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4 Introduccién En esta cartilla ofrecemos 12 temas para el estudio de los profetas de Israel. En los primeros seis temas se reflexiona sobre aspectos generales del profe- tismo en Israel y la vida y mensaje de algunos de los profetas mas importantes. En los seis restantes se abordan los temas principales de la denuncia y anuncio de los profetas. Para profundizar el estudio recomendamos la lectura de estos articulos de revista y libros, que nos han sido de gran utilidad para elaborar la cartilla: R. de Sivatte, “Monsefor Romero, los profetas de Israel y los idolos: la religidn, las potencias extran- jeras, las armas, el poder’ en Revista Latinoame- ricana de Teologia 41 (1997), pp. 173-192. R. de Sivatte, “Monsefior Romero, los profetas de Israel: el {dolo de la riqueza y el Dios de la vida” en Revista Latinoamericana de Teologia 43 (1998), pp. 17-33. R. de Sivatte, Dios camina con los pobres, UCA Edi- tores, San Salvador, 1997. J.L. Sicre, Profetismo en Israel, Editorial Verbo Divino, Navarra, 1992. En El Salvador tenemos la suerte de contar en nuestra historia reciente con un verdadero profeta, al estilo de los profetas biblicos. Este privilegio es moti- vo de alegria, pero también de responsabilidad. Asi como los profetas fueron continuamente releidos por sus seguidores y su mensaje se actualizaba a las nuevas circunstancias que vivia el pueblo de Israel, también nosotras y nosotros tenemos ahora la res- ponsabilidad de actualizar el mensaje de Monsefior Romero a las nuevas situaciones que nos toca vivir como pueblo de Dios. Deseamos que esta cartilla contribuya a ello. \Sugerencias metodoldgicas Seguirds siendo mi voz El dibujo Cada tema se inicia con un | didlogo a partir de un dibu- | jo. Se trata de comenzar la | reflexién a partir de las opiniones e inquietudes de las personas participantes. Desarrollo del tema En las dos paginas siguien- tes se exponen las ideas principales de cada tema, que ademas contienen infor- macién adicional en las | notas del margen de cada pagina. El animador 0 ani- madora puede encontrar mis informacién en los i- bros recomendados. | Ultima pagina Aqui se offecen algunas su- gerencias para desarrollar el tema con un método’ par- ticipativo, Recomendamos especialmente los Ejerei~ cios, ya que permitiran a las personas participantes en- irar en contacto directo con Ja Biblia. | Es mejor realizar los ejerci- | cios durante la exposicién | del tema, asf lograremos un proceso de aprendizaje mas | activo Tema 1 éQué es un profeta? Platiquemos | * {Qué ves en esta lamina? * {Por qué decimos que Monsefior Romero | es un profeta? ‘A veces se piensa que un profeta es una persona que adivina el futuro. Esto tiene poco que ver con lo que realmente fueron los profetas en Israel. “Digamos, ante todo, que lo mas tipico de los profetas no es que sean previsores del futuro, sino que, en nombre de la expe- riencia de fe, interpretan el presente de la realidad que vive el pueblo; y en nombre de la misma experiencia de la fidelidad de Dios, se atreven a anunciar esperanzas para el futuro” (R. De Sivatte). No hay dos profetas iguales; la evolucién del movi- miento profético en Israel es muy compleja, no obstante podemos extraer algunos rasgos comiines en todos los profetas. Es lo que J.L. Sicre llama “los rasgos esen- ciales del profeta”: los profetas son personas inspiradas, publicas y amenazadas. El profeta habla en nombre de Dios Cuando el profeta habla suele comenzar con estas palabras: ‘Oréculo de Yahveh” (Am 8,9), “As/ dice Yah- veh” (Jr 1,4; Am 1,3), “Oid la palabra de Yahveh” (Jr 21,11), ‘Dice el Sefior” (Is 29,13). En efecto, el principal rasgo de un profeta es que habla en nombre de Dios. Es una