Cuentos completos
Liuis Diaz Chavez
Premio de Cuento
Il Concurso Literario
Hispanoamericano
Casa de las Americas,
La Habana, Cuba, 1961.
Edicién de Oscar AcostaEl] combatiente Luis Diaz Chavez
Luis Diaz Chavez nacié en San Salvador, El Salva-
dor, el 5 de mayo de 1917.
Su padre fue el ingeniero Rafael Diaz Chavez, de
amplia figuraciéri en 1a vida social y politica hondure-
fia, ya que fue Diputado en 1907 yen 1921; Ministrode
Fomento, Obras Piblicas, Agricultura y Trabajo en la
administracion de Miguel Paz Baraona y Secretario de
Estado en el Despacho de Hacienday Crédito Pablico.
En el gobierno de Vicente Mejia Colindres fue Vice-
presidente de la Reptblicay Secretario de Finanzas, asi
como Presidente del Partido Unionista Centroameri-
cano.
Luis Diaz Chavez realizé sus estudios de ensefanza
secundaria en el Instituto Central de Tegucigalpa, ac-
tualmente conocido con el nombre de Vicente Cace-
res.
Posteriormente ingresé en la Facultad de Ingenie-
ria dela Universidad Nacional de Honduras, interrum-
piendo su carrera en el cuarto curso cuando, por i
situacion politica imperante, tuvo que abandonar ¢
9Luis DIAZ CHAVEZ
afs con toda su familia, radicindose como emigrado
y Salvador, El Salvador, en dondc obtuvosutitulo
enSan
de ingenicro civil,
En 1944 formé parte de un contingente de adver-
sarios del doctory general Tiburcio CariasAndino que
penetraron en territorio hondurefo y quienes, desde
la montana del Merendon, intentaron derribar el ré-
gimen constituido, fracasando en su intento.
Ala caida del dictador Jorge Ubico en Guatemala
yal instaurarse en aquel pais el gobierno democratico
del doctor Juan José Arévalo, miles de centroamerica-
nos, entre ellos Luis Diaz Chavez, buscaron refugio en
la tierra de la eterna primavera. Alli trabajé nuestro
compatriota en el Laboratorio de Suclos de la Carrete-
ra Interamericana, como segundo jefe.
Luis Diaz Chavez, de regreso 4 E! Salvador, se em-
pleécomoingenicro de caminosen la construcci6n de
la presa del Rio Lempa y, mas tarde, se dedicé a k
construccién de viviendas.
Habiendo retornado a su patria, en 1956, ao ¢
que dirigia los destinos del pais una Junta Militar ¢
Gobierno, Luis Diaz Chavez laboré en un progran
de construccién de escuelas rurales en la calida 20
norte de la Republica.
En 1957 llegé a la Presidencia de Hondura:
doctor Ramén Villeda Morales y Luis Diaz Chi
viajO a la capital azteca con el propésito de obtenc
doctorado en Urbanismo en la Universidad Naci
Auténoma de México.
En México formé parte de la delegacién he
wadiaa In Canfarancia I atinnamericana nor la SrPescador sin fortuna
Todas las cosas deben ser creadas
a manera de contienda o vaulla,
Deméerito. ~
—Ajy viene es¢ akimal aullando -murmura entre
—= dientes el negro J inica-. Es el tren de la fruta
que va por Salado Way, haciéndo temblar la tierra y
molientas por debajo del puente’e
volar las
4 Humo
hierro.<_|Viene crutando humo por | I
negro, negro, del color de los ojos de. mulat an,
la mujer que traje de Utila, y que's blanta, parecida a
Jas garzas blancas.
i6 con el humo, dentro del miedo y el
los bananos, dentro del montarral y el pe
inando la evidencia de la persecucién.
1. Gpoue, pequeiio, de baja estawura,
13LUIS DIAZ CHAVEZ
Aver...
Oro, no cs.
Plata, no es.
Levanta la cabeza
y mir lo qu’es,
¢Querevés, querevés
que te lo cuente otra vez?
Yvolaban y llovian las respuestas absurdas,/a la vez
que otros preguntaban:
’ Vestida de lute vengo,
si me desnudan doy luz,
en la punta traigo la muerte
y en la cabeza la cruz.
—aAdivine el adivinador... :Quées?...
, Sélounospocossonrien con los ojds transparentes,
bfillantes, aguanosos, hundidos en sus érbitas amora-
tadas, llenos de mosquitos y mal olor, echados sobre la
hojarasca de cacao y palma africana, con lo que se con-
funden ala par de los perros. Unos parecen gusanos de
tierra pintados de lodo, y otros munecos de pellejo y
hueso, son sus grandes cabezas alargadas semejantesa
los cocos maduros, de fibra tiesa, ensortijada y quema-
da por el sol.
Algotros ni siquiera se interesan en el juego. Son
autématas ausentes mirando, sin ver, las volteretas de
los demas, Todos llevan con dificultad unas|panzas
enormes, pegadas al barro de la cane tullida. Yningu-
no de ellos tiene en los ojos el color azulito del cielo.
