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MANUAL pe DERECHO PROCESAL PENAL NICARAGUENSE COORDINADORES José Maria Tijerino Pacheco Juan Luis Gomez Colomer AUTORES César R. Criséstomo Barrientos Pellecer Gustavo Adolfo Vega Vargas Alfredo Chirino Sanchez Mario Alberto Houed Vega Maria Asuncién Moreno Castillo Manuel Arduz Ulloa oT MANUAL DE DERECHO PROCESAL PENAL NICARAGUENSE Coordinadores: Jost Maria TERING PacHECO JuAN Luis GOMEZ COLOMER Autores: César R. CrisOstoMo BARRIENTOS PELLECER Gustavo ADOLFO VEGA VARGAS ALFREDO CHIRINO SANCHEZ Mario ALBERTO Hovep VEGA Maria AsuncION Moreno CastiL.o Manuet ArAuz ULLoA A ST sHUL aaa emma Ld tirant Io blilanch Valencia, 2005 Copyright ® 2005 ‘Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse 0 transmitirse porningtin procedi io electrénicoomecsnico, incluyendo fotocopia, grabacion magnética, o cualquier almacenamiento de informacién y sistema de recuperacién sin permiso escrito de los autores y del editor. En caso de erratas y actualizaciones, la Editorial Tirant lo Blanch publicaré la pertinente correcci6n en la pagina web www.tirant.com (http:/www.tirant.com). © TIRANT LO BLANCH EDITA: TIRANT LO BLANCH C/ Artes Graticas, 14 - 46010 - Valencia TELFS.: 96/361 00 48 - 50 FAX: 96/369 41 51 EmailstIb@tirant.com hup://www tirant.com Libreria virtual: hup:/Avww.tirant.es DEPOSITO LEGAL: V-2518-200S 1.8.B.N.: 84-8456-218-2 IMPRIME: GUADA LITOGRAFIA, S.L. - PMc © JOSE MARIA TUERINO PACHECO JUAN LUIS GOMEZ COLOMER (Coord.) y otros Tema 3° Los principios del proceso penal Sumario: §8. Caracteristicas generales. §9. El principio del debido proceso. §10. El principio de legalidad procesal. §11. El principio acusatorio. §12. El principio de oportunidad reglada. §13. El principio de proporcionalidad. §14. El principio de tnica persecucién (prohibicién de la doble incriminacién). §15. Los principios probatorios: a) Presuncién de inocencia; b) Libertad probatoria; ¢) Licitud de la prueba. §16. El derecho constitucional al recurso. §17. La gratuidad del proceso. BIBLIOGRAF{A: AGUILERA MORALES: El principio del consenso. La conformidad en el proceso penal espaiiol, Barcelona, Ed. Cedecs, 1998; ALCALA-ZAMORA: E] allanamiento en el proceso penal, Buenos Aires, Ed. EJEA, 1962; ANDRES IBANEZ/CONDE-PUMPIDO FERREIRO/FERNANDEZ LOPEZ/PEREZ MARINO/VARELA CASTRO: La reforma del proceso penal, Madrid, Ed. Tecnos, 1990; ARMENTA DEU: Criminalidad de bagatela y principio de oportunidad: Alemania y Espaiia, Barcelona, Ed. PPU, 1991; Idem: Principio acusatorio y derecho penal, Barcelona, Ed. Bosch, 1995; ARROYO GUTIERREZ: El principio de proporcionalidad y surecepcién en el Cédigo Procesal Penal de Nicaragua, Revista de Derecho (Nicaragua) 2002, num. 1, pags. 268 y ss.; ASENCIO MELLADO: Principio acusatorio y derecho de defensa en el proceso penal, Madrid, Ed. Trivium, 1991; BANDRES SANCHEZ-CRUZAT: Derecho fundamental al proceso debido y el Tribu- nal Constitucional, Pamplona, Ed. 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La creaci6n del proceso no es sin embargo libre para el legislador, pues debe someterla a determinadas reglas esenciales, la mayor parte hoy internacionalizadas y constitucionalizadas (v. supra tema 2°), porque el proceso refleja la ideologia politica dominante en el pais en que se va a aplicar, y en los demas paises del mismo entorno cultural. No la ideologia de partido, sino la ideologia de la SocieOdad en la que se incardina. Si ese pais es democratico, esas reglas esenciales configuraran el proceso como el propio de un Estado democratico y de Derecho; si no lo es, el proceso respondera al Estado dictatorial. Pues bien, la primera cuestién a analizar cuando se trata de estudiar esa institucion artificial y técnica