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Defensa estratégica y armas de energia dirigida Los copresidentes del grupo de especialistas de la Sociedad Americana de Fisica resumen su informe técnico sobre la aplicacién de nuevos armamentos en la defensa estratégica C. Kumar N, Patel y Nicolaas Bloembergen sn noviembre de 1983, unos osho E meses después de que el pres- dente Reagan emplazara a la comunidad eientifica estadounidense a calaborar en el desarrollo de un siste- ma “que intercepte y destraya los Ses ballaticosintercontinentals antes de que Heguen a nuestro suelo" a So- ciedad Americana de Fisica encarg6 un estudio que evaluara el estado actual de las armas de energi diigida. Pur blicado por fin la pasada primavera, el trabajo se centra en el andlisis de la apliacién de liseres y haces de part cus en la defence estrategica, Elco- mité, formado por 17 miembros y pre sidido por los autores, se propuso cla borar un informe que sirviera como punto de referencia técnica en poste riores debates sobre la viabilidad de la ‘coraza espacial” imaginada por los, impulsores de la Iniciativa de Defensa Estratégica (1pE). programa nacido a instancias del presidente nortcameri- cano. El presente articulo se basa en tal informe. Los miembros de la comisién se se- leccionaron en razén de su experiencia cen los campos cientificos y téenicos de ‘mayor interés para las armas de energia, Nicolaas Bloembergen, copresidente, Universidad de Harvard C. Kumar N. Patel, copresidente, Laboratorios AT&T Bell Petras Avizonis Laboratorio de Armamento de las Fuerzas Aéreas de los Estados Unidos Robert Clem Laboratorios Nacionales Sandia Abraham Herzberg. Universidad de Washington ‘Thomas Johnson ‘Academia Militar de los Estados Unidos ‘Thomas Marshall Universidad de Columbia Bruce Miller Laboratorios N ‘ae ‘enpalabeas de Patel), 24 Informe del grupo de estudio de la Sociedad Ameri “Ciencia y Tecnologia de las Armas de Energia Dirigida’ large Encargado 1 20de noviembre de 1983 pra Sociedad Americana de Fisica (APS), mas pti hasta unos 21 meses despas "el period de estackn den lane, Lost tess oe vr el Departamento do "Deenssmirtcicana ca larevn dl manpage ina de Fisica sobre Walter Morrow Laboratorios Lincoln, Instituto de Tecnologia de Massachusetts, Edwin Salpeter Universidad de Cornell Andrew Sessler Laboratorio Lawrence Berkeley Jeremiah Sullivan Universidad de Ilinois James Wyant Universidad de Arizona Amnon Yariv Instituto de Tecnologia de California Richard Zare Universidad de Stanford L. Charles Hebel, Xerox Corporation Alex Glass, KMS Fusion, Inc. 4 ditigida, Procedian de numerosos Ia- boratorios universitarios, pUblicos © privados, y muchos de ellos participan de forma activa en el desarrollo de ar- ‘mamento nuclear 0 de las tecnologias, cn las que se apoya. En la prepararién de este estudio hemos tenido acceso a informacién confidencial. La publica- cidn del informe se retras6 siete meses, por la revisién a que fue sometido por parte del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, pese a lo cual el material eliminado” ha sido. minimo. Las supresiones més significativas se refieren a la vulnerabilidad de los sis- temas defensivos y a las posibles con- tramedidas, {Que hemos encontrado? Compara- das con la extension del informe (424 paginas) nuestras conclusiones son bre- ves. Citando el propio trabajo: “Aun- que en las altimas dos décadas se ha progresado considerablemente en mus cchas tecnologias aep [armas de energia dirigida], el Grupo de Estudio detecta lagunas importantes en el conocimien- 10 cientifico e ingenieril de muchos as- pectos asociados al desarrollo de esas tecnologias. Su resolucidn satisfactoria resulta decisiva para extrapolar hasta los niveles de rendimiento que exige todo sistema de defensa balistico efi- ccaz. No se dispone hoy de informacion suficiente para decidir si tales extra- polaciones pueden o no aleanzarse. La mayoria de los componentes