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AMADO ALONSO (1896-1996) FRANCISCO A. MARCOS MARIN / «HABLO’ SIN LAS Bae GU | Ay Ree DEA FALTAS ORTOGRAFIA>: LINGUISTICAS DE DES HISPANOAMERICANAS E16 de junio de 1923, con sendos dscursos del decano, don Ricardo Rojas, y de su ‘mer director, don Ameérico Casto (1), se inaugurabe el Instituto de Flologa en la Facul- tad de Filosofia y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En 1939 empezaba a publi- carse la Revista de Filologia Hispénica (RFE) ditigida por Amado Alonso, con la intencidn de dar continuidad a las actividades del Centro de Estudios Histéricos, cuyo fin en Espaia era inevitable. La Revista ya no tenia el soporte espaol oficial que cava el Instituto originariamente ytenfa que recurrr al patroc- no de este centr, ya totalmente argentino, salvo en su director, conjuntamente con el del Instituto de Espatia cde Columbia Universiy Don Américo, en su dscurso, anticipador de fo que seria luego su polémico libro La peculiaridad lngiitica riopltense y su sentido histrico,etabecta ls bases de lo aque sc ha dado en considerar la aproximacién espafiola al cspaiiol de América en sla distincién (a veces sutil y ardua) entre “peculiaridad” y “atentado a la estructura del iioma’s. Expresaba con cllo su actitud de hombre inte- resado por el progreso cultural de Espafa y los paises de la Amética Hispana, pero abria también, como en tanas otras ocasiones, la caja de Pando. ‘Amado Alonso, dentro de la misma preocupacién, pero con otro talante, utiliza el humor, con a frase que cencabeza este articulo, para dar a entender a sus oyentes portefos los dos fils del espafil americano, el que lo vinculaba a Espafa y el que le daba su peculiaridad, © indicaba también con ello cémo lo permanente € impor- cn la forma formante de nueva categoria, la forma interior, Los ejemplos, por otra parte, parecen indicar que ete trabajo estaba ya pergfado en la etapa europea de Amado Alonso y quel dnico que tiene en relacién con América ese ugar yl fecha de publicacin. | Dos fasciculos mis adelante (3) se adentra ya en terreno especficamente americano para sometr a una critica lingica la tesis del gramdtio chileno Rodolfo Lenz, sein la | cual sel espaol hablado en Chie por el vulgov (Amado Alonso) ses principalmente espa fol con sonidos araucanosy. ‘Antes de ellesiona sobre los fundaments tercos de esta etic, convene sefialar que, con ella, Alonso conso- lida la verciene espafola de la dialectologiahispanoame- ricanae, incluso, saca a Ta dialetolopa del espaol de ‘América del folelorsmo ls consderacones histtico- literaras, para introducirla en el plano saussureano del cstudio inmanente de J lengua, [A partir del rechazo de la tess araucanina por Rufino José Cuervo, Ramin Menénder Pidal y Américo Castro, ‘Amado Alonso considera imprescindible proceder a sun cxamen rigurosamente sstematicos de la explicacion de Lena, Para rchazat la expicacin biokigica'y la culvral del autor chileno, el espafiolremite a tan ampliacantidad de fuentes; anto de caricterhistéico como de carécter ceducativo y cultural, que resulta evidente que su interés porla realidad americana ocupa buens parte de su tiempo de esuaio. Llega con ello a una concepcién que ser la base de su teoria sobre el espaiil americano y que se apoya en que el mestizaje no produce por si consecuen- vc en ta adauisicign de una smaucaba tambien con eto como to permanente € ampor- tance era lo que nos mantenia unidos, a pesar de difren- cas que e perdian en el viento. Mas no elvidemos,y con cello citamos por ikima vere! dscurso de Américo Castro, que sla Fonética es el punto de | sranque para cualquier investigacion» Mi objetivo en estas piginas es mostrar cémo el lingistanavaro, alo largo de us tra- bujos sabre cl espaol americano, fue desarollando una acttud que tiene un interés indu- dbable para comprender parte de lo ocurido en Amica, especialmente en Buenos Aires, desde entonces hasta hoy. Nos encontraremos con una vsiéa en movimiento, pero tam- | bin com unas consecuencias en otra personas que, sin esa perspectiva, no habrian desa trolado sus carreras como lo hicieron, especialmente Marla Rosa Lida de Malkicl.Tam- | bien podein vislumbrarse algunas consecuencias negativas que el cirteo la transforma- cin de los centros de fundacién espafola en Buenos Aires tuvieron para el humanismo argentino contemporsneo, peo ello queda fuera del escenario (en sentido propia) de mi trabajo. espaol, una unidad Muy elegantemente, la RFE no induye un aticulo de su director hasta su segundo fas- sdculo (2), Lo que Amado Alonso busca en este estudio es una manifetacion dela espect- fica “forma interior” del espaol (la nmeresprachform de Humboldt), y uno de ls rsgos nds fsondmicos de nuestro estilo idiométicos. Se tienen en cuenta la determinacién del | ‘material elegido, la descripcién rigurosay las cuestiones gendtieas, pero todo allo en una «stricta presentacin unitaria ls variante diacronicas existen, pero no as diatépicas. Pode- ‘mos decir que, en el estudio, Amado Alonso muestra que concbe el espaol como una unidad y que no considera que pucda haber eftenciasgeogriias que puedanintervenic | lengua y en que no hay limitacién que no pueda sex corregida en los afios de educacin. Para i én de que la lengua espafiola no se ensefié 0 se aprendié en América como en Hispania cl latin, sino que la instruccién escolar desempefié un papel decisivo, aunque los nimeros absolutos furan pequess. ir en lo segundo, desrola [a argumenta- Para refutar el argumento indigenisa, es preciso tener en cuenta lo que se sigue lamando spronunciacién vulgar de otras regiones. El fondo normativo del pensamiento lingtist- «0 de Amado Alonso es claro y witerado, Al tata de ls vriedades geogrificas del espa- fol, tanto en Espaia como en América, tiene ocasién repetida de manifestrse, Pero cl ‘apoyo en fenémenos que no son séo chilenos, sino de lo que hoy llamariamos otros dae lectos geogréficos o, si queremos, otras habla, no sélo tiene importancia por la aporea- cin meramente posiivita de bs datos, sino porque muestra cémo va cambiando la visiGn de la lengua espaiola que el autor expresa. Metodoligicamente, se tratard de mos- trar los paralelos que cada fendmeno de los que Lenz atrbuye a araucanismo tiene en ‘otras variedades del espaol, cuidadosay cereramentediferenciadas. Hoy dia nos hacen sonrer algunos de los datos manejados y, sobre todo, de las acttudes del auory sucrt- 0, pero no import, estamos en camino de una tesis que pretende una expicacién glo- bal, unitaria, para las reconocidas complejidades del espaol americano. Aparece(p. 325) la nocién de sfenémeno hispénicos, con la preocupacién de encuadrarlo,ademis, en «tendencias ltino-roménicass Si Amado Alonso se hubier2 movido en ambiente tei- 08 tipoligicos, més que idealists, hubiera podido plantearse la relacién entre tipologiay (0) ain Fig @ Shenae —«INSULA 599 0) sande emis Drce pueuciepord ——commisomcanrabnde ——NOVIESINKE 1996 nd de Roem, an oe Ria Rey par sine wept, ep 3330, don Ain Cnr ened rms sco nape ans i eno de 23, Bae in aid de loin 14 ESPANOL DE DOS MUNDOS dliacronia, que tan rentable le hubiera sido. Al no poder hacerlo, lle sus conclusiones a tun terreno que, aunque fuera firme, no deja de ser resbaladio, el dela teoras del susea- to, alas que dedicé un estudio include en el rercerfasciculo del ao III dela revista (4) Lo apuncado en la erica a Len se desrolla en este nuevo abajo algo ms, sobre todo cn lo que se refiere a los limites de la metodologia. Hay que distinguit la accién de superiratum del espfiol en was todas las lenguas indigenas supervvientes dela accién de substratum Fonétco de las lengua indigenas sobre el espaiol americano, con un coro Jari interesante (p. 216): «El substratum morfolgico y sintctico es exclusiva de las regiones todavia bilingies.» [Nueva perspectiva;séidos principios genrales Volvamos a Lenz. La consideracin cientifica de los fendmenos fonéticos que, como sabemos, cra la base de todo estudio cientfico, segtin Amético Casto, obliga a Amado ‘Alonso a realizar un estudio de Fonética diarénica de las principales lenguasindigenas «que pudieron haber influido en la evolucién del espafol americano. De nuevo, lo més importante para nosotros hoy no son los resultados, sino a nueva perspectva que estos trabajos dan a su visién de la lengua. Pero hay més, El autor espafol ya no tiene slo la formacién fonétca de sus maestros. Ha unido a ella Formacin Fonolégica y sabe dis- tinguir muy bien entre el sonido, realidad concreta, y su clase, el fonema, entidad abs- tract, lo que le permite refarar elegantemente, con una explicacién fonoldgica, algunos de los postulados de Leng, al mismo tiempo que introduce la Fonologa en la investga- cién dialectal americana La refutacin total de la tesis araucanista dela pronunciacién chlena va acompatiada cde unas reflexiones que es preciso citar (p. 349): «El tema del sustrato en el espaol de ‘América tiene que ser uno de los més importantes objetos de estudio. De ningin modo ime he propuesto hacer par el chileno una averiguacin de limpieza de sangre, ni defonder l espaol de Amética dela sospecha de mestizaje» Una de las consecuencias del dsarro- lo de sta base es la necesidad de estudiar ls hspanismos de las lenguas indigenas amer-

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