialmente que siniplemente lo pas6 de largo y escribié {Kasashima? — en el quinto mes camino de fango. El conocimiento de la naturaleza en el caminar es un proceso que implica atencién a la naturaleza de uno mismo tanto como a [a naturaleza del ambiente en la forma particular en que ambos se exhiben, y ese atender puede realizarse con més o menos destreza.” En cuanto que la estética Narrow Road, tad. Yuasa, p. 125. El caminar también puede ser poco placentero porque pone en evidencia las debilidades personales de manera contundente, Basho tenfa un malestarestomacal crénico del que Satria de forma extrema cuando estaba en rata. Para él la aceptacidn de esos sforomas de 24 cesté relacionada con a apreciacién de la experiencia como tal, la atencién seeste tipo de conocimiento presente en el caminar también goza de valor esiético. Conclusién: Ventajas del caminar sobre otras formas del viaje Caminando y caminando aunque caiga muerto— campos de trébol. Sora” Mi propuesta ha sido que el caminar es una actividad estéticamente apreciable al menos en tres sentidos: con relaci6n al movimiento corporal fen el espacio, con relacién al llegar a conocer los lugares, y con relacién al conocimiento de la naturaleza. Como tal, el caminar también puede describirse respecto a tres tipos de objetos a los que permite acceso estético: el espacio, los lugares y la naturaleza. Lo que Hlama la atenci6n és la diferente apreciacién que el caminar nos permite en contraste con otras formas de viajar mas mediadas. a 'El transporte en tren, en automévil y en avién también ponen al cuerpo en movimiento, y por lo tanto hacen posible la experiencia del espacio. El Caminar, sin embargo, representa menos mediacién entre la persona y el cmbiente, ¥ es una forma de viajar més lenta, Las imgenes visuales y las sensaciones auditivas, olfativas, kinestésicas, téctiles 0 gustativas, captadas Gurante el caminar, cambian de dos formas especfficas: por una parte, para tl caminante los cambios en las imgenes percibidas dependen de los cambios en el ambiente de los que el caminante no esti protegido, ni esta fisicamente aislado como lo estan viajeros en vehiculos motorizados; por otra parte, las imagenes acumnuladas en un viaje a pie dependen en gran medida del grado de esfuerzo que el caminante haya ejercido mediante su actividad muscular y por su voluntad. cifmeracra sn embargo, parte de a disiplin del cana. Véanse por er eis mela noche on hauka en su Ok no hosonich sore goema, tii a acompafant de Basho, Sore provene de Oke o hosomichly ae oe tl ng decpes dessa is aguas eras de Yamank, Sora wes Bua seas de sus propios malstarsestomscales Sunatural ejemplo, sus cor 25 ‘Auii si en cierto momento @t mal de las altiras, na tofinienta, o un obstécuila mayor, tal como un rio con aguas stibidas, le obligan a avanzat ‘mis lentamente © incluso a parar en. st curso, sin embargo, estos obsticulos pueden tener valor para el caminante ya que constituyen’ una confirmacién de su cambio de sitio y de la resistencia que le oftece el espacio. En cuanto que el caminar se reaiiza con menos ayuidas attificiales y més lentamente, esta actividad facilita una experiencia més densa, y por tanto, mas enriquecedora, ya que proporciona tna inigualable oportunidad para apreciar el espacio en su concreci6n. EI caminar también permite una mejor apreciaci6n estética de los lugares que otras maneras de viajar. Ya que es una forma de viajar mas lenta, permite una implicacién mas completa con el paisaje y el ambiente en todas las dimensiones indicadas: cultural, atlética, creativa / productiva. ‘Ades, para el caminante, el acontecimiento de llegar a conocer un lugar es algo efimero, ya que, en comparacién con el lugarefo, sélo tiene poco tiempo para situarse. EI resultado es que los conocimientos sobre el lugar que se adquieren durante este tiempo Ilegan a tener més valor y la experiencia mds prominencia. (Como es bien sabido, después de permanecer en un lugar por un cierto tiempo se hace més dificil percatarse y apreciar muchas de sus caracteristicas; estas caracteristicas acaban ‘Sumergidas en nuestras rutinas preceptiiales."") En cuanto a la apreciacién de la naturaleza de las cosas, es evidente que las cosas también muestran sus naturalezas cuando no estamos caminando, incluso si estamos viajando en un tren bala de alta velocidad emplazado en pilones muy por arriba de los:campos de arroz, que pasa por numerosos ttineles escarbados en las entraiias de las montafias. Pero, {qué llegamos a conocer de Ia naturaleza de las planicies y de las montayias cuando viajamos de este modo? Sélo