prineipa- les del sistema arp deben mejorarse varios ordenes de magnitud. Dada la interrelacién de los diversos compo- nentes, las mejoras han de efectuarse manteniendo la coherencia mutua. Es- incluso en la mejor de las ia, la adquisicién de los co- ocimientos técnicos necesarios para tomar una decision informada sobre la cficacia potencial de los sistemas de ar- ‘mas de energia dirigida requerird, cuando menos, una década de investi gacién intensa. Ademés, la integracién slobal del sistema y su efectividad de- ppenden de modo decisivo de datos que, hhasta donde sabemos, no se han obte- nido todavia.” Ein sg centr en ns armas de energia dirigida, porque esos in- genios se requerirén en casi todas las, fases de la destruceién de un misil: la deteccidn del lanzamiento, la localiza cion y el seguimiento del blanco, la dis- tincién entre ojivas nucleares y sefiue- los, 1a propia destrucci6n del objetivo yla verificacion de la misma. El estudio ‘ho consideré explicitamente Ia otra cla- se principal de armas, las de agresién Cinética: caftones quimicos (cohetes) y cafiones electromagnéticos. Los siste- ‘mas de defensa contra misiles balisticos que contfien a las armas cinéticas la des- truccién de un blanco deberdn tambien aprovechar las tecnologias de las armas de energia dirigida, para cumplir las misiones citadas antes. Por su natura- leza, todo sistema de defensa contra risiles balisticos depende en gran me- dida de la disponibilidad de una tec- nologia de armas de energia dirigida que haya alcanzado la suficiente ma- durez. Nuestro andlisis no se detiene en puntos tan significativos como son el ‘mando, el control, las comunicaciones z2MINuTOS 7 MINUTOS y los servicios de informacisn (que 1e- sien la denominacion global de C', por command, control, communication find ineligence), ni examina el soporte fisico informatica, a ereacin de pro- sramas, la seguridad del control de la batalla ni la complejdad de los siste- mas en su conjunto. Otros apartados cuya importancia se reconoce pero que no se tuvieron en consideracion fueron ¢! potencial humano necesaro, los cos- tes y ln relacin costeleficacia, el con- trol armamentstico y la estabiidad es- tratégica, ast como ls implicaciones politicas internacionales y locales. Mu- {hos de esos temas han sido objeto de fenconados debates desde la fecha del nuncio presidencal dl programa vul- garmente conocido por “Guerra de las galaxias"; sin embargo, sorprende que 1 Gnico aspecto que no se haya anal zado con suficiente objetividad y de- {alle sea precisamente el de la temno- login implicada La cficacia de cualquier defensa con- tra miles balisticos depende dela exacta valoracién que se haga de las cuatro fases del vuelo del mis: lanza- mento, postlanzamiento, fase inter media y reentrada, La fase de lanza- miento’ empieza cuando el msil aban- dona la rampa y termina cuando la car- fa se separa del cohete propulsor. Sue- le durar unos tres minutos, Durante una fase de postlanzamiento tipica, el SERUELO oun sefve.o. EN'GLO80 ‘bus”, 0 vehiculo de postlanzamiento, dispara varios misiles mas pequeos, Jos vehiculos de reentrada (denomina: dos también inv, por multiple inde- pendent reentry vehicles), y se encien- den sus impulsores, que dirizen a cada uno hacia su blanco. A menudo se en- globan ambas fases en una sola, pero Jas hemos mantenido separadas porque sefialan distintas pautas a la defensa La fase més larga es la intermedia Durante la misma, los vehiculos. de reentrada y los sefiuelos avanzan, jun- tos, en trayectorias sin apenas roza- miento muy por encima de In atmés- fera. Suele durar unos 20 minutos en vuelos intercontinentales. Finalmente, los vehiculos de reentrada penetran de nuevo en la atmésfera yen menos de 60 segundos aleanzan el suelo. Las mejores ocasiones para desba- ratar el ataque cnemigo se presentan probablemente en las fases de lanza- miento y de postlanzamiento, Por va- rias razones, las armas de energia di rigida