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ERODIGON TNSTANTARES Cémo pasar por experio es una serie de guias que proporcionan una inmediata erudici6n sobre cada tema, sin necesidad de estudiar 0 saber nada al respecto. Esta serie constituye el medio ideal para estar bien pertrechado con los argumentos que lo haradn lucir como experto en cualquier conversacién. “Una cantidad sorprendente de hechos disfrazados como frivolas observaciones.” The Sunday Telegraph “Estas guias del seudoexperto no sélo resultan tremendamente divertidas, sino que estan llenas de informacién util. Es una formula de ganadores.” = NOL i EXOONESENGIAS 12435'56554 ‘yOoT0ENbwY Na Ollsaaxa Hou uve¥a ONO. Como pasar por experto en Arqueologia el ends ua oVedxe 10d desed OwW09 ua temprana edad, que d= sea ser arqueslogo, ya que esto le parceta una mejor op= cin que trabajar para vivir, De nifio realizé excavaciones en el jardin trasero de su casa en Hull y enconts fragmen- tos de cerimica que resultaron ser patos de estilo chino de Woolworth) y no romano antiguo; de cualquier modo, Ja emocién por su descubrimiento permanceié intacta. Més tarde estudi6 arqueologia en Cambridge, donde obtuvo un doctorado y adopié la barba y los susteres holuados rega- mentarios. Sin embargo, a pesar de baber pasado semanas Por Ia selva de Sudlamériea en busca de poblados perdidos, no loge aqui el gusto por el tabaeo ni por grandes eant- ddades de alcohol. Por ello decidié dedicarse a escribir de nanera independiente sobre aspectos interesantes de esta materia, como los clientes de caballo Tos grabado de genic tales (por ejemplo: Mordisqueando, zeabailos com brida en el Paleottico? y Sin sexo, por favor, somos del Auriacien- se), Su tltimo libro, el profusamente ilustrado Iigenes de Ya Fad del Hiclo, es muy aprotiado en certs ciculos de tala fama: al pablico también le gust. Puesto que todo ese trabajo supone cierta cantidad de investigacion y de viajes, este libro fue escrito en una playa de las islas Fiji y no en ea coscuto y hiimedo gabinete en Milton Keynes, 96 Cémo pasar por experto en arqueologia Paul Bahn EDICIONES ENIGMA. Primera edicién en espaol: 1995 tulo original en inglés: Bluff Your Way in Archaeology ‘Traducci6n y adaptacin: Enrique Vela Iustraciones: Claudia Gonzdler Foto portaa: Leopoldo Aguilar (Cuidado editorial: Arete de Alba, Manuela Alvarez 4 Silvia Pérez Produceisa y diseho editorial: Graciela Gutiérez Formacién: Marcela Pérez Acevedo Impresin: Programas Educativos, $A. de C.V ‘Chabacano 965, Col. Asturias La serie The Blufer's Guides ost basada en una idea original de Peter Wolte © 1989, The Blufer's Guides (© 1995, Ediciones Enigma, S.A. de CV, Av. Taxquetit 1798, Col Paseos de Taxqueta (04250 México, DF. Tels, $81-1529 y 624-0100 Fax: 81-5835, La presentacin y disposicién en conjunto de cada pégina se Camo pasar por experto en arqueolos(a son propiedad del ito. Queda estrictamente prohiida sv reprodcein parcial ‘total, por cualquier sistema 0 método mecénico o elect6nico, ‘in autorizacién por esrito del editor. ISBN (obra completa) 970-14-0035-6 ISBN (Arqueofogia) 970-14-0036-4 Impreso en MéxicolPrinted in Mexico Contenido IyrropucciOs: {Qué ES LA ARQUEOLOGIA? ‘Se ARQUEOLOGO ‘Tiros DE ARQUEGLOGOS LA ARQUEOLOGIA EN EL. CAMPO ‘Cémo encontrar los sitios Laexeavacién Las eyes fundamentales El recorrido El rescate Los EsMucIALISTAS Los experts El fechamiento Lainterpretacion Maldiciones: Falsificaciones LA PUBLICACION ARQUEOLOGICA Engatios, ALGUNOS NOMBRES QUE USTED DERE CONOCER Sitios ‘Campos de especializacién ARQUEOLOGOS FAMOSOS. GtosaRio BL autor 7 21 21 2B 30 a 3B a4 4 38 4 2 45 49 32 56 56 cy 83 93 96 Introduccién: {Qué es la arqueologia? Si la historia es un artificio, entonces Ia arqueologia es un desperdicio. Esta caprichosa disciplina preten- de buscar, recuperar y estructurar los restos materia les abandonados, perdidos, rotos y desechados por seres. humanos en el pasado. Por ello, los arquedo- gos son el extremo opuesto a los recogedores de ba- sura, aunque con frecuencia se visten como ellos. Los pueblos antiguos* no sospecharon que la ba- sura que con tanta alegria desechaban seria un buen dia desenterrada por estos buhoneros cientfficos, ver- daderos mercaderes de harapos y huesos. Si lo hubie- ran sospechado, habrfan tenido més cuidlado con las cosas y les habrian puesto algunas etiquetas que ex- * Un impostor consumado puede obtener una gran ventaja desde el principio en cualquier conversaciSn recharando fiert- ment el uso de términos come: el hombre, hecho pore hombre, tos primeros hombres, el Hombre de Neandertal, eesters por fer ingenua y ofensivamente sexistas. Esto puede sacar de balan~ ‘24 SU oponente por un rat, plicaran To que eran los objetos y para qué los ocupee ban. Como no Io hicieron, los arquedlogos deben tra tarde averiguar todo eso por ellos mismos. La arqueologia es, mds bien, como un gran rompe- cabe7as perverso, inventado por el demonio como instrumento de tortura sédica, ya que- 4) nunca estaré completo; b) no sabes cudntas piezas te faltan; ¢) la mayorfa de ellas estén perdidas para siempre; 4) no puedes hacer trampa viendo la foto, Los pueblos de la prehistoria no siempre tuvieron el euidado de usar materiales que sobrevivieran al tiempo, como la piedra o la cerémica, por ello canti- dades inimaginables de objetos se han deteriorado y desaparecido, Estas, que son malas noticias para el argueGlogo, esultan magniticas para el impostor, Hay varias razones por las que la arqueologia es ‘una materia ideal sobre Ia cual puede converse en un consumado seudoexperto: 1. La mayor parte del tiempo la evidencia consiste en fragmentos por lo que, ya que usted no puede pro- bar nada, la suposicién de una persona es tan vélida como la de cualquier otra, En lo que se refiere al pa- sado remoto, nadie sabe qué ocurrié, Lo mejor que puede ofrecerse ¢s una suposicién con cierto eonoci- miento, a la que usted podria revestir con los grandi- locuentes titulos de “deduccién” 0 “teori 0 (Si desea causar un mayor impacto) el de “hipotesis”, 2. Pasar por expero en una conversacién sobre ar queotogia, con alguien que no es arquedtogo, es par- 6 ticularmente fécil. Esto se debe al hecho de que, si bien la mayoria de la gente profesa interés por el pa- sado, sus ojos comienzan a empafiarse después de unos minutos de charlar sobre el tema, 3. En este campo es muy sencillo hacerse pasar como experto dotado de un conocimiento a la vez impresionante y esotérico, ya que la arqueologfa esta saturada de términos oscuros y de nombres y lugares exéticos, Aun en el caso de que el piblico los haya ofdo, es casi seguro que sabrén poco © nada sobre ellos, De este modo, un minimo de estudio le propor- cionaré dividendos por un largo rato. ‘Asi pues, resulta un juego de nifios dar la falsa im- presién de que se esté informado, y pocos se atreve- rfan a desafiar sus datos 0 sus hipotesis Cualquier indicio de que su audiencia es parte de esa enorme cantidad de gente que, gracias a las pelf- clas y los dibujos animados, cree que los primeros seres humanos conviyian con dinosaurios, puede también ser utilizado como una oportunidad para un resoplido burlén o un suspiro compasivo antes de ilus- trarlos sobre In brecha de muchos millones de afios, que existe entre esas dos formas de vida. Nunca permita que el hecho de que nada se sabe con certeza se interponga en su camino; por el con- trario, utilicelo en su beneficio. Algunos eminentes arquedlogos han construido toda su carrera a base de engaflos convincentes. Ser arquedlogo Es necesatio poser cualidades muy especiales para dedicar la vida a problemas sin solucién posible y a hhurgar en los desperdicios de la gente muerta; con fa cilidad acuden a la mente palabras como “maso- quista”, “metiche” y “absolutamente loco”. Es por ello que la extravagancia es el sello de la profesin. La arqueologia es como una adiccién al alcohol (de hecho, arqueologia podria ser un sinénimo de alco- holismo). Usted puede mafiosamente atribuirlo a Ia necesidad de ahogar sus penas ante soluciones impo- sibles 0 simplemente a la vergiienza segura de practi- car una profesién inherentemente ridicula y frecuen- temente indtil ‘La imagen popular de los arquedlogos es la de un ufiado de distrafdos, andrajosos y desadaptados cu- biertos de polvo y telarafias. De cualquier modo, el impostor aseguraré con una sonrisa de conocedor que: esto no siempre es cierto: algunos de los arquedlogos 8 s6lo son ligeramente distraidos y unos pocos son bas- tante timpios. Usted puede reconocer al arquedlogo tipico por la barba, la pipa curva, el suéter holgado o la camiseta, y los huaraches 0 botas militares, y esto también constituye la vestimenta de las mujeres. Usualmente la pipa es una pose, para dar Ia falsa impresion de que el arquedlogo es un verdadero Sherlock Holmes ain apoyo clisico del que desea pasar como exper- to- La barba proporciona un aire de sabiduria y ma- durez, aunque bésicamente es una manera de quedar- se cinco minutos més en la cama, Los suéteres sirven para ocultar los innumerables defectos del cuerpo (por lo general, la mayoria causados por el exceso de ccerveza), mientras que las camisetas desafortunada- mente atraen la atencién sobre ellos. El vestuatio y el calzado dependen de la tempera- ‘ura, las circunstancias y el ingreso, y con frecuencia son utilizados sin ningtin cambio por dias o semanas. Es importante aparentar que todo esto se debe a la le- jania de alguna fuente de agua o de lavanderias, y que no se puede atribuir a un bajo nivel de higiene Personal o simplemente a pura falta de interés. ‘Cuando se les pregunta por qué dedican su vida a esta profesién, la mayoria de los arqueélogos argu- ‘mentard sobre: * su pasidn por el pasado; + su deseo de realizar una modesta contribucién a la reconstruccién conjunta de nuestra visién de la historia y el desarrotlo humanos. Algunos incluso asegurardn, como Schliemann, que desde Ia infancia su tinico objetivo era converti- se en arquedlogos No crea ni una palabra de esto; como buen impo tor usted debe ser capa de reconocer el parloteo au- toadulatorio de inmediato. Si un grupo de arqueslo- 0s fuera transportado al pasado en una méquina del tiempo, lo més seguro es que en unas pocas horas es- tarfan completamente estupefactos y exigiendo aire acondicionado, cerveza, escritorio y su propia ver- sién sobre cémo debieron haber sido las cosas en ‘esos tiempos. En realidad la mayorfa de Ia gente se siente atraida por la arqueologia por varias razones més pricticas. Eien aneiene aes 1. En ocasiones puede ser bastante entretenida; al- ‘guien la ha descrito como lo mas divertido que puede hacerse con los pantalones puesto. 