que la topografia del pafs se puede ignorar y que sus partes rocosas pueden ser dinamitadas y perforadas gracias a nuestras técnicas y a los poderes que hemos avasallado. ;Qué sabemos de la montafia Fuji viéndola desde las ventanas del tren bala? Poco mas que lo que una serie de postales 0 un video de promocién turistica nos pueda facilitar: Fuji parece tener s6lo dos dimensiones, como si se observara algo en una pantalla de televisi6n. Sus empinadas laderas, que parecen tocar el cielo; la coloracién y la composicién variada de sus « Véase por ejemplo alo Calvino, “Cities & Eyes 4," Invisible Cities (London: Picador! Pan Books, 1974/79: trad. William Weaver, Le cid invisibill, pp. 72-73, 26 diversas clases de rocas volednicas; o ls diminutas fresas salvajes y tas setgs que proyectan su colorido en un bosque de frescas fragancias: rode esto no se puede apreciar mientras se est ubicado en un tal ten, pero sf i ie por sus laderas. toy ea da ih cumbre de Haguro-san esté al alcance de los viaeros que se trasltdan en automévil 0 autobsis. Podemos comparar esis formas aes onocer la naturaleza con Ta experiencia de Bashd quien, cuando llega or ceumbre, contribuye con este htokku no haikai a una sesién de poesia jmpsovisada por sus anfitriones Gracias - fragancia de nieve Valle del Sur. Mientras que el acercarnos a la montafia en autobiis 0 en coche nos proporciona un ambiente con aire acondicionado y eémodas buracas die pueden induc ala somnotencia en esta carretera ondulada y asfaltada ave eee Mleva hasta la cumbre, a Bash6, la subida a pie le proporciona la experiencia de un ambiente que cambia constantemente; que le ocasiona deyoandas fisicas por la altura que hay que superar, y culturales, por la tradicién que hay que recordar cada vez. que aparece ua templo o unas teculturas a lo largo de la extensa escalera que le lleva a la cima de esta tmontafa sagrada; y que le relaciona con el aroma y Ia agitacisn de la fresea trisa de montaiia que baja de las alturas nevadas de Gassan. La experiencia de la naturaleza que percibe en esa brisa también le lleva a tener conciencia de su propia condicién de cansancio, de estar empapado de sudor y abrumado de calor, después de haber subido el lnimedo valle det Rio Mogami en que acaba de temer por su vida a causa de su alto caudal Todo esto le proporciona material para la conversacién poética con sus anfitriones, que tal vez. hubieran olvidado el frescor agradable de las ‘montaifas si Bash no les hubiera hecho ese haikw. : ‘Mi propuesta es, pues, que el caminar permite una apreciacién de la naturaleza especialmente adecuada ya que, debido a la relacién felativamente inmediata que facilita y debido a la relativa lentitud con Ia que se avanza, se llega a una interaccién muy intensa y directa entre la faturaleza y uno mismo. La implicacién de uno mismo con la naturaleza del lugar se acrecienta, ademds, a causa de la transitoriedad de Ta presencia ‘del caminante, Como ya vimos, la presencia efimera vuelve Ia experiencia a7 del sujeto un tanto. mas. extraordinaria, déndole un valor especial, y asi Promueve una inclusi6n o atericién més intensa. Resumiendo: A pesar de qué las tendencias del mundo actual estén obstruyendo la apreciacién estética del espacio, de los lugares, y de la naturaleza, el caminar, y otras actividades como la jardineria, puedan tal vez fundar nuevamente nuestro arraigo en la tierra. En el proceso del caminar puede percibirse la expansién del espacio, la especificidad de los lugates, y nuestro diglogo constante con el resto de la naturaleza.*? Basho nos rectierda que por medio del caminar participamos en el curso del universo: Los meses y los dias son viajeros de la eternidad. El afio que se va y el que viene también son viajeros. La versidn inglesa de este ensayo fue escrita mientras Fu becario de la Japan Foundation durante el verano ée 1999, Le doy gracias muy cordiales al Profesor Fumiaki Taniguchi de Konan University por su muy generosa hospitalidad y por ls estimulantes discusiones sobre ‘emas medio-ambyentales que mantuvimos. Tambien Fe doy las gracias a Shelly Ridder, y al Profesor Masaru Ogawa de Naruto University, por sus respectivos ‘comentarios y erticas de un borrador anterior. Asimisino le doy las gracias a Elke Haeberlein y'a Mustafa Celepogta, quienes me auspiciaron mientras preparé esta traduecign al castellano. Finalmenié estoy endeudado a Rosa Femindez-Gémez por su szenerosidad en la correccién de latraducei6 al castellano. # Traduccidn de Paz y Hayashiya, Sendas de Okw p. 55, 28

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