no desempefian un papel espe- cial en la fase final de reentrada. A la ventaja que supone el largo tiempo que se invierte en la fase intermedia se opo- ne el ineremento del mimero de obje- tos amenazadores (vehiculos de reen- trada y seituelos) respecto de las dos fa- ses inicales. En efecto, dado el niimero y la capacidad actual de las rampas so- iéticas, se estima que podrfan desple- NUCLEAR, Ss MinuTos: coneTE DE RES FASE: 10 SEGUNOOS: 1smnuTos 1. LASCUATROFASES del vuclodeum misibaliticontercontinental scr), leunmisllanzadodesdewn submarinoy de un mild ance intermedi. Lt ropulsor. Durante el postanzamiento (eran claro) un “bus oveheula de psdanzamiento, spare pequtes miss: vebiculs de reetrada. Ena fase Intermedia (arena escara hes vehicle rentrada Tassels se moeven ‘entrayectoraspresimas. El vuloermiea comlafasederentrada (oj) Ate gran numero de Blancos del ase Intermedia, las mores ocsions para ‘rast un atau enemigo sedan durante el anzamlento y postancamiento. 15 garse alrededor de medio millén o mis de objetos amenazadores. Aun cuando tuna defensa contra la fase de lanza~ micnto alcanzara una eficacia del 80 [por ciento, legarian a la fase interme- dia més de 100,000 objetos. El segt ‘miento de decenas centenares de mi- Tes de objetos y su cabal discernimiento supondrian un formidable reto para los sensores y los ordenadores de control del combate. rntre las armas para la fase de lan- zamiento se estin tomando en cconsideracién cuatro tipos de laseres: Tos quimicos, de excimeros, de electro- nes libres y de rayos X. Los haces que producen todos ellos viajan a la velo idad de la luz, Io cual significa que, a efectos operatives, se puede aleanzar cualquier blanco’ instanténeamente. Los liseres quimicos, cuya tecnologia cs Ia que se encuentra mas desarrolla- da, generan radiacién por medio de reacciones quimicas entre dos gases, como el hidrégeno y el flior, 0 el deu- terio (“hidrégeno pesado”) y el fluor Su produccién es continua, y se han ‘medido potencias de salida de esos Ié- seres superiores a un megawatt (10° watt); un léser con un haz de 10 kilo~ watt puede cortar en pocos segundos una plancha de acero de medio centi- ‘metro de espesor. En nuestra opinidn, y pese a la im- presionante potencia de los liseres qui- ‘micos y a la gran calidad de sus haces, las més simples aplicaciones en defensa esstratégica exigirian un incremento de los niveles de potencia actuales en un factor 20, como minimo, y ello mi teniendo el haz sin distorsion y re ciendo al minimo su divergencia. Las istancias habituales entre el blanco y el liser obligarian a un aumento adicio- nal de la potencia en un factor de cua- tro. La arquitectura del laser quimico ‘que ha aleanzado el nivel de poten del megawatt no se considera adapta ble a la obtencién de potencias mayo- res; deberd Megarse a éstas con diseios ‘que atin no se han explorado. Por tan- 10, se ignora si el léser quimico lograra ofrecer las potencias requeridas. 2. TRAZADOR LASER, dletado para el sepumnto de objeto en velo y para apuntaren ello un har jeturlser.Elinsrument de Ia etograia forma pare de ase quimico qe emit ene infrarroj ner- ‘medio (ses. Los lasers quis greranel has pr reacin entre pases, ene eso hdrgeno§ Mine. 16 Por otra parte, la longitud de onda de Ia luz que emite el liser de hidrs- geno-fluor (2,8 micrometros, © millo- nésimas de metro) la absorbe Ia atmés- fera. Ast, los liseres de esas caracteris- ticas deberian situarse en el espacio, lo ‘cual obligaria a considerar los proble- mas que plantearia las vibraciones y el desecho del combustible usado. Por el contrario, la atmésfera es virtualmente transparente a los haces de los liseres quimicos de deuterio-flior y de iodo atémico, que tienen longitudes de onda de 3,8 y 13 micrometros, respectiva- mente. De satisfacerse los requeri- mientos de potencia, esos léseres po- rian instalarse en una base terrestre. Conviene, asimismo, recordar que los liseres de oxigeno