2. Es una oportunidad para tomar vacaciones com- binadas con actividad y aventuras, y de conocer per- sonas del sexo opuesto. Si usted esté cansado de pasar su tiempo libre tirado en una playa leyendo una novela policiaca y quiere alejarse de los paquetes turisticos, algo de trabajo de campo arqueolégico puede ser Ia soluci6n ideal. La mayorfa de los direc- tores de campo insisten en que se una por lo menos durante 15 dfas. Esto tiene el propdsito de evitar que usted huya horrorizado cuando descubra que esté rea~ * Vease la seccién de “Arquedlogos famnosos” 10 lizando un trabajo sin paga y que se encuentra atrapa- do con un grupo de gente igualmente tediosa, mu- chos de los cuales toman el trabajo demasiado en setio. 3, Tomar un curso universitario que generalmente 8 considerado més eémodo que la mayoria de los otros. Ademés en México el ingresar a la principal escuela de arqueologia (ENaH), le permite evitar un ‘examen de admisién y no tiene que pagar colegiatu- 1a, Al finalizar los cursos basicos, algunos estudian- tes deciden continuar con un doctorado, ya sea por- que no pueden pensar en nada mejor que hacer, © porque no pueden enfrentar el mundo real y encon- trar un trabajo serio. Como es légico, muchos deser- tan a Jo largo de la carrera, De aquellos que obtienen el doctorado, la mayoria se encuentra con que no hay trabajo disponible en arqueologfa, que han desperdi- ciado varios aos y que lo tinico que queda es volver a instruirse, ahora como contador inspector fiscal. Es entonces cuando su pasién por el pasado réipida- mente Se marchita para ser remplazada por la codicia y la madurez, 4. Como medio para ganarse Ia vida (algo que no se recomienda a menos que usted tenga un minimo de necesidades materiales). Como deefa Champo- Ilion, la arqueotogfa es una bella dame pero trae una dote pobre. 5. Para hacer una carrera, Esto no es fécil, ya que desde el principio 1a carrera del arquedlogo se en- cuentra en ruinas, u La carrera del arquedlogo se considera exitosa si ste logra convertirse en: ‘una celebridad nacional (raro), una celebridad internacional (muy raro), +o rico (extremadamente raro: “riqueza”” y “carre- +a arqueol6gica” son términos casi contradicto- rios). Usualmente algo de esto se logra al realizar un descubrimiento importante, con impacto publico. Hoy dia, précticamente todos los arquedlogos profe- males aseguran que ho son cazadores de tesoros, sino cientificos, que se encuentran més en busca de informacién que de objetos. Gracias a esto, en cual- quier conversacién que se refiera a tesoros, el impos- tor puede ganar puntos enfatizando, con gran condes- cendencia, que ahora los arquedlogos no excavan para encontrar cosas, sino para averiguarlas. Generalmente esto es cierto, pero también debe decirse que cualquier arquedlogo serfa feliz si encon- trara algo que no s6lo fuera importante para la disci- plina, sino que también cautivara la imaginacién del pablico. ¥ ya que muy pocos descubrimientos, si se les presenta con moderaci6n, provocarfan algo més que un bostezo reprimido del espectador comin de televisién o del lector de periddicos, tienen que ser adomados con grandes superlativos propios del im- postor: el primero, el més antiguo, el més grande, el ‘mejor conservado, el més rico, el més espectacular. Otro truco efectivo consiste en asociar el hallazzo ccon temas siempre populares como: 12 sel sexo, + el horror, + el canibalismo, En vista de que el puiblico se preocupa poco por ancestros anénimos, también recuerde que es funda- ‘mental ligar el hallazgo a una figura legendaria 0 do- cumentada hist6ricamente, de preferencia una de la realeza, (En Inglaterra, el rey Arturo es un claro favo- rito, mientras que en México los arqueslogos se ‘muestran felices cada vez que pueden relacionar lo {que encuentran con un sefior mexica.) Los desculbrimientos de un encorvado esqueleto 10- mano o de una vastja inca no proyocan interés, pero si usted los presenta como Ia posible abuela de Julio ‘César o Ia escupidera de Atahualpa, alcanzaré los ti= tulares y tal vez hasta los programas de televisién. Sus colegas podrén burlarse, pero estardén verdes de envidia cuando vean la fama y el ereciente apoyo econémico que esto le acarrearé. Como sendoexperto usted deberd hablar con des precio sobre esa brisqueda de notoriedad como “dis- parates de oportunistas ambiciosos y sin escriipulos”.. Si por el contrario usted es acusado de esto, deberi explicar que, desafortunadamente, esta clase de cosas, son un mal necesario para mantener Ia atencién del pliblico sobre la arqueologfa, y que usted permitié que su trabajo fuera distorsionado por los medios de comunicacién de muy mala gana y sin la intencién de promover su carrera, ‘Asi pues, no sorprende descubrir que cualquiera 1B Que toma a la arqueologia como profesién es, 0 debe Iegara ser, un consumado impostor. Los estudiantes son impostores novatos, que tra- tan de aprender los principios de Ia disciplina para hacerse pasar como conocedores en los exémenes y Jograr una carrera 0, por Io menos, obtener un grado ‘académico, Para esto se requiere realizar algunas lec- turas y escribir unos cuantos reportes, pero también participar en algtintFubajo de campo para poder obte- ner experiencia y congraciarse con los maestros, Los maestros por lo general tienen una gran carga de trabajo en docencia y por lo tanto, no puede espe- ‘arse que también piensen y sean originales. Son seu- doexpertos con mucha préctica para convencer a su audiencia de que conocen montones de cosas fuera de su particular campo de interés, y que no tuvieron que estudidrselo todo la noche anterior. A diferencia de los maestros de la mayorfa de las otras disciplinas, su verdadero trabajo comienza en las vacaciones de verano, cuando pueden hacer un poco de investiga ci6n, dirigir algo de trabajo de campo, o tratar de lo- grar algin adelanto en el libro que han estado de- seando escribir durante anos. Su meta principal es obtener un mejor salario y una carga de trabajo redu- ida convirtigndose en: Investigadores titulares. Los seudoexpertos avan- zados. Una vez. que estas vertiginosas alturas han sido alcanzadas, es posible dormirse en sus laureles Por ejemplo, una jefa de un departamento de arqueo- logia en la Ciudad de México no ha hecho absoluta- “4 ‘mente nada desde Ia aparicién de su tesis hace 20 alos, y por ello se le apoda “Trombosis”, el codgulo que bloguea el sistema circulatorio, De hecho no se necesita ser jefe de departamento alguno para desem- pefiar este papel: son muchos los investigadores titu- Jares que nunca han escrito un libro, s6lo han neces tado contar con un buen cémplice, en la comisi6n académica adecuada y en el momento preciso, para ascender a esa posicién. Otros sélo flotan producien- do constantemente variaciones sobre el mismo traba~ Jo. Uno 0 dos se las arreglan para mantenerse frescos, ¢ inventivos ¥ producen trabajos interesantes, pero son las excepciones y estin fuera de lugar en libros sobre cémo hacerse pasar por experto, Debe notarse que en ninguna de estas posiciones avanzadas se da una pizea de gloria a las secretarias, Jas personas més importantes en la arqueologia aca- démica, quienes por lo general son los individuos ‘més sanos en la disciplina y hacen todo el trabajo pe- sadlo; sin ellas la mayorfa de los académicos y los de- partamentos de investigacién simplemente se desmo- ronarian. Los arquedlogos profesionales deben hacer un voto de pobreza, aunque afortunadamente no uno de castidad. La mayorfa de ellos escoge el sustituir los ‘ngresos por el ser interesantes y tener tiempo libre. "Ya que son flacos de medios (aunque de vientre amplio), constantemente tienen que solicitar y supli- ‘car que se les otorguen donativos: 4) para hacer trabajo de campo; ©) para asistir a conferencias; ©) para lograr que su trabajo se publique, Debe saber que en las solicitudes de fondos nunca s¢ dice Ia verdad sobre el bajo grado de importancia heeinalidad en el proyecto; mas bien se tiene que hacer hineapié en el potencial y la natutleza facet ante del trabajo, Aunque ¢s triste decitlo, es cierto que; * La tniea manera de hacer dinero en arqueologta @s hacerse pasar como experto para convertirse €n profesor emérito e investigador nacional, * El Gnico modo de obtener buen dinero es Tucir Jeans ajustados y permanente (en la barba y el Pecho), aparecer en televisiGn, hablar con desan- Sclado entusiasmo y engatiar al piblico, hacién. doles creer que usted es experto en la materia, * Para