que es el proceso debe hacer referencia necesariamente a dichas reglas basicas, es decir, a sus principios esenciales, unica manera de saber si el proceso que estamos contemplando es el propio de un Estado de Derecho o es otro distinto. EI CPP noes sistematico al respecto, pero los recoge practicamente todos ellos en el Titulo Preliminar (arts. 1 a 17). Vien: 1 TTS TATTERED c! principio del debido proceso, sin duda por influencia anglosajona. La razén, por ejemplo en los Estados Unidos de Norteamérica, es que al ser el proceso de construccién jurisprudencial se necesita la consagracién de un principio que implique que el enjuiciamiento de una persona se haré respetando ciertos limites més alla de los cuales el proceso no sera valido, limites que coinciden con los de sus derechos fundamentales. En la Europa continental sin embargo, al estar constitucionalizados muchos o la mayor parte de los principios del proceso, todos ellos conjuntamente conforman el derecho al proceso con todas las garantias, por lo que no hace falta una declaracién expresa. e la dialéctica procesal para llegar a una absolucién o condena justa por un juez objetivo e imparcial. Ha dicho en 1955 el Tribunal Supremo Federal norteamericano 60 JUAN LUIS GOMEZ COLOMER (caso In re Marchisom) en este sentido que 4a exigencia basica de un proceso debido es un juicio limpio (fair) ante un tribunal limpio (fair). Para que ese juego limpio (fairness) se dé s@#Squierelobjetivallente : «1! Que exista igualdad entre las partes (v. supra tema 2°); b) Queeljuzgadorseaimparcial, con fundamento en la Sexta Enmienda de la Constituci6n USA. Ademas de esas condiciones objetivas, el acusado goza en los Estados Unidos de Norteamérica de un derecho, Sasado en la Quinta Bnmienda, Al juicio limpio. A partir de ahi @0dG}S\practicamicntelawelprocesslof Laie) pucs sus manifestaciones abarcan practicamente a todas las instituciones procesa- les que afectan en mayor o menor grado al acusado, tanto en el procedimien- to preliminar, como en la fase de juicio ante el Jurado. Este principio (proceso debido para lograr un juicio limpio) ha tenido una importantisima @@pereusion fuera del mundo anglosajon, siendo recogido explicita o implicitamente por los{@rd@namientos Supranacionales y por algunos internos, no sin dificultades por ser fair un término en si mismo intraducible procesalmente, c@@J@Iiimjde\sarantizan|atodalcostalduere) proceso seré el propio de un Estado demoavatico, Tuchandose con igualdad de armas, decidiendo un Juez, con osin Jurado, ajeno a la causa, y quedando protegido el acusado frente a vulneraciones que lleven a una condena injusta. Asi, cl CEDH se refiere al proceso limpio ojusto en sus arts. 6.1 y 11, d), pero el CADH no lo menciona aunque todo su art. 8 estd impregnado de él. En cambio @/AT@M@aMia, en donde no hay norma expresa, se considera que la exigencia de juicio limpio es una maxima general de todo proceso Penal consecuencia del Estado de Derecho y social, cuyo basamento radica enelart.6 CEDH citado, aunque existe una cierta complejidad en este tema. En efecto, la distincién entre lof¢oneeptos anglosajones fair frialy due Process of law, es realizada de este modo en la Repiblica Federal: El fair trial es, en los paises anglosajones, un principio que considera al proceso desde el punto de vista de las partes, en virtud del cual debe quedar garantizada al inculpado la defensa, entendida de la mejor manera posible, frente a la acusacién, mas poderosa en medios que él. En este sentid gi GSte Un air Aral S) |. Republica Pederalde Alemania, porque no rige en ella un peoeeso penalld® partes. Pero si tiene vigencia un principio que complementa a aquél,@lde

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