deberian aumentar su capacidad actual al menos en cinco Ordenes de magnitud (es decir, en un factor de 100,000). Los liseres de excimeros constituyen el segundo tipo de esas emisiones cuya iplicaci6n a las armas de energia diri- ida es objeto de estudio. Los exci meros son dimeros excitados, es decir, ‘compuestos inestables de dos molécu- las. Una descarga eléctrica excita las moléculas hasta formar una molécula dimérica con enlace iGnico. El dimero emite radiacion y se disocia. Los lise- res de ese tipo generan luz en forma de pulsos cortos. Entre los laseres de ex cimeros mas potentes se cuenta el de kripton-flior que se esta desarrollando en el Laboratorio Nacional estadouni: dense de Los Alamos. Emiten en una longitud de onda de 25 micrometros y ofrecen el inconveniente de su escasa transmision atmosférica, comparada con la de la luz visible o Ta de algunos liseres que operan en el infrarrojo, En los léseres de excimeros de mayor in- terés, la pobreza de su transmisiGn no se debe a la absorcidn, sino a la difu- sign producida por moléculas atmos- térieas. (Ese tipo de difusién, conocida como de Rayleigh, crece como la in- versa de la cuarta potencia de la lon- gitud de onda de la radiacién.) La con- mutacién de la longitud de onda del la- ser en otras longitudes de onda mayo- res, por medio de la técnica de disper- sign Raman, mengua la gravedad del problema, En nuestra opiniGn, los léseres de ex- cimeros instalados en tierra y destina- dos a la defensa estratégica deben ge- nerar cuando menos 100 megajoule de cenergia por pulso, 0 por cada serie de pulsos de duracién total comprendida centre uno y varios centenares de micro- segundos, Los liseres de excimeros ac- tuales generan unos 10 kilojoule de cenerpia en pulsos que duran alrededor de un microsegundo; por tanto, hay {que aumentar la energia en un minimo de cuatro érdenes de magnitud. Podria salvarse esa distancia combinando mu- chos liseres, pero queda por demostrar la viabilidad de tal sistema, Erle de ser en as de de sarrollo que podria encontrar apli cacién en la defensa contra misiles ba: listicos es el de clectrones libres. Su modo de operacién se basa cn enviar tun haz de electrones a través de una se~ rie de imanes mOviles; éstos provocan la vibraci6n de los electrones y su con- siguiente emisién de radiacién. Varian- do Ia distancia entre los imanes 0 la cenergia de los electrones, Ia radiacién puede, en teoria, sintonizarse en cual- quier longitud de onda, En aplicacio- nes de defensa contra misiles balisticos, deberia dotarse a los liseres de electro nes libres con base terrestre de una po- tencia promedio minima de un gigawatt (mil millones de watt) a una longitud de onda de un micrometro; esa radia- cid atravesaria la atmésfera con faci Tidad. Se han conseguide potencias maxi ‘mas de aproximadamente un megawatt ‘a una longitud de onda de un micro- ‘metro; con radiacién de ocho milime- tos de longitud de onda (que absorbe | atmésfera) se han aleanzado poten- cias maximas de hasta un gigawatt. L consecucion de potencias elevadas a cortas longitudes de onda constituye ua arduo problema técnico. La hipotetica cconstruccién de liseres de electrones li- bres de gran potencia y éptimo rendi ‘miento que operasen con radiacion de uun micrometro depende fundamental- mente de la corroboracion experimen- tal de varios conceptos fisicos confina dos todavia en el reino de la especula- cion te6rica, Quizas ef mas exotico de los léseres cen periodo de desarrollo sea el de rayos X. Consta de un explosivo nuclear ro- deado de un conjunto cilindriforme de fibras metélicas. Los rayos X emitidos durante la explosi6n nuclear estimulan la emisién de un haz de rayos X por parte de las fibras durante el breve in- tervalo de tiempo que precede a la au- todestruccidn del dispositivo. Se ha en- sayado ya el ingenio en prucbas sub- terraneas, pero su hipotética utilidad militar sigue siendo incierta. La absor- cin de los rayos