Seep cone dopa ;
tosh Ghcsieice nc ranaeisigliek eooaeee amen
nueva catastrofe como lo fue la Primera Guerra Mundial. Pero un balance de
su utilidad debe abarcar muchos aspectos por los cuales el mundo no debera
arrepentirse. Veremos algunos de esos aspectos.
Vocacién de universalidad
Considerando que una asociacién universal hubiera sido un factor posi-
tivo para la comunidad internacional, no es un aspecto que arroje saldo fran-
camente positivo para la SN, ya que a diferencia de lo que sucedié en la ONU,
Ja SN nunca alcanzé un alto grado de universalidad.
Los aliados se opusieron al ingreso de Alemania hasta 1926, y la Unién
Soviética no fue admitida hasta 1934, cuando ya Alemania se habia retirado
de la organizacién (1933). Japén se retiré en el mismo afio que Alemania,
cuando la Asamblea censuré su ataque a China, e Italia lo hizo en 1937, tras
la adopcién de sanciones por su invasién a Abisinia. Varios paises sudameri-
canos se retiraron de la SN (Costa Rica en 1924, Brasil en 1926, Guatemala,
Honduras y Nicaragua en 1936, Paraguay y El Salvador en 1937; Venezuela en
1938, y Perti en 1939), mientras que otros se ausentaron temporalmente de la
misma (Bolivia entre 1923 y 1929, Peri y Honduras entre 1924 y 1929; la Ar-
gentina entre 1920 y 1933). México solo ingresé en 1931 y Ecuador, que habia
firmado el Pacto en 1919, sdlo lo ratificé en 1934. Espafta llegé a anunciar su
retirada en 1926, pero se reintegré a la misma en 1928, sin practicamente so-
lucién de continuidad. La Unién Soviética fue expulsada de la SN en 1939 por
su ataque a Finlandia. Ademas de todas estas retiradas, suspensiones y expul-
siones, la continuada ausencia de los Estados Unidos constituyé un factor de
debilidad de la SN y una de las causas mas destacadas de su disolucién al
término de la Segunda Guerra Mundial.
Pero el Pacto de la Sociedad consagré, ya que no una real universalidad, al
menos una vocacién en ese sentido. De acuerdo con el articulo 2, eran miem-
bros originarios los designados como tales en el anexo al Pacto, asi comode vigencia de aquel instrumento, también nombrados en el anexo {
ingresar en lo sucesivo “todo Estado, dominio o colonia que se go ma
mente” con el voto favorable de dos tercios de la Asamblea y “sie
garantias efectivas de su intencién sincera de observar sus co is
ternacionales y que acepte el reglamento establecido por la sociedad en
concerniente a sus fuerzas y a sus armamentos militares, navales y aéreos |
retiro podia efectuarse, segtin el mismo articulo, con un preaviso de dos aos _
y “a condicién de que hasta ese momento haya cumplido todas sus obligacio.
nes internacionales, inclusive las del presente Pacto.” A
La Argentina, representada por Honorio Pueyrredén, canciller del pres.
dente Hipélito Irigoyen, y por Marcelo T. de Alvear, asistié a la primera rex
nin de la SN en 1919. En esa oportunidad introdujo tres proyectos de refor-
masal Pacto: uno queadmitia que la condicion de Estadotraiaautomaticamente
aparejada la de miembro de la SN; otro que buscaba establecer el arbitrje
obligatorio para las controversias internacionales y un tercero que admitiaa
los pueblos coloniales en la Asamblea con voz. pero sin voto. Ninguno delos
tres prosperé, lo que dio motivo al retiro argentino de la organizacién, para
volver en 1932 bajo la presidencia de Alvear.
Elrégimen de mandatos
La SN tuvo algunos logros interesantes. Uno de ellos fue la creacin de
régimen de mandatos, bajo el cual se colocé a territorios coloniales separades
dl imperio alemén y del otomano -vencidos de la Primera Guerra Mundiah,
para ponerlos bajo la administracién de las “naciones més adelantadas’ os
bajo ciertas potencias vencedoras.
Lo que merece destacarse de este régimen es e
parte de dicha proclamacién no fuera estrictamente seguida en el régimen
colonial que el bienestar y desarrollo de los pueblos de esos territorios
una “misién sagrada de la civilizacién” y sobre todo que las potencias aden,
tradoras actuaban bajo un mandato de la SN y no como soberanas | oe
Pass
i ea
que proclamaba ~aunque es
les, por lo cual debian dar cuenta anualmentea la SN del estad
Proteccin de minorias y refugiados
La SN protegié a las minorias nacionales q
aplicacién del principio de las nacionalida‘Trabajo (en adelante OIT), que ~como veremos opo
erediior ne ceeaeiga mare
y patronos en el orden juridico doméstico de sus diferentes miembros.
Aunque la SN no fue capaz de enfrentarse con los graves problemas inter-
nacionales de su tiempo, la experiencia no resulté infructuosa. Por un lado,
algunos de aquellos problemas fueron resueltos utilizando los mecanismos
previstos en el Pacto. Luego, muchas de sus instituciones subsistieron en al-
guna forma y han sido heredadas por el sistema de la ONU. Pero, sobre todo,
su experiencia ha servido de base para el establecimiento de una nueva orga-
nizacién mundial, mds permanente y eficaz que la anterior, y alrededor de la
cual giran un gran numero de instituciones internacionales de cooperacién.