persona inspirada. Es el portavoz y la boca de Dios. Como decfa Monsefior Romero, los profetas son los “micréfonos de Dios”. Mas que poseer la palabra de Dios, el profeta es posefdo por la palabra de Dios, que es como un fuego que le quema por dentro (Jr 20,9). Ser profeta no es un oficio, es una vocacién. Nadie elige ser profeta, el profeta es llamado por Dios para cumplir una misién. Ser profeta no se estudia en ninguna Seguirds siendo mi voz ‘Tradiciones proféticas Estamos acostumbrados a considerar a los profetas como personas aisladas, Hablamos de Jeremfas, Isafas, Amés, Mi- queas, pero olvidamos que | ellos son parte de un pueblo. | Propiamente, mas que de | profetas debemos hablar de tunas tradiciones proféticas en Israel. Los profetas son parte de un pueblo que tiene su historia, su fe, su culto, sus creencias, etc. Los profetas no surgen de la nada, nacen de un pueblo que trata de vivir fiel al ideal de la alianza en el Sinaf, un pueblo libre. Esto lo podemos comprender | bien, si consideramos la figura de Monsefior Romero. Des- pugs de Medellin, se vive en Ja Iglesia latinoamericana y salvadorefia todo un proceso de conversién hacia los po- bres. La Iglesia despierta de su letargo y se compromete por la justicia y la paz. Dentro de esta corriente profética, surge la figura de Monseftor Rome- | ro, quien retoma las directrices | del Vaticano II y Medellin y las Heva hasta las dltimas consecuencias. No podemos entender a Mon- sefior Romero separado de su Iglesia y de su pueblo, como tampoco podemos comprender a los profetas aislados de su pueblo y de su historia, Tradiciones proféticas de Israel escuela. Para ser profeta no es necesario ser sacerdote; de hecho, la mayoria de profetas de Israel no fueron sacerdotes. En el profetismo, la iniciativa siempre parte de Dios. Es Dios quien llama y envia. Dios llama a campesinos co- mo Miqueas, pequefios propietarios como Amés, muje- res como Débora (Jue 4) o Julda (2 Re 22), hijos de sa- cerdotes como Jeremias, 0 personas que conocen el poder como Isafas. Cuando los profetas son llamados por Dios, la primera reaccin es negativa; nadie quiere ser profeta porque sabe que es una vocacién arriesgada, que trae mu- chos problemas (Jer 1,4-10). Amés no se siente profe- ta ni hijo de profetas, sin embargo, Dios lo envia a profetizar contra el rey (Am 7,14). Jonas que es en- viado a profetizar a Ninive, toma el camino contrario (Jon 1,2-3). Pero siempre la llamada de Dios es mas entimientos del profeta, que finalmente n (Am 3,8). El profeta habla en nombre del pueblo Si decimos que el profeta es llamado para hablar en nombre de Dios, esto nos puede mover a pensar que el profeta tiene un contacto extraordinario y casi directo con Dios, de tal forma que Dios le dicta lo que tiene que decir, y el profeta se limita a repetir lo que ha oido. La realidad no es tan simple. Es cierto, el profeta tiene una experiencia muy fuerte de Dios. Pero el mensaje que el profeta anuncia no le viene “caido del cielo” como por arte de magia. {De dénde le viene la palabra que anuncia? {Por qué el profeta afir- ma con tanta seguridad que su palabra es de Dios, si como estamos diciendo, Dios no le dicta el mensaje? Podemos resumir la respuesta en dos frases: experien- cia de Dios y experiencia de la realidad. 