X en la atmésfera obliga a situar esos artefactos amas de 80 kilémetros de altura, quizs median- te algiin ingenio de despliegue inme- diato. Por otra parte, debe hallarse el modo de enfocar y guiar los haces de rayos X hacia sus blancos, Asimismo, 3. LASER DEEXCIMEROS quseestsconsruyende ent Laboratorio Naclanalde Ls Alama generar ‘cen forma de pln ripen El tine acters deriva det expreson “mero cattery mpcsto iestableformade por ds moleculs, Una descargaclétrca excita formacinde ura meal ‘diners liga Wacorente. El dere emit radiacionyae aoa. En ete cao el excinere xe Lrg ‘or. Los mane vals sueguran quel descarga crea (de wn har declecrone) se depot homoge ‘eamente ene gu de Kripion vor. 1 has sr orca hala dente fara del plane del fotografia, antes de evaluar la aplicaci6n militar de los laseres de rayos X generados por explosiones nucleares, habra que con- firmar muchas hipotesis fisicas woncedamos el supuesto de que se logra construir iseres dotados de potencia suficiente para su aplicacion cen la defensa estratégica; permanece- ran por resolver obstaculos formida bles antes de que los haces abatieran los abjetivos asignados. En primer lu- gar, todo haz de luz liser, cualquiera ‘que sea su intensidad y su grado de co- limacion, se difracta, es decir, se ex- tiende y pierde intensidad, en su viaje por el espacio. Para un ldser de una po- tencia determinada, la intensidad del hhaz que llega al blanco es proporcional al cuadrado del didmetro del espejo con que se enfoca el haz, ¢ inversa- mente proporcional al cuadrado del producto de la longitud de onda del li- ser y de la distancia al blanco. En con- secuencia, para mantener la intensidad deseada en el blanco, cuanto mayor sea Ja longitud de onda o el alcance, mayor dobera ser el diémetro del espejo. Los mayores espejos operativos en tareas de guia y enfoque tienen dig- metros de unos ocho metros; sin em- bargo, las misiones de defensa cstra- tégica exigirin el uso de espejos de dis metros comprendidos entre los 10 y 40 metros, tamaiios eficaces que podrian alcanzarse mediante el empleo conjun- to de varios espejos pequefios, en vez de uno solo y mayor. La accién de los, espejos se coordinaria mediante dis- positives electrénicos. Hoy pueden controlarse varios centenares de esos dispasitivos a la vez, pero se ignora si podrin someterse a control simultanea mente los 10.000 © 100,000 necesarios a las misiones de defensa. Ademas, Ja disposicion de los espejos obliga a aplicar téenicas de correccién de fase, cen virtud de las cuales se alinean con extremada precisidn las “crestas” y los “valles” de las ondas de! haz. Esti por demostrar que esas téenicas puedan aplicarse en los intensos haces que ne- ceesita Ia defensa estratégica. Se en- ‘euentra en fase de desarrollo teérico ‘una solucién alternativa; consistiria cn utilizar membrana flexible y de gran tamaio. Los espejos de cualquier sistema li ser resultarian vulnerables a la radia- dn de otros léseres, en particular si los espejos forman parte de un sistema desplegado en el espacio. Laseres de potencia relativamente débil podrian ‘causar datios de importancia en el re- ‘vestimiento del espejo si sus longitudes de onda difirieran de la que, por dise- fio, esta preparado para reflejar. Tam- bién dafarian el revestimiento del es- ‘pejo las particulas energéticas de los ra- Yyos cdsmicos. Los espejos de tamaiio pequefio deberian refrigerarse, para impedir que los deteriorara el propio hhaz del laser. Los liseres instalados en tierra, como el de clectrones libres o el de ex cimeros, aventajan a los alojados en el a P Ht: aT lll ‘\ \ 4. Last -CTRONES LIBRES, el denominado ra Eiteemla sta enereias de $0 millones de ectonvelt (Mev) es eectrone atrviesan Dandainfrarrojadel espectraciectromagntica Seceleraunhasdeelectrones_eatoneslaseredeimanesquesetnuestraqueleshace ibrar emi adiaion. espacio en que el peso, la potencia y el abastecimiento no constituyen proble- ‘mas de mayor