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Fditorial Gustavo Gili, SA 98029 Harcelona Rossellé, 87-89. Tel 95 522 81 61, México, Naweslpan $3080 Valle de Bravo, 21, Tel. 560 60 11 | | } arquitectura y critica ! Josep Maria Mantaner Dipoctor de Ie colecelin Totep Murtaviola Taorberg Ninguna parte de esta publicacidn, inchuido ol disefo de Ja cubierta, pikde repreduciese, almacenarse o transmitise de ninguna forma, ri ror Bikar medio, son fae efctrieo, quimico, mecislen, pico, de grabacién fr itecpt, cin a previa murine cus por pce Egitersal 2a Bdltoriel no se pronancls, mi expresa al imelteltameste, respecto 9 Gesettad de Iz lnformactin soncenida en este Lbro, razon por fa cuel no Shoda asumir pingdn tipo de rexponsebilidad en caso de error x omision. 12 Josep Marla Montaner, 1999 5 Laitorial Gustavo Gil, SA, Barcelona, 1999 Printed in Spain. ISBN: 84.252.1708-7 Bepsisio legal B, 583-1999 Composicidn tipageifiea: TECFA, SA, Barcelona i Trnpeesiéne Grélioas 92, 5A, Rubi (Baccetona} Introduccién #{ Ia problematiea de Ia ritica .. fit sentido de Id ertica S05 Los inicies de Id ceftica El ensayo comd técnica 4 Materia y telica de Lo especies fla eftica Los contextos ff la aca Los limites de fp crea : Tos obsetives Uiccs ce is cca Coca 9 obra dp exeacton Teoria y ort : exitica . Pioneres Positivistas y afitimaguinistas .. Los inicias de It teorfa del arte centroeuropea .. movimiento modernc - a0 ‘La historiografia oficial de la arquitectura moderna... 44 La continutids Jas {nterpretaclones de ia arquiteetura moderna: Reyne Banham y Leonanle, Benevalo m 8 Gundro cronoldgice dé los textos basicos de la drquitectura modema, 32 Existencialismo, fenomenologia, iconologia y mardamo .... 54 1a evolucion de les estudios iconoldgicox: Panofsks, ‘Wiitkower, Gombrich eccm De Edoardo Persico a Ernesto Nathan Rogers Cs In recuperacitin del sentido de Ia historia 8 Christian Notberg-Schulz: la arquilectuca como espacio existencial, 6 ‘Tradiciones revis:onistas al ma de Lewls Mumford a Jane Jacobs 6 'si6u critica de Jos concepts de vanguara ymodernidad: fa herencia de Walter Benjamin La aportacién del estructuralismo .. n Blestructrelle:no en las teotfas de Robert Venturi y Alda Rossi. 72 ‘Tas interpretaclones semlologieas, sociolégicas,psicolégicas y antropoligicas . 76 Mantredo Tafusi: la crftica ideokogica Colin Rowe: el formalisana analitico Los epfgonos de las metodolog‘as ev‘ticas: Colquhoun, Tedeschi y Waisman ‘ltimas Interpretaciones en In era poseetracturalista ... Ln eritica desce-la deconstruceién porestrusturalista eter Eisenman . . [La toorta desde la crtacion: Rem Koollmas y la ciftca neoliberal : Eatrateyias de resistencia: Reaneth Frampton, rion Oy tectnieldad ... ei ox manesgor aa Landau y Micha Bastin’ oon. ‘wibliografia basica BibHografia especifica Agradecimientos fadice onomasticn Introduccién a la problomética de ta critica “Socrates Di con una de esas cova que el mar arma; blanca, de purtsiraa blame ‘tera alisuda y dura, y suave y liviana... ;Owién te hiza? pensé. Amada te pareces, ¥'no por eso eres informe... Fedro, Ef de ué ruaterta estaba hecha? Sbecates. De igual) materie que su forma: materia de dudas’ [Paul Val Bapatinae, 1921 Atrmtocctén da Josep Catmal), Coleg Ciel de Apeejedares { Arsuecies endeos, Maicln A9R2, pp. 85.758. El sentido de Ja eritden i tQué <3 Ia extica? {Cudled son sus objetives y sus significados? {Bene algin sentido la critica? Bate litay qufece respander a esto de, manera breve y didctica, centrindose en el campo de las releciones entre erquitectura y eritica, Como primera definicion, Ie citiea comsjorta un julcio estética, Di- cho juicio eorsiste ex une valocaciin inlivkdoal de la obra arctec- ‘Wnice que.el eritico realiza a