7 Puntos en comiin de los profeta biblicos “Bstin arraigados en la fe ¢ Yahveh, acompafante de la liberacién del dominio egipcio y fiel siempre a su compromi- 50 con la historia de su pueblo. Estan siempre abiertos a un permanente diglogo con Dios ys por lo tanto, dispuestos a es- cuchar sus nuevas palabras Son personajes “encarnados” en la realidad y metidos de lle~ no en la historia, Actiian siempre en tas situa- ciones eriticas de cualquier tipo (cuando las personas se sienten demasiado seguras, cuando se cometen injusticias en la sociedad, cuando la gente se olvida de su fe y sus costumbres), Se preocupan por la suerte del pueblo y por su futuro. Unen en sus propias personas la fe y la vida, en esta Iinea resulta significative todo lo que dicen sobre la necesidad de que la vida ciiltica y de compromiso por la justicia vayan totalmente a la par. Proclaman su mensaje no sélo con palabras de denuncia, de anuncio y de esperanza, sino también con su propia vida y con los actos simbélicos que realizan”, R, de Sivatte, Dios camina con su pueblo, UCA Editores, San Salva Por un lado, el profeta tiene una fe muy profunda en el Dios que sacé al pueblo de la esclavitud en Egipto y sellé una alianza en Sinai para vivir como pueblo libre, en justicia y fraternidad. Por otro lado, el profeta es un gran conocedor de la historia y de la realidad de su pueblo. El profeta vive en medio del pueblo. Es una persona publica. No vive encerrado en el templo, 0 alejado en el desierto, separado de la realidad. El profeta es una persona del pueblo que vive inmerso en la realidad, lo podemos ver en la calle, en las plazas publicas, en los caminos, alli donde el pueblo vive y sufre, se alegra y tiene esperanzas. El profeta escucha los gritos de su pueblo, conoce sus espe- ranzas, ve con sus propios ojos las injusticias que cometen contra los pobres, conoce las artimafias de los politicos, las injusticias de los ricos, los fraudes del libre comercio, la corrupcién de los jueces, la prepo- tencia de las naciones poderosas. El profeta tiene puestos los pies en la tierra y el coraz6n en Dios. Entonces, el profeta contrasta la realidad que ve con sus propios ojos con su fe en el Dios liberador, y de ahi, poco a poco, va surgiendo y haciendo propio el mensaje de denuncia o de consuelo, de amenaza 0 de esperanza, y tiene la plena conviccién que esa palabra no es su palabra, es la palabra que Dios le ordena decir. En resumen, la palabra del profeta nace de la expe- riencia de Dios y del contacto con la realidad que vive el pueblo. En nombre de Dios denuncia y llama a la conversion a los poderosos que oprimen a los pobres y en nombre de Dios comunica el consuelo y la espe- ranza a su pueblo atribulado El profeta quiere que su pueblo viva fiel al Dios que lo sacé de la esclavitud en Egipto y sufre cuando el pueblo recae en la opresion y abandona el proyecto de Dios. Seguirds siendo mi voz El pueblo profético en Monsefior Romero “No es que me crea profeta, es que ustedes y yo somos un pueblo profiético, es que todo bautizado ha recibido partici- pacién en la misién profética de Cristo... Quienes se rfen de mi, como si yo fuera un loco creyéndome profeta, debian de reflexionar. Nunea me he crefdo profeta como en el sentido de tnico en el pueblo, porque sé que ustedes y yo, el pueblo de Dios, formamos el pueblo profético que no lo puedo dar yo, sino que lo ha dado el Espiritu. Y cada uno de ustedes puede decir con toda verdad: «El Es piritu entré en mi desde el dfa del bautismo y me envié a la sociedad salvadorefia, al pue- blo de El Salvador», que si hoy anda tan mal, es porque la misiGn profética ha fracasado cen muchos bautizados. Pero, gracias a Dios, yo quiero decir también, que hay en nuestra arquididcesis un de pertar profético en la comut dad eclesial de base, en el gru- po que reflexiona la Palabra de Dios, en esa conciencia critica que se va formando en nuestro cristianismo, que ya no quiere ser un cristianismo de masa, sino un cristianismo consciente” (Homilfa, 8 de julio de 1979). Tradiciones proféticas de Israel El profeta es una persona amenazada Otro rasgo de los profetas es que son perseguidos. “La verdad siempre es perseguida”, decia Monsefior