importancia. Sin embar- 0, también los primeros dependerian de elementos dpticos instalados en pla- taformas espaciales; en efecto, para al> canzar desde bases terrestres estadou- nidenses los objetivos situados ms alld de la linea del horizonte, deberia refle- jarse imprescindiblemente en ellos la radiaci6n laser. Por otra parte, las tur- bulencias atmosféricas degradan la ca- lidad del haz, En ese sentido se esta analizando una técnica, denominada de conjugacion de fase Gptica, que habria de compensar los efectos de las turbu- lencias: se mide la distorsién que causa Ia atmésfera sobre un laser senalizador de poca potencia emitido desde la pla- taforma espacial donde se halla ubica- do el espejo y se imprime esa infor- macién en el haz laser de gran potencia instalado en tierra, de tal forma que éste queda “predistorsionado” y emer- ge de la atmésfera con su calidad pri- migenia. Se ha comprobado la técnica con potencias pequerias, pero ha de adaptarse atin a potencias mayores. Ademas, el nimero de dispositivos ne- cesarios para deformar el espejo que genera la predistorsién del haz debe aumentarse en dos drdenes de magni- td. Durante la actuacién de un laser pul- sante (como el de excimeras), el campo Sptico asociado con el trayecto descen- dente desde el espejo hasta el objetivo seria muy intenso; tanto, que su inten- sidad bastaria para dispersar el haz Ii ser (por efecto de Ta denominada dis- 18 persion Raman) en altitudes inferiores a Jos 80 kilometros. El fendmeno cam- bia la longitud de onda de la radiacién (lo cual no resulta de mayor importan- Gia) y reduce la potencia disponible para el ataque contra el objetivo Finalmente, los sistemas liser de base terrestre deberian instalarse en distintos emplazamientos, separados centenares de kilémetros para evitar que las condiciones meteorol6gicas ad- versas, la cobertura nubasa, por ejem= plo, inmovilicen las baterias de defen- sa. A su vez, en cada instalacién habri que duplicar algunos de los grandes es- ppejas telescdpicos, separdndolos varios il6metros para evitar las coberturas rnubosas locales. Liat is de armas de ener rigida que interesa en la defensa contra misiles balisticos abarca a las que utilizan haces de particulas, con carga eléctrica 0 neutras. La mayoria de los haces de particulas estin for- mados por electrones de gran energia Estimamos que, en aplicaciones de in: tercepcién, el voltaje del acelerador deberia incrementarse al menos en un ‘orden de magnitud, en dos Ta duracién del pulso y al menos en tres érdenes de ‘magnitud la potencia promedio. La ca- pacidad de distinguir entre objetivos y sefiuelos requeriria un aumento de la duracién del pulso de dos érdenes de magnitud, como minimo, v de dos 6r- denes de magnitud de Ia potencia pro~ medio. La utilizacién de haces de particulas cargadas ha de hacer frente a una Tie imitaciGn: el campo magnético terrestre curva Tos haces. Ademés, tienden a “volatilizarse” es decir, a que las fuer zas de repulsin que actian entre las particulas cargadas del mismo signo los inestabilicen. Se ha intentado compen sar ambos efectos con la ayuda de ha- ces laser. Se trataria de crear un canal de gas ionizado que sitviera de guia para los electrones de gran energia que forman el haz, igual que las fibras ép- ticas conducen los haces de luz. El me~ canismo de guia ha funcionads en pruebas de laboratorio en distancias de 95 metros: en aplicaciones de defensa contra misiles balisticos deberia cubrir 1000 kilémettos. El procedimiento no podria utilizarse en aguellas altitudes donde, si bien escasea mucho el gas a ionizar, resultan ain perceptibles los efectos del campo magnético terrestre Por otra parte, a pequeitas altitudes, la ‘gran densidad del gas provoca inesta- bilidades en el haz. Se investiga también el desarrollo de hhaces de particulas neutras, a las que no afectan los campos magnéticos. Para generar un haz neutro se acelera ‘otro de iones negativos (dtomos que tienen