partir de la complejidad del bagae de conociceatos de que dispone, de In metodclogia que usa, de su ca- pPacidad anaiiuica y sinstiea y tambien de su sencibitided,intuicion ¥ gusto, Al mismo dempo pacts de uni compromisa ético: la mejora ‘de la sociedad, el eneiquecimiento del gusto artistico, la defensa de Ja adecuacién de Ja arquitectura a sus fines. Por Jo tanto, dicha erftica 7 inicinda como opintén pérsonal de un especialista tiene somo obje- tivo entrara fornar parte de la voluntad colectiva, ponerse en comin fen publicaciones, sopories medidticos, cursos y debates clutladanos $a Binal, volver 2 revertir en la eafarn subjetiva de cada individuo deciro de Ia sociedad. 1La actividad del erition se ditige a comprender la obra pars poder ex- plicar a) piblico su contenido, Esto no impSica que al eritico puedain ferpretar completamente toro fo que compone Ja coraplefitiad de le ‘obra arquitectdnica, ri que pucda agotar jas raiceé de te capacidad treativa del arquiteeto, Par ejemplo, podemos explicar @ fondo la obra Ge Le Corbusier, sus antecedentes'y su formacidn, fas extruccurns t poligicas bésicas utilizadas y el contexto cultural c histérico on el que Be desarrallé, pore diffcilmente podremas dilucidar por qué Le Cor- busier era un creador muy superior a cualifieados anquitectos coro Pierre Jeanneret, Jerzy Solten, Guillaurne Jullian de Ia Fuente o Tanis Xenakis que trabajaban eon él en en despacho de la rue de Stwres de Paris. Siempre quedartin aspectos el autor y de Ia obra descomoci- os, velados ¢ inexplicalblas, a la espera de futucas interpretaciones. La ettioa, por tanto, se stn en el amplio horizonte que se extlende en- tee das exiremos flusorlos y falses: el exceso-racionaiista y rnetodhts- pico que cree que se pueden establecer nterpreaciones toialmente fia- bes y dernostrables,nioas y estables, sobre toda obra de exeacién. ¥ lexcoso iracionalista,arbitrerio y bat ‘aro, que alega la inutlidad de oda erftica e lnterpretaciéa en relaclén a las grandes abrag de arte, Sreaciones siempre rilsterionas e individueles, de esencia insondsbie. Lajos de aicbos limites absurdas 2c siti el campo de a Interpretaci. Los inicios de ta crittea ‘La primera respuesta a toda pregunla que 3¢ refers a una disciplina fumana ha consistido siempre en dicigirse hacia sus inicios, acla sus primeros movimientes y actitudes. ¥ para explicar en qué cor siste Ta crltica de arquitectura no hay otro canino que recorrer su propia historia. De ello va tratar esencialmente este libro, Los inicios de Ia crtien se sina en la segunda mitad del siglo xvat con al surgimuiento det espfrtu ihustrado y Ja eclosion del neaclast- ism, que ins que un estilo comports una total tansformacin del 8 susto y de los faétodos de creaclon « intecoretacion de las artes 1a ar- ‘itectura y Hf ciudedes: Uno de ios primeros pasos de lacftica ce Plantes com 185 escritos que los tecricos del neoetasicisme —coma Mengs, Lessing y Winckelmann—anzaron contra el bartoee tardio. infsona con al ua sus ensayos ¥/ pensamientas sobre pintura, escultura y poesia, y Francesen Mifizia (2725-1798) con la defensa de los conceptos rige- ristas y clasicittas en el Arte de saber ver et as Ballas Artes del disetio (1781) y on lek Prinoipi di Architetrure Civile (1785), podrfan canst. derarse precufgares ¢ inicladores de este espfriu erfrico que tava sit teor'zacion er pl sistema Eloséfieo de Tmanuel Kaw En el caso de Milizia, sus teorfas ¢ interpretaciones parten de ia doc- ‘rina de Carlo|Lodoll (1690-1761), profesor de teologia, cigortsta ve- necisno y eritjto radical contra el barroce que, como Sécrates, 0 plnsme sue tebtas eriticas en ningtin ferto sina que fueron sus cise eipulos — ‘Merame, Francesco Algarattt y el mismo Milizia— duienzs