Romero. El profeta es un estorbo para los poderosos y por eso lo calumnian, lo persiguen y lo eliminan. El ejemplo mas claro de esto es Jeremias, que fue acusado de ser un traidor a la patria, lo torturaron y lo encarcelaron (Jr 37,11-16) y finalmente lo mataron. Lo mismo le pas6 a Urias que fue asesinado por el rey, precisamente por predicar igual que Jeremias (Jr 26,20- 23). También fueron asesinados Isaias y Zaca-rias (2 Cro 24,20-22). Amés fue acusado por un sacerdote ante el rey y lo expulsaron de su tierra (Am 7,10-13). A Oseas le dijeron “necio” y “loco” (Os 9,7) En los libros de Jeremias 0 Isafas no encontramos los textos donde hablan de sus muertes violentas. Sabemos que estos profetas fueron asesinados por otras obras de la literatura hebrea, que aunque no son libros canénicos (de la Biblia), si tienen datos que ayudan a conocer la historia del pueblo de Israel. Si quieres saber mas sobre esto, te recomendamos la lectura de un articulo de R. De Sivatte, titulado “Perse- cucién y muerte violenta de los profetas de Israel” en Revista Latinoamericana de Teologia 48 (1999), pp 257-276. EI profeta no sélo vive en conflicto con los poderosos sino consigo mismo. Se ve amenazado por el mismo Dios. A veces siente que la carga es muy pesada, vive momentos de crisis y abandono, desearia no haber nacido y haber sido elegido profeta. A nadie le gusta verse obligado a decir palabras que sabe le causarén muchos problemas y que puede llevarle a la muerte. Una vez mas Jeremfas es un buen ejemplo de esto que estamos diciendo (Jr 20,7-18). Los falsos profetas No es fécil distinguir un ver- dadero profeta de un falso profeta, como no es ficil ver la diferencias entre una mone- da falsa y una verdadera. Hay que aguzar bien la vista sino Gueremos ser engaitados. Es lo que sucedis al pueblo de Israel, que muchas veces se dej6 llevar por las palabras de falsos profetas, | He aqui algunas sefiales para identificar a los falsos profetas: No son enviados por Dios. Hablan mucho, pero no es més que palabrerio fruto de su fantasia (Jr 23,32). Comunican falsas esperanzas. y caer bien al pueblo. Dicen que todo va bien y que no sucedera nada malo, cuando en realidad el pueblo vive una grave crisis (Ur 6,13-14). Su palabra esti condicionada a intereses econdmicos. Ve den su mensaje al mejor pos- tor: “Anuncian la paz a quien les Ilena la boca (es decir, a quien paga) y declaran la gue- rra a quienes no les dan nada” (Mi 3.5) Se dan la mano con los malhe: chores, con las poderosos, con Jos que cometen injusticias. sirven a sus intereses y no | exigen la conversién (Jr 23, | 13-14). 10 Diccionario Seguirds siendo mi voz Dinamica Profeta: La palabra profeta es de origen griego, profe- thes, y puede traducirse como “el que habla en piiblico (en nombre de)”. En el Antiguo Testamento la palabra que mas se usa para denominar a los profetas es nabi, y se puede traducir por “uno que proclama” o “uno que es llamado”. En Israel, a los profetas también se les lama asi: ro’eh (vidente), is’elohim (hombre de Dios), hozed (visionario). Profeta es alguien lamado por Dios para hablar en su nombre. Ejercicios i 1, Lea el relato de la vocacién del profeta Jeremias (Ir 1,4-10): | G@) {Cua es fa primera reaccién del profeta ante el | llamado de Dios? | (b) {Cual es Ia misién del profeta, con qué imige- nes se explica esta misién? 2, Hemos estudiado que los profetas son personas que también tienen dudas y crisis, momentos de desa- liento y tristeza. Lea Jr 20,7-18 (a) Qué estado de énimo refleja este texto? (b) {De qué se queja el profeta Jeremfas? 3. Busque Am 7,10-15, (a) ,Con quién entra en conflicto el profeta Amés? (b) :Por qué lo expulsan de Betel? (c) ,Cémo reacciona Amés? (d) Resuma en pocas palabras los rasgos esenciales de los profetas de Israel. 