Son loshijosde loscampenios,delos:egrosde Hondu-
14a onl
beber agua con larvas de
ras... Suclen comer tiert™ ¥
paludismo-
_Viene lescolta..- lAy vienece..!
derse dentro ¢
Ybarajustan & escon
as con 7acate apret
Jc Jas chozas de
ado. tupido, y
palos secos. eubiert
yjereado con los amarres dc bejucos, ascyurando la
da inevitable de
yentilacion, ¢l tiro del fogon y la central
la plaga-
;Tun, tun! la puerta.
“Ando buscando a
indio palo’e coco y ojos de cuchillo,
yus-dedios largos Y nerviosos el vergajo,
quivoco de] manda mas.
—Yo nolo conozco... sefié -replica la negra boste-
zando, desde el interior de la pocilga, escondiendo a
sushijosentrelas enaguassuciasy rascandose lacabeza
con las diez ufias, mientras hace un gesto inconsciente
de ocultar con los codos sus dos pechos larguiruchos y
encorvados, casi idénticos a Jos pldtanos machos-
—Le digo que no Jo conozco -repites viendo de
frente, con firmeza alos ojos desconfiados del hombre
alto.
—Yo te pregun
José Martinica —dice el jefe,
acariciando con
distintive ine-
to por si acaso lo has escondido
La mujer por toda respuesta estornud6 varias ve
ces, seguidito, molesta sin duda alguna por el humo
picante de Ja lefia verde.
—Vamonos. Aqui n’ostan.
¥ se fue la escolta @ registrar las chozas a todo lo
largo de la via.
ob}LuIs DIAZ CHAVEZ
—Son unos perros los condenados -pensé la mu-
jer-. Parece mentira que por las miajas que les dan los
amosanden husmiandoa todo cl mun@é,.. Pero... no-
sotros somos mas Aguilas que esos payulos’.
Lisandro, el jover.zambo de Opotced, los habia
escondido en la vega espesadel rio, dentro del guamil’,
detras de las matas altas de quiscamo y de las nubes de
zancudos. ¢
—Es muy cierto, no lo conocemos, pero sé por qué
los viene buscando cl jefe.
Ylos acomodé en una champa‘ abandonada, den-
tro de la selva y cl silencio, envucltos en las sombras del
no.
Prendieron la lumbre para librarse de la maldita
plaga. Y cl opoteca les conté las viejas historias de su
tata, el abuelo de Roatan, pero que habia nacido en las
Islas del Cisne, y que era hombre letrado y de hazanas:
—Mi tata fue soldado del General Xatruch en los
dias de William Walker. A elloslesdecian loscatruches,
vya por ultimd. los catrachos. Cuando el viejo hablaba
de esas cosas se encendia la noche y sus ojos lo ilumi-
naban todo. Eran como dos brasas fosforescentes de
color verde claro.
El viejo le contaba a menudo las mismas cosas, y él,
también, siempre gustaba de escucharlascomosi fuera
la primera vez que las oyera:'
CUENTOS COMPLETOS
|
—Cuhndo el filibustero, hijo mfo, legé a Nicara-
gua, venfa de sus aventuras por Sonora y Baja Califor-
nia, y sovaba con esclavizar a la Isla de Cuba. Ysegan
decia Clinton Rollins, su compaficro de armas:
.dhabian venido los filibusteros para garantizar la
pax, proteger vidas y propiedades y extender los beneficios
de nugsira civilizacién, y porque era deber imponerse a
razas débiles y gobemarlas para beneficio de ellos mismos y
dela
manidad...
Y cuando llegaba a esta parte, jnvariablemente el
viejo se ponia a reir. Su risa era como un ronco red&s
blar de tambores> |
—El mismo ‘Walk se comparaba con Pizarro o con
Aquiles, segiin el caso. Parecia un loco, pero nolo era.
Sélo fue
instrumento de los esclavistas surenos, y Su
victima lastimera al fracasar en la instauracién del ré-
gimen de la esclavitud, flor moribunda en los campos
de Abraham Lincoln.
—Fueron los dias de la Guerra Nacional centro-
ameri
cana, elacontecimiento colectivo masgrande de
su historia, después de la Independencia y la Federa-
cién, porque puso de manifiesto la unidad de sus puc-
blos
centraci
justa. Por
de sus op!
tros puel
por la in
ionados, y el caracter invencible de las con-
es humanas, cuando luchan por una causa
supuesto, justa a su favor, y no justa del lado
sores, lo cual viene a ser injusto para nues-
los, Eranse los dias de una auténtica lucha
pendencia nacional, y de la disputa entre
17LUIS DIAZ CHAVEZ
Inglaterra y los Estados Unidos por la dominpcién del
Istmo y el Caribe.