lo 2, en oposicién a la obra de Miguel Angel y de Bernini défiende una arquitectura funcionalista y racionslists, ‘en la que caddl material esté usedo sepin su propio idgica: “La ar- ‘uitectura no puede contaner otra belleea que la que nace de lo n= ceesario”, Con ahs textos s inici6 un nueva tipo de literatura critics, que va repesaitia cada gran obra de arte y arquitectura con un rigor svdeimeo, ise J acertada y Io crrémco en cada uno de los elementos de igs obras. En estos textos, que s¢ canvittieron on refe- renela para tog debate aruiteeténico en la primera mitad del siglo 2ax, se empieziin a evidenciar las contradiociones inciplentes dentro del lenguaje elfhico. Ben pantr dellfre de vanguardia y del movimiento moderno gus Ix actividad de lalfritica toma un papel ms relevante. La ruptura oon iversas gésesis de la abstraccién, la defense de na. Yors (raciosalista, fumcisttliste, social, avanzeda tec todo clo requiere de una teorfa, wna crftica y una his- (orlogratia que acontpanen la difusién de la obra de arte y de In ar hasta hoy. Con a expansién e institucionalizacitin 3 i i I de la arquitectura moderna, la teor‘a y te erftica no ceden ea su em peno sino que siguen creciendo, abonadas'por el panorama descon- ‘certante que se cres tras las crisis del mismo movimiento moderno. Bl ensayo como téeitica de la crftlea El ensayo entendide camo indagacién libre y creatiya, no exhaustiva ait, sin Un carciar gurosamenteslekemalics, ela mde genuine herrarbiema de Ja crea Todo eaiaje debe fnicntar hile er razonamientcs y comparactones indcitas, hasta cierto punto he terodenas, con cicmentos subjetivos. No tiene ningun sentide somo.» reformulecién de t6picos, sino que debe basarse en planiear pregun- tas, mostrende la arbitraticdad de les convencioncs, ET 1m sarcoliade aie di ecién de ‘fa concepcién multidisciplinar del conecimiento hurno, enten- diendo Je cultura y el arte como un todo, interreiacionands, corto hhan hecho autores tales comb Jacob Buirckhurdi, Mircea Eliade, Bu seni ¢’Ors, Ernst Gombrica, Mario Praz, Clande 1.£vi-Stratisa, Joseph, Rylewert 0 George Steiner entrecruzande referencias « muy divcisos campos de la cutters: pintura, escultura, arquitectare, iteratura y oesfa, musica, antropologia, religion y ciencia. a Bl ensayo debe ser abiento en su estructura, de forma provisions), re- vorable, perfeccionable. Bs ura prueba, una-tentafiva, un-acetea- miento. Sugiere, spunta, esbzza,-enmerca, propane, Debs partir de las muy diversas metodologfas de Ia cuds sistematica, deste Sécta- tes hasta la deconsirucci6n, pasando por Descartes y Diderot. ‘uc Burcichaclt sostenfae valor del ensayo coino esbazo que sigue mucitiples rutas, direcciones y posibilidades. Denis Diccrot enlazaba ‘un ensayo con otro con le siguiente-considéracié: “ZQuién sabe adéade me Hevard el encadenam'ento de las ideas?”, ¥ Joaé Ortega ¥ Gasset insistié eu que todas las ideas soa lis de le dui Elensayo, que nunca pretende egotar‘un tema, no potee In estruc- ‘tara de un poema o una navratién, qlic pueden legal 2 un resulted definitive, sino que sletapre ha de estar dispuesto a la frensiorina Si6y,_a Ja continnldad, af Peplabteamiento, al cadet Asrsvo 7 aléct oo « 10 Materia y técnica de la exitica Le ceritica artistica, en fa medide que se carecteriza por le emisién de 3s desacrolla en'proxlmnidad a la teorle; la estetica ¥ Ja hi. tora, Sin ombargo, este juicia ne debe entenderse séloen su sentido mids inmediato, de promocién o negacién, de establecer qué obras kata mejor y eudles estén peor. Le misiog dela cxftica va macho més alla. es mucho mds compleja, esta imprégnada de problemas meto- doldgicus y eoutradicciones. Conctituye ima ectividad coa e) més amplio sentido cultura]. Su miisién