Fueron muchos, sin embargo, los fracasos de esta organizacién. El senado
de los Estados Unidos, cuyo presidente (Wilson) habia sido el inspirador del
Pacto originario, no aprobé el Tratado de Versalles y por consiguiente tam-
poco el Pacto de la SN. Esta actitud del senado cerré el camino a la incorpo-
racién de los Estados Unidos al sistema que aquel pacto creaba, sin duda de-
bido al creciente sentimiento aislacionista que predominaba en esos dias en el
pais. La Unién Soviética y Alemania quedaron excluidas de la composicion
original de ia SN, aunque fueron admitidas mas tarde. Esto significaba que
tres de las mayores potencias del mundo no actuaban en la organizacin,
cuyo desempetio quedaba subordinado al entendimiento entre el Imperio
Britanico y Francia.
No fue efectivo su sistema de sanciones descentralizadas y libradas a sus
miembros. Surgieron varios conflictos que la SN no pudo controlar, como la
guerra sino-japonesa en 1931, con la creacién del estado titere del Manchukuo
por parte de Jap6n; la conquista de Etiopia por Italia en 1935, el Anchluss de
Austria en 1938 y el sometimiento de Checoslovaquia por parte de Alemania,
asi como el de Albania a Italia en 1939.18:: Julio Barboza
La dindmica impresa por el eje Roma-Berlin-Tokio fue
rapidez la capacidad de la SN para manejar los conflictos que esas sh
iban creando, Finalmente, la invasi6n de Finlandia por Parte dela Ui.
viética le asesté un golpe del que no se sobrepuso, trabada como estaba
Segunda Guerra Mundial. =
Pero muchas de sus instituciones subsistieron en una u otra forma Pata
heredadas por el sistema de las Naciones Unidas, asociacién que stra
su vez, una crisis muy importante tras mas de medio siglo de Vida, y queacey
no sea sino un nuevo escal6n en el itinerario hacia una sociedad internaciong
mis perfecta.
3.2.1. El marco hist6rico
A continuacién se apuntan los hitos que marcaron el desenvolvimiento
la accidn de la SN. Se mencionan las circunstancias que la rodearon ymare
ron su fracaso.
Hacia la concordia:
Plan Dawes (1924) sobre disminucién de la deuda alemana de guem
Pacto de Locarno de 1925 (mantenimiento del statu quo territorial.
sultante de las fronteras entre Alemania y Bélgica, y entre Aleman#)
Francia, y la inviolabilidad de dichas fronteras). :
Pacto Kellogg-Briand 1928, interdiccién de la guerra como politia®
cional.
+ Plan Young de 1929 para mejorar la situacién de la deuda de s
alemana. ae
Discurso de Briand pronunciado en la Asamblea de la SN en 9”
defensa de un movimiento paneuropeo de concordia y oe
Evacuacién aliada de la Renania y el Sarre cinco afos antes det
El Sarre sigue siendo administrado por Francia.
Elretroceso hacia la guerra: se
+ Se marchita la “primavera’, primariamente por accién delact na ¢
mica de 1929, E] sentimiento de solidaridad se transform ce yor
fd
“sdlvese quien pueda’, Se exacerba el proteccionismo com!
mico, asi como los nacionalismos. 8
+ Expansionismo japonés en Manchuria, en 1931, indepe' nd1933. En el Reino Unido predominan las preferencias sees en
Ottawa hay una conferencia imperial para consagrarlas. A pesar del pre-
sidente Franklin Delano Roosevelt, existia un sentimiento de aislacio-
nismo en los Estados Unidos. En Alemania: autarquia y rearme.
Fracaso de la Conferencia Internacional de Desarme. Alemania la aban-
dona y poco después deja la SN (ambas cosas en octubre de 1933).
Plebiscito del Sarre en 1935 (90 por ciento voté por Alemania). Pacto de
no agresion de Alemania con Polonia, que disminuye la influencia fran-
cesa en ese ultimo pais.
+ Establecimiento del servicio militar obligatorio en Alemania, también
en 1935.
Asesinato de Dollfuss (socialcristiano) en octubre de 1934. Anchluss de
Austria como provincia del Tercer Reich en 1938. Seyss Inquart, canci-
ller austriaco, facilité el Anchluss por parte de Alemania.
+ Conferencia de Munich de 1938. Anexién de los Sudetes.
+ Reclamo del corredor polaco, invasién de Polonia, declaracién de gue-
rra a Alemania por parte del Reino Unido y de Francia.
4. La Segunda Guerra Mundial y su posguerra. La Organizacién de las Naciones Unidas
Fue al terminar aquel pavoroso conflicto armado, en 1945, cuando se con-
vocd la Conferencia de San Francisco, que aprobé la Carta de la ONU. Esta
entidad, con todos sus defectos, es sin embargo, el intento mas logrado hasta
el presente de organizacién de la comunidad internacional. Con este nuevo
experimento se termina definitivamente con el eurocentrismo y se va concre-
tando la vocacién universalista de la ONU a través de la gran ola descoloniza-
dora que ella propicié en la década de 1960-1970.
El principal objetivo de la ONU es mantener la paz y la seguridad interna-
cionales. El segundo, promover la cooperacién de todo orden entre los esta-