obtener grandes cantidades de dinero de ®st0, no hay otra manera mas que escribir lan de la cueva del os0 0 Azteca. Tipos de arquedlogos Entre los arquedlogos hay dos eategorias basicas: el arquedlogo de campo y el arqueslogo de gabinete. Los arquedlogos de campo frecuentemente son lamados “arque6logos sucios”, un término que no ne~ cesariamente se aplica a sus mentes a su apariencia, aunque no es raro que asf sea. Ellos son quienes en realidad salen y exeavan 0 recorren el campo para ob- ‘ener alguna evidencia que investigar. Son también los ‘que tratan de vivir, de acuerdo con su nueva imagen de hombres de accién, fanfarroneando mientras truenan su latigo, usualmente con una marcada falta de éxito. ‘Los arquedlogos de campo generalmente engafian a su audiencia, haciéndole creer que su trabajo es exci- tante y pleno de emociones; pero usted debe saber que, ‘al como sucede en el mundo del cine o el de la foto- agrafia de modas, puede parecer glamoroso y envidiable desde afuera, pero cuando lo prueba pronto descubre 10s largos periodos en que no sucede algo interesante. ” Por supuesto hay compensaciones: muy pocas de las otras ocupaciones le permiten ir a lugares deshabi- tados a intervalos regulares con un pufiado de jévenes doncellas deseosas de divertirse y obtener buenas ca- lificaciones, Por ello muchas suffidas esposas, que no Son arquedlogas, se sienten obligadas a ir también, Los arqueslogos de campo tienden a padecer que- maduras de sol, picaduras de insecto, ampollas en manos, rodillas yipies, seguidillas y crudas frecuentes Los arqueélogos de gabinete escogen este papel Por varias razones: pereza, incompetencia, pocas {ganas de ensuciarse las manos o por una aversion a la {ue del sol. Ellos mantienen la tradicional imagen de los arquedlogos como viejos mondtonos y anticuados ©, en muchos casos, j6venes anticuados. Como no ueden o no quieren obtener su propia evidencia, tie- ‘nen que recurrir ala de otra gente. Sin embargo, pue- den lograr sobresalir en la materia al practicar una clase especial de impostura conocida como “arqueo- logia te6rica”. Esto se logra de varias maneras: 1. Puede disimular su falta de datos cuestionando la validez de los de otro, con las preguntas: + 2Qué tan bien se excav6 el sitio? * £Qué tan representativa fue Ia muestra tomada? 2. Distraiga la atencién sobre su propia falta de ideas atacando a quienes intentan hacer algtin traba- Jo, para demoler su enfoque sobre el tema, Este fanfarroneo y sermoneo ha dado resultados impresionantes en muchas carreras, particularmente en Ia corriente llamada “nueva arqueologta”. $i usted 18 es lo suficientemente gritén, arosero y agresivo, ge- neraciones de estudiantes lo tratarén con extraordina- rio respeto y deferencia. A esto se le conoce como el “sindrome del mandril alfa”, ya que estos simios acostumbran establecer el dominio con 1a misma clase de tuidosa impostura, Pero no basta tal conducta; seré necesario que usted diga 0 publique algo, y esta es un rea de inten= so engaio. Los arqueslogos tedricos (o “muertos vie vientes”) producen enormes cantidades de articulos libros, que llenian con: 4a) una jerga impresionante; ) palalbras largas; ©) ecuaciones matemséticas; 4) complicados diagramas que contienen monto~ nes de lineas, flechas y recuadros, Poca gente lee alguna ver. este material, aparte de otros te6ricos que tratan de mantenerse al dia con la nueva jerga (y de paso buscar algo nuevo que atacar) y aquellos estudiantes lo suficientemente desafortu- rhados para tener alos autores entre sus maestros. Asf, poca gente se da cuenta de que buena parte del texto no tiene sentido, que las ecuaciones no vie- nen al caso y los diagramas son superflus, de modo, aque la industria sigue en marcha. He aquf un ejemplo genuiino de un enunciado de un trabajo te6rico: La noeién de contradicciones estructurales que dan lugar @ cambios sociales se relaciona con 1a operacién de variables causales en un nivel epistemol6gico distin- 19 to al que se asumié en el anilisis de variables interrela- cionadas y de las entidades que resultan en procesos morfogénicos de retroalimentacién, AA pesar de su aparente sofisticacién, esta clase de en- Bafo es extremadamente fécil; sélo necesita unas uantas palabras clave como cognoscitivo, interpreta tivo y operacionalizacién; después retinalas en un enguaje apropiado como el estructuralista, procesual © atin mas, postprocesual (no se preocupe sobre Io que esto significa, nadie mds lo sabe 0 se preocupa por ello) y podrd brillar fetizmente hasta que su au- diencia/lectores empiecen a dormitar 0 a huir ame- dtentados. Si alguna vez usted es confrontado por una aterra- dora cantidad de arqueélogos teéricos (dos), primero deberia intentar una plitica positiva sobre las vir- tudes del trabajo de campo. Si insisten, cite el postu- lado de Kant de que los “eonceptos sin conocimiento estén vacios” (es decir que no se puede obtener una idea del todo sin salir y hacer algin trabajo real). La critica de un verdadero filésofo alemsn debiera Lle- garles al corazén, 0 al menos aturdirlos lo suficiente para que usted se disculpe y escape. Los arqueélogos de gabinete tienden a padecer tl- cceras, egolatrfa y crudas permanentes. La diferencia puede resumirse de manera muy simple: los arqueélogos de campo excavan basura, Jos arquedlogos tesricos la escriben 20 La arqueologia en el campo En algtin momento de sus carreras, la mayorfa de los arquedlogos, con Ia excepcisn de los te6ricos, en rea~ lidad salen al campo y tratan de obtener alguna infor- macién fresea. COMO ENCONTRAR LOS SITIOS La manera mis simple de encontrar sitios es pregun~ tarle a alguien que sepa donde estén. Bl seudoexperto inteligente debe estar consciente de que los sitios més importantes no siempre los encuentran los ar- quedlogos; en lugar de esto, son localizados acciden- talmente por campesinos, mineros, trabajadores de la construccién 0 fotégrafos de vistas aéreas; los sitios bajo el agua son descubiertos por pescadores y buzos; las cuevas han sido encontradas por excavado- res de pozos, nifos (en el caso de Lascaux) ¢ incluso 21 Perros (en el de Altamira), y los ladrones profesiona- les de tumbas (“huaqueros” en parte de Sudamérica, “tombaroli” en Ttalia, “saqueadores" en México) son mucho mas habiles para encontrar cementerios anti- 2u0s que cualquier arquedlogo. De todos modos, son estos dltimos los que investigan los sitios y obtienen {oda la publicidad y los aplausos. El area en particular en Ia que el arquedlogo elige trabajar supuestamente es seleccionada para dar res- Puesta a preguntas con, relevancia especifica para su investigacién. En la préctica, las verdaderas razones involueran todos 0 alguno de los siguientes factores: sel clim: + la presencia de un amante; + instalaciones para practicar Ia nataci6n; + las bebidas locales. Francia es especialmente popular por estas razo- nes, ademds ofrece una magnifica comida y una razo- nable tendencia a cubrir las excavaciones con techos, La costa de Quintana Roo, en México, es otra regicn favorable por sus excelentes playas y sus bien equi- pados centros vacacionales; no es raro que los ar uedlogos que trabajan ah{ nunca produzean un es- crito, pues apenas tienen tiempo para atender toda su ‘gama de diversiones, Otro factor de importancia es la situacién politica la guerra no es un contexto saludable para el trabajo de campo arqueol6gico~ Esta es la razén por la que 4a mayoria de los arquedlogos americanos abandona- ron Trin cuando el Ayatola subi6 al poder. Desafortu- 2 nadamente, algunos escogieron trasladarse a la segu- ridad de corta duracién de Afganistan. Cualquiera que sea la zona, existen dos maneras principales de obtener nueva informacién: Ia excava- ciény el recortido. LA EXCAVACION El pablico piensa que los arqueslogos pasan todo el tiempo excavando aunque, de hecho, no todos exca- van y s6lo unos euantos lo hacen todo el tiempo. El impostor deberd explicar con condescendencia que el procesamiento y anlisis de los hallazgos por lo ge- neral toma mucho més tiempo que la excavacién en. sf y que ésta, por lo tanto, es sOlo ta etapa preliminar: el medio para un fin, no un fin en sf misma. Cualquier exeavaci6n a Ia que el piiblico pueda llegar, posiblemente sea visitada con fastidiosa fre- ‘cuencia por honestos ciudadanos que piensan que ‘std abf para su entretenimiento. Se les debe tratar con Ia mayor cortesfa y tespeto, para cl caso de que: 4) pudieran desear contribuir financieramente al proyecto; ) estén relacionados con alguien importante que pudiese suspender el trabajo. Dependiendo de su opinién sobre los visitantes, Jos directores pueden asignar la tarea de dar visitas guiadas, ya sca al més encantador o al ms detestable de los excavadores. Asf, los directores s6lo asumiran esta tarea en el caso de personajes muy importantes 23 Los vis antes casi siempre hacen el mismo tipo de preguntas y comentatios y los seudoexpertos debern familiarizarse con las més irrtantes para dar respues- {as ingeniosas, dignas de George Bernard Shaw, Oscar Wilde, 0 Jorge Ibargiengoitia: ; + Cuando encuentran oro, qué hacen? * Siga y legaré a China, ja, ja! + ¢Qué tan antiguo es eso? {C6mo lo sabe? + (Por qué la gente vivia en hoyos? + Perdf un lente de contacto, {por casualidad Io ha encontrado? + (Es ese un hueso de dinosaurio? + {Le gustaria venir a excavar mi jardin cuando haya terminado? + gDénde estén suIstigo y su sombrero, Indiana? + Qué hace cuando ee? * Creo que Manuel G. es realmente magni reo aus Manvel G. es ements magatic, + iConoce a Eduardo Matos? Se hi dicho que no hay un método