—Ibamos vestidos de harapos, comiamas raices y
caballos, y soliamos sorprender, en zonal grupos,
alos californianos, a quienes acuchillabamas y desar-
mabamos, mas répidos que un bélido al cruzar los
cielos. Yo era el tambor mayor del Quinto de los In-
fiernos. Y cuando hicimos correr a Walk, después de
San Jacinto, regresamos a Honduras, por lasSegovias,
bajando por el rio Wans Coco hasta las llanurasinmen-
sas. de la Mosquitia, donde de paso, y paranolperder la
costumbre, degollamos a-muchos soldados del Rey
Mosquito, quien no era masque un negro valteado, ti-
tere de los ingleses.
—Y asi volvimos a nuestras playas, bajando por el
rio Patuca, aguas abajo, hasta el mar. Pero un dia, se
dejé ver en la linea del cielo y del mar, una mancha
blanca, como una nube besando las aguas, ¢omo una
vision de combate. Era el regreso, la vuelta del filibus-
serismo. Aprovechamos la querella entre losingleses y
Walk, y ala vez, la alianza traidora entre éstey algunos
ante un jibilo popular indescriptible.
mio, hice huir las nubes con el estrépito de
truendo de paz...
18UENTOS COMPLETOS
ro de sus ojos
de cla
Aqui se apagaba el color vere
deters se dormia, el viejo, con la noche y la
: aii
Oe am fiesta en los barrios
Desde entonces se celebra esta r
Jes. Pero hoy iene
otono gemir de
pobres de los negros, enlosmoren®
ésta un sabor triste, en medio del mon
Jos tamborcs, de la aguda queda de los clarines, de la
locura de las danzas labricas, de los ojos brillantes y
ardicntes de las negras incendiadas de lujuria, de sus
primorosos vestidos llenitos de colores y secretos, fil-
tros magicos y hierbas aromaticas. Y en medio, tam-
bién, de los cantos del pueblo, del aliento del mar, del
yaho tibin de la selva, y'de la nostalgia de Africa en la
América ajena, envilecida y traicionada.
Murieron los catrachos
sin la flor de la mujé.
Los negros est4n bailando
hasta el amanecé.
Yluego, otros mas, cargados de melancolia y de re-
cuerdos histéricos:
Esclavistas de William Walk
incendiaron a El Coyol,
a Granada y a Monimbé.
Con garras de asesinar,
los diablos de los infiernos,
a los gringos y a Byron Col,
les arrancaron el coraz6n.
Osi no, estos otros:
19LUIS DIAZ CHAVEZ
Mataron a William Walk.
sin conquistar su liberté.
1Ay...1 los negros estin lloranag
Horando en la oscuridd.
Irrumpen los bailes y los tambores en masa, y un
coro de voces profundas, bajas, masculinas:
Que viva la flo moradita
de la mujé.
Los negros estan peleando
su amanecé.
Los negros estan peleando
su amanecé:
Los negros estin peleando
su amanecé,
—Yo tengo el també de mi Tata ~dice Lisandro el
opoteca, viendo la lumbre consumirse.
—Cuando estoy afligido, voy a tocarlo rio arriba,
donde no puedan verme ni el comandante de armas
ni los soldados de la escolta.
El opoteca creia sinceramente en el poder magico
de su tambor, porque le quitaba la tristeza, esa cruel
tristeza que a ratos le mordia el coraz6n, y porque le
hacia sentir cosas que é] no podia explicar. Ademasle
gustaba oir lo que decian:
—Un espiritu encantado toca el tambor cuando se
ciernc el peligro sobre el pueblo, ocuandolosamosno
Jes dan trabajo, o cuando hay despidos colectivos.en
20|
i CUENTOS COMPLETOS
los campo} del banano, o cuando losrios se desbordan
con las in undaciones, y también, a veces, cuando vie-
nen los diputados de la capital a pronunciar discursos
bien largob...
—Cuando el tambor retumba en el silencio de la
manigua yf de la noche, se oyen ruidos siniestros por
debajo de ila tierra.
Otros ¢omentaban asf:
—El bum... bum del tambor no viene de lo hondo
del sch ni del rumor del Ula, ni de la mansa bra-
vura del Chamelecén, sino dc lo Iejano de la mar, con
los vientos/frios del norte que traen enfermedades. O
tal vez, de mas alla de las montanas del Merendén. ,
acaso, es el Ilanto,de los Lacandones humillados, o un
crue] alarido del campamento del Quiché... O ¢s la
advertencia de la rebelién de los campefios... Es el
temblor d¢ los opresores recorriendo los Andes...
Al predicador blanco no le gustaba el lamento del
tambor:
—Hon}bres‘diabélicos, seres satanicos manejados
por el mismo diablo-en persona, andan sembrando la
confusién en el pueblo obediente y trabajador. |Alaba-
dos sean los pobres de espirituy los sumisos, porque de
ellossera el reino de los cielos! |Benditos, los que no s¢
rebelan, Ids \que soportan la miseria y las injusticias'
|Benditos,|los humildes, porque con ellos esta Dios
jAy de lostbrujos que riegan el descontento con la
mentiras y|los tambores!
21Luis DIAZ CHAVEZ
Viene del Cocibolca y Xolotlan, de los lomos de los
Andes, de las selvas del Amazonas. Son los campefios
de América, aprendiendo a ser unidos y amalgama-
dos.