4, Busque Jr 23,9-32 y Mi 3,5-8 y haga un listado de las caracteristicas de los falsos profetas. | La dindmica consiste en la lectura grupal de un fragmento de una homilia de Monseftor Romero: Cristo nos ka confiado una mision profétiea, Homilfa del 15 de julio de 1979. Volumen VII. | Para esta dindmica solamente | vamos a leer desde la pagina 71 | hasta la 78. | 1. Hacemos varios grupos. 2, Distribuimos fotocopias del texto a cada grupo. 3. Cada grupo lee el texto y responde estas preguntas: (a) gCufles son segtin Monse- flor Romero las condici- ones del verdadero profeta? (b) {Cuéles son, segiin Monse- fior Romero las caracteris- ticas de los falsos profetas? 4, Hacemos una plenaria y com- partimos el resultado de la Jectura grupal. (Carte El profeta, presencia de Dios en la sociedad (Monsefior Romero). La palabra profética 12 Platiquemos ~ {Qué idea de la predicacién profética nos provoca | esta lamina? | ~ gEn qué sentido podemos decir que la palabra de los | profetas es como el fuego? | El profeta comunica lo que Dios quiere por medio de palabras y, también, de acciones simbdlicas. En este te- ma estudiamos como es el mensaje de los profetas. La palabra profética: denuncia y anuncio La palabra profética es una palabra de denuncia del pecado y de anuncio de la liberacion El profeta denuncia el pecado, en todas sus formas y expresiones: injusticias, asesinatos, corrupcién, explo- tacién, idolatria..., sefiala a los responsables, y, sobre todo llama a la conversion. Si el profeta comunica terribles amenazas y castigos no es porque se alegre por la condenacién de los responsables del mal, es para urgir su conversién y liberacién. Por ejemplo, en Is 1,11-15 el profeta, luego de hacer una denuncia, hace este llamado a la conversi6n: ‘Busquen la justicia, den sus derechos al oprimido, hagan justicia al huérfano y defiendan a la viuda” (Is 1,17) La palabra profética es también una palabra que anuncia algo nuevo, una palabra que da consuelo y esperanza al pueblo que atraviesa por una situacién de crisis y opresién. Por ejemplo, en Is 41,8-13 el pro- feta ahima al pueblo, le dice que no tema porque Dios vendra en su ayuda. Lo mismo podemos comprobar en Is 51,12-16, el pro- feta consuela al pueblo y le anuncia que “muy pronto saldra en libertad el que esta postrado, no morira, no ira ala fosa, nile faltara mas el pan” (ls 51,14). Seguirds siendo mi voz La palabra profética de Monsefior Romero “Nuestra denuncia contra ef crimen, contra tantas cosas que hay que denunciar hoy, no es | por un prurito de lucirme aqui y ganar aplausos. Eso no me interesa. Lo que me interesa es | la conversién del pecador, que el hombre sefialado porque ha | cometido un secuestro, porque ha hecho una injusticia, ha matado, ha torturado, se convierta, Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva” (Homilfa 2 de septiembre de 1979). “Siempre que hemos denuncia- | do algo, terminamos Ilamando | a la conversion” (Homilfa 10 | de septiembre de 1978). | | “Ha sido mi trabajo siempre mantener la esperanza de mi pueblo. Si hay una chispita de esperanza, alimentarla es mi deber; y creo que todo hombre de buena voluntad tiene que | alimentarla” (Homilfa 11 de noviembre de 1979). Tradiciones proféticas de Israe! Fuerza y debilidad de la palabra profética La palabra de los profetas fue dicha hace muchos si- glos, en unos lugares y una cultura muy diferentes a la nuestra; por eso, ahora puede resultar un tanto dificil captar toda su fuerza y claridad. Vamos a mencionar un ejemplo tomado del profeta Amos: “vayan al santuario de Bete! a pecar, vayan al de Guilgal y pequen mas todavia, traigan sus sacrificos cada mafiana y sus diezmos durante tres dias. Quemen, para dar gracias, panes