comin 6 co- recto para excavar un sitio, pero hay muchisimas ‘maneras de hacerlo mal. Este es un consejo util para el Seudoexperto que esti a cargo de un proyecto de ese ‘ipo, Usted puede desalentar cualquier critica de su método, como inaceptable para las circunstancias panticulares y tnicas que se encuentran en el sitio. _ De hecho hay dos modos basicos de excavar: ver- ticalmente (para ver las diferentes capas), y hori- zontalmente (para exponer reas més amplias de una capa en particular). “ La mayorfa de los directores mantiene estrategias flexibles para tomar ventaja de cualquier rasgo espe- cial que puedan encontrar, © para encubrir cualquier error que pueda cometerse. Asf es que usted debiera saber que, en lugar de estar cuidadosamente planea- das desde el principio, la mayoria de las excavaciones se desarrollan confusamente entre paladas y errores. De cualquier modo es aconsejable obtener tanta {nformacién como pueda acerea de lo que se encuen- tra bajo la superficie antes que usted comience a ex: ccavar. Esto le ayuda a evitarse la pena de: ‘a) encontrarse con que esté excavando en el lugar equivocado: ‘b) no encontrar nada; ‘) encontrar mucho més de To que estaba prepara do para hallar. Por ello conviene utilizar una amplia gama de he~ rramientas y de téenicas sofisticadas, 1o que permite a los estudiantes més aptos para la técnica producir ‘mapas imprecisos de lo que est bajo el suelo. Estos gloriosos detectores de metal incluyen magnetéme- tros, medidores de la resistencia del suelo, y otras di- versas maneras de conducir energfa a través del suelo, Si el presupuesto no se agota en esto, Se pue- den hacer pruebas a intervalos frecuentes. Una falla al checar adecuadamente un sitio condujo a un at queélogo briténico, hace:pocos afios, a excavar hacia cel metro de Londres. En cualquier excavaci6n encontraré cierta cantidad de personajes tipicos. 25 on director de la excavacién es més bien como neal a (la mayoria de las veces es “éI”) pla- do a atte, pero dea todo el rbajo pesa- Teo. pean Oeupindose Unicamente del pape- mee isTones, cuentas, permisos, solicitudes, i re ameneies Woficiales -frecuentemente este Fal a caades~ gtian come enlace ent el gene capone por lo comin uilizan al méximo sober Posicién. En ocasiones tienen alguna idea Ta ue Ses haciendo ene sitio y porque viet Cxeavadores 0 Ia infanteria ~estudiantes, con- “os locales o voluntarios civiles- son la carne de canén, usualmente relizan todo el trabajo pesado y pamanecen en un estado de bendita ignorancia sobre ace haciendo y por qué lo hacen, Es incref- de con Slaunos hasta pagan dinero para ser tratados ce er ners Frecuentemente su tareabisica pare- Sion, mover escombro de un Iugar a otro, en oca- mes separindolo por tamatios antes de tirarlo. Los seudoexpertos debieran saber que la mayor fais del empo se ration poca exes de ok te bron lle con una esptula y se quita con Mande 0 ve es una buena manera de ica pa Be heat tS todo el mundo el movimiento de tierra © on palas, cubetas y carretillas. Sin embar- 80en Japén, donde la mecanizaciGn es excesiva, aun los sitios arqueoligicos pequerios el escomino ex trasladado sobre una serie hasta amon nat Sete de bandas superpuestas 26 ‘Oras tareas emocionantes incluyen lavar los ha- azgos (la mayorfa pedazos de pieda, hueso 0 cer mica), escribir pequeiios nimeros sobre ellos, y empaquetarlos y catalogarlos. En el pasado, toda Ta {nformacién era recopilada en libretas de excavaci6n, junto con las medidas exactas de la posicién precisa de los objetos en el sitio. No importaba demasiado si Jos apuntes eran exactos —una noticia reconfortante para el seudoexperto excavador~ ya que hay pocas cosas mAs soporiferas que tratar de encontrar alan sentido a las notas de excavacién de otra personas adems, estos libros casi nunca eran revisados de nuevo. Ahora, en las excavaciones avanzadas, estos datos son almacenados directamente en computado- ras, lo que no s6lo significa que las méquinas produ- cen los planos del sitio en forma mas fécil y répida que los estudiantes, sino también que los datos més inrelevantes ¢ indtiles pueden ser ignorados aun con mayor rapidez que antes, Por supuesto, el uso de computadoras también permite aparentar que la excavacién se encuentra en la vanguardia de la tecnologia modema -sin impor- tar que s6lo sean tan titles y precisas como la infor- ‘maci6n que se les proporciona, la que a su vez de- pende de la calidad y la dedicaci6n tanto de quienes excavan como de los operadores de las computado- ras-, Las impresiones, mapas y diagramas de com- putadora hacen que sus reportes luzcan tremenda- mente impactantes y profesionales, ademds de que por lo comiin tienen la ventaja de desanimar a los a Tectores que descan examinar cuidadosamente la evi- dencia, Algunos directores ~probablemente aquellos que ‘uvieron una merecida nifiez solitaria~ molestan a los excavadores platicando mientras ellos trabajan, Esto Convierte un trabajo de por sf insipido en intolerable. Enlrentados a dias de ininterrumpida labor de este tipo, no sorprende que la mayoria de los excavadores Seoretamente deseen lograr un hallazgo emocionante, {al vez un cuerpo o incluso algin tesoro, Sin emban, 80, esto no es aconsejable, ya que puede provocar vie sitas de saqueadores, o quejas y amenazas de los lu. {arefios, quienes se oponen a que sus ancestros sean molestados y, por supuesto, esta la posibilidad siem. Pre presente de las maldiciones, Bl excavador necesita rodillas fuertes para poder ‘soportar las largas horas que pasa arrodillado sobre el suelo 0 en tablones; en este sentido, el ser catdlico o Japonés es un entrenamiento iti Por lo general los sitios pueden dividirse en dos tipos: 4. Himedos (Ienos de ramas empapadas), 2. Secos (sin una sola rama mojada), ‘Los arqueslogos de las tierras himedas poseen complejo de superioridad, ya que pueden encontrar la clase de materiales perecederos que normalmente ya S¢ ha desintegrado en los sitios de las tierras secas, Corren el riesgo de padecer pie de atleta ‘Los arqueélogos de las tierras secas se ensucian mucho menos y s6lo se arriesgan a contraer enferme- 28 dads de los pulmones (si el sitio es verdaderamente sec0). : EB] trabajar en cualquiera de los dos tipos de sitios le ayuda a obtener un buen bronceado (en Inglaterra no), a desarrollar los misculos y a perder peso (en Francia no). va ‘Algunas personas esperan que una excavaci cacan t eeepc ens son; sin embargo, porlo general se encuentra en he racién un sistema de jerarqufas: las excavadoras atractivas suspiran por el director, después por los su- pervisores, y por los compafieros excavadores s6lo como titima opeién. Unos cuantos directores france- ses son famosos por atraer a groupies estadunidenses “Nuss nt le mayor rango que és- Nunca admita ante alguien de mayor range ta es su primera excavacién, 0 que no sabe lo que esté haciendo. Aparte de que resulta potencialmente tan penoso como confesar que se es virgen, una. EO lacién de este tipo condueiré @ que le asignen todas las tareas que las manos expertas tratan de evitar Como, por ejemplo: + excavar letrinas, hacer el café, +0 ambas. F ‘ Su rapa y equipo deberin dar Ia apariencia de que cestin bastante usados, y usted tiene que asumir un aire de falsa autosuficiencia y confianza sobre todo el asunto. 29 Las LEYES FUNDAMENTAI ES Existen unas cuantas leyes fundamentales en la exca- vaci6n arqueoldgica, con las que debe familiarizarse: 1. La parte mas interesante del sitio estaré bajo el montén de escombros producido por su excavacién, ‘al menos fuera del drea que escoja para trabajar. 2. EI hallazgo més importante aparecerd el tiltimo dia © cuando ya se"encuentra presionado por el tiem- PO y se agotan los recursos (esto se conoce como la Ley de Howard Carter: 61 encontré a Tutankamén justo antes que Lord Camarvon le ret Puesto), 3. El encontrar cualquier cosa digna de considera- ci6n implicard extender su excavacién e, invariable- mente, no se tratard de lo que buscaba, 4, Si tiene dudas, rémpalo. 5. Falsee sus datos s6lo cuando sea absolutamente necesatio: este consejo es para los impostores més ef- nicos, aquellos que se sienten seguros al saber que cada sitio es tinico y que la excavacién lo destruye, Por lo que nadie puede repetir su trabajo y probar que Usted estaba equivocado. ra el presu- Cosas que es itil llevar a una excavacién + Equipo de campamento, + Ropa vieja y rota, incluyendo camisetas con el letrero: “Los arquedlogos lo hacen en los hoyos.” + Una espdtula (en Francia se prefiere un desar- mador desgastado, 1o que indica algo sobre los franceses), Asegtirese de que luzea suficiente- mente vieja y maltratada para hacerlo pasar como un veterano, : ¢ para insectos. BE mene terme ee rumba sobre usted), + Condones + Un destapador y un sacacorchos.. EL RECORRIDO En estos dias el recorrido de superficie es la principal alternativa “activa” frente a la excavacion, Esto im- plica caminar sistemticamente por un sitio o una re- gin, examindndola en busca de restos arqueol6gicos. de todo tipo ~muros, estrucuras,fragmentos de pie- dra 0 ceramic, etétera~. Después, esta evidencia es cuidadosamente ubicada en mapas, y se deduce algu- na informacién de los patrones observados. Los fand- ticos del recorrido estén decididamente orgullosos de su tipo de trabajo, aunque los excavadores lo consi- deran una pobre referencia y piensan que In excava- cidn es el tnico medio para estar “seguro” de To que se encuentra bajo la superficie, De hecho, cada méto- do tiene distintas virtudes: la excavacién le dice mu- cho sobre una pequefia drea, el recorrido le dice un sobre una gran érea. Pr reco esenelent pra cl qu slo desea 31 Pasar como experto, debido a que con frecuencia ni siquiera se recolectan los objetos, sino que simple- ‘mente se-anota su presencia y localizacién. As{ es que cada recorrido es nico y nunca puede ser repeti. do examen, En conecuencia nae pede eo, Jar sus datos, la tinica manera de cuestionar sus ase- veraciones es excavar toda el dre recorrido, Antes el recorrido era considerado wna segunda opci6n, a Ja que se recurria cuando no se contaba con Permiso, presupuesto.o personal para una excava. cin. Pero ahora se ha reconocido que el recorrido es Inds rpido y mucho menos caro que el excavar, con Certeza resulta menos destructivo y précticamente no Tequiere mds equipo que mapas, estudiar do resistente, on ca a cubierta por su Cosas que es util evar a un recorrido + Equipo de campamento, * Ropa vieja y rota, incluyendo camisetas con el letrero: “Los arquedlogos lo hacen sistemética- mente sobre todo el paisaje.” * Sombrero flexible, * Taco para pies. * Antidote contra picaduras, * Libro de frases locales (revise las palabras que Se usan para decit “cuidado con el toro”, “cerca lectrificada”, “campo minado”, etcétera). 