es la de interpretar y contextuali- zay, y puede ontenderse como una hermienéutica que desvela orige- nes, relaciones, dignificads y csceneias. La Uifcullac de einislOFCE dicho juicio estétion sumenta tn un perfodo de incertidurabre y per~ plejidad como el setaal. En el caso de le arquitectura, #l juicio sé astablece sobre Ja medida en que a obra be aleanzado sus linalidades: funsionalidad distibu- tiva y social, belleza y cxpresién de: stmabelos y sfgnificadds, ade cafado uso de 1os materiales y las t&nicas, rlacién con el conteato ‘mbaro, el Lager y el medio armbiente. Fara que dicha activided evttica se pueda desssrollar deber produ: cirse dos condiciones bisicas. Slo existe baica cuando existe uns feorta. Toda actividad critica necesita Ja base ce une teoria de donde desiycte los juicios “que sustentan Ing interpretaciones , Coda teorfainecesita le expenendia de porierse a prueba y lersitarse ela cftica. Ps decir toda erttiea es la puesta eb practice deuna teorfa, lo cual conforma ese valor ampliamenta cultura’ de la ftica. En al caso de la eitica de arquitectura;-ésta se relaciona ne- ‘esarismente con Ing teorfas que priceden. del mundo del pensa- rneento, Ta cleneia ye arte. : ‘Lar geguonla condicién es: menos evidente, Sélo existe erftic cuando existen visiones cautrapuestas, una diversidad de posibilidades. La uw caftica surge a finales del siglo xvmty se desarrolla a Jo largo del siglo 0X a vafz de lng batellas del neoclasicismo contra el barcoce, del pen- ‘semiento ilustrado contra el acadernicisma, de Jos nucvos diszosti- os eritices que introduce el rornaisticismo contra él positivismo, de Ia diversidad de estllos que el eclecticismo extiende, de les muy spo de ta arqudtecsra (1944), en Jos cuales predominan ks significados dela arquitectura cldsiea, ¥ de artfculos sobre critica de arte. recogides péstumamente en Introduc ida la etticade are (1963) 7 Hl mensstee del ortica de arte (M967). ;Sin un laborioto y large trabajo de’acomulacion det conocisitente es imposible crear una (radicién séllda en el campo dle fa cxftica, No es casual que los criticos enraizados ex Ja, tredicién, britinica, como Beast Gumbrich, Rudolf, Widower o Colin Rowe, hayan utilizado come, referencias ractodolégicas los critatios de rigor desarvellados on les textos de Ladwig Wittgenstein y-Karl Popper, Ludwig Witt- fenstein (1869-1951) 7 su Traciatus logico-philesophicus (1918), por su identificaciéa ents peniaaniento y Jenguaje y por su defensit de un inbtoda riguroso que désmaraué aquello gue sé pueds expresax claiay ‘mente mediante l6gica y longuaje ce aquello cue o3 indemostrable € incapresable, gue hay que callar ya que por su proximidad g lo ese. ‘iol debe cer guardado en silencio. Y Karl Ropper (1902-1994) y su oro La lagica da ta ievastigacton cieneifisa (1934), por su delinicién Ge Unes nuevas coondanadas de las astqdologlas de Ia ciencia, basa- des ch un racionalisino empirico gue cive en a continuidad crftica del conceimiento agamnilado por nuestros antecesorcs, ex la provie sloralidad del conotiméento humane dentro del cual han de entrar el ensayo y el error zaididndose con la posibilidad de "TalsabUidad” ye. futacion. Popper ataca, 2 iravés de Ia experiencia. acumulativa, toda Soctrina del dete’minismnd hist6rice y, toda sociedad cerrada; comse- cuentemente, tedc dogmatisina, utopla y ciudad ideal, ‘¥ Ja tiltima es uma razin de tipo medidtica. No s6lo es necesaria una .