sin levadura, Y anuncien a los cuatro vientos sus ofrendas voluntarias, Pues eso les gusta a ustedes ;hijos de Israel!" (Am 4, 4-5). Es probable que estas palabras nos dejen indiferen- tes. Se habla de Betel, Guilgal, sacrificios, panes sin levadura... Imaginemos que el profeta esta en El Sal- vador; traducido a nuestra realidad, seria asi: “Vayan a la Basilica de La Ceiba a pecar, a la catedral de Santa Ana y pequen mas todavia, vayan a Misa todos los dias, ofrezcan sus velas y ofrendas, enciendan el incensario, publiquen en el diario sus novenas, pues eso es lo que les gusta catdlicos" (Ana Maria, Mejicanos).. Ahora el texto ya no nos deja tan indiferentes. Habra quienes se escandalicen y hagan todo tipo de acusa- ciones. De hecho, cuando Amés pronuncié estas pala- bras, el sacerdote Amasias lo acusé contra el rey y le expuls6 de Betel. El texto citado utiliza la ironfa para de- nunciar el falso culto de quienes acuden al templo a honrar a Dios pero en su vida diaria cometen todo tipo de injusticias contra la gente pobre y humilde. En resumen, la palabra profética fue una palabra encar- nada en la realidad del momento y, por eso, ahora necesitamos traducirla a nuestro ambiente. 13 [otro jempo ae exo | profético actualizado ‘sro es para ustedes, vacas de Basin, en el monte de Sa- maria; para ustedes que opri men a los indigentes, malir tan los pobres y dicen maridos: Strvannos vin ‘emborracharnos. El Seiior jura por su santidad Hegaré la hora en que las le vantardn con garfios ¥ a su hijos con ganchos; cada una de ustedes saldré como pued: por cualquier brecha abierta en la muralla y serén empuja- das hacia el Hermén” (Am 4, 1-3). El texto es atrevido. Amés se dirige a las sefioras, esposas de los ricos, y las compara con las vaeas de Basén, que probe blemente era una regién famo- sa por su ganaderfa. El profe parece malcriado y el mensaje es muy fuerte, En nuestra rea- lidad podria ser asi “Escuchen esta palabra, seiio ronas de la Escalén, las que veranean en Miami. U | oprimen a'tos pobres, expl tan a los obreros y sélo les in teresa darse la buena vid Llegard un dia en que las rodeardn con fusiles, @ sus hijos con metralletas y las subirdn en camiones de ar ‘males camino del destierr Gf: UL. Sicre. Profetismo e Israel, Editorial Verbo Divine | Navarra, 1992, p. 151 i 14 Seguirds siendo mi voz Los géneros literarios [ Los ordculos de condena Los profetas del Antiguo Testamento emplearon mu- Cretan chos géneros literarios para transmitir su mensaje. individual es breve, direct. Aqui vamos a mencionar solamente algunos. pronuncia en presencia del interesado, q! A veces los profetas emplean géneros literarios to- | sentencia. El ord mados de la sabiduria popular como las pardbolas. Por enscién contra wa colon ejemplo, cuando Natan va a denunciar al rey David por sn erupoo-a las naciones haber asesinado a Urias para quedarse con su mujer —extranjeras, y aparece como Betsabé, le narra la parabola del rico y el pobre (2 Sam un desarrollo del anterior, con 121-7). Otras veces emplean géneros tomados de la un horizonte mas amplio. vida diaria, como una cancién. El ejemplo mas conocido | 1.4 acusacién abarca una es la cancion de la vifia (Is 5,1-7) que el profeta retoma multitud o una serie de faltas. para hablar del amor de Dios por su pueblo. Generalmente consta de dos rmiembros: el primero denun- cia de forma general, el se- gundo ataca un pecado con- creto, Por ejemplo: sucha la lo de con- Los profetas también transmiten su mensaje a través de géneros literarios propios del culto, como los him- ‘nos, ver por ejemplo el capitulo 12 de Isafas; 0 a tra- vés de formulas propias de los juzgados, asi, por 4 Damasco, por tres deltas y ejemplo, si leemos Ez 22,1-16, podemos ver