32 EL RESCATE, Algunos arquedlogos excavan todo el tiempo y se en- ccuentran vinculados a centros de investigacisn regio- nales 0 a la unidad de salvamento arqueol6gico. La mayor parte de su trabajo consiste en Ia excavacién, répida de sitios que se encuentran amenazados de destrucci6n inminente por diversas causas. Por 10 tanto, implica poca estrategia global: el mat excavado y retirado para protegerlo y preservarlo para la posteridad. Sus colegas en la academia, quie- nes aseguran que realizan excavaciones de investiga- cin planeadas, con frecuencia se burlan ante esta clase de procedimientos de pepena. Naturalmente, el seudoexperto deberd ponderar Ia arqueologta de res- cate si se encuentra ante un investigador, y viceversa De cualquier modo la arqueologia de rescate es un excelente campo para el impostor consumado, En ella encuentra una multitud de pretextos para no ana- lizar el material ni producir los informes correspon dientes. Siempre puede argumentar que es tal Ta can tidad de trabajo de excavacién que debe realizar que no le queda tiempo libre mas que para “planear” el siguiente rescate, Durante cerca de 15 afios un putia- do de arqueslogos ha venido realizando rescates en la zona arqueolégica de Cholula, un enorme sitio del Clisico y el Postclésico, sin otro resultado que tone- Jadas de tepalcates, los que permanecen sin analizat. Los informes de las decenas de pozos excavados for- ‘man ya parte de la historia perdida de la arqueologia. 3 Los especialistas Algo debe hacerse con todos los datos recopilados en el.campo, y es aqui donde personas de tipos muy va- Fiados, muchas de cllas de campos fuera de Ia ar- ueologia misma, son Ilamadas para hacer su parte Los ExreRTos Expertos en herramientas de piedra Estos individuos son responsables de clasificar frag- mentos de piedra trabajada en diferentes categorias de acuerdo con la forma y el estilo, y tratar de imagi- ‘ar para qué fueron ulilizados. Esto se ha vuelto un Poco més sencillo recientemente, ya que por medio de poderosos microscopios es posible observar hue~ Hlas de uso y residuos en tos bordes de los artefactos incluso se ha detectado sangre humana en algunas herramicntas prehistéricas, lo que sugiere que algu- 34 nos de sus fabricantes fueron tan atolondrados como los experimentadores modemos. Frente a estos especialistas, los seudoexpertos deben evitar el uso de frases como “tener cabeza de piedra” o “Ilenar de piedritas los zapatos”. ocos especialistas tienen mas energia que aque- Hlos que han dedicado sus vidas a los pedazos de pie- dra, pero les siguen de cerca los: Expertos en cerémica Se necesita quebrarse 1a cabeza para encontrar el gusto por una vasija rota, pero en la arqueologia los fragmentos de cerdmica (0 tiestos, o tepalcates) son casi tan numerosos € indestructibles como las hetra- rmientas de piedra, por Jo que es una suerte que algu- nos escojan esta linea de trabajo. Tratar de recons- truir vasijas rotas es una tarea delicada y frustrante, como un rompecabezas de tres dimensiones, espe~ cialmente si hay una pieza perdida 0 varias sobrantes. Para no ser rechazado por un simple tropiezo, este especialista debe tener tun temperamento apacible y ecudnime, ‘Zodlogos Con frecuencia los arquedlogos requicren de Ia ayuda de los zodlogos para Ia idemtificacién de los restos de animales que encuentran. Para los expertos en hue- sos, las cosas son més féciles que para sus colegas bboténicos (véase abajo), ya que los huesos son més, grandes, estén mejor conservados y resultan més fé- 35 cilmente identficables que los restos de plantas. Por ello cada vez. hay mis arquedlogos que se sienten ca paces de realizar este trabajo y se autodenominan “zooanquedlogos" 0 “arqueoz0slogos". Por supuesto, el impostor preferiré la version diferente de la que uusen los otros. Incluso algunos se especializan atin ‘més, en cosas como huesos de pescado, aves, roedo- es 0 conchas de moluscos: los earacoles son tna ma- teria con la que es particularmentefécil mantenerse, Boténicos Los arqueslogos recurren a los botinicos para identi- ficar cualquier fragmento de vegetacién que puedan encontrar (madera, semillas, nueces, granos) sin im- Portar lo htimedos o carbonizados que estén. Con fre- ‘cuencia los boténicos extraen el material en una pro- beta, después de colocar el sedimento del sitio en una maquina de flotacién o en una criba hiimeda. Mis adelante tienen que analizar estos antiguos vegetales en microscopios y hacer su mejor esfuerzo para obte- net alguna informacién de ellos, Las cosas resultan un poco més interesantes si la merela proviene de un estémago, El Hombre de To- lund, un cuerpo preservado de la Edad del Hierro del Primer siglo antes de Cristo, el cual fue encontrado en un pantano en Dinamarea con una cuerda alrede- dor del cuello, tenia cierta cantidad de restos de plan- {as en el estémago, lo que indica que su tltima comi- da fue una especie de papilla conformada por semillas y granos, Después de comer una reconstruc: 36 ci6n de este insfpido potaje, Mortimer Wheeler sefia- 16 que el hombre de Tollund probablemente se habia suicidado, si esta era la clase de comida que le daban. en casa. ( Algunos botinicos se especializan en el estudio del polen (el impostor consumado se referiré a ellos ‘como “palinélogos”). Los granos de polen se conser- van exiraordinariamente bien y pueden revelar una gran cantidad de informacién sobre la vegetacién y el clima del pasado, al mostrar lo que creeia en diferen- tes lugares y periodos. Sin embargo, el estudio del polen es una disciplina muy exigente que ademés le da en las narices a algunas personas. Analistas de coprolitos Los coprolitos son heces fosilizadas, y en 10s sitios arqueol6gicos se pueden encontrar ejemplares de ‘estos desechos animales y humanos, especialmente cen Jos muy secos o en 1os inundados. Los coprolitos, representan la evidencia més directa sobre lo que en realidad se comfa, por lo que desafortunadamente es necesario extracr ¢ identificar sus contenidos. S6lo tun reducido mimero de intrépidos expertos en el mundo sabe la manera de tratar los coprotitos de tal ‘modo que recuperen su forma, su textura e incluso el aroma originales, Se dice que un especialista americano es capaz de reconocer algunas sustancias en coprolitos tratados (como el regalia), tan s6lo por el aroma. Estos exper tos por lo general reciben un injustificado desdén por 37 arte de otros académicos, prende encuentros cercanos extratias, ya que su trabajo com: de este tipo con materias EL FECHAMIENTO. Los cientfi os clentiios son los responsabls del invaluable Jere de Propowsionr a arqueologfa una cone Teele absolut, Las argscogos lex dan pas do soma use cerimicay coms por cl estilo, yes en cha su magia e informan a los arqueslo. £054 tan sj sn soot Lose nen Seats amy populares, a qu le gene simpre le 4 solicitando citas y fechas. Sin duda, i conlatbicabawistomado avid dela angssog 0s seudloexpertos tnicamente necesitan saber lg mudimentos de un % métodos con nombre: unos cuantos mé nombres Dendrocronologia Cada ano, el ereci el crecimiento de un érbs Coe frbol produce un ani- Noy debido gue nate de cada ro dcnul 2s condiciones clinica del ao (buen era Cn ssf) ple eran oy eae ene de anillos que se extiende siglos a a” Secuencia idéntica ao icas conservadas Srnraet amtiuos y medemos. Después de et, los sul de eulauiertroneo encontrado en el rea "n confrontars ayaa ure con la secuenia masa y ete 38 cer asf su edad precisa. Esta es la versién arqueol6gi- ca de los eélculos con palitos. ‘Termoluminiscencia No es necesario saber exactamente cémo funciona sto. Usted tan s6lo debe estar consciente de que se utiliza sobre todo para fechar cerdmica. Al parecer, es posible suponer cusinto tiempo ha pasado desde que un objeto fue cacido, si se mide Ja cantidad de luz que refleja cuando es cocido nuevamente. Aun- que no se cree que esto dé buen resultado con las so- bras, usted puede determinar Ia antigitedad de Ia co- ‘mida por medio del: Fechamiento por radiocarbono Este método se utiliza con sustancias orgénicas, en Jas que se mide 1a mindiscula cantidad de isGtopos ra- dinctivos de carbono (carbono 14) que conservan. Después de la muerte de un organismo, la cantidad de C14 que contiene disminuye de manera constante, al igual que la propaganda que le llega por correo. Las fechas de radiocarbono son el parafso para los seudoexpertos. Se