un electron en exceso) hasta que alcanza la energia requerida, se dirige se Ie enfoca y se le quitan entonces los electrones de més. De acuerdo con nuestros caleulos, hay que incremen- tar, al menos en dos érdenes de mag- nitud, el potencial y el ritmo de emision del haz de los actuales aceleradores de haces de particulas neutras, También deben mejorar notablemente la pun- teria y el ritmo con que puede re narse objetivos a los dispositivos. Los hhaces de particulas neutras presentan, ademas, otro inconveniente: interac. ‘Wan intensamente con cualquier ma- teria. A bajas altitudes, donde la den- sidad de gases es importante, la atmos- fera arranca de las particulas neutras, sus electrones més externos; el haz de particulas neutras se convertiria enton- ces en un haz de parti adoleceria de sus limit positives de haces de particulas neutras deberian instalarse, pues, en el espa- Dieses nde forma en gue los sistemas de defensa estratégica han de abatir los misiles. La eficacia de los mismos —entendiendo por tales los, liseres, haces de particulas, cApsulas, espaciales o armas electromagnétic: no puede superar a su propia capacidad de detectar y seguir los objetivos asig- nados. Por ejemplo, para asegurar la destruccién del 90 por ciento de los mi- siles atacantes durante las fases de lan- zamiento y postlanzamiento, han de detectarse bastante més del 90 por ciento de esos ingenios. Ademés, el se~ guimiento y destruccién de un blanco durante Ia fase intermedia dependen del conocimiemto exacto de su trayec- LASER DE PRUEBA ESPEJO RETRANSMISOR ‘TRAMO ASCENDENTE toria durante la fase de lanzamiento. Casi més importante avin resulta man- tener baja la incidencia de falsas alar- mas de la defensa contra misiles balis- icos, para que no se active ésta en jempo de paz Durante la fase de lanzamiento, el risil se localiza por la intensa radiacién infrarroja que emite el penacho de ga- ses que salen por las toberas de los pro- pulsores del ingenio. La posicién del misil dentro del penacho depende de la altitud, el tipo de misil y las caracteris- ticas del propulsor y del combustible Por tanto, la localizacion del misil pue- de variar por motives imprevisibles para la defensa. El seguimiento infra- ojo de los penachos de los misiles ha de completarse con otros medios que aseguren la precisiOn que requieren las armas de energia dirigida. ‘Tambien plantea problemas el segui- miento durante las fases de postlanza- miento e intermedia, Las sefales tér- micas que se producen en la fase de postlanzamiento y por parte de los ve- hiculos de reentrada son muy débiles: hhabra que sumar, pues, a los detectores rérmicos, radares de microondas u 6p- ticos. Se precisaria entonces un gran miimero de plataformas espaciales do- tadas de esos sensores, y también, qui TRAWO CAUZADO ‘TURBULENGIA ATMOSFERICA a esre.0 em DeFOWABLE ELEMENTO DE aeenrone OSTRIBUCON ” sen ESTACION — ‘TERAESTRE, RECONSTRUCTOR DEL FRENTE De ‘ONDA CONJUGADO 24, de detectores que efectuaran el se- guimiento durante la fase de lanza- miento. En la fase intermedia, la defensa debe superar otro abstaculo: distinguir entre los vehiculos de reentrada y los sefiuelos, que aparecerdn en gran né mero para confundir o saturar los de- tectores defensivos. Las teenologias de cenergia dirigida posibilitan la identifi ceacin de los sefuelos. Los haces de particulas penetran profundamente en todo tipo de materiales; por ejemplo, un haz de hidrogeno neutro de entre 100 y 400 millones de electronvolt (MeV) de energia penetra hasta 40 cen- timetros en el aluminio. Por consi _guiente, los haces de particulas dirigi- dos hacia los objetivos podrian mues- tear su contenido y, aprovechando las ‘emisiones de! interior, determinar si se tata o no de una aflagaza. Esa labor equeriria la participacién de muchas plataformas espaciales capaces de ope- rar en ambientes fuertemente conta- minados de radiacién nuclear. Las apli- caciones de discriminacién se