enume- 20" custo. nw le parlour. radas varias acusaciones como si el profeta fuera el | po) nemo (am ay. fiscal en un proceso judicial EI anuncio del castigo tam- bign tiene dos partes: inter- vencién de Dios y consecuen- cias. En el ejemplo siguiente, los tres primeros versos des- criben la accién de Dios; el Ultimo, las consecuencias: Otro género literario que utilizan los profetas son los ayes. jAy, ay! es uno de los gritos que las plafideras entonaban cuando acompafiaban un cortejo funebre. os profetas lo emplean para advertir al pueblo que a causa de sus pecados estan a las puertas de la muerte. Es una forma de llamar con apremio a la con- Romperé los cerrojos de version. Un ejemplo muy claro es Hab 2,7-20. Damasco | y aniquilaré a los jefes de Hay dos géneros literarios que son propios de los pro- | Yaldelito fetas. Son los oréculos de condena a una persona oa te eva cetro en Casa un grupo. Estos ordculos suelen tener dos partes: lade- | ye) pueblo sirio ird deste- nuncia del pecado y el anuncio del castigo. La finalidad | rrado a Quir (Am 1,5)". LL. del profeta no es “condenar’ y “castigar” a la persona 0 | Sicre, nvoduecién al Antiguo grupo que acusa, sino su conversién. Para lograrlo | Testamento, Editorial Verbo sefiala concretamente el pecado y las consecuencias [ae Navarra, 1992, p. 200. Tradiciones proféticas de Israel que tendrd si no se convierten a tiempo. Hay muchos ejemplos, podemos ver las palabras del profeta Elias al rey Ajab que habia matado a Nabot y se habia robado su vifia (1 Re 21, 17-26). A las terribles amenazas de castigo anunciadas por el profeta, el rey responde con la conversi6n, y por eso Dios retira su castigo (1 Re 21,27- 29). Otro ejemplo son los capitulos 1 y 2 de Amos que contienen siete oraculos de condenacién colectivos. Las acciones simbdlicas A veces, los profetas acompafian sus palabras con ac- ciones simbélicas. Veamos algunos ejemplos. Juda esta dominada por Asiria, y para liberarse del yugo tiene la tentacién de aliarse a otras potencias como Etiopia y Egipto. Entonces Yahveh da una orden sorprendente a Isaias, que se quite la ropa y las sandalias. “EI /o hizo y anduvo desnudo y descalzo” (\s 20,2) Isafas era muy conocido en Jerusalén. Nos podemos imaginar la sorpresa de la gente; pensarian que estaba loco. Es probable que se rieran de él y no le tomaran en serio. Mas adelante esta la interpretaci6n de la accion simbélica: As{, desnudos y descalzos serdn deportados por Asiria los egipcios y los etiopes (Is 20, 3). Con esto el profeta quiere dejar claro que la alianza con Egipto y Etiopfa es un error, no serviré de nada Jeremias también hizo varias acciones simbdlicas. Por ejemplo, en una ocasién fue a comprar una jarra de ce- ramica, fue a un lugar publico, llamé a los sacerdotes y a los ancianos y en su presencia arrojé la jarra contra el suelo, que naturalmente quedé hecha pedazos (Jer 19,1-2.10) y luego afiadié: “As/ dice Yahveh romperé a este pueblo, como se rompe una cacharro de ceramica, que ya no tiene arregio” (Jr 19,11). El profeta bien pudo decir las palabras sin romper la jarra, pero el efecto ya no hubiera sido el mismo. Sin duda, la gente quedé impactada y seguro que no olvi- daron facilmente la advertencia profética. Las acciones simbélicas de ‘Monsefior Romero Monsefior Romero, como ver- dadero profeta, también realize varias acciones simbilicas. Por ejemplo, al poco tiempo de tomar posesién como arzobis- po de San Salvador, fue asesi- nado el P. Rutilio Grande, junto -on dos campesinos. El hecho es muy grave. Marca el inicio de la persecucién det gobierno contra la Iglesia. Monsefior Romero se reunié con sus sacerdotes y ordend ce- lebrar una Misa tinica en cate~

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