-situacién demosratica esfable y continuada y unas s6lidas metodo- 1s Jogias estnblecidss, s{no que son neceszrlas las posibilidades de exe presién y comuntencién de dicha cctticn. La crftica florece em aque- Tos lugares donde los canales de difusién —editorieles, publicacio- cs periédicas, programas dentro de jos medios de comunicagion de mases— le permiten eristir y trancmitirse, en definitiva, tener an mercado. ‘Los ittnftes de Ia critics A partir de los afios cesenta se inicié un proceso de descrédits de Ja critica. E] articulo de Susan Sontog Contra fa interpretacict (1964)e8 tuna de lie primeras muesteas de ello. Segin Sontag, el exceso den spretaciones ha terminade por envenenar, domesticar y reduciv Ja cornplejidad de fas grandes obras de arte. La interpretaci6n, que ie- nla un sentido cuando en los exigenes del pensamiento moderns ¢e superd al pensamlento mfstico, shora deberia reducirse, Sontag re- clama en lugar de.la hermenéutica que desvela significados de a bre de arte, uns erdtica del arte que fomente ver més, ofr mas y sen- tie mss, que nevele le superficie sensual del arte sin.enlodarla Pata el pintor Ramén Gaya o el arquitecto Josep Quetglas s6lo Ja obra de arte es importante-y la crftica no tiene ningun sentido. Quat- las ha escrito “cualquier julcfo es siempre un acio injusto", La clase de os "interpretadores” sein Sontag 0 e] “sindcata de los entende. dores" segiin Ramda Gaya. deberta extinguirse. También ci eritico literarlo George Steiner ha seftalado ue el declive de las hamac dades va relacionado con la polucién de la ecftica, con ia imEnite 12 dundancia de textos sobxe textos que se produce espocialmente er Jos madios universitarios. Jin los aflos tesenta se pensabs que, er le medide que ¢} arte Inten- tabs fundirse y disfrutarse con Ja vida —Living Theatre, pop-art, In- temnactonal Situacionista, Fluxus, la citica pesacta a sep supestlua, aac harfa falte equel gue faterpreta el contenido de laa ereaciones &t- Uistleas. Sin embargo, la realidad ha ido en otro sentido. Si pare el arte de las vanguardits era necesaria una teora como guia ¢ inter- pretacion, las dltimas corrientes, como et arte conceptual, el Minic rai Arr 9 las instalaciones, han exigico afin en mayor medida unas explicaciones de autores ¥ cxlticos que bagan “visible” la intexcione- Tidad de cada obra. 18 ‘La redundancialta fa que Ia evtica ha cafdo en Yas times décades se ianifiesta en gle Ix sayotfa de les palabras que se utilizan son =- Gitcas, Se trata le corvenciones Lingisticas apronimativas y proble- indticas, conceptos como abstracto/Sgurative, moderpeViradicional, a criterias de pqriodizacién como gotico, renacimiento, barroco, clé- i cxcesivamente amblguos, improcisds, reductives y ic tos que e> dificil hut. Soo, tacoma escribié Frie- , "palabros eteraizadies y dares como piedras". Co, la rftica contemparties se sustenta en clertos Uepieas inamenpbes de los que se deberia descontiar 2Hfasla qué punto e3 cierto jue slempre al arte de [a abstracch6n es ms progr ‘ita que e] arta gue contints los procesos miméticas de la realidad? ‘ontemoraveas on Jos que la abstraccién se,ba ria la renovectént ba:venide por el campo de * elimpectante nuevo realiemo —de Edward Hopper 0 Dovid Hockneylhasta Frsccis Bacon o Lucien Feend pasando por An: ddrow Wyeth; |E pop-art-—de andy Wachol » Keith Haring y Jean Michel Basquin(—, a repercusicn rocial del arte étice realizado por ‘murallstas com{p Judith Baca, Joe Sizphenson y Leo Tanguna a el peso valiente dl expresionismo —de Anselm Kieffer o Miquel Bar- Paid, Bn las dllfinas dSendes ce ha generada una vevaloracia de la tnfmesis frente las bosquedas veeta,frvolas y elitstzs de origina iided'y novedad a eualquier precio. Bate hecae ba tenido a3 expre- Hn en ias idels obras de arquitectos como Emesto Nathars Re- gers, Aldo van Fyck, Lina Bo Derdi o Robert Ventart ‘on mundo de figuras, cosas, jpenel limite, {como indicé Theodor W. Adorno en Aiiraa mora fig, lo hurmano fc aferca siempre a Ia intufcion, ala mtmesis, ya que, tal como escripi6 