componen de una cifra seguida por un signo de “mis menos” y de otra cantidad. Por ejemplo, 2450280 aP. significa que la edad del obje- to en afios puede ser de entre 2530 y 2370 aftos antes del presente... pero sélo hay un 66% de posibilidades, de que corresponda a ese lapso. Pocas personas pueden recordar fechas de radio carbono con precisisn, por lo que generalmente usted 9 Podra pasarla con cualquier cifta que suene dentro del rango de magnitud adecuado, Si es cuestionado, diga que €l suyo es un dato calibrado (esto es, core, sido, debido a las diversas y complicadas maneras en ue el fechamiento por radiocarbono es inexacto), Ha (oat Iuichos intentos de producir “curvas de cali- racién" estandarizadas (fechando objetos y anillo de ols dead conociay oserando ceo nivel de error del. €14 en cada caso), y cada una es diferent. Cuando se enfrente a una fecha’ de radiocarbono, el impostor puede recurrir a diversas estratagemas: 44) Cuestionar su exactitud (si no ha sido calibrada) ola de su calibracién, ‘) Preguntar sobre el material del que se extrajo la fecha, por ejemplo, las fechas tomadas de con- chas son notablemente inexactas, ¢) Sefialar que una sola fecha de radiocarbono no tiene mucha utilidad, en estos dias s6lo se con- sidera confiable una serie de fechas, Ademés, cualquier fecha puede ser cuestionada simplemente poniendo en duda el modo en que se re- Colecté la muestra y sugitiendo que pudo haber sido contaminada de alguna manera. Muy pocas fechas rqueolégicas pueden resistir esta clase de escrutinio Y Su oponente tendré que rendirse ante sus rigurosos Pardmetros, si no quiere parecer peligrosamente dog- mitico o descuidado, LA INTERPRETACION En arqueologia existen dos tendencias bésicas sobre las cuales el seudoexperto debiera estar enterado: 1. Las fechas de diversas invenciones (como la ce- ramica) 0 sucesos (p. ej. 1a llegada de los seres huma: nos a América) constantemente son echadas hacia auras. 2. Los lugares de origen de diferentes rasgos ar- queolégicos, incluyendo las propias gentes, se mue- ven por todo el mundo, cada vez que se hacen nuevos: descubrimientos. Como decia Breuil acerca de los: orfgenes del hombre: “La cuna de la humanidad va sobre ruedas? De modo que el arte de interpretar la evidencia ar- queolégica le deja a usted suficiente espacio para maniobrar a la uz de futuros descubrimicntos. Los defectos de la interpretacién arqueologica de- berdin ser reconocidos con presteza; de hecho se ha descrito a la arqueologia como “Ia recuperacién de patrones de conducta no observables a partir de hue Tas indirectas en muestras deficientes”. El impostor astuto puede salvar la discusién con una parabola sobre algtin arqueslogo del futuro lejano tratando de explicarse un sitio de fines del siglo xx 10s edificios sefialados con los arcos dorados (Mac Donald's) se- rfan identificados como lugares de culto donde eran preparadas las comidas rituales; claramente la deidad principal era un ratén con pantalones rojos y guantes blancos (su imagen se encuentra en todas partes, es- 4 Pecialmente en la ropa) y la botella de Coca-Cola serfa un simbolo félico o una figura femenita, de acuerdo con las preferencias de quien lo interprete, MALpIctonEs Popularmente se cree ~gracias a las peliculas, las tras cémicas y los periédicos— que los arquedlogos que Petturban tumbas o sitios sagrados caen victimas de horrorosas maldiciones. El caso mis famoso es el de 1a tumba de Tutankamén, ya que Lord Carnarvon (quien financi6 1os trabajos) murié en 1922, unos ocos meses después de que Ja tumba fuera descu. bierta. Los seudoexpertos deberén sonreir burlona ‘mente ante esa creencia, sugiriendo que Tutankamén Podrfa haber ideado una muerte mas espectacular ara Camarvon que la de hacerlo victima de neumo- nia. (De hecho, es posible que su muerte se haya de- bido a que, en un pasaje que conduce a la tumba, inhalara un hongo en el excremento seco de murcié, {agos.) También puede hacer notar que Howard Car. fer, quien en realidad descubrié y abrié la tumba, Perturb6 al cadéver, murié de muerte natural unos 17 alos después, De hecho, muchas muertes ocurtidas después de descubrimientos arqueolégicos de tumbas pueden aribuirse a causas mds mundanas: la arqueologta es lun trabajo sucio, ya que se hurga en viejos escom- bros y materia orgénica descompuesta. Lo que serfa 2 de sorprender es que no hubiera, ocasionalmente, gérmenes y bacterias viviendo entre el escomibro, y puesto que los arquedlogos no se distinguen por su limpieza, bien puede suceder que tomen sus alimen- to5 en el sitio y con Jas manos todo menos limpias.. or tanto, los excavadores recomiendan llevar vacu- nas contra el tétanos y jabén neutro. tras maldiciones de distintas clases pueden afec~ tara los arquedlogos, especialmente en el campo: 1. Insolacién, trincheras colapsadas. 2, *Seguidillas” (conocidas como “la venganza de Moctezuma’’) 3, Lugareios hostiles, 4, Saqueadores. 5, Ausencia de hallazgos (1a mald téril), y lo peot de todo: 6. Que se agote el alcohol. Una maldicién modema de distinto tipo es el sur- simiento de un entusiasta ejército de aficionados con detectores de metal. Por alguna raz6n, esta gente se divierte excavando viejos pedazos de metal y mone- das, a lo que se aftade Ia mayor y més comprensible emocién de llegar a encontrar valiosos cofres de teso- 10s, Si se enfrenta a este tipo de gente, el seudoexper~ to en arqueologia deberd hablar condescendiente- mente contra los que se atreven siquiera a tocar un sitio arqueol6gico y solicitarles que restrinjan sus ac- tividades a las playas y a Ios tiraderos de escombro. (aunque la mayorfa de los anqueGlogos preferirfa, de hecho, que trabajaran en campos minados).. in del sitio es- 4B ‘Sin embargo, si se encuentra con un arqueélogo profesional, el seudoexperto argumentard en favor del responsable y cuidadoso entusiasta del detector de metales, mientras que se afana en condenar a Ia mayorfa. Los arquedlogos pueden sentirse bastante ‘molestos acerca de la excavacién en buscade metal y no ¢s raro que deseen que la gente deje en paz esos objetos hasta que puedan ser excavados adecuada- ‘mente en su contexto arqueol6gico completo. Aunque los hallazgos de objetos de metal no son muy frecuentes en MeSoameérica, resulta bastante di- ficil convencer a los lugarefios de que los tesoros de los reyes prehispdnicos, si es que existian, desapare- cieron ante 1a codicia espafiola. Cada uno asegura que conoce a alguien que encontré una campana de (oro bajo tun monticulo, Fl seudoexperto puede asegu- rarles que las sociedades prehispéinicas no fabricaron ‘nunca grandes campanas como las que se encuentran en iglesias y edificios piblicos, y mucho menos acos- tumbraban enterrarlas bajo las ruinas de sus edificios. Muchos sienten que cualquiera que de manera cegoista roba una pieza del pasado (ya sea un saquea- dor 0 un arquedlogo que no publica su reporte), le ha quitado a la humanidad algo que es irremplazable Por lo tanto es aconsejable, aun cuando usted tenga, un profundo sentido del absurdo, aparentar que toma el pasado muy en serio, Después de todo es el tinico ‘que tenemos. FALSIFICACIONES: Engoffar a la gente es extremadamente ficil y los ar~ {queélogos no son Ia excepeién. A to largo de los aijos un gran nimero de ellos ha sido presa de impos tores sin escriipulos y ha crefdo en la autenticidad de ciertas falsificaciones. Deberia saber que uno de Tos falsificadores més antiguos fue un inglés, Edward Simpson (ca. 1815- 1875), conocido al final como Flint Jack y también ‘menos felizmente como Fésil Willie. Lleg6 a ser un prolific fabricante de herramientas de piedra talla- das, de cerdmica y de otros implementos antiguos, y con frecuencia los haefa pasar como ejemplares £5 nuinos, tanto ante los aficionados como ante los pro- fesionales. Més que un criminal era un bromista a ‘quien le gustaba engafiar a la gente y, de vez en euan- do, daba exhibiciones piblicas de sus habilidades. Flint fue una especie de “arquedlogo frustrado”, ya que era extremadamente zarrapastroso, tena. una te rrible debilidad por la bebida y muri6 en la pobreza, La controversia sobre un sitio, excavado en los afios veinte y llamado Glozel, atin es intensa en Fran- cia; este lugar contenia un conjunto de falsificaciones ‘obvias y sorprendentes, las que supuestamente de- ‘mostraban que en esta localidad eercana a Vichy ha- ‘ian coexistido grabados de Ia Edad del Hielo, v jas de la del Bronce y tabletas con inseripciones del Cercano Oriente. Unos cuantos arquedlogos todavia se muestran poco dispuestos a desechar el sitio, ¥ 45 muchos que no son arqueslogos lo presentan como un ejemplo de la arqueologia cegada que no quiere afrontar hechos embarazosos y una civilizacién des. conocida. Incluso un americano “descifis" las table- tas de Glozel y asegura que demvestran que el lugar fra un bazar donde se vendian ungiientosamuletos y anticulos para asegurar la potencia sexual La falsificacion més famosa ocurri6 en 1912 en Inglaterra euando'se anuncié que el Hombre de Pilt. down, un supuesto “eslabén perdido”, era el hombre inglés més antiguo. Mucho nos dice sobre la falta de sentido del humor de los arquedlogos, el hecho de que no hayan olfateado el engafio cuando en Piltdown se encontré tn implemento de hueso con la forma de un palo de criquet, Seudoarqueologia Los arquedlogos se han acostumbrado, desde hace ‘mucho, a tratar con individuos inocentes, obsesiona. dos con el destino de las diez tribus de Israel, la loca. lizacién del continente perdido de Mu o la extrafa ‘dea de que todos los edificios prehispénicos pueden