encuen- tan actualmente en fase de desarrollo teGrico y en los primeros estadios ex- perimentales. ‘Cualquier sistema de defensa estra- tégica que utilice armas de energia di- Ce DE nston ‘Raw HACIA eaANcO BLANC §. TURBULENCIA ATMOSFERICA, quereducela calidad deloshaceskiser, ) eayaincidencia podria compensarse mediante dispositive optios adaptable, {neatecasounespeja deformable contreado por ordenador Lasctal Gruntz Liver det arigide deen pe retranominor hacia haseterrstr inform Alsemor de frente de onda sobre naturalza i magaited del turbulencia Stmosferien. Um ordenador die entonces elecrimiamente fos postive. ‘que eforman as segments de espe) as seemit dese suelo um har lser ‘dtado de la“distorsin conjugada”: al propagarse por la atmstra, ba die torn se"contrarresta”yelhaz llega al espe relranemlso Si distr die, emsucallad de orgen. Aung eden contrlare Yaris cetenares ‘de exo dspostivos la ve, se ignora sl podran dominarvesimultaneamente tee 10.0 10000 sposvasrequeros por ls spicaclones de dens. 9 rigida consumiré importantes cantida- des de energia, Para satisfacer sus fun- ciones de mantenimiento ~control de la altitud, refrigeracién de los espejos, recepcién y emisién de Ia informacion y funcionamiento de los radarcs~ las plataformas espaciales deberan dispo- ner de una potencia continua de entre 100 y 700 kilowatt. Al no existir pro- yyectos concretos de esas estaciones, los requerimientos que hemos citado s6lo pueden considerarse fiables en un fac- tor dos. En cualquier caso, tal potencia sélo puede ofrecerla de un modo eficaz tun reactor nuclear. Cada_platafor- ‘ma necesitaria su propio reactor, por lo ‘que habria que desplegar en el espacio 100 © mas reactores. Cubrir esos ob- jetivos significa resolver muchos ¢ im- portantes problemas de ingenierfa que ni siquiera han empezado atin a explo- use; por ejemplo, la refrigeracién de randes reactores nucleares instalados, en el espacio. as necesidades energéticas durante tuna interveneién en combate real oscilarian entre los 100 megawatt y un sigawatt a lo largo de periodos de rios centenares de segundos, en fun- 6. HAZDE PARTICULAS NEUTRAS; se genes Los Alamos sclera cin del tipo de arma espacial de ener- aia dirigida. La enerafa se obtendria de ‘grandes motores quimicos o nucleares, desplegados a bastante distancia de las plataformas espaciales para evitar per- turbaciones mecénicas, De utilizarse motores quimicos, el consumo de com- bbustible serfa superior a las cinco to- neladas por minuto de operacién de la plataforma, Sin duda, el sistema de transmision de energia desde los mo- tores hacia la plataforma seria comple- jo. Los requerimientos energetics in plazables de las armas de energia di sida instaladas en el espacio presentan, por tanto, inconvenientes técnicos im” portantes. ‘Otra cuestion clave en cualquier sis- tema de defensa contra misiles balist cos es la relativa a su supervivenci Las plataformas espaciales transporta- rian instrumentos muy delicados: sen- sores, espejos dpticos y discos de radar, que se deterioran con mayor facilidad que los propulsores y que los vehiculos, de reentrada. Aunque puede proteger- se los sensores y los espejos opticos du- ante los largos periodos de inacti dad, esos elementos quedarian expues- tos a sufrir dafio en cuanto se pusieran ‘orga nfativa Fleecirinsobrantesearrane muna celia de gas, abteiendose un ha eutr, Lacimars cn alerta previendo un ataque inminen- te. El sistema defensivo resultarfa vul- nerable al asalto de armas espaciales 0 terrestres y armas cinéticas. Su ensam- blaje en el espacio constituiria uno de los momentos de mayor vulnerabil dad. La pervivencia de un sistema que utile elementos alojados en el espacio resulta, pues, altamente cuestionable. ‘También plantea serios interrogantes la supervivencia de los silos terrestres. Habria que proteger las instalaciones del ataque de miliples amenazas, in-

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