Aristételes, el hombre se hace verdaderamente hombre séle cipado imits a otros hombres. En este seatido, la abs- oariga quedellegac a convertcee en un instruments de alicancin, De becho, is Hyiparteiéni de distinios realismos en la iileimos atos cffnportz nuevas miradas que ponen en crisis el prohi- bictonisno qufl « princfpios de sigle se estableci6 sobre fa ntirada las ciudades y la Gigura humana. rmimétion al y i ! "7 Debe aceplarse que abstraccion y fhgunmeién no con ni antagénicas ni trreconciliables. Al contrario, son complementariag; son dos ho- smisferios que se reparten la representacion del mando visible ima- sinario, En toda abstracelin queda siempre memoria de realidad. '¥ en toda autentica incursi6n en Ja Figuracién: cealizada tis a m0- demidad Jate un anhelo de abstraccién, de manipulecién, de modifi cactén, de simplificacion, de depuracion Haste qué punto ex cierto que le anetrépolis es a contexto exclusive ara el progreso cultural y para lex vangisnndins artfsticas? Vease sino Ja posicién tardoromenticista de deleinsa ce Ja naturaieza por parte de Joseph Beuys, represontante de Jas vanguardias ceintroeu- ropess en los anos sesenta y seterta, O véanse todas las acciones realizadas en el paisaje como aletta ecoldgica por patte de Robert Smithson, Agnes Denes o Nancy Holt. 0 la trascendental agortacion ale modernided de los jantines proyectados por Raber Buile ‘Mars, reouperando especies de plantes tropicales descondicides, pro cedentes de Brasil y Venezuela. En clertos aspects, la metr6polis po- feta haber defado de ser sinonimo exclusive de libertad y cultura, Bu la evquitectura y el urbanisma del siglo’ xx las aportactones dd Pensamiente antiucbano no han sido nada desdefiables. Frank Lloyd “Wright, Heinrich Tessenow, Erik Gunnar Aspluni, Alvar Aalto, Luis ‘Barragén, Fruto Vivas, José Antonio Cedercii Fernando Tévora, J6mn ‘Uton, Sverre Fehn, Emilio Amibesz y otros, kan deferdido la inte- graci6n de la arquitéctuca a la naturaleza y han refvindléado Ja vida ca las pequefias ciudades frente a la realidad ercantilista de las me- galgpolis, Hasta hoy misma, a cada crisis del maqninisme le hea su- cedido una teva emergencia de la sensibilided organicisia. Ba el If anite, Ja metropolis —como Ia abstraccién— puede llegar @ ser el escenario de i alionacisn aseoluin Los objetivos bisicos de In critica j-” 2COmo afrontar el trabajo de ta critica de arquitectura dentro de las. Incectidumbres contesnporaneas y de la gran phiralidad de posicio- nes e dnterpretactones? ‘Una de las misiones bésicas del tratrajo de la erftica cansiste en in- ‘temtar contextualizar toda nueva produceln dentro de torrente, trdicions, posiciones y mctodologtes establecidas, reconstituyendo, al medio en el evel sc han crendo las obras, Con esta actitud Ja cri tica seenfrenta a diversos enemigos. Por una parte el olvide-y ta am- nesia que predorsinan er la sociedad conternpocinea. Erla sociedad tardocapitslista el arte y la azqultectura son un producto de consumo ands y cualquier “nueva’-ofecta se presenta slempre sin precedentes, De esta manera, cl trabajo de la critica consist en desvelar las rafces Y antececentes, Ins teorlas, métodos y pasiciones que estfinjtipllc. Ws en el objeto, Ademés, con esia contextuatizacién se coutrarresia Fe Widencia a] individaatieno y ereacionismo en el que se escudan rmochos artistas y arqullectos, rechazando interpretaciones y clasi- caciones, Este objetive-x¢ complementa con.el establecimiento de in- terpretaciones multicisciplinares que rompan las barreras del profe- sionalismo y la especializacién que Uimiten ins practicas artisticas. Dicha contextualizacién, que pitede ser ilinitada, ve dirige en dos

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