Ser unidos a lo largo de lineas rectas 6 en la forma de signos del zodiaco, La mayorfa de los museos ¥ otras instituciones de su clase son importunados por estos maniaticos que creen que la Atléntida estaba en el Golfo de México o que et nimero de bloques de ta Gran Pirdmide de Egipto es misteriosamente igual al ndmero de palabras que contiene la Biblia. Sin em: bargo, un hombre ha llevado este tipo de cosas a nue. 46 vas alturas (0 profundidades, seatin el punto de vista), y en un libro como éste merece s propa se- cin como el mejor representante de la impostura ar yet genes tain sh veces pr fade y deste Hamada Esch Von Dani ken, eseibié en 1968 un Tro tiulado La nave de los dioss el eal con sus sucesores (pr ie muy S miles), vendo més de 25 millones de copias en 3 paises -probablemente mas que todos los libros de jueologia juntos. we lets no ean originals, pro ha emindo por asociarse a su nombre, Para decirlo de manera sen- cilla, atribuye cualquier cosa del pasado que parezca Gif o ena (como grandes monuments oibjos enigmétics) vistas del espacio exer Sin i Bee Wilt antigo leo 6 Ba bes le ito y mas ampliamente aceptado que eee 6gica, rméximo para un impostor, ae cla sae pees AE eos pra refit esta ers en parte porgue la cons elon Bs cena trac pore eae tipo mine se vender. Ya que no seria eco permit ‘que estas falsedades permanezcan sin argumentaci Say seer ee hhechos basicos ~pero slo unos pocos, ya que el tipi co fandtico de Von Daniken es la clase de persona aie mete los aos mientras leo Nemesia est diar sus libros a fondo; una simple ojeada a uno de 47 se © {an sélo a los pies de fotos, le bastard para fase cuenta de enfoguey Is estatagomas de Von Si por el contrario, se encuentra con alguie yest en conta de Von Danken, use et soins Go aencontar alo postive qu ddr se eat ue enfatice el hecho de que sus libros son titles pa ensefar a los estudiantes cémo “n a Teconocer: ‘una falsa logica; + trucos de presentacién; ‘una distorsién tonta de la verdad, y * una taimada seleccién de datos, Después admita répidamente, antes de ser desafi do, que muchos textos de arqueologia pueden se para el mismo propésito. an 10” escribir y cémo 48 La publicacién arqueolégica Aunque ahora existe un gran méimero de libros y re- vistas dedicados a Ia arqueologfa, s6lo un pequefio porcentaje esté inspirado por el deseo de difundir el onocimiento entre los colegas, no se diga entre el pa- blico, que es el que usualmente paga la cuenta de los trabajos. En su mayoria, las publicaciones sobre ar- queologia se elaboran con un objetivo en mente: la autopromocién. ‘Cuando solicita un empleo o un presupuesto para investigar, el arqueslogo debe proporcionar con su ‘curriculum vitae wna lista de publicaciones, y si ésta es impresionante puede marcar una gran diferencia entre los candidatos; no importa Ia calidad, s6lo la cantidad. El tamafto deveras importa en los circulos académicos, ‘Ya que son pocos los arquedlogos que se preocu- pan por mantener un flujo constante de estudios va- riados ¢ innovadores, la mayoria emplea una gran 49 cantidad de engafio en esta drea, Ello puede ocasio- nar la publicacién de montones de abstracciones sin sentido, relevancia o aplicacién posibles al mundo real (véase e] apartado de arqueologia te6rica); 0, con mayor frecuencia, reciclados interminables del mismo trabajo: a esto se le conoce como el “sfndro- me de la Mesa Redonda” y le permite conformar una enorme lista de publicaciones con el minimo esfuer- 20. En tanto los titulos y las revistas sean diferentes, usted estard a salvo —Ios jurados no pueden leer todo, ¥ 1a mayoria de Jos articulos s6lo son vistos por unas ‘cuantas personas. Asf es que, la mayor parte del tiempo, este es un engatlo fécil de realizar, Ademss es autorreproducti- Yo: mientras ms publique, mas fécil es conseguir que Te publiquen otros trabajos, y cualquicra que esté fuera del sistema o con algo nuevo y original que decir frecuentemente sera juzgado por los *dinosau- rios” de la arqueologfa y no se le permitiré el acceso al medio. Esto también significa que, en las confe- Tencias, eada uno ya sabe lo que el otro va a decir, y ‘as{ puede pasar més tiempo visitando el bar. Por lo general se busca que los articulos sean pre- Sentados en congresos, con el objeto de obtener fon dos para asistir. También es necesario engaiiar a la institucién patrocinadora, haciéndole creer que ese evento es de enorme importancia para su investiga- ciGn. Sin embargo, es poco lo que de nuevo se dice en tales reuniones y sus funciones principales sor ropiciar las relaciones sociales, el comadreo, la per- 50 secucién de mujeres, la caza de empleos y general- mente probar que usted atin anda por ali Los libros son un problema més complejo que los, articulos, ya que coméinmente se requiere algtin tiem- po para investigar y escribir. De cualquier modo, una. vvez més, hay algunos buenos atajos para el impostor ert: NT Aprende a cambir Is soos ea do de arqueologfa te6rica) 7a: Sint el tabaj ds ots Comes in prio textos de un autor es plagio, pero hacerlo con varios, es investigacién). 2: Secs vera tbe anno tas duras, algunos de sus viejos articulos. Los pocos afortunados que se hacen pasar por ex- pertos y logtan Ia fama descubririn ineluso que los editores estén dispuestos a pagar dinero por poner ee ee | cuales s6lo contribuyeron con un breve prefacio. / Guckariasie depnceps xoniee a ptm da de un libro es recopilarlo; para esto simplemente es necesario escribir a una cierta cantidad de perso- nas y preguntarles si les gustarfa contribuir con ee a prestigio, La mayorfa estaré tan sorprendida por solicitud y tan desesperada por afiadir otro titulo a su lista de publicaciones, que se apresuraré a responder y. ilistol, un libro con el duro trabajo de otros queda Daj su nombre, Uno o dos srussago, en aos lados del Atldntico, estén tan habituados a esta préc: SI tice que publican por lo menos un libro recopilado al fio. Quiz estén empacados con elegancia, pero la calidad del contenido es irrelevante ante Ja impresién, de productividad, Encanos Evasion Para los seudoexpertos, evitar el dogmatismo y Henar Su abajo con “tal vex”, “quiz” “posiblemente” es ‘una regla basica en la publicacién arqueolgica, Esto bre la puerta una retirada ordenada y digna en el caso de un ataque 0 de que se prue! Caso de un atague o de que se prucbe que esté equi Confusién Ora manera de evitar la eriticas es hacer su prosa tan oscura y tortuosa que nate, incluso usted, exté Seguro al final de lo que ha estado diciendo. Este efecto de cortina de humo, particularmente comin en ¢l trabajo teérico, es muy stil cuando resulta que es. taba equivocado, 0 cuando nuevos hallazgos alteran 4a situacién: usted puede simplemente asegurar que 20 fue comprendido y que no dijo nada de eso, Relleno Otro engaio en la publicacién consiste en incluir montones de listas y tablas, las que nadie se molesta- 4 nunea en cotejar o leer por completo, pero que 2 ayudan a que su trabajo parezca académico y meticu- oso. De la misma manera algunos autores, sobre todo los franceses, ponen una larga bibliografia al final con numerosas fuentes, a la mayorfa de las eua- les en tealidad nunca se hace referencia en el texto, No es mis que un aparador, pero resulta muy efecti- yo, ya que es muy improbable que alguien lea todo et trabajo y note las ausencias. No publicar ‘Algunos arquesloges pasan afios, ¢ incluso décadas, sin publicar una sola nota, Esto es atin més grave si ademés van por ahi ecultando a sus colegas y al ‘mundo en general la informacién que han exeavado u obtenido de algiin otro modo. Son muchos estos casos en todo el mundo, y en ellos estén involucrados sitios muy famosos, pero en lugar de excluir a Tos in- dividuos que estén en esta situacién, generalmente Jos arqueslogos los tratan con gran cortesia y sélo ‘murmuran sobre ellos a sus espaldas. Existen algunas razones basicas para no public: 1. Pereza, letargo 0 condescendencia (principal- mente entre aquellos que euentan con empleo fijo,, ‘quienes, por lo tanto, no tienen que preocuparse de que se evaliie su produccién), 2. Incompetencia. Se manifiesta de muchas mane- ras: algunos dificilmente pueden hilar dos frases se- guidas, no se diga producir un reporte exacto sobre tuna parte de su trabajo. Otros son desordenados eon- 53 ‘génitos, por lo que las notas e incluso los hallazgos {erminan perdidos en fa estratigrafia que se forma en Sus oficinas y laboratorios. Un par de ellos han Tlega- do.a ser bien conocidos porque son tan distrafdos que olvidan notas, manuscritos y hallazgos irremplaza- bles en Ios trenes, 3. Terror, Algunos arqueslogos son tan sensibles que el s6lo pensar en exponerse a la eritica constituye Para ellos una tortura. Por supuesto que el hecho de ue no publiquen también es atacado, pero esto se considera el menor de-los dos males en una materia en la que es seguro que, por cualquier cosa que haga, alguien lo echaré a la hoguera. 4. Estar demasiado ocupado. Los nuevos inyesti- gadores tienden a recibir Ia carga més pesada en do- cencia, asi como todos los trabajos que nadie més quiere, tales como participar en comités editoriales, calificar trabajos escolares y conducir visitas a mu- seos. Otros simplemente estén tan preocupados por onstruir su carrera, que no ponen atencién a asuntos, tan insignificantes como la ética 5. Actividad constante. Es de sorprender que a muchos arquedlogos se les permita continuar exca- vando o investigando sin que hayan publicado nada sobre lo que ya hicieron. Con esto se acumuila répida- Mente un enorme conjunto de datos y hallazgos, la ‘mayorfa de los cuales nunca sersin procesados y ana- lizados, no se diga publicados. Es un fenémeno que a la apariencia de una actividad constante, aunque 1 realidad es el mejor engafio de todos. 34, Se ha sabido de muy pocos arqueslogos que admi- tan sus errores, y menos por escrito. Aun en las acla~ raciones publicadas, generalmente argumentan que su posicién original era la correcta, pero que las cir- cunstaneias han cambiado, De este modo, las eriticas, sobre su trabajo anterior pueden ser desestimadas con el comentario: “Eso es To que pensaba en aquel tiem- po, pero he avanzado desde entonces.” En realidad usted nunca puede obligarlos a explicar claramente de qué manera ven ahora el problema. “El echarse ppara atrés” y “las vueltas en redondo” son recursos ficiles para aquellos experimentados en esta clase de ‘maniobras. ¥ Los seudoexpertos siempre deben dar la impresion de haber lefdo bastante sobre la materia, no s6lo en sus escritos, sino al conversar, Si se le pregunta si ha lefdo algtin libro nuevo, usted puede argumentar po- breza y asegurar que est esperando la edicién popu lar (aungue pocos libros serios sobre arqueologfa han salido alguna vez en edicién popular), y después des- vie la plética al problema cada vez peor de los pre- cios exorbitantes de os textos. Otra estratagema bas tante efectiva, si se le pregunta sobre un artfculo 0 un libro en particular, consiste en expresar entusiasmo ¥ decir que esté terriblemente ocupado, pero que arde en deseos de leerlo tan pronto como su limitado tiempo libre se lo permita; después cambie la jugada preguntando la opinién de su acompariante. 55 Algunos nombres que usted debe conocer Srrtos Si en una fiesta le preguntan a qué se dedica y usted confiesa que esta trabujando en una tipologta de los ccanales prehispanicos excavados en Amalucan, Pue- bla, no retendré la atencién de su audiencia por mas de 2.5 segundos, Por lo tanto, todos los aspirantes a seudoexpertos en arqueologta deben saber algo acer- 2 de los pueblos y lugares mas exsticos que sf inte- resan a los demas, de preferencia aquellos que atin resultan enjgmaticos © controvertidos y para los cua- les no hay una respuesta completa, Puede escoger entre alguno de los siguientes: ‘Stonehenge Es uno de los muy pocos sitios arqueolégicos briténi- 0s de los que todo el mundo ha ofdo hablar. Esta particular estructura en Ia planicie de Salisbury con- 56 tiene un enge (un érea circular Timitada por bancos de tierra y un foso) con enormes piedras (“megali- tos") colocadas en su interior. Las piedras més gran- des sostienen enormes losas horizontales (dos piedras verticales y un dintel forman un trilit6n), mediante un sistema de muesca y espiga, es decir, as salientes de Jas partes altas ajustan con las aberturas correspon- dientes en los dinteles. No se sabe exactamente eémo fueron colocadas all las piedras horizontales, aunque es muy improbable que este trabajo se deba a astro- nautas de otros mundos. Las piedras de mayor tamafio (“sarsens”) son loca~ les, pero las piedras azules (que en realidad son azu- ladas eon lunares rosas) supuestamente fueron trafdas de Gales -tal vez ahi hacfan descuento en las com pras por tonelada~. Los investigadores han dividido el desarrollo del sitio, que abarca un periodo que va alrededor del aio 3000 al 1100 antes de Cristo, en tuna serie de fases (I, I, III, a, b,c), que nadie puede recordar. Si le preguntan sobre ellas, usted puede evi- tar clegantemente el asunto expresando su desacuer- do.con la secuencia y explicar que espera que aparez~ cael reporte completo de la excavacién para evaluar usted mismo Ta evidencia. Generalmente se piensa que Stonehenge fue un sitio ritual (en arqueologia, cualquier cosa cuya fun- cin no sea obvia es clasificada como ritual). Eviden- temente tiene algtin significado astronémico, ya que estd alineado hacia la salida del sol a mediados del verano, De cualquier modo, antecede a los druidas, 7 por varios siglos y no existe evidencia de conexién alguna, ya sea con esa religidn 0 con el sacrificio hu- mano. Fsto no impide que un pufiado de personas en ttinicas blancas se retina alli cada mes de junio para realizar ciertas ceremonias seudodrutdicas. En los tiltimos afios Stonehenge también se ha convertido en el escenario de invasiones veraniegas de hippies (quienes tal vez Io yeneran como el grupo de rock més antiguo), que se retnen para involucrarse en batallas rituales con la policfa y para dar gracias por el sol naciente y por sus cheques de seguridad social Carnac Es un grupo de piedras asentadas verticalmente, que se localiza en Bretaiia y no debe ser confundido con Karnak (un gran templo en Egipto). Corre en filas por kilémetros a To largo del campo, Iuciendo como las interminables Iineas de montfculos de termitas del norte de Australia, De cualquier modo, los imposto- res deberiin hacer uso de este tipo de comparaciones con mucho cuidado, o los escuchas impresionables autométicamente asumirén que los megalitos de Car- nac fueron levantados por una banda de aborigenes: australianos nostélgicos. Los sitios como Carnac son miel sobre hojuelas para el seudoexperto, ya que nadie tiene la més mini- ‘ma idea sobre lo que eran. Como es costumbre, se supone que se habrian utilizado para algin ritual © inevitablemente se piensa que tenfan alguna funcién 58 astronémica, pero basicamente Jo que a usted se le ‘ocurra es tan bueno como Io que asuma cualquier otro, Es necesario saber que estas piedras paradas se llaman “menhires”, y si esto trae a colacién los libros de Astérix, sefiale que, aunque resulten divertidos, 05 libros son falsos arqueol6gicamente, ya que s tian a los megalitos prehistéricos cientos de afios después, en la 6poca de los romanos. Esto puede ha- cerlo parecer un aguafiestas pero confirmard sus ere- denciales como un ardiente partidario de Ia exactitud de los datos. El ejército de arcilla Como es usual, el hallazgo més grande de los dltimos aiios no fue realizado por arquedlogos sino por cam= pesinos chinos que excavaban en busca de agua. Lo que encontraron cerca de Xian resultaron ser cientos: de figuras de barro de soldados y caballos de tamafio natural, ordenadas por filas, Fueron hechas para res~ ‘guardar, en Ja muerte, al emperador Qin Shihuangdi (Gel tercer siglo antes de Cristo), quien se encuentra sepultado a cierta distancia bajo un gran monticulo. Esta extrafia préctica fue, al menos, una mejora de la costumbre de matar gente para que hiciera el trabajo en la otra vida; en cualquier caso, za quién podria ha berle pedido el emperador que masacrara todo su ejército? Eyidentemente las tropas estaban bien equipadas y armadas, lo que demuestra que para ese entonces el ejército chino todavia no se habfa arruinado. Algunos 59 ansiosos arquedlogos se preguntan si también pueden ‘esperar encontrar una armada de arcilla: ,acaso el gran emperador tuvo también una gran flota de barro? Nasea Este desierto peruano constituye un misterio intrigan- te; esta cubierto por cientos de lineas rectas que se extienden kilémetros, corriendo paralelas © eruzén- dose y formando grandes dibujos de animales, paja- 0s, peces, arafias, etcétera, Fueron hechas siglos atrs removiendo piedras, lo que dejaba al descubier- to la tierra mAs clara debajo de ellas, y slo son visi- bles desde el aire. Una matemética alemana, Maria Reiche, ha pasado décadas tratando de probar que tienen una funci6n astronémica, Sobra decir que ge- neralmente se les considera rituales. Von Daniken in- siste en que el sitio es una especie de aeropuerto para platilos voladores; otros proponen que los habitantes de Nasca contaban con el conocimiento y la tecnolo- fa suficientes para subir en globos (al igual que mu- chos arqueslogos, sabian bastante sobre aire calien- te). Los seudoexpertos pueden intentar sugerir que la gente de Nasca era extremadamente alta, No hay evi- deneia de esto, pero tampoco existe evidencia de as- tronauta 0 globo alguno. Axtecas e incas ‘Mucha gente, incluyendo I mayorfa de los estudian- {es europeos novatos, encuentra dificil recordar cul de estos pueblos vivia en Perd y cual en Méxivo, y si 6 fueron conquistados por Cortés © por Pizarro. Los impostores pueden mantener el control sobre estos, hhechos basicos mediante estos trucos mnemotéc- nicos: + tanto inea como Pent tienen cuatro letras, y Pi- zarro y Perti comienzan con P; + México, azteca y Cortés son palabras de seis le- tras cada una. La destrucci6n de estas dos grandes civilizaciones debido a la codicia espafiola por el oro es uno de Tos episodios més trigicos de la historia humana, Algu- nos ereen que la devastacin de parte de Espatia por ‘vacacionistas briténicos en busca de sol, mar y san- ‘grfa es una retribucién divina, ‘Los incas construyeron impresionantes templos y fuertes con enormes bloques bellamente ensamblados (no es probable que Jo hicieran astronautas que past- ‘ban porel lugar), Tenfan montones de oro, pero no es- critura; en su lugar usaban cuerdas con nudos y aun Champotlion habria pasado enormes trabajos para descifrarlos. Su sitio més famoso es Machu Picchu, palabra que suena como un estomud, Se asocia a los aztecas con grandes templos sobre plataformas y con el sactficio de cientos de enemi- gos para alimentar a sus voraces dioses. Si se le pre siona respecto de este t6pico, usted puede desviar las preguntas mencionando a otros grupos de Mesoamé- rica (no México, por favor), como Tos toltecas, mixte cos, zapotecos, chichimecas y mayas, Sélo un ver- dadero especialista en el Nuevo Mundo sabria Ia 61

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